Prueba del Libro de los Ancestros #8

[Khufu]

La determinación de la muchacha frente a él le llama la atención. Desde el inicio de la clase, la ha visto pasar de tímida a determinada en fracciones de segundo. Aquella era una de esas ocasiones, tal vez porque su espíritu se llenó de optimismo al ser favorecida por Anubis o, tal vez, porque ve que tiene por fin un buen manejo de la magia uzza.

 

La arena del hechicero que tira hacia sus ojos no le cae por sorpresa. Esperaba una reacción así, de limitarlo de la forma que fuera posible. Y si Bodrik era una contrincante digna, para ese momento ya debía haberse movido del sitio en que se encontraba, para despistarlo totalmente.

 

—Vara de cristal —invoca el guerrero, sintiendo el poder fluir desde su interior hacia la varita mágica, que cambia para tomar la forma única que Khufu le había dado. Cuando la tiene en sus manos, enroscándose en su brazo cual serpiente, siente un renovado ímpetu para seguir —...desmaius.

 

El uzza debía admitir que la estrategia de Bodrik de limitarlo era buena, sin embargo la muchacha olvidaba el poder enorme que tenía con la vara de cristal. Con el poder ancestral, el desmaius era inmediato. Le sorprende que al momento, Bodrik no haya conjurado su propia vara de cristal, cuando sus compañeros a esas alturas ya lo habían hecho varias veces. Una vez más, es algo que le llama la atención.

Mira alrededor un segundo, suficiente para vigilar a sus otros estudiantes. Los ve inmersos en su duelo y se despreocupa de ellos; ahora, debe atender las heridas causadas por Bodrik. Piensa en un episkey para terminar de curarse del cinaede y su cuerpo agradece el cerrar las heridas.

[Hades Ragnarok]

El vampiro sabía que estaba en graves problemas, muy serios problemas, aun le quedaba nuevamente curarse de aquel veneno que le había mandado Elvis, si bien, el se había destapado las vías respiratorias aun debía curarse del veneno. Por lo que sin pensarlo movio la varita rapidamente para realizxar un –Aguamenti- dijo con claridad apagando los efectos de aquellas flechas de fuego que había impactado en el.

 

Sin embargo, no iba a rendirse, aun tenía una mísera oportunidad de al menos salir vivo de aquello por lo que pensó en un -<<episkey>> -para curar los efectos de aquel cineade que el había enviado Elvis. Claro estaba, no conto con que el Gryffindor quería terminar aquello de una vez por todas provocando que este con un Expeliarmus convertido en efecto gracias a la vara de cristal de su contrincante hiciera saltar la varita del hijo de la noche unos 4 metros.

 

-<<Bueno, ahora si que esto se puso aun más interesante, lastimosamente creo que no hay para mucho mas>> -pensó sabiendo que necesitaba un episkey mas para el veneno y tenía que aplicarse otra curación para aquellas quemaduras antes de que en verdad fuera tarde.

[Bodrik]

Ver a su maestro manejarse con tanto poderío le causaba mucha admiración pues obviamente desde el principio esperaba aprender de aquella prueba todo lo posible y le sorprendía el avance de la lucha pese a las dificultades en el terreno y Obviamente Khufu no la estaba decepcionando, sino que por el contrario Bodrik podía ver toda la grandeza Uzza y su destreza que se notaba en cada actuar del maestro.

 

De pronto algo más ocurrió sin que la adolescente de cabello negro sospechara siquiera lo que le esperaba pues en todo momento su concentración estuvo en el desarrollo de la batalla con Khufu y sobrevivir a sus hechizos, pero esta vez lo que le esperaba era sin duda un golpe bastante fuerte con una especie de columna de una fuerte madera que se balanceaba justamente a su posición amenazando con noquearla -Salvaguarda Mágica- Fue lo primero que se le ocurrió para evitar ser golpeada moviéndose al momento de ser intangible, hacia atrás un metro aproximadamente para no ser golpeada la próxima vez.

 

Pronto Bodrik se vio recompensada gracias a la rapidez con la que khufu actuaba enseñándole más acerca de magia guerrera y de sus conocimientos en general mientras aparecer su vara de cristal en la mano de su maestro decidió imitarlo, pero no tardo en perder el conocimiento durante segundos luego de los cuales al ponerse de pie no tardo en realizar su propia invocación de la - Vara de cristal – que gracias a la energía que todavía conservaba convertía su varita de fresno en una de un metro y con los colores característicos de su propia magia.

 

-Sectusempra- pronuncia apuntando con su vara de cristal hacia el pecho de su maestro Khufu para hacerlo sangrar. Bodrik casi nunca utilizaba hechizos defensivos o que limitaran el progreso de otros, pero si quería sacar el mejor provecho de su Vara de cristal debía intentarlo todo y más contra un hombre tan poderoso como su propio maestro pues si alguien sabría que hacer era el Uzza.

 

Habiéndose adelantado a su siguiente hechizo Bodrik sabía que su maestro estaría en problemas necesitando una curación y, de todos modos, para Bodrik el siguiente movimiento tendría que utilizar la misma fórmula de Khufu -Episkey – pensó para curarse del veneno de los pétalos del pensamiento.

 

Por ahora estaba ilesa.

[Mael Blackfyre]

Pude notar que Hades se encontraba en una especie delirio por la forma en la que se encontraba desenvuelto en el duelo. La intención de invocar un muro como acción de defensa, provocó que fuera impactado por aquellas flechas de fuego. Lo mismo que el Cinaede y el Expelliarmus. Lo único que había tenido que hacer, era recuperar su varita y curarse. Pero no.

 

¿Que hacía? El veneno en su sangre y las heridas de las Flechas de Fuego, parecia que lo habian desorientado. Estaba intentando curarse las heridas y todo, pero sin varita, era imposible. Quiso volver a hacer algo mas, pero no lo logró. Necesitaba de su arma.

 

-- Accio varita --exclamé, apuntando la varita del Ragnarok que se encontraba entre nosotros dos. El arma salió volando a mis manos y me aferre a ella. No podia hacer nada mas. O al menos entre sus opciones no habia algo que pudiera lastimarme.

 

Hades Ragnarok por ende, no habia podido apagar el fuego que incendiada las heridas. Ni continuar curándose del veneno. Por ende la sangre continuaba perdiéndose, tanto por el Cinaede como por las flechas. Hades estaba muriendo en ese instante.

 

Pero un grupo de Doxys aparecieron por el ruido. Levanté la vista y me di cuenta que estaban furiosas por haber invadido su sitio seguro. Tantearon el escenario e incluso resultó gracioso, como si hubieran planeado todo. Un grupo fue a atacar a Hades y el otro, a mi. No lo dude.

 

Saque un diminuto frasquito que tenia dentro de mis ropas, verti un poco en la palma de mi mano y lo lance al aire mientras la arena mágica del desierto se pregnaba en los ojos de los Doxy. Automáticamente, casi todas se fueron despues de aquellos segundos de intentar quitarse su ceguera. Mire hacia Hades.

 

Pense en un Flechas de Fuego, apuntando a la media docena de Doxy, evitando que estas impactaran en el cuerpo de mi rival. Algunas flechas asustaron a la mayoría. Y a la que que, no hizo las que impactaron, prendiendose fuego.