Maestría en Escobas + Runas antiguas

[Sagitas E. Potter Blue]

Aquel hombre me parecía un poco... ¿tímido? No se lanzaba, era más quieto de los chicos con los que normalmente daba clase. A estas alturas, más de uno habría hechizado una silla y estaría volando por la sala de Mantenimiento. Y, seguramente, yo estaría haciendo con él una carrera para ver quién se caía antes de que llegaran los elfos, alarmados por nuestro escándalo. Sin embargo, el Sr. Graves estaba resultando algo (bastante) quieto y comedido, más en la línea que deseaban los (otros) profesores cuando daban sus clases. Yo, en eso, no era nada tradicional. Por eso, aplaudí cuando, en su segundo intento, consiguió que la pluma se mantuviera en el aire y se moviera.

 

-- ¿Ves? ¿A qué es fácil? Es un conjuro interesante, sólo usado en el mundo del deporte. Yo lo oí por primera vez en boca de mi maestro y pensé, por un momento, que me tomaba el pelo pero... funciona... Bien, pues volvamos ahora a tu escoba... Hum... Te dije que te diría más hechizos que lleva una escoba...

 

La observé con un ojo que quise que pareciera crítico. Nunca me habían gustado las escobas de carreras y, tal vez por ello, los nombres y las marcas me eran exactamente lo mismo. Aún así, me gustaba admirar el trabajo de los artesanos fabricantes de escobas, que aplicaban mucho amor y mucha técnica relacionada con la carpintería manual. Se notaba cuando un artesano construía con cariño aquel objeto que después sería destrozado en deportes de alto riesgo.

 

-- ¿Dijiste antes que no funcionaba bien la dirección de tu escoba? ¿Ya le aplicas bien el Conjuro de Kawi? Es un conjuro de sumisión que hace que la escoba obedezca tu deseo de maniobrabilidad. No me expliques cómo funciona pero lo hace. Si te fijas, tú mismo lo estás aplicando ahora a la pluma. Con el Victus Andes, el recorrido del movimiento siempre será rectilíneo y, sin embargo, la estás haciendo girar, con el mejor movimiento de tu dedo. Eso es el llamado Conjuro de Kawi, porque fue descubierto por un antiguo jugador llamado Kawilar, quien no hacía más que caerse porque la escoba parecía encabritarse cada vez que él se subía. Hace que la escoba haga exactamente el movimiento que precisa el montador, gira a en la dirección que quiere sin que se lo pida, hace acrobacias o frena como si lo viera. En realidad eso algo así: tú piensas que debes de ir a la derecha y el conjuro de Kawi hace que vire en esa dirección. Normalmente, viene añadido a la escoba de manera que obedezca al dueño de la mano que lleva el mango, así que nunca dejes que ningún adversario toque tu escoba o te irás al suelo al instante.

 

Me acerqué a él para ver los dos pedazos en los que había desmontado su escoba. Esperaba que no fuera la favorita. Toqué el mango en la parte final, donde se separaba de la cola y sonreí al notar irregularidades.

 

-- Esto tendrás que lijarlo antes de volver a unirlo. Son los restos de las adiposidades que se forman con el uso y el calor de la fricción. En realidad, antes de darle el barniz final tendrás que lijar todo el mango, para evitar interferencias de la magia residual anterior. Pero eso es lo último. ¿Sabes? Estoy pensando que también puede fallarte por culpa de la Ley de la Gravedad. Es muy fuerte la atracción de la tierra y puede que el Hechizo Ekilius no esté funcionando bien. Es también muy sencillo, sirve para contrarrestar la gravedad y permite que no sólo la madera "flote" en el aire sino que quien vaya sentado "tome prestadas" las mismas características de flotación que ella. ¿Sabías que eras embrujado al montarte en una escoba? Supongo que nadie se para a pensar que un cuerpo es demasiado pesado para que una sencilla escoba soporte su peso, por muy delgado que sea. Eso es debido a la Ley de Ekil que explica que aplicando este hechizo sobre el objeto volador, un cuerpo sobre él adquiere las mismas características mientras esté encima. Lo que quiere decir que nunca te caigas de la escoba o te irás al suelo. Mientras mantengas el contacto con ella, podrás seguir volando, aunque sea colgado de una mano. Y te lo digo con conocimiento de causa, mi primera clase la pasé zarandeada de un lado a otro mientras no conseguí mantener el equilibrio.

 

Para que entendiera mejor esta Ley, hice algo tan sencillo como poner un pequeño taco de madera sobre la pluma que aún daba vueltas siguiendo el movimiento circular de su dedo. La pluma cayó al suelo como si le hubiera puesto una roca pesada sobre ella.

 

-- O, simplemente, la aerodinámica de tu escoba está tocada porque te falle algo en el sellado de las hebras de la cola. Eso lo miraremos ahora mismo en cuanto practiques esos dos hechizos en la misma pluma que hay en el suelo. Después, cuando montemos la escoba de nuevo, tendrás que aplicarla a ella, así que procura que te funcionen o te caerás al suelo en tu primer vuelo. Piensa que sólo aprobarás esta asignatura si eres capaz de dar una vuelta al estadio con tu escoba recién montada. Por lo que date prisa, que el tiempo apremia y los elfos pronto nos tirarán de aquí porque cierran puntuales para irse a comer.

[Juliens]

Es muy información por analizar y le cuesta un poco. Le gusta volar y le gustan las escobas, más para él siempre el volar fue subirse en una escoba o en una criatura. Todo el tema técnico necesita que se concentre en aquello que necesita recordar en el proceso de montaje de su escoba.

 

—Esto es más complicado de lo que me esperaba, pero lo intentaré.

 

Estando ya puesto en el tema de arreglar la escoba no le queda más que intentarlo. Lo más malo que puede suceder es que la escoba quede igual de mala (o peor) que antes. Sin embargo sabe que si no lo intenta reprobará la clase y no aprenderá nada. Incluso fallando en montar la escoba puede aprender cosas que le servirán en el futuro. Porque si ahora no lo logra lo intentará una y otra vez hasta que la escoba quede bien montada.

 

De la mesa de trabajo toma una lija gruesa y una fina, cree que ambas se servirán. Usa la lija gruesa allí en dónde Sagitas señala que se encuentra el mayor problema, en las irregularidades más visibles de la madera. El polvo fino de la madera cae por un par de minutos, entonces Hobb decide cambiar de lija pues ya solo hace falta pulir y arreglar los problemas que están menos a la vista. Por el tiempo que les queda decide centrarse en montar la escoba, ya con más tiempo (en casa) puede trabajar en crear una escoba de la nada.

 

Monta la escoba con cuidado, luego de lijar todo el mango, y la coloca sobre la mesa. Aún no hay hechizos en ella, simplemente la madera y demás piezas están unidas y colocadas en el sitio en dónde debe ir. Hora de la pluma ¿Quién le manda a preguntar lo que no debe? ¿Porqué no se esperó al final? Teme quedarse sin tiempo. Toma el taco de madera y la pluma vuelve a flotar, libre del peso adicional.

 

Lo primero que hace es mentalizar el hechizo de sumisión, y aunque suene raro siente el control total que tiene ahora sobre la pluma. Deja de girar cuando Hobb abre la mano, se detiene y se mantiene flotando en al aire. Posteriormente, con el dedo, dibuja en el aire figuras complicadas que la pluma sigue sin error alguno. Queda lo más complicado, o quizá no, y aplicar correctamente el hechizo de la gravedad.

 

—Ekilius

 

No siente que pase nada. Por si acaso vuelve a pronunciar el hechizo Ekilius un par de veces más. Impar, por si el segundo llegara a desactivar al primero. Tiene aún el taco de madera, hace que la pluma se detenga y le coloca el taco. La pluma se "asienta" de la forma en que lo hace un cojín cuando alguien se sienta. Sin embargo se mantiene a flote a la misma altura y es igual de fácil moverla y controlarla.

 

Es cuando aplica todos los hechizos aprendidos hasta el momento sobre su propia escoba, que ya está montada, y espera que esté lista para volar. Si Sagitas le dice que si, que todo está bien, se montará en la escoba y dará una vuelta (por primera vez en su vida) por todo el estadio de Quidditch.

 

—¿Quedó bien?

[Zoella Triviani]

Desde la ventana entraba un pequeño rayo de sol que daba directamente a la cama, alumbrando todo el espacio y generando una cálida sensación a mi piel. Con mis pies descalzos caminé por toda la habitación haciendo algo de tiempo para bajar. Supe que Orión le explicaría todo lo que pudiese de las Runas a Evedhiel, y quería aprovechar este momento para profundizar sobre las mismas, que tanta curiosidad había causado en mi desde un principio.

 

Con unos shorts negros y una blusa verde olivo salí hacia el pasillo al escuchar movimiento en el piso de abajo. La casa estaba a oscuras después de que aquellas nubes grises adornaran el cielo azul que brillo durante la mañana. Aun con mis pies descalzados baje sin hacer mucho ruido por las escaleras, sentándome en los primeros escalones y observando cada movimiento y palabra que ambos pronunciaban.

 

Levantándome algo torpe por la invitación de mi abuelo fui a sentarme en el sillón individual frente a ellos y observe con curiosidad las tres runas que Evedhiel había lanzado. Curiosa subo la mirada hasta Orión esperando a que diga algo.

[Sagitas E. Potter Blue]

-- ¡Demonios, muchacho! ¿Tanta prisa tienes por acabar la clase que no te importa perder la vida en el primer intento? -- gruñí, enfurruñada por su forma de actuar. Es cierto que yo me había ensimismado con la escoba que estaba toqueteando y no me di cuenta hasta el final que el Sr. Graves habían montado de nuevo su escoba. Gruñí de nuevo. -- ¿Es que no me oíste cuando te dije que el fallo podía estar en la aerodinámica, que tendríamos que comprobar el sellado de la cola? Puffa...

 

Me acerqué a él casi corriendo y tomé la escoba que me ofrecía para que la examinara, meneando la cabeza con lástima. La verdad es que era un buen trabajo aunque se había dejado, al menos, cuatro pasos antes de que le diera el visto bueno a su escoba para que saliera a probarla. Me senté a su lado (menos mal que el taburete me siguió porque hice el además de sentarme y, si no hubiera estado ya debajo, me hubiera dado con el trasero en el duro suelo) y puse la cola casi a un palmo de mi nariz, observando el cosido y pegado de las hebras que la conformaban.

 

-- ¡Huuum...! Aquí tienes un hueco. Es casi imperceptible pero... ¿Lo ves? Una buena escoba se caracteriza por la unión de los grupos de hebras cosidos con delicadeza en la zona de unión que antes has raspado. ¿Ves? Aquí hay un hueco de apenas medio milímetro que queda invisible con tanta ramita pero es lo suficientemente grande para que el aire desvie tu escoba al hacer una maniobra y escore un poco hacia la derecha. Una escoba impecable está en la que el artesano pega una por una en la base con un punzón y un hechizo adherente y después son distribuidas y tensadas mediante un cosido regular según la zona en la que se sitúan ; hay verdaderos tallistas especializados en conseguir hebras perfectas para cada una de las posiciones. Son verdaderas obras de arte, te lo aseguro, y demasiado cotizadas. En tu caso...

 

Tomé un grupito de hebras de punta tan diminutas que me arrancó un gritito al pincharme el pulgar. ¿Cuándo demonios me había quitado el guante? Sonreí levemente a mi alumno con una mirada que implicaba que aprendiera de mi experiencia. Después, intenté rellenar aquel minúsculo burejillo con paciencia.

 

-- ¿Ves? Es de vital importancia que las hebras se adhieran a la escoba casi como si fueran prolongaciones de ella misma. Y digo vital porque te va la vida. Si a un ave le deshilachas la cola, cae a plomo. Pues así caerías tú si la de tu escoba se abre, se agrieta o se suelta... Espero que a partir de ahora vigiles algo más las ramitas que se abren y que cortes bien las puntas cada dos o tres vuelos para evitar que se deshilache y te mates; o lo que sería peor, que mataras a un espectador inocente que estuviera allá, tranquilo, apostando por el equipo ganador y soñando con una pinta de cerveza.

 

Levanté la escoba, contemplé la hechura, le di varias vueltas en la mano y después la hice mantenerse en el aire. Levitaba con normalidad. Sonreí y se la devolví al hombre.

 

-- Aún te quedan añadir varios hechizos importantes, Sr. Graves. Aquí tienes tu escobita. Ahora, le añadimos el Encantamiento de Propulsión en Viento, que sirve para acelerar aprovechando el movimiento del aire; el Hechizo de Freno Trasero, que es un freno de emergencia que seguro que has utilizado más de una vez, apretando los pies contra la cola; el Hechizo del Almohadón que ya te mencioné antes, para que el pompis no se te quede como un queso de gruyére y, por último, el Hechizo abrillantador antideslizante, brillo sin resbalar, lo más importante junto a los guantes de Quidditch. ¿Te ha quedado claro como se monta una escoba? Pues hala, ya te puedes ir a volar un rato sin caerte. Si muerdes la hierba, te descuento puntos por mal aterrizaje.

[Juliens]

Entre los apuros al ver que el sol está comenzando a bajar, Hobb se olvida de algunas cosas respecto al montaje de las escobas. Sagitas, con su carácter y paciencia que no parece nunca ir a mal, le explica algunas cosas que él desconoce y que olvidó preguntar en los apuros. Es decir, la bruja si que parece estar molesta y entre gruñido y gruñido le explica de que va la cosa. Sin embargo, Hobb sabe que hay otros profesores que simplemente ante un error del alumno no lo guían. Si hace algo mal le dicen que lo haga de nuevo, sin enseñar. Si responde algo mal vuelve a preguntar sin enseñarle que es lo que está mal de la respuesta. Agradece, por eso, la paciencia que Sagitas le tiene.

 

—Si la escuché, pero se me olvidó. Me emocioné mucho aplicando hechizos, uniendo las partes.

 

Se sonroja, y solo por orgullo propio no baja la mirada. La mantiene, aunque humilde, en alto. Observa con detalle como la bruja corrige el error en el sellado de cola. Sonríe porque parece ser un trabajo de mucha precisión. Quizá ese fue su error, tomarlo un poco a la ligera por todas las baratijas que carga. En el fondo, y aunque no piensa en ello, sabe que la magia uzza le salvaría de estamparse de trasero o de cabeza contra el suelo. Sin embargo la atención que le pone Sagitas le recuerda mucho a como él trata a todos sus bichos. Jamás se tomaría a ligera el acercarse a cualquier criatura pese a que puede usar un hechizo para hacerlas dóciles y sumisas. Ese es su fallo, debe comprender que aunque tiene los métodos para sobrevivir a una caída de escoba por falla "mecánica" su misión es evitar esas fallas.

 

—Usted es muy buena arreglando escobas. Mi problema es que aveces me cuesta concentrarme en lo que sea que no sean criaturas mágicas. Pero a partir de hoy tendré mucho más cuidado con las escobas. ¿Puedo enviarle una lechuza si tengo dudas?

 

De nuevo los hechizos que le menciona la profesora le suenan a chino. Jamás antes los ha escuchado y tiene sentido que así sea. Son hechizos muy especializados que uno no utiliza cada día para hacer la vida cotidiana. Con la escoba de nuevo en mano, y con las indicaciones finales de Sagitas, se pone manos a la obra. Y aunque los hechizos parecen ser de otro planeta (por desconocidos) a él se le da bien aprender nuevos hechizos y encantamientos. No basta con pronunciar y mover la varita, se necesita entender un encantamiento. Él recuerda con agrado a sus profesores de encantamientos y maldiciones en Ilvermorny, porque ellos le enseñaron precisamente eso.

 

Dice cada uno de los hechizos en voz baja y con mucha concentración. Cada hechizo, por su etimología, necesita una floritura distinta. No todos los hechizos funcionan a la primera, pues la varita no reconoce la floritura porque él la hace mal. Solo cuando todo está bien es que sale del cuarto de mantenimiento, un poco nervioso y otro poco confiado en su trabajo. Levanta el vuelo. No lleva guantes de quidditch sin embargo los guantes de piel de dragón son suficientes pues no hace ningún movimiento complicado.

 

Se lanza el picada al suelo y aterriza suavemente, con una sonrisa que no le cabe en el rostro.

[Orión Yaxley]

Orión sonrió ante la tirada y se dio cuenta que sus piedritas llevaban aún una protección antimuggle. Le bastó solamente una pasada con su palma abierta para que revelaran sus verdaderas identidades. Se sorprendió con el resultado. Sabía que Evedhiel capaz no estaba viendo mucho, pero desde ya, poder hacer una pregunta bien encaminada con la intención clara y la predisposición a la respuesta era un comienzo excepcional.

 

Murmuró un par de cosas para sí mismo y se llevó la mano al mentón. Las runas se trataban de Kenaz, Thurisaz y Othala. Estaban relativamente juntas las tres, denotando una gran conexión entre los conceptos.

 

- Mira, Kenaz es la runa del descubrimiento. Es bastante obvia. En general, está relacionada con la creatividad y la inspiración. Es una runa que viene desde una fuerza exterior a la propia. De esta forma, el descubrimiento o la iluminación es desde afuera, hacia dentro. El contexto te mostrará la verdad. Por otro lado, Thurisaz es la del cambio y la catarsis. Necesitas pasar por un cambio abrupto para que puedas estar apta ante la iluminación. Por último, Othala es la de la propiedad, la casa.

 

Observó un poco la escena. Sonrió ante Zoella y le hizo un ademán para que se uniera.

 

- Las runas están siendo muy directas. Necesitas el contexto de la Manor para descubrir tu pasado, de alguna manera. No me queda claro el tipo de cambio, pero eso me lleva a pensar que capaz ya lo hiciste, es decir, vienes de algún lado ¿no es así?

 

Caminó hacia el árbol familiar. Había huecos aún y tal cual parecía que Evedhiel era tan Yaxley como él. Sin embargo, había algo que no sentía bien. En realidad, era una sensación de ignorancia. De que faltaba una pieza.

 

- Necesito que hagas otra lectura, ¿por qué no preguntas qué tipo de vínculo tienes con la familia? Las runas te pueden indicar un camino de acción.

[Sagitas E. Potter Blue]

A pesar de mis gruñidos, tuve que reconocer que el muchacho, tras disculparse, prestó muy buena atención y fue capaz de asimilar los conocimientos que, he de reconocerlo, eran completamente nuevos para él (y casi para mí, porque sólo repasaba cuando hacía de profesora sustituta) y aplicarlos en el montaje de su escoba. Permanecí un paso detrás de él mientras trabajaba en el modelo que le pertenecía, sonriendo cuando era capaz de conseguirlo. Sólo era cuestión de paciencia, más que de habilidad. Hoy en día, todos los magos y hechiceras aprecian más la prisa y la rapidez antes que la dedicación del tiempo necesario para la elaboración del trabajo. Suspiré cuando, por fin, enseñó su escoba preparada para el vuelo.

 

-- Por supuesto, puedes enviarme lechuza cuando quieras pero estoy segura que no tendrás problemas ahora que sabes como es la manufactura de una escoba de carreras. Hasta podrás probar, desmontar y arreglar según tu propia experiencia en el vuelo. Práctica, eso será todo lo que necesites con estas líneas básicas que te he dado. ¿Criaturas mágicas? ¡Amo las criaturas! Tenemos algo en común. Tal vez debiéramos vernos en algún momento para hablar de nuestros chiquitos.

 

Iba a seguir hablando del tema de las criaturas, mi otra gran pasión en el mundo mágico cuando le vi listo para probarla... ¡allá mismo! Enarqué una ceja aunque no dije nada porque le vi que salía. Aún así, esperaba que no volara por los pasillos, que estábamos en el área -2 del estadio. Le perseguí pero cuando llegué a la zona abierta, él ya estaba volando. Sonreí al ver que el muchacho era muy diestro en el vuelo y que la escoba obedecía. Mi Aethonan pacía en el lado oeste del estadio y elevó la cabeza para seguir su trayectoria. Aplaudí.

 

-- ¡Muy bien, Sr. Graves! ¡Ha aprobado la asignatura con gran éxito y sin morirse en el intento!

[Evedhiel]

Los ojos curiosos de Zoella se unieron a Orión y Evedhiel y la chica se apartó un poco del reposabrazos del sofa par dejarle sitio a su sobrina.

 

Orión parecia divertido por el resultado de su tirade y su gesto divertido cambió a uno mas intense cuando reveló la verdadera identidad de las runas.

 

-La casa… - susurró Evedhiel como intentando hacer sentido de aquellos resultados.- Ésta casa… -añadió mientras sorbía el ultimo trago de su te de canela.

 

- Las runas están siendo muy directas. Necesitas el contexto de la Manor para descubrir tu pasado, de alguna manera. No me queda claro el tipo de cambio, pero eso me lleva a pensar que capaz ya lo hiciste, es decir, vienes de algún lado ¿no es así?

 

Evedhiel frunció el ceño. Los ojos inquisitivos de Orión parecian intentar escanear los pensamientos de la chica, como si las runas mas que desvelar susincognitas intentasen desvelar sus secretos. Como si aquellas figuras fuesen la excusa perfecta para que la chica se sincerase con el patriarca de la Yaxley.

 

Se echo su largo cabello a un lado y jugueteó con ellos mientras se llevaba la mano a su muñeca derecha, como cada vez que estaba nerviosa. LLevaba casi 3 meses viviendo en la Manor, y apenas había desvelado nada de su propia identidad. Sus familiares no habían hecho preguntas y había dejado a la chica envolverse en el espiritu de libertad caracteristico de la familia. Pero ella sabía que en algun momento tendría que empezar a abrir puertas cerradas. A empezar a confiar.

 

Orión se había acercado al arbol familiar, examinando todos los huecos que aún aparecían cubiertos de una neblina flotante.

 

-Digamos que… Bueno.- miró a Zoella, preguntandose si su opinion de ella cambiaría con aquella revelación… y luego a Orión, al que por alguna extraña razón siempre lo envolvía un halo de certitud y confianza, pero también una tizna de rigidez – Digamos que mis ideas no siempre estuvieron en el bando acertado.- Evedhiel rozó su recien estrenado tatuaje perfilando el contorno de la marca con sus dedos- Asi que supongo que la parte del cambio tambien es correcta.

 

Alzó su mirada y la dirigió a Orión, desafiante, como si esperase algún reproche, con cierta rabia hasta ahora desconocida para ella.

 

- Necesito que hagas otra lectura, ¿por qué no preguntas qué tipo de vínculo tienes con la familia? Las runas te pueden indicar un camino de acción.- dijo el mago.

 

Evedhiel volvió a tomar las runas con la mano izquierda; Su respeto por aquellos abalorios había aumentado de 0 a 90% en menos de 10 minutos y donde en la primera tirade hubo ingenuedad, ahora se había convertido en una mezcla de curiosidad y recelo.

 

Mientras sus dedos movían las runas de un lado a otro de su mano, la chica mantenía su Cabeza fría enfocada en lo que quería que aquellos objetos le desvelasen: Cual era su papel dentro de auqella familia?

 

Cuando sintió que era el momento adecuado las volvió a lanzar sobre el tapete:

 

Sentía los ojos de Zoella.y Orión calvados en el resultado de su tirada. Antes de que nadie pudiese intervenir y sin saber muy bien porqué y de donde habían salido aquellos nombres, Evedhiel murmuró:

 

-Uruz, Wenjo y Gebo- Abrió mucho los ojos y se tapó los labios con las manos De donde habían salido aquellos nombres??

 

 

@@Orion Yaxley @ Trivinai Yaxley

[Orión Yaxley]

Orión levantó las cejas emocionado. Sentía al fin que Evedhiel estaba conectado con su set de runas. Se había puesto colorado, además, por el tema del bando correcto. Aun cuando tuvo la razón un montón de veces, ya sea en sus visiones, como en sus adivinaciones, no se acostumbraba. El asombro, era por la curiosidad de los mismos métodos antiguos de lectura de la realidad. Aquellas prácticas bastardeadas por muchos.

 

- La tirada fue bastante interesante. Por fortuna nada negativo o preocupante. Uruz se trataba más que nada de la fuerza. Claro, el tema de las Runas es que una al azar podía ser algo bastante incompleto. Es decir, ¿fuerza? Una ¿interior? O ¿Exterior? De dónde podía provenir cambia completamente el sentido de la lectura.

 

Carraspeó un poco.

 

- Por eso, Gebo venía de la mano. Más que una fuente, significaba un medio. Esa fuerza sería entregada, de un algo o alguien, a un alguien o algo, de forma gratuita, desinteresada, un regalo al fin y al cabo. Por último, Wunjo sería el resultado, una sensación positiva, una felicidad.

 

Volvió a observar el árbol.

 

- Supongo que la acción es seguir viviendo como vienes haciendo, pero de una forma más activa. Encontrarás fuerza. O la darás, de alguna manera. No es una generada, ojo. Gebo es importante en ese sentido. Será otorgada. Tal como Kenaz en la lectura anterior. Así llegarás a Wunjo, que es lo positivo, la felicidad, la paz.

 

Murmuró un par de cosas para sí mismo.

 

- Ahora, hay que forzar los obstáculos, ¿puedes consultar cuáles son los desafíos que tienes hacia delante? Capaz nos estamos enfocando demasiado en la familia y no es nada que ver. O capaz… no. Después de todo la historia de la Yaxley es un poco de refugio frente a ataques externos.

[Evedhiel]

Evedhiel casi se contagió de la felicidad del mago cuando ella misma pronunció el nombre, al parecer correcto de las runas. La chica no entendía en que momento las había aprendido, y no estab muy segura de si el dejar su mente en blanco y enfocarse en que quería saber ayudaba, pero decidió que al menos la relajaba, asi que aquella iba a ser su técnica.

 

Supongo que la acción es seguir viviendo como vienes haciendo, pero de una forma más activa. Encontrarás fuerza. O la darás, de alguna manera. No es una generada, ojo. Gebo es importante en ese sentido. Será otorgada. Tal como Kenaz en la lectura anterior. Así llegarás a Wunjo, que es lo positivo, la felicidad, la paz.- dijo Orión.

 

-Como si la habilidad del saber, del descubrir se transformase en mi felicidad- dijo la chica, completando y analizando de maner particular lo que el mago acababa de decirle.- Por mucha catarsis que me haya causado hasta ahora,- añadió uniendolo a los resultados obtenidos anteriormente.

 

Orión volvió a pedir que tirase las runas, y esta vez su tecnica cambió pasandose las pequeñas piezas de una mano a otra mientras cerraba los ojos. En cualquier otro escenario la chica se habría sentido ridícula ante la demostración de aquel efecto de las runas sobre ella, como si parte de su cabeza estuviese colocada en cada una de las piezas y la otra enfocada en su decisión, como si las runas tan solo fuesen un reflejo de lo que ella ya sabía pero tenía olvidado, o dormido en su mente.

Como si tan solo canalizasen su magia y fuesen una prolongación de sus dedos.

 

El tapete volvió a resonar con el crepitar de las runas.

 

Evedhiel abrió los ojos y Orión parecīa dejar que fuese ella la que hablase esta vez, en vez de el. Evedhiel suspiró hondo, como buscando las palabras hasta que comenzó de manera timida:

 

-Berkana... comienzos.. mi comienzo, mi nacimiento.,Tú Ansuz: sabiduría... conocimiento...verdad. Mannaz, la paz., amigos... compañeros... alguien cercano,... no alguien que esta cerca.... Tú.

 

Los ojos de Evedhiel se clavaron en los de Orión como si supiese exactamente que iba a decir el mago aunque no tuviese idea de lo que aquello significase pero aún asi lo quisiese escuchar de sus labios.

 

 

@Orión Yaxley