Prueba Libro de la Fortaleza XXII

[Keaton Ravenclaw]

Una prueba más, dos aspirantes más que se esforzaban por lograr la vinculación al Libro de la Fortaleza, y de nueva cuenta y, una vez mas, el Ravenclaw se encontraba allí para evaluar el desempeño de ambos. Sin embargo, aquello no iba a ser tan sencillo, y Keaton lo había dejado bien en claro, porque para que llegaran a aquella edificación (un viejo Castillo Abandonado en las afueras de Londres) debían pasar aquella última tarea que les había encomendado.

 

—Bien veamos si son dignos de la vinculación, al menos espero un poco más de Jeremy por ser mortífago, pero me encantaría que ambos lograran vincularse —Dijo a nadie en particular.

 

El Castillo en donde se hallaban, pertenecía a la extinta familia Slytherin (o al menos eso se creía, ya que los últimos miembros de esa familia, habían desaparecido). El hogar de los Hablantes de Pársel tenía un gran jardín donde se posaban varias estatuas de variados tamaños que adornaban el mismo. A su vez, ya dentro del Castillo, había grandes cantidades de muebles sucios y desvaídos, varios animales parásito, como arañas, tarántulas, y como todo buen hogar de hablantes de pársel, serpientes.

 

—Vaya desastre, una verdadera pena que esta familia se haya extinto —Dijo mirando la triste fachada de lo que, antaño, debió ser una gran morada llena de opulencia y elegancia.

 

Cuando Samantha y Jeremy terminasen su última tarea, sus trasladores lo harían aparecer en medio del gran jardín, y el primero en llegar decidiría si lucharían en el exterior del Castillo, en los jardines, o dentro de él. Si decidía hacerlo fuera, en el tercer turno de cada uno, aparecerían dos basilisco que los atacarían uno a cada uno UNA sola vez. Debían emplear todos los conocimientos aprendidos, incluyendo objetos, para librarse de ellos.

 

—Las cosas no serán sencillas, la prueba merece un poco más de esfuerzo, y eso mi incluye a mi —Dijo justo cuando un destello de luz azul anunciaba la llegada del primero de los dos estudiantes ¿Quién sería, Jeremy o Samantha? Estaba a punto de saberlo.

 

~**~**~**OFF~**~**~**~

Bienvenidos a su Prueba del Libro de la Fortaleza, chicos.

 

Les dejo las reglas y pautas de la misma:

 

Reglas del Combate.

 

• Las Reglas son las mismas que para duelos/asaltos/redadas
• Pueden emplear todos los hechizos que deseen a excepción de los de bandos (Esto es Neutrales, Neutrales Graduados, los del Libro del Aprendiz de Brujo y los del Libro de la Fortaleza)
• Pasadas 12 horas, si su rival no responde, pueden crear una bestia mediante Morphos para atacarle.
• Pasadas 48 horas, si no responden, se considerará abandono y reprobarán el curso
• En el tercer posteo de cada uno, van a ser atacados por un Basilisco. Es una barrera rolística, por lo que no contará como acción dentro del duelo cuando se defiendan.
• Hechizos resaltados con negritas y/o cursivas. De no hacerlo, la acción será inválida.
• No se permiten los OFF ni tampoco la edición de posteos. Para la organización de la batalla, quiero verlo postar en el Topic de Consultas, Dudas y Sugerencias.
• La Prueba culminará el 31 de agosto.

[Samantha Sokal]

El traslador la mareba, como todos los trasladores. Llegó al lugar indicado y a duras penas cayó de pie, odiaba esos artefactos. Miró a su alrededor tratando de inspeccionar un poco el lugar. Estaba en un jardín, bastante descuidado por cierto. Era el jardín perteneciente a un castillo antiguo, un castillo que ella no supo reconocer y que parecía abandonado.

 

Varias estatuas se desparramaban aqui y allá, algunas en grupo, otras solitarias, algunas del tamaño de un humano, otras mas pequeñas, ninguna mas grande que eso. Había árboles ya muertos y otros que aún conservaban sus hojas como aferrándose a los últimos alientos de vida de un lugar en donde rara vez brillaba el sol. A pesar de esto Samantha pudo oír el canto de alguna ave perdida. El resto del terreno era liso, con algunos arbustos entremezclados entre sí. No había viento, se alegró de ello. Teniendo en cuenta de que tenía que luchar contra un vampiro, era bueno que su olor no pudiera ir más allá de su persona.

Se había llevaba puesto los anillos, todos, al igual que los amuletos colgantes de los dos libros. Incluso tenía en el bolsillo del chaleco el espejo de niebla. Apenas había tocado tierra había activado el anillo de salvaguarda contra oídos indiscretos para que no se oyeran sus pisadas ni su respiración. En ningún momento dejaba de acordarse de que era a un vampiro a lo que se estaba enfrentando.

 

Dio unos pasos por el lugar y buscó refugio detrás de un grupo de varias estatuas que estaban juntas. A cada rato asomaba la cabeza esperando la llegada de su rival. Iba a tener que esperar un tiempito. En cierto momento escuchó un sonido de caída como a unos 8 metros de ella, se asomó por el extremo derecho del grupo de estatuas en donde se había refugiado y vio la figura de Jeremy en medio de un claro, no tenía objetos a menos de recién llegado.

No tardó mucho en reaccionar.

-Sectusempra -dijo en voz alta apuntando la varita a la figura que aún no se recuperaba del traslado. Al instante, un rayo de luz salió en dirección a Jeremy con la intención de causarle heridas mortales sangrantes. Y al mismo tiempo, Sam corrió al extremo opuesto por detrás de la linea de estatuas en un intento de despistar su posición.

 

[Jeremy Triviani]

Jeremy apareció en el jardín, perdiendo el equilibrio por el brusco movimiento. Cayó de espaldas al suelo y allí se quedó hasta que todo dejara de girar a su alrededor. Un árbol caído alto muy alto descansaba a su lado protegiéndolo de la vista de su oponente en su totalidad. El anillo de enemigos estaba como loco dándole descargas diciéndole que había peligro. El espesor grueso del árbol no le permitía ver aunque si oír.

 

Un rayo impactó en el árbol haciendo que le saltaran astillas, que no llegaron a hacerle daño. Tal vez su contrincante lo había confundido con su figura, pero no lo era. Jeremy aprovecho eso para levantarse con rapidez y ver como Sokal corría de un lado para el otro. Podía ver las estatuas que la habían rodeado antes y a cuales quería alcanzar para esconderse. Bien, era algo que podría haberlo despistado, pero no.

 

-¡Morphos! -Dijo haciendo que los Jeans de samanta se transformaran en una avispa marina que al solo roce de sus tentáculos con la piel, le inyectaron un veneno mortal que tardaría escasos segundos en matarla por completo. A menos que se curara, y eso requería tiempo. El cual estaba escaso en esos momentos.

 

-¡Morphos! - Volvió a decir para que una de las estatuas de leñador morrudo con barba y con un hacha en los brazos, que estaba protegiendo a Samantha, se transformara en un gorila albino de brazos grandes y colmillos afilados. La orden que tenía era proteger a Jeremy de cualquier ataque y atacar a Samantha, clavando sus colmillos en el cuello profundamente hasta sentir su carótida romperse. Lo que el simio estaba más que dispuesto hacer.

 

Sin perder el ánimo se quitó el polvo de los jeans, y observó que sus zapatillas blancas se habían embarrado. “Maldito lago envenenado” pensó, antes de seguir inspeccionando su vestimenta y comprobar que la su remera y la chaqueta de cuero, aún tenían rastros de sangre seca. Sonrío al pensar la expresión de Anne cuando le pidiera o mejor, le exigiera que le lavara la ropa. Siempre lo estimulaba pensar en la Gaunt, esa vez no fue menos. Estaba preparado para seguir. Tenía sus anillos, amuletos y conocimientos preparados para batallar.

[Samantha Sokal]

Samantha vio como el Sectusempra impactaba en Jeremy, que estaba en un claro, tal cual ella lo había visto antes.

 

Al momento sintió la descarga eléctrica del anillo detector de enemigos. Alerta y, con la varita en la mano, notó un pinchazo en su pierna y vio como sus pantalones se transformaban en una avispa marina que de inmediato comenzaba a envenenar su sangre. En seguida se sacudió lo que quedaba de la avispa marina, muerta al instante de picar, y la vio caer al piso para volver a transformarse en sus jeans al mismo tiempo que con la varita apuntando hacia sus pies dijo -¡Morphos!- y su bota derecha se transformó en un bezoar que Sam trago de inmediato eliminando de su cuerpo todo rastro de veneno y cualquier efecto que este pudiera haberle producido. Estaba completamente sana. Y todo había sido en milimilésimas de segundos.

 

No perdió tiempo en ponerse los pantalones. Dio un par de pasos hacia Jeremy y vio como brotaba sangre de su pecho, las carótidas, la aorta y todos los grandes vasos habían estallado y el chico se desangraba rápidamente. Lo vio hacer un movimiento con su varita, al tiempo que seguía brotando sangre de su pecho. Pensó que quizás estaba tratando de curarse las heridas, pero no lo hizo, la sangre le salía a borbotones por la boca y se estaba ahogando sin poder siquiera respirar, mucho menos pronunciar palabra. Sintió pena, no sabía por qué no se había defendido y, tristemente, ya completamente desangrado, Samantha vio como Jeremy moría.

 

Al instante vio a su lado una serpiente venenosa, claramente venenosa, específicamente una mamba negra de unos 4 metros, rápida en actuar, y cuyo veneno mataba en segundos. La apuntó con su varita y pensó Orbis Bestiarum. Un anillo dorado envolvió de inmediato a la serpiente poniéndola bajo el control de Samantha, quien le ordenó que atacara y matara a cualquier ser vivo que se acercase a la bruja danesa buscando infringirle daño .

[Keaton Ravenclaw]

A Keaton no le gustaba demasiado entrometerse en las pruebas, le era más sencillo dejar a los estudiantes llevar el ritmo y ver cómo éstos se mataban entre sí, sin embargo, a veces estos mismos solían cometer algún error de cálculo que les provocase una muerte repentina y no dejara ver el buen uso de los conocimientos del Libro de la Fortaleza, como era el caso de aquella prueba. Jeremy había cometido un pequeño desliz, algo que le molestó, y no como profesor, sino como mortífago, porque para eso estaba el CARM, para que esos errores se eliminaran y los mortífagos fueran diestros en las artes duelísitcas.

 

—Vamos, Jeremy, arriba, no es tu fin, debes de demostrarme que cuentas con los conocimientos para vincularte al Libro y no dejaré que ningún estudiante muera tan pronto en una prueba —Dijo el Ravenclaw colocándose el Amuleto de la Curación mientras imponía sus manos sobre el ensangrentado cuerpo del Askar.

 

De inmediato, un destello de luz azul emanó de las palmas de ambas manos del Animago, la cual, de inmediato, empezó a sanar las heridas de estudiante y dejándolo apto para de nuevo regresar al ruedo. Así mismo, alzó a Santa Teresa y limpió las ropas del mismo para que la sangre, al secarse, no le impidieran movimiento. El mortífago comenzó a despertar, y Keaton le tendió la mano.

 

—Vamos, Askar, levántate —Dijo y lo puso de pie. Keaton volteó a ver a Samantha —Como verás, no dejaré que mueran, al menos no tan rápido. Si te llagara a pasar lo mismo que a Jeremy, ten por seguro que te salvaría igual, no es favoritismo —Aclaró el Black Lestrange —Pueden continuar, el turno es de Jeremy... o de Samantha, según sea conveniente, no sé —Añadió y se colocó de nuevo en las sombras para seguir observando el combate.

 

@@Samantha Sokal @

[Samantha Sokal]

Samantha vio como su profesor curaba a su rival. O sea, era evidente que no había llegado a morir. Se alegraba por ello, no le caía mal su compañero de clase. Además, solo era un compañero de clase, no un verdadero enemigo. Aun así tenía que seguir atacando. Miró hacia donde estaba Jeremy, al borde del claro había un gran tejo, mas de 20 metros de alto y con un tronco de mas de un metro y medio,

¡Morphos! -dijo apuntando al tejo. A instante este se transformó en un gran tigre de Bengala al que dio la orden de alcanzar con sus garras el tórax de Jeremy y con sus colmillos la arteria carótida, fue muy precisa con la orden del tórax, la garra debía ir al tercer y cuarto espacio intercostal izquierdo, directo al corazón.

Mientras Samantha miraba como el tigre alcanzaba a Jeremy sintió el anillo detector de enemigos comenzar a vibrar, al principio era suave, pero iba aumentando. No sabía de donde venía el ataque. De repente, oyó el ruido de algo que se deslizaba detrás de ella. Era inconfundible. Había tenido uno de esos de mascota en su niñez. Sin darse vuelta del todo, dio una mirada rasante. Solo vio el cuerpo, pero sí, no se había equivocado. Un basilisco. Sabía que no debía mirar sus ojos ya que este seguramente no era ciego como la vieja Jörmun de su infancia. Dio unos pasos. Sabía lo que buscaba, lo había oído ni bien llegó. Y ahí estaba. Un hermoso gallo se paseaba entre los arbustos.

Activó el anillo de amistad con las bestias y pensó -Orbis Bestiarum - mientras apuntaba la varita hacia el gallo. Al instante un anillo dorado rodeó al ave y Samantha le ordenó que cantase. El gallo cantó fuerte y claro. Al segundo sintió la caída de la cabeza del basilisco a escasos centímetros de ella. Estaba muerto, el canto del gallo lo había matado. Constató que la gran serpiente estuviera muerta, y lo estaba.

Respiró. Esa había estado cerca.

 

[Jeremy Triviani]

Jeremy sintió el sectusempra impactar su cuerpo. El daño ya estaba hecho, su intento de usar el árbol de barrera no tuvo mucho éxito. Aunque sus hechizos habían salido como correspondía, pudo sentir que su vida estaba por terminar. No paso. El profesor salvó la vida del Askar utilizando el amuleto de la curación. Sus heridas quedaron cerradas y pudo volver a sentir que su cuerpo volvían a estar en forma.

 

-Gracias, Profesor –Respondió poniéndose de pie, sin problemas.

 

El Gorila albino que había creado se trenzó en una lucha con una mamba negra que intentaba proteger a Sokal. La serpiente quiso matarlo envolviendo al simio con su cuerpo escamoso, intentando triturarlo a la fuerza. No salió bien. El simio aun tenia los brazos fuera deL enrosque de su enemigo, así que utilizó sus grandes manos, para agarrar la cabeza del reptil y arrancarlo de su cuerpo. Matándola en el proceso. Libre fue directo hasta Samantha para clavarle sus grandes colmillos profundamente en su cuello, arrancando todas las venas que pasaban por allí.

 

-¡Incarcerus! -Dijo de inmediato al ver que un árbol se transformaba en un tigre que buscaba atacarlo. Tres cuerdas separadas entre sí, salieron despedida de la varita del vampiro y fueron hasta el animal. La primera le ató las patas de adelante para que no pudiera caminar, la segunda fue a sus patas traseras para que tampoco pudiera saltar, y la tercera se enredó con fuerza en su hocico para que no pudiera morder ni respirar. Moriría en pocos minutos.

 

Ahora estaban las cosas un poco raras en el jardín, un basilisco enorme estaba atacando al mismo tiempo a la mujer sin darle oportunidad de defenderse. El vampiro se tomó unos segundos para mirar a su alrededor y pudo observar las estatuas de todos los tamaños que allí estaban desperdigadas por el lugar en forma decorativa. Mirando aún con más atención pudo ver una araña allí colgada. Era una araña bananera también conocida como araña errante brasileña. de la especie Phoneutria.

 

“Orbis Bestiarium” Pensó el Askar controlando al venenoso arácnido para darle la orden de que fuera de estatua en estatua, en la larga fila de ellas y saltara sobre Samantha para inyectarle su letal veneno en el hombro. Donde el líquido mortal haría efecto más rápido al viajar por sus pulmones colapsandolos e impidiéndole respirar.

[Keaton Ravenclaw]

Keaton no lo podía creer ¿Era en serio, dos intervenciones de él durante una prueba? Era algo completamente fuera de lo normal, ambos aprendices estaban teniendo serios problemas a la hora de entender la batalla, y si bien aquello no estaba siendo una clase de duelos propiamente dicha, si que debían conocer los conceptos básicos para poder vincularse con el Libro. El Ravenclaw negó con la cabeza, estaban cometiendo demasiado errores, ¿lograrían la vinculación? Ahora estaba en duda.

 

—Señorita Sokal, ¿de verdad? Era muy sencillo todo, solo hubiera bastado... bueno, no le diré que hbiera bastado, pero la verdad esperaba algo mejor de usted —Dijo al verla con el colmillo del basilisco sobre su torso y aquel veneno esparciéndose en su torrente sanguíneo. Volvió a usar el amuleto, sin embargo, sabía que no iba a funcionar del todo, por aquel veneno.

 

El Amuleto de la Curación volvió a absorber la luz solar y la reflectó mediante las manos del Black Lestrange un rayo curativo que cerró todas las heridas de la mujer. Su color, sin embargo, no regresó. El vampiro entonces se dio de topes por haber empleado basiliscos, porque el veneno era más difícil de sanar, sin embargo, tenía la solución. Llamó mediante magia a su Fénix, Azula, un imponente ave de color azul y le pidió que la curase. Las lágrimas del fénix cayeron poco a poco en la boca de la chica y ésta volvió a su salud normal.

 

—Tienen que tener ambos más cuidado. A este ritmo, Sam, Jeremy, están por reprobar la Prueba, no están empleando la magia del Libro ni tampoco están siguiendo las reglas Básicas de Duelos. Presten más atención, ya no me entrometeré en su batalla una tercera vez —Aquello había sido una llamada de atención y una advertencia.

 

Keaton volvió a las sombras, pero ahora con la cabeza gacha ¿Acaso el vampiro ya no enseñaba tan bien como antes?

 

@ @@Samantha Sokal

[Samantha Sokal]

Samantha sintió las lágrimas del Fénix en su boca y percibió como su cuerpo sanaba. Levantó la vista y vio la cara de su profesor. Poniéndose de pie y con una mirada de humildad dijo – Muchas gracias , profesor Ravenclaw. El vampiro le había salvado la vida frente al ataque de aquel basilisco. Se moría de vergüenza, si no fuera por Ravenclaw estaría más que muerta.

Mal día, la había picado una avispa y la había atacado un gorila. Por suerte ambos estaban bien muertos ahora. Luego había venido el basilisco, que vaya a saber Merlín por donde se había ido, aunque era evidente que ya no estaba por ahí. Lo cierto es que le debía la vida a su profesor. Había cometido un error imperdonable, él la había salvado y ella le estaría eternamente agradecida

El anillo detector de enemigos volvió a producirle una descarga, ¿de dónde vendría el peligro esta vez? Algo saltó sobre ella y sintió un pinchazo. La bruja dio una sacudida violenta y se sacó de encima esa alimaña. Una araña, Y la había picado, La pisó con su bota izquierda, que aun llevaba puesta, Apartó la bota y se aseguró de que la araña estuviera muerta. Lo estaba, muerta y deshecha. Rápidamente dijo - ¡Morphos! Y la bota se convirtió en un bezoar que se tragó de inmediato. En milésimas de segundos el veneno desapareció de su cuerpo al igual que todas las lesiones que este había producido. Respiró. Otra vez estaba completamente sana.

Se miró a si misma, descalza, en ropa interior, camiseta y chaleco se veía bastante mal. Pero sea como fuere había que seguir.

Luego dirigió la vista hacia donde estaba su rival. Le apuntó directamente al pecho y dijo -¡Sectusempra!.

De inmediato un rayo salió de la punta de su varita en dirección al pecho de Jeremy con la intención de producirle grandes heridas sangrantes mortales . Esperaba que el chico esta vez se defendiera. Después de todo, ellos estaban allí para vincularse con los hechizos del libro.