La libélula encantada (MM B: 111815)

[Cye]

La vida daba muchas vueltas, y allí estaba ella, parada frente a aquel establecimiento que parecía gritar "entra" era nuevo, como nueva se sentía ella, la dama de larga cabellera cuyos bizos recordaban al sol en pleno apogeo.

 

Una sonrisa surco los labios rosados, al tiempo que sus niveas manos se metían en los bolsillos de la falda acampanada y caminaba hacia el interior.

 

Era realmente bonito el lugar, el vestíbulo era precioso y alguien a la entrada comento que servían el mejor café del mundo, junto con deliciosos masapanes, algo que seguramente probaría antes de salir de allí.

 

Pero aun no sabia que le apetecía hacer, leer, averiguar por las clases de música o de pintura, o simplemente pasearse observando los trabajos de los alumnos, en breve lo sabría.

[justo]

Durante la siguiente semana no ocurrieron acontecimientos dignos de mencion hasta el sabado por la tarde. En ese momento regresaba yo de la biblioteca en direccion a la SC y me tropece con Draco que venia del campo de Quidditch riendose por lo bajo.

Parece ser que lo habian seleccionado para formar parte del equipo como buscador. Su padre se puso tan contento con la noticia que obsequio al equipo entero con una escoba Nimbus 2001 para cada uno. Teniendo en cuenta que eran 14 y el coste de cada ejemplar, el desembolso debio ser enorme.

Total, que nos pusimos a hablar de lo que le hacia tanta gracia y ya vereis que era, ya...

- Pero ¿se puede saber de que te ries ?

- Bueno, ya sabes que Ron tiene una varita defectuosa ---empezo--- hace unos dias casi se carga a Flitwick.

- ¿Y...?

- Pues que esta mañana hemos ido a entrenar al campo de Quidditch para darme practica...ya sabes...

- Ya ¿y?

- Y ahi estaban tambien los Gryffindor entrenando.

- Pues supongo que no se lo han tomado bien.

- Mas bien no, el caso es que hemos tenido una pequeña discusion por el uso de la instalacion y...---vacilo un poco--- luego hemos tenido un incidente.

- ¿Que incidente?

- Pues yo... ---trago saliva y añadio--- discuti con Granger.

Editado 11 de Octubre del 2019 por justo

[Dennis Delacour]

La hora de la clase de música paso prácticamente sin darse cuenta para la rubia. Ante la ausencia del profesor de la misma ella se había ofrecido a reemplazarlo al menos para las clases de violín mientras se encontraba en la Libélula. Su socia y amiga Dorothy había tenido que viajar por motivos familiares y ella estaba a cargo de que todo se mantuviera funcionando en aquel lugar que había comenzado como un sueño y se había convertido en una hermosa realidad.

 

Al menos sus habilidades con el violín y el piano habían servido para suplir las necesidades de las clases de los más pequeños, aunque la principal razón de la rubia para ofrecerse fue para que su pequeño ahijado Richard no perdiera ni una sola de las clases de música a las que asistía en el centro desde que Alessandra lo había inscrito varios meses atrás. Definitivamente ver su sonrisa después de cada lección era una motivación más que suficiente para dedicar su tiempo como profesora suplente.

 

Los pequeños se despidieron felices y el único en quedarse fue Richard quien corrió a darle un abrazo y un beso por la clase del día. Alessandra había avisado que llegaría con algo de retraso a recoger al pequeño así que después de guardar sus cosas lo tomo de su manita y fueron a la cafetería del lugar por una porción de torta de chocolate y un vaso de leche, esa era la merienda favorita del niño quien cada que sonreía mostraba ese gran parecido a su madre.

 

Le encantaba poder compartir su tiempo con el pequeño, desde que sus hermanos se marcharon con sus padres sentía un vació que lograba llenar cada que pasaba tiempo con sus sobrinos y ahijados, así que aprovechaba con mucha alegría esos agradables momentos.

[justo]

- ¿Que rayos le has dicho?

- Le llame...le llame...sangre sucia.

- ¿Y que paso?

- Se que no te gusta que diga esas cosas, se me escapo.

- Te perdono, pero a condicion de que sigas contandome.

- Pues...entonces...Ron me apunto con su varita y...

- ¿Y...?

- Me lanzo el hechizo Tragababosas.

- Pues no veo que hiciera mucho efecto ---dije mirandole--- ¿fallo?

- Pues mas o menos...le reboto y se puso a vomitarlas.

Una estruendosa carcajada me inundo, habria dado 100 galeones por ver la escena tan comica que ocurrio.

- Pero tu me quieres matar de risa ---añadi--- este Ron promete...

- Ya habras comprendido la gracia que me hacia el pensarlo.

- Y que lo digas ---dije limpiandome las lagrimas de risa--- pero no vuelvas a decir esa cosa o...

- Ya....te enfadaras ¿no...?

- No lo dudes, y mi varita no esta defectuosa ---le avise.

- Te creo, intentare no olvidarlo.

- Mas te vale...