Herbología y Primeros Auxilios

[Emmet Haughton Gaunt]

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INVERNADERO N°7

La carta a su nueva alumna había sido enviada mediante Esmeralda, la lechuza personal de Emmet, por lo que la chica iba a enterarse en qué invernadero se llevaría la clase y el material bibliográfico que tenía que traer para la clase. Había decidido, luego de su viaje a su país natal, que la clase se llevaría en el invernadero número siete en el que estaban algunas especies nuevas que había conseguido investigar y traer - con mucho trabajo y papeleo - a tierras británicas.

 

Emmet tenía nuevas cosas que enseñar por lo que estaba esperando esta clase con muchas ansias.

 

Se acomodó si mechón de pelo azul que había tapado sus ojos luego de un movimiento algo brusco con el mesón que le estaba dando más trabajo de lo normal. Había preparado todo para que la clase se llevara en los exteriores del Invernadero bajo la inmensa sombra de un álamo que les proveía refugio de los rayos del sol que comenzaba a escocer la piel en esta estación del año. El mesón se había predispuesto de tal manera para que su alumna pudiera aprovechar todo el espacio que necesitara. Encima habían varios frascos de vidrio vacíos y macetas con tierra húmeda que acababa de preparar.

 

Bajó la mirada hacia su reloj, sólo quedaban quince minutos para que comenzara la clase. A las nueve de la mañana era el horario que había establecido para comenzar.

 

La mañana siempre era mejor para estudiar un conocimiento tan relacionado con la naturaleza.

[Sagitas E. Potter Blue]

 

Me di cuenta, al abrir mi maletín de primeros auxilios, que muchos de los frasquitos que tenía estaban caducados o medio vacíos. Fruncí el ceño pues era algo malo, ahora que iba a ser la profesora suplente de Primeros Auxilios. Había sido descuidada. Mi prima Eledhwen, la profesora que me había enseñado todo sobre la sanación mágica, siempre me había dicho que el maletín tenía que ser revisado puntualmente para tener todo para atender posibles emergencias. Enarqué una ceja mostrando mi enfado conmigo misma.

 

Era aún relativamente temprano, así que acudí al Ateneo con el maletín semi vacío y mi traje de enfermera para hablar con el profesor de Herbología. Me dijeron que era Emmet Haughton Gaunt y que ya estaba en el invernadero 7 a punto de empezar su clase. Maldije en voz baja y rellené un pergamino en el que cité a mi alumna, @@Dennis Delacour, para que acudiera allá cuanto antes. Él empezaba su clase a las 9'00h en punto y seguro que la interrumpíamos. Estaba segura que a mi compañera de bando no le importaba dónde dábamos la clase y, además, sería divertido encontrarse entre plantas naturales que no entre los muros de las aulas.

 

Encaminé mis pasos hacia allá, esperando que Emmet estuviera ya en el invernadero y que no le importara mi presencia cerca de él. Enseguida reconocí aquel pelo azul y le saludé con la mano libre, la que no sostenía el maletín.

 

-- ¡Hola, Emmet! -- ¿Se acordaría de mí? Habíamos coincidido un par de veces en el Ministerio. -- Tengo clase de Primeros Auxilios y necesitaría unas cuantas plantas del invernadero. ¿Puedes prestarme algunos tiestos? Daré la clase aquí, mientras selecciono algún espécimen. Prometo que no interferiré (mucho) en la tuya; mi alumna está a punto de llegar y apenas te darás cuenta que estamos aquí.

 

Por supuesto, era una petición informal ya que estaba allá y ya había avisado a Dennis para que se presentara en la zona del invernadero.

[Oniria]

Sísifo.

Yaxley Manor.

 

 

 

Me miré al espejo. Estaba ansioso, tanto que no había conseguido dormir. Por primera vez desde que me gradué volvía a inscribirme como alumno de la Universidad. Recordé mi breve encuentro con Valeskya en aquel local húmedo donde dibujaba plantas de todas las formas, absorto. Aquel día ella predijo lo que más tarde sería una realidad: me había matriculado en Herbología.

 

Vestía una camisa negra, unos pantalones chinos y unos zapatos de cordones algo usados que me encantaban y me daban la seguridad que necesitaban. Me peiné con agua, me eché unos soplos de colonia y me dispuse a acudir adonde me habían citado, comprobando antes que portaba con todo el material necesario.

 

 

 

Sísifo.

Invernado 7.

 

 

 

Llegué trotando, cada vez menos nervioso y más ilusionado. La sonrisa cubría mi rostro. El día estaba radiante o quizá sólo era una proyección de mi estado de ánimo. Contemplé la estructura del invernadero a lo lejos, el verdor de aquella mañana cálida que hacía que la imagen temblara como la llama de una vela.

 

Alcancé una mesa larga a la sombra de un álamo, espaciosa, con frascos y macetas. Mi profesor, al otro lado, esperaba ojeando su reloj. Me llamó la atención el tono de su cabello. Pensé en Tau, a la que sólo había visto una vez en la vida pero que también tenía ese color tan característico.

 

––Buenos días. Encantado. ––Saludé.

 

@@Emmet Haughton Gaunt

[Dennis Delacour]

Un nuevo día, una nueva aventura, o al menos eso era lo que la ojiazul estaba pensando desde el momento en que había abierto sus ojos a esa cálida mañana. Hoy nuevamente regresaba a los pasillos del ateneo universitario que tanto le encantaba recorrer, y es que a pesar de que estaba tan liada con sus tiempos tratando de encontrar espacios entre su trabajo como auror, el bando y un sin fin de responsabilidades mas, se había inscrito a una nueva clase de conocimiento que consideraba sería muy importante para su labor.

 

Se levanto de su cama y después de darse una ducha relajante se preparo con un pantalón de mezclilla gris claro, un buzo de capucha azul Celeste y unos tenis converse grises. Iba de forma muy casual pero cómoda considerando que si tenía que practicar algunos procedimientos de urgencia o curaciones era mejor poder moverse con facilidad. Se peino dejando el cabello suelto hacía atrás y preparo lo que debía llevar. Su varita la guardo en el bolsillo lateral del pantalón, luego tomo los anillos que poseía por los libros que tenía y el amuleto de curación que era importante para esta clase sin lugar a dudas.

 

Bajo a la cocina y luego de tomar un jugo de naranja uso la aparición para llegar hasta la universidad. Iba dirigiendo a sus pasos al aula donde se suponía sería la clase cuando frente a ella apareció un pergamino que al desenrollar resulto ser de su profesora de conocimiento solicitando su presencia cuanto antes en el invernadero 7. Se hallaba al otro lado del lugar en cuestión por lo que acelero sus pasos para llegar.

 

Hizo acto de presencia en el lugar según su reloj de bolsillo a las 9 y 02 de la mañana lo que indicaba que estaba retrasada, nunca le había sucedido eso pero el cambio de planes la había complicado un poco. Al acercarse pudo ver a tres personas a la sombra de un álamo en un gran mesón , — Muy buen día, disculpen mi demora no fue intencional — saludo para luego acercarse a su profesora quien era Sagitas, compañera de bando y warlock del ministerio.

 

— Hola, aquí lista y dispuesta para aprender lo necesario sobre primeros auxilios — dijo con una sonrisa llena de entusiasmo, realmente amaba estudiar y aprender cosas nuevas, así que esto para ella no sería para nada aburrido.

 

@

[Sagitas E. Potter Blue]

No hubo tiempo de respuesta para mi compañero de trabajo. Emmet tenía a su alumno delante y le saludaba. Enarqué una ceja cuando me ignoró y ni me dirigió una mirada. Me encogí de hombros; al fin y al cabo, era a él a quien venía a ver. Así que di por terminada toda sociabilización y di pasos hacia atrás, lentamente al principio, mientras señalaba con un dedo hacia el invernadero.

 

-- Lo dicho, Emmet. Te robo algunos esquejes. Te dejo con tu clase.

 

Tampoco pude dar muchos pasos hacia atrás porque Dennis apareció casi corriendo y se disculpó por llegar tarde. La sonreí de forma amable porque aquella chica me gustaba mucho. Era agradable en el trato y siempre era tan positiva que te hacía sentir bien a su lado. La asignatura iba a ser genial con ella, estaba segura.

 

-- No te has demorado, yo acabo de llegar y... -- Sonreí hacia Emmet y su alumno -- ...ya me despedía de ellos. ¿Vienes? Voy a buscar algunas plantitas para mi maletín. ¿Tú no tienes...?

 

Ahora recordaba que no le había dicho que trajera nada. Y también recordé que a mí me lo dio todo en clase mi profa y prima. Tendría que improvisar.

 

-- ¿No vienes muy elegante para una clase de primeros auxilios? Lo digo por la sangre y otros líquidos corporales que te pueden echar encima, ya sabes, bilis, vómitos, líquidos ectoplasmáticos si hay algún poltergeist... Bah, no te preocupes, siempre llevo batas de sobra. Te dejaré una.

 

Caminé despacio para que ella recuperara el aliento y porque yo no corro, casi nunca. Además, aquel era el primer contacto de la clase y era mejor ir relajados hasta que empezara la acción.

 

-- Sólo soy la profesora suplente así que te enseñaré Primeros Auxilios con cierta informalidad, pues no sigo el programa docente de la profesora. Pero será divertido. Hum... ¿Dónde encontraré un herido ahora...? Porque Primeros Auxilios sin una cabeza abierta o un brazo roto... -- Me giré hacia Emmet y el muchacho, del que ya nos habíamos alejado bastante. -- ¿Alguno se ofrece para romperse un brazo y ayudarnos en la clase? Tampoco me importa si es una pierna...

 

En fin... Parecía que ellos tenían otra asignatura de la que ocuparse y no tendrían tiempo de ayudarme. Llegamos a la puerta del Invernadero 7 y la abrí (a mí no hay puerta que se me resista, por mucha seguridad mágica que tengan). Dejé el espacio libre para que Dennis pasara la primera, no tanto por cortesía como para evitar que se lo repensara y saliera huyendo. No quería que suspendiera el conocimiento.

 

-- La primera cualidad de un buen sanador con Primeros Auxilios es que ha de estar preparado para cualquier eventualidad que se produzca. Es por eso que siempre has de tener un maletín con un material mínimo necesario e indispensable para poder actuar sin dilación. ¿Qué crees que no puede fallar en un maletín de Emergencias? Y no vale decir un traslador a San Mungo aunque, ahora que lo pienso, esa sería una buena medida... Pero pasa, pasa... No te quedes atrás...

[Dennis Delacour]

No pudo evitar sonreír ante la afirmación de Sagitas de que no llegaba tarde porque acababa de llegar ella también, eso le dio un respiro de tranquilidad ya que lo que menos quería era empezar con mal pie su clase de conocimiento y mas cuando este en particular le interesaba bastante, así que lo que menos tenia en mente era quedar mal justo desde su llegada.

 

Cuando dijo que ya se despedía de los presentes se giro para dar una inclinación de cabeza y un movimiento sutil con su mano a modo de despedida, a uno de ellos lo había visto una vez en San Mungo pero no había conversado mayor cosa con el, de pronto un par de palabras y ya, el otro mago nunca lo había visto antes.

 

Cuando Sagitas le pregunto si no tenia maletín como acto reflejo miro sus manos vacías, — la verdad no sabía que traer uno, y en cuanto a la vestimenta pensé que venia lo suficientemente informal — soltó una risa al decir eso puesto que en serio creía que eso era lo suficientemente cómodo para su clase. Y pues en cuanto a todos esos líquidos algo asquerosos en los que no había pensado tal vez un impervius le ayudaría, pero cuando su profesora le dijo que le daría una de sus batas no pudo mas que agradecer.

 

Mantuvo su andar al ritmo de la bruja pelivioleta mientras escuchaba poco a poco todo lo que decía tratando de asimilar cada una de sus palabras mientras inconscientemente abría sus ojos ante cada afirmación, un herido? miro hacia los magos que habían dejado atrás con un poco de temor por su integridad pero luego pensó en la suya propia y se preocupo mucho mas. — Supongo que tendremos que ir aprendiendo sobre la marcha de lo que se presente — dijo cuanto Sagitas le daba paso para entrar al invernadero.

 

Miro hacía el interior del invernadero y luego a su profesora, no se porque la rubia tenía la sensación de que esta clase no iba a ser tan tranquila como pensaba pero bueno, tenía que decidirse a entrar de una vez por todas así que mientras cruzaba el umbral de la puerta respondió a la inquietud planteada — Creo que algo indispensable sería algunas pociones vigorizantes así como esencia de díctamo tal vez — dijo a su profesora, realmente pensaba que las pociones eran primordial para un maletín de emergencias.

Editado 9 de Octubre del 2018 por Dennis Delacour

[Emmet Haughton Gaunt]

@

 

Sagitas se había aparecido por aquellos lares. La verdad que le hacía gusto verla ya que no estaría solo impartiendo la clase.

 

- ¡Sagitas! ¿Como te encuentras?

 

Le preguntó con una sonrisa en la cara mientras escuchaba lo que la bruja le pedía. Iba a llevar acabo la clase de Primeros Auxilios, otro conocimiento muy relacionado con la Herbología, ya que el mismo se servía de las propiedades de todas las plantas para elaborar antídotos, pociones curativas y demás.

 

- Puedes tomar lo que necesites - respondió con amabilidad - Macetas y frascos los tienes en la repisa de adentro del Invernadero 7 - le indicó señalando la estructura que tenía enfrente - Y las especies que puedes utilizar son las que están en el invernadero de allí abajo - señaló a su derecha indicando el Invernadero 5 donde se encontraban las especies curativas y menos inofensivas.

 

@Oniria

 

- A tiempo - sentenció el vampiro contemplando la llegada de su alumno al lugar en donde había sido citado.

 

- Espero que no hayas olvidado el material que te pedí traer en la lista ya que lo necesitaras en todo momento - le advirtió haciendo hincapié en el libro y los elementos de seguridad: bata, guantes y anteojos protectores. Eran objetos fundamentales para las especies venenosas, ya que se tiene que tener mucho cuidado en su manipulación.

 

- Antes de que comencemos la clase, Sísifo - miró la lista de inscripción para recordar el nombre del muchacho ya que él no se había presentado - ¿Que esperas de la clase y cuál fue el motivo que te llevo a la inscribirte en la misma? - preguntó mientras terminaba de disponer algunas macetas frente a él y a su alumno.

[Sagitas E. Potter Blue]

Como cada vez que entraba en los invernaderos, mi cara adquirió una expresión de deleite. Estaba lleno de olores, colores, tactos, movimiento... Pero sobre todo, estaba lleno de plantas que costaban un ojo de la cara y ¡todos para mí! Como Emmet me había contestado antes que podía coger lo que quisiera, ahora mismo era más feliz que una perdiz, ¿o era que un ave fénix? A veces mezclo los refranes muggles con los mágicos, con eso de que soy profesora de Estudios Muggles y me encanta pasar tanto tiempo con ellos que puedo pasar por uno sin que me reconozcan, siempre que guarde mi sombrero puntiagudo en el bolsillo de Moke.

Dennis estaba conmigo en el interior del mismo, así que cerré la puerta con la excusa de que el aire del interior debía conservar una humedad idónea que desaparecería si la dejábamos abierta. ¡Mentiraaa! Le estaba privando de la posibilidad de que saliera corriendo en cuanto viera lo que traía en el maletín.

-- Así que Pociones Vigorizantes y Díctamo... Bien, muy bien, pero escaso... Si sólo llevas eso, ante una urgencia, el pobre mago o bruja moriría en un momento, jajaja... Na, es broma. Ven, toma...

Con la varita limpié unas de las mesas de madera de sacos de tierra, macetas, floripondios varios de Herbología, necesitaba un espacio libre donde empezar la clase. Todo levitó hacia una esquina del invernadero y se posó en el suelo, quedando la mesa preparada para sostener, de momento, el maletín que había cargado todo el rato. Lo abrí con cierto aire teatral y asomé la nariz para no mostrar del todo su contenido, de manera que Dennis sólo viera tapones de frascos y poco más.

-- Llevo varias batas encima, siempre, aunque no estarán planchadas pero te prometo que limpias sí lo están. Como yo ya llevo puesto mi traje de enfermera, no me pondré nada más pero tú puedes elegir entre los diferentes modelitos. Hum... Lo siento, no me queda ninguna blanca. Es que a mí el blanco no me dura nada en esta profesión... Puedes escoger cualquiera de las tres, la violeta es mía y la guardo por si acaso acabo ensuciando la que llevo puesta.

Dejé que escogiera la que quería ponerse. Después abrí un poco más el maletín y le enseñé la distribución del contenido. Los dos lados se desplegaron sobre la mesa y abrí varias cremalleras que dejaban ver lo que escondía dentro.

-- Como ves, el contenido de un maletín de Primeros Auxilios es muy variado y siempre depende del grado de conocimientos de su dueño. Tiene que quedarte claro que un aprobado en esta asignatura no te confiere el título de Sanadora de San Mungo o de cualquier otro hospital o clínica mágico. Sólo demuestra que estás capacitada para enfrentarte a una urgencia, ayudar al paciente y, finalmente, derivarlo siempre a un Servicio de Sanación. Tú no eres Sanadora, sólo el puente temporal entre el accidentado y el momento en que personal legalmente capacitado se hará cargo de él. Tu misión es conseguir que llegue lo más vivo posible, o no del todo muerto, a sus manos. Para eso, tendrás que tener conocimientos sanadores sin serlo, conocimientos de herbología, sin ser herbóloga; también conocimientos de criaturas en cuanto a lo que sus ataques producen, conocimientos de pociones para reconocer rápidamente cuál usar... en fin, mucho trabajo que, además, te allanará el terreno si quieres llegar a ser miembro del Hospital. Es uno de los conocimientos básicos que exigen para entrar. Lo más importante es que entiendas que la actuación que vayas a realizar dependerá del grado de lesión que tenga el paciente, del tiempo que puedes dedicarle a su estabilización y del tiempo que dispones para llevarlo al hospital. Son muchos factores que ya iremos viendo.

Como soy una maníaca del orden, fue girando los botellines de las rejillas que las contenían para que leyera la etiqueta. Me gustaba así, para arriba, visibles. Al notar que Dennis ya se había puesto la bata, las señalé.

-- Lo siento, no puedo evitarlo, las etiquetas de los frascos han de estar para arriba para agilizar de un vistazo qué es lo que necesitas. También hay una diferenciación visual rápida en los tapones, redondos para las pociones más usuales y que no son peligrosas, las puntiagudas para los remedios que pueden ser peligrosos para la salud si se vierte en esceso. También encontrarás que las pociones para venenos tienen un extremo romboidal... En fin, eso lo verás con la práctica y en los hospitales ya suelen tenerlos organizados así, con lo que no te será problema. Mira lo que yo tengo, algunas no se compran en el Mall

Le guiñé un ojo porque no le iba a confesar qué tipo de proveedores tenía, ni a ella ni seguramente a ningún funcionario ministerial que se interesara por el contenido del maletín.

-- En este lado, las POCIONES: Ésta es la Poción Crece-Huesos, que regenera huesos desaparecidos de forma dolorosa; siempre tienes que tener a manos un remedio contra el dolor de cabeza o para dormir al paciente si no quieres oír sus gritos. También hay Poción para Heridas, necesaria en heridas abiertas para su desinfección y limpieza antes de cualquier otro proceso de sanación; como ves es de color púrpura y sale espuma al contacto con la misma. Esto es Poción Matalobos, gracias a los Dioses, no la he usado nunca porque se ha de dar justo al paciente que está a punto de convertirse en licántropo para evitar la transformación o que ésta no lo convierta en un asesino peligroso. ¡Qué quieres que te diga! Yo prefiero salir corriendo o desaparecer antes que enfrentarme a alguien es ese momento tan decisivo en luna llena, ¿no crees?

Solté una risita divertida, suponía que ella tal vez fuera más valiente que yo y se atreviera a sujetar el gaznate de un licántropo-a-punto-de-transformarse pero yo prefería seguir viva, a ser posible, y no tener que pasar por eso.

-- Estas son pociones muy usadas y comunes, como la Poción Pimentónica para resfriados y gripes, la Poción Vigorizante que incrementa las fuerzas de quien la toma, la Poción reabastecedora de sangre, nunca dejes de tenerla porque si se produce una hemorragia, un nivel bajo de sangre hace pasar de una urgencia a una emergencia y eso se trata con mucha más celeridad. Esto es una Poción desinfladora porque sirve para desinflar tanto por hechizos malintencionados como para alergias imprevistas. Para aliviar el nerviosismo, el Filtro de la Paz, o si necesitas que el paciente se desvanezca en un sueño profundo, la Poción Wiggenweld o el Filtro de los Muertos

Tapé aquel apartado con la lonita de protección para que no le diera la luz directa y le señalé el lado contrario, no tan lleno pero con pociones mucho más agresivas. Las etiquetas eran de un color llamativo en el que predominaba el amarillo, a saber porqué.

-- Este apartado es de los ANTIDOTOS. No sé lo que son los Dotos pero sí que son potentes para contrarrestar venenos. Aunque no debiera decirte que todo lo que toques ha de ser con guantes protectores, éstos son obligatorios sin excusas para este apartado porque algunos son tan fuertes que pueden llegar a ser irritantes en el contacto con la piel. Éste es el Antídoto de glumbumble, nunca entendí como alguien puede comer hojas de planta de Alihosty, pero éste es el único antídoto conocido. También el Antídoto contra la mordedura de Doxy, una plaga más usual de lo que parece en las casas antiguas. El Zumo de Mandrágora es un antídoto contra la petrificación. Y lo más usual y lo mejor como Primeros Auxilios ante la sospecha de un veneno, el Bezoar. Nunca salgas sin uno encima; si no le cura, al menos le mantiene vivo hasta que en San Mungo encuentren qué es lo que le envenenó. Es lo que llamamos "mano de Santo".

Le dejé que contemplara un poco más aquella piedra redonda y con muchos poros, como si fuera de arenisca, antes de cerrar aquel lado con la lona protectora y le mostrara una última zona, ésta protegida por una cremallerita que descorrí con la varita, cómoda yo.

-- Aquí están los REMEDIOS caseros más usados, lo que implica que no suele hacer necesario llevarlos a un centro médico tras aplicarlos, como el Díctamo que mencionaste antes, muy útil en heridas limpias como las de Despartición, la Esencia de Murtlap, un calmante que acelera la cicatrización. ¡Oh, demonios, apenas me queda Remedio de Quemaduras, tendré que conseguir más de esta pomada naranja... Esto es Cura de Forúnculos para los granos, como esta Pus de Bulbotubérculo que sirve para el acné... En fin, como te dije, métodos de curación caseros, para los pequeños accidentes que puedan acaecer en una mansión y que no requiere de emergencias si se usan correctamente. ¿Tienes alguna duda sobre tantos potingues? Por supuesto, todo ésto se usa con ayuda o complemento de hechizos y encantamientos que todos conocemos... ¿Verdad? Dime el primero que se te ocurra.

[Oniria]

Sísifo:

 

 

 

Observé cómo una mujer de unos treinta años, de cabello violeta, se alejaba del invernadero.

 

––No, lo traigo todo aquí. ––Respondí, señalando con la cabeza hacia mi monedero de piel de Moke. Saqué la bata para dejarla sobre la mesa, por si pudiese necesitarla pronto.

 

Presté atención a sus movimientos. Colocaba las macetas, las disponía concienzudamente de cara a nuestra jornada de estudio.

 

––Bueno... llevo años dibujando plantas. Realmente, de ahí proviene mi interés. Descubrí que se movían. Lentamente, pero lo hacían. Me fascina la vida secreta de las plantas.

 

Me expliqué en un susurro, avergonzado de abrirme desde el primer segundo. Me sonrojé, y me entretuve sacando los utensilios que necesitaba. Me rasqué la nuca.

 

––¿Cuándo quiere empezar? Estoy listo. ––Comenté, algo impacientado por la ansiedad.

 

@@Emmet Haughton Gaunt

[Dennis Delacour]

El invernadero estaba tal como lo recordaba de sus años de academia. estar en ese lugar le trajo muy gratos recuerdos del tiempo compartido junto a sus compañeros de clase y de casa, siempre tuvo facilidad de hacer amigos así que se llevaba bien con estudiantes de todas las casas lo cual hacia todo mas sencillo en las clases compartidas. Escucho las palabras de la pelivioleta y no pudo evitar reír, — tampoco pienso dejar morir a nadie, solo lo dije como para tener algo de donde arrancar, se que eso no sería suficiente — le dijo mientras sonreía divertida ante la sola idea de ser un desastre atendiendo una urgencia. Y es que en realidad haría todo a su alcance para salvar a quien lo necesitara.

 

Luego vio como su profesora organizo todo para tener una mesa a su disposición y poder trabajar, acto seguido coloco el maletín que traía sobre la mesa para ir comentándole que debería tener el suyo. Le entrego las batas que le había ofrecido para que estuviera mas cómoda en la clase a lo que la ojiazul las tomo para decidirse por una — Creo que usare la del modelo con plumas, es la que va con mi estilo. Gracias — dijo para acto seguido colocársela encima de la ropa que había escogido para ese día.

 

Cuando al fin la rubia estuvo lista para su clase, Sagitas abrió el maletín frente a ella que se desplegó en secciones que estaban repletas de los materiales necesarios para la labor de alguien que sirviera como apoyo en la atención de un herido o enfermo de urgencia. — Si tengo claro que no me hace sanadora, pero igual lo que me interesa es poder ayudar de ser necesario a un compañero en algún momento de urgencia — dijo a la bruja que seguía explicándole todo lo que debía aprender para poder defenderse con los primeros auxilios. Realmente iba a necesitar saber de muchas cosas para aprobar esta clase.

 

Tenía todo muy bien organizado y rotulado de manera que fuera mas rápido encontrar lo que iba a necesitar, las etiquetas dispuestas hacia arriba para ver los nombres, los colores y tapones que ayudaban a diferenciarlas — Creo que es un método de clasificación muy efectivo el que estas manejando — dijo a la bruja conforme analizaba todo detenidamente y a la vez escuchaba cada una de las palabras dichas por su profesora. Y ante la mirada que le dio cuando hablo de ciertas pociones, se noto que estaba orgullosa de tener tal variedad en su poder.

 

Veía asombrada con los ojos como platos la cantidad de pociones que la bruja poseía, ella conocía algunas porque las había comprado en el magic mall, y otras porque había ayudado en su preparación en el CCU, pero definitivamente el numero de las que tenia comparado con las que estaba viendo frente a ella era ínfimo. Definitivamente iba a necesitar invertir su sueldo en la adquisición de muchas de ellas, en momentos como esos realmente pensaba en asaltar Gringotts, necesitaría muchos galeones.

 

— Podemos usar esas pociones como complementos de hechizos como el Episkey que ayuda a detener hemorragias o a sanar huesos rotos, así como el hechizo Ferula que nos ayuda a aparecer un cabestrillo cuando sea necesario. Y bueno mas avanzados podemos usar el amuleto de curación que viene con el libro de la Fortaleza — respondió a su profesora esperando estar en lo cierto y no haber fallado monumentalmente. Esta clase le interesaba mucho y quería aprender todo lo que fuera posible.