Libro de La Fortaleza XXV

[Dennis Delacour]

 

El día había llegado, la Delacour despertó antes del alba por la ansiedad que le producía que en ese día al fin iba a estar frente a su primer grupo del Libro de La Fortaleza, había recibido los conocimientos necesarios por parte de los Guerreros Uzza quienes después de asegurarse que su entrenamiento estaba terminado y que había aprendido el poder que el libro ofrecía, le habían dado el voto de confianza para que pasara sus ancestrales conocimientos a las nuevas generaciones de magos y brujas que sentían el llamado para vincularse a los libros de hechizos que en sus paginas guardaban la fuerza de siglos de magia.

 

Después de organizar cada punto de lo que sería el curso, escribió un pergamino donde daba las indicaciones a sus alumnos de lo que necesitarían para la clase y haciendo una floritura de su varita hizo que se multiplicaran obteniendo 4 que era el numero de estudiantes que tendría a su cargo, los mensajes irían acompañados de una llave que les serviría de guía. Y nuevamente con un ágil movimiento los pergaminos se doblaron y salieron en distintas direcciones buscando a sus destinatarios.

 

 

El curso del Libro de La Fortaleza esta próximo a iniciar, por favor tomen el Libro y sus amuletos, así como vestimenta de la época medieval, la van a necesitar. Conforme estén preparados toquen la llave que va con el pergamino y los guiara hasta el punto de encuentro por medio de traslador.

 

Dennis Delacour

 

Se preparo con un vestido gris claro sencillo de la época y tomando su varita y lo que necesitaba uso la aparición para llegar al sitio donde se reuniría con sus alumnos. Era la zona mas alejada junto al lago negro en el bosque prohibido, allí no habría miradas curiosas que los vieran partir como lo iban a hacer.

 

Al posar sus pies sobre el húmedo suelo del lugar el cual estaba rodeado de hojas secas caídas de los arboles y de musgo que crecía abundante por la cercanía del lago lo primero que noto fue al guerrero Uzza a unos metros de ella ubicado junto a un alto roble tan antiguo como el conocimiento que el hombre poseía. El sería de ayuda en su partida, ya que por ser su inicio los Uzza le habían dado la oportunidad de tener un pequeño apoyo. Ahora solo le quedaba esperar por la llegada de sus pupilos para dar inicio a su pequeña aventura.

 

Editado 1 de Noviembre del 2018 por Dennis Delacour

[Jeremy Triviani]

El vampiro estaba trabajando en una nueva creación para sumar a su expositor de artículos prohibidos en el Zarathustra. No tenía idea que podría provocar mezclar tantos ingredientes de sus plantas “medicinales” con veneno. Sii, estaba queriendo contrarrestar los efectos del veneno para ver si conseguía alguno que se limitara a hacer sufrir y no matara en el acto. Era un trabajo muy complicado, ya llevaba cinco docenas de ratones de laboratorios muertos.

 

Los tenía guardados en el refrigerador del laboratorio donde estaba, para futuras investigaciones. ¿Podría revivirlas algún día? ¿Serian Zombies? Quizás. Nunca perdía las esperanzas de eso. Con las gafas protectoras transparentes que cubrían sus ojos azules de posibles salpicaduras. El Askar tiro tres gotitas de un veneno de cobra sobre la comida picada del ratón y se quedó esperando que este fuera a comer un poco.

 

Un pergamino con el sello de la universidad llamó su atención cuando paseó su mirada por el escritorio en una de las puntas del laboratorio. ¿Quién le mandaba un mensaje? “Que formal está mi madre últimamente” pensó con una media sonrisa, mientras se acercaba hasta allí y tomaba el pergamino. Candela no era de las que enviaba notas con advertencias, directamente mandaba cartas vociferadores para que pudieran oírla.

 

Su conclusión fue errónea. Era un aviso de su profesora del libro de la fortaleza. ¿Ya son tres? Si, eran tres personas que le habían dado la clase anteriormente. Se guardó la nota y se fue a preparar para la misma. No tenía ninguna duda que sería difícil como la vez anterior, que no había aprobado por errores estú.pidos que esperaba no volver a cometer. ¡Tres mil galeones! Ya sumaban los gastados en aquella clase.

 

Media hora después Jeremy aparecía en los terrenos de la universidad. Camino el trecho que lo separaba hasta donde era la clase, o por lo menos el encuentro de la misma. Se había puesto una camiseta de mangas largas color blanco, junto con una chaqueta de lana y unos pantalones holgados de tela de algodón. Ambos de color marrón. Su cabello estaba peinado hacia atrás y aún goteaba por la ducha, mientras que su calzado eran botas de montar con taco muy bajo.

 

Tenía consigo la varita y los anillos en las manos y los amuletos los llevaba colgados en el cuello, el libro estaba guardado en el bolsillo del pantalón, dentro del monedero de Moke junto a muchas cosas más que solía meter allí gracias al hechizo expansible que usaba. No conocía a la profesora y tampoco a la persona que estaba con ella, un poco más alejado. Parecía ser el primero en llegar. O tal vez fuera el único alumno esta vez.

 

-Buenos días, soy Jeremy Askar Triviani -Se presentó inclinando apenas la cabeza -¿Es muy tarde o muy temprano? -Preguntó frunciendo la ceja con molestia.

[Oriánthi]

La peliblanca estaba divagando por los pasillos de la Universidad, así como también buscando que hacer o con quien pasar el momento y divertirse a costa de su sufrimiento... Estaba descalza, con un vestido de color negro, en las extremidades de sus mangas unos adornos de color blanco con encaje al igual que en la parte de su cuello, le gustaba mucho vestir como vintage y bruja antigua... Al fin de cuentas, era un demonio con muchos milenios de vida, ha visto morir y resurgir la raza de magos muchas veces, más de la que cualquiera pudiera imaginarse.

 

Una especie de carta voladora, un pergamino se presento frente a sus ojos, se molesto un poco y chisto. Su mirada perdida jugando con las mariposas que revoloteaban por el lugar era una manera eficiente de canalizar sus emociones y no descuartizar al primer Mago o Bruja que se cruzara por su camino. Lo que llamo un poco su atención, era algo formal y con el mismo sello que la Universidad utilizaba para sus clases, ella ya estaba ahí, ¿por que nadie la buscaba? revoleo sus ojos, saco su varita de un bolsillo que tenia su vestido y la movió.

 

¡Su clase había comenzado! una llave antigua, con formas extrañas, miro nuevamente el pergamino y decía que funcionaba como un traslador, por lo que no replico a las instrucciones. Apretó paso en busca de su Libro y los respectivos artefactos en un armario que ella conocía y había ocultado las cosas, porque ella hacia uso y desuso de todo en el complejo, no le importaba nada. (? cuanto poseía todo lo necesario, toco la llave y esta la llevo a donde se encontraría con la persona que la había convocado...

 

Buenas morning. intento mesclar su Castellano con el Ingles. Mi nombre es Dán... miro al rubio que estaba a un lado de ella. Dánae, Triviani. sonrió con complicidad a Jeremy... Su trasero relucía bastante atractivo ese día.

[Malum Luxure]

Habia espero aquel mensaje con ciertas ansias pues el realizar el libro de fortaleza, ese era mi siguiente paso para mejorar mis habilidades , la mansión Luxure estaba en completo silencio mientras alistaba por ultimo los amuletos que había adquirido justamente para este curso, el mensaje rezaba que llevara ropa sencilla de época era seguro que buscaría algo cómodo que lucir, atrás habían quedo los días de lucir extravagante para llamar la atención de los chicos. Muchas cosas de las que hacia tenían que ver con el proteger a mi hijo de cualquier daño externo.

 

-Mi amor mami volverá pronto y con ella una nueva arma para cuidarte.- Susurre entrando al cuarto de mi cachorrito.- Espero no me lleve demasiado tiempo lejos de ti.- Bese su frente y le regale una ultima mirada mientras dormía tan plácidamente.

 

Istar sabia que hacer así que no me preocupaba demasiado el cuidado de mi pequeño ni el de la casa durante mi ausencia, así que camine segura hacia los jardines bien cuidados de mi propia casa para seguir con el protocolo de la misiva usaría la llave antigua que oficiaría de traslador a donde la profesora @@Dennis Delacour nos esperaba.

 

Mi ropa consistía en un vestido de color gris no muy llamativo y mi cabello recogido ademas de unas zapatillas bajas, mi bolso de piel de moke donde llevaba el libro. los anillos y el amuleto ademas de alguna que otra cosita que pudiera necesitar por las dudas, de por si siempre fui una demonio muy confiada de mi misma pero no podía dejar de sentir cierta expectativa.

 

-Bueno allá vamos...- Una sonrisa asomo en mi rostro y un brillo en mis ojos rojos los cuales debía disimular con lentes de contacto negras para parecer "normal".

 

Aquel traslador me llevo a posar los pies en zona musgosa cercana a un lago y un roble antiguo en lo que parecía un bosque otoñal donde predominaban las hojas secas y muertas....allí un antiguo caballero junto a una joven dama quien parecía ser la profesora, también mi bella @ tan desquiciada y original, ademas de @ quien fue mi profesor de arte oscuras y lo recordaba muy bien.

 

- Ya que sean presentado no me quedara mas que hacer lo mismo y no dejarlos en el misterio.- Solté una risita divertida.- Mi nombre es lady Luxure.- Finalice tranquila a la espera de quien mas haga falta.

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[Alegna Black]

El castillo se encontraba inusualmente en silencio ese día. No era que sus habitantes fuesen revoltosos pero nunca al punto de estar mas silencioso que un cementerio a medianoche, ninguna explosión, ningún grito, ningún sonido. Eso no era lo que le molestaba a la Black, que se había refugiado en la biblioteca personal de su habitación, lo que en verdad la enhebraba era, el libro que poseía en sus manos. Hasta ese momento era solo un block de notas, y la chica había probado todo, desde Especial revelio, hasta una goma para descubrir tinta invisible. Pero nada. Todo hasta ese momento que un pergamino apareció ante sus ojos.

 

En ese momento las palabras se dibujaron solas en las paginas, aunque no pudo leerlas, todavía no tenia la habilidad de leer dos cosas al mismo tiempo, junto con las palabras, aparecieron unos anillos, y un medallón, supuso que eran complementos del libro y los guardo con cuidado en su bolsillo, termino de leer el papel y rápidamente se puso en marcha. Epoca medieval, en eso tengo practica se podría decir que era su cuarto o quinto viaje en el tiempo y que ya sabia como moverse en esos ámbitos, donde el macho era el dominante y la mujer la sumisa. Sonrió de lado antes de tocar la llave y sentir el tiran debajo del ombligo, reapareciendo al borde del lago, unos metros mas allá se encontraba el grupo.

 

Antes de acercarse y presentarse cambio sus ropajes por algo de la época, cosa que no advirtió antes de salir. Un vestido largo ceñido a su cintura color negro le cubría los pantalones jeans, había dejado una abertura para poder acceder a sus bolsillos, en la pechera, una tela de color rojo sangre le cubría los pechos alzándoselos, cosa que la chica odiaba era mostrar atributos que no creía merecer. Y por ultimo una capa mas parecida a sus años en Hogwarts que cubrían su llamativo cabello, que aunque lo había recogido en una trenza, el color no lo cambiaria. Así se acerco a los demás. Reconoció a todos y con un movimiento de cabeza saludo.

 

-Alegna Black- dijo solamente, pues aunque los conocía debía presentarse para completar el ritual ¿soy la ultima, o alguien mas esta rezagado?

[Dennis Delacour]

La humedad en el lugar se sentía un tanto asfixiante o tal vez era el hecho de esperar un poco con la ansiedad que tenía por iniciar la clase lo que le daba esa impresión. Observaba al guerrero uzza en su posición absolutamente impasible y como si a pesar de que su cuerpo estaba ahí su mente estuviera en otro lugar, su rostro totalmente inexpresivo y con los ojos cerrados colocaban a la bruja un poco nerviosa.

 

Por suerte la Delacour no tuvo que aguardar mucho tiempo por la llegada de sus alumnos. el primero en aparecer en el lugar fue un mago rubio, totalmente desconocido para ella hasta ese punto, pero dado a que había repasado la lista de estudiantes ya sabía de antemano sus nombres, sobre todo teniendo en cuenta que era el único caballero en la clase — Justo a tiempo señor Askar, ni más ni menos — dijo en un tono amable pero serio. Esperaría un poco más antes de las presentaciones.

 

Aunque por lo visto le correspondería un grupo bastante aplicado o al menos eso dejaba ver el hecho de que estaban siendo lo suficientemente puntuales para llegar a la clase, esperaba que fueran así de consistentes para el desarrollo de la misma ya que habían muchos casos en que los estudiantes no completaban el curso y lo dejaban a mitad de camino.

 

Sus otras tres estudiantes llegaron una tras de otra, — Buen día señorita Triviani — saludo a la joven de blanco cabello que se presento haciendo una mezcla en su dialecto. Acto seguido otra bruja también desconocida para la rubia y que llego con un tono jovial a saludarles — Las presentaciones nunca están de más, son cuestión de educación — respondió en el mismo tono tranquilo. Al parecer Ottery y sus alrededores no eran tan pequeños ya que a ninguno de los presentes los había visto antes.

 

Antes de que pudiera decir algo más llego la encargada de cerrar el grupo , aunque esta vez si sabía de quien se trataba, la había visto en el ministerio varias veces así como sabía quien era su familia — Señorita Black llega en el momento preciso a cerrar el grupo — dijo y colocándose frente a ellos les dio un par de indicaciones.

 

— Bienvenidos al curso del Libro de La Fortaleza, mi nombre es Dennis Delacour Rambaldi y seré quien los guié en el desarrollo del mismo. Espero que vengan dispuestos a afrontar las pruebas que se requieran para vincularse con los poderes del libro. Están aquí para aprender sobre la practica así que espero hayan leido al menos algo acerca del libro. El camino que seguiremos en el curso no sera sencillo y espero que sean lo suficientemente responsables para que no tenga que pensar en que deban reanimarlos por imprudentes — dijo con un ligero tono de sarcasmo pero con la verdad que encerraban esas palabras.

 

— Espero estén listos — dijo al tiempo que lanzaba una mirada al guerrero que aguardaba por ella para proceder, el Uzza abrió sus ojos justo en ese momento y fijando su mirada en un punto entre los arboles abrió un portal lo suficientemente grande para que todos pasaran. — Por favor después de ustedes — dijo indicándoles con su mano el portal. — Crucen rápido, del otro lado les indicare lo que deberán hacer y espero que sepan pasar desapercibidos si se requiere — dijo con una ligera sonrisa mientras esperaba que todos pasaran. Su aventura recién iba a tomar forma.

[Jeremy Triviani]

El vampiro observó como una bruja con cabello blanco se presentaba. De hecho le guiño el ojo al verla, porque ambos se conocían de antes. Ya habían pasado por un par de situación comprometidas. No, no de forma romántica, sino más bien de lo contrario. El rubio había escapado por poco de la mujer que quería hacerle daño. No lo salvaba ni el estatus de compartir familia.

 

-Danae… -Susurró antes de ver llegar a Lady y voltear su mirada a ella - ¿Estamos todos?

 

La pregunta quedó flotando en el aire unos segundos hasta que apareció la última alumna. Alegna. Hacia muchísimo que no la veía. De hecho creía que la última vez había sido en el ministerio por unos breves minutos. ¿O había sido en la clase de su mujer? No podía recordarlo con exactitud. Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando Dennis se presentó y comenzó a hablarles de la clase.

 

El vampiro no le prestaba mucha atención, ya que sus ojos estaban fijos en el Uzza. Este parecía aburrido o tal vez fuera siempre así. ¿Estaría harto de tener que enseñar sus poderes mágicos a novatos? Bueno era la segunda vez que lo intentaba y bien podía saber el hombre que en su caso, al vampiro le costaba hacer las cosas tan literales como se esperaba. Él siempre optaba por la espontaneidad.

 

-¿Te resulta familiar? -Le preguntó a Alegna cuando vio aparecer el portal mágico. Ellos ya habían cruzado una vez uno al pasado - ¿Nos ayudará Merlin esta vez? ¡El último es un muggle podrido! –Exclamó y se movió con rapidez cruzando el portal sin dudarlo. Tenía la varita en su mano lista para atacar a quien lo precisara.

[Oriánthi]

Sus ojos se abrieron un poco mas grandes de lo normal al escuchar el peculiar apellido de la muchacha. Rambaldi... Tenia mucho tiempo sin saber de alguno de sus integrantes, luego de su desacuerdo con la matriarca y de los comentarios un poco fuera de lugar de Kytta, Dánae había optado por alejarse de todo en lo que ella concurría.

 

Para su sorpresa una de sus antiguas primas, también formaba parte de la clase. Su gélido corazón comenzó a demostrar un poco de movimiento, al final de cuentas contaba con un corazón... No era una noticia para nadie, Dánae siempre estuvo enamorada de la esbelta mujer de cabellos violetas... Alegna. Sus ojos verdes de color profundos hipnotizaban a la demonio, por lo que temía poder juntar la concentración suficiente para esta nueva travesía.

 

El guerrero Uzza que estaba sobre uno de los arboles mas altos de todo el lugar, miraba con indiferencia a los pupilos de Dennis, un pequeño gruñido soltó la Triviani le molestaba que la mirasen de aquella manera, pero luego su vista se corrió unos metros para abrir un portal, que quien sabe a donde los llevaría... Se sorprendió, un mago con la capacidad de abrir portales solo con su visión, era algo que jamas había pensado o vivido.

 

Dennis los incito a entrar, lo cual el rubio no tardo en tomar la iniciativa y entrar. Seguido Dánae, apretó el paso y encogió sus hombros, cerro los ojos y se lanzo dentro de él... Del otro lado, lo que les esperaba era aterrador... Un frió helado recorrió todo su cuerpo, un bosque totalmente desolado, habitado por arboles resecos y una densa niebla. Parecía ser el típico hogar de los temidos dementores...

 

¿Ahora? soltó mientras acomodaba su capa. Se limito a mirar su alrededor y esperar que todos estuvieran juntos.

[Alegna Black]

Con las palabras de Delacour, Alegna supo que con ella cerraba la comitiva. Era gracioso lo que su profesora decía, pues hasta hacia dos segundos el maldito libro permanecía en blanco, solo loos que recusaban podían tener un poco de antelación a lo que en esas paginas decían. La Black se sintió observada, su antigua prima la observaba, nunca supo deducir las intenciones de esta, pero entre ambas siempre hubo una tensión, tan tangible como sus cuerpos. El Askar se acerco a ella, hacia tiempo que no lo veía y esperaba no tener que salvarlo de meter la pata de nuevo.

 

-Descuide profesora, en estos temas tengo experiencia y cualquier cosa pasamos a alguien por trastornado para evitar preguntas- respondió con malicia viendo al joven de reojo

 

-Demasiado - respondió viendo el portal que se materializaba frente a ellos.

 

Al escuchar la ultima frase, sonrió, en un solo movimiento de muñeca un zancadilla aferro los tobillos del muchacho dándole ventaja al pasar por el portal. Fijo su vista a Danae guiñándole un ojo, esperaba que la relación que nunca tuvieron la mantuviera con sus sentidos en la clase, pero si podía pasaría de tocar solo la mano de la muchacha. El lugar era diferente al que habían dejado pero al menos no se veía habitado, aun, Alegna avanzo tres pasos aun con la varita en su mano pues se sentía observada, o era que su profesora no optaba por la forma infantil en que entro primera al portal.

 

Un frio le recorrió la columna, la desolación del lugar era aterradora, y el corazón le bombeaba con fuerza. Cualquiera que tuviese un sentido mas que los normales, escucharía ese latido que emanaba de su pecho. La capa que protegía su llamativo cabello, también era un abrigo a su cuerpo, agradeció el atuendo en silencio y se acerco a Danae esperando a los demas.

Editado 5 de Noviembre del 2018 por Alegna Black

[Dennis Delacour]

La Delacour no pudo evitar sonreír ante algunos comentarios de sus alumnos y las acciones de otros, le recordaba su época de estudiante aunque claro está ella nunca hizo bromas en las mismas, era bastante seria en realidad. No iba a frenar su entusiasmo y animosidad, por el contrario la iban a necesitar para afrontar lo que tendrían que hacer, solo esperaba que cuando fuera el momento de tomarse las cosas en serio también lo hicieran.

 

Cuando todos cruzaron el portal así mismo lo hizo la rubia, ya del otro lado se giró para observar al guerrero Uzza que con una mirada le recordó que ahora estaban solos, el portal se cerró tras ellos y la única forma de regresar sería si tenían éxito en su misión ya que esa sería la única forma en la que los Uzza sintieron que era hora de llevarlos de regreso, de lo contrario estarían perdidos en el pasado por un buen tiempo.

 

Antes de volver la vista a sus alumnos observo el anillo detector de enemigos en su mano izquierda, estaba todo en calma al parecer por el momento. Levanto la mirada y poso sus ojos en las expresiones que mostraban sus acompañantes — Un paisaje desolador no es cierto? — dijo mientras observaba el que en su momento fue un frondoso bosque y ahora solo eran árboles secos, terrenos áridos y la ausencia total de vida tanto animal como vegetal. — Este fue alguna vez un hermoso bosque, antes de que la magia oscura lo convirtiera en lo que es, fue el lugar de experimentos de diferentes tipos de magia destinados a acabar con la vida. Y por eso es que estamos aquí — dijo mientras daba unos pasos en el terreno destruido.

 

— Hemos regresado más de diez siglos atrás en el pasado, estamos en un remoto reino de Inglaterra en el que ya ni se llevan registros en la historia muggle, hemos venido para evitar una guerra entre quienes quieren la destrucción de todo a su paso y entre quienes quieren defenderlo. En estas tierras se dieron los primeros indicios de magia de como la conocemos pero para que eso ocurra deben recuperar un libro que contiene el origen de la magia y que fue hurtado por mentes malignas que fueron las que hicieron esto. — hablaba seriamente mientras posaba la vista de uno en uno de sus alumnos.

 

— En las afueras de este bosque hay un castillo bastante resguardado y en lo más profundo del mismo dentro de una mazmorra está el primer grimorio conocido en estos tiempos, que tal vez para ustedes no sea mayor cosa pero en este siglo es una fuente de poder inimaginable capaz de provocar que reinos enteros se destruyan por poseerlo. Ustedes deben encontrar la forma de recuperarlo para entregarlo a las personas correctas si queremos que la magia como la manejamos ahora exista. Deben mezclarse entre la gente y superar las pruebas que se presenten, cada una más complicada que la anterior. Es su decisión si trabajaran solos o unidos, eso lo definen ustedes, yo solo estare pendiente para evitar que mueran — terminó diciendo con una pequeña sonrisa para quitarle un poco de severidad a sus palabras aunque sabía que no era un juego, esto era muy real y peligroso.

 

— Confio en ustedes, recuerden que el libro les ofrece muchas posibilidades para lograr grandes cosas si saben como usarlas y en este momento está permitido que los usen, si tienen exito y aprueban podran usarlos definitivamente de lo contrario deberán esperar para que eso ocurra. Sean astutos y usen sus poderes y destrezas — dijo mientras señalaba en dirección a donde tendrían que ir. Esperaba que se concentraran lo suficiente para lograr sus metas, por ahora lo primero que tendrían que enfrentar sería que el castillo estaba rodeado de 10 lobos huargos de 2 metros de alto, y si lograban pasar de ellos para entrar al castillo tendrán que sortear un foso que lo rodeaba lleno de lagartos y serpientes venenosas. En este siglo aun no existian muchas de las criaturas que conocemos hoy pero no por eso iban a ser menos complicado ya que las habían hecho más fuertes y peligrosas con el uso de la magia oscura. Claro ese solo sería el comienzo de lo que vendría, pensó mientras liberaba un suspiro ya que esperaba que todo fuera bien.