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Runas Antiguas - Encantamientos


Orión Yaxley
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Al fin, el profesor Yaxley se dispuso a recibirme como era de esperarse. Lo pude encontrar demasiado calmo en aquel rincón y eso era bueno. Tenía algunas preguntas que pensé que iba a poder plantearlas ahora, pero automáticamente nos dirigimos hacia una de las paredes que estaba alejada de la puerta. Asentí a lo que decía.

King Cross’ fue lo primero que pensé cuando éste comentaba la relación que tenía los sitios en los que nos encontrábamos con lo que significaba. Aquella estación de trenes también era todo lo que decía. Era uno de los pasos que te llevaban al mundo mágico. Asentí nuevamente. Nos dirigíamos hacia una banca de piedra y una bolsita donde contenía runas.

De acuerdo. Traje el libro que me dejó —recordándole, porque de momento no me sabía aquellas runas de memoria. Y las runas que me había dejado, las había mantenido resguardadas dentro de su bolsita de cuero. Tomé la nueva que me estaba entregando.

Metí la mano dentro. Sentí cada una de las piedras, mientras me concentraba en la pregunta. Tomé tres y las tiré contra la banca. Dos quedaron visiblemente hacia arriba, aunque la que parecía estar primero, había quedado boca abajo. Hubo un destello raro y empezaron a pasar una serie de imágenes delante de mí, como si fuera una delgada película casi intangible, como un fantasma.

Mannaz. Me tocó invertida. No estoy seguro —exclamé tratando de entrecerrar un poco los ojos, hasta que las imágenes se veían lo suficiente para distinguir de qué se trataba. Tuve que echarle un vistazo un par de veces a aquel librito. Parecía que todo iba sucediendo como una historia—. Éste sitio no era como lo conocemos hoy. Puedo verlo. Aunque si mantiene ésa conexión entre paso de los mundos.

Empecé a contarle a Orión lo que veía.

»Se podía ver claramente que lo que había desenlazado todo aquello había sido una ruptura. Específicamente, una ruptura espiritual. En aquel sitio habían ocurrido muchas cosas, pero en especial las protecciones que rodeaba a aquella familia y al secreto que mantenían resguardado. Durante años habían mantenido oculto que eran magos y el origen de aquel lugar.

No se veía muy bien lo que había provocado aquel escándalo, pero en una antigua época, habían sido descubiertos y ya tenían encima a todo el pueblo. La ruptura había sido de aquella familia con el Ministerio que les había dado vuelta la cara, les habían soltado la mano. Todo alrededor parecía perdido. Y ahí entraba en juego, Hagalaz, la segunda runa.

Todos los proyectos familiares habían quedado reducidos. La familia había logrado escapar a tiempo justo. Pero desde aquella colina podían ver como su cabaña era prendida fuego. Y con ella, los cultivos, aquel viejo carro, la pequeña granja y todo el cuarto oculto donde estaban los libros y pociones mágicas.

La imagen había avanzado. Avanzado porque era una cuestión de tiempo. Aquella cabaña cubierta de llamas, rodeada de personas observando la escena, mientras el humo se elevaba tan negro como la noche. Y ahora era un terreno abandonado, donde no había edificación, solo alguna base chamuscada, con aquella piedra gris y vieja. La vegetación había logrado usurpar cada milímetro.

Había sido su hogar, su guarida. Y lo habían perdido todo. Pero eran parte de la comunidad mágica y habían efectuado un buen plan. Ehwaz. Se habían encargado de quitar el registro de su existencia de prácticamente todo el pueblo. Había sido un labor complicado, pero no imposible. Ahora que tenían el terreno nuevamente en sus manos, se encargarían de renovarlo.

Y asi lo hicieron. Habían comenzado con algunos trabajos ‘que parecían arte de magia’. Fueron construyendo primero aquella edificación de piedra, con grandes arcos. Luego a conectarlas con otros sitios. Algunos que otros negocios servían tanto como modo de ingreso a la familia, como también lugar para que otros pudieran vivir. Y más si eran magos
«

Salí de aquel ensimismamiento. ¿Asi funcionaban las runas? Había sido increíble. ¿U Orión había hecho todo aquello a propósito? Aproveché para preguntarle.

Disculpa. ¿Qué tipo de runa es la mejor para leer? ¿Hay alguna mejor que otra para usar? ¿Cuál es la que recomiendas?

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GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

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Con Matthew ocupado en el rio, Apolo se lanzo en dirección opuesta hacia los arboles para recibir de lleno el rugido de una criatura con forma de león que se estaba lanzando sobre el: Apolo solo habia visto algo asi antes en una ilustración de un libro, con el cuerpo cubierto de espinas y un cuello que se inflaba arrítmicamente. Si no soltó su varita del miedo fue por el hecho de que ya estaba agitandola desenfrenadamente acercando liana tras liana para detener su avance. La criatura se atrapo por si misma en el avance mientras sus espinas se enredaban, pero el peliazul se percato de que en caso de que se le ocurriera retroceder habia una posibilidad de que se liberara.

 

No podia ser esa la criatura que estaba provocando semejante alboroto, y que habia obligado a los dementores a dispersarse. aun asi, se veía tan peligrosa que Apolo volvió a retroceder al ver a otro manojo de criaturas acercarse. Para cuando se volteo Matthew ya estaba reconstruyendo un antiguo puente. Pensó en ayudarlo, pero para cuando llego cerca de la orilla ya estaban todas las criaturas empujandose para pasar por el puente.

 

— Si, nos vamos — fue todo lo que alcanzo a decir Apolo sin aliento, alzandose para cruzar el puente a toda velocidad que le dieron sus piernas.

 

Con él y Matthew del otro lado, por fin logro ver que era lo que se alzaba. Un enorme gigante parecia ser el nuevo objetivo de la manada de dementores, y Apolo se sorprendió de que no lo hubiesen logrado ver antes. Con el follaje de los arboles era difícil, pero en explanada abierta no era complicado. Por fin la criatura que le habia cerrado el paso en el bosque cruzo el puente, y aunque rugió en dirección al par de Mortifagos, se metió en la espesura al escuchar las pisadas del gigante que hacían retumbar el suelo.

 

— Sera mejor que nosotros tambien nos vaya... — empezo a decir, antes de recibir de lleno un salpicón de agua.

 

Donde estaba el puente de Matthew hace unos segundos, ahora solo quedaban escombros y un enorme árbol arrancado. Con la respiración agitada y escupiendo agua por todos lados, Apolo se llevo ambas manos a la cabeza. No iba a soportar mas agitaciones por ese dia.

 

— Aprobado — soltó. — Con nota máxima, si jamas en la vida volvemos a mencionar este dia — finalizó moviéndose en dirección al bosque, y con algo de suerte a la Fortaleza.

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La imagen que estaba frente a mí, parecía que se hubiera detenido en el tiempo. La brisa había dejado de atravesar aquel sitio. El aroma que había invadido el cuarto con aquellos sahumerios, se habían perdido como si nunca hubieran estado. Miré a ambos lados. ¿Qué sucedía? Al cabo de unos segundos, pude comprender lo que realmente estaba pasando.

— Señor Gryffindor. ¿Observó el mensaje que nos regaló las estrellas? Usted y yo íbamos a encontrarnos.

— Aldaron Passim. ¿Quién dijo que iba a encontrarlo por aquí?

Una brecha cortó el aire en dos, provocando una especie de luz. El cual pude observar como desprendía una luz dorada y verdosa. El aroma a un inmenso bosque se sentía desde allí. Incluso la energía. Miré al centauro que estaba con la mitad del cuerpo atravesando aquel portal, como si se tratara de un humano, pero lo conocía muy bien de la Universidad.

— ¿Me acompañas? Es el momento. Las estrellas lo han comunicado.

— Claro que si, Passim. Será todo un honor.

El tiempo se había detenido. O el tiempo había pasado tan lento por aquel aburrimiento, no estaba seguro. ¿Alguien lo notaria? Estaba seguro que no. El centauro retrocedió sobre sus pasos siendo absorbido por aquella brecha, como si lo llamara. Me aseguró que volveríamos antes que se dieran cuenta. Aunque no sabía si aquello le importaría a alguien.

Toqué con la punta de mis dedos aquel portal. Era diferente al de los Uzza, pero similiar. Atravecé el brazo, el pecho, el mismo pie, y luego todo el otro lado, por último la cara. Era un sitio totalmente diferente. Miré al profesor.

— ¿Usted sabe algo de runas? Digame, en su opinión. ¿Cuál es la mejor de todas para llevar encima? ¿Hay alguna más cierta que otras?

Editado por Elvis F. Gryffindor

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GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

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