Jump to content

Pueba del Libro De La Sangre XXVII


Hades Ragnarok
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Las cosas se habían salido de control, un poco pero al menos las jóvenes aprendices parecía que no iban a ser un hueso fácil para aquellas bestias inmundas que las estaban atacando. Dibujo una mueca y respiro profundamente mientras seguía los sucesos desde cerca sin intervenir, si lo hacía ¿Qué chiste tendría?, de todos modos, estaba claro que no le importaba en lo mas mínimo si la Malfoy o la Phoenix morían.

 

Una vez que habían salido de aquel embrollo el Ragnarok se presento ante ellas y le hizo algunas señas para que continuaran caminando, aunque no lo parecía ya estaban cerca del lugar a donde tenían que ir, ¿encontrarían lo que habían ido a buscar, aquello que el vampiro ni siquiera les había mencionado? o ¿simplemente fracasarían en el intento?. Observo lo que se encontraba a su alrededor. Podia sentir como si alguien o algo los estuviera vigilando, por lo que mantuvo la varita entre sus níveos dedos. Claro estabas, aquel lugar como habían visto ya estaba lleno de todo tipo de protecciones mágicas por lo que el hijo de la noche sospechaba que cualquier cosa podría pasar, ¿Quién sabia que encantamiento o cosa encontrarían una vez que llegaran hasta la puerta del hermoso templo blanco que se encontraba ya frente a ellos.

 

Бүх цаг үед мөнх бус мэргэн байдаггүй. –leyó una vez una vez que llegaron hasta las gruesas puertas de mármol blanco- Энэ хаалгаар дамжин өнгөрдөг бүх хүмүүст найдвараа өг

 

*************

 

Después de que tanto Juve como Fiamma cruzara el cainita también traspaso las pesadas puertas. El brillo fue cegador por lo que tuvo que cerrar los ojos. Abrió los ojos. Aquel terreno era muy diferente al anterior donde se había encontrado junto a sus alumnos, era un salón abovedado en el cual no se podía observar el techo, arriba solo había oscuridad, a los lados algunas paredes y en diferentes zonas del piso se encontraban algunos pilares rotos como si fueran ruinas de un antiguo templo griego o romano, ¿Cómo habían pasado de estar en aquella especie paisaje exotico a aquel sitio?, maldijo por lo bajo, los guerreros se las habían jugado otra vez, ¿Cómo habían logrado hacerlo de nuevo?, ni siquiera sabia para que se preguntaba aquello, una y otra y otra vez era lo mismo. Los Uzzas seguramente eran quienes los estaban vigilando.

 

No hizo más que mover la mano resignado, conocía aquella parte del plan como la palma de su mano, ahora cada uno de aquellos aprendices debían tener una especie de duelo para probarse a sí mismas que habían captado la esencia de aquel libro tan sangriento y que así pudiera quedarse en sus cerebros. Además, algunas cosas irían ocurriendo, porque así estaban siempre planeadas, con antelación por los seres superiores que les habían permitido a él y a sus compañeros enseñar aquellos libros. Si querían conocer el poder de la daga y los poderes de Sangre, debían sentirlos en carne propia. De hecho cuando quisieran acordar, tendrían una herida en el pecho.

 

Al observar cómo se les abría la herida recordó su propia prueba. Aquel grupo de duelo empezaba con aquella herida sangrante.

 

**************

@ Vs @


**************

 

Reglas de la Prueba.

 

  • Podrán usar hasta los hechizos de Graduados. Más los del Libro Nivel 1, Nivel 5 y Nivel 7. (LINK)
  • En su primer post, la Daga de Sacrificio se activa y les produce una herida en el pecho a ambos duelistas. Deberán curarse antes de empezar el duelo.
  • En el segundo post, la Marca de Sangre actuará en ustedes y los obligará a anular su segunda acción.
  • En el cuarto post, el Juramento de Sangre les prohíbe lanzar rayos por ése turno.
  • Si el rival no responde en 24hs, se desprende una roca del techo y deberán evadirla.
Editado por Hades Ragnarok

vkDq3f1.png

 

kNTUx8c.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • Respuestas 7
  • Creado
  • Última Respuesta

Top participantes en este tema

Ya no estaba dentro de aquel bosque plagado de criaturas amorfas y salvajes. Ahora se encontraba dentro de una amplia sala abovedada, repleta de paredes de lado a lado, pared sobre pared, lapida sobre la lapida, tal y como se vería el cuerpo de Fiamma una vez que Malfoy terminará con ella. Su cuerpo se tensó en el acto, tal y como ocurría con las vigas de metal, al ser colocadas una sobre otra para crear una superficie sólida que soportaría cualquier clase de peso—La muerte no es el final, sino el inicio de todas las penurias que ensombrecerán tu destino—siseó apareciendo en su mano la daga del sacrificio. Una herida se abrió en su pecho, escociendo un poco esa zona de su cuerpo, no le molestaba el dolor, sino que eso que muchos consideraban una sensación flagelante para ella era un nuevo brío.


—Sectusempra—elevando su varita dando un fuerte latigazo con la surda, profería desafiante aquel conjuro. Brotando de la punta de su varita un rayo color escarlata, aquel que recorrió la distancia de 6 metros que le separaba de Fiamma, buscando causarle varios cortes en la zona del pecho, surcos que expulsarían una cantidad considerable de sangre que de no evitarlo, le arrancaría la vida de golpe. La daga estaba inmóvil en su mano derecha, esperando el momento justo para ser usada por la rubia contra su rival. No era el momento ideal para eso, justo porque la estrategia que tenía en mente se estaba cocinando lentamente.


—Episkey—pensó curando la herida que tenia en el pecho, aquella que ventajosamente le causará la daga del sacrificio. Era curiosa la forma en que las cosas se le pintaban de un momento a otro. Estando dentro de una sala que bien podría ser usada para torturar a los que habían cometido alguna falta contra los Guerreros Uzzas. Era el sitio ideal para lapidar una persona, acorralándola entre cuatro paredes y la idea de hacer eso con su rival, no le era del todo desagradable.


—Sobreviví a las bestias y puedo superar esto sin el mayor problema—aquellas palabras salieron de su boca como una amenaza. Su maldad no tenía limites, no luego de sentir la fuerza y poder que emanaba de la daga que obtuvo al comprar el libro de la sangre. El liquido vital era capaz de dar vida y también quitarla, disfrutaría como a nada en el mundo arrancarle cada gota de su cuerpo a la joven. No se la bebería como un suculento mangar, solamente dejaría que está empapara las plantas desnudas de sus pies y sentir la calidez que emanaba de esta.


La vestimenta de la vampira era demasiado ligera a decir verdad, estaba ataviada con un diminuto short que cubría lo mínimo, alcanzando ligeramente con la tela parte de sus muslos. Adherido a su nívea piel como una segunda membrana buscando proteger lo necesario e indispensable de esa zona de su cuerpo y sobre su pecho una fina tela de manta cubría la parte superior de su anatomía, no llevaba ninguna clase de accesorio salvo una pequeña cinta que estaba escondida debajo de su short. Cerca de su posición del lado izquierdo cuatro bezoares estaban desparramados sin mucho cuidado y los usaría en caso de ser necesario.


Saldría de ahí con la prueba sorteada con éxito sin lugar a dudas, nadie le impediría tener el control absoluto sobre el libro de la sangre y todos los conjuros y poderes que el mismo otorgaba a su dueño. Esperaba paciente la reacción de Fiamma, no tenía la menor duda de que ese encuentro sería por demás interesante.


Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

BwJfDFR.jpeg

Básicamente ya eres la mitad de una maldición

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Ambas brujas continuaban enfrentándose a las diversas bestias que hacían su aparición. Hasta que con unas señas, el profesor les indicó que continuaran avanzando. No sabía si seguirían enfrentándose a algo mas o si ya se dirigirían con rumbo a la prueba del libro. Su experiencia era limitada, no podría siquiera intentar adivinar, así que solo siguió a su compañera y a Hades. Pronto fue obvio que se dirigían a la prueba. Se detuvieron frente a unas inmensas puertas de mármol pertenecientes a un hermoso templo blanco. Adentro, lo que parecía una bóveda de altos y oscuros techos les esperaba.

 

No había mucho alrededor, restos de pilares y algunos bezoares junto a donde se colocó su compañera y otros tantos detrás de la misma Fiamma. Sabía que no iba a haber una presentación formal ni nada por el estilo. Empuñó su varita y se preparó para enfrentar lo que viniera. Lamentaba que su vestimenta no estuviera a la altura del hermoso templo. Sandalias, short y un top no eran la mejor presentación para tan formal circunstancia. Solo portaba como accesorios los objetos mágicos que creía le podían servir.

 

Se disponía a atacar cuando un corte apareció en su pecho, miró de reojo a Hades, había usado la Daga del Sacrificio en contra de las combatientes. Afortunadamente había una forma de curarse sin interferir en el duelo. Pensó "Curación" y la herida sanó, dejándola lista para protegerse del rayo que se dirigía en su dirección.

 

-Protego- dijo de inmediato y el escudo que emanó de su varita la protegió del hechizo que pretendía hacerle daño. Observó a su compañera curándose su propia herida. Fiamma no pretendía hacerle daño, o no mucho, solo el necesario para pasar la prueba. Ambas saldrían lastimadas, pero era un precio necesario a pagar para poder adquirir los poderes mágicos que otorgaba el Libro de la Sangre.

 

-Morphos- susurró apuntando su varita hacia uno de los trozos de pilar en el piso, era el mas grande del lugar y se encontraba entre las dos brujas, a mitad de camino. El objeto se convertiría en un oso de tamaño mediano, pero con la fuerza para destrozarle el cráneo a una persona, justo la orden que había recibido por parte de su invocadora.

DfeRG6n.gifjUAGEfn.gifoHXAuxK.gif

IjGydic.png

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Las acciones de Fiamma dentro del duelo estaban siendo las optimas, pero Malfoy no estaba ahí para juzgarla o analizarla a detalle. Las intenciones de la vampiro eran únicamente hacerse con el poder que el libro de la sangre tenía para obsequiarle, no más que eso y lo sabia a la perfección. Pero no podía pasar por alto que su rival era una inmensa piedra en su camino y como siempre lo hacia, sacaba a las personas u objetos que le causaban esa clase de contratiempos de su vida de una forma por demás definitiva.


—Orbis Bestiarium— pensó apareciendo en el cuello del oso de mediano tamaño un anillo dorado que le puso bajo en control de la rubia. No le atacaría a ella y menos pondría en peligro a la persona que ahora le controlaba. Aprender a observar los movimientos de sus rivales y detectar las debilidades que cada no de ellos poseían era la mejor forma de destruirlos desde la raíz—Atácala y clava tus garras en su pecho causándole una herida que la deje sin poder mantenerse en pie— sabía a la perfección que los Uzzas estaban al tanto de todo lo que pasaba dentro de las pruebas de los libros. Y el oso cumplió con su cometido dañando a Fiamma en la zona del pecho, causándole una herida que sangraba profusamente.


Había leído de algunos de ellos en libros antiguos, pero jamás se imagino que ellos meterían la mano en una prueba como esa. Justo es lo que sucedió al dejarle su segunda acción quedara anulada en el acto, todo gracias a aque apareció una marca de sangre en su nívea piel. Era una forma por demás efectiva para manipular la mente y pensamientos del par de brujas, pero era simplemente un tecnicismo que ocuparía a su favor sin lugar a dudas. Le provocaba cierto dejo de superioridad saber el interés que los guerreros mostraban para con ella y su contendiente.


—Ya me tocará mi revancha—terciando una media sonrisa en sus labios, esperaba el momento justo para volver atacar y sacar un poco de ventaja a su favor.

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

BwJfDFR.jpeg

Básicamente ya eres la mitad de una maldición

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Tal como lo predijo, su rival tomó control de la bestia. Pero su influencia sobre el no duraría mucho y después volvería a estar bajo las órdenes de Fiamma. Por lo que para evitar su ataque, pensó en usar el hechizo del Libro del Aprendiz, Salvaguarda Mágica. De esta manera se volverí intangible y el oso no podría tocarla. No terminaba de colocarse frente a la bestia para conjurar el hechizo, cuando una Marca de Sangre de considerable tamaño apareció en su antebrazo izquierdo. Dolía un poco, lo suficiente para estar consiente de su existencia y de que en cualquier momento actuaría sobre ella.

 

Así que decidió no arriesgarse y mejor acabar con su creación para evitar futuras complicaciones. No sabía que le pediría Hades a través de la marca. -Sectusempra- exclamó y un rayo se dirigió hacia la cabeza del oso, matándolo al instante y devolviéndolo a su forma original, una piedra. Le daba lástima haber acabado con el, pero era la única manera en que se sentiría a salvo.

 

Pronto supo el efecto de la marca de sangre. No podía lanzar otro hechizo. Tenía que anular su siguiente movimiento. Se sentía extraña al querer hacer algo y verse imposibilitada para hacerlo.

 

-Por lo visto no solo fui yo- murmuró por lo bajoal ver a Juve de pie y sin atacarle de nuevo.

 

Esperaría pacientemente a que el efecto pasara y poder atacar o defenderse de nuevo. En su prueba anterior, le habían pedido que usara los hechizos de los libros. Esta vez estaban usando los hechizos en su contra. Definitivamente era una nueva e interesante manera de aprender el uso de ellos. Muchos sabían usarlos en otros, pero carecían de los conocimientos adecuados para desfenderse o deshacerse de sus fectos cuando eran usados en su contra.

DfeRG6n.gifjUAGEfn.gifoHXAuxK.gif

IjGydic.png

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Los ojos de Malfoy destellaron con malicia, percatandose de el error que habia cometido Fiamma con respecto al oso. Parecía que las reglas no estaban del todo claras para su rival, lastima por la omisión cometida por ella y que practicamente le otortgaba una ventaja que la rubia sabría aprovechar sin lugar a dudas—Mala suerte—siseó desafiante terciando una media sonrisa en sus sensuales labios. Elevando con elegancia varita oscura como el ala de un cuervo, repasaba con calma todos los hechizos que tenía a su disposición, decantándose por uno que sabia que causaría daño en su rival.


—Oppugno— parafraseó divertida dejando de nueva cuenta al oso bajo su control, ordenándole quedarse como escudo delante de ella. Dejando una distancia de un metro, para evitar que Fiamma, lo usará contra ella y le atacará en determinado momento. Ahora debía centrarse en otro detalle en especial terminar de curarse la herida que la daga le provocará en el primer turno del duelo—Curación—pensó la Nigromante terminando de sanar el daño causado, ya su piel estaba cerrada por completo y recuperaba su estado natural.


Sus ojos seguían fijos en Fiamma, no le sacaría las pupilas de encima y se encargaría de salirse con la suya costará lo que costará. Era la clase de mujer que daba el todo por el todo, percibiendo como un choque de adrenalina se apoderaba de ella ensanchó el gesto que engalanaba sus labios—Maldición—pensó sabiendo que el siguiente conjuro de la Diggory sería mal pronunciado por está y el efecto que buscará causar en Malfoy no resultaría el esperado.


Le gustaba mantenerse en silencio dentro de los duelos, jamás fue partidaria de charlar con desconocidos o seres que consideraba como sus enemigos. Sabía que la joven que estaba delante de ella, no era neutral y mucho menos mortifaga, no quedaba otra opción que la de asociarla con los miembros de la Orden del Fénix. Aunque poco le importaba aquel detalle insignificante para ella, ante todo porque era lo que menos contaba dentro de esa contienda.

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

BwJfDFR.jpeg

Básicamente ya eres la mitad de una maldición

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La prueba se iba desarrollando sin problemas para la Phoenix. Estaba confiada en que el objetivo de aprender y usar los hechizos del libro, se estaba cumpliendo a cabalidad. No faltaría mucho para que tuviera el libro aprobado y lo pudiera usar fuera de las instalaciones de la Universidad Mágica. Estaba segura que se tomaría un descanso, llevaba varios meses estudiando sin descanso alguno, mas las otras actividades que ya tenía asignadas.

 

Su rival actuaba raro, Fiamma no entendía muy bien que hacia. Pero en realidad no le importaba, para eso estaba el profesor, para estar al pendiente de las acciones del duelo que se estaba llevando a cabo entre ambas brujas. Aún así, era confuso ver a su rival lanzano un hechizo como Oppugno a una piedra ya muerta, porque ni oso era ya.

 

Sin dedicarle mas pensamientos a las acciones de su rival, se propuso usar la Daga del Sacrificio. Si bien sabía que también le afectaría a ella, también quería usar el mayor número de hechizos del libro que estaba cursando. Así que mentalmente invocó la daga, la cual apareció en su brazo derecho. Era muy hermosa, difícil no quedarse observándola en vez de usarla, pero tenía un cometido y Fiamma iría a él.

 

-"Immolo oppugnare"- dijo firmemente mientras se cortaba la muñeca izquierda. Pronto un hilo de sangre corrió por uno de los extremos dejando escralatas gotas en el piso de la bóveda donde se encontraban.

 

Desconociendo que haría su rival después, se dispuso a cururse su propia herida. Como ya había usado su hechizo de Curación, ahora recurriría al clásico y no verbal "Episkey". En el momento en que lo conjuró en su mente, la sangre dejó de chorrear y la herida se cerró, dejando la piel como al principio, libre de cicatrices o marcas.

DfeRG6n.gifjUAGEfn.gifoHXAuxK.gif

IjGydic.png

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

—Immolo Oppugnare—el corte fue limpio y certero sobre su nívea piel. Desprendiéndose un hilillo carmesí que resbalaba por su brazo. Se había sacrificado para agredir a su rival, empleando solamente efectos en esta ocasión, ya que los rayos no estaban a su disposición por el momento. Ahora sus orbes lapislázulis se oscurecieron un poco, dejando en claro que la parte más tóxica y nociva de Malfoy, estaba despertando de forma irremediable.


—Maldición—pensó la Nigromante asegurándose que en está ocasión la siguiente acción de Fiamma, no fuera pronunciada de forma correcta y mucho menos causará el daño que esta deseaba en contra de la vampiro. Era demasiado común para ella, verse dentro de situaciones como esa y lo mejor era que siempre les sacaba el mayor partido a su favor.—Amuleto de curación—tocando el topacio amarillo que colgaba de su cuello, abrazaba su cuerpo por completo con un destello de diferentes tonalidades, sanando el corte que se hiciera con la daga instantes atrás para poder atacar a su rival.


El tiempo corría en contra de ambas, pero estaba segura que al final de todo aquello, conseguiría lo que tanto anhelaba. La sangre corría ahora por sus venas, pero poco faltaba para que ese mismo liquido se desprendiera del cuerpo de sus enemigos, no dudaría en causarles al mayor daño una vez que todo ese poder estuviera en sus manos.

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

BwJfDFR.jpeg

Básicamente ya eres la mitad de una maldición

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.