→~*Mansión Delacour*~← (MM B: 94786)

[Dennis Delacour]

No había podido evitarlo y se había permitido romper en llanto, ella que poco le gustaba llorar y mostrar debilidad lo había hecho de solo pensar en perder a Zoe. Solo pensar en eso le rompía en alma en mil pedazo, había aprendido a amar a la Triviani de tal manera que el solo pensar en que no estuviera más a su lado provocaba una sensación de vacío y desesperación que podrían enloquecer a cualquiera. Que había hecho la ojigris con toda la fortaleza de la cual hacía alarde. Era simplemente una enamorada más del amor convertido en la hermosa mujer que tenía frente a ella.

 

Escucho sus palabras sobre lo que había pasado y su corazón se sintió estrujado. En su mente en ese momento se prometió que no volvería a estar ausente cuando su novia la necesitará y que siempre encontraría la forma de estar a su lado y ayudarla cuando así ella lo necesitará. Pero si de algo estaba más que segura era que la cuidaría más que a su propia vida.

 

Se puso en pie y ayudándola a que se incorporará beso sus dulces labios con un toque de pasión y ternura. Quería hacerle sentir todo su amor en un beso y darle a entender que siempre estaría con ella. MMientras reposaba su frente en la de su novia y la abrazaba a la altura de la cintura escucho aquellas palabras que no esperaba. La miró a aquellos ojos grises que siempre la hipnotizaban entendiendo lo que trataba de decirle. Aun no era una propuesta, solo algo que pensaba hacer. Esas palabras la sorprendieron debido a que Zoe siempre se había considerado un alma libre de ataduras, el solo hecho de un noviazgo oficial había sido un gran paso para ella y escucharla hablar de matrimonio era algo que superaba sus expectativas.

 

Por supuesto que había pensado en aquel tema, quería pasar la vida junto a la persona que amaba pero tampoco quería presionarla, esperaba que ella llevara las cosas a su ritmo. - te amo con todo el corazón, y cuando sientas que es el momento para dar ese paso seré la mujer más feliz del mundo porque tu estas conmigo. Y no debes temer, de ahora en adelante haré todo lo posible por hacerte feliz y asegurarme que estés a salvo - termino de decir dándole un lento y largo beso. - siempre estaré para ti amor - dijo mientras le regalaba una sincera sonrisa.

 

Luego con cuidado la ayudó a colocarse de nuevo su atuendo y mientras acariciaba su mejilla agradecía a la vida por tener a su lado a la mujer más hermosa, sexy e inteligente que pudo conocer. Sabía que la Triviani tenía un pasado que en cualquier momento podría traerles malos ratos pero estaba dispuesta a enfrentar todo por ella. - es mejor que regresemos a la fiesta princesa, sino quien sabe que tanto hablara y molestara mi familia después con los cuentos de porque nos demoramos tanto - dijo riendo para luego rodearla con sus brazos y acercarla lo mayormente posible para besarla con él más grande amor. Era inevitable sonreír en medio de sus besos, eran simplemente perfectos. Se separó de su novia para tomarla de la mano y esperar por su respuesta, quería que se sintiera lista para bajar con los demás, aunque estar sola con ella era uno de sus planes favoritos en el mundo. Podría pasar horas solo contemplando su mirada.

 

Tenían muchas cosas que conversar pero por ahora para ella era suficiente el saber que estaba bien, ya después tendrían tiempo para hacerle frente a las dificultades.

 

Como las cosas cambian en tan poco tiempo, primero piensas que el amor no te va a llegar a ti y luego la vida se confabula para poner frente a ti un ángel que acelera los latidos de tu corazón con solo existir.

 

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[Mia Zoeh]

No esperaba la reacción de mi madre. En el último segundo antes de entregarles la caja con el regalo, se me había pasado por la mente que quizás no les iba a gustar. O lo iban a hallar muy simple. Pero cuando la rubia rompió en llanto, me quebré con ella. Me llenó de besos y lágrimas las mejillas y yo me reí llorando. Un poco lloraba de emoción de verla tan feliz y tan bien con Kamra; otro poco era llanto debido a mis propios problemas. Ella sabía, porque cuando me abrazó me lo hizo saber. Pero no era el momento, ni el lugar. La gente había comenzado a llegar y no quería robarles más tiempo de celebración con los demás.

 

-Creo que el cuarto de los quintillizos es un lugar excelente.- dije ante el comentario de mi madre. Le sonreí a ambas y me volteé hacia los demás. De golpe más gente había llegado. La joven del principio no se veía cómoda con la situación; la notaba apagada y tímida. ¿Me notaría apagada a mí también? Me limpié el par de lágrimas que me había hecho derramar mi madre y me dirigí hacia ella para saludarla más tranquila.

 

-Buenas noches. Soy Mía, hija de Alessandra. Es un placer tenerte aquí.- le expresé cuando llegué a su lado. Quizás cuando entrara un poco más en confianza se sentiría más cómoda con la situación.

 

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[Altaira Ashryver Delacour]

Flashback

Las palabras resonaban en mi cabeza, como dagas atravesando el cuerpo dejándome en completo shock ante el arrebato de furia de Kamra.

Una parte de mi lo había esperado conocía a peliblanca muy bien y sabia como reaccionaba a mis acciones egoísta, porque en efecto mis razones para desparecer eran egoísta. Pero aun después de siglos la parte de Kam que se preocupaba por mi, aunque nunca lo admitiera, aun estaba ahí; siempre considerándome como su hermana menor regañando cuando lo consideraba oportuno.

-Entiendo tu enojo, pero en parte tenia mis razones no solo me fui por egoísmo -el sonido de mis tacones sobre el suelo, la briza del exterior dándome de lleno en el rostro -La marca que contiene a mi demonio esta despareciendo, cada vez tengo menos control.

No quería ver su rostro, notar el brillo de decepción ante su fracaso, a través de la gran ventana preferí observar a los jardines ignorando la tensión latente.

Fin Flashback


Deslice el vestido dejando que se adhiera a mi cuerpo como un guante, el color beige suave apenas mas fuerte que el tono pálido de mi piel.

Venus apareció con los zapatos de tacón negros mientras me maquillaba, había perdido los ánimos de ir a la fiesta especialmente al ver el brillo plateado arremolinándose en mis ojos.

Apreté los dientes y mis manos se convirtieron en puños, el cabello rubio cayendo en hondas alrededor haciéndome ver mas salvaje. Aspire profundo tranquilizándome, debería quedarme en mi habitación pero el enojo de mi amiga ya era bastante como para sumarle mi ausencia, el color verde volvió a cubrir mis ojos y me relaje ligeramente.

No me moleste en arreglar el desastre en mi habitación, Venus se encargaría como siempre.

El sonido de la fiesta se filtraba a través de los pasillos la mayoría de los invitados había llegado sin lugar a dudas, mi cara una mascara de frialdad y aburrimiento, socializar nunca había sido mi fuerte tampoco estaba interesada en que lo sea.

Baje las escaleras, ignorando las miradas, Kamra y Alessandra ya estaban allí rodeadas por un grupo de personas y una... una loba. Tome una copa de una de las bandejas de los elfos y me acerque al grupo, la tensión podía cortarse con cuchillo reconocí a Lisa desbordaba furia, Kam no estaba mejor tenia una mirada que prometía una muerte lenta y dolorosa en dirección a uno de los presentes, preferí acercarme a Alessandra.

-Felicidades Alessandra -sonreí a mi sobrina tendiéndole la bolsa con el regalo, eran collares de oro a juego con el nombre de ambas grabado en ellos -Espero les guste.

 

 

 

 

 

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Editado 4 de Noviembre del 2019 por Aleksandra

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra sonrió a su hija Mía cuando comenzó a hablar con Luna, esperaba que ambas brujas se hicieran amigas, no le gustaba que Mía pasará tiempo sola, sabía que estaba Beryl pero no veía a su hija hace bastante y ni siquiera sabía donde se había metido. Su frente se llenó de arrugas porque sus hijos tenían últimamente la tendencia de ocultarle donde estaban.

 

Para despejar su mente observó a todos en el salón hasta que vio a Aleksandra bajar las escaleras para acercarse a ellas. Mar, su elfina le había comentado que había hablado con la fémina y que le había dado la noticia sobre su abuela, como todos se negaba a aceptar aquello.

 

Se alegró verla en la fiesta, no estaba segura si asistiría pero le gustó que estuviera más que nada por su esposa, si algo pasaba al menos podría pedirle a Aleksandra que se llevará a la Snegovik.

 

-Gracias Aleksandra- le dijo abrazando a la bruja para darle dos besos en la mejilla -no te hubieras molestado- le dijo tomando la bolsita que le tendía.

 

Abriendo el agujero del bolsito sacó dos collares de oro, le sonrió a la rubia para girarse y llamar la atención de su esposa al presente.

 

-Amor mira que nos regaló Alek- le dijo depositandole el collar a Kam para besarle la nuca, esperaba que con eso se calmara y no le diera a la loba la orden de matar a Sean.

 

-Gracias, es hermoso- le dijo dejando que Kamra le pusiera el collar a ella -¿que tal va todo? ¿te quedarás en la mansión?- le preguntó a su tía.

 

 

@ @@Mia Zoeh @ @

[Ada Camille Dumbledore]

Luna Cristal Gryffindor Dumbledore

 

La Señora Alessandra era muy joven para tener hijas mayores, bueno la señorita @@Mia Zoeh debía tener mi edad, pero se veía demasiado joven y tenía bebés pequeños.

 

La joven Mía me habló con tranquilidad y me saludo, yo traté de relajarme era difícil para mí el trato con personas a las que apenas conocía.

 

-buenas noches, gusto de conocerte

 

Solté de a poco trata de no parecer tonta al estar tan nerviosa en compartir. No podía olvidar que estaba en representación de la Familia Dumbledore y debía saber comportarme cómo la dama que debía ser.

 

-Eres hija de la señora Alessandra pero ella se ve muy joven todavía, ¿cuantos años tienes?

 

Pregunté a la señorita Mía.

[Ela Karoline]

Era un día importante en la Misión Delacour, lo sabia, los rumores volaban como hojas al viento en en la comunidad mágica, pero también lo sabia por boca de la propia Alessandra con quien había estado platicando hacia poco en su negocio, y donde había conocido al pequeño Richard, una dulzura de niño que la tenia conquistada.

 

La noche estaba fresca y la Lockhart decidió llegar en uno de sus transportes favorito, el ford águila que se había comprado en una subasta, era un auto hermoso y le gustaba mucho manejarlo.

 

Ya en la puerta de entrada de la Mansión la bruja de cabellos dorados deslizó su nivea mano por el vestido negro ceñido que se ajustaba perfecto a su cuerpo, más delgado que antes pero igual de curvilineo, como si tratara de quitar una ruga imaginaria, quizás era simplemente un reflejo de lo nerviosa que se ponía ahora que tenia que llegar sola a todas partes, sin Ishaya. Levanto el mentón en un gesto de desafío a si misma y avanzo.

 

Ya en el salón la sorprendió la cantidad de gente que circulaba, algunos conocidos y otros no, se sintió tan tímida como una niña en su primera fiesta, pensamiento que la hizo arrugar el ceño e ir en busca de las festejadas. Cuando las ubicó se acerco dejando de fondo los murmullos y la música y concentrándose en su nieta y en su pareja.

 

--Buenas noches -- saludo acercando su cuerpo para abrazar primero a @ y luego a @ --Feliz Aniversario-- dijo entregandole la pequeña caja de cristal --Espero ser testigo de muchas otras celebraciones-- esa era su manera de decirles que les deseaba el mejor futuro posible como pareja y aunque no necesitaban la bendición de la sacerdotisa, se las daba de corazón.

 

Expectante observo la reacción de las chicas ante el presente. Había estado pensando en el obsequio que les daría a las dos brujas, hasta que había encontrado algo que le parecía perfecto, un dije partido en dos, a la vista cada uno, parecía una gota de rocío encapsulada en una piedra azulada capaz de capturar el estado de animo del portador y emitir destellos acordes, pero cuando ambos dijes se juntaban, era como la pareja, se complementaban y formaban un todo armonioso, brillante, la dos gotas de agua fluian como una ola que chocaba contra un pedruzco limpiandolo, así las iba a desentoxicar a ambas portadoras de energías negativas. Ambos dijes iban en una cajita de cristal puestos en el interior sobre un cojincito aterciopelado de color blanco, la caja traía grabadas dos letras y eran las iniciales del nombre de ambas brujas.

[Zoella Triviani]

La Delacour conectó su mirada con la mía, mientras en sus ojos la sorpresa de mis palabras llegó, desde siempre fui conocida por andar libre de ataduras, pero la Delacour había cambiado esa parte de mi personalidad, encontrarla me dio esas ganas de amar que no sabía llevaba dentro, junto al sentimiento de deseo a futuro, de estar a su lado, siempre. Sus palabras llegaron a mi pecho, y mis ojos amenazaron con soltar pequeñas lagrimas de alegría. Sentí sus labios rozar los míos para para a un largo y lento beso que correspondí con gran esmero.

 

- Bajemos - susurré, luego de acomodar mi vestido con su ayuda. Arreglé la larga peluca negra que cubría mi calva y tomé su mano para seguirla escaleras abajo. En la parte alta de las escalera detuve mi andar, para jalarla un poco hacía mi cuerpo, sostuve sus mejillas con mis manos y volví a besarla con toda la dulzura que mi cuerpo contenía gracias a ella - Te amo, te amo con gran locura, y no permitiré que ni si quiera la muerte nos separé - finalicé, dejando un beso en su frente para terminar de bajar las escaleras lentamente con nuestras manos entrelazadas.

 

En la planta de abajo, sus familiares se encontraban hablando, en silencio esperé a que ella nos acercara a ellos y saludarlos a todos.

 

@@Dennis Delacour

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra observaba todo feliz de ver la reunión, a los que quería estaban ahí y los que no habían podido ir se lamentaba pero quería disfrutar la fiesta, pasar tiempo con su esposa e hijos.

 

Las puertas de la mansión volvieron a abrirse para dejar que su abuela Cye entrara bellísima, la Delacour abrió los brazos cuando se acercó a donde estaba para abrazarla, le alegraba muchisimo de verla y más que aceptará ir a la fiesta.

 

-Abuela!- llamó feliz -gracias!! Me alegro qu vinieras- le dijo con sinceridad.

 

Dándole dos besos en la mejilla, se alejó un poco de la Lockhart para observala bien, se veía realmente guapa y esperaba que pudiera encontrar a alguien para ayudarla a sobrellevar la pena y más que nada que la vuelva a hacer feliz.

 

-No te hubieras molestado sabes que no es necesario- le dijo apenada tomando la caja de cristal que le tendía -la verdad yo también espero muchos aniversarios más- le dijo mirando a su esposa sonrojada.

 

Tomó la mano de Kamra y la acercó a ellas para ver el regalo que Cye les había llevado. Alessandra jadeo al ver sus iniciales en la caja y los collares, eran hermosos, no había palabras para expresar la delicadeza de los objetos entre sus niveos dedos, apenas se permitió rozar un dije por temor a romperlo ante lo frágil que se veía con su forma de gota, ante el tacto el dije cambió su color azul a un rojo pasión lo que hizo sonrojarse más porque había personas a su alrededor.

 

-Abuela es hermoso- le dijo tapando los collares para que no vieran el color de esté.

 

Ya su familia sabía lo apasionadas que eran y Dios sabía que los quintillizos eran la muestra de eso pero nadie más sabía eso y no quería que lo supieran porque le daba pena.

 

-Es hermoso, espero que no te gastarás mucho en ellos- no le gustaba que los demás gastaran dinero en ella, le gustaban más los regalos a mano pero estaba agradecida con Cye por el presente.

 

 

 

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[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Al parecer las aguas se habian calamado y no tendria que salir por la puerta trasera. Al menos no por ahora. Y ya que no tenia en mente llevarme nada ajeno en esta la fiesta de la hija de mi futura esposa pues mejor dejarme llevar y disfrutar de la fiesta manteniendo un bajo perfil. A fin de cuentas no queria echarles a perder la fiesta por una pelea sin sentido con Lisa que me llevara a tratar mal a esa loba que me habia gruñido. Ademas, no podia negar que las Delacour tenian esquisito gusto...perosnal y de amistades....la belleza estaba al orden del dia....aunque...si...Lisa debio ser la oveja negra y fea de la familia.

 

Por suerte seguian llegando invitados entre las cuales...encontre a Cye. No creia que se acordase mucho de mi, pero de cierta forma me habia llevado bien con su esposo Ishaya (a pesar del secuestro y todo eso...le tenia alta estima)...aunque claro....era raro que no estuviese con ella. Asi que cuando Alessandra se alejo a ver el regalo que le habia traido su abuela??..en serio??...(sin dudas las lineas de tiempo en ottery estaban fastidiadas cuando las abuelas eran igual de bellas que las nietas)...me acerque a esta.

 

-Hola Cye....un placer ver caras conocidas por aqui...que ya me sentia...desaparecido en la fiesta. -dije sonriendo.

 

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[Leslie Ashryver PB]

-Desaparecido?- se mofó Alessandra.

 

Por un segundo se preguntó donde se había metido, sino fuera porque había tomado de la mano a Kamra habría jurado que lo habían echado junto a Lisa. Pero con lo que le dijo la morena y que el Linmer había admitido que era ladrón observó con ojos de halcón al mago pero se relajo al ver que estaba como había llegado.

 

-No sabia que se conocían- dijo Alessandra a Cye y a Sean - por cierto abuela, Sean y mi madre Perenela se casarán pronto- le anunció con una sonrisa.

 

Debía ver las invitaciones como los invitados solamente para terminar con los preparativos del evento y claro que su madre eligera cuando serían mandadas y la fecha del feliz acontecimiento.

 

-Abuela puedo pedirte algo?- le preguntó frente a Sean -no te molestaría oficializar la boda no?- era mejor tener eso ya resuelto para no volverse loca más adelante.

 

 

 

 

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