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Cuidado de Criaturas Mágicas


Rory Despard
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Al terminar las presentaciones todos no quedamos callados unos segundo hasta que Bel comenzó a darnos nuevas indicaciones, sobre lo que haríamos, fue así como llegaron a cada mesa donde estábamos sentados una unas figuras con un animal mágico diferente, las figuran emitían un brillo revelando claramente que no eran más que unos trasladores.

 

Mientras miraba mi figura, Bel habló directamente con Sebas y Darla a quienes es estaba explicando a donde tendrian que ir a una reserva y una isla que la verdad no escuche bien el nombre, les dio dos días para que recolectan toda la información que creerían que fuera necesaria para después compartirla con nosotros; después de esto se acerca donde nos encontrábamos los demás.

 

Explico brevemente sobre lo que habíamos escogido en cuanto al tema y que por cuestiones de similitud todos iríamos al mismo lugar, por unos segundos tome mi mochila y toque por encima para saber si trae lo necesario para un viaje como el que nos esperaba, imagine un lugar boscoso o algo similar, hasta que escuche nuestro destino.

 

- Por mi no hay ningún problema - dije despues de ver que Bel ajustaba su mochila, a lo que hice lo mismo - Estoy preparado - El lugar se me hacia muy familiar hasta que recordé sobre el incendio que había sucedido en dicho lugar años atrás, donde se decía que había sido causado por que un mago ocultaba un galés verde en el sótano; aunque solo eran rumores y no se sabía nada a ciencia cierta.

 

De igual manera ya estaba preparado y listo para salir del aula.

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La pelirroja observó a la Directora de Gringotts, nunca se había planteado cómo era Mía en su vida diaria, y ahora parecía descubrirlo cuando la bruja contaba sus razones para poseer criaturas y para tomar la clase. Distraída y cariñosamente seguía acariciando la mano de Seba sentada junto a ella, cuando la puerta se abrió y entraron dos jóvenes a la clase, le sorprendió el suspiro de alivio que escapara de los labios de la profesora, pero la vampiresa optó por fingir no haberlo notado. No la culpaba, aunque no pudiera saber en realidad el porqué.

 

Darla había tomado nota mental de los intereses de sus compañeros, los seis presentes parecían coincidir en el control y cría de las criaturas mágicas, sus compañeros de Gringotts se interesaban en el ocultamiento, al igual que la joven que había dicho llamarse Hannity, mientras que el tal Hebbert tenía un único interés. Se sorprendió de que fueran solo Seba y ella quienes querían darles un buen hábitat a sus criaturas, pero ¿por qué no?, si todo el mundo gustara de lo mismo sería aburrido y probablemente habría aún más conflictos.

 

No tuvo más tiempo de pensar en ello cuando la profesora les estaba agradeciendo y preguntándoles si ya estaban listos para salir del aula, así que sería como muchas de las otras clases que habían tomado con Seba. Manos a la acción. Tomó la pequeña figura de un snidget dorado que les había tendido, mientras Seba guardaba la del quintaped. Además les entregó un pergamino que les abriría las puertas a Seba y a ella a dos de las reservas mágicas más importantes de Gran Bretaña. La pelirroja había leído especialmente sobre la Reserva de Snidgets, ya que en su juventud había devorado todo lo relacionado con el Quidditch. Sabía de ellas también por el libro de Newt Scamander sobre Animales Fantásticos y dónde encontrarlos.

 

No podía negar que si le sorprendió que nos los acompañaran y en dos días tuvieran que dar exponer sus conocimientos ante sus compañeros, pero le gustó la idea, sería como que ella y Seba pasaran dos días de vacaciones y Mía no podría retarlos por no ir al banco, estaban estudiando. Aunque por lo visto no debía tomarlo tan así, por lo siguiente que comentaba Bel al resto de la casa, Darla vio a su novio con amor y le hizo un guiño tierno y le tiró un besito con los labios, para luego sonreír a Bel, en señal de reconocimiento por su guiño, Seba ya le respondía por ambos y ella sonrió una vez más.

 

—Así es —dijo mientras Seba tomaba notas, ella tenía el vuelaplumas y una libreta con pergaminos en su mochila aún —no lo pensaríamos —se puso de pie con Seba —vamos a ´ponernos en marcha —confirmó, de verdad le encantaba la idea de poder estar junto a Seba en la experiencia en las reservas, especialmente la de las aves —nos vemos en dos días —agregó despidiéndose del resto de la clase y la profesora.

 

Siguió a Seba y éste le cedió el paso para salir del aula, el pergamino, mientras se preguntaban cuál sería el primer traslador en activarse, grande fue su alegría cuando el snidget dorado fue el primero en comenzar a brillar en un tono azul.

 

—¿Sabías que en los inicios del Quiddith iban tras las aves snidgets? Luego crearon la snitch dorada, para reemplazarlos. Esas avecillas casi se extinguen por mi juego favorito —se lamentó la pelirroja mientras se tomaba de la mano de su prometido.

 

—Cuando tú quieras partimos —comentó y tendió hacia Seba la figura, cuándo él tomó el lado contrario al que ella sostenía, el brillo azul se hizo más intenso indicándoles que se había activado y ambos fueron arrastrados desde la cintura hacia Somerset.

 

Al llegar a la locación de la reserva la pareja dio unos pasos en el aire antes de aterrizar, ahora tomados de la mano. Darla guardó el traslador en su bolsillo mientras Seba sacaba el pergamino que había guardado para no perderle en el viaje.

 

—Modesty fue una bruja muy valiente en el siglo catorce, enfrentarse al presidente del consejo de magos y defender a la snidget dorada —los ojos de la Potter Black brillaban como lo habían hecho la primera vez que leyó el libro Quidditch a través de los tiempos, de verdad había amado a dicho deporte y no solo por sí mismo sino también por su historia.

 

—¿El pergamino dice con quién debemos contactarnos en la Reserva amor? —preguntó mientras se dirigían al ingreso de la misma.

 

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Mientras antes partiéramos mejor seria y mas tiempo tendríamos para poder averiguar todo lo que necesitábamos para la clase y a la vez para el cuidado de nuestras mascotas que era el por que estábamos ahí.


Guarde el pergamino que nos habían entregado mientras salíamos del aula de clases donde no estaba seguro si habían quedado mis otros compañeros o ya habían desaparecido cuando nos despedíamos y le dábamos la espalda, el traslador con el que se quedo Darla fue el primero en activarse, así que supongo era ahí donde íbamos, la Potter Black me hacía una pregunta referente al quiddith pero la verdad jamas había sabido mucho mas de como se jugaba en realidad.


Tomé la mano de Darla, para luego coger de un lado el traslador que nos llevaría a la reserva sin darme cuenta era arrastrado como otras veces a un lugar desconocido, creo que eso era siempre lo mejor de las clases, que había podido conocer muchos lugares, tanto buenos como algunos un poco tétricos.


Escuché en silencio lo que comentaba mi novia, creo que había estado estudiando un poco de que trataba la clase, o en alguna parte ya se había enterado de mucho, saque el pergamino una vez mas, en el figuraban los nombres de los guardabosques que nos podían ayudar, aun no decía de cual era cual.


-Aquí dice Meows y Rats, pero no se cual sea el de esta reserva- señale mientras le tendía el pergamino, y me acercaba al inmenso cartel que estaba a la entrada, pase mis dedos por la madera labrada, donde se señalaba quien había creado la reserva hace muchos años, en el siglo XIV para ser mas exactos.


-¿Crees que tengamos que adentrarlos para encontrar al guía? o lo esperamos unos minutos aquí- en eso me entro la duda de donde estábamos exactamente, por que el clima aun así era un poco frió.

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La sola mención a la festividad de San Valentín, fue suficiente para generar náuseas al Black Lestrange, aunque no hizo expresión facial que lo evidenciara. Quizá su madre, lo entendería. Apenas la figura de grindylow fue depositada frente a él, quitó la vista para poder escuchar lo que Bel Evans les indicaba que harían. Tampoco le gustaba mucho la idea de ir en un grupo numeroso porque, si las cosas se salían de las manos, la organización podría ser un tanto complicada.

 

¡Perfecto! apremió, dando una ligera palmada a su pierna derecha. Elegí esta vestimenta por azar, y al parecer, es lo más discreto que podré llevar.

 

Tomó la figura sin premura. Quizá Mía optaría por usar un Fulgura Nox, o algo por el estilo, pero confiaba en que se reunirían allí dónde se había acordado. Sintió el tirón bajo el estómago unos minutos después, arrepintiéndose de haber tenido un desayuno ligero tras su trote matutino. La sensación, duró pocos instantes, mientras el castaño se materializaba en una estrecha calle del Londres no mágico.

 

Inmediatamente, corrió a apoyarse sobre la balaustrada a uno de los extremos de la acera, junto a un espacio dónde los muggles habían aparcado un par de bicicletas. Devolvió todo lo que traía en su sistema digestivo; lo único que no le causaba estragos así, era la Aparición de forma individual. Se incorporó, cerciorándose de que no tenía ningún resto de vómito en la cara, o en su vestimenta.

 

Heh. El viejo Londres. Si la memoria no falla, estamos a un par de cuadras de Quick Labs.

 

Se sintió tentado a correr a su local, oculto cerca de Lower Thames, para traer una de las batas que usaba en dicho lugar. En lugar de ello, se limitó a apoyarse sobre dicha estructura. A juzgar por el diseño de la calle, era de un solo sentido. Miró a ambos extremos, en busca de Hannity o Heberth, que también debían acompañarles. Nada aún. Bel, había sido la primera en aproximar su mano al traslador, por lo que ya debía estar cerca de allí.

 

Echó a andar, colocándose los anteojos alfa en el proceso. Para los transeúntes, parecerían unas simples gafas de sol; en realidad, le permitían ver las propiedades de objetos mágicos o las emociones de las criaturas, entre otras cosas. Unos pasos más adelante, lograría divisar un monumento erigido en conmemoración al Gran Incendio de Londres.

 

La historia oficial, indicaba que el fuego había comenzado en una pastelería de por ahí. No obstante, la comunidad mágica debatía el hecho, debido a que se rumoraba la presencia de un Galés Verde, en el sótano adyacente de la vivienda contigua. Hizo memoria. Lo había escuchado en Ilvermorny, aunque también en MACUSA. Hivolt Thawne, su padre, lo había referenciado como uno de los antecedentes que, años más tarde, darían pie al Estatuto Internacional del Secreto.

 

¿Debería haber traído mi cámara fotográfica? preguntó, con un dejo de ironía.

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Las presentaciones de los demás miembros del grupo le pasaron desapercibidas, realmente no tenía interés en ellos y en sus facciones fue posible notarlo, por lo que dejó de prestar atención hasta que escuchó sobre la celebración de San Valentín que se acercaba, causó que en sus labios apareciera una sonrisa sardónica, comprendía el desagrado de su hijo por la festividad, pero también esperaba que de alguna manera pudiese sobreponerse porque festejarla no siempre sería malo. Considerando que posiblemente en los próximos días estaría ideando alguna idea loca para tener al menos un ar de días libres soltó una risotada.

 

Seba y Darla irían juntos a buscar la práctica, ¿coincidencia? Podía decirse que sí, pero no le molestó realmente que se divirtieran y pasaran todo el tiempo que pudiese ser posible juntos, porque en el banco los esclavizaba demasiado. Tras escuchar que irían Pudding Lane por medio de trasladores, se negó internamente a usarlo, los odiaba y prefería mil veces la aparición y el Fulgura Nox, desde que había sido lo suficientemente capaz para manejarlo, así que aprovechando que Bel, partió primero haría uso de ese bonito hechizo.

 

—[i}Fulgura Nox[/i] —siseó con un movimiento de su varita mágica, consiguiendo que apareciera un portal delante de ella, el cual cruzó.

 

En cuanto terminó de cruzar el portal que creo, se encontraba en el sitio elegido por la castaña para su viaje de expedición. Conocía bien la historia de ese sitio, había sido parte fundamental dentro de su aprendizaje en Historia de la Magia, y no precisamente en clase, sino por su cuenta. Sabía que el nombre provenía desde la época del medievo, debido a la gran cantidad de desechos de animales que caían de las carretas que los conducían hasta las carnicerías y que con el paso del tiempo, ese nombre permanecía grabado en la memoria de los locatarios.

 

Comenzando a caminar por entre los locales que se extendían por ese sitio, su mente casi pudo viajar a aquella noche del siglo XVII, en donde comenzó el denominado “Gran Incendio”. Los gritos, la gente ayudando, la gran cantidad de humo, todo eso acudió a su mente y no pudo evitar esbozar una media sonrisa, esos muggles, si que eran ingenuos al creer que el simple olvido de apagar una chimenea había sido la culpable de esa catástrofe.

 

— ¿Sabes dónde esta Bel? —preguntó a su hijo, al verlo caminando un par de cuadras por delante de ella— La cámara no creo que hubiese sido algo oportuno, estos muggles se volverían locos se vieran una foto en movimiento. —soltó con decepción en la voz.

 

Esperando pronto encontrarse con Heberth y las Ollivanders, soltó un suspiro y al pasar frente a una pastelería, casi se lamentó no haber tenido tiempo de desayunar, era un tanto temprano, pero el hambre comenzaba a aparecer. Así que esperaba terminar pronto aquello, para retirarse a sus obligaciones y lo más importante, comer.

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En cuanto bel desapareció, espere unos segundo para tocar el traslador y que este se activará, pude ver antes de partir que una de las brujas que estaba en el aula uno un fulgura nox para llegar al lugar, pero al momento de llegar a el lugar y sentir nuevamente tierra en mis pies, me di cuenta que estaba solo en una calle que podría haber pasado sin percatarme mucho antes, sabía la historia del lugar pero en realidad nunca me había decidido pasar por este para saber más de lo ocurrido.

 

Al ver que no estaba nadie cerca de donde me encontraba avance unos cuantos metros hasta lograr ver a aquella bruja que había utilizado el portal para llegar hasta aquí, me acerque a ella quien estaba hablando con otro de los que están en el aula, al parecer eran familia sus rasgos eran algo similares, pero no decidí hacer ningún comentario alguno, solo me acerque y los saludo nuevamente con una seña y un gesto; esperando ver si Bel llegaba.

 

Mientras esperábamos vi la panadería que estaba enfrente y realmente se veían apetecibles aquellos panes y pasteles que tenian en exhibicion, aunque había desayunado, aquel olor le habria el apetito a cualquiera, me di cuenta que Mia la bruja que no era muy expresiva estaba mirando en la misma dirección; así que me atrevi a decir en voz alta a los dos.

 

- Podríamos esperar a Bel en aquella panadería, no cree?- dije mientras aspiraba el olor del pan que inundaba la calle completamente - Creo que hacen falta algunos que estaban en el aula, de igual manera la panadería es el punto más visible - dije mientras pensaba en ir a comer, realmente me había dado hambre aquel aroma a pan fresco.

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La pelirroja tomó el pergamino que su prometido le tendía y leyó la autorización, dirigida a ambos personaje, indicándoles que cursaban el Conocimiento de Cuidado de Criaturas Mágicas y les dieran acceso a la información y lugares que necesitaran recorrer en las Reservas. Hacía hincapié además en el hecho de que buscaban ampliar la información sobre cuidados y cría de criaturas mágicas, tal cual ellos habían mencionado y en su hábitat.

 

—Pues tendremos que averiguarlo una vez dentro amor —comentó mientras se acercaba a su novio que observaba el cartel que indicaba el nombre y fecha de fundación de la reserva —pues así parece, no creo que nos vayan a venir a buscar, vamos bebé —dijo tendiéndole la mano y acercándose al grueso portón de madera del ingreso. Junto a él había una campana.

 

—¿Será para llamar cuando hay visitantes? — preguntó mientras extendía su mano libre y tomando la cuerda la sacudía haciendo golpear el badajo contra el borde. Para su sorpresa el portón de ingreso sostenido con gruesos goznes de acero se abrió, dándoles paso a su interior.

 

—Definitivamente estamos invitados a entrar —dijo mirando a Seba y junto con él atravesaron el umbral de entrada.

 

—Bienvenidos al Santuario Nacional de Snidgets en Somerset hábitat del ave protegida.

 

La voz parecía salir de todas partes y de ninguna en particular, frente a ellos había un camino en cuyo límite oriental se podía ver un cartel de troncos son un snidget grabado y pintado en dorado sobre sus maderas. Resaltaba el pico largo y delgado así como su redondo cuerpecillo del tamaño de una nuez, era una reproducción en tamaño natural. Bajo él se podía leer las características de la criatura:

 

 

Raza: Pájaro

Apariencia: Cuerpo redondo con plumas de oro. Aproximadamente el tamaño de una nuez. Tiene un pico largo y delgado y ojos rojos brillantes.

 

Habilidades Mágicas: De vuelo excepcionalmente ágil que cambia de dirección con una velocidad asombrosa

 

Calificación: XXXX

 

Peligros: en peligro de extinción, se aplican severas sanciones asociadas a su caza.

 

Hábitats Típicos: Solía ​​ser común en el norte de Europa. Se han fundado santuarios en todo el mundo.

—Bueno, creo que esa era la voz de Rat o de Meow ¿o no? —preguntó la Potter Black, aún buscando a su alrededor el origen de la voz, aunque no era imposible que hubiera salido del cartel de ingreso.

 

—¿Seguimos hacia allá? —preguntó la bruja dirigiéndose hacia su prometido que le señalaba las construcciones que se veían más adelante.

 

@@Seba Granger

Editado por Darla Potter Black
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Miré el cartel un par de veces mas mientras escuchaba a mi novia, tomé su mano y empuje un poco mas el portón que ya estaba semi abierto, tal vez habíamos llegado en mal hora, la verdad es que Bel no nos había dicho si llegaríamos en horario de atención.


-Vamos amor, supongo que recorriendo el lugar podremos averiguar un poco mas, espero que en algún momento nos encontremos con el guía- observé la campana de la cual hablaba Darla, pero me parecía difícil que se escuchara en tan inmenso lugar a menos que tuviera alguna especie de hechizo, creo que mejor no lo averiguábamos.


Quien diantres estaba hablando, giré hacía todos lados pero no se veía a nadie y tampoco señales de altavoces como los que solían usar en los parques muggles cuando necesitaban comunicar de algunas cosas a sus visitantes.


-¿Crees que logremos ver a la Snidgets?-sabía que el ave estaba en peligro de extinción, pero no sabía la verdad cuantas especies quedaban aun, eso no lo decía el cartel a la entrada del lugar.


-Nos hace falta una cámara amor, podría haberte sacado una foto junto al grabado- dije sonriendo para luego tocar con cuidado al pequeño pájaro dibujado en la madera.


Cogí la pluma y la libreta de nuevo para escribir las características del pequeño pájaro, igual me parecía raro que alguien quisiera aun cazarlo, ademas me imaginaba que debía ser tan difícil de atrapar como una snitch.


-¿Tu crees que uno de los dos hablo?, ¿amor de casualidad no tendrás alguna botella de agua?- pregunté indicando su pequeño bolso de moke donde siempre llevaba muchas cosas.


-Creo que mientras mas nos adentremos, mas humedad encontraremos- a la entrada del parque era mas extensa la parte que estaba libre de árboles, pero mientras mas caminábamos podía notar que el sol se escondía o perdía tras las copas de los árboles, el crack de las hojas y ramas se oían al caminar.

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La pelirroja escuchó la pregunta de Seba y se quedó pensando unos segundos, las aves habían sido escogidas precisamente por su vuelo veloz y ligero y su pequeño tamaño, que había sido luego replicado en la snidget dorada. Pero si había buscadores que lograban atraparlas en el pasado, no era imposible "capturarlas" en una foto como proponía su prometido.

 

--Si tenemos suerte sí amor, quizás algunos nidos, no sé la verdad en qué época procrearán y en cuanto a la cámara --se quitó uno de las tiras de su mochila y rebuscó en ella dentro --mira, la que gané en el concurso del bosque, creo que nos podemos tomar una foto juntos --sonrió mientras le tendía la cámara a su novio, sonriendo.

 

Esperó que Seba tomara notas y luego con un movimiento de varita la cámara estaba flotando frente a ellos que se ubicaron frente al grabado en la madera, sonriendo abrazados para la foto. Tras tomarla la cámara flotó hacia ella y tomándola en una mano aprovechó a dar un beso tierno a su novio y luego se la colgó del cuello.

 

--No sé si fue uno de ellos o está encantado para que cuando ingresen visitantes les de la bienvenida, espero que los encontremos pronto, porque podemos ir investigando pero no quisiera por descuido lastimar a una de las aves y que nos multen como dice allí, aunque tengamos el pase que nos dió Bel, si alguien no nos lo recibe, es legal, pero se siente como andar de contrabando amor --bromeó mientras caminaban adentrándose en la zona más poblada de árboles del lugar.

 

--Nana y Lualú nos prepararon unas viandas y unas botellas con agua fresca, ya que había que venir con ropa cómoda y guantes de dragón, imaginaron que seguramente tendriamos trabajo de campo pero pocas comodidades --sacó una de las botellas que había en su mochila y se la tendió a su novio, mientras él bebía observó con curiosidad los árboles que la rodeaban, en busca de algún nido, seguramente las aves, por más protegidas que estuvieran, habrían hecho su nido en todo ese hábitat similar al original.

 

--Me imagino que pueden utilizar un hechizo similar al que las mantenía en las canchas de quidditch para mantenerlas en la reserva, aunque supongo que si se parece a su antiguo hogar no sentirán necesidad de irse más lejos --comentó mientras guardaba la botella de agua que le devolviera su novio y volvía a cargar a sus espaldas la mochila.

 

--Pues sí, se siente más húmedo, mira el musgo en esos árboles de allá --señaló unos pinos a unos metros de ellos, parecían antiguos. Había gran variedad de especímenes además de abetos, pinos y otras variedades.

 

--Me gusta la idea de ver un snidget y me alegro que la bruja que los defendió haya logrado que finalmente construyeran este santuario gracias a su actitud de protección ¿creo que ese es uno de los detalles de éste lugar no amor? --comentó la bruja, su amor por el quidditch se mezclaba en ese momento con su amor por las diversas especies de criaturas mágicas y no mágicas, claro que ninguno de esos dos "amores" o más bien pasiones se asemejaban al gran amor y pasión que despertaba en ella su novio, al cual sonrió con ternura mientras se adentraban en la reserva.

 

@@Seba Granger

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La profesora había desaparecido y el Warlock tendría que reemplazar. No le faltaban ganas para matar a Candela porque no estaba preparado para dar una clase más pero no se había podido negar ante su solicitud - Este no es un buen día para ello - El Tonks estaba en medio de un problema por su elfo le acababa de informar que su Thestral y su Billywig habían decidido ir a jugar solos por todo el mundo mágico así que tendrían que atraparlos.

 

- Joven Niko, la carta dice que debe dar Cuidado de Criaturas Mágicas - El rubio sonrió al escuchar ello porque tenía una tarea perfecta para sus alumnos y su elfo que todo lo sabía lo llevaría hasta ellos. Solo bastó un chasquido para llegar al sitio en el que se encontraba uno de los grupos de alumnos. Candela se había encargado de informarle que los alumnos estaban divididos y uno de ellos andaba en un viaje que no podía interrumpir pero los otros tendría que ayudarlo a buscar a sus criaturas las dos muy complejas.

 

- Buenas, soy Niko uno de los Warlocks y me han informado que están intentando aprender sobre ocultamiento de criaturas - Era el tema que habían decidido estudiar así que tendrían que poner en práctica la teoría muy rápido para ayudar a Niko y evitar generar un crisis entre el mundo mágico y el mundo muggle. Con seguridad su Billywig podría generar un montón de caos si no lo atrapaban rápidamente pero esa sería una tarea bien compleja.

 

- Hoy les tengo una tarea muy grande y espero puedan ayudarme. Resulta que he perdido dos de mis criaturas - Hizo una leve pausa - Bueno en realidad no las perdí pero les gusta jugar solas y no las podemos dejar por ahí. Ustedes deberán ayudarme a buscarlas y ocultarlas de los muggles, una de ellas no será necesario pero será todo un reto encontrarla - No sabía cómo harían para encontrar a tu Thestral pero era parte del reto que tenían.

 

- Mi elfo les ayudará en la búsqueda. Solo para que sepan es un Thestral y un Billywig, al terminar esto podremos pensar un poco más sobre los conocimientos del Cuidado de Criaturas Mágicas - Odiaba la teoría y eso así que siempre amaba dar tareas mucho más prácticas pero era la primera vez que le pedía algo como ello a sus alumnos y solo esperaba que todo pudiera salir bien o el Ministerio de Magia no estaría muy feliz con él.

Editado por Candela Triviani

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