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Prueba del Libro del Caos 1


Bakari
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—Pensé que no vendrían.

 

Saludó de manera simple y llana a las brujas y el mago que hicieron acto de presencia en cuestión de segundos. Solamente cuatro de los cinco pupilos que había tenido presentarían la prueba final de vinculación con el Libro del Caos, ¿por qué? Sencillo, porque para la señorita Triviani tenía otros planes, los cuales se los había aceptado muy a su pesar. Sin embargo, por el momento no era relevante hablar más de ella, sino concentrarse en lo que estaría por iniciar.

 

—El momento de comenzar con la prueba ha llegado, síganme si están listos para enfrentarla. —su voz salió como un pequeño gruñido.

 

Estaba cansado, y deseaba terminar cuanto antes, por lo que sin siquiera esperar más con su vara de cristal, abrió un fulgura nox, el cual era lo suficientemente ancho para que Aries, Arya, Kaori y Jessie ingresaran, y fueran traslados hasta el sitio elegido para el duelo, el cual no era otro que el la pequeña plaza del árbol de fuego de la universidad. Si, ese bonito y curioso sitio, que de momento no tenía a nadie más que ellos como moradores.

 

¿Los detalles del lugar? Eran sencillos y conocidos por todos ellos, porque tenía conocimiento de que al menos uno de sus compañeros los había citado en ese sitio antes de comenzar con su aprendizaje. Mirándolos fijamente y analizando todos y cada uno de sus movimientos durante la clase, intentó encontrar la mejor manera de unirlos en parejas para que se enfrentaran uno vs uno en un duelo, el cual definiría su futuro con los poderes del Caos.

 

—Kaori se enfrentará a Jessie. —designó el primer duelo con una sonrisa en los labios, girándose a los restantes— Por lo tanto, Arya se enfrentará a Aries. —ese segundo duelo, sin duda sería interesante por todos los intereses antes vividos.

 

Debían iniciar, por lo que sin más se alejó algunos metros, concediendo espacio a las parejas, las cuales tendrían que comenzar dentro de poco tiempo a lanzarse hechizos, o de lo contrario las pequeñas pruebas que había puesto, para ellos les quitarían tiempo para demostrar sus habilidades con la varita mágica.

 

 

o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o

 

 

  • El duelo se regirá por las reglas de duelos 1vs1
  • Los hechizos a utilizar son hasta Legionario/Tempestad y libros de hechizos hasta el Libro del Caos.
  • Pasadas 48 hrs sin respuesta del alumno al contrincante, se considerará abandono.
  • La prueba durará una semana a partir de la apertura del topic (Hasta el 12-01, inclusive)
  • Pasados tres días sin respuesta, y el usuario no rolea llegada, se considerará abandono y por tanto reprobado.

@. @ @@Arya Macnair @@Jessie Black Lestrange

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No estaba seguro de si la pregunta del Uzza era sarcasmo o de verdad llevaba tiempo esperándolos. Pero, ¿cómo uno se iba a enterar de que él estaba a la espera de ellos, cuando nadie les había enviado una lechuza tras las forzadas vacaciones por motivos navideños? Igual el joven Black Lestrange no se imaginaba que los Arcanos y guerreros Uzza tuvieran familia con los cuales pasarán fiestas, pero claro que las tenían, nadie nace por generación espontánea. Así que no respondió ante aquel comentario y simplemente se dedicó a cruzar el portal en señal de que estaba listo para dar inicio con la prueba.

Se encontraba tomado de la mano de Kaori, cuando escuchó que su rival no era otra persona que Arya Macnair, situación que no le sorprendía nada. Al parecer Bakari había estado estudiando lo incómodo que nos resultaba convivir uno con el otro, así que sin esperar más se apresuró a atacar colocando a Kaori a su espalda.

Mucho éxito en tu duelo amor, no vayas a matar a mi tía. —dijo apenas dejando un corto beso en sus suaves labios. Dándole la espalda a la Macnair, estaba casi seguro que no le atacaría de aquella manera.

El lugar del duelo no era otro que los jardines del ateneo del poder donde se encontraba el árbol de fuego. Un sitio árido donde se podría practicar los poderes de los libros sin lastimar a nadie. A las orillas de aquel campo de 50 metros cuadrados se situaban una bancas de piedra y justo a unos 9 metros a frente a él, viendo a Arya de frente, se encontraba la estatua de la Diosa Uzza.

Espero estés lista pelirroja, Sectusempra.

El primer ataque del mago era un rayo de color plata que si impactaba con el pecho de Arya Macnair le provocaría varias heridas sangrientas lo que la llevaría a la inconsciencia total.

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Siguió al grupo en silencio, ella se hubo reunido con Bakari puesto que siendo docente del propio colegio de magia y hechicería poseía ojos y oídos por doquier. No hizo falta mención, lechuza o carta, siquiera señales de humo, pasadas las fechas festivas sabría exactamente dónde el guerrero Uzza los querría a todos; lo que claramente no sabía era qué le depararía una vez cruzase el portal que éste mismo abrió para sus pupilos. El calor abrasador le dejó saber dónde estaban, las lenguas de fuego que hacían las veces de ramas casi oscilaban cerca de sus mejillas acaloradas y sus ojos verdes refulgían con la misma violencia que las llamas, aquel árbol, tan tempestuoso como su alma.

 

Estaba quitándose un fino saco de hilo cuando las palabras del soldado le quedaron atoradas el medio de la garganta. Allí también se encontraban Jessie y la pareja que tan distraída le tenía. Tragó en seco, en antaño no había firmado ningún contrato negándose a hacerle daño pero el solo hecho de pensarlo, de saberse alzando armas contra Aries le revolvía el estómago. De soslayo vislumbró la sonrisa macabra del guerrero Uzza, el desconcierto reflejado en las facciones de los demás y las palabras de su, ahora, rival, que se amedrentaron en los oídos.

 

Luego, recibió un fuerte impacto.

 

Hubo jugado con el tiempo y su escaso conocimiento sobre el libro del caos. Invocó las fuerzas del caos para hacerse el tiempo a su favor y éste, descaradamente le jugó en contra. Ahora las heridas en su pecho resultaban insoportables a la vista, desplomada en el suelo, viendo su sangre correr, todo parecía una vil irónica ¿quién lo diría? aparentemente no le tembló el pulso al atacar. Episkey pensó rápidamente, no podía morir con tan solo medio respiro de la prueba final, lo volvería a intentar, debía demostrarle a Bakari que podía con todo aquel poder y el que albergaba en su interior aunque no fuese cierto.

 

—Si, si. Lo que tú digas— Respondió a Black Lestrange poniéndose de pie, ensuciando sus palmas con fina arena dorada, quemándose la piel, pero recuperándose progresivamente de las heridas producto del Sectusempra. Su blusa vuelta jirones, un lamentable espectác.ulo, más nada que él no hubiese visto ya.

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Kaori.

Había estado esperando el día de la prueba por algún tiempo, que cuando al fin le llego el aviso no pudo evitar emocionarse. Si bien a la pelinegra no se le daban nada bien los duelos, se había esforzado mucho en esa clase como para no asistir a la ultima prueba. Al no saber que era lo que le esperaba, decidió que lo mejor sería usar algo cómodo, se puso unos pantalones de mezclilla, zapatos bajos y una sencilla camiseta de rayas.

Al llegar al punto de encuentro se percató que su novio ya estaba en el lugar al igual que Bakari y otras dos de sus compañeras de clase. Sin dudar se acercó a Aries y tras dedicarle una sonrisa lo tomó de la mano. Bakari en ese momento abría un portal y los invitaba a que lo cruzaran si es que estaban listos para enfrentar la prueba.

El lugar escogido por el guerrero era nada mas y nada menos que la Plaza del Árbol de Fuego. A pesar de que a la joven bruja le gustaba el calor, el de aquel lugar era insoportable, hubiera preferido ir hacia el árbol en busca de algo de sombra, pero sabía que en un duelo el tener un objeto cerca, era contraproducente.

Cuando Bakari anunció contra quienes se enfrentarían la pelinegra suspiró aliviada, no sabía como reaccionaria si le hubiese tocado enfrentarse a su novio. Seguramente no hubiera usado todo su poder, sin duda no se hubiese sentido capaz de causarle algún daño, por lo que cuando escuchó que se enfrentaría a la bruja de nombre Jessie, se relajó.

―Éxitos mi vida…ve con todo... ― dijo tras corresponder al tierno beso que el Black Lestrange le dio.

Suspiró pues a pesar de que no se iba a enfrentar a su novio, se enfrentaría a la tía del mismo, algo que sin duda la preocupo un poco. Pero tenía que alejar esos sentimientos y concentrarse en aprobar la clase, por nada del mundo quería volver a reprobar. Sacando la varita se alejó un poco de Aries y Arya, quienes ya se estaban enfrentando en duelo, y poso la mirada en Jessie.

―Cinaede ― dijo entonces sin dudar. Alrededor de Jessie surgió un gas invisible extraído de los Pétalos de Pensamiento, mismo que penetró en las vías respiratorias de la bruja cortándolas, para posteriormente pasar a la sangre afectando el sistema nervioso y circulatorio.

Su oponente tendría que hacer algo de inmediato si no quería terminar muerta, que era precisamente lo que el novio de Kaori le había pedido evitar. Aunque claro Jessie era una gran bruja y seguramente saldría ilesa de su ataque.

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Justo en el momento en que el rayo había impactado directo en el pecho de Arya, el anillo salvaguarda para oídos indiscretos se había activado, tenía tantas cosas que decirle, pero sin que nadie más que sólo ellos dos pudiera escuchar. Por su parte invocaba una rueda de poder, la cual al dar un número par incrementaba su poder, fue así como pensó en unas manos fantasmales que aparecieron justo frente a él y por órdenes de este sostenían las muñecas de la joven pelirroja, Arya Macnair, de esta forma ella no podía tener posibilidad de que algún hechizo que necesitará puntería, al tiempo en que ella curaba sus heridas.

Lamento no haber sido todo lo que te prometí que sería. —comenzó a decir mientras la miraba a los ojos. Para cualquiera que los estuviera viendo, solo verían el mover de sus labios. Y él sentía que le debía más que una charla a mitad de un duelo, pero desde aquella vez en la que le alejó no había podido dirigirle la palabra ya que no habían quedado en buenos términos. —No quiero enfrentarme a ti, pero aquí no hay de otra.

No aquellas palabras no eran las únicas que deseaba decirle, como para haber activado aquel anillo, pero quería saber si aquella mujer que tenía frente a él deseaba entablar una conversación que no fuera algo unilateral, aunque si de así quererlo ella lo iba a hacer. Él no tenía problema alguno de ser el que llevará un monólogo en aquel lugar con tal de aliviar un poco las culpas que tenía al verle siendo él tan feliz con la mujer que se encontraba dueleando a unos metros de donde ellas dos se encontraban.

Sabes, he deseado poder hablar contigo desde que la conocí. —fueron sus últimas palabras antes de mover su varita y apuntar a Arya y sisear:

Anular Absorvere.

Desde ese momento la pelirroja no iba a poder hacer uso de aquel hechizo que le rompiera los huesos.

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Finalmente el día de la prueba había llegado. Tras mucha práctica y eventos inesperados llegó el momento por el que se había esforzado por tanto tiempo.

 

Escuchó con atención las palabras de Bakari para después seguirlo al lugar donde los llevaría para realizar el examen.

 

Observó a su sobrino intentando descubrir que le pasaba con una de sus compañeras pero tras las palabras de Bakari volteó a ver a quien sería su contrincante.

 

Respiro profundamente cerrando sus grises ojos para relajarse en el momento. En sus manos portaba cada uno de los anillos que había ido obteniendo en cada clase que cursaba así como los amuletos que había logrado conseguir hasta el momento.

 

Se sentía extraña y no sabía él porque. Sospechaba que no debía de ser muy agresiva o su sobrino se enojaría con ella.

 

La escuchó hablar y supo de inmediato que sus palabras no serían algo beneficioso para ella.

 

-Anapneo- susurró apuntando a su garganta sintiendo como está se despejaba tras el hechizo de Kaori.

 

Volteó a ver a Aries pero no debía de distraerse o las cosas podrían salirse de control. Volvió a respirar profundo, sintiendo aún esposa su garganta, sabía que aún debía de terminar de curarse pero tenía tiempo.

 

Alzando su varita firmemente sujeta en su mano izquierda apunto directo al rostro de Kaori; aquella clase de hechizos eran complicados pero había estudiado arduamente para poder conseguirlo.

 

-Arenas del hechicero- pensó observando firmemente a Kaori. Sabía el efecto de aquel hechizo, ya que los huesos triturados de algún mago caerían en los ojos de su contrincante impidiendo que está pudiera ver con claridad e incluso apuntarle fijamente.

 

Su pecho comenzaba a arderme de nueva cuenta, pero debía de tener paciencia porque faltaba poco para que terminara de curarse.

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Kaori.

La pelinegra suspiró aliviada al ver como Jessie se aplicaba un Anapneo para contrarrestar los efectos causados por el hechizo que le había enviado. Como había imaginado la bruja era hábil y saldría ilesa. Con su mente puesta en el duelo Kaori empezó a analizar cual sería su siguiente acción.

Concentrando las energías caóticas usó una de las ruedas, la de poder para ser precisos, y aunque, el resultado fue favorable para la bruja y tras repasar en su mente los hechizos que podría usar, no le resultaban útiles. Si ella fuera su contrincante intentaría afectar alguno de sus sentidos, por lo que prefirió protegerse de ese tipo de ataques.

―Cantar de Eleboro― dijo en forma clara y de su varita surgió una vibración musical, apenas audible, que protegería los sentidos de Kaori, agudizándolos, dándoles inmunidad a cualquier ataque que Jessie pudiera enviarle para afectar ya sea su vista, oído, tacto, gusto y olfato.

Su contrincante Jessie no perdió tiempo en atacarla y Kaori sonrió satisfecha cuando las Arenas del Hechicero no tuvieron efecto alguno en ella, que hasta el momento permanecía ilesa. Con la Rueda de Poder actuando a su favor la Delacour podría usar hechizos de un rango superior al que Bakari les había indicado por lo que, sin bajar la varita apuntó nuevamente hacía la bruja y dijo.

―Limitate― el efecto del hechizo actuaria directamente sobre la varita de Jessie, limitando las funciones mágicas de la mismas. Dentro de los próximos turnos la mujer no podría lanzar rayos e invocaciones.

Aquello le daría algo de ventaja ya que a causa del Cinaede aun estaba actuando en la mujer y sabía que en el siguiente turno Jessie, debía aplicarse un episkey además de que debía lidiar con el limítate que la bruja le había enviado.

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