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*¨* Soleil Noir *¨* (MM B: 112273)


Jock
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Soleil Noir Arte&Café era su nombre, el lugar perfecto para la deliciosa mezcla entre el placer, el arte y la cultura. Aquel bello edificio albergaba el más exquisito gusto, enfocado a conocedores. Su fachada Art Deco, mantiene intacta aquella imagen, elegante y fresca, utilizando líneas definidas, contornos nítidos y formas elegantes y simétricas, colores primarios brillantes, y diseños de inspiración con ligeros toques de influencia egipcia y griega.
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En aquel lugar se mezclaba el presente con el pasado. Grandes ventanales llenaban cada espacio de luz con aquel toque parisino, que de inmediato te remonta a la época llena de arte y diseño. El edificio cuenta con tres plantas.
Planta uno: Librería
La primera impresión es asombrosa, un espacio a doble altura cubierto completamente por estantes llenos de libros de toda clase, con varias secciones donde sus visitantes podrán encontrar cualquier tipo de propuestas, tanto mágicas, como muggles, mezclando perfectamente arte y cultura de ambos mundos. Los colores frescos y alegres sobre salen, así como los toques verdes que son sados por frescas plantas naturales, haciendo el lugar más acogedor.

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Segunda planta: Café Terraza
Bellos balcones llenos de flores de exquisito aroma y colorido, albergan aquella zona, donde sus visitantes puedes disfrutar de un grato momento en la compañía de un buen libro, con la vista al callejón, mientras disfrutan de uno de las deliciosas bebidas y postres que el lugar ofrece. Diferentes tipos de cafés, tés y chocolates, fríos y calientes. Pasteles, panques y la más deliciosa gama de postres con el mas delicioso gusto. Así como un área específica para dulces y chocolatería.
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Tercera Planta: Restaurante y salones
El salón principal alberga el restaurante, varias mesas se distribuyen, con el más exquisito gusto, manteniendo aquella decoración clásica, grandes ventanales con vitrales bañan de luz y color, al igual que el techo de cristal durante el día, por la noche luz tenue, ideal para una cena formal o una cita romántica. Exquisitos platillos de la más alta calidad culinaria se ofrecen a sus comensales.
Cuenta también con un par de salones privados, donde organizar elegantes tertulias dentro de aquel mismo ambiente elegante y distinguido, contando con el mismo servicio y calidad exclusiva.
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Afiliados: Se aceptan afiliados.

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Editado por Jock

אהבה מושלמת באה במהירות, וכל השקרים צורחים מושתקים


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Finalmente, todo estaba listo, flores, luz y color reinaban a mi alrededor, todo había quedado perfecto, a mi gusto, tal cual como debía ser y más aún después de tener carta abierta con mi querido socio, sonreí divertida ante aquella extraña idea, que en ocasiones me parecía más descabellada de lo que me había parecido en un principio. Nuestra relación nunca había sido precisamente pacífica y el que ahora tuviéramos esto en común era un arma de doble filo, aunque bien ahora habíamos aprendido a llevarnos de manera cordial y ambos sabiendo que podíamos confía nuestras propias vidas en las manos del otro nos hacía estar más allá del bien y el mal. Lestrange y Black nuevamente en un proyecto en común.

 

 

Recorrí con la mirada una vez más el lugar, cada detalle debía ser perfecto, conociendo a Jock no podía haber falla alguna, ambos éramos perfeccionistas en extremo y más aun sabiendo que estaba bajo su escrutinio constante, no iba a darle aquel poder, ambos conocíamos nuestras debilidades y carácter y no dudaríamos en atacarnos así fuera solo por diversión.

 

 

En la primera planta la librería, tanto mágica como muggle, aquello había sido un capricho mío, sabía bien el desagrado que Black sentía por el mundo muggle y sus constantes críticas para mí en dicho tema, pero finalmente al haber dejado todo en mis manos era un riesgo que tenía que asumir y ahora aceptar. Amaba la lectura fuera cual fuera su procedencia y aquella oportunidad era única.

 

 

Cada pared existente estaba provista de un librero en el cual cientos de libros habían sido ordenados por tema, a la derecha los mágicos, a la izquierda los muggles. Enredaderas mágicas de verdes hojas recorrían aquel bello lugar dándole un toque más “natural” y fresco para los usuarios, aumentando mas el atractivo.

 

 

En la siguiente planta la cafetería estaba también lista para su apertura, la decoración había sido perfectamente elegida bajo mi fina dedicación y buen gusto, remembrando los cafés parisinos con aquel característico toque exclusivo que yo misma adoraba, finos postres y exclusivas y deliciosas bebidas esperando para ser degustadas por los más finos paladares.

 

 

En el tercer piso estaba listo el salón principal donde la fiesta de inauguración se llevaría a cabo, esperaba que aquello fuera todo un éxito, adoraba la idea de tener un nuevo negocio y tomando en cuenta aquella sociedad pintaba para ser toda una aventura. Suspiré esperando que fuera un éxito, y que el lugar cumpliera con todas nuestras expectativas.

 

 

-- Bien pues aquí vamos...-- dije una vez que todo estuviera listo, esperando que estuviera lleno de éxito. Solo bastaba esperar a la gente que asistiría al primer día, esperando sus mejores deseos.

 

 

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@Jocker

Editado por Sol Lestrange Black R

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Habían pasado mucho tiempo hasta que se había dignado a mostrar su rostro en un lugar mágico pero no tenía otra opción, necesitaba hacer esas compras que le quitaban el sueño, luego regresaría al anonimato.

 

Se apareció en el Callejón Diagón haciendo levantar el polvo por la ráfaga causada cuando tocó el suelo empedrado. Llevaba una túnica de color verde oscuro y una capa negra sobre sus hombros, el rostro descubierto mostraba una juventud inusual, grandes ojos grises miraban a ambos lados de la calle mientras intentaba recordar donde se encontraba el antiguo local.

 

Caminaba despacio mirando escaparates y vidrios que reflejaban su rostro sin expresión. No reconocía el lugar, muchas cosas habían cambiado desde su alejamiento, negocios nuevos se imponían en ambos lados de la calle...

 

-Soleil Noir Arte&Café... inauguración- leyó en voz baja deteniéndose delante del edificio - Sol Lestrange y Jocker Black- Recordaba esos nombres, sin embargo se le hacía difícil imaginar que ambos pudieran estar emprendiendo un negocio juntos.

 

Ingresó a la primera planta fijándose que era una librería sin igual: grandes estantes que contenían una variedad de libros poco creíbles de encontrar en el mundo mágico, libros muggles; macetas con plantas enredaderas que colgaban de los estantes daban un aspecto de bosque tranquilo y apacible.

 

El lugar era exquisito para pasar la tarde y eso planeaba hacer, esta distracción hizo que se olvidara de lo que la había traído aquí en un primer momento.

| Camaleón |


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Malfoy | Pensando en volver | Gaunt


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Me tome un respiro después de que todo hubiera quedado perfecto, tenia una sensación rara en el pecho, y no tenia mucha idea de a que se debía, seguramente eran los nervios, aquella hazaña iba a ser rara nuestra combinación siempre seria explosiva, fuera cual fuera el resultado, camine por el lugar como si fuera un cliente mas, intentando imaginar que pasaría por sus mentes cuando estuvieran aquí...¿De verdad seria lo que esperaba? ¿Habría valido la pena todo aquel esfuerzo? De pronto sentía que todo el peso del pasado estaba sobre mis hombros, como si los últimos diez años se hubieran esfumado y estuviera de nuevo ahí, hecha un manojo de emociones desbordadas.

 

 

--Todo estará bien...- dije apretándome el puente de la nariz intentando calmarme, respiré profundamente un par de veces mientras un dolor punzante se clavaba en mi pecho y en la cabeza. Seguramente era el agotamiento, tenia días enfrascada en el lugar, en el ministerio en tantas cosas que a veces no tenia ni un poco de tiempo para mi, y ahora estaba aquí, sola...donde estaba todo el mundo.

 

 

Regresé a la puerta de pronto me sentía encerrada, con ganas de salir, como si fuera en otro lugar donde tenia que estar, peor estaba ahí dispuesta a hacer que aquel lugar lo que tanto había deseado que fuera. Los años me estaban volviendo paranoica, sacudí la cabeza necesitaba dejar de pensar tonterías y enfocarme en el aquí y ahora sin que nada perturbara mi tranquilidad, finalmente lo que estaba por pasar nada lo detendría.

 

 

Y ahí frente a mi una figura del pasado se materializó, entorné los ojos sin poder creer lo que veía, tantos años sin verla, sin por lo menos una noticia, pero sin duda alguna era ella, tal como la recordaba de la mansión Black, el pasado estaba ahí frente ami.

 

 

--No lo puedo creer...-- dije acercándome a ella para después sin reprimirme darle un fuerte abrazo.--¡¡Kiara, pero que sorpresa verte aquí!! Si esto es una casualidad, de verdad que es mi día de suerte...-- admití soltando el abrazo para mirarla detenidamente...--Pero mujer los años han sido buenos contigo, estas realmente hermosa...

 

 

@KiaramelO

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Matt McGonagall

 

 

Últimamente pasaba mucho tiempo recorriendo aquel callejón, era sin lugar a dudas su lugar favorito en Londres. No importaba cuanto tiempo pasase allí siempre había algo nuevo por descubrir, probar, gente que conocer era una de las arterias principales de la vida mágica no solo de la ciudad sino en todo Gran Bretaña y el como extranjero recientemente llegado lo agradecía.

 

Era una tarde muy agradable, hacía frío si pero nada muy extremo, el sol se dejaba ver por momentos cuando se lograba hacer paso entre las perezosas nubes que cubrían el cielo y durante esos momentos bajo los rayos del mismo la temperatura aumentaba unos deliciosos grados más.

 

Matt se prendió el primer botón de la chaqueta abrigada que llevaba puesta en el momento que el sol volvió a desaparecer tras las nubes, metió su mano izquierda dentro del bolsillo de su jean mientras se observó el reloj que tenía en la muñeca derecha, estaba bien de tiempo.

 

Días atrás descubrió que estaban por abrir una especie de café – restaurante con muchas opciones culturales en el callejón y aquella tarde sería la fiesta de inauguración y todo el mundo estaba invitado para disfrutar de aquella velada que se extendería hasta bien entrada la noche.

 

El ojiazul estaba libre y no tenía ningún otro compromiso y como reciente miembro asiduo del callejón no se iba a perder aquella oportunidad. Llegó a dicho lugar unos minutos mas tarde para encontrarse con una muy atractiva fachada que destacaba por sobre las tiendas vecinas por su arquitectura y aires parisinos que contrastaba con los demás edificios ingleses.

 

Cuando estaba por entrar al local para descubrir que lo esperaría dentro una bruja se acercó también, criado como había sido por su familia el castaño se hizo a un costado mientras que con una mano abría la puerta caballerosamente para que ella pasara primero y con el dedo índice de la mano libre se levantaba un poco su infaltable sombrero estilo vaquero que mas de una vez había arrancado miradas curiosas de transeúntes del callejón.

 

@@Dorothy Anne

 

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Durante esos días las visitas al Callejón Diagón se habían vuelto poco frecuentes. Había temporadas en las que Dorothy tenía la tendencia a aislarse de cualquier contacto social, pero a medida que pasaban los días sentía cómo iba asfixiándose de tanta soledad y temía incluso de enfermarse de tristeza, si es que eso podía ser posible.

 

Por eso cuando aparecían esos brotes de entusiasmo se aferraba a ellos como ancla al suelo. Aprovechaba para salir, tomar un café, enviarle una lechuza a viejas amistades, pintar… cualquier tipo de cosas que la llenaran de regocijo y satisfacción. Esa mañana hizo una parada para comprar varitas de regaliz, no recordaba la última vez que había comido una.

 

Al caminar se sentía maravillada con lo que le ofrecía su entorno. Las fachadas, junto con los letreros e incluso la vestimenta de los magos, hacían de su entorno una explosión de colores. Incluso el ruido parecía una alegre melodía, parecía que la risa de los niños, el canto de los pájaros y las voces de los comerciantes seguían el mismo ritmo. Todo eso mientras seguía saboreando las varitas de regaliz, cada una tenía una textura y sabor distintos.

 

Se detuvo ante un local que llamó su atención por la variedad de estilos que ofrecía su interior. Al principio pensó que se trataba de un restaurante, pero al fijarse en el letrero se dio cuenta de que el local ofrecía más de una opción. La palabra Arte la hizo preguntarse si encontraría allí dentro algún tipo de galería con obras que apreciar.

 

Sin embargo no estaba muy convencida. Miró a su alrededor: habían muchos magos y brujas circulando, como si hubiese algún tipo de evento. Inmediatamente después leyó un anuncio con la respuesta. “Una inauguración… ” Pensó distraída antes de entrar. Estiró sus brazos con la intención de empujar la puerta antes de darse cuenta que alguien más lo hacía.

 

Giró discretamente su rostro y vio a un joven de cabellos castaños caminar detrás de ella. “Gracias” alcanzó a decir, deseando haber usado un tono de voz más elevado. El mago tenía un peculiar, lo que la llevó a concluir que no era de Inglaterra, o simplemente buscaba sobre salir por su aspecto. Optó por la primera opción.

 

La primera planta era asombrosa, había varios estantes con cientos, miles de libros apilados, uno al lado de otros. Dorothy los miró embelesada, ¿podría el ser humano llegar a tener todos los conocimientos del mundo? A menos que existiese un hechizo para eso estaba segura de que no podría ser posible.

 

Por otra parte, ver a tanta gente reunida en un solo sitio, le hizo replantearse la razón de estar ahí, ¿¡y por qué estaba allí!? Tal vez se trataba de un evento exclusivo y en algún momento la echarían. Vislumbró al mago del sombrero y se dirigió rápidamente hacia él. No solía acercarse a

desconocidos, pero el gesto que tuvo al abrir la puerta le brindo —quizás— cierta confianza.

 

—Disculpe, ¿sabe si se necesita algún tipo de invitación para entrar?

 

@@Syrius McGonagall

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Matt McGonagall

 

 

Entró detrás de la chica que le agradeció con un <<gracias>> el gesto, cerrando con cuidado la puerta de entrada detrás de sí Matt se encontró con una habitación que no esperaba para nada. Parecía una enorme biblioteca, los techos eran altos y hasta ellos llegaban elegantes estanterías de madera cargados de miles de volúmenes de todos los colores, tamaños y formas.

 

Y para dar un toque aún más novedoso repartidas por toda la habitación distintos tipos de plantas colgaban desde los estantes dándole un toque verde y de aires frescos al lugar. El canadiense estaba realmente sorprendido con todo aquello, al entrar al café no esperaba encontrarse con una biblioteca, observó la escalera que se perdía hacia el piso superior y dedujo que quizás llevara al “café” propiamente dicho.

 

Pero si tenían semejante espacio delante no era para simplemente ignorarlo y pasar directamente al siguiente nivel, querían que escogieran algo para disfrutar de la tarde. El ojiazul se dirigió al primer estante que tenía a su derecha y comenzó a repasar con la mirada los lomos de los distintos libros que ocupaban la estantería leyendo los títulos.

 

 

Eran todos de literatura mágica y parecían ser del género épico, algunos títulos le sonaban otros no e incluso algunos estaban escritos en idiomas que el castaño desconocía. Tomó uno que le llamó la atención “Crónicas de Gigantes”

 

Lo sostuvo con una mano mientras que con la otra se quitaba el sombrero y lo hacia desaparecer (era mala educación entrar a un lugar con el sombrero puesto) y justo cuando terminaba que realizar aquello una voz lo hizo girarse.

 

Era la chica de cabello castaño a la que la abrió la puerta hacia tan solo unos minutos –No, no se necesita una invitación, es entrada libre – le sonrió a la bruja -¿Llegaste de casualidad? –

 

-¿Es sorprendente no? No esperaba encontrarme con una biblioteca así al entrar en un café, es enorme – la chica parecía ser más a o menos de su edad y tenía un fuerte acento británico, a Matt le encantaba aquel acento y estaba seguro que después de cierto tiempo algo de aquella manera de hablar se le terminaría por quedar en el.

 

 

@@Dorothy Anne

 

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El rostro se Dorothy se alivió cuando escuchó la respuesta del mago, y la idea absurda de tener que ser echada del local fue desechada en instantes. Se distrajo unos segundos con el libro que el joven tenía en sus manos. “Crónicas de Gigantes” leyó rápidamente, sin querer parecer entrometida ni curiosa. Entonces fue consciente de que le habían realizado una pregunta, y volvió a mirarlo.

 

—Sí, sí —respondió mientras asentía con su cabeza. —. Caminaba por el Callejón y sentí curiosidad, ¿tú también llegaste de casualidad?

 

Pensó que tal vez conocía a los dueños. La sociedad de Ottery abarcaba un gran número de magos y brujas, pero contradictoriamente todos se conocían. Se había convertido en toda una metrópolis, llevándose cualquier rastro del pueblito que la recibió hacia unos cuantos años atrás. A veces añoraba esa serenidad.

 

—Uuumm, la verdad yo tampoco lo esperaba. —terminó por reconocer, después del comentario del chico. Lo miró curiosa, el sombrero ya no estaba.

 

Se quedó con la mente en blanco, no estaba acostumbrada a hablar con desconocidos, incluso creía que sus habilidades sociales habían empeorado en los últimos meses. Lo observó, de nuevo, luego de fingir que su atención se había desviado a otro lugar, ¿qué podría decirle? Notó que tenía un acento bastante singular, al igual que su sombrero.

 

—¿De dónde eres? No pareces de Londres —hizo una pausa observó sus manos con la esperanza de ver el sombrero. —. Creí haberte visto con un sombrero… ¿eres de Texas?

 

Ya estaba haciendo muchas preguntas.

 

—Por cierto, me llamo Dorothy. —y estrechó su mano. Presentarse era el protocolo social más básico, así que pensó que sería lo más apropiado.

 

@@Syrius McGonagall

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Cualquiera que la conociera diría que los rumores de la apertura de una nueva librería en el Callejón era el motivo de su visita, pero no, sus intereses iban más allá del placer de oler libros nuevos y viejos, rodeada del silencio de otras personas cuyo único deseo era el de entablar una comunicación íntima con las hojas que pasaban cada vez que avanzaban una página. Pero para ella eso era un placer secundario, porque lo que realmente quería era encontrarse con una bruja de nombre Sol, de la cual le habían llegado ciertos rumores que quería comprobar personalmente. Sabía que se estaba exponiendo, pero no importaba.

 

La puerta se abrió suavemente ante su llegada. El primer piso era la libreria, por ahora no tenía intenciones de conocer las demás plantas. Se aventuró a recorrer cada rincón, con la esperanza de que la dueña estuviese ahí. ¿Cuál era su plan? Empezar una charla casual o quizás ir al grano. ¿Qué era lo que peor podía pasar? Aún tenía varios hechizos bajo la manga por si algo salía mal y no tendría contemplaciones.

 

Escogió un libro al azar, uno que pertenecía al mundo de los muggles. A juzgar por el título y la pequeña sinopsis en la parte trasera de la contraportada, se trataba de un crimen no resuelto. Las dos primeras páginas relataban el éxito de un policía a punto de jubilarse por haber resuelto el mayor de los crimenes en su comunidad, una pareja de ricachones y una accidental testigo habían muerto a manos de un despiadado asesino que no tuvo reparos en darle a cada uno 47 puñaladas. Sintió intriga, así que continuó leyendo para saber un poco más.

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Contemplaba el lugar desde el barandal en el tapanco de la librería que rodeaba la primera planta, justo en torno a la cafetería, la gente iba y venía y no pude evitar suspirar, estaba siendo un éxito y aquello me hacía muy feliz, a pesar de que mi flamante socio como era de esperar no había puesto un pie en el lugar, aunque en realidad no me sorprendía, Black era un vago natural.

 

 

Y como si mis ojos fueran atraídos por un imán, mire hacia la puerta por ella entraba una mujer, que de inmediato me pareció familiar, grande fue mi sorpresa al reconocerla, vaya, tenía años sin verla y para ser sincera los años parecían pesarla de lado, seguía tan cual la recordaba, con aquel porte impresionante que llamaba siempre la atención por donde se paseara. Aquel cabello celeste era uno de sus principales y llamativos encantos, mi mente voló años atrás, a aquellos momentos donde habíamos convivido, y si últimamente y con todo aquel lío, había recordado quizás demasiadas cosas.

 

 

 

Sin pensarlo más me dirigí a las escaleras y con paso veloz baje, esperando no perderla de vista, casi corrí y busqué entre la pequeña multitud su cabello, no tarde en ubicarla en la sección policíaca de libros muggles, tenía uno de los libros entre sus manos y parecía bastante interesada, me acerque sigilosamente esperando que me recordaba con el mismo cariño que yo a ella.

 

 

--Madame Crouch pero que grata sorpresa…—dije llamando su atención cuando estuve lo suficientemente cerca –Estas hermosa por Merlín que los años solo te ponen más bella…-- Sonrió y eso basto para que hiciera el último movimiento y la abrazara con alegría—Me has mantenido muerta de hambre, por Merlín eres una mala cuidadora…--le reproche con aquella vieja broma compartida hace años.

 

 

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