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Prueba de Nigromancia #14


Báleyr
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Estaba aguardando la llegada de ambos. En su vieja y huesuda mano descansaban las copias del anillo original de Nigromancia que Báleyr debía entregarles a sus pupilos. Ambos ya guardaban el poder pero estaba en sus alumnos activarlo, comprenderlo y usarlo durante la prueba que iban a enfrentar cuando cruzaran alguna de las puertas.

 

Las figuras aparecieron y se acercaban al Arcano.

 

- Veo que se dignaron a cruzar el portal - refunfuñó por la demora que habían tenido - Les advierto que a partir de ahora estarán solos. Solamente, el anillo, su magia y ustedes tendrán que sortear la última prueba que pondrá en vista las habilidades que ustedes tienen para poder activar el poder de estos anillos que les entregaré - ambos flotaban enfrente de los pupilos - Debo decirles, también, que apenas que crucen alguna de las puertas ya no habrá vuelta atrás por lo que no quiero tener que ingresar para sacarlos inertes y sin vida.

 

Aquellas palabras podían resultar chocantes pero eso era lo que los hacía despabilar.

 

- Tomen uno cada uno y síganme - les ordenó.

 

Subieron un par de escalones llegando a la sala central de las puertas.

 

- Frente a ustedes tienen las dos puertas. Apenas se acerquen a la correcta su anillo comenzará a vibrar y sentirán que la habilidad comienza a envolverlos pero está en ustedes mismos ocupar su poder correctamente y en el momento indicado - los miró - caso contrario, quedarán atrapados - volvió a recordarles.

 

Ambas puertas estaban enumeradas con un uno y un dos tallados sobre las mismas.

 

La decisión estaba en ellos. Pero el Arcano sabía que fuera la puerta que eligieran tendrían que pasar por lo mismo. Uno de ellos aparecería en la orilla de un lago que tendría que cruzar pero, al entrar en él, inferis intentarán apoderarse de su cuerpo sacudiendo el bote de un lado a otro. Si lograba sortearlos una neblina lo invadiría llevándolo por el camino de las ánimas que iban a hacer todo para poder llevarlo hacia el "otro lado" y no dejarlo escapar. En caso de pasarlas exitosamente, llegaría a la orilla pero, antes de poder cruzar el portal para finalizar, tendría que intentar responder el acertijo de la esfinge que lo protegía.

 

Por otro lado, la puerta dos, guardaba un laberinto que tenía que sortear muchas situaciones. A los pocos pasos, dos cuerpos sin vida estarían tendidos en el suelo por lo que el pupilo tendría que averiguar las causas de muerte de ambos para poder continuar ya que el camino estará bloqueado por una pared de vegetación que sólo iba a abrirse cuando dijera correctamente las respuestas. El primero de los cuerpos estaba completamente calcinado y el segundo no tenía absolutamente nada por fuera. Como Báleyr les advirtió en sus primeros pasos, tienen que aprender a ver todo para saber que es lo que pasó.

 

Luego de pasarla, la misma neblina inundaría el lugar para que las ánimas volvieran a hacer sus jugarretas; ahí es donde entraba la habilidad del anillo entregado. Si lo sorteaba, y antes de salir del mismo y poder cruzar el portal para finalizar, iba a tener que resolver el acertijo de la esfinge que lo protegía.

 

- Es momento que hagan la elección - masculló mientras seguía con su pipa - ¿Puerta uno o dos mis queridos? - finalizó.

 

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Editado por Báleyr
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Había llegado el momento que la Delacour quería desde que entró a la mazmorra, ser digna de la confianza del arcano y poder vincularse con la habilidad, aunque sentía un gran vacío después de lo ocurrido en el portal; al desprenderse del recuerdo de su padre se sentía incompleta.

 

Suspiro.

 

La muerte era muy cruel pero aunque lo sabía siempre le sorprendía con algo nuevo. Alessandra apareció frente al Nigromante que gruño con fastidio por estar aguardando su llegada, Báelyr les dio unas palabras antes de hacer que los anillos de aprendices flotaran cada uno a su poseedor.

 

La Delacour tomó el suyo y siguió al anciano, después de haber hecho un par de habilidades antes le seguía poniendo nerviosa enfrentarse al portal, cada vez que lo cruzaba debía enfrentarse a una prueba de su pasado, cómo si le estuviera diciendo algo pero no lo entendiera aún. Llegaron a dos puertas marcadas con números mientras el Nigromante les explicaba lo que pasaría a continuación.

 

La demonio esta vez no dejó que su mente la dominará cómo le solía pasar sino dejó que el mismo anillo le ayudará, dio un suave pasó para la puerta uno pero al final se desvió por la dos y su anillo vibró y la puerta se abrió arrastrándola cómo si fuera una mano invisible la que tiraba de ella.

 

***************

 

 

Alessandra apareció dentro de un laberinto, confundida por aquéllo se abrazó con sus propios brazos y comenzó a caminar por el lugar dónde se topó con dos cadáveres en el suelo.

 

Revisando que tenía su varita y con su anillo de Nigromancia en su dedo del medio se acercó a ambos cuerpos.

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Al llegar cercano a una pirámide, algo que me agradaba porque me hacía recordar mi tierra natal, note algo extraño. El arcano poseía anillos ¿Acaso otra prenda debería portar? ¿Era posible que existiera peligro si usará esa joya con el poder de los Guerreros Uzza? Mientras que duda sobre esa implicación, mi cuerpo siguió las instrucciones del arcano como en automático.

 

“Extraño, no recuerdo ninguna pirámide con esta edificación ¿Será realmente una pirámide o es algo más?”

 

En verdad estaba confundido por donde me encontraba y su interior me contradecía, no obstante ya había determinado ingresar en la segunda puerta, pero la Delacour se me adelanto y así que me toco a delimitarme a tomar la otra opción restante. Sin embargo, antes de irme le comente algo al arcano, dado que estando en las mazmorras me llamo algo la atención.

 

-¿Qué es este lugar exactamente?

 

Espere su respuesta y al tenerla, ingreso por la puerta número uno, la cual me lleva a un oscuro y frio.

 

-¡Lumos Lunae Maximus!

 

Y una esfera comienza a brillar rápidamente y sale disparada al firmamento, en verdad lo que observaba me dejaba sin palabras, jamás había observado el firmamento sin estrella o luz ¿Acaso era una caverna subterránea? Pero ese lago que apenas se denotaba a lejanía se encontraba muy tranquilo, pero mi cuerpo no se desplazaba a mi voluntad, al parecer debería pagar un sacrificio para poder continuar y si era así me encontraba rodeado de una magia muy oscura.

 

“Al parecer deberé sacrificar mi sangre para continuar.”

 

E invocando la daga de Sacrificio me ocasiono una herida en la mano, con ello logro lograr la movilidad a la perfección, pero perdía lentamente vitalidad. En ello cada gota de sangre caía en la arena. Al llegar a la orilla, note una cadena y con algo de magia la impulsaba para lograr sacar algo que se acercaba poco a poco, al parecer era una barca con un viejo escudo antigua, un símbolo que poseía aquel anillo que portaba.

 

-Interesante.

 

Cuando comenzaba a navegar al poco tiempo esta embarcación comenzó a dar giros, al parecer alguna creatura habitaba en el agua. En ese momento comenzaba usar mis amuletos de los Guerreros Uzza pero no funcionaba, ello me alerto y me indico que era algo muy peligro ¿Pero que pudiera ser?

 

“Si para continuar mi sangre fue necesario, este lugar debe estar rodeado de las artes oscuras, es una lástima que no me especializado en este arte o la defensa contra las artes oscuras, así pudiera estar mejor preparado, aunque por el conocimiento de las criaturas mágicas y ese tipo de vegetación casi inexistente, me indica que al parecer me pudiera estar topando con una delas criaturas más peligrosa del mundo.”

 

Suspire y lance la mirada al horizonte, allí observa a la distancia una orilla y una pila de leña, conocía el conjuro que debería lanzar, pero era muy posible que eso desatara el desastre y no estaba del todo seguro estar preparado para lo que se me avecinaba. No obstante, lo utilizaba y varias flechas de fuegos salen disparado en aquella dirección.

 

“Espero equivocarme.”

 

Y cuando impactaron las flechas una poderosa luz termino de iluminar el entorno, en verdad era una caverna muy curiosa. En aquel momento note la criatura a la que me enfrentaba, era sin duda mi temor, eso note como me encontraba rodeado de una cantidad de inferí que no podía calcular, lanzaba toda maldición y hechizo se me pudiera venir a la mente para enfrentarlos.

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Báleyr se quedó observando las elecciones de sus pupilos. Ambos habían logrado entrar exitosamente a cada una de las locaciones a las que habían sido enviado.

 

Alessandra se encontraba enfrente de los cuerpos. La muchacha podría llegar a pensar que esa escena ya la habia vivido pero no sabía a lo que se enfrentaba: si no lograba descubrir la causa de muerte de cada uno de los cadáveres, éstos se levantarían e intentarían atraparla para dejarla presa en el laberinto.

 

Por otro lado, el muchacho, parecía no haber comprendido lo que tenía que hacer. Todas las acciones que llevó acabo resultaron completamente inútiles debido a que no surtieron efecto y él continuaba dentro de la barca rodeado de inferis que reclamaban su cuerpo para hundirlo en las aguas oscuras de aquél lago. Si no lograba descifrar el uso que tenía la sortija de la habilidad quedaría atrapado en las ánimas.

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Alessandra se acercó a los cadáveres en el suelo cerca de una pared de vegetación, un cuerpo estaba completamente quemado, a simplemente vista uno pensaría que su muerte había sido esa pero la Delacour sabía que no siempre era el caso, se acercó al cuerpo quemado porque el segundo le devolvía el estómago por la falta de piel y la exposición de sus músculos.

 

La navaja dada por el Arcano seguía con ella por lo que se se agachó para trabajar con el primer cuerpo, aunque estaba completamente quemado fue fácil cortar desde dónde devio estar su ombligo hasta bajo el mentón, con cuidado abrió las costillas exponiendo sus órganos internos. La demonio no se sorprendió de ver sus pulmones completamente negros a causa del humo aspirado, sintió mucha pena por la persona que seguramente abría quedado encerrada sin posibilidad de salir asfixiandose con el humo.

 

Un sudor frío le recorrió por su espalda, para ella la falta de aire era la peor de las muerte ante la desesperación de respirar; mordiendose los labios siguió revisando el cuerpo pero además de las quemaduras por todo su cuerpo y el color negro de sus órganos no había signo de alguna otra causa de muerte.

 

- Muerte por falta de aire antes de que su cuerpo comenzará a quemarse- se dijo para ella.

 

Después pasó por el segundo cuerpo que comenzó a revisar, por el físico era una mujer sin duda, había un par de hematomas en el lugar de su corazón se habían formado después de darle al menos cinco puñales en él, apretando los labios y la nariz arrugada a causa del olor a descomposición comenzó a abrir el cuerpo por la mitad haciendo el corté dónde estaba el ombligo para arriba.

 

Lo primero que hizo fue revisar su corazón y las herida, se había desangrado muy rápido ante tantos cortés por lo que no sufrió cuándo la despellejaron, aquéllo debía ser alguna mafia muggle en venganza con la mujer.

 

- Apuñalamiento repetitivo en el corazón- suspiro con pena por el sufrimiento de ambos.

 

La pared de vegetación frente suyo comenzó a temblar y abrirse por el medio para dejar el camino abierto pero una extraña niebla comenzó a salir de aquél lugar envolviendo todo a su alrededor, el anillo comenzó a vibrar en su dedo.

 

La Delacour se quedó estática por un segundo antes de darse cuenta que había unas almas a su alrededor que entraron a los cuerpos en el suelo; dio un grito del susto cuando el cadáver de la mujer trató de agarrarla pero la rubia la esquivó tomando su varita.

 

-Incarceruos- de la punta de su varita salieron tres cuerdas directo al cadáver de la mujer sin piel que le ataron sus dos manos sus pies y todo su torzo impidiendo moverse.

 

El cuerpo quemado corrió para atraparla pero la Delacour ya se apuntaba con la varita para volverse intangible Salvaguarda Mágica pensó, el cuerpo quemado la pasó sin hacerle ningún rasguño aprovechando el momento hecho a correr a dónde estaba el caminó del césped que una vez que lo pasó se cerró detrás suyo.

Editado por Alessandra G. Delacour

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Mis habilidades contra los inferí eran inútiles, al parecer debería utilizar aquella nuevo artefacto ¿Pero cómo lo usaría? En ello suspire y el anillo comenzaba a brillar, por otro lado no se encontraba en ese momento mi daga o la que me dio el arcano tiempo atrás en la clase, el hecho es que ahora se encontraba en la mano donde no portaba la varita y se ilumino, ahora me pareciera escuchar unas voces.

 

“¿Me estaré volviendo loco?”

 

Mis orbes se volvieron oscuro, algo normal como demonio, pero no destilaba maldad, sino una paz infernal, era extraño en verdad, sin embargo, de mi varita provoco que me envolviera una niebla, la cual me llevo a un sendero como de un puerto, donde solo se escuchaba el sonar de campanadas, unos seres fantasmales me seducían para quedarme en ese lugar.

 

“¿Acaso deberé perder más recuerdos?”

 

En verdad ya no importaba nada, pero en caso de hacerlo ¿Qué debería perder? Antes era algo significativo, sin embargo, me asustaba de cierta mediaba que al avanzar en esta prueba perdía quien era yo, quizás era necesario para poder superar las pruebas, pero no estaba del todo seguro.

 

-Intentare usar la daga, que brilla.

 

Y allí comenzaba a lanzar estocadas con poco resultado, igual forma hechizos. Por lo que suponía en esta ocasión debería volver a perder recuerdos, no estaba del todo contento, pero suponía que era necesario. En eso comenzaba a liberar mis recuerdos de lo quedaba de mi infancia, ahora solo era vestigio de quien era. No obstante, los fantasmas seguían intentando frenar mi paso, en ello usaba nuevamente la sortija, que en esta ocasión provoca que mis orbes se vuelvan a su estado de normalidad, pero con la oscuridad en mirada.

 

El anillo me otorgo, o eso suponía, la posibilidad de controlar o expulsar las animas de una forma más fácil, dado que una luz intermitente se desprendía de mi varita, lo cual me dejo la oportunidad de pasar entre las almas, las cuales poco a poco dejaba de conocer. Al final llegue a una orilla o eso me pareció, pero ya no era el mismo.

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Estaba impresionado y debía admitirlo. Báleyr no era una persona fácil de impresionar y, mucho menos, cuando se trataba de usar las habilidades y poderes. Sin embargo, sus últimos pupilos habían logrado expandir sus mentes mucho más allá y lograr pasar las pruebas que se les habían presentado en el camino.

 

La chica manejó de manera impecable los consejos que el Nigromante le había dado, y lo notó a la hora de ver cómo trataba de descubrir la causa de muerte analizando ambos cuerpos. Báleyr podía afirmar que ella estaba casi lista para recibir la sortija y vincularse con la habilidad.

 

Por otro lado, el muchacho seguía un poco más perdido. Quizás no entendía o no sabía que los objetos, de los libros de hechizos, no le servirían dentro de la prueba ya que solamente tenían su sortija y la varita. Además, tenía que reconocer el momento justo en el que debía utilizarla; eso Báleyr si lo pudo notar a diferencia de hace un momento.

 

Había actuado de manera apresurada y eso lo había llevado a actuar sin pensar y, quizás, a sacrificar mucho más de lo que esperaba.

 

*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

Esfinge de Alessandra

Un nuevo pupilo había aparecido.

 

La esfinge se sentó en sus patas traseras protegiendo el portal que Báleyr le había dejado a su cargo.

 

- Si la prueba deseas pasar este acertijo tendrás que contestar - comenzó a recitar como lo hacía siempre - Solo tendrás una oportunidad, piensa bien, caso contrario, en mi cena te convertirás - aclaró con un ronquido al final.

 

- Hay dos hermanas, una de las cuales engendra a la otra, y ésta a su vez engendra a la primera - soltó - ¿Quiénes son?.

 

De contestar correctamente, al Esfinge, dejaría cruzar a la chica por el portal reuniéndose con el anciano nuevamente en la base de la pirámide.

 

*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

Esfinge de Demian

El muchacho había aparecido sobre la arena que marcaba el comienzo de tierra firme. Se veía algo derrotado y cansado pero su viaje no terminaba allí.

 

- Si la vinculación deseas obtener este acertijo tendrás que resolver - mientras se posaba sobre sus patas traseras protegiendo el portal - En caso de que tu respuesta sea incorrecta te quedarás toda la vida como un alma en pena - masculló produciendo un eco casi interminable.

 

- Es aquello que te mueve y te conmueve a hacer algo sin tener en cuenta el precio, el lugar, la hora, las dificultades, los problemas, quién te mira, qué riesgos hay, dónde hay que hacerlo, cómo, qué te dice la gente, qué piensa - le dijo aguardando la respuesta.

Editado por Báleyr
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Con el corazón acelerado la Delacour avanzó por el laberinto, temía encontrarse con uno de los cadáveres que acaban de revivir, bufo un poco molesta por eso pero al menos estaba sola y tranquila.

 

Caminó doblando un par de veces en el laberinto cuándo se topó con una esfigen, al ver aquélla criatura le recordó la vez que hizo la prueba de Suluk, se acercó más para poder pasar hasta a lo que un par de metros se veía cómo un portal, estaba bastante lejos y el viento soplaba con bastante intensidad. Mientras caminaba se llegó a preguntar si Damian había terminado su prueba.

 

No tenía ni idea de que cosas se enfrentó o haciéndolo en ese momento, tampoco vio si había decidido continuar pero la Esfinge se puso en medio de su camino impidiendo su paso.

 

- Si la prueba deseas pasar este acertijo tendrás que contestar - comenzó a recitar - Solo tendrás una oportunidad, piensa bien, caso contrario, en mi cena te convertirás - le dijo la esfinge.

 

- Hay dos hermanas, una de las cuales engendra a la otra, y ésta a su vez engendra a la primera ¿Quiénes son?- le preguntó.

 

Alessandra fruncio el ceño pensando en su pregunta, comenzó a caminar en círculo pensando hasta que se detuvo para responder su pregunta.

 

- El Dia y la Noche- respondió.

 

Cuándo lo hizo la Delacour avanzó hasta llegar al portal y pasarlo. Cuándo lo hizo estaba frente al Arcano.

 

-Hola otra vez arcano- saludo a Báleyr.

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Demacrado más de lo normal me encontraba y caminaba poco a poco por la arena hasta la esfinge, una sonrisa se dibuja en mi rostro cuando está me amenaza con retener mi alma ¿Acaso un demonio posee eso? En verdad era interesante y solo escucho su mísero acertijo, en verdad me hubiera gustado algo más desafiante, quizás una de las criaturas que protegía este mundo entre la vida y la muerte.

 

-La pasión.

 

La esfinge me dejo pasar y atravesaba lentamente el portal, aunque ya no era el mismo que había ingresado, ahora poseía cierta vinculación con la sortija que me había dado el arcano y tras de ella mis recuerdos, mi pasado y sobre todo lo poco que me pudiera quedar de rastro humano, ya no era un demonio con recuerdo de su vida pasada, ahora era simplemente un ser destinado a realizar un infierno en este mundo.

 

En esos leves momentos mis orbes cambian constante de oscuro a su estado normal, incluso mi cuerpo comenzaba a cambiar mostrando un estado demencia, al parecer ahora mi locura interior se comenzaba a florecer, quizás el ministerio pudiera cometer un error si regresaba mi autoridad como jefe en la Oficina del Ministro y SAW, pero eso sería algo que pronto averiguaría.

 

-Delacour.- Musite. –Al parecer llegas tarde.- Le comentaba y le observa fijo mientras que me encontraba recostado en la pared, quizás ella hubiera llegado segundos antes, pero mi ser demoniaco pudiera moverse entre las sombras, incluso ambos llegamos al mismo tiempo, no obstante mis fuerzas se encontraban menguadas por la prueba, por eso me encontraba descansado. -¿Esto es todo?- Le había cuestionado al arcano.

 

Había cerrado mis orbes y una energía demoniaca comenzaba a emanar lentamente del sortija de la nigromancia, al parecer este poder entre la muerte y la vida, me ayudaba a recuperar de cierta forma mis fuerzas ¿Acaso sería la sortija o el amuleto de los Guerreros Uzza? Mi respiración era calmada, aunque poco a poco era posible que colapsara, pero me resistía a caer frente de ella.

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