Artes Oscuras + DCAO.

[Emmet Haughton Gaunt]

El muchacho parecía no entender pero ya no iba a perder más tiempo. Tenía que averiguar si aquél se sabía defender perfetamente de los ataques sorpresa que le podrían llegar a caer cuando cruzaran el portal.

 

Emmet sacó de en medio a la marioneta que utilizaban para los ataques, se colocó en una distanacia prudente de su alumno y rápidamente conjuró:

 

- ¡Desmaius!

 

Un rayo escarlata salió disparado al muchacho. Él debía de detenerlos correctamente si no quería caer inconsciente al suelo después de que le haya impactado el hechizo. Sin embargo, no sería nada de problema intentar atender ese cuerpo tendido en el suelo con sus conocimientos en primeros auxilios; sonrió pícaramente mientra el rayo viajaba hacia el muchacho.

 

- Reacciona rápido y, cuando lo hayas detenido cruza el portal y te espero en el patio central.

 

El vampiro desapareció por el portal saliendo al patio central del antiguo Hogwarts. La noche comenzaba a caer sobre el colegio y se podía sentir aquél ambiente de batalla. Muchos profesores pasaron por al lado del vampiro, sin detectarlo, junto a grupos de alumnos.

 

Flitwick, el profesor de Encantamientos, pasó a pasos cortos con tres alumnos mientras le daba indicaciones de lo que tenían que proteger. Minerva, una de las brujas más admiridas por el vampiro y de las más poderosas, zurcó el lugar con un grupo de no menos de quince chicos y chicas que escuchaban los gritos de la mujer.

 

Cuando su alumno cruzara el portal, aparecería directamente en la noche de la Batalla de Hogwarts.

 

El Nigromante había sido previsor en traer sus anillos de habilidades. La Animagia y la Nigromancia le darían muy buena ventaja contra aquellos intrusos que iban a atacar el castillo.

 

- ¿Dónde diablos estás, Rexdemort?

 

Sólo esperaba que el muchacho no estuviera desarmado en el suelo porque, caso contrario, hasta aquí había llegado la clase.

 

@@Axel Rexdemort

[Jeremy Triviani]

Jeremy puso los ojos en blanco negando con la cabeza con una clara mueca de molestia. No podía creer que Dennis uso uno de sus hechizos para curarse las heridas que le había provocado Buddy. Miró hacia Anne de soslayo para comprobar que no hubiera vomitado el suelo. La Gaunt no estaba en su mejor momento de lucidez. Aun así una brisa se materializó formando un hombre fantasmal que le confirmó que su mujer lo estaba protegiendo con uno de sus trucos. Era tan dulce. Se merecía el mundo.

 

Con aquello Matthew no podría atacarlo porque sufriría una decepción viendo que nada surtiria efecto. La Delacour estaba siendo un hueso duro de roer aunque dejó a todos con la boca abierta al usar unas Flechas de Fuego para terminar de dañar el cadáver antes de lanzarlo al fuego. Los gritos de sufrimiento de Buddy pronto llenaron el aire con sus lamentos al consumirse. Era algo brutal.

 

-Al final eres más cruel que Lord Voldemort, Dennis -Dijo el vampiro sonriendo.

 

Un cumplido digno para cualquier mortio. Esperaba que lo tomara como tal. ¿Quién se tomaría a mal la comparación con uno de los magos más grandes de la historia de la magia? Buddy terminó de morir dejando un perfume a carne asada bastante agradable sobre la fogata.

 

-Buddy nunca descansara en paz. No se lo merece -Le hizo saber para que no disfrutara tanto de su labor - Bueno, ya consumido el homicidio, te mostrare como hacer la fogata para deshacerte de un espíritu encerrado en una piedra. ¿O ya quieres irte a dormir?

 

Camino hasta una de las velas y se acuclillo esperando a que lo siguiera. Mientras esperaba sacó de sus bolsillos, una afilada daga de plata con runas talladas en su acero y un pequeño frasco de vidrio oscuro. Dejo ambas cosas al lado de la vela roja antes de soplar para apagarla y levantarse.

 

-Es simple, cortas sangre de tu muñeca y la tiras sobre la vela, veraz que empieza a tomar un color blanco. Luego tiras una sola gota de este frasco que contiene veneno de un diente de basilisco y conjuras "روح را با آتش سیاه بکشید” Notaras que se enciende la vela con una llama verde al principio antes de mutar al color normal del fuego.

 

Terminado de decir eso, observo donde estaba su hermano, y parecía sumido en sus pensamientos. ¿Acaso estaba sufriendo de algo? Aunque le extraño, salió del círculo y fue a sentarse al lado de la Gaunt. Quería ver junto a ella como Dennis se hacía daño a sí misma.

 

-Oye Gaunt - Le dijo con soltura mientras se inclinaba para susurrarle al oído - ¿Porque cuando Dennis no termine de hacer eso, nos vamos por unas copas? Tengo una proposición que hacerte.

 

Anne no necesitaba más alcohol en su sangre, pero aquella era una simple excusa para que pasaran a segunda base. El paso que estaban tardando en dar y el cual se había estado planteando muy en serio cada vez que compartía momentos únicos a su lado.

 

Las ganas del vampiro de matar a Dennis se habían diluido un poco al ver que ella era capaz de asesinar si se lo proponía. Después de todo, tal vez fuera un poco indicada para Zoella. ¿Cuánto tardaría en volverse tan despiadada como su hermana?

 

 

@@Dennis Delacour @ @

[Dennis Delacour]

Había cumplido con lo que se le había pedido por parte de su profesor, había destruido la gema que poseía el alma dentro de aquel cuerpo usando lo que quisiera por eso no había utilizado ninguna de las maldiciones imperdonables. Escuchó las palabras sarcásticas del Askar y no pudo evitar rodar los ojos por más que lo intento. — No creo que eso sea así ni siquiera en broma — dijo con un tono de voz neutro, a quien se le podía ocurrir un comentario ofensivo como ese, si claro a su cuñado a quien más.

 

— No creo que sea homicidio si ya no había vida en ese cuerpo, además creo que si podrá descansar ya que quedo liberado de lo que lo ataba — dijo a su profesor, le encantaba cuestionar lo que decía, sabía que eso lo irritaba más que cualquier otra cosa, excepto del hecho de que Zoe la amara eso si lo ponía de malas.

 

Escucho las indicaciones del mago con respecto a lo que continuaba y enfoco su atención en el, genial ahora venían los cortes, pero si el Askar pensaba que eso la iba a asustar no la conocía en absoluto, la Delacour había pasado por el libro de la sangre y había sufrido cada corte que había tenido que sentir para vincularse con el así que era algo que no la espantaba.

 

Y así lo hizo, se arrodillo justo frente a aquella vela y tomando la daga hizo un pequeño corte en su muñeca para depositar unas gotas de sangre sobre ella, la vela tomo el color blanco que se le había dicho y luego procedió a depositar la gota de veneno de basilisco mientras pronunciaba lo dicho por el mago "روح را با آتش سیاه بکشید” "arrastra el alma con fuego negro", y vio como la vela se encendía. Mientras se producía el cambio de color la ojiazul curo su herida nuevamente sin problemas. Eso debía bastar por lo que había entendido para que cualquier rastro de aquella alma desapareciera por completo.

 

Se levantó de nuevo y giro su vista hacía donde estaba su profesor y su novia, Matthew por otra parte parecía perdido en otro mundo y no había cumplido su orden, definitivamente su familia política iba a ser muy particular sin lugar a dudad.

[Zoella Triviani]

Justo a tiempo, me dirigia a paso veloz por los pasillos de la universidad mágica, según la hora en mi reloj estaba por empezar la clase de Artes Oscuras, clase donde esta vez entro como oyente, acompañando a mi novia en su entrada por las artes oscuras. Me agradaba que deseara conocer un poco de ello, introduciéndose un poco en el mundo donde me encuentro siempre rodeada, aunque claro, eso ella no lo sabe.

 

Hoy vestía algo diferente a lo que normalmente usaba, llevaba unos jeans ajustados algo rotos en las rodillas junto a una blusa negra algo corta que no llegaba a tapar mi abdomen, con una que otra rasgadura en la parte superior del pecho, junto a unas zapatillas marrones. Normalmente mi ropa no llevaba huecos o algo parecido, pero las ultimas veces que me había tocado ir la trastienda del concilio más podían mis ganas de jugar con las criaturas que de trabajar, ocasionando claro que muchas de ellas intentaran clavar sus garras en mi cuerpo. Más de una vez me vi llegando al bosque a esconderme por un par de días, evitando que vean cualquier herida ocasionada por voluntad propia, y por supuesto llevando a algunas criaturas robadas a aquel lugar escondido donde las guardaba y luego vendía en el mercado negro.

 

Abrí la puerta del salón donde me vi la ultima vez que estuve por acá con Jeremy, y justo un escalofrió recorrió mi cuerpo al recordar la clase, alejando lo amargo que me traía ese recuerdo caminé hasta el escritorio de mi rubio hermano y vi un hacha sobre la mesa, con un buen mango de cuero negro y una hoja pulida de manera perfecta donde vi mi reflejo y acomodé la coleta que llevaba en mi peluca. Viendo que era la primera en llegar o eso creía, estiro mi mano para tomar el hacha y salir corriendo, quizás conservarla sería una buena idea.

 

Al sostener el mango del hacha siento el tan conocido tirón en mi estomago, sintiendo cierta desilusión al ver que no era nada más que un traslador a la clase. En mi mente la imagen del hacha se grabó, luego buscaría una para mi colección de armas.

 

Llegando a la orillas de un rió puedo visualizar a quienes participarían en la clase, Jeremy y Anne estaban hablando en un costado; Matthew parecía intranquilo, seguro Patricia abría querido apoderarse de su cuerpo otra vez y gracias a Voldemort había llegado a tiempo para verlo; y justo apartada, viendo a su alrededor estaba ella, mi hermosa novia la cual por lo visto se había enfrentado a Boddy el cadáver del rubio.

 

Percatándome de la situación, me doy cuenta que soy la ultima en llegar, y que para rematar llego tarde justo cuando seguro la clase terminó. Maldecí a mis adentros y me acerqué silenciosa a Dennis por su espalda, rodeando su cintura con mis brazos y dejando un beso en su cuello - Hola, mi amor - Susurré en su oído mientras aspiraba su dulce aroma - ¿El idi*** de mi hermano te molestó mucho durante la clase? Aunque poco importa, sé que eres capas de defenderte de ese inútil - Terminé de decir para dejar un beso en su mejilla. Levantando la vista, decidí saludar a los demás - Hola, lamento la tardanza. Parece que mi reloj se descompuso y según yo venía a tiempo - Solté, manteniéndome cerca de la Delacour, a sabiendas de quien estaba a un lado de Jeremy, Anne Gaunt la Warlock y novia del rubio.

 

@@Dennis Delacour @ @ @

[Dennis Delacour]

Definitivamente su profesor quería ignorarla a propósito o simplemente ya su labor había sido cumplida y todo estaba listo, aunque había mencionado algo de invocar otra cosa pero suponía que tal vez lo había dejado para otra ocasión porque estaba bastante entretenido charlando con su novia, Matthew seguía paralizado por alguna razón y no decía ni hacía absolutamente nada, ya tendría que averiguar luego que le había sucedido al mago.

 

Se giró nuevamente hacía la vela que ya había retornado al color del fuego normal dejando de lado aquel tono verdoso con el que se había encendido al llevar a cabo aquel ritual, fue entonces cuando sintió su energía en el lugar, su tiempo dentro del bando le habían enseñado muchas cosas entre ellas a canalizar y sentir la energía de las personas y podía reconocer aquella en cualquier lugar del mundo.

 

Se quedó quieta como si no se diera cuenta de su presencia dejando que se acercara con la intención de sorprender a la rubia. Se dejó envolver en sus brazos y sintió aquel beso en su cuello que aceleró su corazón, al escuchar su saludo no pudo evitar sonreír — hola preciosa, no te preocupes sé cuidarme. Además solo fue el mismo de siempre — dijo mientras la ojigris la besaba en la mejilla y le dedicaba un saludo a los demás.

 

Sostuvo la mano de la Triviani luego de que soltara su abrazo y colocándose frente la observó fijamente, estaba simplemente hermosa como siempre y lucía muy sexy con ese atuendo, así que sin poder evitarlo tomo su rostro entre sus manos y le dedicó un largo y apasionado beso, — eres una maravillosa visión — dijo cuando sus labios se separaron, no podía dejar de admirarla era simplemente perfecta, se olvidó incluso del mundo a su alrededor. Rodeo la cintura de la bruja y la mantuvo junto a ella a la espera de saber qué más habría que hacer en la clase de lo contrario quería llevarse a su novia a una linda cita, además de que el Askar de seguro empezaría a molestar al verlas juntas como siempre hacía.

 

@

[Jeremy Triviani]

El vampiro ignoro lo que Dennis decía sobre el homicidio. Sabía que jamás lo admitiría. Observó atentamente cuando la Delacour se hacía daño para regar con sangre la llama de la vela. Al oír sus palabras invocando el conjuro se sintió sumamente satisfecho al saber que siguió las pautas al pie de la letra. Lo único malo de la noche había sido la desaparición total de Buddy, pero Jeremy no tenía ninguna duda que volvería a encontrarlo en algún momento. Había magia con la que aún estaba experimentando en la cual le gustaba cruzar los límites.

 

-Ya casi terminamos aquí -Dijo sin moverse del lugar donde estaba sentado al lado de la Gaunt, antes de inclinarse a susurrarle al oído – Contigo aun no acabe, Anne. Quédate cerca.

 

Matthew parecía estar en trance, pero al vampiro no le llamó la atención. Su hermano a veces se quedaba así catatónico cuando sus dos personalidades empezaban una guerra interna por ver quien salía a la luz unas horas. Generalmente ganaba la psicópata de Patricia y todos sufrían las consecuencias de su inestabilidad emocional. Por lo pronto el gitano estaba tranquilo.

 

El Askar se levantó del suelo para dar por finalizada la clase, cuando vio aparecer a su hermana. Lo peor de la visión era que la Triviani actuaba como si nada hubiera pasado. Como si no tuviera nada que ver en la relación de ambos brujos. Agarrando con fuerza su varita, decidió actuar.

 

-¡Septusempra! -El rayo azulado viajó desde la varita hasta Dennis, sin interrupciones. Al llegar impactaría en el pecho que es a donde el rubio lo había dirigido, produciendo profundos cortes que derramarían toda su sangre por el suelo hasta dejarla seca casi muerta o a riesgo de estarlo.

 

-Qué suerte que llegaste, Zoe. Ya terminamos la parte de la enseñanza-Saludo a la Triviani con una mueca.

 

 

 

@@Dennis Delacour @ @ @ ¡Tarde!

[Dennis Delacour]

Definitivamente la noche de la rubia había mejorado considerablemente con la llegada de la Triviani, si bien a la Delacour le agradaba cursar conocimientos y libros de hechizos en el ateneo de la universidad el haber tenido que soportar el tono sarcástico y algo pedante del rubio durante la clase no era algo que la hiciera muy feliz, pero desde el momento en que su novia había aparecido en ese sitio todo había dado un giro de 360 grados, ahora solo esperaba que su profesor diera por terminada la clase para marcharse de aquel lugar, ya había tenido suficiente de artes oscuras por un día.

 

Escucho las palabras del mago con respecto a que habían terminado y no pudo evitar sonreír, lo vio levantarse del sitio donde había estado sentado los últimos minutos junto a su novia para verlo lanzar un hechizo en su dirección. Agradeció estar delante de Zoella y tomando rápidamente su varita dijo — Protego — de inmediato se formo un escudo que absorbió aquel rayo que había lanzado en su contra evitando sufrir cualquier daño.

 

— Ya decía yo que te habías demorado en hacer uno de tus numeritos rubio — dijo a su profesor todavía manteniéndose por delante de su novia con varita en mano atenta a cualquier otro movimiento del mago, no quería tener que empezar una pelea pero tampoco le permitiría que lastimara a Zoe o a ella.

[Anne Gaunt M.]

Seguía perdida en su mundo, pero sin dejar de vigilar que nadie resultara herido durante aquella lección de artes oscuras. Bueno, si a la muchacha Delacour le pasaba algo tampoco es que fuera a darle un infarto de la impresión, pues no la conocía y no le importaba lo más mínimo. Además, no parecía tener buena relación con Jeremy. Eso era suficiente para que la Gaunt no sintiera simpatía alguna por ella.

 

Vio como su atractivo prometido explicaba algo más sobre un ritual que implicaba cortes en los brazos. Frunció el ceño, pero su gesto se relajó cuando vio que él no se hería para hacer la demostración. Luego desvió la vista cuando notó que se acercaba a ella, intentando fingir que no estaba totalmente absorta con sus movimientos y acciones como cuando se observa a alguien a quien se admira.

 

Le notó a su lado, sentándose e inclinándose para hablarle al oído. Sintió como el vello de la nuca se le erizaba de pura emoción al tenerle tan cerca pero se mantuvo firme, sin girar la cabeza hacia él. En su lugar, alzó la mano para rozarle la cara. Tras unos segundos así, le miró a los ojos mientras un ligero mareo la hacía tambalearse suavemente. Dio gracias de que ambos estuvieran sentados en el suelo para poder disimularlo mejor.

 

— No a lo de las copas. No, no —sacudió la cabeza. Sentía cómo se le revolvía el estómago solo de pensar en el alcohol—. Pero sí a cualquier cosa que tenga que ver contigo. Incluso morir si fuera necesario —le susurró con cierta torpeza y con total sinceridad. Le miró los labios durante unos segundos como si fueran lo más perfecto que había observado jamás y luego alzó la vista hacia sus ojos. Sonrió de forma burlona antes de volver a hablar—. ¿Te he dicho alguna vez que estás muy sexy dando clases? No hay nada más atractivo que un hombre como tú haciendo magia oscura... eres... eres...

 

No acabó la frase pues, al inclinarse lentamente hacia adelante para acercarse más a su rostro, terminó perdiendo el equilibrio y estuvo a punto de caer de bruces. Se aferró al suelo con una mano justo a tiempo de perder la poquita dignidad que le quedaba, dadas las circunstancias. Se mantuvo en aquella postura mientras sentía que él volvía a su obligación como docente asegurándole al oído que tenían algo pendiente y, al poco rato, alzó la mirada cuando olió en el aire a alguien distinto a los que habían estado presentes desde el principio.

 

— No, por favor, ella no —masculló, poniendo los ojos en blanco.

 

No necesitó alzar la vista para saber que otra Triviani se había unido a la fiesta. Otra de las hermanas de Jeremy. Aquella sobre la que había oído hablar tanto. Hasta le habían llegado rumores de... Sacudió la cabeza, no quería ni imaginarlo. Y no es que se escandalizara por nada, porque en su familia el incesto había estado a la orden del día hasta hacía relativamente poco, pero solo de pensar que alguien mirase a su prometido de forma indebida la ponía enferma. El nombre de Zoella, simplemente, la enfermaba.

 

Entonces, de repente, todo encajó. La Triviani se acercó a aquella mujer y... la besó en el cuello. Y en la mejilla. Anne, sentada con las piernas cruzadas e inclinada hacia un lado intentó enderezarse elevando ambos brazos al cielo. Claro, ¡cómo no se le había ocurrido antes!

 

Hizo de tripas corazón para ponerse en pie, sintiendo que iba a caer de cabeza en cualquier momento. Pero consiguió erguirse, e incluso se permitió el lujo de alzar la barbilla con altanería mientras escuchaba que Jeremy atacaba a su alumna. ¿En qué momento se había transformado aquello en una batalla campal? La Delacour se defendió. Numeritos, dijo.

 

— Háblale con respeto, o te enseñaré yo un numerito que te va a dejar flipada —masculló, colocándose junto al rubio con los ojos entornados. La cabeza le daba vueltas. Se prometió que lo primero que haría en cuanto llegase al castillo sería quemar la bodega. Hasta la última botella.

[Zoella Triviani]

La Delacour se giró entre mis brazos, dándome un beso que me dejó con ganas de más. Nunca tenía suficiente de los besos y caricias de la ojiazul, cuando la tenía cerca la codicia era uno de los sentimientos que más sentía, queriendo obtener más de todo lo que ella e daba. Intentando darle otro beso, por el rabillo del ojo observo al Askar levantarse y lanzar un hechizo en nuestra dirección. Busque mi varita y justo cuando la saque para apuntar y protegernos, mi novia fue más rápida, usando el hechizo protector para evitar el duro impacto del rayo.

 

Le lancé una dura mirada al rubio, sintiendo un poco de molestia en mi interior - Lo siento, hermano. Pero creo que ya terminó toda la clase. Me llevo a Dennis de aquí, no me apetece ver como la atacas - Tomé fuertemente de a cintura a la hermosa bruja entre mis brazos y cuando iba usar la aparición escuché las claras palabras de la Gaunt.

 

- Con todo el respeto te hablo ahora yo, Anne. No quiero más líos ¿Ok? Ya suficiente de que Jeremy quiera siempre matar a Dennis. Ahora, sólo quiero llegar a casa y acostarme con ella para escuchar que tal estuvo su clase. Aunque por lo visto, fue dura - Finalicé, regalandoles una sonrisa algo forzosa queriendo acabar con todo de una.

 

Bajé la vista hasta el rostro de Dennis y le pregunté - ¿Ya nos podemos ir? - Para luego dejar un pequeño beso en sus labios.

[Dennis Delacour]

La molestia se había hecho presente ante el ataque del mago, pero para la rubia eso era lo de menos debido a que ella era muy capaz de defenderse del Askar, lo que no toleraba en absoluto es que hubiese mandado un hechizo de ese tipo en dirección a donde también se encontraba la Triviani pudiendo haberle causado algún daño en su patético intento de buscarle pelea.

 

Luego de protegerse las palabras de la ojigris fueron muy claras, estaba enojada y eso lo podía notar tanto en su tono de voz como en el brillo que mostraba su mirada. La bruja la tomo por la cintura por lo que sospechaba era momento de partir, al fin y al cabo ya había cumplido con su clase y el profesor mismo había dicho que habían terminado así que no había motivos para seguir allí, pero entonces la bruja que estaba con el mago se ubicó a su lado lanzando una amenaza acaso?. Justo cuando iba a abrir la boca para responder un par de cosas su novia se adelantó haciendo que la rubia se sintiera profundamente orgullosa de ver como mostraba esa actitud protectora y valerosa, ya se encargaría luego de agradecerle ese gesto.

 

— El respeto se da a quien se lo merece y yo no puedo brindarlo a quien lanza un ataque a traición pudiendo lastimar a mi novia que también resulta ser su hermana pero por lo visto eso no le importo ya que enloquece como un psicópata cuando nos ve juntas. No es mi intención terminar en un conflicto que no creo que le convenga a la universidad entre profesor y alumna, además señorita Gaunt no sería muy bien visto que una warlock en estado de embriaguez ayudará a que ese conflicto se diera. Desde la oficina del ministro tal vez no fuera bien visto que quisiera hacerle daño a la cabeza del departamento pienso yo — dijo a la bruja que estaba decidida a dar pelea por el Askar, obvió sabía quién era la mujer ya que la había visto varias veces con su túnica de warlock en el ministerio y desde su cargo conocía la plantilla ministerial en pleno.

 

Entonces su novia le dedicó una de esas miradas a las cuales no puede decirles que no preguntándole si ya se podían ir y dándole un pequeño beso — Si amor vámonos, no tenemos nada más que hacer aquí — dicho eso tomo la mano de Zoe con el fin de usar la aparición para marcharse de aquel lugar y bien lejos del Askar.