Prueba del Libro del Caos

[Bakari]

- Adentro, los dos, ¡AHORA!

 

Bakari seguía lanzando rayos e invocaciones por todos lados. Había alcanzado a abrir una ruptura en el tejido del espacio, un Fulgura Nox, del más puro negro. Estando a una distancia relativamente cercana le fue fácil, tanto para Keaton como para Emmet, escapar de la trifulca espontánea. Antes de meterse él, por su parte, apuntó la vara de cristal hacia una de las paredes del cordón montañoso para que se desmorone en el lugar.

 

Su cara volvió a sentir el calor cuando pisó la Plaza del Árbol de Fuego. Suspiró satisfecho mientras desaparecía el pergamino. Se giró hacia los dos que habían soportado las locuras del Uzza y les dedicó una sonrisa torcida y un poco incómoda.

 

- Creo que ahora resta que se intenten matar el uno al otro. Recuerden que dentro de un rato pasará una estampida de erumpents por aquí. Pedí que me los presten en la Reserva y como tuve una negativa los tuve que robar. Bueno, que gane el mejor, supongo.

 

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• El duelo tendrá una duración de una semana (Hasta el 3-04, inclusive).
• Pueden describir el escenario, recuerden dejar espacio a que el otro lo complete.
• Pasadas 24 horas sin respuesta del contrincante, los ataques se considerarán impactados.
• Pasadas 48 horas sin respuesta del contrincante, se considerará abandono (reprobará).
• Los hechizos permitidos son los de la lista de neutrales y los libros de hechizos hasta el libro del Caos.
• Al tercer turno caerá una estampida de Erumpents.
• Las dudas sobre la prueba podrán ser realizadas en el topic de dudas y consultas del libro del Caos.
• Nos guiaremos por las reglas de Duelos y Asaltos.

[Emmet Haughton Gaunt]

Habían salido con vida de aquél lugar. El Uzza había logrado abrir un portal antes de que los asiáticos los atacaran por haber destruido el pergamino.

 

Los ojos del vampiro se vieron algo segados por el abrasante sol que brillaba en lo alto del cielo. El árbol de fuego, de aquella plaza, no era la primera vez que lo veía; lo recordód de cuando había hecho el libro del druida. Emmet se separó e intentó recobrar el aliento mientras el Uzza volvía a tomar la palabra. El mago les informaba que en ese lugar se llevará acabo su duelo de prueba y que debían estar atentos porque una estampida de Erupents iba a llegarles en cualquier momento.

 

<< Este tipo está loco >>

 

Pensó para sus adentros y, la verdad, que a estas alturas poco le importaba si podía leerlo o escucharlo. Ya había pasado mucho y su pellejo había estado en juego en aquél lugar del que acababan de llegar.

 

La plaza estaba toda abandonada. Solo algunas pilastras y estructuras quedaban en pie las cuales proyectaban algunas sombras que le podía servir a cualquier mortal para cubrirse del insoportable calor. En medio, el árbol en llamas que ardía sin parar con aquél fuego eterno que también despedía calor.

 

Allí se llevaría el duelo.

 

El resto de la plaza estaba vacía. Algunos vestijios de baldosas o lo que parecía ser el suelo original, quedaban resquebrajados apenas uno lo pisaba.

 

Emmet se había preparado para este momento y era hora de poner en práctica todo lo que había aprendido. Se colocó a una distancia prudente de su contricante, donde el árbol no estorbara, y se dispuso a hacer el primer movimiento.

 

- ¡Sectusempra!

 

Un rayo de luz verdosa salió volando hacia el mago. De no ser detenido, provocaría heridas cortantes y la sangre comenzaría a brotar por aquellas laceraciones.

[Keaton Ravenclaw]

Como había llegado a aquel lugar, la verdad no tenía ni idea. Sencillamente había cruzado aquel portal negro y se encontraba allí, el problema era que no recordaba haberlo cruzado, De pronto alzó la vista y vio aquel árbol ardiendo, la plaza completamente abandonada y algo descuidada (obvio, por abandono, dah). Tuvo que parpadear unas cuantas veces para poder ubicarse, porque había estado siendo atacado por un montón de asiáticos locos que habían atacado a Keaton, Emmet y Bakari debido a que, este último, había ido como intruso a destruirles un pergamino. El problema de los Uzzas es que, al no confiar en los que aprendían los secretos de sus magias, jamás les contaban al cien qué estaban haciendo.

 

Precisamente por ello, y sumado a lo distraído que el Ravenclaw era, un sectusempra le impactó de lleno en el pecho producto del primer ataque de su jefe. Se miró las heridas y sonrió, incluso el aroma de su propia sangre le provocaba frenesí. Sus ojos se volvieron de color rojo, lo que sucedía cuando se encontraba en batalla o cuando olía sangre, pero en ese momento, ambos fueron los causantes. Miró con una ira descomunal a su contrincante, ¿quién se creía aquel Gaunt para ponerle las manos encima? Por muy su jefe que fuera, Emmet jamás sería la mitad de lo que Keaton era, jamás.

 

—Bien, bien, parece que esto será divertido, el sueño de todo empleado, asesinar a su jefe, se me está cumpliendo, además de que vamos, también eres mi ex ¡JA! —Soltó el ojirojo.

 

Ojeó un poco el lugar, no había demasiado allí, tal vez, lo más rescatable, eran aquellas enormes cabezas (si no mal contaba, eran como cuatro) de cinco metros de ancho que antaño seguro pertenecieron a grandes estatuas, lo demás, bueno, eran solo baldosas sueltas, piedras pequeñas algunos pedazos de pilares y ya. El Triviani tendría que valerse enteramente de sus poderes, ya que el escenario lo daba demasiado. «¡Curación!» pensó, y de las heridas provocadas por el Sectusempra, se cerraron, aunque apun necesitaría uno más. Ya lo haría después. Sin más, alzó a Santa Teresa, su varita de cerezo, y apuntó a Emmet.

 

—¡Cinaede! —De inmediato, alrededor del Gaunt, una nube invisible de gas venenoso comenzó a penetrar en sus vías respiratorias, provocándole de inmediato severas cortadas. Lo peor, era que al el Triviani ser de nivel mágico XXXII, el veneno sería más potente, por lo que de impactar, el hombre tendría severos daños durantes sus siguientes tres movimientos.

 

«¡Flechas de Fuego!» pensó entonces, y una andanada de filamentos de fuego salieron de su varita en pos de Emmet, que, de impactar, provocaría quemaduras y unas heridas sangrantes bastante feas.

 

—Veamos cómo sales de esta, querido —Dijo mientras uno de sus dedos, bañados en su propia sangre, entraba a su boca para deleitarlo con el sabor ferroso de aquel líquido.

[Emmet Haughton Gaunt]

Su contricante había respondido de manera efectiva a sus ataques pero, aún no era todo. El vampiro se tenía algunas jugadas debajo de la manga para que este duelo pudiera durar un poco más; haría falta más que un simple gas para derribarlo.

 

El efecto que el otro vampiro conjuró comenzó a hacer sus consecuencias en el cuerpo del Gaunt. Podía sentir realmente la potencia del mismo e intentaba mantener de pie para no caer. Entre tos y tos, acumuló el aire suficiente como para conjurar su próximo hechizo que lo liberaría de esa opresión que le producía asfixia pero le era casi imposible.

 

<<Anapneo >>

 

Pensó intentando mantener la calma.

 

No fue cuestión de algunos minutos cuando comenzó a recobrar el aire puro sintiendo como sus vía se despejaban y dejaban entrar el oxígeno de manera correcta. Pero aún debía encargarse de los daños colaterales que produjo el conjuro por el nivel mágico que poseía el mago.

 

Ahora con sus vía respiratorias libres tendría que poder liberarse de las flechas de fuego y luego poder aplicar las curaciones pertinentes. Es por ello, que antes que el vampiro terminara de decir aquellas palabras, el nigromante pensó:

 

<< Salvaguarda Mágica >>

 

El cuerpo del Gaunt se volvió completamente intangible haciendo que la invocación le pasara de largo sin producirle ningún tipo de daño. Las flechas de fuego quedaron clavadas en la arena detrás de las espaldas de Emmet.

 

<< Curación >>

 

Pensó al final para que aquél conjuro le ayudare a curar algunas heridas. Igual le faltaría un hechizo más para recobrarse por completo.

[Keaton Ravenclaw]

1d10

Rueda del Caos

[Keaton Ravenclaw]

Imagen tirada de dados

 

Keaton vio como sus dos ataques impactaban en el Gaunt, lo cual le hizo sentir una racha de suerte... precisamente por eso, el ojirrojo sintió el deseo de alzar su varita mágica en invocar la Rueda del Caos y probar si podría aumentar el poder de sus siguientes hechizos. Por desgracia para él, no fue así, por lo que sus hechizos, al salir una suerte neutral, no iban a cambiar, ni para bien ni para mal. Se encogió de hombros, al menos no habían perdido potencia. Miró con ironía a Emmet y le dedicó una sonrisa burlona, más para mofarse que para aceptar que la suerte le había fallado a él.

 

—Vaya, veo que la suerte estuvo de tu parte, al menos en esta tirada, veamos que tal te sigue sonriendo, de momento, bueno, no estás curado al cien por ciento —Comentó.

 

Pero debía de pensar rápido, ya al principio del enfrentamiento había sido lento y el sectusempra le había pegado de lleno, no volvería a suceder, se lo había prometido. «¡Maldición!» pensó, por lo que el siguiente hechizo de Emmet, fuera cual fuera, saldría mal, el cual, en este caso, sería el Salvaguarda Mágica que intentaba frenar las Flechas de Fuego. Estas impactaron de lleno y ahora, Emmet tenía mas cosas que curarse, el alma sería una buena opción.

 

—¡Vamos, Gaunt! Que debes de ser más astuto ¡Cinaede! —Keaton volvió aplicar en hechizo enveneador, por lo que, de nueva cuenta, alrededor del Director del Concilio de Mercaderes se formó una nube de gas invisible que entró sin chistar en sus vías respiratorias.

 

Keaton alzó la mirada y a lo lejos comenzó a visualizar la llegada de los Erumpents, tenía que pensar rápido...

[Emmet Haughton Gaunt]

1d7

Señor del Caos

[Emmet Haughton Gaunt]

Las palabras que su contricante esbozaba con tanta emoción carecían de significado para el vampiro. El duelo era más que nada para saber si habían logrado dominar el Libro o, al menos, conjurar sus poderes correctamente sin llegar al punto de explotar en el intento. Lo que más gracia le hacía era que el otro se regodeaba como si estuviese ganando el campeonato mundial de duelos.

 

No pudo evitar una risa interna mientras la asfixia se empezaba a apoderar de él nuevamente. Sólo tenía una opción más y era hacer uso de las Fuerzas del Caos.

 

Las últimas fuerzas que le quedaban, luego del ataque del Cinaede nuevamente, las usó para invocar al Señor del Caos. No había tenido suerte mientras practicaba en la clase pero ahora era cuando más lo necesitaba. Podía tener una oportunidad si salía el número que esperaba obtener. Sería de gran alivio para el vampiro.

 

Fue así que se dio cuenta de que la suerte estaba de su lado en este duelo. Una bella y resplandeciente NINFA apareció a su lado. La dama le sonrió al vampiro, casi asfixiado por completo, y con su gran poder lo curó totalmente de los daños recibidos por su contrincante.

 

Intentaba reincorporarse por completo mientras su respiración volvía a la normalidad y, los efectos dañinos del gas, iban cediendo ante la poderosa curación de la Ninfa. El suelo comenzó a temblar cuando el vampiro estuvo de pie por completo. Había olvidado completamente la estampida de Erumpents que les fue advertida por el Uzza. Fue así que, cuando casi los tuvo encima, pensó en un Salvaguarda Mágica, lo que hizo que Emmet se volviera intangible logrando que los animales lo traspasaran sin hacerle daño alguno; hasta la nube de arena pasó por el cuerpo fantasmagórico del vampiro.

 

Ahora los animales iban en dirección a Keaton.

 

- Cinaede

 

Conjuró en manera de venganza.

 

Ahora la nube de gas venenoso rodeaba al Ravenclaw y a eso se le sumaba la pronta estampida de los animales.

 

No iba a regodearse como lo hizo aquél. Sólo prentendía demostrar que era mucho mejor rival que él y sabía mantener una postura de duelo limpio ante tantas faltas de respeto.

 

- Suerte ...

 

Fue lo único que esbozó sabiendo que no lo escucharía.

 

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IMAGEN DEL DADO: https://imgur.com/l87nnsl

[Keaton Ravenclaw]

1d7

Señor del Caos

[Keaton Ravenclaw]

Imagen tirada de dado

 

Keaton había errado, era vergonzoso. No era su primera prueba de Libro de Hechizo, vamos, ni siquiera era su primer duelo, por lo que el error de su turno anterior, bueno, seguramente sería tomado en cuenta por Bakari al momento de evaluarle, pero aún esperaba poder remediar el error. Para ellos, el ojiverde convocó a las fuerzas del Caos para invocar a alguno de los señores del Caos, pero parecía que la suerte no estaba de su lado aquel día, pues Peeves salió invocado y Keaton se pegó en la frente. Sabía perfectamente lo que venía.

 

—Vaya, vaya, el Ravenclaw ha tenido mala suerte hoy, ¿verdad? Bueno, hagámosle un poco más divertida la prueba —Dijo con descaro el poltergeist y el vampiro lo miró con enfado —Oh, vamos, chupasangre, anímate, estaré aquí tres turnos —Añadió burlonamente.

 

—Mientras no te interpongas en mi camino, sabandija, por mi has lo que quieras —Le respondió el Triviani.

 

En ese momento, Peeves ya no le prestaba atención a Keaton, pues Emmet había conjurado también a uno de los Señores del Caos, por lo que, después de que la Ninfa apareciera y curara por completo sus heridas, Peeves la fue a molestar, haciendo así, que ésta huyera, dejando así sin su magia a Emmet por los siguientes dos turnos. Keaton sonrió, al menos algo bueno había hecho la criatura aquella. Justo en ese momento, la manda de eumpents lo alcanzó, por lo que rápidamente alzó a Santa Teresa y pensó «¡Salvaguarda Mágica!» De inmediato, su cuerpo se hizo intangible, haciendo así que los animales pasaran a través de él. Un obstáculo menos.

 

—¡Obsistens! —Dijo entonces rápidamente, pues Emmet le había lanzado un Cinaede. Aquel cerco de materia luminosa color azul envolvió por completo al mortífago justo antes de que el gas invisible entrara en contacto con sus vías respiratorias —Bueno, bueno, y ahora, ha llegado el momento de un chiste: Eyaculador precoz busca mujer para... bueno, ya da igual... —Keaton se echó a reír, porque aquel había sido un chiste tan malo que bueno, era ideal para reirse. Odiaba los efectos de Peeves.