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Transformaciones + Pociones II


Matt Blackner
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Jeremy se rió a carcajadas al escuchar las palabras de su hermano y el cambio en si vestimenta. Matthew nunca cambiaria con su humor extraño. Lo vio picar y fumarse los hongos e inmediatamente abrió un pergamino para escribir algunos de los síntomas que fuera notando a medida que pasará la clase.

 

El profesor parecía sumido en sus pensamientos, lo que lo llevó a pensar que tal vez tuvieran que empezar a practicar magia por su cuenta. No veía que estuviera rindiendo su tiempo ahí, ni sus galeones. Su alegría dio un vuelco amargo cuando recordó que había dejado a la Gaunt por asistir a ese lugar y aún no habían transformado ni un cerillo en una taza.

 

-Pues yo creo que tienes razón, Matthew, para mí las familias usaron algún tipo de magia para ser millonarias. Que yo entienda las leyes de Gamp son muy dispares y solo hablan de la magia elemental específica en la comida -Comentó con una mueca, mientras le hacía señas a su hermano para que se sentará a su lado en el banco.

 

Al tenerlo más cerca podría ver mejor los efectos del hongo. Lo necesitaba para decidir si probarlo o dejarlo pasar. El Triviani sacó la varita de su cintura, donde siempre la llevaba, intentando sacar una botella de vino de arándanos que tenía perdido dentro del.monedero de moke. Al tercer intento y luego de un par de ruidos peligrosos, la botella salió levitando para posarse sobre su mesa.

 

El plan era sencillo, quería convertir esa botella de vino en una gallina. ¿Funcionaría? Había leído apenas los conceptos del hechizo que necesitaba, pero no era distinto a otros que había conjurado casi sin saberlo. Aburrido el vampiro miró a su compañero.

 

-¡Morphos! -dijo con agilidad observando como la botella se transformaba en una gallina un poco esquelética, sin demasiadas plumas pero con un carácter temerario.

 

El animal no estaba contento con cobrar vida. Parecía ser que le gustaba ser una bebida. Los cacareos empezaron de inmediato mientras caminaba por toda la mesa con cara de muy pocos amigos. No tardó en quedarse quieta mirando el tapado de plumas que tenía Matthéw. Parecía que aquello la había congelado.

 

-Creo que no use el hechizo correcto, este solo durará un poco de tiempo -Dijo como disculpándose el mago con una sonrisa humilde.

La gallina no estaba contenta y saltó sobre Matthew para empezar a picarlo en el cuello donde estaban los rebordes de plumas del saco. Parecía que el animal consideraba que eran de su propiedad y las quería de vuelta. Los chillidos iban en aumento. La realidad es que esa era la orden de Jeremy, pero quería que pareciera algo espontáneo. No un ataque.

 

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Aquella pareja de hermanos era bastante...curiosa. Iban y venían por el espacio donde impartía la clase, bromeando entre ellos, murmurando y lanzándose miradas. Matthew afirmó haber sido mortífago, para luego pasar a afirmar que también perteneció al bando fenixiano, ante la inquietud evidente de Jeremy. Alcé las cejas...no, no me sorprendía que los habitantes del pueblo fueran o no de uno de los bandos, pero aun con su desaparición, no todos se atrevían a revelar su pertenencia, tal vez por miedo a las represalias.

 

- Bueno, la verdad es que no me inmiscuyo en como las familias elaboran o no su fortuna - les dije. - Si, una de las leyes nos habla de como el dinero no puede crearse de la nada, al igual que el conocimiento, qeu debe adquirirse o experimentarse. También nos dice que los muertos no deben regresar por la fuerza, ya que si no quieren volver, es mejor dejarlos descansar. Si hablamos del amor, este sentimiento, aunqeu puede recrearse mediante las pociones y filtros de amor, nunca será un amor real, sino un engaño que, para mantenerse, tendremos que seguir suministrando dosis de la poción, lo cual, a la larga, es bastante inútil. Y por último, si, la comida. Podemos imitarla o recrearla, pero nunca será un alimento verdadero - les dije.

 

Jeremy quiso probar un hechizo, apuntando a una botella que convirtió en una gallina raquítica y un poco extraña. Además, aquel animal parecía un poco molesto...Reí mientras la observaba moverse, incómoda.

- El hechizo es bueno, pero tu uso, no. La transformación necesita habilidad, concentración y decisión. Si no tienes perfectamente claro que quieres obtener, ten por seguro que nunca obtendrás los resultados que desees. En un objeto puede ser divertido, pero en seres vivos...puede tener consecuencias terribles

 

Agité la varita, murmurando un finite que la devolvió a su estado original, una botella.

- Intentalo de nuevo. Imagina que tipo de animal qiueres conseguir. Tenlo bien presente en la mente.

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Presto atención a lo que el rubio decía y habían llegado a una conclusión común. Muchas de las familias habían echo su fortuna a través de la magia o antiguos conocimientos que podrían llamarlos alquimia... No conocía brujas o manos capaces de practicar aquello, pero sabia que existían algunos escondidos en lugares remotos del mundo.

 

Pareciera ser que el profesor había vuelvo a la normalidad, luego de un pequeño receso, de saber quien sabe que en su cabeza, volvió. Enarco una ceja al escuchar su replica ante los cuestionamientos de los Triviani, la verdad discrepaba mucho en su teoría, pero él era el profesor y debían decir que si, tenia razón en todo lo que pudiera decirnos por más que estuviera mal. (?)

 

Revoleo sus ojos y murmuro por lo bajo, parecía ser una persona sumamente amable y Matthew creyó que eso le agradaba; Jeremy había convertido una botella de arándanos en... ¡QUE DEMONIOS ERA ESO! el gitano se rasco la barbilla pensativo, mientras lo que parecía ser un esqueleto de gallina salto sobre la mesa en dirección a el. Quería romper todo su tapado de plumas, ella de envidiosa porque no tiene nada y Matthew estaba precioso. (?)

 

No definitivamente no era el hechizo correcto... ¡JEREEEEMY! grito dando unas cuantas patadas para que desapareciera. Arrugo la boca, mientras el profesor utilizo un contra hechizo para que esta muriera, clavo su gélida mirada en Jeremy y sabia que se cobraría el favor.

 

Matthew busco un pequeño posa velas de color dorado, parecía ser de bronce por la erocion que tenia del tiempo sobre la mesa; tomo a Frida cerrando los ojos y se imagino un pequeño ratón de pelaje blanco con pequeños ojos rojos y una cola larga, rosada... Abrió los ojos nuevamente y lamentablemente, el hechizo no había funcionado, resoplo frustrado y lo volvio a intentar, hasta que lo había logrado.

 

Tomo entre sus manos el pequeño ratón, con éxito había logrado transformar un porta velas en un lindo roedor... No era novedad, o quizás si, pero Matthew amaba los animales. Lo cual no quitaba que luego lo utilizara para hacerle alguna maldad a Jeremy... Crear una poción para que se enamore de Patricia (?) aun que a la larga pueda resultar inútil, sera divertido ver como esta sometido a una psicópata.

 

Vio de reojo unos cuantos libros sobre transformaciones, intento ser discreto, pero quería saber como transformar objetos, incluso piedras en Galeones; estaba seguro de que Amá Candela sabia, pero no le enseñaría, no sin antes hacerlo sufrir... -revoleo los ojos-

 

 

@@Matt Blackner @

 

Perdón la doble mención, no había hecho los diálogos xD

Editado por Matthew Triviani

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El vampiro asintió a la explicación del profesor sobre las Leyes de Gamp. En aquel breve instante se dio cuenta que eran mucho más complejas de lo que al principio se imaginó. Tendría que hacer luego una investigación propia con sus plantas. Quería ver hasta qué punto se perdían las propiedades principales en una réplica exacta y que método era más efectivo para que no ocurriera.

 

Su hermano le pego patadas a la gallinita, haciéndolo reír a carcajadas antes de que su botella de vino con gusto arándanos vuelva a su formato original. El Potter Black lejos de burlarse de su nefasta transformación, lo instó a repetirlo con más controlado y les dio a ambos jóvenes una serie de tips para que pudieran hacerlo mejor esta vez. Matthew probó dos veces con un porta velas hasta conseguir un ratoncito.

 

- ¡Excelente Triviani! -Gritó aplaudiendo al gitano antes de burlarse - Eres un genio Matthew, acabas de crear vida y es pura y noble, para colmo -Le hizo un guiño- Estoy impresionado.

 

Luego de aquello agarró, el mago agarró nuevamente la botella, para posarla en frente suyo. Esta vez estaba decidido a que su gallina fuera normal y que tuviera todas sus plumas. Se concentró en su magia mientras volvía a pronunciar el hechizo. Esta vez funcionó, aunque un poco desviado a lo que pensaba crear. No había una gallina. La botella se transformó en un Águila Marina de Steller.

 

Un gran pájaro robusto, cubierto de plumas oscuras casi por completo a excepción de su cabeza que era blanca como la nieve. El vampiro no pudo evitar sonreír al sentir un cálido hormigueo en su estómago. Aquella ave le recordaba a su mujer. ¿Porque siempre se le aparecía cuando menos lo esperaba? Sin embargo, apenas cobró conciencia el animal, levantó vuelo hasta una de las vigas de metal que sostenía la carpa y allí se quedó posada mirándolos con desconfianza. Hasta en eso se parecía a su Anne.

 

-Salió un poco mejor -Se disculpó como si nada - Tiene plumas y hasta ahora no atacó a nadie -Sonrió hacia ambos magos.

 

 

@Matt Blackner @

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Triviani estaba sentado junto a su hermano Jeremy. Luego de la pequeña pelea con la gallina temeraria aquella que él había invocado se puso a planear que podría hacer para vengar su tapado de plumas que le había costado dos muertes en la tienda de antigüedades de una elfina. Rasco su barbilla pensativo, mientras daba una pitada más de su cigarrillo de hongos alucinógenos producidos por la... Palmera Mágica.

 

Se rió ante las palabras de Jeremy por decirle que había creado vida, noble y pura... Aquello le dio una pequeña idea para jugarle una broma, ya que el profesor parecía estar perdido en pensamientos y en otras cuestiones filosóficas sobre su vida mágica. ¿Tendrá problemas maritales? se cuestiono en sus adentros, pero poco le importaba realmente.

 

Oppugno; pronuncio con el ratón en mano y este salto de ellas para atacar justo en la cabeza al rubio.

 

Pero eso no acabaría del todo ahí, ahora quería prender fuego toda la carpa de circo que habían armado y sentarse a disfrutar de la botella de arándanos que Jeremy había sacado de su bolso de Moke. Por lo que se levanto y rodeo el banco donde estaban sentados, mientras el lidiaba con aquella pestilente rata de alcantarilla que el había consumado crear a través de un porta vela, y, le dio unos cuantos golpes a mano cerrada a la gallina para que esta volviera a la forma original... Quizás hubiera sido más fácil utilizar un Finite, pensó, pero le gustaba la violencia. (?)

 

Corrió de mala gana una de las mangas de la carpa y salio fuera de ella, se paro unos segundos y visualizo el lugar donde quería sentarse a beber aquella deliciosa botella, hasta ahora era arándanos, o al menos eso había dicho Jeremy... La olio y arrugo su nariz. Eso no tenia buena pinta, pero era etílico... Sacudió sus hombros sin importarle y se la empino. Un pequeño erupto expulsado de su boca y se sentó en una duna de heno.

 

Penso en un Disparo de Flechas y de su varita, apuntando al techo de la carpa, salieron disparadas doce flechas que se clavaron sobre ella y con un poco de magia gitana se incendiaron, eso lograría una perfecta antorcha.

 

Ahora si... Seré el hijo favorito... Mardito Jeremy... gruño, cuan ornitorrinco.

 

 

@ @@Matt Blackner

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Le pediría al mismo Ministro de Magia que dejara su varita si formara parte de su aprendizaje en mi claustro, Aaron —respondió con una sonrisa.

 

Aunque no podía negar que era bastante gracioso verlo separar las distintas hierbas con sus propias manos, además de esa diversión, era importante que él entendiera la importancia del estado de cada una de ess hojas, tallos, raíces. Las pociones eran una rama de la magia que francamente necesitaba poco de lo segundo y más de seso. Algo que seguramente a él no le faltaba, lo que sí le flaqueaba a veces, era la dependencia a es arma de madera y la paciencia, y en eso, justamente trabajaba ella.

 

El cedrón, querido primo, en exceso, podría darte serios problemas en las vía urinarias y claro que una mujer en encargo no puede beber demasiado su infusión —susurró encogiendo los hombros—, pero repito, eso en cantidades excesivas. Creo que las consecuencias del cedrón serían peores si Gatiux se da cuenta que las arrancas de su jardín antes de tiempo —bromeó—. Has sido rápido, veremos si al menos lo has hecho bien, pronto. En el estante, encontrarás los elementos suficientes para elaborar una poción sanadora y un veneno. Son sencillas, anota.

 

Y entonces comenzó a dictar lo que encontraría en el estante, sangre de dragón puro filtrada, gotas de agua de manantial, huesos de sapo quemado y un poco de hielo seco.

 

Mmm, perdona, no tengo hielo seco, me parece que tendrás que ir a Diagon por un poco de eso, y al respecto del agua de manantial, eso en el primer claro del Bosque Prohibido si vas por el sendero de la derecha a la salida de este edificio, no vas a perderte, estoy segura —dijo—, ahora sigue anotando, apenas, tengas todo, mezclarás esos dos ingredientes en el caldero y ante el primer hervor, vas echando gota a gota la sangre del dragón, mezclas en el mortero cenizas de druida, las mencioné ¿no? bueno, con los huesos de sapo y también los incorporas, tomará un color particular y entonces, veremos si estás en el camino correcto.

 

Verlo hacer una poción luego de dar semejante paseo por Ottery la iba a tener entretenida un rato mientras él salía, tenía que comenzar a preparar en otros calderos, un par de pociones más que quería que él aprendiera durante el lapso de la clase, nuevamente apelando a algo que el Yaxley no había demostrado muy a menudo, su paciencia. Le vio alistarse para salir de clases y se acercó a él por detrás.

 

De pasada, ¿me traerías algún regaliz? Salí casi con el estómago vacío por la emoción de tamaño alumno —se despidió—, por otro lado, sé que eres hábil aún sin varita, pero ten cuidado, ¿si?

 

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