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Runas Antiguas


Orión Yaxley
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Estiró sus brazos y puso los pies sobre el escritorio. Eran incontables las veces en las que lo trataron como un irrespetuoso, un poco desagradable y poco agraciado mago. Generalmente, demonios con grandes riquezas y mansiones enormes o castillos antiguos. Pero como todas esas situaciones… bueno, quedaban en nada. Así que él iba a seguir poniendo sus botas sobre la madera. Tengamos en cuenta que, a él, lo que más le interesaba era que la gente aprendiera y viniera con ganas de aprender.


Detrás de él había un pizarra con las runas del elder futhark.

Tenía preparada una pequeña clase para el diverso alumnado. Y los estaba esperando. Un poco con resaca. Se había apropiado de una aula cualquiera y el aviso a cada uno fue casi instantáneo. Además, le había pedido a la directora que les avisara, de alguna manera, que trajeran un set de runas para iniciar el entrenamiento.


- Al menos es pasado mediodía -dijo, mientras sacaba una petaca whisky para beber un poco.


Cerró el recipiente de plata y lo guardó dentro de su abrigo. Bajó sus botas cuando escuchó un par de pasos en el pasillo.


- Estoy aquí, pasen sin miedo, ¿alguna duda sobre las runas antes de comenzar?

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Un nuevo mes había iniciado y con él llegaba la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos que pudieran resultar en el aumento de poderes y la mejoría de su magia. A eso era lo que la rubia se venía dedicando de un tiempo aca, a mejorar sus habilidades para tener la mente ocupada ante el colapso que había ocurrido con el bando, tal vez teniendo los conocimientos necesarios pudiera encontrar respuestas a lo que había sucedido, sabía que podía ser una posibilidad mínima pero cualquier cosa que diera una oportunidad de encontrar lo que buscaba la aprovecharía.

 

Era por eso que se encontraba en la biblioteca de la mansión Rambaldi organizando el set de runas que había conseguido para la clase que iba a tomar ya que la dirección había enviado un mensaje solicitando llevarlos para la realización de la clase. Había leído un poco sobre el tema y sabía que eran muy usadas en dialectos escandinavos y germánicos pero aparte de eso no era mayor cosa lo que conocía del tema y por lo tanto por eso estaba tan interesada en aprender.

 

Una de sus ex compañeras de la orden las manejaba bien y hasta había iniciado un negocio en el callejón Diagon pero lamentablemente se marchó antes de que pudiera pasar por allá y tratar de aprender sobre el tema, esperaba que donde estuviera la bruja se encontrara bien.

 

Tomo todo lo necesario para su clase y su varita así como los anillos y amuletos que siempre cargaba con ella, la ojiazul había tenido que aprender a fuerza que era mejor estar siempre preparada ante cualquier eventualidad así se dirigiera solo a la universidad a ver una clase. Por medio de la aparición se hizo presente en los terrenos de la universidad, cuando iba a empezar a caminar para ir al aula recibió un mensaje de su profesor indicando una nueva aula por lo que se dirigió allá a paso firme.

 

Mientras caminaba pensaba en que esa clase que iba a iniciar era un peldaño hacía algo más, estaba viendo también uno de los libros dictados por los guerreros Uzza y sabía que con el conocimiento sobre runas y otros más podría lograr acceder a una parte de la magia que era algo complicada pero lo cual le motivaba a realizar su aprendizaje, cuando estuvo cerca a la puerta escuchó una voz que le invitaba a seguir.

 

— Buen día — saludo al ingresar al lugar mientras reconocía al mago ubicado en el escritorio, el director de cooperación. — Director Yaxley interesante verlo en estas circunstancias, aunque por lo visto hoy es profesor Yaxley — hablaba conforme tomaba un lugar frente al escritorio donde se hallaba el mago. — La verdad es un tema que no conozco mucho así que supongo que las dudas irán surgiendo, por el momento se de que podrían servir para apoyar determinada magia pero no se del todo cuál es la importancia en sí de las runas, cual es su mayor valor? — pregunto al Yaxley esperando le aclarara porque su estudio era algo relevante.

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-Ama llegara tarde a su clase de Runa- le dijo su elfina.

 

Alessandra suspiro y se pregunto como es que habia accedido a hacer alquella clase, no habia tomado Runas antes porque desconocia el asunto, en hogwats nisiquiera lo vio por esa razon. Suspiro y miro a su elfina con cara de pocos amigos desde su comoda.

 

-¿Y si no voy? Estoy segura que el profesor agradeceria tener un alumno menos- le dijo la Nigromante -ademas nisiquiera se donde conseguir las runas que piden- le explico a la criatura recordando la nota que le mandaron sobre llevarlas.

 

Mar suspiro y con un chasquido de sus dedos hizo aparecer una bolsita vieja con polvo de cuero negro, la Nigromante anonadada la tomó y la abrio dejando salir unas piedras escritas en lo que supuso que serían las runas.-piensas en todo- le dijo asombrada tomando las piedras y examinandolas.

 

- Eran de su tio Lestat, las encontré cuándo limpiaba su dormitorio en el castillo Rambaldi- Mar se detuvo le dejo un sándwich y se marchó.

 

La Delacour nisiquiera sabía que su tío tenía runas pero le agradecio a su elfina el bonito gesto de darle aquéllas piedras en silencio, no tenía voz para hablar ante la emoción y tener esas runas en sus manos tomó la decisión de hacer la clase. No se molestó en llevar nada más salvo la bolsita, su varita, su anillo de bodas junto al de las habilidades que poseía.

 

Tomó su sándwich y con eso desaparecio de la mansión Delacour a la Universidad,sus pantalones de jeans negros se mezcló bien con las sombras de los árboles menos su blusa que era de color amarillo. Con cuidado fue al aula dónde la nota decía que estaría su profesor esperandolos y cuándo llegó vio a su Tia Dennis hablando con el único hombre que había, por el momento, en el aula muy relajado.

 

-Hola- trató de decir con la boca llena de comida asi que sólo pasó y se sentó a comer y escuchar lo que u Tia y el desconocido hablaban.

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Amaba pasar tiempo dentro de los terrenos de la enorme mansión de la familia Black Lestrange, tenía todo lo que necesitaba para disfrutar de un día relajado y sin necesidad de ver rostros de miembros de la comunidad mágica que eran poco agradables para ella, sin embargo, en esa ocasión tendría que abandonar la comodidad de su casona para dirigirse nuevamente a la Universidad Mágica, una clase la esperaba; Runas Antiguas.

¿Estaba ansiosa? Mentiría si decía que sí, porque simplemente cumplía con el requisito de saciar un poco su curiosidad y terminar de comprender aquel lenguaje utilizado en los dialectos escandinavos que pertenecían a las tribus germánicas. Era curioso que precisamente para cumplir con la sugerencia de llevar un juego de runas, hubiese elegido una de las más antiguas que fueron fundadas por ellos, las Elder Futhark, las cuales habían sido proporcionadas por su elfina doméstica una noche antes de la clase al leer la carta enviada por la dirección de la institución educativa.

Tomando un respiro, supo que era momento de ponerse en marcha, aunque antes de eso pidió que le informarán a su hijo que se iba y que lo vería en la clase. No quería que llegara tarde y con ese pequeño recordatorio, sabía que sería suficiente, así que aprovechando el hecho de que tenía la varita mágica en mano, utilizó un fulgura nox, para presentarse a las afueras de los terrenos y terminar el trecho al aula caminando.

—Como dijo Dennis, si tengo alguna en su momento la externaré de momento todo esta bien. —tras esas palabras se sentó en una de las sillas, regalando una sonrisa a modo de saludo a las Delacour y dejando el espacio vació a su lado para Eobad.

En cuanto ingresó su hijo y lo tuvo sentado a su lado, negó con la cabeza y se acercó un poco a él.

—Pensé que no llegarías. —soltó haciendo referencia a que entendía sino hubiese llegado— ¿Trajiste el paquete de runas? —añadió mostrando el suyo y dejándolo sobre la mesa.
Editado por Mia.
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Sopesó la misiva de la Universidad entre sus manos, debatiéndose si debía hacer o no acto de presencia en la clase del conocimiento al que se había matriculado. La última ocasión, con el cambio repentino de docentes, su aprendizaje, se había visto fragmentado, por lo que temía que aquello pasara de nueva cuenta. Cuestión de azar, tal vez.

 

¿Y por qué un joven de veinte y tantos, tomaría Runas Antiguas? Simple, quería complementarlo con su maestría en los idiomas. Curiosidad, ni más ni menos. Así que, en cuanto le fue informado que su madre se había adelantado, decidió seguirle el paso. Claro que, él aún no podía emplear ciertos poderes para llegar a la Universidad, por lo que tuvo que hacerlo de la forma clásica: Aparición. Y desde luego, con el juego de runas contenido en una esfera de cristal que, con recelo, sostenía con una mano bajo la capa.

 

Llegó al salón por mera suerte, gracias a la capacidad de las botas de siete leguas por desplazarlo con rapidez. Ingresó sin rodeos, asintiendo con sutileza al cruzar el marco de la puerta. Justo antes de eso, Orión Yaxley había pedido que externaran sus dudas relativas a las runas. Para entonces, no tenía. Ya vendrían después.

 

Tomó asiento a un lado de su madre, mientras Dennis Delacour y Mía respondían a la interrogante, y Alessandra Delacour comía un sándwich. Esto va a ser divertido, pensó.

 

Sin dudas, por el momento. Al igual que el resto, las haré saber en cuanto aparezcan.

 

Depositó la esfera de cristal sobre la superficie de la mesita que tenía el pupitre, a manera de responder a la pregunta de la rubia. Dentro de ésta, los fragmentos tallados con las runas levitaban alrededor, como si estuviesen suspendidos en agua; era un hechizo simple, para que no se viera tan ¿triste? el asunto. Le llamaba la atención el origen de dichas runas, pues conocía de los dialectos germánicos, más no lograba descifrar su alfabeto rúnico. Era cuestión de abstracción, su ojo humano estaba tan habituado a la escritura convencional, que aquello era un cambio de paradigma.

 

Sabes que me gusta agregarle un poco de drama innecesario. comentó, dirigiéndose a su madre con su característica sonrisa. Pasó uno de los mechones rubios por encima de la oreja, para que se escondiera entre la maraña castaña. Por un momento, temí que Horace no lograra traerme el pedido.

 

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Kaori.

Cajas, cajas y más cajas. Era todo lo que la pelinegra había estado viendo durante toda la mañana, cuando se despertó y empezó a organizar sus cosas para la mudanza, no se imaginó que serían tantas las cosas que no estaba dispuesta a dejar atrás. Movió una vez más la varita y una pila de libros empezó a levitar, con el objetivo de guardarse o al menos ese era el plan.

—Lo siento mi ama — se disculpó un anciano elfo que apareció de la nada interrumpiendo el trayecto de los pesados libros, haciéndolos caer —Llegó esto para usted…— respondió entregándole un pergamino cuyo sello era del Ateneo de Conocimientos. —¿Necesita que la ayude? —preguntó la criatura al observar el desorden que la Delacour tenía en la habitación.

—Gracias, Handigal… pero no. Si me ayudas, luego no sabré donde esta cada cosa —respondió de forma distraída pues en realidad estaba prestando más atención a la nota que tenía en la mano. Había olvidado por completo que junto a sus primas se inscribió a la clase de Runas y si no se daba prisa llegaría tarde. De inmediato dejó lo que estaba haciendo para alistarse. —No toques nada… —advirtió al elfo que al parecer tenía muchas ganas de ayudar.

Varios minutos más tarde la Delacour ya estaba bañada y vestida con un pantalón de mezclilla negro, una blusa carmesí con escote en “V” y unos zapatos de tacón que la hacían lucir más alta de lo que en realidad era. Secó su cabello mediante magia y lo recogió en una coleta alta. Se podría decir que estaba lista para salir, pero no, había pasado los últimos diez minutos buscando un set de runas que le había regalado su difunta madre.

Finalmente los encontró empolvados y olvidados en uno de los cajones del closet que aún no revisaba, eran tan lindas como recordaba, de un negro como la noche misma, sacó una y al hacerlo un brillo azul fue dibujando la runa que representaba. La volvió a guardar junto a las demás y desapareció.

Al llegar al aula, supo de inmediato que era la última en llegar, por lo que entró sin hacer mucho ruido, gesticulo un “lo siento” a su prima Dennis, que parecía aliviada de verla llegar, y a juzgar por las respuestas que estaban dando sus compañeros, imaginó que el profesor les había preguntado si tenían dudas.

—Buenas tardes, ninguna de momento —Respondió. Hace mucho que no usaba runas, pero solo era cuestión de recordar.

Luego de responder se sentó junto a su otra prima Alessandra, quien estaba comiendo un sándwich que lucía muy apetitoso, sobretodo porque no había tenido tiempo de comer algo antes de la clase.

—Hola prima, adivinaste que no había comido…gracias—dijo son una sonrisa mientras, cual chiquilla, le arrebataba el sándwich y le daba una mordida.

Iba a dar otra mordida cuando se percató de que sin duda se le había adelantado a Denden, que la miraba como si le hubiera robado un preciado bien. Partió el sándwich en tres partes, se quedó con una y las otras dos se las paso a las Delacour.

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- ¿El mayor valor? ¡Con el que te sientas más segura! Las runas son versátiles y vienen bien siempre que se necesite expandir un poco el conocimiento propio.

Ya se iba a explayar un poco más a medida que iniciaran el pequeño viaje. Sacó su varita de uno de los bolsillos traseros y trazó una línea vertical en el aire. Un portal haz de noche se formó de una oscuridad total. Sonrió levemente con satisfacción. Esperó un momento a que llegaran todos. sus alumnos, que, más que alumnos serían cada uno sus propios maestros.

- Oh, ten cuidado con esas runas. Tienen formas un poco irregulares. Lo mejor es que todas tengan casi el mismo tamaño y con la misma forma en caso de hacer consulta -le comentó a la bruja que estaba tomando su colación.

Orión se refería más que nada a que no exista ningún tipo de identificación entre las piedras. Era como… las cartas marcadas. Sabiendo qué tipo de marcas tenía que carta, bueno, el azar se forzaba un poco.

Les indicó con un ademán a que lo acompañen por el portal. El traspaso lo distorsionó ¿por qué? qué se yo, habrá sido por cambiar de un plano físico a otro, o de pasar de un lugar cerrado al aire libre. La temperatura también había caído. Sobretodo las botas estaban enterradas dentro del barro. Inspiró con gusto, luego de sentirse propio. Nada como el aire matutino de un río pantanoso escocés.

 

- ¡Bienvenidos a la isla de Lewis, Escocia! Un poco más adelante están las Piedras de Callanish que serán cruciales para nuestra pequeña excursión.

Salpicó sus propias ropas con todo el barro posible mientras iba caminando por el improvisado sendero.

- Mientras tanto, vayamos familiarizándonos un poco con los conceptos de las runas. Seguramente junto con su set de runas de elder futhark les vino un pequeño librillo con los significados de cada runa. Verán, antes se usaban como alfabeto pero además, cada una representaba una serie de conceptos. Si tuvieran que describirse en tres runas, ¿cuáles usarían?

Editado por Orión Yaxley

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Realmente la Delacour tenia mucho interés por aquella clase de conocimiento, no tenía mucha idea del tema y eso le generaba aún más curiosidad al respecto de lo que otros clases le habían hecho sentir antes de iniciarlas, tal vez debido a que con respecto a los otros temas que había visto tenía muchos más datos al respecto, de seguro la novedad de entrar en un mundo totalmente desconocido para ella era lo que más le atraía de aquella clase.

 

Mientras esperaba la respuesta de su profesor uno a uno los compañeros de clase fueron llegando, comenzando por su sobrina Alessandra quien se había hecho presente de manera algo despreocupada comiendo un sándwich, eso le hizo recordar que no había comido nada antes de salir, un jugo de calabaza había sido todo lo que había consumido, pensó seriamente en robar parte de su snack.

 

Pero antes de tomar una decisión se hizo presente Mia Black Lestrange, la directora del banco y a quien había visto también en la boda de una de sus hijas donde ella había servido de testigo por parte del Saw, seguidamente llegó otro Black Lestrange, lo recordaba de la mansión pero en ese momento su cabeza no le permitía recordar si lo había visto en otro lugar, en el bando posiblemente pero no estaba del todo segura.

 

Cuando su prima Kaori termino completando el grupo suspiro con alivio, por un momento pensó que no iba a llegar con aquello que aún andaba en plan romántico después de la boda llevaba días sin verla por la mansión. Saludo con un gesto de la mano para ver como su plan de robar el sándwich de su sobrina se iba al traste ya que su prima se había adelantado pero tal vez leyó sus planes en su expresión cuando luego lo partió y le dio una parte. — Gracias — dijo en tono bajo al recibir la porción y retomar su atención al profesor quien empezaba a hablar del tema.

 

De pronto mientras hablaba abrió un fulgura Nox y les indico que lo siguieran, se puso en pie y cruzó el portal para terminar cubriendo de lodo sus zapatos, muy tarde para haber usado un impervius, ni modo ya luego solucionaría el tema del calzado arruinado. Se encontraban en Escocia, el frío del clima se sentía apenas ponías un pie en aquel lugar pero teniendo en cuenta el clima de Londres era algo muy fácil de llevar. Luego hizo una pregunta la cual le hizo sacar aquella guia de la que hablaba, aunque recordaba ya el significado de algunas runas que le habían llamado la atención no lo hacía con todas, por lo que dando un repaso decidio responder a la pregunta del Yaxley con las 3 que habían capturado su interés desde el comienzo.

 

— Creo que de tener que elegir tres nada más serían alegría (Wunjo), día (dagaz) y herencia (Othala). Pienso que van de la mano con lo que pienso y como actuó. — dijo en tono tranquilo con la mirada fija en el mago. Esperaba por las respuestas de sus compañeros y lo que habría que hacer para continuar la clase.

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-Hey!!- se quejó la Delacour a su prima Kaori.

 

La miró cómo diciendo "que haces" cuándo le sacó el sándwich y lo repartió con su tia, la Nigromante miró a ambas Delacous de forma poco amigable porque la dejaban con más hambre de que la tenía.

 

Estaba por acusar a Kaori con Mía, para que viera que clase de nueva Black Lestrange de sumaba a su familia y la echará patitas a la callé pero su profesor comenzó a hablar y abrió un portal no sin antes hablar sobre la igual de piedras que debían tener con las runas. Alessandra mirándolo cómo si hablará en chino miró a su tia Dennis, quién era la culpable de que tomarán aquélla clase, y le hizo unas señas, sin que nadie la viera, que la iba a ahorcar. Alessandra estaba por revisar sus piedras por si era a ella pero al ver que debían pasar el portal no le quedo de otra que esperar a hacer su inspección por si se refería a ella.

 

Su Tia Dennis fue la primera en responder a lo pedido por el profesor, Alessandra la miró para ver si entendía algo pero no sabía Runas, ¿acaso su profesor no debía mínimamente explicarles los nombres de las piedras antes de pedirles aquéllo? Pensó con desesperación. No le gustaba no saber y su bolsito no traía ningún librito tampoco lo que la irritaba más a su vez le hacía poner nerviosa.

 

Se le acercó a Dennis para ver su librito con ella pero seguía sin entender, <<Agg que asco de situación>> se dijo con amargura. Nunca habia tenido contacto con alguna runa hasta ese dia y ya odiaba aquellos objetos los cuales si aprobaba o no la clase irian a su baul y se los volveria a sacar ni aunque su vida dependiera de que asi lo hiciera y eso que habia escuchado maravillas de ellas.

 

-Segun el libro de Dennis, serian Alegria, esta bonita que se parece una "p", Viaje esta con una "R" que si quiere saber mi opinion profesor no se le parece en nada y Agua esta que es un "1" o algo asi- le dijo todo guiandose a lo que Dennis habia hecho.

 

-Oiga profesor, ¿este hombre tenia un problema o algo por el estilo? Digo porque porque hubiera sido mejor ponerle simbolos acuerdo al nombre- le hablo guardando todas las piedras que saco ahi mismo para buscar alguna que le llamará la atención.

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Kaori.

Tan concentrada estaba en jugarles bromas a sus primas que la pelinegra no había prestado mucha atención a quienes eran, así que cuando los reconoció casi se atraganta con el ultimo mordisco del sándwich que había robado. Las mejillas de la pelinegra se tiñeron de un suave rosa. Terminó de masticar y se disponía a saludarles como era debido, pero justo en aquel momento el profesor abrió un portal y los invitaba a seguirle.

—¡Rayos! — exclamó cuando sus pies se hundieron el lodo apenas cruzar el portal. Le gustaban esos zapatos y ahora están llenos de lodo y también su pantalón.

Si el profesor tan solo los hubiera prevenido, ahora luego de la clase, si o si tendría que regresar a cambiarse de ropa, pues algo le decía que con un simple fregotego no lograría quitar el lodo y tenía una reunión a la cual asistir luego de que la clase terminara.

Suspiró resignada mientras seguía por el improvisado sendero al Yaxley, quien les había pedido que escogieran tres runas con las que se identificaran. Ya no recordaba bien el significado de cada una y el pequeño folleto que venían con las runas, hace ya mucho tiempo que había desaparecido, así que debía recurrir a su memoria.

Metió la mano y saco tres runas. Era una suerte que aquella no fuera una clase de adivinación ya que las sacó, Thurisaz, Kaunan, Hagala, eran sin lugar a dudas un mal presagio. Se estremeció tan solo de relacionar esas tres runas y la persona con la debía reunirse en un par de horas. Como si le hubieran quemado la mano las volvió a guardar en la bolsa.

—Dagat, Ehwaz y Raidho …creo que esas tres irían bien conmigo —respondió aunque en su mente aun estaban presentes las primeras tres runas que había sacado, y aunque, no era muy supersticiosa no podía evitar pensar en que algo le estaban tratando de decir.

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