Defensa Contra las Artes Oscuras

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra apareció en una casa de campo fuera de Londres, era de noche, las estrellas llenaban el cielo y el viento era suave, después de meses de vacaciones ante la falta de estudiantes ese mes le tocaba dar a su Tia política Zoella, Dennis, Kytta y a Candela, con quién anteriormente había compartido clases una vez hace bastante tiempo.

- Buenas noches- saludó al sereno.

La verdad entrarían de infraganti a la casa, se suponía que estaba encantada, al menos era lo que decían, y el hombre era un pequeño obstáculo que no duraría mucho.
Se paró a tres metros de él - Desmaius- de su varita un rayo azul salió de la punta y le impactó en el pecho del hombre que dejó inconsciente en el suelo.

Con un movimiento de su varita levito al muggle hasta una granja dónde le armó una cama con paja y lo dejó descansar mientras ella hacía su clase.

Estimados Alumnos.

La carta es un traslador a su clase, los espero solo con su varita.

Atte:
Profesora
Alessandra Delacour.

Con eso encanto las cuatro notas que se transformaron en aves y salieron volando con sus alumnos. Mientras tanto la Metamorfaga ingreso al hogar y con su anillo de Nigromancia trajo a la vida ocho cadáveres, anteriormente sacados de su tumba y a los que invocó, a los que dejó libremente por la casa mientras ella salia, habia quitado la luz tambien para darle un toque mas terrorifico.

Se alejó a diez metros de la casa, dónde vio a cuatro cuerpos descompuesto salir -Espejo de Niebla- dijo cubriendo la casa de una densa niebla que impedía ver la casa y a los cuerpos a su vez cuándo entrarán serian atacada por unos Boggarts que tomarian su temor mas grande.

-Buenas Noches, espero que hayan descansado- sonrio con alegria -antes de explicar que hacemos aqui me gustaria saber que saben de Dedensa-

[Mentita]

Tenía ganas de vomitar. El viaje en traslador había sido de lo más problemático, considerando que, cuando logró aparecer en el punto de reunión al que los había enviado Alessandra, se había topado con el hecho de haber perdido la mitad de su ropa. Era normal, estaba acostumbrada a ese tipo de accidentes. La buena noticia era que siempre llevaba mudas limpias consigo, así que no fue muy difícil cambiar la que tenía por una nueva. Ehm, bueno... Digamos que era nueva.

 

La gitana empezó a andar hacia la figura femenina, no podía verla con toda claridad pues la única luz que acompañaba la estancia era la que les brindaba la luna -un poco mezquina, si me preguntan-. Sólo distinguía de ella la larga melena en un cuerpo que, parecía, un poco más alto que el de la matriarca Triviani. El contacto con el suelo le daba la sensación de estar caminando sobre agua, aunque no sentía los pies húmedos. Desvió la mirada hacia abajo y notó que no podía verlos. ¡No tenía tobillos!

 

Debe ser algún efecto del lugar. Pensó.

 

― Buenas noches. ―saludó de regreso a la profesora― ¿Defensa? ―preguntó para sí misma, en cuanto la Delacour terminó de saludar y daba la primera asignación.

 

Candela no pudo evitar girar la cabeza hacia la figura de una casa, que se encontraba a unos diez metros de donde se hallaba la profesora con sus alumnos. Alrededor de la casa paseaban, de forma discontinua y medio a trompicones, cuatro... ¿Cadáveres?

 

― Depende de cuál sea el ataque, sería la defensa. El cuerpo a cuerpo o mágicos. El cuerpo a cuerpo, bueno... Ya sabemos cómo sería. Y los mágicos, los hechizos como Protego, Ignea, Cantar de Eléboro, entre otros... ―decidió cortar allí su exposición. Temía que, si mencionaba una palabra más, podría terminar revelando datos de los que luego tendría que hacerse cargo y no le apetecía.

 

Para desviar la atención que había generado, fijó la mirada gris, una vez más, en los cadáveres que andaban como perro por su casa.

Editado 5 de Mayo del 2019 por Candela Triviani

[Zoella Triviani]

Traslador, debía de haberlo deducido. Antes de tomar la carta que había llegado por la ventana me encontraba desnuda, saliendo de haberme duchado tras una fructuosa casa en la ciudad muggle cerca del Ottery. No pretendía ir mal oliente a cadáver, aunque quisiera debía de tener algo de decencia por la sobrina de mi novia quien sería mi profesora en esta ocasión. Sentí un frío viento recorrer por mis piernas justo cuando mis pies descalzos tocaron el frió suelo, la niebla cubría gran parte de mi anatomía. Para mi suerte, había alcanzado a tomar mi varita cuando sentí la conocida sensación aparecer en mi estomago.

 

 

Con una leve floritura apunté mi cuerpo, haciendo aparecer en mi cuerpo unos joggers negros junto a una blusa del mismo color. Mis pies, por otro lado quedaron con dos zapatos diferentes puestos al contrario - Ya decía yo que todo me había salido bien - Bufé para comenzar a caminar hacia el frente de la casa que veía a lo lejos.

 

Escuché a la Delacour hablar mientras recogía los cabellos de mi peluca en una coleta y luego reconocer una contestación por parte de mi madre, podía saber que era ella sólo con la particularidad de su presencia. Me paré a pocos metros a su lado y contesté seguido de ella.

 

- Como dice mi madre, la defensa depende del ataque o del atacante. Considero que debemos descifrar los puntos débiles para sacar provecho de ello - Comenté, para cruzar mis brazos frente a mi cuerpo y recargarme de una sola pierna. Esperando a ver que proseguía. Con lentitud recorrí la vista por el lugar, sin lograr encontrar mi objetivo, a ella.

[Dennis Delacour]

La Delacour se encontraba en la biblioteca de la mansión, sabía que en cualquier momento le sería notificado que la clase donde sería oyente estaba lista para iniciar, se había inscrito a aquella clase hace varias semanas para acompañar a su novia, siempre con la idea de cuidarla y protegerla así ella supiera que era la mujer más valiente y fuerte de la comunidad mágica y esa era una de las cosas que amaba de ella. Pero después habían tenido aquella charla en la Yaxley donde había salido huyendo y no habían vuelto a hablar desde ese día. Pensó muchas veces en no asistir pero desechó la idea al pensar que era su oportunidad de verla, era cierto que se había evitado sus lechuzas y se había encerrado lejos de todo pero ya no podía más. Lo que sentía por Zoe era más fuerte que cualquier cosa, así que se preparó con un jean desgastado, tenis azules y un buzo gris oscuro de capucha, sabía por Alessandra que ese día sería la clase así que se dispuso a esperar.

 

Cuando llegó la carta de su sobrina la tomó sin dudar ni un segundo, la sensación de tirón fue inmediata llevándola a las afueras de una casa, justo en el momento que Alessandra ingresaba en ella, se ubico detrás de un árbol a varios metros, solo quería observar cuando Zoella llegará a la clase, solo la vería y ya, al menos eso calmaría un poco la necesidad de estar cerca de ella.

 

Vio como su sobrina salió de la casa y se alejaba hasta estar cerca de donde ella se escondía, vio aparecer a Candela y escuchar lo que le respondía a Ale, tenía tanta ansiedad que hizo cambiar su cabello a un tono azul mientras aguardaba, por un instante pensó que la bruja no llegaría cuando la vio aparecer y en medio de aquella niebla por un instante le pareció ver que estaba desnuda, tal vez fue una ilusión debido a lo mucho que extrañaba verla porque ya después estaba vestida, su mente le jugaba malas pasadas. Cuando la escuchó hablar no pudo controlarse más, su voz siempre había sido una suave melodía para sus oídos, entonces se olvidó de que no iba a asistir a aquella clase realmente y salio de detras del arbol, quitándose la capucha y dejando al descubierto su cabello azulado.

 

— Buena noche — saludo a las presentes y le dio una mirada de disculpa a Ale por estar escondida de ella — Que sabemos de defensa? supongo que de una buena defensa depende el mantenernos con vida el tiempo necesario en un duelo o en cualquier situación a la que nos enfrentemos — hablaba conforme se acercaba a Zoella — aunque hay cosas que pueden doler más que la muerte a veces, como las ausencias — dijo esto último en un tono cual susurro cuando llegó frente a la ojigris.

 

Mantuvo la mirada en la bruja y fue imposible evitarlo, le dio un corto beso pero lleno de sentimientos a su novia para luego separarse un poco y regalarle una tierna mirada — hola — fue lo único que pudo decirle, luego girandose a la profesora de aquella clase dijo — lamento la demora pero estoy lista para comenzar — sabía que no debio hacer eso y más sin hablar antes pero ya no podía contenerse más tiempo que el que ya llevaba sin verla.

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra no pudo evitar poner los ojos en blanco ante las respuesta de sus alumnas a su pregunta, no esperaba que le hablarán sobre la pelea cuerpo a cuerpo por lo que tendria que ser mas especifica a la hora de impatir sus clases.

 

-Me referia a la Defensa contra las artes oscuras- les explico a Candela, Zoe y Dennis -pero sus respuestas no están mal, la idea de está clase es que desarrollen mejor sus habilidades de defensa ante cualquier situación que se vean e peligro con magia- explicó observando sus reacciones.

 

-Cómo verán detrás mío, esa casa - les dijo acercándose a las tres brujas para señalarselas -dicen que está encantada y cómo verán hay cuerpos caminando en ellas- les explicó.

 

-Estos cuerpos han sido revividos por magia oscura y no son fáciles de vencer-mintió, no era con magia oscura pero si bastante dificiles a la hora de deshacerse de ellos -cómo en éste lugar viven una familia de muggles he pensado en darles una ayuda con ustedes- sonrió encantada ante sus miradas.

 

-No pueden usar las imperdonables porque son cadáveres- les recordó -la idea es que ustedes usen su conocimiento en hechizos o encantamientos para que ellos no los maten y puedan recuperar unos pergaminos muy importantes con sus nombres, están fuertemente protegidos asi que no traten de hacerlos levitar ni invocarlos- hizo especial incapie en eso porque solo seria una perdida de tiempo.

 

-Alguna duda?- pregunto.

[Zoella Triviani]

Deseaba verla, llevaba días sin saber algo de ella, sin ver su hermoso rostro, sin escuchar su voz. Desde que aquella charla, a las afueras del hogar Yaxley, no había sabido como reaccionar, le envié miles de lechuzas, fui a verla sin éxito alguno, visité su vacía oficina, pero nada. No lograba encontrarla, me había rendido, sabía que abrir la boca traería malos recuerdos que me atormentarían por lo que resta de mi eterna vida.

 

Sin embargo, al verla, con ese cabello azul, y su rostro algo pálido me hizo enloquecer, mi cuerpo tembló mientras la sentía acercarse a mi. Escuchar la suave melodía de su voz me dejó en total calma, y al sentir ese beso cierta vitalidad regresó a mi cuerpo - Hola - Contesté quedo, estirando mis dedos hasta los suyos para lentamente entrelazar nuestras manos. El calor que de ella emanaba inmediatamente recorrió mi cuerpo, recordándome la sensación a hogar que ella siempre me daba.

 

Alessandra continuo hablando, explicándonos lo que ella quería lograr con esta clase, una efectiva defensa contra cualquier arte oscura. Poco me importaba defenderme de eso, sin embargo, mis ideas cambiaron cuando pasó lo que pasó en mi clase con Jeremy. Debía de tener este conocimiento por mera prevención.

 

Apreté la mano de la Delacour, y con la otra sostuve firmemente mi varita, poco deseaba proteger a los muggles, por mi fuera hasta yo los mataría, pero lamentablemente debía intentar hacerlo, aunque quizás que reciban unos rasguños no estaría nada mal.

 

Cuando Alessandra terminó de hablar, una pregunta cruzó mi mente - ¿Puedo comerme algún muggle? - Solté sin más, queriendo saber si podía llevarme alguno a casa.

Editado 10 de Mayo del 2019 por Zoella Triviani Yaxley

[Dennis Delacour]

Cuando la peliazul escucho esa suave voz responder a su hola sabía que había hecho lo correcto presentándose a quella clase, a pesar que no dijo nada más su mirada lo decía absolutamente todo, suspiro profundo para llenarse de valor y mantenerse junto a su novia sin llenarla de besos y abrazos debido a que tenía que respetar la clase de su sobrina además de la presencia de la directora de la universidad que también resultaba ser su suegra.

 

Sintió los dedos de la Triviani entrelazarse con los suyos y sostenerla fuerte mientras escuchaba la explicación de la Delacour con respecto a lo que tenían que hacer para la clase, ese simple contacto la llenaba de muchos sentimientos y sensaciones por lo que dejó que su mano permaneciera entre la suya, en la mano libre sostenía su varita y observaba hacía la casa donde debían entrar.

 

Cuando Zoe preguntó aquello sobre los muggle no pudo evitar mirarla y con esa simple oración se vinieron a su mente todo lo que le había dicho días atrás ocasionando un presión en su pecho, sintió como su corazón se aceleraba recordando lo dicho ese día. Pero aún así no soltó su mano, durante sus días viviendo la ausencia de la bruja entendió que la amaba más de lo que imaginaba y haría lo posible por ayudarla y por solucionar lo sucedido, así que en lugar de alejarse se acercó a su oído y con su anillo de salvaguarda contra oídos indiscretos activados para que solo ella la escuchara le dijo en tono suave — si no le haces nada a ningún muggle cuando acabes la clase puedes beber de mi sangre si el apetito es demasiado — dijo para luego mirarla a los ojos. Sabía lo que era la Triviani y sabía que debía aprender a vivir con eso y si había una forma que no lastimara inocentes pero no alejarla de su lado la usaría.

 

Luego siguiendo las indicaciones de Alessandra se encaminó a la casa aún de la mano de Zoe, a su encuentro antes de entrar uno de esos cadáveres apareció para atacarlos y empuñando su varita dijo — Incarcerus — de inmediato tres cuerdas gruesas salieron de la varita para atar a aquel ser, una a sus pies, la otra alrededor de su boca para evitar mordidas indeseadas y la ultima alrededor de sus brazos y torso atándolo a la reja de entrada. Era algo solo de contención pero por ahora no quería incinerar nada.

[Zoella Triviani]

Esperé una respuesta por parte de Alessandra, repuesta que llegó de la Delacour. Tomándome totalmente de sorpresa aquellas atrevidas palabras que había soltado. Teníamos una conservación pendiente, y el hecho de que me propusiera hacer tales cosas con su cuerpo causaba que ciertas partes de mi cuerpo sintieran como un fuego abrasador les consumía. Por minutos recordé aquel viaje, luego de que oficializáramos nuestra relación, recordé lo que durante esa semana sucedió y sentí como si mi cuerpo tuviera calor, calor que jamás sentiría en verdad.

 

Giré mi vista a ella, sorprendida y mordí mi labio, sin saber que decir o hacer. Me había dejado helada, con algunos temblequeos en mi cuerpo por la anticipación de lo que pudiera pasar luego de la clase. Sentí como tiró de mi mano mientras caminaba a la casa, y dándole una ultima mirada a la sobrina de la Delacour, la seguí hacia la casa, donde comenzaría lo que vine a aprender.

 

Esperaba a los cadáveres, extrañaba en cierta forma su olor putrefacto, la sensación de su descompuesta piel bajo mis manos, y lo viscosa de su sangre al tacto. Una pequeña sonrisa aparecio en mis labios, al ver como la Delacour atacaba a uno de los cadáveres con aquel hechizo que solo lo ató, por mi parte, me acerqué a su rostro, robadole un inesperado beso - Tenemos que hablar, cuanto antes. No ahora, pero si pronto - susurré sobre sus labios, soltando sus manos, para tomar su rostro y besarla nuevamente.

 

La extrañaba, más de lo que había podido pensar. Un ruido me hizo girar la cabeza, un ruido de castañeo de dientes, otro cadáver. Con la velocidad vampirica que poseía lo atrapé, arrancando su cuello de su cuerpo, dejándolo inerte en el suelo y lanzando la cabeza a un lado de este - Incendio - apunté con mi varita al cuerpo putrefacto, y una llamarada salió desprendida desde la punta de Mort, prendiendo en fuego al cuerpo sin vida.

 

De reojo, la pequeña anatomía de la Delacour apareció, observándome mientras se acercaba - Sabes que te amo, ¿cierto? a pesar de cualquier cosa que decidas te seguiré amando - Pronuncié, mientras ambas eramos iluminadas por las llamas de cuerpo encendido en fuego.

[Dennis Delacour]

La cercanía de la Triviani era algo que siempre le causaba un sinfín de sensaciones, sentimientos y emociones, estar junto a ella era como ir en una montaña rusa de todo lo que le hacía sentir, y habiendo estado sin su presencia varios días en ese momento solo podía pensar en lo mucho que quería tenerla siempre cerca de ella y entre sus brazos. Cuando se acercó para besarla sus labios inconscientemente respondieron a aquel beso, luego le recordó que tenían que hablar para volver a besarla. — Lo sé, y sé que es algo que no puede esperar más, después de la clase encontremonos y aclaremos todo de una vez por todas — le dijo para ver cómo se alejaba a atacar a un cadáver que venía en su dirección.

 

Vio cómo usaba la velocidad de su condición para atacarle, aquella que le había confesado formaba parte de su vida en los terrenos de la Yaxley, luego mientras le prendía fuego a aquellos restos la Delacour se acercó a la ojigris, el fuego la hacía ver aún más hermosa y las palabras que le dijo retumbaron en lo profundo de su corazón — y Yo te amo a ti y solo sé que no me gusta estar lejos de ti — se acercó para abrazarla y besarla nuevamente, cuando se separó vio como a espaldas de Zoe otro cadáver se acercaba y empuñando su varita pensó — Flechas de Fuego — de inmediato una andanada de filamentos de fuego salieron de su varita en contra de esa criatura incendiando los restos de piel que aún le quedaban.

 

— Es mejor que nos concentremos o no encontraremos lo que nos piden, aunque tenerte frente a mi no ayuda en ese aspecto — dijo con una sonrisa mezcla de coqueteo y ternura, la adoraba tanto y era tan hermosa que nadie podía concentrarse realmente en otra cosa que no fuera verla a ella.

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra rodo los ojos ante lo dicho por Zoella asi que dejo que Dennis y ella fuera a desaserce de los cadaveres de la casa, en cambio Candela parecia bastante perdida porque no habia vuelto a decir nada.

 

La Metamorfaga suspiro y se dedico a observar a sus alumnas por si algo malo les ocurria debia intervenir, no habia tenido problema nunca en sus clases pero nunca se sabia. Observo con orgullo a ambas, lo estaban haciendo bien y ya habian neutralizado a varios cadaveres.

 

-Bien- dijo.

 

Tanto su tia Dennis como Zoe seguían afuera de la casa, y estaban muy acarameladas, se golpeo la cabeza, esas dos podían ser acarameladas incluso en plena clase.

 

-Hey la hora corre y queda poco tiempo- les gritó.

 

Si seguían asi usaría un hechizo de niebla para desorientarlas y que se pusieran manos a la obra.