Prueba del Libro de La Fortaleza

[Dennis Delacour]

Su alumno había mostrado una mente fría y paso seguro a la hora de defenderse de las adversidades que se iban presentando en el camino para conseguir aquel valioso cuaderno con valiosa información entre ellos magia de los guerreros uzza que era quienes le habían encomendado la tarea de encontrar aquel objeto de gran valor.

 

Habían continuado descendiendo a lo más profundo de aquella estructura que se encontraba mayormente en ruinas. De pronto se encontraron en el punto más subterráneo de aquel lugar. Ya no había más escaleras hacia abajo lo que significaba que ese era el fin del camino trazado hasta el momento.

 

El lugar parecía un calabozo de unos 20 metros de diámetro dispuesto en un amplio círculo rodeado de columnas y rocas en pobres condiciones, el polvo predominaba en aquel lugar y en el medio de todo estaba el libro que habían ido a buscar. Cuando se acercó un poco más al objeto este desapareció por completo del lugar al tiempo que un par de antorchas se encendían para iluminar el sitio.

 

Claro eso solo había sido un juego más de los uzza con el objetivo se guiarlos hasta el campo de lucha de la prueba final para su alumno, como siempre los guerreros jugando a su antojo.

 

Se ubicó en el extremo opuesto de su alumno a unos 8 metros de distancia - ha llegado el momento de enfrentar la prueba definitiva para vincularte al libro. Espero el resultado sea el que esperas - dijo mientras hacia una reverencia. Ya era hora de comenzar la parte final de aquella jornada.

 

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@@Martin N Roses vs @Dennis Delacour

Reglas:

 

• Las Reglas son las mismas que para duelos
• Pueden emplear todos los hechizos que deseen (Esto es Neutrales, Neutrales Graduados, los del Libro del Aprendiz de Brujo y los del Libro de la Fortaleza, con énfasis en este último)
• Pasadas 24 horas, si su rival no responde, pueden crear una bestia mediante Morphos para atacarle, y los hechizos se considerarán impactados. Después de 48 horas sin respuesta se considera abandono y habrán reprobado.
• En el tercer posteo de cada uno, van a ser atacados por un Basilisco. Deberán sortearlo rolisticamente, no se considerará como acción dentro del duelo su defensa, ni afectará los tiempos del duelo.
• Hechizos resaltados con negritas y/o cursivas. De no hacerlo, la acción será inválida.
• La prueba durará desde 21/05/2019 hasta el 27/05/2019. Por favor se agradece la constancia.
• No se permiten los OFF ni tampoco la edición de posteos. Cualquier duda en el topic de consultas. Link

Editado 22 de Mayo del 2019 por Dennis Delacour

[Martin N Roses]

Las rajaduras de las columnas solo llamaron un segundo la atención del mago. Lo que no podía dejar de contemplar con su mirada perla era el libro que los aguardaba en el centro de aquella sala circular con apariencia de calabozo. Todo pasó demasiado rápido como para hacerse preguntas. El libro desapareció, las antorchas se encendieron y Dennis quedó unos cuantos pasos más allá, realizando una reverencia que dejaba pocas dudas de lo que vendría a continuación.

 

—Debí imaginármelo —respondió Black, que mantenía su semblante pálido endurecido. Una cicatriz surcaba una de sus mejillas, alcanzando su ojo izquierdo.

 

Haciendo gala de principios y corrección, respondió la reverencia con otra semejante. El polvo del lugar disminuía la visión de ambos, pero nada que impidiera verse mutuamente. La arma mágica de madera, sujetada con determinación entre sus dedos, estaba en lo alto. Lista, siempre lista para luchar, como el propio mago nacido en Gales.

 

—¡Desmaius! —El rayo escarlata salió del extremo de su varita mágica con la inequívoca intención de impactar en el medio de la humanidad de Dennis, unos cuantos centímetros debajo de su cuello.

 

Black internamente sabía que para cumplir su verdadera misión, vincularse al Libro de la Fortaleza, debía aplicar sus conocimientos. Pero también sabía que la magia defensiva que le ofrecía, aún no tenía sentido. Por ello, aguardando la potencial respuesta de la bruja, aguardó preparado, sabiendo que dichos conocimientos serían un aliado más.

 

Las rocas dispersadas en aquel lugar actuarían como material para ambos brujos, y utilizarlas en su favor, sólo sería cuestión de tiempo. El fuego de las antorchas se movía armónicamente, como si estuviera danzando al compás de una extraña música; la danza de los duelos.

[Dennis Delacour]

La Delacour se mantuvo alerta después de la reverencia de rigor, recordaba cuántas veces sus tutores de duelo le hicieron hincapié que debía respetar aquello ya que era una tradición al iniciar un duelo y en estos tiempos ya se había perdido. El Black respondió de la misma manera para luego levantar su varita y pronunciar aquel hechizo, vio como el rayo salió disparado contra ella y de inmediato empuñando su varita pronunció claramente — Protego — de inmediato un escudo se hizo presente cubriendola y absorbiendo aquel rayo sin causarle ningún problema. Esa era una forma de defensa y aunque el libro le brindaba otras opciones por ahora quería era ver a su pupilo mostrando sus habilidades.

 

Sonrió al ver la concentración del mago, se notaba que estaba tratando de estar pendiente de todo a su alrededor de modo que pudiera salir ileso de aquella prueba, pero la ojiazul realmente no era una persona de tirar a matar, le divertía más cuando podía disfrutar de un buen duelo y no acabar a su oponente tan rápido, aunque en ese momento tuviera que limitar su poder hasta el libro de la fortaleza y no usar ninguno de los otros elementos que era capaz de manejar.

 

Inmediatamente pensó — Disparo de Flechas — y de su varita salieron una docena de flechas que de alcanzar al mago le causarian varias heridas que lo desestabilizarian en el combate, no quería matarlo solo herirlo un poco para ver cómo respondería a ello. Mantuvo su varita en alto en posición defensiva, sabía que un descuido podría costarle mucho en una situación como esa y no estaba dispuesta a dar ventaja.

[Martin N Roses]

El primer ataque había sido sencillo y Dennis lo detuvo con simpleza. Black empezó a sentirse a gusto, era un mago de duelos y batallas, aunque hacía mucho tiempo que no se había visto inmerso en ellas. La sangre de su cuerpo lo recorría de una forma más activa e intensa, sintiendo a flor de piel cada cosa que ocurriera a su alrededor. Entonces...

 

—¡Sectusempra! —bramó de forma alta y clara, una vez más, apuntando la humanidad de la bruja de ojos azules.

 

Ocurrió entonces lo maravilloso de los duelos, el chispazo de sendos ataques que salían de sus varas mágicas. El rayo escarlata de Black surcó los aires impactando en el centro del pecho de Dennis, ocasionando heridas graves y sangrantes. Pero al mismo tiempo, una media docena de flechas impactaban también en el torso del mago. El dolor fue intenso y agudo, pero no eran heridas de gravedad las que había recibido. Bastó arrancarse las flechas para ver los profundos pinchazos recibidos. Entonces pensó una «Curación» y las heridas cesaron, y el dolor ya no fue dolor. Y Black se sintió como si nada hubiese pasado. La magia del libro acababa de ayudarlo.

 

—Morphos. —La roca de tamaño considerable, acababa de mutar, transformándose en un lobo deseoso de causar daños. La orden de su creador de cabellos negros era clara: debía adelantarse por el terreno y atacar a Dennis, mordiendo a la altura de su cuello.

 

Quien viera aquello pensaría que el mago de cabellos negros deseaba asesinar a la profesora, pero no era cierto. En el fondo, Black sabía que aquello no era más que una prueba y nadie acabaría muerto. Al menos, los conocimientos de los libros servirían de ayuda para evitar un desenlace no deseado. Además, Dennis contaba con la experiencia suficiente para salir ilesa de aquello, y poderes que aún él no conocía.

[Dennis Delacour]

Al momento en que de su varita salió el ataque en contra del Black, de la varita del mismo salía un rayo con destino a impactar en su humanidad, perfectamente hubiese podido evitarlo y protegerse de aquel daño pero lo dejó impactar para darle un poco más de dramatismo a aquel duelo y a la vez demostrarle a su alumno que no le temía a un poco de dolor o de daño, al fin y al cabo a veces eso hacía más interesante los duelos.

 

Las heridas en su cuerpo empezaron a sangrar por lo que pensó — curación — y sus heridas dejaron de sangrar, inmediatamente empuñando su varita en dirección del mago pronunciaba — Sectusempra — de la varita salió un rayo en dirección del mago que de impactarle le causaría heridas sangrantes que de no ser atendidas de inmediato le causarian la inconsciencia e incluso la muerte.

 

Vio como el mago empleaba un hechizo para crear una criatura con la finalidad de atacar, aquel lobo venía en su dirección con destino de dañarla así que empuñando su varita se concentró lo más que pudo mientras pensaba — Orbis Bestiarum — de inmediato un anillo dorado envolvió a la criatura permitiéndole controlarla por un buen período de tiempo, su orden fue destrozar al mago de una vez por todas a lo que el lobo enfiló sus pasos a cumplir su cometido, estaría bajo su control lo suficiente para que cumpliera aquella encomienda.

 

De pronto sintió un movimiento a su espalda, cuando se giró pudo ver como la sombra de una criatura se aproximaba, reconoció la piel de un basilisco sin mirarlo a los ojos para evitar la muerte, empezaba a levantar su varita para atacar a la criatura cuando una de las aves lanza fuegos de antes empezó a atacar con llamas hasta hacerlo huir, al parecer los Uzza le concedían esa ayuda por esta vez, tal vez por haberle mentido sobre lo del libro que debía buscar en aquel lugar. Regresó su atención a su oponente a la espera de verlo caer.

[Martin N Roses]

Si bien la bruja se había curado, calmando la hemorragia desagradable del ataque de Black, continuaba levemente herida. Esa era una de las ventajas con las que contaba el mago en aquel momento del duelo. Ahora era ella quien buscaba herirlo y desangrarlo, pero estaba preparado para una defensa de aquella ofensiva.

 

—Salvaguarda mágica —pensó. La agitación de la varita fue fugaz, y por segunda ocasión en aquella noche, Black se sintió intangible, inalcanzable. El rayo que iba hacia su cuerpo lo atravesó, chocándose de lleno contra una roca que tenía en su espalda. Había resultado ileso. El poder del libro le habría una infinidad de opciones, ¿por qué se había demorado tanto en asistir a la Universidad y aprender aquellas magias guerreras?

 

En un abrir y cerrar de ojos, su profesora, ni lenta ni perezosa, intentó cambiar las órdenes que él mismo le había mandado al lobo que creó segundos atrás. No se vio sorprendido, es más, sorprendido hubiese estado si efectivamente aquel animal lograba lastimarla. No fue el caso.

 

Black sopesó varias posibilidades pero sintió un ruido que lo distrajo un momento. Un animal gigantesco se acercaba hacia ambos combatientes, ¿se trataba de lo que creía?

 

—Oppugno —fue lo que murmuró para detener al lobo, quien se encontraba ya a un par de pasos de él. El animal, un tanto confundido, ya con tantos cambios, regresó en dirección a la bruja, intentando herirla de gravedad, a la altura de su cuello. Mientras el animal salvaje ya estaba por alcanzar su cometido, el basilisco que los acechaba de cerca, resultó herido por las aves que escupían fuego.

 

Miró a la ojiazul, sonriendo.

 

—Creo que es uno de los mejores duelos que he tenido en mucho tiempo —le dijo con sinceridad.

 

No miró a la cara al basilisco, por obvias razones, pero una idea surcó su mente y así la hizo: bastó con agitar su vara mágica, apuntando a otra de las rocas allí caídas, para crear un... ¡gallo! El gallo tenía la orden de cantar... Y fue lo que hizo. El basilisco no pudo resistir el canto del gallo. Era su principal y más letal enemigo. Al galés se le daban bien las transformaciones y aquella no fue la excepción. La serpiente de más de catorce metros de largo se desplomó en el terreno, haciendo vibrar el cimiento de las ruinas de aquella antigua prisión.

[Dennis Delacour]

La Delacour no podía estar más que feliz en aquel duelo, su alumno mostraba gran pericia y un uso excepcional de los hechizos que le aportaba el libro, durante la clase ya había visto su determinación y habilidad en la magia con el fin de vincularse al libro de la Fortaleza y sus poderes lo cual le causaba satisfacción a la ojiazul ya que siempre era muy gratificante ver el interés por parte de sus estudiantes.

 

El mago evitó su rayo haciéndose intangible y luego tomando control nuevamente del lobo lo envió en su dirección a atacarla, sabía que no podría controlar nuevamente al animal así que justo cuando estaba disponiéndose a saltar contra su humanidad empuño la varita en su dirección y pronunció — Sectusempra — de inmediato el rayo que salió de su varita impacto en todo el pecho del animal haciéndolo caer en el suelo mientras varias heridas sangrantes aparecían en la superficie de su piel haciéndolo quedar inconsciente hasta llevarlo a la muerte volviendo a su forma de roca.

 

Escucho las palabras del Black y no pudo evitar sonreír, inmediatamente pensó — Episkey — terminando de curarse por completo de las heridas causadas con anterioridad, prefirió sanar para tener toda su fuerza antes que atacar al mago, de nada le servía lanzar un ataque si estaba débil para defenderse del que lanzará de vuelta, se mantuvo con la varita en alto a la espera del próximo movimiento del mago.

 

— También estoy pasando un entretenido momento — dijo con una sonrisa mientras veía como la figura de aquel basilisco yacía en el terreno del lugar gracias a las acciones de su alumno.