Prueba Libro del Druida

[Crazy Malfoy]

Off: El oppugno dura dos turnos, este sería el tercero por lo que el cangrejo tendría que volver a su objetivo original, que era atacarte a ti. Pero no te preocupes, hagamos como que se va xD

 

***

 

El tenaz cangrejo que tanto lo había atormentado parecía haberse cansado de perseguirlo escupiendo llamaradas y ahora se dedicaba a pulular por el campo de batalla buscando infructuosamente algún yerbajo que llevarse a la boca. Crazy se alegró de su súbito talante pacifista, pues a pesar de que la magia aprendida durante aquella clase resultaba muy útil para defenderse del fuego, sus ataques constantes e insidiosos habían comenzado a distraerlo.

 

Participar en aquel duelo había sido una experiencia provechosa, después de tantos años con sus investigaciones y deberes en el gobierno casi había llegado a olvidarse de cómo se había pasado su juventud derramando sangre en la guerra mágica. Casi.

 

Centró su atención en Demian, receloso, pues el chico había sido un rival correoso y agresivo que no dudaba en tomar la iniciativa. No le sorprendió, por tanto, ver que se hincaba la daga del sacrificio en su propio brazo, el filo endemoniado de aquella arma derramó al instante un río de sangre que le bajaba por el antebrazo. Crazy sintió al instante un intenso dolor en su propia extremidad y el calor atemperado de su propia sangre sobre la piel. Pronto la manga de su túnica blanca se tiñó de un vivo color carmesí y el Malfoy suspiró mientras susurraba un Episkey que cortó la hemorragia.

 

Observó a su rival, que se encontraba en malas condiciones. No se había curado la herida causada por las flechas de fuego en su torso, y la mano le colgaba a un costado, inutilizada. Su respiración entrecortada le indicó que se encontraba al borde de perder el sentido, de forma que se preguntó qué hacer a continuación. Su instinto le pedía atacar, ganar la batalla, como en su juventud hubiera hecho.

 

Sin embargo, en vez de atacar levantó la varita hasta la altura de su rostro, replicando un gesto arcaico que en otros tiempos se usaba en los duelos como señal de respeto y de tregua.

 

- Demian, has luchado bien - sonrió - Cura tus heridas y quizás podamos seguir practicando

 

De alguna forma sintió aquello como la decisión correcta. No fue sencillo apartarse de aquella emoción que se apoderaba de él en aquellas situaciones, sacando a la luz una faceta violenta que su semblante amable no anticipaba, pero aquello era un entrenamiento y no una lucha a muerte, ya habría tiempo para morir.