Noche de Brujas
Definitivamente se sentía un poco fuera de lugar, pero se suponía que se quería adaptar, habían bromeado con Seba sobre el atuendo que había elegido, ella le contó que había visto las películas y él le aseguró que cuando la besara ella cambiaría, porque el beso de su verdadero amor no era el beso de un ogro. Habían reído y se habían besado, por suerte no había usado maquillaje verde o hubiera sido Seba el ogro, al transferirle todo el maquillaje de su cuerpo, bendita metamorfomagia. El pololeo había demorado la llegada de la pelirroja al "baile" en Grimmauld Place, cosa que a ella no le había molestado para nada, sobre todo por las razones de su demora. Y ahora que lo pensaba ¿era un baile de Halloween o solo una cena? no había preguntando, se había dejado arrastrar por Zahil, la ogra, ahh, no, ella era la ogra, Zahil simplemente era una hadita gruñona, lo cual se veía bastante raro por cierto, pensó Darla. Había prometido a Seba que llegaría a tiempo para ir a tomar un helado y ver como los niños muggles pedían caramelos en los pueblos cercanos a Ottery, porque en realidad no se imaginaban a los niños haciéndolo en el centro de Londres.
Los fenixianos iban llegando y por el aspecto de Madeleine y su cara de no entender sus disfraces la hizo sonreír y devolver amablemente el saludo de la bruja. Le convendría tomar clases de Conocimientos muggles pidiendo hicieran hincapie en cuentos infantiles, pensó divertida al notar su no tan bien disimulado desconcierto.
--Hola ¿ahoy? ay me temo que no soy la más calificada para estas fechas, son para mí como un dolor de muelas --comentó mientras saludaba a las dos brujas.
--Buenas noches muerte --había saludado a la recién llegada y había sentido como un escalofrío recorría su espalda, se había enfrentado tantas veces a la real que no entendía porque aquella extraña sensación recorría su cuerpo, inconscientemente acarició su anillo de compromiso, siempre le hacía sentir más cerca de su amado y le daba seguridad, más incluso que el anillo detector de enemigos.
La reunión parecía sería mayormente de mujeres, ya que los únicos hombres parecían ser el investigador privado y el astronauta, una pirata completaba el cuadro y a Darla le pareció gracioso que Eileen llevara un loro de verdad en su hombro. Que extraño, pensó, no recordaba que le pareciera de verdad cuando llegó, Darla se puso de pie y se acercó a observar la pequeña criatura emplumada sobre el hombro de la pirata. Ufff, no recordaba que el vestido fuera tan pesado, más bien ella se siente así, se acomoda el cabello de la frente y piensa que los dedos se sienten realmente hinchados, vaya noche, "retención líquida" pasó por su cabeza, pero ¿qué hora era? Buscó un reloj, preocupada, ¿por qué se había transformado tan temprano? y tanta gente que estuviera allí viendo su secreto ¿o ya estaba convertida en ogro cuando llegó a la fiesta? Claro, ella sola había escapado de su encierro en la torre ¿no?
Darla sacudió la cabeza algo confundida ¿de qué estaba hablando? O mejor dicho, ¿qué ideas locas estaba pensando? Miró su mano y quiso volverla a su forma real, pero no pudo. No es la hora, necesito un trago, pensó algo nerviosa, buscando su vaso, al probar el líquido rojo que se había servido lo escupió sobre la mesa ¡sabía a sangre! ¿qué estaba pasando?