Jump to content

Cuidado de Criaturas Mágicas y Adivinación


Keaton Ravenclaw
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Castelobruxo era precioso.

 

La mañana era fresca, el aire húmedo de la selva amazónica pegaba de lleno en cada uno de los muros de aquel templo de oro. El sol comenzaba a hacer brillar las gotas de rocío que se se encontraban sobre las hojas de los altos y verdes árboles; las criaturas no mágicas y mágicas que deambulaban por la zona comenzaban a hacer sus rutinas matutinas, mientas que los magos y brujas que llegaban a la escuela de magia desde Europa para tomar las clases de aquel mes, se ponían aquellas típicas túnicas verdes del uniforme.

 

Keaton no podía creerlo, después de mucho y de varias reformas a varios de los conocimientos, ahora dictaría clases en la prestigiosa escuela sudamericana de magia y hechicería. Sentía un poco de nostalgia al dejar atrás la Universidad, pero estaba más que seguro de que en esta oportunidad desarrollaría lo mejor de sí mismo y daría un giro a su manera de enseñar. Por ello, cuando recibió de parte de la dirección la misiva de que impartiría Adivinación y Cuidado de Criaturas Mágicas para el mes de agosto, comenzó a idear una cátedra adecuada para la fusión de ambos campos de estudio.

 

Sería difícil, porque no tenía muy en clara como unificarlas, pero tras pensar un poco, repasar algunos libros y recordar en dónde se encontraba, el ojiverde supo de inmediato qué criatura estudiarían para el caso de Cuidado de Criaturas Mágicas, y qué estudiarían en Adivinación. Sonrió, sería una clase bastante diferente a todas las demás, y esperaba que tanto Eileen como Hayame disfrutaran de aquella aventura por las selvas sudamericanas. En el caso de Keaton, él estaba emocionado de poder meter las narices en un lugar tan emblemático para la magizoología, los estudiantes de este colegio eran famosos por ello y por sus dotes en herbología, por lo que seguro se encontraría con varias sorpresas.

 

Así pues, el vampiro envió una nota a sus dos estudiantes de aquel mes, donde les indicaba que las vería en la entrada del colegio con sus túnicas puestas, su varita y, en el caso de Eileen, unos guantes de piel de dragón, en caso de Hayame, una bola de cristal. Tendrían que aprovechar bien el tiempo, según el reporte del clima, aquel día llovería temprano y, a no ser que quisieran mojarse, debían acabar con la lección antes de ello. Sonrió de nueva cuenta al llegar a la entrada del recinto académico y mirar la belleza de aquella selva. Se podía saborear ya el dulzor de la aventura.

YTJke.gif  ~+~ uGSfO2w.gif

LMqjPAM.jpg

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La bruja emitió un suspiro observando aquella escuela mágica y se recordó que debía de tener cuidado con los animalitos que rondaban los alrededores

O al menos recordaba el rumor de que había unas cuantas criaturillas a las que no les hacía nada de gracia el hecho de que los magos y brujas estuvieran por ahí y aunque no eran precisamente mortales, bueno... no era como que les pudieran dar unos momentos divertidos si no iban con cuidado

Cosa que definitivamente, ya era el presagio de una temporada no precisamente buena

"Pórtate bien y no mates nada"

Había advertido su novia aquella mañana antes de que la bruja pelirroja tomase el traslador a aquella zona y de ahí, la guiasen a la escuela de magia con la advertencia de que no se alejase demasiado del maestro de turno; obviamente, todas las escuelas de magia se protegían bastante bien y no querían estudiantes extranjeros curiosos andando por sus terrenos nada más porque si

En ese sentido, extrañaba por mucho las clases que se daban directamente en Hogwarts, además de que no se esperaba una clase conjunta

Hizo girar la bola de cristal sobre uno de sus dedos, como si fuera una pelota de basquetball

-No usaba esta cosa desde las clases de Adivinación en Hogwarts... pero nadie te mandaba estar tomando una clase nueva de especialización terminando la escuela, verdad?

Se dijo a sí misma para después, detener la bola y metérsela bajo el brazo y continuar su camino hasta que finalmente, distinguió la espalda de Keaton a lo lejos y lo primero que se le vino a la cabeza, fueron unos cuantos Yetis

De alguna forma, no podía pensar en aquel chico sin inmediatamente ligarlo a esa criatura

-Buenos días -saludó y se detuvo a unos cuantos metros, sus ojos rojos aún mirando los alrededores como si en cualquier momento algún bicho le fuese a saltar para hacerle una maldad

B9rYupA.png



http://i.imgur.com/7WhajUW.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Al principio, la visión la abruma. La suave luz matutina es suficiente para arrancar el resplandor del oro a aquella gran edificación; pareciera que se trata de un tesoro, escondido en el corazón de la jungla amazónica. Poco a poco, sus ojos se acostumbran y entonces es capaz de distinguir con más claridad lo que sus ojos perciben. Aquella escuela de magia es muy diferente a las que ha conocido. No se trata de un edificio común, ni de un castillo. Castelobruxo es, a su parecer, un templo precolombino. No está construido en piedra normal, sino en algo que parece ser oro, si es que no lo es de verdad. Los estudiantes que suben aquellos largos escalones están vestidos con unas túnicas de un verde brillante, con los que fácilmente podrían perderse si se adentran en la selva.

 

Si bien esa mañana Ellie está vestida con esa misma túnica verde brillante, no puede evitar sentirse fuera de lugar. Nunca había viajado a Brasil, a la selva amazónica. ¡Nunca había pensado en hacerlo! Es raro estar tan lejos de su mundo... pero, aún así, se siente emocionada. La comunidad mágica británica está ampliando sus horizontes. Le encanta la idea de salir de su burbuja y buscar los conocimientos que desea obtener, en lugar de obligar a los magos y brujas de otras comunidades a enseñarles en Inglaterra. Le parece algo mucho más respetuoso y provechoso.

 

Además, no hay un mejor lugar para estudiar la magizoología que es Castelobruxo. Aunque espera que ningún capoira la atormente, como solía hacerlo Peeves cuando iba a Hogwarts.

 

Sin poder dejar de observar lo que la rodea, camina hacia la entrada del colegio. Por fortuna, la túnica verde que usa no es muy larga, así que no se le dificulta el caminar a pesar de la cantidad de raíces y hierbas altas que hay en el suelo; también es de una tela fresca, así que aunque la cubra por completo para evitar a los mosquitos e insectos, no la asfixia como pensó que lo haría. Previendo la humedad, decidió recoger su cabello platinado en una trenza que lleva por encima del hombro. Y, siguiendo las instrucciones del profesor, lleva en las manos los guantes de piel de dragón. «Sin mochila, sin libros. No será una clase aburrida».

 

Hiya —saluda Ellie, cuando se topa con el único mago y bruja que están de pie en la entrada del colegio, evidentemente esperando por alguien—. Soy Ellie Moody. Espero que no hayan estado esperando demasiado...

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La bruja que había estado mirando los alrededores parpadeó una vez al sentir los pasos de alguien que se acercaba y por un momento, pensó nuevamente en que quizás saldría reñida por los profesores que vigilaban aquella escuela

Y es que en verdad tenía muy en mente que no les agradaba para nada el tener tanta gente extranjera ahora merodeando por sus terrenos, así que la bruja esperaba en cualquier momento que fueran a regañarlos aún con todo y el permiso; pero todo lo contrario, una bruja con cabello muy claro y que en cierta forma le hacía recordar a Lisette, se fué acercando con bastante ánimo lo que significaba, que ya estaba esperando verlos en aquel lugar

Movió la cabeza una sola vez a modo de asentir como un saludo educado y cortés, puesto que era la primera vez que veía a aquella bruja

-Oh...

Musitó al escucharle decir su nombre

Si, ya la conocía. Quizás no de vista o no mucho puesto que no había recordado su rostro pero al menos, el nombre sí que lo había escuchado y lo tenía bastante presente

Sus ojos rojizos recorrieron a la recién llegada, como si estuviera memorizando todo detalle de quien tenía delante y volvió a asentir, dejando que la brisa fresca de ese momento revolviese un poco sus cabellos rojos

-Buenos días. Hayame Snape

Se presentó la vampiro dando un vistazo a los guantes que llevaba colocados la chica delante suyo, muy diferentes de los guantes negros que Hayame siempre llevaba puestos como parte de su indumentaria diaria

-Puedo preguntar qué estudios cursarás tú? -inquirió con suavidad

B9rYupA.png



http://i.imgur.com/7WhajUW.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El ojiverde miró llegar primero a Hayame, esa chica tenía la total fama de siempre llegar temprano, por lo que no le sorprendió que fuese la primera. Le sonrió a modo de saludo mientras daba una cabeceada a modo de afirmación, sabía que pronto tendría que hablar, pero de momento, lo que deseaba era poder seguir mirando el hermoso paisaje que tenía de frente. Le dio algo de risa la notoria sensación de amenaza que tenía la Snape, ya que estaba prevenida por si los caipoira se le iban encima. Era natural, pero tanta precaución al inicio de una clase... no sabía bien cómo tomarlo.

 

—Vamos, relájate, Snape, los caipoira no aparecerán, al menos no de momento. Veo que has traído tu bola de cristal, excelente. Se ve que no la has estado usando en mucho tiempo, por lo que te pediré que la vayas limpiando y que la comiences a observar. Las volutas de humo que se generan dentro es una de las maneras de la adivinación, pero a veces se subestima su poder adivinatorio... piensa en ello —Le soltó a la mujer justo en el momento en el que Eileen arribaba al recinto.

 

Keaton la observó. Se notaba incómoda, y con razón, las túnicas verdes eran algo completamente diferente a lo usual en Hogwarts, seguramente la mujer estaba adecuada ya a ello o sencillamente a presentarse a clases de conocimientos sin ningún tipo de uniforme, pero Castelobruxo tenía sus reglas, por lo que de momento, el único que estaba libre de usar esas túnica, era precisamente el profesor. Eileen, sin embargo, irradiaba las ganas de aprovechar el lugar para aprender de magizoología, esa arte que la escuela sudamericana tenía en alto.

 

—Bienvenida, Eileen, me da gusto ver que traes tus guantes de piel de dragón, te serán de muchísima ayuda para poder tratar a la criatura que vamos a estudiar, son el único material al que no puede afectar —Le soltó mientras Hayame saludaba a su compañera y le preguntaba cuál sería el conocimiento que ella tomaría —Oh, vaya, se me olvidaba ese detalle, ustedes no lo saben, pero esta es una clase fusionada. Eileen tomará Cuidado de Criaturas Mágicas, al contrario tuyo que tendrás la asignatura de Adivinación —Explicó el vampiro mientras se rascaba la barbilla con la varita mágica de cerezo.

 

—Muy bien, pues. En esta ocasión, y ya que vamos a estudiar ambos conocimientos, he optado por estudiar a las criaturas mágicas que poseen la habilidad de poder ver el futuro en sus diversas variantes. Para esto, me gustaría saber si conocen alguna de estas criaturas y de dónde provienen. Al menos en América del Sur, tenemos una, que es excelente no solo para esto, sino también para esconderse. Así pues, las escucho —Sentenció mientras que con la zurda le daba la palabra a Hayame. Aunque si Eileen quería robarle el turno, tampoco se iba a enojar.

YTJke.gif  ~+~ uGSfO2w.gif

LMqjPAM.jpg

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La bruja emitió un largo suspiro antes de darle un vistazo a su bola de cristal

Que no la usara no significaba que estuviera sucia, Czésar tenía esa manía de limpiar hasta lo más chiquito en el hogar, costumbre adquirida por su tiempo sirviendo al gran Esparta en su mansión, por lo que por un instante se alegró de que su elfo no estuviera en el sitio; se habría ofendido muchisimo al pensar que alguien pensaría que su limpieza de los artefactos en el hogar no era tan meticulosa, pero a la vampiro en aquellos momentos no le picaba demasiado

En realidad, nada así que volvió a alzar aquella esfera para mostrársela al maestro de turno

-Bien... eso explica porque hemos coincidido otra vez -frunció el ceño suavemente, pensativa -sabía que era otro mago o bruja el que daba adivinación así que también esto me ha pillado por sorpresa

Bueno, el Ministerio tendría su burocracia y a ella le tocaba seguirla.

-Bueno, el único animal que conozco que hace esas cosas es el Demiguise pero ese no es de Sudamerica... y honestamente no tengo ninguno otro en mis libros de texto me temo, aparte de los vampiros pero dado que no entramos dentro de la clasificación de bestias hasta donde recuerdo, me temo que paso esta vez

Suspiró y volvió a girar la esfera unos momentos en uno de sus dedos. Si su compañera estaba estudiando Criaturas Mágicas como lo había hecho su hermana menor, entonces a lo mejor ella sabría algo que la Snape no

Mientras tanto, la esfera de cristal que la muchacha giraba permanecía tan transparente y limpia como el día en que la había comprado, como si quizás estuviese esperando el mejor momento para sacar sus dotes; si había algo curioso en todos los objetos que la pelirroja compraba, era que parecían adquirir personalidad propia, al grado que a veces la propia bruja pensaba si debería ir poniéndoles una habitación especial

Solo por si acaso...

B9rYupA.png



http://i.imgur.com/7WhajUW.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El nombre de la bruja no le resulta familiar, aunque de todas formas realiza un asentimiento. En cuanto a su pregunta, le parece extraña. ¿Para qué otra cosa pudo haber venido a Castelobruxo, sino para una clase de Cuidado de Criaturas Mágicas? Separa ligeramente los labios para responder, pero decide echarle otro vistazo antes de hablar; es entonces cuando advierte que, en lugar de guantes de piel de dragón, lo que tiene en las manos es una bola de cristal. «Qué extraño, ¿para qué...?». Es el profesor, Keaton Ravenclaw, el que responde su pregunta no formulada.

 

—Qué combinación tan particular —suelta Ellie, frunciendo ligeramente el entrecejo. Dejando de lado su opinión acerca de las artes adivinatorias, no entiende a quién se le pudo ocurrir que aquellas dos ramas podían complementarse en un solo curso. ¿Qué es lo que el profesor habrá planeado, para que todo tenga sentido? Si bien la idea no la emociona demasiado, sí siente bastante curiosidad.

 

Para comenzar con la clase temática, el profesor pregunta por una criatura que pueda ver el futuro y que también tiene la habilidad de "esconderse". De inmediato, se le ocurre la respuesta. ¿Cómo no va saber acerca del Demiguise, si su familia se ha dedicado a la fabricación de capas de invisibilidad desde hace muchos años? Su habilidad para ver el futuro inmediato no es muy conocida, pero en alguna oportunidad alguien le habló de ello, quizás Hobb y Mel, que saben mucho más de criaturas mágicas que ella. Hayame es quien da la respuesta, aunque su comentario le hace recordar que, en efecto, los Demiguise no son criaturas de esa zona, sino del Extremo Oriente.

 

—Sé que los centauros están versados en Adivinación, entre otras ramas de la magia —comenta Ellie—. Aunque dudo mucho que podamos aprender algo de ellos, ya que no les agradan mucho las personas. Y tampoco les agrada que se les considere bestias, lo cual es entendible.

 

»Entre otras criaturas que puedan, de cierta forma, predecir el futuro... —musita, frunciendo el ceño para concentrarse en recordar su lectura de la noche anterior, justamente para prepararse para la clase— Hay quien cree que los augurey presagian la muerte con su canto, aunque lo que hacen es percibir una lluvia próxima. Y la aparición de una banshee, es un anuncio de muerte. Eso es lo que se me ocurre.

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Keaton escuchó a ambas alumnas. En efecto, el Demiguise era la opción primera, pero ¿que no eran del extremo oriente? Ante esto, sonrió, pues lo que no sabían aquellas dos mujeres (o tal vez lo habían omitido en un afán de contestar de manera correcta) era que los demiguise se habían extendido por todo el sur de américa debido a la importancia (legal o no) de estos animalitos. Todo se remonta a una expedición de hacía un par de años en la que un cargamento de criaturas mágicas que estaba investigando el Ministerio de Magia haitiano, dejó en libertad sin querer a una docena de estas criaturas por el continente.

 

—Bueno, es que ambas dieron en el clavo pero tal vez desconozcan el suceso que acaeció hace un par de años. Desde el Extremo Oriente salió hacia Puerto Príncipe, en Haití, un cargamento con varias especies de criaturas mágicas, entre ellos los demiguise, que por desgracia, al no embalar de manera adecuada los contenedores mágicos que llevan a las criaturas, dejaron en libertad a estos expertos del camuflaje, lo cual ocasionó que se alojaran en las selvas de este continente —Comentó —Así que sus respuestas son correctas, estudiaremos a los demiguise, pero también tienen que saber que los augurey y las banshees también poseen estas características, veremos si más adelante nos topamos con ellas o vemos algún Grim —O lo invoco, tal vez, pensó.

 

Así pues les hizo una señal para que lo siguieran, estaban por comenzar lo divertido, o al menos esperaba que sus dos estudiantes lo hicieran. Poco a poco, fueron bajando las escalinatas de oro de aquel templo precolombino, y tras llegar abajo, se adentraron poco a poco en la densa selva. Al caminar por uno quince o vente minutos en los cuales sólo el ruido de sus pisadas era la único que se escuchaba, llegaron a un claro en donde se hallaba un pequeño lago. Podía verse allí danzar a algunas hadas y algunos mamíferos no mágicos propios del lugar, pero nada más, o eso era lo que se veía en apariencia.

 

—Bien, paremos aquí —Indicó a la par que hacía una floritura con la varita mágica y de la tierra, así como si nada, emergieron tres piedras en forma de sillas bastante rudimentarias que servirían para descansar un poco —Lamento haberla hecho caminar tanto, pero quería que vieran qué es todo lo que este lugar tiene para ofrecernos, ya que es de vital importancia para ambas ramas de estudios. Hayame, me gustaría que trataras de abrir un poco más tu ojo interior, que observes con tranquilidad y fe la bola de cristal que tienes entre tus manos. Tu me ayudarás a poder localizar a los demiguise. Lo que harás es primero observar el espacio en el que estamos y deberás ver el futuro más seguro que nos aguarda en tu bola —Indicó a la Snape —Mientras tanto, Eileen, me gustaría que observaras tu también el entorno y me dijeras ¿por qué crees que este sería un buen lugar para encontrarnos con este pequeño amiguito? —Dijo en pos de la Moody.

 

Sabía que de primeras la tarea sonaba aburrida, pero quería ver cómo se desenvolvían las chicas en un sitio en el que seguramente jamás habían estado además, en el caso de Hayame, darle el empujón que necesitaba para poder abrir el ojo interior, que a como lo veía, lo tenía algo tapado por alguna clase de prejuicio o de experiencia pasada. Ya lo averiguaría con el tiempo. De momento, quería analizar qué clase de estudiantes tenía.

YTJke.gif  ~+~ uGSfO2w.gif

LMqjPAM.jpg

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La bruja había seguido en silencio a su profesor y a su compañera de clases que por lo que veía, tampoco se sentía precisamente cómoda con la idea de las fusiones de dos clases que no tenían nada que ver la una con la otra, a menos que una lejor de leer el tarot o algo así prefiriese dedicarse a viajar con los cazadores para intentar adivinar por donde dar el disparo mágico o algo así en sus cacerías.

También había alzado una ceja con lo de aquellos animales escapados.

Claro, porque como ella trabajaba en Accidentes automáticamente también tenía que hacer el trabajo de los de Criaturas cuando a estos se les escapaba algún tarado que había hecho mal su trabajo y por ende, ponía en peligro a la ecología del lugar; de hecho y por lo que decía el Ravenclaw (aunque evidentemente no se daba cuenta de ello), era como para que los de aquel colegio de magia ya se la hubiesen liado a maldiciones con ellos tres por provenir de un país que había hecho un daño a su ecosistema nativo.

Las leyes eran muy explícitas acerca de los animales no oriundos de ciertas tierras por lo que si lo que decía aquel muchacho era cierto, entonces el demiguise en aquellas tierras ya debía de estar a la altura de plaga.

"Que no has venido a Criaturas Mágicas, que has venido a Adivinación"

Se dijo mentalmente para recordarse aquello, pero es que aunque el otro decía ser un vampiro tenía que ser uno demasiado jóven!! Menuda soltura para decirle eso a dos brujas que bien podrían darse la vuelta a hacer las preguntas incómodas en medio del Ministerio de Magia justo en el momento en que ya todo estaba volcado como tinta sobre un escritorio!

Sin embargo, pudo más su auto-control por el momento y solo continuó caminando en procesión por detrás de los otros dos hasta que llegaron a aquel sitio con agua y eso le hizo recordar algo divertido.

Quien lo diría, el destino a veces era tan curioso...

-Pues no creo que esto me vaya a servir de mucho, mi bola de cristal quiere seguir durmiendo la mona -comentó con ligereza mientras volvía a levantar la esfera que era más transparente que el agua que tenía delante -pero hoy en la mañana me tiré una jugadita con las cartas frente a la chimenea y los retratos y por más que les daba vueltas, siempre salía que iba a terminar viendo a un ahogado... afortunadamente, no era yo, quizás vaya a ser el demiguise y lo encontremos flotando en la orilla

Se encogió de hombros y luego, movió sus ojos rojos por si acaso y sí terminaba viendo al animalito ahogado, una nunca sabía.

Y después de su experiencia con su profesor de Equilibrio, mejor estar a varios metros lejos del agua, eso que ni que.

B9rYupA.png



http://i.imgur.com/7WhajUW.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Tras la breve plática, el grupo de magos europeos comienza su incursión en la selva amazónica. Ellie prefirió mantener para sí misma su opinión acerca del suceso que provocó que una importante cantidad de demiguises terminara en Brasil, tan lejos de su hábitat natural. Le parece demasiado cruel sacar a aquellas criaturas de su hogar, meterlas en "contenedores mágicos" para enviarlas al otro lado del mundo para beneficio —económico, por supuesto— de ciertas personas. Por eso el final de la historia no le pareció trágico, sino un caso de justicia poética. «Son libres ahora —se dice—. Pero ¿no estarían mejor de regreso a Oriente? ¿No hay nada que podamos...?».

 

Rápidamente recobra el equilibrio, para no caer de bruces al suelo. Moverse en la selva no es nada fácil. Los árboles altos y delgados se levantan muy juntos entre ellos, y sus raíces sobresalen del suelo, se enredan entre ellas, y es fácil tropezarse con ellas. El suelo es irregular, con arbustos y hojas secas ocultando agujeros, piedras, raíces, y quién sabe qué más... Y mientras más se adentran, más oculto queda el cielo por el techo verde, amortiguando la luz del sol. No hace calor, pero la humedad es asfixiante. Sí, ese viaje es más que suficiente para ella; no tiene planes de realizar otra excursión en la selva, por lo menos no hasta dentro de mucho, mucho tiempo. «Que seguramente será lo mismo que tardarán en borrarse las picadas de los zancudos», se dice a sí misma, mientras espanta al enjambre que de un momento a otro se acumuló alrededor de su cabeza.

 

—Malditos chupasangres —se queja por lo bajo, ignorando por completo el hecho de que los magos que la acompañan son vampiros.

 

Por fortuna, de un momento a otro la selva se vuelve menos densa; llegan a un claro, donde se detienen por orden del profesor.

 

—Ay, por fin —suspira, tomando asiento en una de las piedras. Le duelen los pies y tiene la frente perlada de sudor.

 

Parece que ella podrá descansar un tanto más que Hayame. Mientras que la otra bruja debe usar su varita para localizar a algún escurridizo demiguise, ella simplemente debe responder una pregunta.

 

—Bien, veamos... —musita Ellie, levantando el cuello para poder observar mejor su entorno. Le pone un poco nerviosa el hecho de no haber sido capaz de indagar mucho acerca de aquellas criaturas; quizás de haber sabido qué estudiarían, podría haber hecho una búsqueda mucho más profunda. Los demiguise no son fáciles de estudiar, pues para comenzar son difíciles de encontrar y muy fáciles de espantar— Para comenzar, ese estanque es una fuente de agua de fácil acceso. También hay una gran variedad de plantas —explica, observando los arbustos que crecen por todo el claro—, las cuales serían el alimento del demiguise, que es una criatura herbívora. Y parece un lugar tranquilo. Estas criaturas son pacíficas, así que me parece lógico que busquen un lugar así.

 

»Espero que venir aquí no haya sido algo muy predecible, para poder observarlo en su nuevo hogar —murmura, prestando atención al escenario, con la esperanza de ser capaz de ver algún movimiento de la criatura. Lo cierto es que no tiene muchas esperanzas de que la Adivinación vaya a servir de algo, y tal parece que la estudiante de esa asignatura tampoco.

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.