Libro del Equilibrio - Agosto

[Khufu]

La presencia de Khufu frente a la Plaza del Árbol de Fuego dejaba en claro el sitio en el cual se desarrollaría el duelo. Contrario a lo que le pidieron las autoridades de la Universidad y sus compañeros, no había abandonado del todo los terrenos en Londres de la Institución Mágica y en esa oportunidad se daría la oportunidad de llevar acabo allí una de las clases que estaba seguro sería entretenida y valorada por su alumno, ¿lo sería? La verdad es que no lo tenía del todo claro, pero haría lo posible por seguir trasmitiendo los conocimientos de su pueblo a aquellos magos que llegaban hasta él.

Levantando su varita mágica, se transformó en su fiel vara de cristal que desde hacía años lo acompañaba y se preparó para la llegada del mago. El lugar, se encontraba totalmente desértico, no existía ninguna otra criatura viva más que él, mientras que la arena dorada sobre la que se encontraba de pie, podía sentir que tenía una que otra pequeña roca, la cual serviría en caso de emergencia para los duelístas. De allí en fuera, nada más que soledad se extendía.

El calor, era también bastante notable en el sitio y eso podía jugar en contra del mago contra el que se enfrentaría, si no estaba acostumbrado así que en cuanto lo sintió y escuchó sus pisadas sobre la arena, lo observó fijamente.

 

—Bienvenido, espero que estés listo. En esta primera parte de la clase, vas a aprender a manejar los hechizos duelistícos del libro —informó con calma— ¿Qué has leído del libro? ¿sabes cuántos hechizos con fines duelísticos posee?

 

Sus preguntas eran meramente con la finalidad de realizar un sondeo y conocer los conocimientos previos con los que contaba su alumno, así como un pequeño preámbulo como para comenzar a lanzar alguno que otro hechizo del libro.

 

—Flechas de Fuego —pensó, logrando que de su vara de cristal saliesen varios filamentos de fuego, los cuales comenzaron a avanzar rápidamente hasta el cuerpo de Mathew, con la intención de impactar y causarle quemaduras sobre la piel del cuello y rostro..

 

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Te dejo alguna información relevante:

 

—El duelo tiene la finalidad de durar 3 semanas. Comienza el 05 de agosto y finaliza el 23 de agosto, ambos días inclusive.

—Permitidos hechizos de neutrales, neutrales graduados, Libros de la fortaleza, la Sangre y el Equilibrio.

—La duración será extensa, por eso se permitirá un transcurso como máximo de 48 horas, para que se consideré impactado un hechizo.

—Tras 96 hrs sin respuesta y sin previo aviso al Uzza, se considera que el alumno desea abandonar la clase y por ende, para continuar deberá volver a matricularse, en caso de que el Uzza se ausente más de este periodo máximo de ausencia, se le asignará al alumno un nuevo Uzza, quien será el encargado de continuar con la clase.

—Mismas reglas que de un duelo común.

—Dudas y consultas en el tópic ->Dudas: Libro del Equilibrio

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[Matthew Black Triviani]

Miró de nuevo el pergamino que le había notificado de su clase del Libro del Equilibrio, lo hizo un pequeño bollo y lo tiro posteriormente en un contenedor de basura que había por donde estaba pasando en ese momento. Reviso que todos los objetos vinculados al libro estuvieran en su poder, también corroboro tener el libro y lo dejo descansar bajo su brazo derecho.

Apareció en el desierto donde Khufu lo estaba esperando.

Las circunstancias a las que se enfrentaban eran criticas y algo descabelladas, como siempre sucedía a la hora de encarar la prueba de los guerreros. ¿Las posibilidades de sobrevivir? no eran exactas. El humor estaba caldeado por la falta de información y eso conllevaba a que el clímax del desierto fuese el peor para el gitano. Mil y un problemas a los que Khufu seguramente lo obligaría a plantar.

La arena que se colaba por sus zapatos era algo molesta, y el calor no era del todo generoso para él. Odiaba el clima, en sus preferencias dispuso que deseaba ser en un lugar con mucho hielo, pero dada las circunstancias, no fue tomada en consideración. El sol ubicado sobre ambos, justo en el centro como si marcara una linea divisoria imaginaria. La zona del duelo disponía de unos casi diez metros de distancia entre el guerrero y su alumno, con unas cuantas rocas pequeñas esparcidas por el lugar, como si hubieran sido ubicadas estratégicamente. Observo el suelo y tenia dos a sus costados, a pocos centímetros.

Al escuchar la voz del Uzza en su cabeza empezó a creer que quizá todo eso había sido preparado y nada era real. Lo saludo con un leve movimiento de su cabeza y respondió escuetamente lo que pregunto: El libro posee cuatro hechizos, si la memoria no me falla. No había tiempo para confirmar si era o no así, tenia que actuar y lo primero que tenia que hacer era defenderse ante la andada de filamentos anaranjados que venían hacia él.

«Salvaguarda Mágica» pensó, con la varita en su diestra y se volvió intangible ante la linea de filamentos que el Uzza le había lanzado luego de sus breve cuestionario.

Para su sorpresa.

Enarco una ceja ante el repentino ataque, claramente no esperaba que lo recibiera con los brazos abiertos, ni con un ramillete de rosas. Por lo qué cuando las flechas pasaron, el conjuro había desaparecido y rápidamente apunto con Frida.

«Flechas de Fuego» pensó imitando al guerrero que no se encontraba muy lejos de él, arrojando de inmediato una linea de filamentos rojizos desde la punta de su varita, que rápidamente se dirigieron al objetivo, logrando dar con él en su brazo, aquel en el cual empuñaba una vara de cristal.

@Khufu

[Khufu]

Podía ver el malestar del alumno, era más que obvio que no estaba del todo convencido de encontrarse bajo aquellas condiciones críticas del clima, ¿pero él podía elegir? No, él como profesor de aquel libro, era de su total decisión saber qué medidas tomaría para evitar cualquier problemática y aventurarse a elegir cualquiera de las situaciones que viviera el pupilo con el que tenía que enfrentarse a un duelo. Tras esas pequeñas consideraciones, observó como el mago lidiaba con un salvaguarda mágico su hechizo y eso le permitía quedar completamente ileso.

 

— ¿Qué son las flechas de fuego y por qué hechizos tenemos que usar para curarlas? —le preguntó con tranquilidad, observando como él conjuraba las propias.

 

Tenía poca fe en los magos ingleses, así que dudaba que supiera responder aquella pregunta, no sin antes ver un poco del efecto que estas ocasionaban en la piel de alguien, así que permitió que los filamentos de fuego que acaba de lanzar, llegaran hasta su piel, provocando algunas quemaduras en su piel morena y la llama ardía aún, así que tendría que hacer uso de alguno de sus hechizos, pero antes pensaría en algo.

 

—Sectusempra —siseó con tranquilidad, consiguiendo que un rayo de color verde saliera de su vara mágica y viajará directamente hasta el pecho de Matthew, consiguiendo en caso de impactar provocar heridas de gran gravedad que sin duda, requerirían de atención.

 

—Aguamenti—siseó, consiguiendo que un chorro de agua cayera sobre la mano que sostenía su vara mágica, y eliminando el malestar provocado por los filamentos.

 

Esperando su respuesta, se cruzó de brazos y espero con un poco de paciencia, para saber si tendría la solución o él debía darsela.

[Matthew Black Triviani]

Una pequeña mueca casi imprevisible, se figuro en el rostro del gitano al ver que su brazo ardió unos cuantos segundos por el efectivo ataque. Carraspeo para aclarar su garganta antes de responder la pregunta del guerrero, su ronca voz a causa del tabaco no lo ayudaba demasiado con el habla, por lo que a veces solo deseaba permanecer callado y analizar las cosas, y de ser necesario preguntar.

 

Las Flechas de Fuego, son una invocación que no necesita ser conjurada verbalmente por el mago o bruja que lo emplea, disparando una andada de filamentos de fuego que salen uno tras otros, incendiando la piel y produciendo heridas sangrantes con el pleno contacto del destinatario respondió escuetamente y observo que lo ataco nuevamente.

 

Sus ojos se inundaron de un color plateado al ver como el rayo viajo una distancia prudente del guerrero e impacto de completo en el pecho de Matthew, haciendo que este se ladeara un poco hacia atrás, casi por caer al suelo. Pensó en un Curación y las heridas sangrantes de su pecho se cerraron casi al instante levantando un poco su varita, más dejándolo un poco adolorido por el fuerte impacto.

 

«Arena de Hechicero» pensó, y los huesos cristalizados de algún mago o bruja muerto mediante fuego mágico, se esparcieron por el aire cegando y dejando al Uzza sin la posibilidad de atacarlo directamente con cualquier tipo de rayo o invocación que requieran de su notable puntería.

 

Para cesar los efectos causados por el hechizo anteriormente mencionado, se debe utilizar un Aguamenti de urgencia y luego un Episkey... añadió tras atacar, denotando su fuerte acento Rumano.

 

¡Cinaede! dijo el gitano, aquel veneno gaseoso extraído de los Pétalos de Pensamiento, alrededor de Khufu surgió un gas invisible que penetraría en el acto sus vías respiratorias dificultando su posición.

[Khufu]

Asintió secamente, sin demostrar que estaba contento o no con la respuesta, simplemente haciéndole ver que había respondido correctamente. Mientras hablaba, el guerrero había aprovechado para curar sus heridas mediante el amuleto de curación y así evitar consumir una acción más adelante. Su pupilo parecía espabilado, cosa que apreciaba, porque no había cosa que más detestara que el hecho de tener un duelo sencillo solo porque la gente no se entendía con sus artes bélicas. Apretó la mandíbula cuando la Arena del Hechicero se arremolinó entorno a su cabeza y obvió el escozor que le provocaba en los ojos.

 

—Silencius.

 

De no haber intentado atacarlo de esa manera, se habría decepcionado. Pero tal y como había previsto, el chico sabía dónde estaba y con quién se enfrentaba. Le gustaba. Su efecto, la única acción capaz de lanzar en el estado de ceguera momentánea, logró impedir que Matthew le atacase con el Cinaede, que salió casi a medias, pero no logró afectarle. Cuando recuperó el habla, le hizo una pregunta que debía ser bastante obvia, si había sido capaz de lanzarlo en principio.

 

—El Cinaede es un efecto complejo y dañino, de impactar, provoca grandes daños internos que han de resolverse lo antes posible. ¿Sabes cuáles son? —se movió con suavidad antes de atacar, porque no iba a hacerlo de forma verbal, ni con un hechizo que requiriese puntería.

 

Maldición.

 

El próximo ataque de Matthew, de ser verbal, saldría mal pronunciado y por ende no tendría ningún efecto. Ahora él acababa de limitarlo.

[Matthew Black Triviani]

Matthew se concentro en la estrategia que usaría a continuación, aunque todavía estaba un poco tocado por el mero hecho de que la arena le molestaba. Sonrió apenas cuando vio que Khufu se libro de su ataque y logro frenarlo. Ladeo su cabeza y se concentro en sus palabras, nuevamente le había preguntado sobre un hechizo del libro en cuestión, el gitano no era gran conocedor, pero si se consideraba curioso y por ello, tenia respuesta para muchas cosas.

 

Recupero el habla al cabo de unos minutos luego de que le hiciera una pregunta.

Se genera un gas venenoso alrededor del que fue atacado, que penetra en el acto por sus vías respiratorias, cercenandolas provocando una paralización de su sistema, y como consecuencia la muerte de no ser tratado con rapidez mediante un Anapneo. respondió con seguridad Aun qué, muchos confunden que un Bezoar los ayudara añadió como dato curioso.

Imagino que aún seguía ciego, perfecto, por lo que levanto su varita y pensó en un «Semillas de Hielo» y de su varita salio disparado un rayo, formando un viento helado que recorría la distancia que los separaba buscando paralizar al guerrero durante un turno.

 

Cinaede pronuncio nuevamente en voz baja y de su varita surgió aquel gas venenoso que el Uzza había logrado disipar, ahora si, afectándolo.