Infiltración

[Nicole Evans Crowley]

Banco Mágico de Gringotts

Empleada de Cooperación Mágica Internacional

Meses antes de la declaración de guerra

 

 

 

Hasta el momento la Evans habia cumplido en parte los motivos que la habían llevado hasta ahí, la directora del banco ya estaba al tanto de la situación poco favorable en la que se encontraba el Ministerio Mágico Ingles, ahora tenían que hacer algo para evitar sufrir de manera tan abrumadora las consecuencias de los hechos venideros.

 

Después de leer los pergaminos que le habia entregado, la Black comenzó a dar sus primeras opiniones acerca de los temas contenidos en dichos pergaminos a lo que la joven escucho atentamente, necesitaba que la directora la apoyara a preparar las cosas para un plan de acción.

 

-Como bien mencionas es importante que todas las grandes instituciones permanezcan fuertes, ese es el motivo principal por el cual me he tomado la molestia en venir en persona y no te preocupes si no estabas muy enterada de la situación, el Ministerio no ha querido decir nada públicamente hasta estar seguros de que algo pasará pero tampoco podemos no prevenir alguna mala situación.

 

Al escuchar que Mia estaba dispuesta a ayudarla con su idea, no pudo evitar soltar el aire que sin saber habia estado conteniendo. La Evans sabia que en casos de crisis internacional, el mantener las finanzas era algo de suma importancia, si estas se mantenían estables y no se presentaba ninguna perdida grande, el resurgimiento de la comunidad podía realizarse sin ningún percance.

 

-Si cree que la persona que menciona podría ayudar con el tema que estamos tratando no veo porque no podríamos invitarla- la verdad era que la Evans no quería que la información y los planes que tenía se filtrarán fuera de aquel pequeño grupo de personas, por lo cual primero quería conocer la confiabilidad de la chica que Mia mencionada.

 

-¿Te parece si esperamos a que Dennis se reúna con nosotras para poder ponerla al tanto? Así podría comentarle a ambas las ideas que tengo en mente y en conjunto establecer un plan de acción.

 

La chica estaba más tranquila que cuando habían llegado, si bien todavía quedaban muchas cosas por hacer, el hecho de contar con el apoyo de Mia le habia aligerado el peso que llevaba en hombros, quería resolver aquel tema antes de poder regresar al departamento y encargarse de todos los demás temas que la esperaban ordenados en pila sobre su escritorio.

Editado 21 de Agosto del 2019 por Nicole Evans Crowley

[Thoth]

Meses antes de la declaración de guerra

 

En el Ministerio de Magia

 

La discusión sobre el motivo del porque redactor un acuerdo internacional sobre los atentados no daba muchos frutos, quizás era un remordimiento de conciencia o simplemente la forma de encontrar una salida a los crímenes que estaba por realizar. Al terminar la sección extraordinario no había logrado nada, era una lastima en verdad. Aunque, por el momento debería atender otros asuntos y por ello tenía que salir, pero no lo podía hacer. Luego de unas horas se termina todo la discusión, como siempre el temor del que el secreto de la Magia se divulgará era una prioridad. En verdad esta situación era muy decepcionante.

 

Fue por ese motivo, que me marchaba luego de esa reunión. Al menos tenía presente, que era momento de ir y hablar con alguien en San Mungo, deseaba ver como estaban los organismos antes que se realizará el ataque, como también debería hablar con mi sobrina (@@Lady Luxure Grindelwald ) el tema de como su departamento atendía los casos de los dragones, los cuidados que se debería tener y sobre todo la permisologia para ello.

 

En ese instante, subía o descendía, ya mi cabeza no estaba para ello, solo me fui hablar con ella. Igual, por algo eramos familia y sería muy curioso saludarla. En ese instante me dirigía a ese departamento de criaturas, esperando que en la brevedad posible ella me atendiera, iba algo con cara de cansancio.

[Ky.]

~ Duende Ocixem

El duende accedió a llevar al joven mago a su bóveda, aunque debía haber otro duende que le acompañara para abrir las puertas mágicas, busco con la mirada para ver si uno de sus compañeros duendes estaba disponible, sino tendría que ser él quien bajara del "coche" que conducía para que Granger pudiera tomar lo que necesitará de galeones.

-Lo conveniente hubiese sido que otro duende le acompañe, pero no importa, yo le abriré su bóveda.

Tras aquellas palabras, Ocixem abordo el coche y comenzó a descender varios metros a través de las vías que permitían la posibilidad de mover el coche, como cada vez que alguien quería bajar a su bóveda tendría que pasar por la cascada encantada, la cual el agua que brota de ella elimina todo encantamiento o trampa que los magos y brujas quisieran hacerle a los duendes para hacerse de dinero que no sea de ellos.

Al pasar aquella prueba de seguridad, la primera de 3, y no haber ningún truco, la ropa de las personas arriba del carrito se comenzaba a secar. Bajaron otros 30 metros más, En ese momento se comenzó a escuchar uno de los dragones que custodiaba Gringotts, y entre más bajaban se podía sentir el calor del fuego que emanaba de su boca como para alejar a las personas que habían podido sortear la cascada encantada.

- Va a tener que ayudarme. -dijo cuando detuvo el carro.

Para la bóveda de Seba Granger aún faltaban varios metros, pero debían bajar caminando por varios escalones.

@@Seba Granger

[Seba Granger]

No veía muy contento a Ocixem de tener que ir solo conmigo a las bóvedas por lo que podía notar era verdad que solo le gustaba manejar los carritos y no tener que bajarse de ellos, pero justo en ese momento no teníamos a mas duendes a la vista, nos tocaba ir solos o esperar, pero sin darnos cuentas ya estábamos en camino a las bóvedas de Gringotts.

No era muy seguido lo que bajaba así que a veces me solía perder por todas las vueltas que daba el carro, a menos que lo hicieran para despistar un poco a los clientes y que nadie bajara sin permiso.

A veces el carro del banco me recordaba a las montañas rusas que habían en los juegos en distintas partes del mundo, unas mas peligrosas que otras, o con mas recovecos, pero la del banco no se quedaba fuera de esas, a los minutos del recorrido ya tenía la primera empapada miré al duende por si estaba convencido que era yo, aunque ya llevábamos un buen tiempo trabajando juntos debería saber reconocerme.

-¿No puedo pedir que mi bóveda quede mas cerca de la salida?- dije en parte de broma y en parte verdad aunque no creo que al duende Ocixem lo hiciera reír con eso, le ayude a bajar del carro luego de hacer, caminando junto a él por si necesitaba mas de mi ayuda pero sin ponerme por su camino para no molestar, al llegar a un lote de bóvedas busque el número de la mía esperando fuera abierta.

-Intentaré no tardar mucho- le señale.

 

@ Nerón Blackthorn

[Ky.]

~Duende Ocixem

 

—Tarda el tiempo necesario. —dijo.

 

Se quedó fuera en espera de que el mago saliera con lo que iba a tomar de su bóveda para regresar a su trabajo, seguramente iba a haber más duendes y magos que quisieran bajar a ver sus bóvedas y sólo había unos 2 carritos por cada ruta a las diferentes bóvedas. Pero sólo había 2 duendes que se encargaban de manejar los carritos, y si él estaba ahí en espera del mago, su otro compañero estaba teniendo una carga de trabajo.

 

Los minutos pasaron y aquel momento de la espera se dio cuenta que faltaba Aracnin entre sus compañeros duendes, ¿Dónde es que se metía aquel Duende? Esperaba poder hablar con él, para ver la forma de cómo regresar el poder a los duendes. Ocixem no era muy comunicativo con sus compañeros, pero con Aracnin compartía ciertos ideales que con los otros no compartía.

[Seba Granger]

No estaba seguro si había un toque de sarcasmo o no en el tono de Ocixem, pero entendía si no le gustaba mucho que las personas tardarán, había oído alguna vez que algunos podían tardar horas por que casi que se ponían a contar cada moneda que tenían en el lugar, en el banco jamás se les iba a perder algo, ¿O si se podía? la duda rondo por mi cabeza por unos minutos.

-Regreso en seguida- señale a mi compañero de trabajo mientras me introducía a la bóveda, me descolgué la mochila que llevaba al hombre y la apoyaba en una mesita que estaba a la entrada donde solía poner algunos papeles y carpetas importantes, rebusque entre ellas buscando algunos documentos muggles que podría necesitar si todo esto de la guerra se hacía verdad.

Tras guardar los papeles en la mochila un par de bolsitas de galeones y dinero muggle, para también guardarlas en la mochila cerrando con cuidado, -creo que eso es todo- dije para mi mismo.

Salí de la bóveda luego de poner mis propios hechizos aparte de los que ya ponía el banco para resguardar nuestros bienes, no creía haber tardado mas de 5 o 10 minutos -Ya estoy listo- señale mientras Ocixem cerraba la bóveda de nuevo, le ayude a subir al carrito de nuevo luego de recorrer el camino desde la bóveda hacía el.

-¿Puedo manejar?- dije entre broma y verdad, jamás había tenido la oportunidad de manejar uno de esos, siempre habían estado los puestos ocupados así que había optado por el trabajo de oficina.

 

@ Nerón Blackthorn

[Mia.]

Mia Black Lestrange

Directora del Banco Mágico de Gringotts

Meses antes de la declaración de Guerra

Saber que Nicole estaba de acuerdo con esperar a que llegará Dennis, le dio tranquilidad. Porque sabía que no podían actuar sin tener la certeza de que alguien allegado a la oficina del ministro estuviese de acuerdo y respaldará sus planes. Porque en caso contrario, podrían acusarlas de traidoras al Ministerio de Magia, aunque no estaba segura de que eso ocurriese del todo con ella, al ser la directora del banco, pero no quería arriesgarse en nada.

 

 

—Claro, no debe tardar en llegar, ¿te puedo ofrecer algo de comer o beber? —preguntó mirando a la Evans en cuanto apareció su elfina doméstica— Mientras esperamos a Dennis, sería algo más ameno y no tan estresante. —añadió esperando su respuesta e indicando con una cabezada a la pequeña criatura que ella tomaría lo de siempre; jugo de naranja con un poco de vodka.

 

 

 

En cuanto sintió como la puerta era abierta por un duende, esperó a conocer el motivo y al saber que se trataba de la llegada de la Delacour, les pidió que la hicieran pasar y que nadie las molestara.

 

 

 

—Adelante señorita Delacour, me alegro que haya acudido tan prontamente a mi llamado. —tras ese saludo, la invitó a tomar asiento delante de ella y sacó su varita mágica.

 

 

 

Realizando algunos hechizos de protección que impedía que alguien del exterior escuchará su conversación, así como que ingresaran, se quedó tranquila. Era momento de poner manos a la obra y que mejor que tener a las dos brujas allí para comenzar a trazar algún plan, que esperaba diese totalmente resultado.

 

 

 

— El banco, es uno de los sitios más seguros así que puedo ofrecerles su infraestructura en caso de que necesiten guardar o salvaguardar a alguien o algo de suma importancia. —soltó mirando a sus dos interlocuturas y segundos después guardando silencio, esperando su respuesta.

 

 

 

@@Dennis Delacour @@Nicole Evans Crowley

[Dennis Delacour]

Dennis Delacour

Directora de la Oficina del Ministro y Saw

Meses antes de la declaración

 

La ojiazul estaba a la espera de que le entregaran la información de su presencia a la directora del banco, el duende que la había recibido había desaparecido por uno de los pasillos a lo que supondría sería la oficina de la bruja a anunciar su llegada. Mientras esperaba se detuvo un momento a ver el funcionamiento de aquel lugar, como siempre cada actividad parecía ser tan metódicamente realizada que era como un gran engranaje, bueno así solían ser los duendes, claro cuando no resultaban traicioneros y avariciosos es decir más de lo usual. Las pocas veces que había estado en el lugar había sido tan de prisa que nunca prestaba mayor atención a cada tarea que realizaba el grupo ahí presente.

 

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el duende regreso indicando el camino a seguir para encontrarse con la Black Lestrange. Cuando la puerta se abrió una vez en el interior de la oficina la hizo seguir de inmediato, se encontró con el par de brujas que por lo visto estaban solo aguardando por ella. —Buen día señorita Black Lestrange, y no tiene nada que agradecer, supongo que si la directora del banco llama es por algo relevante así que no hay razones para hacerla esperar — dijo acercándose para ofrecer su mano a modo de saludo antes de tomar su lugar frente al escritorio de la bruja y fijando su mirada en la otra bruja — buen día — saludó con la misma cortesía que antes.

 

Vio a la rubia realizar un par de hechizos de protección y al tomar la palabra no pudo más que suspirar y asentir, los rumores que ella había escuchado acerca de ataques a instituciones de importancia en la comunidad mágica sin duda habían llegado a las brujas, porque otra razón estarían pensando en resguardar cosas o personas de valor allí. Enfoco su mirada en la bruja frente a ella — Por lo visto cada vez es más fuerte el rumor de que necesitaremos sitios de extrema seguridad y definitivamente había pensado en Gringotts que es uno de los lugares más seguros, aunque no debemos olvidar de que hay antecedentes aunque muy pocos que lo dejan algo mal parado en ese aspecto. Así que supongo que antes de pensar en ello tendríamos que tener la seguridad de que el sitio realmente es impenetrable actualmente — habló con calma, no quería menospreciar el lugar y menos la labor de la directora pero si iban a resguardar lo más valioso allí necesitaban tener confianza plena.

 

@@Nicole Evans Crowley @Mia.

Editado 26 de Agosto del 2019 por Dennis Delacour

[Malum Luxure]

Me encontraba en el ministerio a decir verdad bastante aburrida ya que no había tanto trabajo dentro de las instalaciones, por lo general la acción se realiza a fuera, nunca se sabe que criatura causara problemas y en donde, sinceramente siempre estoy preparada para lo que sea menos para estar mucho tiempo quieta.

 

-Necesito un café o algo que me saque la pesadez.- Susurre con desgano mientras miraba las distintas puertas a mi paso.

 

La enorme locación era según el piso entretenida o aburrida, la burocracia mata las pasiones según dicen y yo no entiendo como las personas se pueden dedicar a ciertas cosas donde no se realiza casi ningún movimiento.

 

-Seria mejor salir de aquí o terminare siendo un hongo ministerial...- Bufe sonoramente.

 

Quería encontrarme con alguien y hablar de cualquier cosa, aun que sea lo mas trivial del mundo....siempre estaba perdida sobre lo que ocurría con la política por que no me interesaba en lo mas mínimo quien maneja el gobierno mientras yo pueda hacer lo que quiera sin problemas.

 

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@

Editado 27 de Agosto del 2019 por Lady Luxure Grindelwald

[Thoth]

Meses antes de la declaración de guerra

 

 

En el Ministerio de Magia

 

Allí me encontraba en el departamento de @@Lady Luxure Grindelwald y esperaba que ella seguirá trabajando, pero según mis espías depertamental era ella una especialista en ocuparse de estar allí y más que era directora, seria imposible no imaginar que entre todos los seres que podía apoyarme en introducir voluntariamente o involuntaria a un dragón era ella, quizás con alguna artimaña y viendo que mi carta como el nuevo director del Departamento de Transporte y Deportes Mágicos se iba anunciar, era mejor apurar la permisos para ello. No obstante, guardaría todo en mi oficina y esperaba que Denis no sospeche nada.

 

-Lady.- Mencione mientras que caminaba y portaba mi uniforme ministerial, esa capa ocultaba mi rostro y mi varita la poseía en mano, mi anillo de la nigromancia rosa con mi varita. -Lady.- Repetí y esta ocasión había hecho que mI voz viaje a donde se localizara ella. Y termine el hechizo.

 

En ello evoco que debía apurar, ya los búlgaros resolverán como sacar un dragón de aquella famosa reserva o en su caso sería uno de los magos que osaría a ir y robar un dragón, en algo serviría los objetos Uzza y si pronto lograba dominar ciertos aprendisaje con las serpientes sería más fácil.