Elecciones

[Hayame Snape Potter Black]

Mansión Potter Blue. Czésar

El pequeño elfo comenzó a tomar pequeños trozos de aquella rebanada de pastel que le habían ofrecido, él era muy viejo y por lo general se decía que las criaturas ancianas no gustaban de los alimentos que fueran demasiado dulces; pero al menos en su caso, ese tipo de cosas no le hacían daño y sus nuevas amas solían darle de ese tipo de alimentos, sobre todo la Peverell por lo que se sentia bastante bien comiendo trozos de aquel riquísimo pastel

-No me ofende para nada, señorita Conde

Respondió el viejo Czésar atreviéndose a sonreirle suavemente otra vez, para dejarle ver que no se sentía molesto ni ofendido en lo más mínimo

-Al contrario me siento muy agradecido con sus atenciones, el viejo Czésar ya esta bastante viejo y hay cosas que no se puede permitir por ser un elfo, pero el tener la oportunidad de hacer estas cosas realmente anima e inspira a seguir siendo un mejor elfo para mis amas

Dijo cerrando sus ojos con agrado para luego, darle un vistazo al pequeño conejo mientras que escuchaba como la bruja le contaba lo que ella había vivido con su mascota y como se habían ocultado durante el desastre; el elfo frunció un poco el ceño de forma pensativa mientras que se comía otro trozo de aquel pastel

-Me alegra saber que usted se encuentra en excelente estado, señorita

Dijo el elfo moviendo un poco la cabeza y entonces, volvió a verla con expresión concentrada ante la pregunta del porqué estaba en aquel sitio; se limpió los labios con un pañito antes de responder

-El ama Hayame me ha enviado para ver que todos en la mansión estuviesen bien y para hablar con la señorita Sagitas, para ver si se encuentra bien después de los ataques -explicó, parpadeando un par de veces con sus enormes ojos de elfo

[Tamarindo]

En la cocina de la Ojo Loco con Czésar

 

Abrí los ojos como sin saber la respuesta a esa aformación que hacía el viejo elfo de Hayame... Porque realmente no sabia donde estaba Sagitas ni quien estaba en la mansión ni cmo se encontraban, asi que no podía satisfacer esas intrigas que tenia Czésar al respecto.

 

--Despues de acabarnos la tarta, porque yo tengo la intención de acabarmela ahora, podemos ir a ver como están los demás, pero no sé quien está en la mansión, y si se ha ido la amenaza que estaba atacandonos...

 

Me daba un poco de miedo salir de la cocina, pero hacia rato que no se oían ruidos allá fuera, en el salón o en la otra zona de la mansión, pero seguro que con la ayuda del elfo, que tienen una magia genialosa, podíamos aventurarnos a ver qué habia pasado en la mansión y saber si todos estaban bien.

 

--Por cierto, Czésar, sabes como está ahí fuera con la guerra que hay? Cuando vine para la Ojo Loco alguna bomba cayó, pero no sé como está realmente el panorama ahi fuera y si es mejor que le diga a la gente de mi entorno que se venga para aqui para estar protegidos...

[Xell Vladimir Potter Black]

En la "Ojo Loco", antes de la proclamación del Ministro:

 

Esperaba la respuesta de los miembros del bando pero no llegaba. Me uní a los primos para la defensa de la mansión. Sean era bueno con la varita, me costaba creerlo porque pocas veces le había visto con ella en la mano. Normalmente, solía llevar otras cosas en ellas . Perenela también se lucía, incluso con una bola de fuego en la mano, algo que había visto hacer a Reena, a Sagitas y a Matt. Era muy normal, en aquella familia todo se heredaba.Yo también usaba la mía y, entre los tres, conseguíamos repeler aquellos ataques. Miré unos instante por encima de mi hombro y les grité a mis primos.

 

- ¿Es qué no podéis dejar de haceros carantoñas ni en pleno ataque a la casa? ¡Sois lo que no hay!

 

Poco a poco, las huestes fueron retrocediendo, gracias a los elfos que nos ayudaban y a Babila. El mayordomo de la mansión era una ayuda con su facilidad para atinar con las grandes piedras que les lanzaban a aquellos seres. En un momento dado, noté la ausencia de Tamarindo.

 

- ¡Tama no está! ¿Se la habrán llevado? ¡Harpo, busca a la amiga de la Tia! Si la perdemos, Sagitas se enfadará mucho con nosotros.

 

No podría decir cuánto tiempo duró aquella escaramuza; cuanto todo acabó, me sentía agotada. Un grito de ánimo sonó a nuestras espaldas. Me puse a reír aunque no fuera el momento.

 

- ¡Apareció Tama! Seguro que estaba en la cocina, comiendo... ¡Mi pastel!

 

Babila había informado que había traído un pastel para celebrar mi cumpleaños y temí que Tama hubiera dado con él antes de poder probarlo.

 

Aunque eso era importante, lo que más me preocupaba era... ¿Por qué no había venido la tía Sagitas a proteger su casa? ¿Habría recibido el mensaje?

 

¿O le habría pasado algo malo?

[Hayame Snape Potter Black]

Mansión Potter Blue. Czésar

El pequeño elfo frunció el ceño y asintió varias veces a los planes que estaba teniendo la jovencita de la casa de Hogwarts de Hufflepudd; era verdad lo que decían acerca de los chicos de aquella rama en específico del castillo de magia y hechicería, las personas que salían de esa casa eran muy buenas personas y se preocupaban por todos, así como la señorita Conde que estaba preocupada por los suyos

-Me parece un magnífico plan que traiga a toda las personas que pueda con usted, señorita, creo que todos estaremos más a salvo si toda la familia se encuentra junta y dispuesta, solo por si acaso sucediera algo malo

Dijo con seriedad mientras que volvía a asentir y le daba otro mordisco a su pedazo de pastel, el elfo nunca había probado nada tan delicioso en su vida y comenzaba a lamentar que se fuera a acabar tan pronto; pero los deberes eran deberes y Hayame le había enviado con ordenes exactas acerca de su misión

-Allá afuera todo es un caos, señorita Conde

Aseguró el elfo sacudiendo la cabeza con lastima mientras que cerraba los ojos y emitía un gemido de fastidio

-Los jardines de este hogar han sido destrozados, con franjas, pedazos quemados y zonas de cesped despedazado por todos lados, como si alguien que odiara los jardines haya decidido con el pobrecito jardin -dijo con tristeza- y en cuanto al pueblo mágico señorita, han elegido a un Ministro que se ha declarado abiertamente mortífago señorita, un mortífago elegido por el pueblo!

Le dejó saber con un ligero escalofrío, todavía recordaba a los mortífagos y... lo que estaba haciendo su ama en casa

[Sagitas E. Potter Blue]

Con Liderossa en el negocio común [antes de que Aaron sea Ministro] :

 

Tenía la esperanza que el amuleto funcionara así que así con cuidado el pomo de la puerta y lo moví, levemente al principio y con un gran suspiro y fuerza después. La puerta estaba abierta. Una sonrisa de alivio se dibujaban en mi rostro aún antes de digerir todos los comentarios de mi amiga. Ese era el gran problema que tenía. Me concentraba en algo y mi boca iba diciendo "ajá", "sí", "hum" y otros monosílabos corteses mientras mi cabeza se movía entre pensamientos ajenos a la conversación.

 

Supongo que por eso, mi mano aún permanecía en el pomo y mi estómago se giró cuando capté el significado específico de todo lo que había estado diciendo Anne y yo no lo había entendido, o no lo había querido entender, no sé... Durante toda nuestra charla, aunque la noté algo enfadada cada vez que mencionaba el tema de los bandos, lo había achacado a alguien que no cree en esos grupos pero nunca, nunca pensé que...

 

Me estremecí.

 

No era miedo. Era estupor, mezclado por la desilusión de entender, de repente, que toda su rabia contenida al hablar de la Orden era porque... porque ella... porque ella...

 

Ella era de los Otros.

 

Aún no me giré, parpadeando un par de veces y pensando sobre la manera de usar la magia sin la varita. Había sido una auténtica es-tú-pi-da, así, palabra mascullada, por creer que allá dentro estaba segura y que no la necesitaría. Repasé mentalmente los hechizos que podría usar sin necesidad de varita y, por primera vez, me pregunté cuán buena era Anne en el uso del la misma. Debía serlo, siendo una fabricante tan hábil en la creación de las mismas.

 

-- No me dejarás... salir por las buenas...

 

No era una pregunta, era una afirmación de que entendía perfectamente lo que quería decir. Me giré, por supuesto, no porque ella me lo pidiera sino porque necesitaba mirarla para poder defenderme.

 

-- ¿Necesitas confirmación? -- Mi voz sonaba muy dura, tan diferente a la Sagitas que había entrado en el negocio con una sonrisa feliz y con el desparpajo de sentirse entre amigos, sin pensar en protecciones, sin pensar siquiera que pudiera necesitarlas. Se me retorció de nuevo el estómago al pensar que allá enfrente estaba Anne, la muchacha con la que había compartido aventuras, trabajo y hasta algún asunto no muy lícito relacionado con dragones. Pero no lo demostré, o al menos lo intenté, manteniendo mi faz impertérrita, intentando dilucidar todos sus movimientos, despertando todas mis Habilidades posibles para usarlas en mi favor; en aquel momento, era a lo único que podía agarrarme. -- Sí, mi bando es la Orden del Fénix. Puedes pronunciar el nombre. No muerde.

 

Noté que ella se había puesto delante del perchero de manera que recuperar mi varita iba a ser algo difícil. Me mordí levemente el labio inferior en un tic que no pude reprimir.

 

-- ¿Desde cuándo? Desde siempre. La Orden siempre ha sido el hogar en el que me refugié, recién llegada a Ottery con el circo. En aquel entonces no era mío aún pero llegamos aquí y aquí nos quedamos. Desde entonces soy miembro orgulloso de la Orden, amiga.

 

¿Aún la llamaba amiga? Me apreté de nuevo el labio hasta sentir el dolor agudo y el acre sabor ferruginoso de la sangre. Negué con la cabeza e intenté mantener la guardia alta. Aquella acusación me hacía temblar de nuevo.

 

-- No, nunca te he investigado y no he descubierto nada de ti porque no he buscado nada de ti. ¿Qué sé de ti? Todo lo que tú misma me has dicho y demostrado. Pero nunca te relacioné con los... -- Ahora era yo quien me paralizaba antes de decir aquel nombre maldito. Pero soy muy orgullosa así que hice un leve movimiento de cuello y alcé la barbilla. -- Con los mortífagos. Nunca llegué a pensar eso de ti, Anne. Y aún me cuesta creer que pueda pertenece a ese grupo. Somos amigas...

 

¡Había dicho "somos"! Ella misma aún usaba el presente; dejé escapar un pequeño suspiro aunque eso, ahora mismo, no supusiera mucha diferencia.

 

-- Lo somos porque congeniamos a las mil maravillas y nos llevamos muy bien. Hemos compartido muchas cosas juntas, tantas que te va a ser imposible hacerme pedacitos.

 

Le sonreí. No era una sonrisa afable ni alocada que habíamos compartido apenas hacía diez minutos antes pero... Era una sonrisa.

 

-- Baja la varita, Anne, y hablemos.

[Hayame Snape Potter Black]

Casita Snape. Ottery

La bruja no había recibido respuesta alguna por parte de su elfo y le parecía que ya había pasado más que suficiente tiempo para saber si algo estaba bien o mal en aquel lugar; aunque había estado enfadada con Czésar hasta ese momento ahora se quedaba pensando en las posibilidades que había de que el enemigo lo hubiese capturado y en realidad estuviese siendo torturado mientras el elfo intentaba averiguar el paradero de su hermana, tan solo por sus órdenes

Si lo pensaba detenidamente, los elfos eran criaturas muy fieles y leales y por ello era que era muy difícil apartarlos de sus amos y forzarlos a que desobedecieran una orden era perder el tiempo; para los elfos era más viable el cortarse la lengua o quitarse la vida a traicionar a sus señores, a menos que estos consigueran que la propia criatura mágica los odiara

Y tdos los magos que se respetaban, habian tomado sus debidas precauciones al respecto desde lo que habían sabido acerca del elfo doméstico, Dobby, de los Malfoy

Nadie quería pasar por nada similar en el futuro

-Lo mejor es que vaya personalmente -raonó a final de cuentas y decidió subir a la habitación de arriba para recoger a su propio hijo y ponerse la capa de viaje

Dejaría al pequeño Severus en casa de Ashley si la encontraba y de ahí, iría personalmente a la mansión de su hermana para averiguar qué demonios estaba pasando

[Tamarindo]

En la cocina de la Ojo Loco con Czésar

 

Había parado de comer del asombro, y el pedacito de pastel que tenia en el tenedor se me había caido y yo sin darme cuenta del asombro que me daba saber que un mortifago era el nuevo ministro...

 

--A dónde hemos ido a parar... aun van a volver tiempos oscuros a este paso... con guerra y mortifagos en el poder....

 

Me comí mi pedacito caido de tarta. No me podía creer lo que estaba pasando en el mundo... asi que enseguida llamé a una lechuza que entró en la cocina desde la ventana y le mandé algo a Amya y a Colter, que no sabía donde estaban pro seguro que la lechuza sabía localizarlos y hacerles llegar mi mensaje de que vinieran a esta casa a reunirse con nosotros... Estaba segura de que la suegris estaba ya avisada de venir hasta aqui, pero un aviso extra no vendria mal para si olvidadiza cabecita... El que mas me preocupaba era Colter, que no sabía donde estaba y me preocuaba mucho que se hubiese perdido o algo peor, que le atacase una bomba o algo T_T

 

--No sé que vamos a hacer ahora, pequeñín, pero estoy para lo que necesites...

 

Y con esto me comí el ultimo trozo de tarta y nos la acabamos, estaba bien buena, y seguramente no sería del agrado de los demás saber que nos la habíamos comido toda.. jaja

[Hayame Snape Potter Black]

Mansión Potter Blue. Czésar

Asintió varias veces con energía, en verdad que aquella persona tenía toda la razón y podía ver como la preocupación se asomaba en los ojos de esta, puesto que comprendía el estado delicado en el que estaban todos en ese momento; con la orden oscura nuevamente en el poder, solo iba a ser cuestión de tiempo antes de que dejasen ver su verdadero rostro y entonces, las muertes y la opresión estarían a la orden del día y lo peor, era que no habría nadie para defenderlos porque la supuesta orden del fenix ya había demostrado que contaba con miembros que podían llegar a ser, incluso más fríos, crueles y despiadados que los propios mortífagos

Como bien decía su abuela, dale un poco de poder a la persona equivocada y mira en qué se transforma...

-Le agradezco profundamente, señorita Conde, quiero que sepa que de igual manera si hay algo en lo que el viejo Czésar puede ayudarla haga el favor de llamarlo, acudiré con gusto a cubrir lo que necesite por mi honor de elfo

Asintió y se colocó un puñito en el pecho para después y por inercia, tomar el plato y el tenedor ya terminados de usar de la joven para unirlos a los de él mismo y llevarlos al fregadero, para comenzar a lavarlos; después de todo, se trataba de un elfo doméstico y estos hacían todo inmediatamente y sin pensar, de acuerdo a lo que estaban acostumbrados

-Quizás deberíamos de ver si la señorita Sagitas se encuentra bien, para que podamos todos crear un plan y saber de qué forma la familia debe de reaccionar -dijo el pequeño elfo, ahora con las manitas cubiertas de jabón para trastos -así yo puedo informarle a mi ama y traerla a la mansión y al mismo tiempo, ayudarlaa usted a reunir al resto de la familia para protegerla

Ofreció asintiendo varias veces

[Tamarindo]

En la cocina de la Ojo Loco con Czésar

 

Estaba claro y clarinete que el elfo era buena gente y estaba ofrenciendome ayuda realmente buena... y hasta dudaba de si era buena idea abusar de su ofrecimiento para unos propositos que no sabía si podía llevar a cabo. ¿Y si se autoflagelaba por no poder cumplir lo que le iba a pedir? No quiero que se haga daño, y por lo poco que sé de historia de la magia, o no tan historia pero si rumores, se dice que los elfos, sobre todo el conocido como Dobby, se autolesionaba muchisimo por hacer algo que no podía, o por contradecirse. No sé si por no poder cumplir algo tambien de autolesionaba, y era lo ultimo que quería.

 

Pero necesitaba saber si estaba bien Colter y que pudiera llegar a salvo hasta aqui. Tenia que preguntarselo, y mientras se puso a lavar los platos (que iba a hacer yo pero se me adelantó y no hay manera, vamos a dejarle hacer algo sino el pobre se sentirá mal seguro) me puse nerviosa antes de preguntarle. Tiré la caja de la tarta a la basura y caminando de un lado a otro de la cocina... acabé preguntandole:

 

--Mira Czésar. Podrías aparecerte junto a mi novio y traerle hasta aquí? Sé que teneis una magia muy poderosa, pero no sé si puedes aparecerte junto a alguien que no conoces para traerlo de vuelta. Yo te abriré la puerta de nuevo... Pero es que me preocupa mucho no saber donde está y si sabe llegar hasta aqui... Supongo que podrías encontrarlo porque es el unico mago que lleva movil muggle y mucha parafernalia tecnológica muggle encima por el pueblo. O por Diagón. No lo sé T_T

 

Creo que era mucho pedirle al viejo elfo... y se me llenaron los ojos de lagrimas que sequé con el cuello de la camiseta enseguida, y al poco fui a buscar un papel de cocina para sonarme los mocos... me había puesto muy sensible y no sé si estaba empezando a tener un ataque de ansiedad por no saber nada y preocuparme de más...

 

--Si no puedes hacerlo, lo entenderé. Asi que vamos a buscar por la mansión a la Sugus (sagitas)

[Hayame Snape Potter Black]

Mansión Potter Blue. Czésar

Czésar se quedó observando a la joven Hufflepuff durante largos momentos, como si estuviese meditando lo que le estaba pidiendo y luego, no pudo evitar ver como los ojos se le cubrían de lágrimas por el sentimiento de lo que estaba ocurriendo...; y entonces el viejo elfo sonrió con suavidad y dió unos pequeños saltitos sobre los muebles de la cocina para poder alcanzar a la joven y estar a su altura, ya que los elfos eran criaturas muy pequeñas y no había otra manera

Finalmente llegó hasta donde estaba Tamarindo y aprovechando la barra de la cocina que estaba a una altura suficiente, tomó de los codos a la muchacha para apretarla suavemente

-Ya... ya... ya pasó...

Dijo el elfo y sin más, le dió un pequeño abrazo consolador esperando poder ayudar con eso a que pudiese sentirse más tranquila

-El viejo Czésar entiende que el joven Colter es una persona especial e importante para la señorita, y ha sido Czésar quien le ha ofrecido cumplir con cualquier favor que le pida, cierto? -dijo el viejo elfo con un tono de voz anciano pero paternal, son dejar de sonreirle suavemente -Czésar encontrará al joven Colter y le traerá a la mansión de la señorita Sagitas, hasta la zona de la cocina para que pueda abrirnos la puerta y yo vuelva a abrir una barrera en el escudo mágico para que pueda pasar el joven

Aseguró agitando sus enormes orejas y asintió un par de veces

-No tiene porqué llorar, Czésar lo encontrará, ya lo verá -aseguró y luego, retrocedió un par de pasitos sobre aquella barra, pensativo -dice que tiene objetos muggles de electricidad, no es verdad? -preguntó y volvió a sonreír -entonces Czésar le encontrará fácil, seguramente la magia a su alrededor estará alterada

Dijo y levantó un pequeño bracito

-Ahora, espere aquí y Czésar volverá en unos momentos con el joven -dijo y al siguiente momento, chasqueó sus pequeños dedos para desaparecer en la nada