Debate Electoral 2019

[Anthony R. Dracony M.]

Tenía rato que había terminado de interpretar el tema musical desapareciendo la guitarra y mirando se al espejo recordaba algunos hechizos que algunas personas lanzaban a este tipo de objetos, como el espejo de Oesed...magos creativos hacen algo parecido, sea para fines buenos o aquellos que son meramente maldad pura, como aquella maldición del espejo quebrado, que su objetivo es que todos los que se reflejan en su superficie, busquen a sus seres queridos y luchen contra ellos hasta destruirlos o que estos se defiendan terminando por eliminar "la amenaza" en que los convierte el espejo...algo cruel, pero se tienen bases que era efectivo en sus tiempos.

 

El peliverde se siente algo nervioso al pensar en el debate, que él recuerde, no ha participado antes en un acto semejante, pero ya tiene muy presente aquella máxima que le comunicaron hace tiempo: "Siempre hay una primera vez para todo" cierto...pero eso no resta en su sentir aquel desasosiego que representa hablar sobre sus convicciones o de postura frente a la situación actual del país...

 

Entre cerro los ojos, cuenta con aquella creatividad que le parece dictar las palabras más idóneas según las circunstancias que le tocan afrontar, así que aguarda a que la vida siga su curso. Tranquilamente toma un racimo de uvas verdes y las va comiendo mientras alguien llegue al camerino y le ponga al tanto sobre lo que sea que tengan organizado.

 

 

Una papeleta apareció de pronto, la tomó con curiosidad, en ella iba apareciendo las palabras de alguien...si, era un comunicador mágico, lo había visto en uno de los colegios que visitó en aquel caso en que buscaban información sobre los magos que tienen maestría en zoología mágica...bueno, pues al comunicador mágico le especificaba que deseaban que diera un agradecimiento al público que le había apoyado para denominar lo uno de los seis candidatos a Ministro de magia...por lo que el ojimiel se levanto de aquel sillón y salio del camerino, claro que no sabe hacia donde dirigirse, pero igual camina observando el lugar y afortunadamente se encuentra con una joven que va a su encuentro, cuando llegan a encontrarse, el ojimiel saluda y ella entabla un pequeño diálogo:

 

--Hola, he recibido los dos comunicados, el vociferador que también era un traslador, una idea brillante, si me lo permite decir y también el otro mensaje trasmitido por el comunicador mágico. --El joven aguarda, pero vaya que todo se desarrollaba con velocidad, escucha a la chica sonriendo al entender su intención.

 

- Te pido disculpas, para nosotros fue tan repentina la decisión como para tí. Realmente estamos muy agradecidas porque hayas venido, lamento que no lo hayan valorado en contraste con los otros candidatos que aún no se han presentado. - Es que sí, en parte sentía un poco de rabia por haber demostrado tanto apoyo al Black Lestrange y que aún ni se molestara en aparecer. Lo tomé por el hombro para llevarlo hacia el camarín que se encontraba a un costado de los estudios.- Siéntete como en tu casa, ¿quieres algo de beber? Trajimos unos vinos exquisitos de la región cuyana de Argentina, sino puede ser algo más fuerte. Lo que quieras, me lo pides y lo consigo.

 

 

 

--bien, entiendo, no hay problema pero no es que no aprecie tu gesto, pero no soy muy afecto a las bebidas alcoholicas, lo que me agrada es el té, igual me siento contento, así que muchas gracias, me descansaré un rato, que estos días fueron ajetreados...emocionantes, si, pero acabe un tanto cansado, por eso mismo aprecio bastante tu ofrecimiento, nuevamente gracias.--Le sonreí abiertamente y volví a instalarme ahora en un nuevo camerín, gustoso de que estuvieran dispuestas, variedades de pastas saladas, así como de bocadillos.

[Aaron Black Yaxley]

Aaron Augustine Black Yaxley

 

Si hubiera sabido que el mensaje sería un traslador no lo hubiese abierto. No era por ser descortés, más bien era porque podría ser una emboscada, lo cual y pensándolo muy bien ¡era una paradoja! pues Sagitas, estando allí, no era más que un envoltorio mágico en el cuerpo de algún mortífago adicto a la bebida; ¿no podrían haber encontrado otro?, porque sí, le oía desde el camerino, por unos altos parlantes ¡la transmisión se estaba dando a todo el mundo!...

 

-Ya deja...deja...-repetí a una bruja parte del staff, que se dedicaba a maquillar los rostros televisivos del mundo mágico. Teníamos el canal sesenta y nueve y el seiscientos sesenta y...siete, cosa que para los muggles no eran más que puntos en blanco y negro, en cambio a la vista del ser mágico aludía todo un show.

 

-Pero es que debo darle un poco de rubor...

 

-¡¿Qué cosas dices niña?!...- cuestioné con cierto ímpetu

 

-Es que...

 

-Es que nada..¿qué me crees?, ¿payaso de circo?...-sostuve mientras le observaba por el espejo que tenía frente a mí. La mujer posó ambas manos en mis hombros

 

-Es que así no se verá tan pálido ante la comunidad, tiene un rostro muy parco candidato...sería una buena careta si aplicamos un poco de ésto.

 

-Y créeme que éste es el más jovial... -respondí y esbocé una ligera sonrisa- la única careta distinta que tengo es de color plata...- si ya no lo entendía, no era mi culpa.

 

A regañadientes, dejé que siguiera con su trabajo.

 

***

 

Yo no tenía idea que Maida llevaría a cabo la entrevista, de hecho no sabía que ella era la famosa "vuelapluma", tal cual rezaba el mensaje que había enviado. Hablaría con ella más tarde luego de haber leído mensajes poco glamorosos para mi persona. Entré en escena justo cuando Sagitas respondía sobre los bandos, sin embargo, había escuchado su entrevista de camino al estudio, por unos pasillos avejentados de la fábrica.

 

-Buenas noches...-entré saludando como correspondía, a pocos metros de la moderadora y mi contendora- ¿Por aquí?...-pregunté un tanto ingenuo ante tanta luz y cámara pues jamás había familiarizado con artefactos y cuestiones muggles. El mundo mágico era más sencillo, la magia hacía todo más sencillo a decir verdad- ¿me siento por acá?...¿o acá? ¡¿ah por allá?!...¡ya entendí hombre!...

 

Hubo un tipo, de éstos que ayudaban al par de brujas organizadoras, que me indicó donde tomar mi puesto. Me sentí algo est****o al no haber leído el nombre primero. Una copa de agua levitó hasta mí, no por la bruja que servía a quien quiera que se hacía pasar por Sagitas, sino por un simple movimiento de mi varita.

 

-¿Eso ya está grabando?- pregunté una vez que lograba observar a Maida entre tanta luz- lo siento, no estoy acostumbrado a éstos contextos muggles...-sostuve con recelo- pero si eso ya está al aire y ahora que madame Potter Blue se empina la siguiente copa, me gustaría hacer un par de comentarios ante lo que se ha preguntado...

 

Miraba todo el rato a Maida, un tanto inquieto, incómodo de no saber que debía mirar a las cámaras para ser retransmitido al resto de los noticieros audiovisuales.

 

-Por acá candidato...por acá- me chistaba el mismo chico que me había indicado donde ubicarme. Estábamos al aire, no podía gritármelo, pero quería que mirara hacia esas cajas negras sujetas por un trípode. Me avispé.

 

-¡ah cierto!...- me acomodé un poco el cuello prusiano de la túnica y elevé la barbilla- Buenas noches a la comunidad mágica, a la moderadora y a la señorita Sagitas. Me gustaría hablar un poco sobre la primera pregunta que se ha hecho, pues no creo que deba revocarse la autonomía de dichos órganos...- observé a Maida y adopté una falsa armonía en mis palabras, voz rasposa de tono grave y sutil acento inglés- vaya e intente decirle a uno de esos duendes que tendrán que responder ante el ministerio. Lo que hemos logrado con ellos ha sido un acuerdo de paz y no existen sortilegios mejor hechos de los que ellos elaboran a diario para mantener a salvo nuestros cuatro galeones- bromeé- Sé que estamos en guerra, y que tal vez lo mejor sea unificar los poderes de nuestra nación pero la verdad es que nosotros no somos muggles, no necesitamos subir impuestos o gravar más bienes, y si quieren comprar en el concilio ¡que compren!, aprovechen de adiestrar a un dragón para cuidar sus propiedades porque deben defenderse, ¡debemos defendernos!- Y así pagar a uno que otro grupo de mercenarios que de seguro querrían ser activistas de la guerra. Alterné la vista con la cámara que hacía zoom al rostro- y cuando hablo de que no es necesario subir los impuestos, es porque nuestra fuente de magia es inagotable ¿o qué?, vamos a bajar sin menospreciar- mentí- ¿al nivel de un muggle?, comprando esas bolillas de acero que disparan a distancia ¿balas creo que les llaman?...

 

De seguro la transmisión se estaba dando el Bulgaria, por tanto el palo también iba para ellos pues se comentaba que los muggles de dicho país apoyarían a los magos, ¿maldiciones de control exhaustivo? ¡ni idea!. Era casi una paradoja el mensaje, pues tirar a los muggles en primera fila no era una mala opción.

 

-Por lo tanto, ¡que conserven su autonomía!, no estoy dispuesto a menospreciar las labores de madame Black Lestrange o del joven Haughton...- eran mortífagos, ¿qué mejor?- Ahora bien, y respecto a los bandos rebeldes... ésta mañana dicen que la marca de Tom Riddle imperó sobre el Ministerio, pero les pregunto yo a ustedes ¿no creen que sen solo niños intentando llamar la atención en tiempos como los que estamos viviendo ahora?. ¡Voldemort ya no existe!, se ha ido para siempre y su legado desapareció cuando la Orden del Fénix dejó de cometer destrozos en las mansiones del poblado de Ottery. Por lo demás, el mago Riddle, no era más que un impuro ¿un poco contradictorio a lo que profesaban sus ideales no creen?... yo no he visto mortífagos ni tampoco a esos fenixianos, y si aparecen deberemos proponer un proyecto de cárceles para que paguen sus pecados como cualquier ciudadano común y corriente, ¡haría mi mayor esfuerzo por reabrir Azkaban!

[Sagitas E. Potter Blue]

La payasa vio entrar al contrincante y enarboló una sonrisa irónica que escondía algo que parecía ser un chiste interno. Esa sonrisa falsa se extendió un poco por su cara al recibir su saludo, que respondió sacando media lengua en un gesto despectivo. Tras ello, adoptó una postura un tanto indiferente a la cháchara que salía de la boca del hombre, permitiendo que las cámaras plasmaran en todo el pueblo de Ottery la falta de decoro ante el otro miembro electo de aquellas elecciones, sin importarle la mala imagen que daba de ella.

 

Para mejorarlo, volvió a empinar el codo y la botella que sostenía en su mano quedó bastante vacía. Esto generó un fruncimiento de ceño y que el sombrerito rojo en forma de corazón se ladeara hacia una de sus orejas. Ella no se inmutó y sujetó con más fuerza aquella botella, como si le fuera la vida en ello.

 

-- ¡Bah, bobadas! Es usted un blandengue, sr. Black Lestrange. Si todo el mundo puede comprar un dragón, no habrá diferencia de clases y cualquiera podrá comprarse... eso que luce usted puesto como si fuera suyo o podrá volar con ese bicho alado por toda Londres como si nada. ¿Y entonces quién irá al Circo Reserva que poseo? ¿Es qué quiere arruinarme? Es usted un insensato si cree que podrá mantener un status sin subir impuestos y machacar a quien se lo merece.

 

Ahora sí que notó que el sombrerito le caía y le tapaba media cara. Lo tomó con rabia y lo estampó en el suelo con una mano temblorosa. Miró a Aaron y entrecerró los ojos. Apretó la botella con más fuerza y se acabó el último trago. Después, con demasiada delicadeza, metió la botella dentro del bolsito para no dejarla en aquel lugar. Se levantó.

 

-- Yo también abriría las cárceles, sin dudarlo. Azkaban se llenaría con gente como usted, amante de la Sangre Sucia. No le aguanto, me voy a mi mansión a esperar los resultados de las elecciones. Si quieren un cambio radical, vótenme a mí. Si quieren más de lo mismo o peor, ahí tienen al pedazo cabezahipogrifo del Sr. Aaron Black Lestrange. Me retiro.

 

Y con paso vacilante, Sagitas bajó del estrado y puso una cara de asco que se vio en primer plano en las casas de la comunidad mágica de Londres. Después avanzó hacia la puerta de salida. Tenía que desaparecer de allá antes de...

[Maida Black Yaxley]

— Alto, señora Potter Blue —dijo entonces Maida, siendo básicamente una versión de sí misma irreconocible hasta para ella—, no tiene que ir a ningún lado para esperar el resultado, y creo que hablo por todo el público si podemos pedirles a ambos unas declaraciones posteriores a la Proclamación de Ministro. Al Guardián de los Votos le gustaría mucho.

 

Un técnico se acercó a la bruja de colores impidéndole el paso. Eso claro, mientras Maida intentaba rebobinar en su mente lo que había dicho su primo. ¿Desde cuándo estaba tan interesado en estar en medio de la polémica?, incluso en las reuniones mortífagas él siempre se había mantenido al margen de todo, siendo el mejor en poner un gesto enigmático. Si ni siquiera su artículo acusándolo de borracho o mal padre le habían hecho desistir, nada lo haría. Lo que suponía una recarga de trabajo para Nius, para Mushu, para ella misma, para todos. Por otro lado, ¿por qué Sagitas actuaba así? No era lo que rezaba su perfil, no era lo que manifestaban de ella sus simpatizantes en las encuestas previas, algo no encajaba del todo, y cómo la vena "periodística" se le había desatado hace poco, las neuronas traqueteaban segundo a segundo tratando de desenredar una madeja con dos inicios.

 

Carraspeó y vio directamente al monitor, dispuesta a que no se notara el enjambre de abejas que actualmente eran sus pensamientos.

 

— Interesante el punto de vista de ambos candidatos, es una pena que no podamos tenerlos a los dos en el viejo despacho del, redundando un poco, viejo Crazy Malfoy —sonrió de lado y vislumbró uno de los origamis de Toloveus, lo abrió de inmediato—, quiero aprovechar justamente este medio para agradecer la confianza del Guardián de los Votos a esta sencilla ciudadana de Ottery, ahora, a lo que nos importa. Los últimos votos han sido contados y justo como le mencioné a la señora Potter Blue, no tendría que esperar desde su casa. El nuevo ministro de Magia, recae en el nombre de: ¡Aaron Black Yaxley!

 

Un sonido pregrabado de aplausos ensordeció a todos, la Yaxley aprovechó para asimilar la noticia mientras meneaba la cabellera, enfocándose de nuevo y viendo algo extraño en el rostro de la señora Sagitas. ¿Era posible que todo resultara en una emboscada? ¿Estaba siendo víctima ella de algún envenenamiento? Claramente, cómo no se veía y Maida no creía que tuviera que ver con quedar segunda en las votaciones, hizo una señal a otro de los técnicos y envió señales para que buscara a Goshi.

 

— ¡Enhorabuena, Aaron! —felicitó, negándose a pensar en las consecuencias personales que podían significar ese nombramiento— Ha sido una excelente contienda, señora Potter Blue, si nos permite, al igual que con Antoni, nos gustaría poder transmitir sus palabras antes de cederle por última vez, las pantallas, al señor Black Yaxley.

 

Y así, se apoyó con ambas manos en el taburete que tenía más cerca, respiró con profundidad aprovechando que las cámaras enfocaban únicamente en la bruja de pelovioleta. El enjambre de abejas parecía no querer cesar en sus labores.

[Anthony R. Dracony M.]

-bien, entiendo, no hay problema pero no es que no aprecie tu gesto, pero no soy muy afecto a las bebidas alcohólicas, lo que me agrada es el té, igual me siento contento, así que muchas gracias, me descansaré un rato, que estos días fueron ajetreados...emocionantes, si, pero acabe un tanto cansado, por eso mismo aprecio bastante tu ofrecimiento, nuevamente gracias.--Le sonreí abiertamente y volví a instalarme ahora en un nuevo camerin, gustoso de que estuvieran dispuestas, variedades de pastas saladas, así como de bocadillos.

 

 

Si....había respondido adecuadamente, sin mencionar los sucesos acontecidos, ya que no tenía pruebas sobre quien había orquestado los atentados contra su persona, que dicho sea de paso, más parecían ahora distracciones y con algo rayando en una vedada advertencia de no continuar con aquella idea de participar más abiertamente en la contienda a Ministro de Magia...

 

Pero en la locación adecuada para el debate, se halla el peliverde, acudiendo a la invitación emitida por el enigmático "Guardián de los Votos" por el hecho de obtener los suficientes votos para ser de los magos que pasaban a la siguiente ronda...o al menos eso fue lo que explicaba en la misiva, claro que las encuestas y recuento último de votos, paso a ser solo un debate entre dos contendientes: Sagitas E. Potter Blue, su tía pelivioleta que por lo mucho que él había inter-actuado debido a sus ambos nombramientos en el Ministerio Mágico, apoyaba confiadamente por su gran trayectoria, y luego estaba otro gran mago: Aaron Black Lestrange, del cual mucho no podía expresarse por ser muy reciente el trato que ha llegado a tener con el Director de Inquisidores, pero su relación con el Black en calidad de Directivos, solo podía enfatizar que el candidato tiene lo que se denomina temple, seriedad, compromiso y un mago que conoce mucho sobre su deber y la cooperación interdepartamental, así que también el ojimiel otorga su voto de confianza para el pelinegro, ya que entre ellos queda el juego diplomático.

 

Ryvak decide abandonar el camerin, ya ha sido suficiente descanso, de lo que se alegra haber contado, más seguridad hay en el lugar por el debate que se desarrolla para informar a la ciudadania y pensandolo mejor, Ryvak no puede desaprovechar la ocasión de enterarse de primera mano, como se desenvuelven ambos candidatos, así que enfila sus pasos hacia el set donde una joven conduce el debate y de ese modo, tras "bambalinas", Ryvak escucha la última parte de tan interesante evento...que no avanza como imaginaba el peliverde...no comprendía completamente la actitud de la bruja que siempre le pareció más...¿sabia?...no podía elegir un adjetivo más elocuente, pero extrañado trataba de "masticar" aquellos comentarios de Sagitas....tal vez es verdad que "no cualquiera, sabe hacer política"....y por ahora, tampoco cree él entender en que forma debe actuar...su conciencia le dicta una cosa y su corazón otra...¡vaya problema!