• Una epidemia en Hogwarts •

[Thoth]

Lord. Asdruval Licaón
Profesor de Vuelo.

 

-¿Cómo te has enterado?

 

Cuestione a la estudiante (@@Darla Potter Black) de esa casa hermana y mirándola asombrado, le comienzo a relatar los hechos del profesor, pero cuando noto algo en su mirada, seguro había metido la pata. En ese momento desvie la mirada, me arreglaba los anteojos y suspiraba.

 

-Pensé, que te referías a otra cosa. Pero el profesor esta bien. Respecto a ella, es algo que intento averiguar.- Intentaba disimular, pero a esta edad había ciertas cosas que me hacían contar más de la cuenta. -¿Acaso es cierto el rumor que Usted es nuestro nuevo Jefe de Casa?- Se me acerca un estudiante de tercer año de Ravenclaw. –Sí, así es, cuando el profesor se sienta mejor, regresará a sus funciones, mientras tanto estaré al pendiente de vosotros.- En aquel momento uno de Gryffindor me aborda. -¿Profesor acaso la estudiante esta bien?- En ello vuelvo a mirarla. –Si, por ahora sí.- En eso mire a la estudiante mayor. –En fin, señorita Frost. Si no me equivocó es Usted apasionada por ayudar a los demás, supongo que de aquí en adelante puede continuar.

 

En ello me marche, no sabía que tanto había soltado la lengua referente al curioso caso del profesor, de lo que estaba seguro es que Hogwarts no era el mismo y eso debería ser por culpa del profesor de Criaturas, invitar a un magizologo a este sitio, ese que trae sus enfermedades, no se como la máxima autoridad permitía ello, peroya me quejaría con el comité de padres y representantes. En ello veo entrar a la enfermera algo agitada al Gran Salón.

 

-¡Profesor!

 

Y en ello cae desmayada, voy a su encuentro, quzias sea por algo ajeno y no , pero su pulso era débil. En ello veo como otro profesor se me acerca y otro intenta controlar a los estudiantes.

 

-¿Licaón que ocurre?- Me cuestiona el profesor de Defensa contra las Artes Oscuras. -¿Acaso se trata de una broma de los ultimo año?- Pero guardo silencio, al parecer tenía los síntomas del profesor de Encantamientos, aquel que estaba en resguardo.

[Hayame Snape Potter Black]

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Casita Snape. Ottery

Hayame

la bruja se quedó quieta un momento con medio cuerpo metido en el interior de la caja de papeles, donde estaba volteandolos todos y quizá hasta maltratando unos cuantos documentos importantes familiares; pero es que tenía demasiadas cajas de ese tipo, eran miles de años desde que se inventase el papel y los pergaminos y otros medios con tinta, guardados en todos los archivos personales de la bruja incluyendo esos que hablaban de sus inicios como persona!!

Incluso registros de cuando alguna vez había sido humana, hacía ya tan demasiado tiempo que las personas a duras penas y lo recordaban!

Por no mencionar todo lo que se había traído del Departamento de Accidentes con lo de la mudanza y que definitivamente no pensaba ni loca dejar dentro de las instalaciones del Ministerio; con tantos espías y gente de otros países yendo y viniendo con malas intenciones, no quería permitirles tomar nada que no tuvieran permitido o que pudiera perjudicar al actual gobierno como tal

Y sin embargo, todo este rio de pensamientos y sobre el encontrar los papeles de sus hijos fueron interrumpidos por la voz de su viejo elfo, que con su magia había conseguido recuperar ambos registros de nacimiento tranquilamente; a veces odiaba el hecho de que los elfos controlaban mucho mejor su magia, de lo que cualquier otro mago lo haría sin varita a menos que fuese de áfrica donde en ese sentido, la magia sentía que estaba mucho más desarrollada

Se enderezó y caminó rápidamente hacia el elfo doméstico para tomarle de inmediato los papeles y revisarlos con atención

Al menos tenía el acta de nacimiento de Akira en su momento y eso le daba bastante alivio, porque con eso podría confirmar de primera mano que había nacido de ella y de nadie más; solo faltaba que Xell le enviase los papeles de regularización de la situación pero no sabía cuando la bruja se encargaría de hacer los trámites

Y más aún...

-Tengo que confirmar en Hogwarts que el niño esté apuntado adecuadamente -cerró los ojos fastidiada, últimamente hasta eso se había vuelto pura burocracia -según se registra mágicamente desde que nace pero con los cambios que ha habido últimamente, ahora tengo que comprobar que él y Severus estén registrados apropiadamente

Dijo despacio y luego, frunció el ceño

-Prepara a Severus, hoy no tengo a nadie que lo cuide así que tendré que llevarlo conmigo...

Ordenó

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[Xell Vladimir Potter Black]

En la Casita Snape:

 

Taga es una elfina muy fiel a la familia Vladimir. Ama a Mamá Reena, siempre está atenta a todo lo que nos afecta. Por ello, interrumpió mi clase de ballet en el salón de ensayo, apagando la música. Estaba sudorosa y con la respiración entrecortada,escuchaba a la elfina, aunque no entendía nada de aquello que decía sobre mi hermanito Akira.

 

Recordé que le había prometido a la tía que le llevaría los papeles sobre la situación del niño en cuanto mami los firmara pero Reena aún no lo había hecho así que llevaba mucho retraso. Por experiencia sabía que a la tía Hayame no le gustaba esperar así que, fuera lo que fuera que planeaba en Hogwarts, decidí que era mejor acompañarla. Por ello, no tardé nada en ducharme, cambiarme por un sutil vestido azul de gasa, de falda cortita por las rodillas para que no se vieran, y unos zapatitos de baile de salón, también azul.

 

Me aparecí muy cerca de su casa, en el callejón de las Hilanderas. Golpeé su puerta y esperé a que me abriera. No quería que pensara mal de mi por no haberle traído el papel que tanto buscaba.

 

- Vamos, tía, sé que estás dentro y quiero ir contigo a... donde quiera que vayas. - Tardaban en abrir la puerta. ¿Ya se habría ido? ¿Tendría que ir yo a Hogwarts y buscarla para saber qué quería?

[Hayame Snape Potter Black]

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Casita Snape. Ottery

Czésar

El elfo negó repetidamente con la cabeza y emitió un gruñido de fastidio, mientras que su ama hablaba acerca de ir y llevar ella misma los papeles del niño hasta el colegio, solo para comprobar que realmente eran suyos los dos; parecía que definitivamente no había manera de explicarle que aquello era tan mágico que no había manera de que no pudieran saber que el niño era hijo suyo y de nadie más, sobre todo teniendo el acta de nacimiento

Pedazo de cabezona que era a veces la Snape y el elfo era bastante más que consciente del hecho de lo difícil que era lidiar con los vampiros y sobre todo, los de la familia de su ama

-Pero que se va a llevar al joven amo Snape!? -soltó el viejo elfo abriendo los ojos con alarma, antes de comenzar a perseguir a la vampiro pelirroja -pero no puede hacer eso señorita!!

Se quejó el viejo Czésar, más enojado que nunca

-El joven amito Severus es apenas un bebito y con todas las cosas agresivas que están ocurriendo en el pueblo, usted nomás piensa en salir y llevarselo con usted a...?

El viejo elfo no pudo terminar lo que decía porque al siguiente momento, alguien tocaba la puerta lo que lo hizo parpadear confundido y voltear hacia las escaleras que descendían a los pisos inferiores

-Permitame -dijo el elfo con un tono de voz que prometía continuar con el regaño un poco más tarde

Este desapareció de su posición para aparecer en la puerta y entonces, abrió la boca con sorpresa al ver a la jovencita

-Señorita Vladimir, qué sorpresa! -dijo el viejo Czésar, algo aliviado ahora que la joven estaba ahí

Se inclinó un par de veces antes de mirarla con sus enormes ojos

-Justo es un alivio ver que ha venido, el ama esta por partir a Hogwarts y se va a llevar al niño y las actas de nacimiento de los amos... no ha traído al joven amito Snape, cierto?

Inquirió el elfo, resignado a que su ama iba a tener un coraje de muerte

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@@Xell Vladimir Potter Black la casita no esta en la calle de las Hilanderas, está en Ottery en un terreno mágico como las demás mansiones, solo que yo he arrancado la casa muggle de la ciudad muggle y me la traje para aca XD

Editado 26 de Agosto del 2019 por Hayame Snape Potter Black

[Ellie Moody]

La preocupación se extiende por el Gran Salón, cuando es evidente que lo que ocurre no es una travesura de los más pequeños del colegio. Los cubiertos dejan de chocar contra los platos y el silencio llena el lugar. Harriet entiende el sentimiento general; preocupación por el bienestar de los estudiantes, temor por aquella extraña situación. Lo entiende, pero no es capaz de sentirlo. Su corazón late con fuerza y la adrenalina que siente la obliga a abrirse paso entre los estudiantes, para acercarse, para ver por sí misma qué sucede, como si se tratase de un espectáculo y no de una situación grave. «No. Un espectáculo, no. Una aventura».

Le gustaría tener a la mano su Barredora, para volar por encima de todos y tener un mejor panorama. Por fortuna, su estatura le es de ayuda y observa la cadena de locuras que se desata. Observa estudiantes apareciendo y desapareciendo sin poder controlarlo, otros girando como peonzas en el aire, incluso hay una muchacha de Slytherin con un tubérculo saliendo de su nariz. Parece querer abandonar el Gran Salón, pero sus propios compañeros de casa la detirnen. Harriet no puede evitar esbozar una sonrisa burlona. No le agradan los de Slytherin, mucho menos la pesada de Lady Perfect...

—Qué moco tan feo —murmura por lo bajo, sin atreverse a gritarlo pues es consciente de lo ridículo que se vería burlándose de una chica menor que ella. Además, parece estar bastante alterada.

Aprovechando que ningún profesor le presta atención a la población sana, Harriet agita su varita de haya, para apartar a quienes le bloquean la salida. Sin embargo, el prefecto de Slytherin aparece en la brecha que acaba de abrir.

—Lo siento, pero no puedes irte —le dice a la muchacha—. Los profesores quieren que reunamos a todos los estudiantes afectados.

—¡Perdedores! —Harriet se sobresalta al escuchar el grito de Wyatt. Casi había olvidado de que su jarvey estaba con ella, su mascota malhablada. La perfecta de Slytherin le dedica una mirada asesina, a lo que responde encogiéndose de hombros, como diciendo que no hay nada que pueda hacer.

—Ya viene siendo hora de que no acepten cualquier animal mugroso —replica la perfecta, observando de reojo al jarvey y luego a la bruja que lo lleva en el hombro.

En otra ocasión le respondería, pero ahora lo que menos le importa es la perfecta de Slytherin. Harriet alcanza a acercarse un tanto más al desastre, pero se detiene al ver a una estudiante hablando con el profesor de vuelo. Le parece que debe saber qué sucede, pues para eso están los adultos. Por lo que observa y escucha, ha bajado a la niña que estaba girando suspendida en el aire. Además, menciona algo que le llama la atención: el profesor está bien. Pero ella no ha visto a ningún profesor enfermo... Sin embargo, cuando vuelve el rostro hacia la mesa de profesores, se da cuenta de que que hay un plato sin servir; se da cuenta entonces de que no vio durante la cena al profesor de Encantamientos.

«Un profesor está enfermo, pero no sé comenta en voz alta. Y ahora este desastre».

El profesor de vuelo se aleja rápidamente, lo cual deja desconcertada a Harriet. Mientras tanto, los platos han desaparecido de las mesas y el resto de profesores han anunciado el fin de la cena. Cómo lo dijo la perfecta de Slytherin, hacen un llamado a los estudiantes afectados a permanecer en el salón, mientras que los que estén en condiciones normales deben ir a los dormitorios. Pero ella no tiene la menor intención de hacerlo. Quiere saber qué ocurre.

Editado 29 de Agosto del 2019 por Eileen Moody

[Hayame Snape Potter Black]

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Casita Snape. Ottery

Hayame

La bruja apenas se estaba alejando de aquel sitio cuando empezó a escuchar los refunfuños de su viejo elfo que a veces parecía más un padre que el criado de su abuelo, dejado a ella por herencia; todo aquel balbuceo sin sentido que le daba dolores de cabeza la hizo emitir un pequeño grito de queja y se puso ambas manos en la cabeza con todo y los papeles, en una clara muestra de lo irritada que se sentía

-Basta Czésar, solo basta! -exigió la Snape casi estallando con llamas en la cabeza al tiempo que se giraba hacia el pequeño elfo -qué quieres decir con esas cosas exactamente??

Pero en cuanto había dicho aquello, el viejo elfo la había mandado callar y le había dicho que alguien había llegado a las puertas de la casita, dejandola ahí plantada con todo y los papeles en la mano... y sola

Los ojos de la bruja se vieron como un par de puntitos y un gesto de extrañeza que por lo general no iba con ella, separando un poco los labios de tal manera que ahora su boca parecía un pequeño triángulo gracioso; a veces no entendía a los elfos domésticos y esa manera tan de ellos de hacer las cosas, a veces hasta por encima del humor de sus amos

-Y ahora quién diablos acaba de llegar cuando yo ya me estoy yendo?

Farfulló la pelirroja antes de cerrar los ojos y volver a frotarse la cabeza con fastidio y desesperación, la mano con las hojas ahora apoyada en un lado de su cadera

Mejor que se diera prisa y fuera por Severus, no quería perder más tiempo y había otra persona a la que quería encontrar

Y más valía que lo hiciera por que era culpa de esa persona todo aquel lio

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[Hessenordwood Crouch]

Es esta la primera vez en todo su corto tiempo como profesor del colegio de Hogwarts que esta presente en una ceremonia de selección (o como sea que se llame), la idea de presenciarla no le emociona o conmueve en absoluto, él ya la ha visto suficientes veces durante su período como estudiante, ahora con mucha mas razón no quiere quedarse en un mismo lugar con tanto adolecente distraído, él apenas puede controlar a los grupos pequeños de alumnos durante las clases como para estar vigilando ahora los corredores de los pasillos que llevan al gran comedor o andar escoltando estudiantes (o mejor dicho acarreándolos) si es necesario para que no falten a la cena y, ya encaminados en la tarea, también tendrá que hacerlo durante sus clases al día siguiente y sospecha que al siguiente de ese y al siguiente y a todos los que vienen por un tiempo indeterminado.

Que infortunio.

Él ni siquiera es un invitado como tal a la cena del primer día, dirección del colegio le ha dejado de insistirle sobre su asistencia como profesor en la mesa del comedor luego del primer año al que se ha limitado a solo presentarse al castillo para las clases. Este año es una excepción parece, ahora es mas bien un poco de seguridad extra camuflada con su docencia para no espantar o levantar intrigas entre los estudiantes sobre lo que en verdad esta acorralando a Londres mágico, -krift, cómo si ellos fueran tontos-, lo mejor era que estuvieran enterados y sobre todo preparados para el incierto futuro que les esperaba fuera de las paredes de Hogwarts.

A pesar de que ya no es un aficionado de quedarse en el castillo en tiempos extraordinarios, no pudo negarse a la solicitud de hacerlo, que mas que algo de dirección es una instrucción por parte del anterior director del cuartel inquisidor (ahora el ministro de magia), así que en realidad siente que no le da mucha mas opción que quedarse por ahora. ―Directo al gran comedor, la cena comenzó hace quince minutos jóvenes-, aconseja con esa aburridísima voz a una pareja de enamorados Gryffindor desviados del camino que parecen no notar que él esta ahí, cuidando los pasillos. Es sencillo para él no hacerse notar, aun con ese aspecto acabado pero que extrañamente lo hace combinar con los muros grises del castillo.

El fantasma de Nick Casi Decapitado le hace compañía mientras cuida que, lo que espera sean de los últimos estudiantes faltantes de otros grados, acudan al comedor. El espectro parlotea a su lado sobre el discurso que ha preparado como bienvenida a los nuevos Gryffindor de este año, luego intenta hacerlo apostar sobre quien será el ganador de la copa de quiditch de este año cuando ven pasar al que debe ser el profesor Licaón de la clase de vuelo en escoba, o al menos eso es lo que asegura Sir Nicholas ya que él a duras apenas conoce al resto de docentes. ―No será una gran competencia la de este año me temo-, le contestó al fantasma cuando finalmente ellos mismos se adentraron al gran comedor y reflexionaron sobre la notoria falta de estudiantes.

La ceremonia de selección fue tal y cómo la recordaba, larga y aburrida, lo es igual hasta que el banquete comienza y, para su sorpresa, no hay vitoreo esta vez, a pesar de que el comedor luce excepcional. Él por otra parte no prefiere ocupar un asiento en la mesa de profesores, así que aprovecha del espacio libre que hay por falta de estudiantes de Ravenclaw para sentarse hasta el final de su mesa, no es que tenga mucho apetito tampoco, nunca ha sido de buen comer, a no ser que el ciclo de luna llena este comenzado, pero quizá llame aun menos la atención si se mantiene ahí quieto. Los pálidos ojos observaron entonces el salón, parece aun mucho mas chico que cuando lo utilizan para los T.I.M.O., a pesar de tanto asiento vacío, lo que le da la impresión de que este será un año tranquilo, con todo lo demás que falta por atender, no sabe si esto es necesariamente bueno.

Y al cabo de unos minutos, que le parecen mas rápidos solo por que ha estado mentalmente ausente, es que las cosas en el gran comedor se tornan tan…poco convencional a lo que recuerda que solía ser la cena del primer día.

―Ah, ¿con que es por esto que nadie se quiere perderse la ceremonia del sombrero?-, se descruza de brazos para poder ponerse de pie y ver mejor, apenas parece sorprendido en el cómo de un instante a otro la calma de la cena ha sido remplazada por una mezcla de pánico y desconcierto tanto entre estudiantes como en profesores. ―De lo que me he estado perdiendo-, farfulla para si mismo mientras asiente a uno de los profesores del otro lado del salón que los llama para dar una serie de instrucciones, seguramente sobre que medidas deben tomar con los estudiantes.

El encantamiento que usa lo repite un par de veces en su cabeza antes de florear la varita y lanzar un rayo a lo alto del cielo falso que esta sobre el comedor, un fuerte estallido retumba a la vez que las nubes y las estrellas que han comenzado a relampaguear son reemplazados por la fría cubierta de piedra del castillo. Chasquea la lengua solo cuándo cree que quizá ha exagerado un poco, pero al menos los estudiantes se han quedado quietos por un momento (salvo por aquellos que parecen no poder dejar de desaparecer y aparecer de lugar) al menos lo suficiente para que él pueda abrirse paso hasta donde se encuentran los demás docentes y jefes de casa.

Esta escuchando con poca atención el plan de contingencia, mientras observa como algunos profesores ya han puesto al corriente a los prefectos de cada casa para apoyarse con ellos y otros persiguen o hacen un intento por evitar que los estudiantes que desaparecen aparezcan fuera del comedor. Es ahí cuando de nuevo ve a ese profesor Licaón de vuelo si no mal recuerda, mas pálido de lo que recuerda haberlo visto anteriormente, pero el hombre no pierde la oportunidad de socorrer a los estudiantes y de aconsejar a otros aun cuando él mismo parece arrollado. -Ujum-, quizá él debería intentar algo como eso en lugar de solo ir asustando estudiantes que no lo miran aun cuando camina frente a ellos.

―¿Grelliam?

―Cuidaré los pasillos de que nadie se desvíe y apoyaré a los prefectos de casa-, repite sin gracia lo que le han dicho, cómo hacerlo mejor con la tarea sosa y aburrida que se le asignó, quizá también por eso es que debía procurar practicar la camarería entre los profesores del colegio. Lo único bueno es que luego de asegurarse de que todos los alumnos no dañados estén de regreso a sus dormitorios es que debe volver a la enfermería a dar apoyo a las enfermeras, ¿era demasiado extraño si le comen las ansias por que le toque inspeccionar la raíz que crece de la nariz de la Slytherin? Por si las dudas, esta vez no compartirá su interés en voz alta.

De regreso a la salida del comedor, el camino hacia los dormitorios de nuevo es un caos bien organizado, mientras a media puerta se tiene que detener parara regresar y auxiliar a un estudiante que va mezclado entre los no enfermos y que parece que no ha notado que sus cabellos se han hecho como púas y se lanzan en todas direcciones cuando estornuda, debe dar instrucciones adicionales a los prefectos de cada casa para que mantengan los ojos alerta y reporten entre ellos mismos algún otro alumno con síntomas de…lo que sea.

Esta en esa tarea, con la muchachita prefecta de Slytherin, cuando Sir Nicholas aparece de nuevo, lo ignoraría, como lo ha estado haciendo apenas durante la noche, pero este parece alarmado al contarle que asegura haber visto a la gente de los cuadros de la torre este tener síntomas parecidos a los estudiantes, -Tonta gente pintada hipocondríaca-, se queja el brujo a la vez que se quita una espina mas del antebrazo. No podía ser esto solo una broma desafortunada de los de último curso para darle la bienvenida a los de primer año, no ha visto algo así ni siquiera en sus intentos por aplazar los T.I.M.O. (como si eso fuera posible, ¡jamás en su turno!), lo que fuera, era evidente que se salía de control rápidamente ocupando a la mayoría de las autoridades que tienen toda su atención en los alumnos. Ahora la idea de que esto se trate de un ataque desde alguien del exterior tampoco se descarta.

―Oye tu, ¡Gryffindor!-, llama por lo alto de la voz de Nicholas que continuaba contándole sobre sus años en vida y como libraron apenas una epidemia de paracitos chinos. La ha visto, a través del cuerpo traslucido del fantasma, a la bruja escabullirse hacia otro pasillo que no lleva a los dormitorios, pero cómo ha hecho con otros, debe regresarla con el resto del grupo. ―El camino a tu sala común no es ese, vuelve con los demás-, advierte, aunque cree reconocer en la mirada de la bruja que no va ser así de sencillo. ―No quiere comenzar el año escolar con el pie izquierdo, ¿verdad?-, retó mientras atraviesa el cuerpo intangible del espectro sim importarle el escalofrió y el cosquillo. ―Serán cinco puntos menos a su casa por cada paso que de en otra dirección-, que amenaza mas tonta, él ni siquiera sabe a ciencia cierta como funciona el sistema de puntos, sin mencionar que, con todo lo que podría pasar si esto empeora, los puntos de las casas será el menor de los problemas para todos ahí.

Por otro lado, se cuestiona si no será una cosa de doble moral la suya, sabe que, de ser estudiante, él ya habría encontrado un modo de salir de ahí y colarse por los pasillos que llevan directo a la enfermería para poder curiosear en primera fila lo que sucede (y con algo mas de suerte, conseguir un trozo de esa raíz de patata), aun si tenia que fingir que estaba enfermo también.

[Hayame Snape Potter Black]

Casita Snape. Ottery

Hayame

Finalmente consiguió hacerse del bebé y acomodarlo de la mejor manera para que siga durmiendo y no se remueva demasiado aunque de todo el tiempo, el niño ha sido de lo más tranquilo, con el mismo ceño de su padre; por un tiempo después de nacer todavía tenía los efectos de una pocima que le habían dado en San Mungo y había estado muy alegre, pero como se desvanecían los efectos en el tiempo, el pequeño estaba cada vez más y más calmado, lo que era un alivio para ella

Y finalmente, ahora podía moverlo sin mayores problemas porque ni siquiera ruido hacía

Al menos

Asegurándose de llevar bien los papeles con ella y de que el niño estuviese firmemente aferrado a su cuerpo, se encaminó al piso de abajo para ver qué era lo que estaba ocurriendo, sorprendiéndose al ver a Xell que ya se encontraban en aquel lugar y parecía estarla buscando mientras su elfo la atendía

-Ah! a esto te referías con lo de la visita

Comentó la mujer terminando de bajar al piso inferior y asintió una vez para saludar a Xell, mirándola a los ojos y con la extrañeza de que su sobrina hubiese ido a verla, ya que aquello no era normal o al menos, no algo que tuviera acostumbrado

-Escuché que alguien llamaba a la puerta, pero pensé que era Lisette porque me dijo que vendría a encargarse de la casa mientras yo no estaba

Le confesó

-En que puedo ayudarte?... voy de salida hacia Hogwarts, hay algo que tengo que comprobar y tengo que buscar a mi hermana para que me aclare ciertas cosas... a menos que vengas con la buena noticia de que ya me has arreglado los papeles del niño, verdad? -le preguntó entornando un poco los ojos mientras la escaneaba, buscando algo que se pareciera a los papeles que también necesitaba

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[Lisette Ryddleturn]

Casita Snape

La bruja se asomó desde otro de los pisos, había creído escuchar a Hayame hablando desde los otros pisos acerca de irse a Hogwarts a hacer las revisiones de rigor sobre sus propios hijos y se pasó una mano por el rostro

A veces la vampiro era demasiado impulsiva y parecía que solo no tenía remedio, hacía las cosas a como le dictaban los nervios o la ansiedad y la Ryddleturn no tenía manera de lidiar con ese tipo de cosas

-Qué podemos hacer al respecto, como siga haciendo este tipo de cosas esta mujer se va a meter en severos problemas, no puede ir a esa escuela así como si nada!

Dijo preocupada la chica, negando varias veces con la cabeza mientras que se enderezaba y se acomodaba un poco más el vestido y ladeaba la cabeza, solo viendo las escaleras

-Qué debemos de hacer, crees que deberíamos de seguirla para detenerla de hacer algún tipo de locura?

Le preguntó a la chica que estaba a su lado y se colocó una mano sobre la mejilla, como considerando cuales eran las opciones de las chicas acerca de la Snape

-Me preocupa...

[Hayame Snape Potter Black]

Casita Snape. Ottery

Hayame

La bruja seguía esperando alguna respuesta de Xell pero esta no parecía venir de ninguna manera, aunque por la cara que esta estaba poniendo, podía adivinar que no contaba con aquello que necesitaba; un escalofrío de rabia la recorrió, estaba harta de que le estuvieran dando largas a la legalidad de su propio hijo, el mismo que había parido en persona y comenzaba a darse cuenta de que estaba a muy poco de sobrereaccionar de formas en que no debería

-Cálmese, por el amor de los cielos!

Soltó su elfo doméstico pasando cerca de ella con una bandeja de té y algunos bocadillos de los cuáles, le ofreció primero a la Vladimir antes que a su propia ama

-Tiene que ser educada con las visitas, su familia nunca la educó para ser así de grosera

La regañó el elfo a lo que Hayame emitió un gemido y comenzó a despeinarse la cabeza con una mano

-Quieres dejar de decir por favor que soy una maleducada, solamente quiero que me regresen al hijo que me quitaron por estarse alucinando que soy una mala madre!! -soltó bastante enojada la pelirroja -no soy una mala madre y todo estaba malditamente planeado para que el niño estuviera conmigo, ni siquiera el Ministerio iba a tener la oportunidad de llevarselo!

Dijo todavía más enojada