El §antuario de Dragone§

[Balderik Von Alexandros]

Días antes del ataque al ministerio...

 

 

Las montañas de Rumanía eran un refugio, la niebla era su camuflaje perfecto para miradas indiscretas, las praderas y el lago eran ideales para la diversión de ellos, para las magníficas criaturas voladoras llamadas Dragones. Las columnas similares a las montañas eran las preferidas de los dragones para postrarse y descansar, pero también para cazar algún bocadillo de carne que estuviera a su alcance. Aquél refugio en las inospitas montañas rumanas se llamaba Santuario Rumano de Dragones, o simplemente llamado el Santuario.

 

El atardecer caía sobre aquél país rumano, Kritzai miró hacia el acantilado de las montañas por la ventana de su oficina, con el paisaje del santuario a sus ojos. Los papeles de rutina estaban listos, tenía su café a un lado ciertamente ya frío sin haberlo bebido. Sobre su escritorio además de cosas comunes de las oficinas había un par de fotos en movimiento. Una del castaño con su hija pequeña, jugando en un jardin con mucho sol y la otra con su madre Mery, de pie ambos firmemente, él sonriendo y ella muy con mirada muy seria de siempre.

 

El día habia transcurrído con normalidad, un par de jaulas habían sido destrozadas pero reparadas al instante. El equipo encargado de llevar acabo las tareas finales se encontraba en la zona sur, lugar designado para las bestias incontrolables. Por suerte aquél equipo no había tenido problemas en reasignar a un par de dragones a la zona oeste, area común para los dragones controlables. Asi que todo iba muy normal y estaba todo muy ordenado, de momento no habría nada mas que hacer.

 

Con el paso del tiempo Kritzai había demostrado ser un dragonolo excepcional, a tal grado de ser otorgado el título de Draconair supremo del Santuario, un título que otorgaba la dirección incondicional del santuario rumano por su experiencia en el campo. Había tenido que lidiar con el caos del ministerio de magia Inglés y su inesperada transformación. El pais europeo con mayor adquisición de dragones del mundo con un 45% del santuario. Provocando problemas burocráticos con diversos paises europeos y sus departamentos similares de regularización y control de criaturas mágicas. Debido a la clasificación de dus dragones de nivel XXXXX (5). Criaturas sumamente peligrosas que no podian vivir en cautiverio.

 

Después de algunas semanas todo aquello se habia controlado y vuelto a la normalidad. Solo tendria que recibir a un grupo de burocratas magos provenientes del Ministerio de magia de Búlgaria. País con el cual se tenia mayores problemas debido a su postura diplomática de llevarse consigo a sus dragones que solo eran 13 de momento. Además de la visita de algunos funcionarios del ministerio de Inglaterra por inspección debido al caos de este.

 

En ese momento entró sus secretaría anunciando la llegada de los búlgaros. Kritzai no se sentía de animos para atenderlos pero no había de otra manera. Insistirian al punto de crear conflictos de relaciones diplomáticas con Rumanía he Inglaterra. Además el castaño no deseaba tener al próximo ministro de magia en su escritorio decidiendo su futuro laboral tras su despido.

 

-- Adelante Melenia, hagalos pasar...-- Dijo Kritzai con mirada seria al horizonte de su ventana. Pasados algunos segundos entraron tres magos, vestían trajes elegantes y de mirada desafiante y seria, al castaño.

 

--Adelante pueden tomar asiento caballeros-- Así inicio una reunión con aquellos magos búlgaros discutiendo el traslado de sus criaturas al pais búlgaro.

[Tauro M.]

Le llevó un par de días dar con aquella información, en el pergamino hablaba de un Santuario de Dragones, el más grande de Europa, donde albergaban distintas especies de dragones con las que un mago o bruja demasiado ambicioso pudiera llegar a soñar. Ella tenía los suyos y con la excusa de buscarles un hogar temporal, tendría una cita con el director del lugar para poder hablar un poco sobre la su dieta especial, de los días que iban a durar y si era factible que pudieran empezar a procrear. Su idea por supuesto no era empezar a tener su propio criadero de dragones, pero estando tan preocupada por la extinción de la especie le parecía que pensar en futuros apareamientos entre ellos podría ser una solución temporal al problema. Tenía la excusa perfecta y funcionaba de maravilla porque era verdad, excepto claro por la otra parte.

El día de la cita la tenía para ese mismo día en horas de la mañana, casi que llegando al medio día. El sol, si es que había, apenas y se notaba por la densa niebla, cosa que agradeció, pues aunque servía para mantener ocultos a los dragones, a la vez la protegía a ella por si les ocurría cazar justo cuando deambulaba por su territorio. La bruja había tomado todas las precauciones necesarias, pese a que le habían ofrecido una forma segura de llegar, no pudo abstenerse a la idea de recorrer la zona y examinarla por sí misma, para comprobar si era tan buena como decían.

Jamás imaginó que Rumania pudiera ser el responsable de tan hermoso albergue natural porque aunque lo que conocía a través de diversas fotografías, lo cierto es que no pensaba que tuviese tanto potencial. Un traslador en forma de roca la esperaba a unos cuantos kilómetros más de donde se encontraba. Una fuerte ventisca la empujó hacia adelante, haciéndola perder el equilibrio, pero logró aguantarse para no tropezar y caer al suelo. El responsable, por supuesto, era Ridgeback Noruego en crecimiento, de tratarse de un adulto ya estaría probablemente tratando de apagarse las llamas. Tuvo el impulso de seguirlo, de conocer al resto, pero haciendo caso a su instinto de supervivencia desistió de la idea y buscó el traslador que aguardaba por ella.

 

— He venido a ver al Director —dijo a una secretaria, mientras doblaba la capa de viaje en el brazo izquierdo —, tengo una cita el día de hoy —. Se supone que la debían estar esperando, aun así, la mujer la seguía mirando con desconfianza, a lo que agregó: —Dígale que lo busca Taurogirl, a secas.

 

Deseaba volver pronto al aire libre para seguir recorriendo el Santuario, esta vez en compañía de sus dragones a los que había enseñado que no debían comerla, quemarla o dejarla caer por los aires en sus sesiones de prácticas de vuelo. Era normal que creara un vínculo especial con cada criatura que encontrara, las cuidaba y las trataba mejor que a cualquier persona, pero sentía cierta pasión y debilidad por las más peligrosas.

 

@Kritzai

[Hayame Snape Potter Black]

Ministerio de Magia. Inglaterra. Días antes del Ataque

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Las cosas no podían ser más extrañas y molestas de lo que ya eran en aquellos momentos y eso la bruja lo sentía y era bastante irritante.

Todos los departamentos habían estado en plena mudanza y eso significaba, pisadas de arriba a abajo por todos los pisos y gente topándose la una con la otra mientras que estaban llevando fajos de papeles y cajas con objetos, lo que en algunas ocasiones por las prisas provocaba unos cuantos choques a la mitad de los pasillos y por ende, gente de mal humor tirándose a pelea y recogiendo las cosas con fastidio.

Y por el otro lado, también significaba que las personas de los demás departamentos y que no solían hablar entre ellas a menudo, ahora se encontraban seguido y por eso, comenzaban una larga charla que se prolongaba de manera que producían atascos donde el resto de trabajadores quedaban esperando; y un montón de magos estresados, malhumorados y con las emociones a flor de piel, retrasados por un atasco de pasillo no era nada bueno.

En el caso del equipo de Accidentes, solo significaba que estaban sacando sus energías de la mejor forma que sabían:

Accidentando

Y con la ausencia de su jefe actual que parecía estar planeando la nueva guía de trabajo para todos y estaba aprovechando la época de las elecciones para tomarse esos días y no asistir al Ministerio, había sido la Snape la que había agarrado batutas, guiando a medio mundo (o a los pocos que habían asistido a trabajar) para que trataran de acomodar las nuevas ubicaciones de los archivos y archiveros en las nuevas oficinas

Y mira que tener nuevos espacios y trabajos en estas era tan raro...

-Oye, Hayame!!

A mitad de camino y con la vampiro arrastrando un enorme carrito con gabinetes encima, otro empleado la detuvo con expresión de sorpresa y casi divertida lo que hizo que la mujer alzara una ceja; aquella persona no era la primera en acercarse a ella cuando intentaba platicar, por lo que solo hacía que las alarmas de sospecha de la vampiro se dispararan en todas direcciones.

Entornó un poco los ojos cuando finalmente aquella persona se detuvo delante de la Snape y pareció sonreír un poco más

-Tu eres de Rumania, cierto? Y Heliké también...

Aquella pregunta hasta sonaba grosera por el modo en que la soltaba, provocando que la Snape resoplase

-Se dice "Buenos días" antes de increpar a la gente con preguntas bobas -gruñó la pelirroja bastante picada mientras que le daba la espalda, dispuesta a continuar su camino, pero...

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[Balderik Von Alexandros]

Días antes del ataque...

 

Ministerio de Magia de Bulgaria

Sofia, Bulgaria

 

 

Boryslov

 

 

--Su labor es muy sencilla, deberan de robar los dragones para atacar a los ingleses... Con ellos tendremos un poder mágico superior que sumara a nuestras filas, esta misión es completamente secreta. Si llegasen a fracasar negaremos todo he incluso nosotros iremos contra ustedes. Así que tienen sus órdenes, conocen todos los detalles y no queda mas que esperar noticias de su misión, ya sean buenas...-- Decía aquel mago miembro del ministerio búlgaro, se levantó de su asiento y se acercó a la puerta mirándolos a todos desde el hombro --... O malas...-- Término de decir saliendo por una puerta. El silencio reinó en en aquella habitación tras la salida del mago.

 

Los hombres de aquel equipo se miraron por un segundo, se levantaron de sus sillas y salieron de aquella habitación. Conocían todos los detalles de aquella misión, tendrían la ventaja de la sorpresa y si todo saldría bien solo les tomaria un par de dias y algún par de bajas de sus magos. El capitán Boryslov lo sabía pero no quedaba otra manera, la orden era suprema he irrevocable apesar de ser extremadamente secreta.

 

El ministerio búlgaro al igual que muchos otros ministerios estaba oculto en la capital del país. La ciudad de Sofía no solo tenia un edificio designado para ello, si no cuatro ocultos en diferentes ubicaciones en toda la ciudad. Boryslov era un mago de cabello negro, de edad madura con un rostro serio que solo reflejaba la experiencia de un hombre militar. Su equipo principal estaba conformado seis lideres de escuadrones, encargados de llevar aquellos magos en la misión mas importante en mucho tiempo.

 

Aquel equipo salió del ministerio bulgaro evitando la mirada de todos los funcionarios comunes. Llegaron hasta un pequeño parque enfrente de aquel edificio blanco de arquitectura colonial. El parque estaba cerrado para cualquier persona común. Pero ese equipo no eran personas comunes. Se adentraron en el parque sin dificultades mientras un traslador los esperaba en forma de escultura de un angel. Vigilado por un par de magos con trajes muggles bien vestidos y de mirada seria. El equipo de Boryslov se acercó entorno a la escultura y tocaron con sus manos a la esperaba de su capitán. Boryslov seguro de si mismo sin dudarlo tocó aquel angel, de inmediato fueron llevados por aquel artefacto mágico, por unos segundos hasta que sus cuerpos se detuvieron por el viaje mágico en un lugar de roca solida. Habian llegado a tierras rumanas donde provenía la reserva mas grande de dragones.

 

La imagen que tenia adelante el capitán Boryslov era sorprendente. Habían al menos cien magos frente a ellos con trajes especiales cada uno. Equipos de protección personal con diferentes cosas alrededor de ellos, diferentes baules por todos lados he incluso mesas con varitas y pociones de todo tipo.

 

--Lideres tienen sus órdenes, iniciamos en un par de horas asi que andando-- Decía Boryslov mirando por la ladera de la montaña hacia la niebla que ocultaba una gran puerta detras. El santuario rumano de dragones estaba frente a él y todo iniciaba ahora. Vigilaron por un tiempo a la espera de la confirmación de los espias bulgaros, que se hacian pasar por diplomáticos. Un mago se acercó hasta Boryslov con una nota.

 

--Señor tenemos confirmación, la primera avanzada se reunió con el director he informa poca seguridad, tenemos luz verde para iniciar. -- Decia el mago llevando tambien un traje.

 

--Muy bie da la orden... Comenzemos...-- Dijo Boryslov sacando su varita y colocándose una mascara negra con marcas rojas en los ojos, cubriendo su identidad.

 

 

Enseguida las docenas de magos se movieron con velocidad entre la niebla. Bajaron de la ladera en la montaña mientras se dividían en grupos. Algunos volaban en escobas adentrandose en la niebla superior de las montañas. Rayos de luces salían de varitas de algunos magos hacia la gran puerta principal del santuario. Los hechizos impactaron en ella ondulando la magia de lo que serian hechizos y encantamientos defensivos, los habian tomado por sorpresa. El asedio había comenzado...

 

 

 

 

 

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Santuario de dragones

Kritzai

 

 

La reunión con los diplomáticos bulgaros habia terminado, habían aceptado la permanencia de sus dragones acambio de visitas periodicas a ellos. Las conversaciones en visitas anteriores solo se centraban en saber el funcionamiento del santuario, con esta ultima reunión los bulgaros solo se estaban empeñados en asegurar la seguridad de sus dragones y quienes los cuidaban. Al terminar de hablar con el castaño dieron un pequeño tour juntos por el santuario. Les proporcionaba mucha curiosidad los demás dragones que no eran suyos. Kritzai sólo se limitaba en decirles cosas muy basicas y sencillas para mantener informados a los magos. Despues de su pequeña vuelta volvieron a las oficinas donde se despidieron cortésmente y se retiraron. Kritzai no tenía mucha paciencia con ellos por sus infinitas dudas de lo mas simple que ocurria en el santuario. Habian venido muchas veces y siempre hacian lo mismo lo cual le dejaba bastante duditativo con ellos. Aunque siempre se decia que ellos cuidaban lo suyo.

 

Una vez regresado a su oficina, su secretaría entró de nuevo. El castaño planeaba asegurase de los ultimos detalles del tratado con los bulgaros para mandarselo al ministerio de Rumanía, de igual manera al caótico ministerio Inglés.

 

--Señor Gaunt, tiene una visita de una señorita llamada Taurogirl.--

 

Lo habia olvidado por completo, entre tantas reuniones seguidas con altos mandos habia olvidado las citas privadas de algunos magis y brujas. En una de ellas había concordado una visita con una joven al Santuario, para la incorporación de algunos dragones privados. El tratado podria terminarlo después, para Kritzai y el santuario no redituaba en ningun beneficio económico al contrario pero los gastos los llevaban los gobiernos magicos de Rumanía he Inglaterra. Lo que si apreciaba era tener aun mas de aquellos excepcionales y mágicos especimenes en la reserva.

 

--Si adelante hazla pasar Melenia-- Dijo Kritzai con cierto apuro hacia su secretaría. No deseaba hacerla esperar más y que pensara que aquella cita habia sido olvidada.

 

Enseguida entró la joven y el castaño la reconoció inmediatamente. Sabia de su pasado oscuro y mas siendo ella uno de los principales pilares de la marca tenebrosa. Aunque no tocara tema de sus pasados oscuros ciertamente le daria un trato especial.

 

--Buenas tardes señorita Tauro, estoy consciente que desea un traslado de sus dragones privados en nuestras instalaciones, permítame darle una pequeña visita a nuestro Santuario.-- Término de decir el castaño cuando en la lejanía se escuchaba el sonido de explosiones.

 

Se preguntó que estaría pasando, si habría alguna fuga por parte de alguno de los dragones. Pero el sonido aumentaba mas y más, como si se estuviera acercando. Hasta que de la nada empezó a sonar una alarma en todo el santuario. Conocía aquel sonido ya que era alarma de fuga, ¿Entonces sus sospechas serían ciertas?

 

 

---¡Señor Kritzai! ¡Señor! --Entró con rapidez su secretaría muy alarmada. Llevaba su varita en la mano y lucía al punto del pánico. Detrás de ella gente corría alarmada por los pasillos alejándose de donde provenían las explosiones, de la entrada principal.

 

 

---¡Nos están estan atacando!--

 

 

-- ¿Cómo? -- Habia preguntado tan tontamente apesar de que su secretaria se lo habia dicho pero todo lo habia tomado por sorpresa. Mas explosiones sonaron ya incluso en el edifcio contiguo a las oficinas y los gritos se hicieron mas fuertes.

 

-

--¡Melenia! ¡Tauro! ¡Deben salir de aqui, vayan a los refugios!-- Decía Kritzai desenfundando su varita.

 

Todo era un caos, se encaminó hacia la puerta para llegar ante el desastre. Se escuchaban los gritos de una batalla a lo lejos y tambien en el edificio de su lado. Mas explosiones sonaban por todas. Ahora lo que pensaba Kritzai era salvar a cuantos pudieran y llevarlos a los refugios de cada zona.

 

 

 

@ @@Hayame Snape Potter Black

Editado 27 de Agosto del 2019 por Kritzai

[Tauro M.]

Le alegró ver que Kritzai era quién estaba a cargo del lugar, la hacía sentir más segura. Por otro lado, también agradeció que no hiciera ningún tipo de mención al pasado que compartían, el cual no era relevante en el motivo de su visita. De buena gana accedió a ser conducida por el tour, eso le permitiría recorrer otros rincones del Santuario y abordar la conversación que estaba desesperada por iniciar, lo que Tauro jamás contempló es que lejos de ello se estaba llevando a cabo un evento que no solo aplazaría sus planes, sino que captaría la atención de toda la comunicada mágica.

 

—¿Qué ha sido eso? ¿Lo has escuchado? —a juzgar por la mirada del Director, sí. Ninguno de los dos decidió darle importancia a aquel acontecimiento que podía deberse a múltiples factores, todos ellos equivocados. Su conversación continuaba con tranquilidad y Tauro había podido obtener de Kritzai la seguridad de que sus dragones serían bien cuidados y alimentados, el precio era lo de menos, pero mientras más intentaba llevar la charla a donde quería, los ruidos de explosiones, ahora imposibles de ignorar, se intensificaban. Intercambió una mirada nerviosa con el hombre, cuando empezó a sonar una alarma y por la puerta ingresó su secretaria notablemente alterada.

 

—¡¿Ataques de qué o de quién?! —preguntó elevando la voz por encima del ruido y el ajetreo que se sentía allí mismo —¡De ninguna manera! No pienso ir a ningún refugio, no cuando la vida de todos estos dragones se encuentran en peligro —aun no entendía nada de lo que estaba sucediendo y Kritzai tampoco le daba ninguna explicación, pero como fuese no se iba a apartar de su lado, más que todo por las criaturas que allí habitaban, ellas eran la prioridad.

 

—Dime qué es lo que tengo que hacer, dime donde están esos refugios y lo más importante, ¿tienes alguna escoba que nos sirva para volar? —pese al alboroto intentaba mantener la calma, pues era crucial en ese tipo de situaciones, a diferencia claro de la secretaria que era todo un manojo de nervios.

 

—Si sigues chillando así, atraerás la atención hasta acá, así que ¡¿podría intentar calmarse de una buena vez?! —dijo ya perdiendo la paciencia.

[Hayame Snape Potter Black]

Ministerio de Magia. Inglaterra. Días antes del Ataque

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El mago corrió para ubicarse por delante de la vampiro que tuvo que hacer uso de mucho autocontrol para no darle un fuerte golpe en el rostro

Odiaba cuando las personas hacían ese tipo de cosas porque significaba que le estaban quitando demasiado tiempo valioso y los ojos rojos de la vampiro soltaron un fuerte destello de rabia; recordándose que no podía dar muestras de violencia todavía porque los humores ya de por sí estaban caldeados, solo se detuvo y le hizo saber con la mirada que estaba a punto de convertirlo en la pista por donde pasaría todos esos pesados archiveros

Pero el mago no parecía enterarse de nada porque unos momentos después, le veía con algo parecido a la diversión y la altanería, como si estuviese haciendo algo muy divertido

-Sabías que en estos momentos nuestras relaciones son bastante tensas con Rumania y otros países, y que todos los tratados están siendo tan revisados que incluso la ciudadanía inglesa está siendo vuelta a revisar?

Le dijo observándola fijamente a lo que los párpados de la mujer bajaron a la mitad de los ojos y se decidió a seguir arrastrando su carrito por un lado de aquel sujeto

-Te van a revisar!

-Soy de doble nacionalidad -dijo escuetamente, recordando como sus trámites quedaron al aire con las nuevas situaciones que se estaban dando en el Ministerio y se maldijo, recordándose ir pronto a hacer ese cambio en sus papeles

Aquel i****** no decía mentiras, con todo lo que estaba pasando se la iban a freír como no arreglase nada

Y entonces...

-Tú tenías un dragón verdad?

En verdad que ese sujeto estaba poniendo muy a prueba su paciencia

-Si -replicó

-Y está en la reserva, cierto?

-No. Está en los terrenos del Circo de Joglars, porque estoy adquiriendo el suficiente estatus para poder recuperarla -le sonrió con fastidio y de manera sonriente y falsa, volteando amenazante hacia aquel tipo -pero tenía un segundo que sí está en la reserva, un colacuerno llamado Brutus y como no empieces a cerrar la boca, te enviaré directamente como su botana para...

Una alarma en los pisos de los de Criaturas Mágicas comenzó a resonar y pudo observar como una marejada de magos comenzaba a moverse demasiado rápido, algunos hablando entre ellos y otros haciendo aspavientos de que empezarían a partir por alguna urgencia

Los dos empezaron a voltear varias veces sin entender mucho y finalmente aquel mago habló

-Qué crees que signifique esto?

-No tengo ni idea -respondió por inercia la mujer en un tono muy bajo de voz. No le daba buena espina, especialmente porque hubiera sucedido aquello justo después de...

Su estómago se revolvió. Lo mejor sería investigar qué demonios estaba pasando

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Editado 27 de Agosto del 2019 por Hayame Snape Potter Black

[Malum Luxure]

* En el ministerio rumbo a encontrarme con @ *

 

Habia recibido una nota bastante enigmática del director del santuario de dragones en Rumanía, seria que necesita mi ayuda para algo o quien sabe...un viaje no me vendría nada mal aun que sea un par de horas lejos de Londres o de la misma Inglaterra. Apresure el paso por los pasillos no deseaba llegar tarde y dar una mala imagen del ministerio para el cual trabajaba.

 

-Bueno no creo que me extrañen un rato si me voy.- Una sonrisa traviesa en mi rostro.

 

Puede que me quede unas horas mas en aquel país si me apetecía hacer compras u alguna otra cosa...me intrigaba realmente que deseaba aquel caballero, podría asesorarlo sobre el tema pero si tiene un santuario creo que debe estar debidamente preparado para la actividad.

 

-Adiós...- Salí rápido del edificio y desaparecí sin mirar atrás en ningún momento.

 

Llegue a un sitio del que tenia pocas referencias y un caos parecía desatarse en ese momento, no entendía nada pero si podía ayudar desde ya lo haría sin dudar...era como que justo había llegado pero me sentía bastante perdida a decir verdad.

 

-Hola?...hay alguien por aquí ?.- Pregunte levantando un poco la voz.

 

No sabia que realmente esperar por que definitivamente no conocía el lugar, ni las personas que allí trabajaban no deseaba que me tomaran por una enemiga o algo por el estilo, si bien mi ropa era de lo mas común no llevaba algo que me identificara como la directora de criaturas del ministerio de la magia de Inglaterra...tome nota mental de que por lo menos debería llevar algún gafete.

 

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[Hayame Snape Potter Black]

Saliendo de Inglaterra

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La bruja había corrido a intentar averiguar lo que ocurría por medio de los escuadrones que ya se estaban preparando para un contra-ataque de defensa aliado con el otro país y que estaban repartiendo indicaciones entre sus hombres

Hayame había tenido que repartir un par de tortazos a algunas personas y amenazar brutalmente a patadas a un sujeto con barba, mientras otros tres intentaban sostenerla hasta que finalmente le informaron de aquel asunto: había un ataque muy severo en la reserva de dragones de su país natal y estaban enviando todos los refuerzos posibles a aquel sitio

La bruja estaba que estallaba en llamas en contra de aquellas personas

-Y PORQUÉ NO ME AVISARON!!?

-Y qué va a hacer alguien de Accidentes en aquel sitio?

-Pues que si durante el ataque se utiliza algún tipo de magia que vaya en contra de las leyes conjuntas del secreto entre los dos países, si alguien ataca a otra persona con algo que no este reglamentado, YO DEBO DE IR A PONER ORDEN!

Soltó a como se le había ocurrido

Lo bueno era que en situaciones de estres y de prisas, aquellas cosas salían por su propia cuenta sin pizca de duda, por lo que los encargados le dieron las indicaciones y las direcciones para poder llegar y siguieron preparandose y empezaron a partir; la Snape hizo lo mismo, tan solo llegando al nuevo departamento para recoger unas cuantas cosas y de ahí, se dirigió a la zona de partida para esfumarse con los trasladores que estaban utilizando y esfumarse en el acto

Nadie quería perder tiempo en otros encantamientos pero la Snape solo quería saber... solo quería estar segura...

De que Brutus estaría bien...

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[Sherlyn Stark]

Durante los últimos días y luego de registrarse en el sistema mágico había recibido diferentes invitaciones, cada una de ellas de diferentes organizaciones que necesitaban su colaboración para obtener aportes sobre criaturas mágicas. Si bien, nunca había escrito un artículo que se relacionara con éste tema, pero con frecuencia leía las revistas más importantes. De todas maneras, la consideraba una tarea compleja, se requería de la información suficiente para comenzar a redactar, además de la utilización de fuentes de confianza.

Sostenía la carta que provenía del director del santuario de dragones, en Rumania. No lo conocía, lo único que podía pensar era que se trataba de una persona que sabía mucho de dragones y suponía que si llegaba a tener la posibilidad de conocerlo le realizaría una serie de preguntas que giraban en torno a los cuidados que requerían. En el mundo mágico había personas que los tenían como mascotas; por otra parte, también los utilizaban para los duelos o redadas, además de que estaba segura que en el pasado durante guerras mágicas habían sido utilizados como piezas claves.

Quizás el querer tener conocimiento de cómo el santuario maneja esas cuestiones fue la razón por la cual emprendió su camino hacía el Ministerio de la Magia a reunirse con Kritzai. Hacía tiempo que no pisaba esas instalaciones, aún así no olvidaba cómo era que se sentía estar ahí, el frescor y la humedad de los pasillos, que el exterior se encontraba en condiciones diferentes. Sentía como la piel de sus brazos se erizaba y no era algo de extrañar debido a que llevaba sólo un vestido de seda.

—¿Será muy tarde? —murmuró, preguntándose a sí misma.

Había trascurrido minutos de la hora escrita en la carta por lo que pudo imaginar que sí. Aceleró su caminata tanto como pudo y como le permitían sus zapatos. Al acercarse unos metros pudo oír unos gritos que, si dudar, provenían de la dirección donde se dirigía. Fue en ese omento cuando su paso se incrementó. Al llegar pudo notar dos mujeres con el pelo rojo y otra azul, de fondo se encontraba quien parecía ser el director.

— ¿Refugios?—suponía que sería para las criaturas que por lo que pudo suponer ya que estaban en peligro.

Se adentró un poco más pudiendo distinguir a las personas ´presentes, estaba Tauro quien había sido una de sus influencias más fuertes en su momento, por otra parte, Hayame que parecía ser la más exaltada y Lady, quien acababa de llegar al igual que ella. En su mente repasaba la lista de hechizos. Alguna solución encontraría.

[Hayame Snape Potter Black]

Santuario. Rumania

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La bruja había llegado entre varios escuadrones que habían comenzado a llegar a modo de apoyo a los mensajes confusos y rápidos que habían llegado al Ministerio de Inglaterra; como bien se les había indicado, nadie de ellos había llegado a imponerse, solo iban como un soporte en pro de la alianza que se tenía con aquellos países y a comprender qué demonios estaba ocurriendo en el sitio

Pero como bien sabía la Snape, lo más seguro era que de alguna forma, Inglaterra lo fuese a arruinar como siempre que intentaba imponerse en cualquier sitio, incluso fuera otro país

Solo esperaba que eso no le afectase, ahora que se encontraba en sus tierras natales... de otro universo técnicamente, pero seguía valiendo para efectos políticos y administrativos; todavía tenía que recordarse el hacer esos arreglos de papeles antes de que las cosas se pusieran demasiado agresivas para ella en el futuro

Mientras estaba en aquel lugar, entre movimientos, el correr y el tratar de ubicarse y encontrar de alguna manera la forma de localizar a su propio dragón, pudo ver dos personas que parecian nerviosas, uno dando indicaciones y la otra mujer... la reconocía, Taurogirl creía que se llamaba si la memoria no le fallaba. Ella se había acercado a estas personas en medio de aquel caos y soltó lo primero que le vino a la cabeza, sin reparar en el aspecto de angustia que debía de estar dando en esos momentos

-Disculpe... disculpe!! -llamaba con verdadera preocupación -los dragones, los dragones están bien??

Ella solo quería saber como estaba Brutus... si algo le había sucedido...

Apenas había comenzado a preguntar acerca de ello sin pensar en que les pedían ir a refugiarse a la mayoría de los que estaban ahí, cuando otra jovencita llegó; la pelirroja se movió para poderle dar espacio, pensando que quizás también ella estaba ahí por haber escuchado las alarmas y querría saber acerca de sus propios dragones

Ahora que lo pensaba, no le sorprendería que media población dueña de dragones se apersonara en aquel instante, varitas listas para proteger a los suyos...

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