El §antuario de Dragone§

[Tauro M.]

Le alivió saber que Hayame pudiera leer entre líneas y agradeció en silencio su buena actitud y disposición. Desconocía las capacidades de la bruja, pero por lo que decía parecía ser una persona muy preparada. Sintió empatía cuando mencionó lo de los dragones apartados de su lado, ella misma había sido víctima de las nuevas reglas del Ministerio que le obligaron a entregar a su Thestral y aunque había sido mucho de eso, todavía les guardaba cierto resentimiento.

 

— No sé ustedes, pero para mí lo que importa es la seguridad de los dragones. Si alguien pretende hacerles daño, responderé de la misma manera —. Y hasta peor, quiso añadir — No soy quién para cuestionar sus métodos, pero yo tengo muy claros los míos. Son libres de hacer lasc cosas a su modo —. De allí, la única que parecía seguir su misma línea de pensamiento era Hayame, lo notaba en su intensa mirada.

 

— Por lo pronto y para abarcar más terreno, propongo que vayamos en parejas. Si se viene alguna situación de batalla, es mejor ir de a dos. Si la cosa se complica, llamamos al resto lanzando chispas rojas y así los que estén cerca podrán unirse —Tauro no tenía dudas sobre con quién debía ir hacia aquella misión —Sigan sus instintos, en este tipo de situaciones son los más confiables. Hayame, ¿estás lista para irnos? —. Pasó una de sus piernas por encima de la escoba, pero antes utilizó la varita para romper el vidrio de una de las ventanas, así no tendrían ningún problema al salir.

 

@@Hayame Snape Potter Black

[Hayame Snape Potter Black]

Santuario. Rumania

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La bruja escuchaba las palabras de quien hablaba en ese momento y pudo notar que todas las demás también estaban atentas y listas para entrar en acción; no pudo evitar que sus labios se curvaran en una sonrisa discreta por un lado y sus ojos rojos destellaran cuando habló sobre como tomar las batallas, ella estaa mucho más que dispuesta a hacer lo que fuera necesario por proteger a aquellos dragones independientemente de lo que el enemigo hiciera para hacerlas retroceder.

Tenían muy claras sus prioridades y además... sabían en qué punto apagar el botón de "permisible" para pasar al "te arrepentirás"

-Estoy lista

Aseguró asintiendo una sola vez mientras se acomodaba sobre la escoba que le habían prestado y se preparaba para seguir a la otra bruja, saliendo detrás de esta por la ventana en dirección de donde se llevaba a cabo toda la conmoción

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En el exterior, un humo negro comenzaba a opacar los cielos al grado que la hora del día dejaba de ser visible y solo se iluminaban ciertas zonas donde las llamas que habían dejado los dragones todavía ardían y se alimentaban de los terrenos a los alrededores; se podía sentir la desgracia en todo aquello, incluso con algunos cuidadores en la superficie metros abajo, magos que habían perdido sus batallas y en el horizonte, una gran mole identificaba el cuerpo de un dragón que no había sobrevivido al intento de robo

La vampiro rechistó y apretó la varita con la mano que no usaba para guiar la escoba, que se agitaba debido a su edad y su poca estabilidad

-Exactamente, qué es lo que quieren con los dragones?

Preguntó en un tono que pudiera escuchar la otra mujer

-Porqué arriesgarse a algo como esto justo en un momento donde la tensión entre los países es tan delicada y esto solo traerá investigaciones a quien quiera que lo esté haciendo?

Preguntó

No sabía quienes eran los responsables pero solo rogaba que no fueran ingleses porque entonces, todos los que estuviesen ahí estarían en problemas muy graves

Y peor aún...

-No hay sonido de varitas en este punto... lo notaste? -inquirió, ahora con el corazón empezando a latir acelerado

Empezaba a oler a trampa

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[Malum Luxure]

(?

Me había encontrado con una situación completamente extraña puesto que no esperaba un ataque con mi llegada...el santuario estaba bajón fuego y los dragones en peligro inminente, pero yo como podría ayudar si ni siquiera estaba segura de que había ido a hacer ahí.

 

-Hola....supongo.- Antes que nada ya estaba frente a un grupo pequeño de chicas. -Si se volar y desde ya ayudare sin problema...comprendo el tema es saber quien es enemigo para no atacar a los inocentes.- Repuse tomando una escoba con determinación esperando que me dijeran como seguir.

 

Era tan sorpresivo todo que no me quedaba mas que sacar la varita y desear que las criaturas sufrieran lo menos posible por que en caso contrario me encargaría de que los causantes sintieran lo mismo elevado al 1000. Escuchaba atenta lo que decían cada una y estaba de acuerdo con ellas, teníamos claro que si teníamos que luchar para proteger lo haríamos.

 

-Concuerdo que si debemos usar métodos poco ortodoxos con tal de hacer las cosas bien...por mi no hay inconveniente.- Ladee una sonrisa algo oscura. -Apuremos el asunto mientras mas estamos aquí mas riesgo de que los dragones sean heridos.- Me acomode en la escoba.

 

Pense en primero seguirlas y eso hice luego nos dividiríamos para como dijo Tauro ver si teníamos mas terreno, todo el caos era extraño no quería afirmas lo que dijo la otra bruja pero si era algo digno de desconfianza todo, temía que nos tomaran por sorpresa y eso en el aire podría dejarnos en bastante desventaja.

 

-Es un silencio bastante extraño...creo que aun no deberíamos separarnos.- Propuse por que pensaba que era lo mejor. -Juntas podemos cubrir distintos ángulos por si nos atacan.- Me puse en guardia alerta apuntando con mi varita en ningún lugar en especifico.

 

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@@Hayame Snape Potter Black @ @Ini-Herit

[Hayame Snape Potter Black]

Santuario. Rumania

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La otra bruja había seguido a Tautogirl y la Snape la observó de reojo al darse cuenta de que así como ella, había detectado que aquel silencio repentino era completamente anormal para la zona en la que se encontraban

Era como si sencillamente, los dragones hubiesen dejado de quejarse o de lanzar llamas

No era un ataque de dementores o que hubieran insonorizado la zona, el crepitar de las llamas a decenas de metros bajo los pies de las mujeres aún tronaba en el aire junto con pequeños trozos de ceniza encendida en rojo, que flotaban hacia las nubes; por lo tanto, debía de ser algo más, algo que definitivamente les alertaba de un ataque inminente y es que... eran tres brujas que volaban por encima de todo, con el enemigo que no sabían quién era probablemente observando sus movimientos

Volar era excelente para cubrir terreno y tener una visión más amplia... pero eso también las había dejado expuestas

-Creo que deberíamos hacernos un encantamiento burbuja... y meternos en las nubes de humo sobre nuestras cabezas -comentó intentando que las escobas de las tres quedasen lo suficientemente cerca para no tener que hablar demasiado alto

Gritar sería literalmente, como una declaración de deseo de muerte demasiado obvia

Pero fué entonces cuando un par de rayos coloridos cruzaron desde las llamas en el suelo hasta casi tocar la escoba de la Snape, que apenas y tuvo tiempo de colocar un escudo que hizo rebotar aquello; esos eran hechizos a propósito, buscando destruír su escoba para hacerla caer desde el aire

-Maldita sea!

Soltó abriendo grandemente los ojos al comenzar a ver una serie de puntos de colores definidos que avanzaban hacia ellas

-NOS ESTÁN ATACANDO!

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[Tauro M.]

Afuera el panorama no pintaba bien, ni para las brujas ni para los dragones. Apenas lograba ver en medio del humo, que o bien ocultaba a los perpetradores de aquel ataque o ahogaba a los encargados de cuidar el santuario.Tauro intentó mantenerse positiva, miró a Hayame para buscarla y se encontró con que Lady las había seguido. Dadas las circunstancias una tercera persona les vendría fenomenal.

 

— No sé qué podrían querer con los dragones —respondió alzando la voz para hacerse escuchar —Aunque se me ocurrieran diferentes motivo, como el tráfico, por ejemplo, no justifica la violencia que han tenido.

 

Hayame también hizo una pregunta que la hizo darse cuenta de algo.

 

— Tienes razón, nadie arriesgaría tanto sino tuviese un buen motivo, por lo que esto es más peligroso de lo que pensé —los nudillos de la mano con la que sostenía la varita habían perdido color debido a la presión con la que la sujetaba. Asintió a la sugerencia hecha por Lady, lo mejor en definitiva era permanecer juntas. El silencio solo podía presagiar que algo malo estaba a punto de suceder.

 

Las llamas también la preocupaban, sino las controlaban el incendio se iba a seguir propagando y sus esfuerzos por controlar la situación iban a ser en vano.

 

— ¡Tenemos que apagar el fuego! —indicó por encima de la cabeza de Lady y Hayame. Descendió un par de metros y se ubicó en medio de ellas —O vamos a terminar ahogadas por el humo. Lo del encantamiento burbuja me parece una excelente idea, además de que...

 

Varios rayos rojos escarlatas y verde esmeralda que apuntaban hacia las tres brujas pasaron rozándolas. No hizo falta la advertencia de la Snape para darse cuenta de que estaban siendo atacadas. Se habían confiado, creyeron estar seguras y ahora probablemente estaban rodeadas.

 

— ¡Agrupense! ¡NO DEJEMOS QUE NOS SEPAREN! —Ahora era inevitable tener que bajar, era el único modo en el que podían enfrentar a quiénes las estuvieran atacando, lanzar hechizos por lanzar podría hacer que sin querer le dieran a alguno de los dragones. Era una situación muy complicada, cualquiera podría salir gravemente herida. Tampoco había mucho tiempo para pensar, la presión a la que estaba siendo sometida era demasiada, pero entonces tuvo una idea.

 

Desde hacia tiempo Tauro estaba vinculada a los libros de hechizos, entre los cuales se encontraba el libro de las Auras.

 

— Aura del Escudo Fantasmal —musitó. Como no tenían refuerzos lo mejor sería crearlos a través de la magia y nada mejor que invocar fantasmas que las protegieran de algunos hechizos mientras ellas se defendían. Los tres fantasmas de Salazar Slytherin se posaron uno a cada lado de las brujas, con instrucciones específicas de protegerlas.

 

— ¡Hagamos lo mejor que podamos! ¡Tenemos que descender!

 

@@Hayame Snape Potter Black @@Lady Luxure Grindelwald

[Hayame Snape Potter Black]

Santuario. Rumania

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Tenía que admitir que por un segundo se había tambaleado en la escoba con los ojos muy abiertos debido al fantasma que había aparecido a su lado, ya que no se lo esperaba; era lo mas guay que había visto en su vida pero tampoco podía entretenerse viendo aquello cuando su concentración tenía que ir dirigida a sus atacantes:

Mientras que obedecían a las palabras de la Lavigne, pudo percibir al menos a tres magos con ropas demasiado extrañas agazapados entre un grupo de llamas

Eso era demasiado extraño incluso para ella, como diablos estaban ahí sin quemarse en lo absoluto?

A menos que...

Agitó de golpe la varita para cubrir su cuerpo con polen de los lirios de fuego, algo le decía que como no hiciera eso no iba a poder destazar a esos tres idi***s que estaban tratando de tirarlas; sus ojos rojos destellaron con furia conforme zigzageaba para de todas maneras, esquivar los hechizos que les iban arrojando en pos de matarlas

Matarlas!

Vaya que iban en serio!

-Se ve que no están precisamente reparando en gastos para acabarnos, cierto? -bromeó levemente aunque la situación era crítica, si ya estaban intentando hacer eso contra ellas que solo eran tres significaba que no deseaban testigos de lo que fuera que estuvieran haciendo

Y ellas ya les habían visto

Cuando consiguió aterrizar, sus zapatos levantaron tierra en todas direcciones y la lluvia de hechizos no se dejó esperar; el fantasma que le habían colocado como protección había tenido que intervenir en un segundo ya que al momento detocar el suelo, uno de los hechizos había salido disparado hacia el rostro de la Snape que no se podía ni imaginar lo que hubiera pasado de haberle dado

La inmortalidad era una cosa, que no fuese a doler era otra muuuuy distinta

Volvió a agitar la varita y pensó en un Obsistens, lanzándolo por delante de las tres esperando que de alguna forma eso también ayudase antes de invocar sus semillas de hielo en dirección de donde había visto a los tres magos que intentaban acabarlas de cualquier manera que pudiesen; si iban a comenzar con la diversión, pues a ella no le iba a importar jugar

-Qué dicen, uno para cada una? -sonrió de una manera extraña, mostrando los colmillos

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[Malum Luxure]

(?

Amabas brujas notaron mi presencia y a decir verdad agradecí mi decisión de seguirlas ya que necesitamos cuidarnos entre nosotras, los rayos nos sorprendieron y no de grata manera, deberíamos cubrirnos o hacer algo antes de resultar heridas, la voz de la Snape me trajo a la realidad por que nos dio conciencia de lo desprevenidas que estábamos.

 

-Su intención debe ser robarlos como bien dicen...hay que saber para que!.- Frente al ataque no podía pensar bien en las posibilidades. -Juro sentirán dolor.- Sisee mas para mi que para ellas.

 

Hice lo que me indicaron, nos re agrupamos e incluso el embrujo casco burbuja...miraba el pobre panorama que teníamos y si Tauro tenia razón quizá en tierra podríamos tener mas oportunidad de hacer algo mas efectivo. los fantasmas invocados por ella nos defendían de formas bastante efectiva.

 

-Me gusta como piensas.- Le dije a la pelirroja sonriendo de forma bastante perversa, le haría paga con creces al desgraciado que nos ataco. -En tierra sera mas justa la pelea.- Las mire un momento antes de hacer algún otro movimiento esperando que ambas estén de acuerdo.

 

El humo era denso pero aun así nos podríamos mover, era algo complejo por que era tanto una ventaja como desventaja para todos solo había que buscar la mejor forma que nos beneficie a nosotras y no a esas ratas.

 

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@ @@Hayame Snape Potter Black

[Tauro M.]

— Pues entonces tendremos que regresarles un poco de lo que nos dan. Las tres dijimos que hasta las últimos consecuencias —sonrió con complicidad. Decidió imitar los movimientos de Hayame y protegerse también del fuego, así mismo aprovechó la protección que el fantasma le estaba brindando para ocultarse detrás suyos y aprovechar el único flanco que los atacantes no cubrían. La otra bruja era diestra con la varita, eso le gustaba. En situaciones así extremas es donde realmente conoces las destrezas de las personas y a Tauro le hubiese gustado compartir una situación de batalla con ambas cuando se enfrentaban a la Orden del Fénix, pero para eso ya habría tiempo.

 

Les costó trabajo, pero las tres pudieron aterrizar. Las escoba de Tauro en particular se partió, pues uno de los hechizos le había impactado. No era una gran pérdida, pero si quisieran huir de ahí sería muy difícil que dos personas estuvieran sobre una misma escoba, aunque su intención por supuesto no era abandonar, ella estaba dispuesta a hacer lo que fuese necesario para hacer daño. La adrenalina se estaba apoderando de ella, ese sabor olvidado de los enfrentamientos entre bandos lo volvía a sentir y debía reconocer que le gustaba.

 

— Me parece bastante justo. Yo me quedo con el del medio.

 

Tauro corrió a grandes zancadas hacia donde creía que estaba su atacante. Un salvaguarda mágica le ayudaría a aproximarse lo más cerca que pudiera, pero manteniendo una distancia prudente que le permitiera moverse estratégicamente cuando fuera conveniente. Por lo pronto, tenía que obligar a salir de su escondite a la escoria que no se atrevía a dar la cara.

 

— Muy astutos para atacarnos donde no podemos verlos, pero ¿qué tal son en un enfrentamiento uno a uno? —. Varias flechas de fuego salieron disparadas hacia un grupo de árboles y arbustos bastante frondosos donde creyó haber visto a algo moverse — ¿O es que no son tan valientes? —Tauro no solo era agresiva con las palabras, sino que también con su accionar. Quiso ver cómo le estaba yendo a sus compañeras, pero no podía bajar la guardia.

 

Kansho. Una daga plateada apareció en la mano que tenía libre, se alejó de su fantasma y pretendió estar distraída, para cuando un rayo color carmesí se aproximó a ella o por lo menos tuvo la intención de hacerlo, el poder de la daga se activó regresando el ataque de inmediato. Escuchó la voz de un hombre quejarse, entonces supo exactamente hacia donde ir.

 

— Te tengo —dijo con una mirada asesina.

[Hayame Snape Potter Black]

Santuario. Rumania

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Tenía que decir que se sentía más que cómoda con sus dos compañeras de batalla en ese momento

Quizá ella estaba más que oxidada por el tiempo que había estado lejos de todo y por sus meses haciendo mucho trabajo de escritorio en el Ministerio pero la adrenalina de estar presentando una batalla nueva donde podía recibir un daño real... era increíble. Masoquista, pero maravilloso y le aceleraba un corazón que solo bombeaba la sangre ajena que le permitia tener un pcoo de energía extra al momento de requerirla.

Y veía que las otras dos brujas estaban tan emocionadas como ella, en sus rostros, sus sonrisas, la forma en que movian las varitas...

Todo ello reflejaba que no solo ansiaban una buena batalla sino que estaban disfrutándola y por un segundo, dejaban atrás lo que iba de fondo a esa pelea, en ese instante era reducir al enemigo, mostrarle la fuerza que tenían y su orgullo como brujas y que no pudieran volver a levantarse a terminar con sus planes

Era el latido de la pelea, el pensamiento no de las heridas sino de salir airosas...

Esa... esa era la verdadera energía en todo

Aprovechando los lirios de fuego pasó en las llamas, con su crepitar en los oidos y eligiendo a uno de aquellos rivales que había hecho lo mismo que ella y por lo tanto, ambos estarían en igualdad de condiciones al ocultarse en las danzantes llamas brillantes y anaranjadas que trataban de lamer sus pieles. Eso quería decir que quien ella había elegido y que le iba arrojando hechizos sin piedad ni tiempo de meditar en las defensas, también estaba usando algo para protegerse de las llamas

-Me alegra, nunca me han gustado fáciles

Se rió mientras que iniciaba con sus propios ataques uno detrás de otro sin mencionarlos directamente o susurrándolos al mejor tono que la magia permitiese formular los encantamientos

Al menos hasta que lo que parecía una lengua de fuego negro y larga se extendió hasta donde casi estaba la Snape que abrió los ojos en alarma y alcanzó a salir de la llamarada donde esta misma se encontraba de pie, en el segundo en que aquella tomó el mismo color de lo que el otro mago había arrojado; casi se le cae la boca al suelo por lo que acababa de presenciar conforme el rugido de aquellas llamas se hacía el doble de ensordecedor

No, eso era jugar demasiado sucio pero además se suponía que...

-ESTA GENTE CONOCE LOS VIEJOS HECHIZOS!!

Gritó tan fuerte como podía esperando ser escuchada por sus compañeras de batalla al tiempo que giraba su capa a la vieja usanza y la transformaba en roca, sabiendo que le caería probablemente una multa del Ministerio como la detectaran haciendo aquello

-CONOCEN LOS VIEJOS HECHIZOS INGLESES, ESTÁN USANDO MAGIA PROHIBIDA!!

Recordaba la vieja época y recordaba como se las gastaban antiguamente para herir y dañar a los demás durante las batallas, que se convertían en un verdadero caos de cuerpos y sangre; eso solo podía significar que lo que fuera que hubiesen planeado aquellos brujos que las combatían, era lo suficientemente grande como para no importarles quebrar todavía mas leyes y matarlas... bajo cualquier método, así como ellas

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Editado 8 de Septiembre del 2019 por Hayame Snape Potter Black

[Tauro M.]

¿A qué se refería con los nuevos hechizos? La mano con la que Tauro sostenía la daga tembló. Claro, ella se refería a los hechizos utilizados antes de que el Ministerio decidiera reformarse y limitar la magia para mantener a la sociedad más controlada. Todo aquello le parecía demasiado innecesario, rastrero incluso. Detestaba la política a las personas que se encargaban de ejercerla. Por años la comunidad mágica había luchado por permanecer libre, sin tener que esconderse o temer a los muggles y ahora tenían entre ellos personas que buscaban lo mismo. Aquello hizo enfurecer a la bruja.

 

Manteniendo una distancia prudente de donde creía que se encontraba el objetivo, decidió revelar su escondite —Homenum Revelio —. La bruja ya se había cansado de jugar, quería ponerle un fin a aquel encuentro para poderse dedicar a lo verdaderamente importante y por supuesto cobrar su recompensa, que era la sangre de alguno de ellos.

 

— ¿Trabajas para el ministerio? —preguntó con voz calmada —Aunque claro, no el de aquí, ellos no serían tan est****os como para usar sus propios hechizos —Tauro los conocía, sabía que eran astutos y jamás habrían cometido un error tan simple como ese.

 

—Hayame, Lady, cuidado, no estamos lidiando con simples ladronzuelos, estos son de los que llevan ropa cara, traje y corbata.

 

Al verse descubierto, por lo menos al que se estaba enfrentando, decidió revelar su ubicación. Su rostro no se le hizo para nada conocido, pero a juzgar por sus facciones y su manera de hablar, no era de por ahí.

 

— Son tan est****as. No tienen ni idea de en lo que se están metiendo. Mejor apártense, déjennos hacer nuestro trabajo y les prometemos que no las mataremos —dijo el hombre de manera prepotente. Lucía un horrible bigote negro que daba la impresión de que salía desde la nariz y tenía una barba larga muy mal cortada; podía medir cerca de 1.80.

 

— ¿Dices que nos matarás? ¿Tú a nosotras? —la Lavigne soltó una carcajada que todos escucharon —No dices más que sandeces y yo me cansé de escucharte, así que es mejor que te calles y uses la varita, si es que sabes... Séneca —ni bien hubo terminado de pronunciar el hechizo, el hombre la quiso atacar con un Cruciatus. El fantasma utilizó los últimos segundos que le quedaban para protegerla y así evitó ser impactada.

 

— Sectusempra —. Ansiaba ver sangre, escuchar gritos de sufrimiento, quería escucharlo pedir piedad y no dársela, quería verlo arrastrándose y arrepintiéndose por haberse atrevido a atacarla.