El §antuario de Dragone§

[Lisette Ryddleturn]

Al menos Lisette ahora se sentía tranquila de ver que sus instrucciones estaban siendo seguidas por aquellas brujas que la habían estado apoyando con la atención de los enfermos y muertos que iban llegando

Así que movió la cabeza un par de veces a modo de agradecimiento aún a distancia mientras que con su casco burbuja seguía intentando encontrar alguna señal que le indicase donde se había metido Hayame

No creía que estuviera muerta, eso era imposible, la bruja siempre se las había arreglado para sobrevivir a todas las cosas mortales que la vida le arrojaba seguido y estaba segura de que esa no sería la excepción

Solo esperaba que no fueran a llegar demasiado tarde, mientras que en el interior del bunker de protección para los magos y brujas que llegaban, su elfina corría al lado de las otras dos brujas que se habían quedado atrás

-Creo que he visto a una bruja que estaba embarazada y ahora se le ha adelantado el parto del bebé, no debería de traer muchísimas toallas y bastante agua caliente para ayudarla?

[Hayame Snape Potter Black]

Clon

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La bruja que tenía el cabello negro en esos momentos había suspirado con el gusto de saber que no la estaban haciendo menos solo porque era una copia algo extraña y muchísimo más callada de la Snape; sabía muy bien que clase de criatura era ella y a qué nivel mágico se encontraba pero estaba agradecida con todas aquellas personas que a pesar del modo de nacimiento que había tenido seguían tratandola como un ser humano con todos sus derechos

Ese tipo de cosas hacía que le brillaran los ojos

-Alguien va a nacer?... ah! creo que si podemos apoyarla, dónde puedo encontrar esas cosas!?

Cuestionó aquella Hayame de cabellos negros y ojos azules con cara de sorpresa y aún así bastante timidez y miedo, no estaba muy segura de qué era lo que esperaban de ella y sus reacciones; en esos momentos reconocía como la autoridad a cargo a la otra bruja que era la hermana menor de la persona que siempre le daba vida y pues, ella solo estaría sirviéndoles como enfermera y ayuda para todas las manos extras que fueran a necesitar para savar la vida de las personas

[Tauro M.]

Junto con Lady y la enfermera partieron en búsqueda de Hayame que se hallaba en algún lado, probablemente dentro del incendio o bajo algún derrumbe ocasionado por los dragones y por los cuernos explotados por los Búlgaros. Ninguna de las dos opciones parecía ser muy alentadora, pero esperaba que al menos pudieran encontrar a la bruja en una sola pieza, así podrían brindarles los cuidados que necesitara en lugar de tratar de reconstruirla. No quería ser pesimista, pero no podía evitar pensar en lo peor, así era ella. Con prontitud se lanzó de nuevo en el bosque donde los árboles no dejaban de incendiarse, tenían que hacer algo al respecto.

 

--Sería genial si además de dragones lanza fuegos tuvieramos de los que lanzan agua --expresó en voz alta, pero no, lo único que tenían eran sus varitas y varios Aguamenti que tendrían que empezar a lanzar, pero también pensó en unas Semillas de Hielo que las podrían ayudar. Así que eso hizo, fue de un lugar a otro tratando de apagar las llamas, de disipar el humo para ver si podía encontrar la figura de Hayame y entonces vio algo. No se trataba de ella, pero era un hombre que se inclinaba hacia un bulto. Por sus ropas supo que era uno de ellos y sintió furia. Sin esperar respuesta de las demás se abalanzó contra el sujeto que no la vio venir.

 

--¡Eres un maldito! --le dijo mientras le pegaba puñetazos en la cara. A Tauro se le habían olvidado los modales y al parecer la magia. No se encontraba en perfecto estado, pero la furia que sentía la hizo agarrar fuerza de donde no las tenía y cuando finalmente pudo, le puso la punta de la varita en el cuello. Solo en ese momento reparó en el bulto del suelo.

 

--¡Hayame!

[Lisette Ryddleturn]

En el Exterior

La bruja continuaba preocupada por las personas que había dejado atrás, como medimaga era muy responsable de los pacientes que tenía pero en ese momento la urgencia era otra

Había heridos por doquier debido a aquellas batallas y a pesar de todo y de que no podía detenerse, cada que veía a alguno enviaba un mensaje silencioso y plateado a los demás medimagos en la base

Quizá ella no podía darse el permiso para detenerse y atender a cada uno de ellos, de llevarles personalmente hasta la seguridad de la base pero otros podrían salir y tomarlos

Quería pensar que si ella actuaba rápido y los demás actuaban rápido también entonces se salvarían más vidas de las que se perderían en aquel día tan horrendo

-Tenemos que tener cuidado, aunque cada vez hay menos ruido también noto que la cantidad de heridos y muertos es demasiado grande y mientras más nos alejamos, más frescos son

Les dijo con preocupación pero entonces una de las dos mujeres con las que había ido en aquella misión de rescate se había lanzado hacia delante al ataque

Era una velocidad impresionante, una que al menos ella no había visto en ningún ser humano normal ni mago lo que tenía que significar que la mujer también era sobrenatural como su ex novia

Y era justamente esta última la que parecía estar tendida en el suelo, aún luchando por su vida y bastante irritada por como la conocía siempre que no tenía las fuerzas para defenderse

Pero ya la bruja de cabellos azules se estaba encargando de hacer picadillo a quien parecía que había estado atacando a la otra bruja y ni siquiera usaba la varita para hacerlo

Ni siquiera se esforzaba en esconderlo

-Yo no he visto nada

Le dijo la rubia a la otra bruja que había ido también hacia el rescate y ella por su parte solo corrió para poderse colocar en el suelo para revisar a la bruja de cabello rojo

-Cuántos dedos puedes ver?

[Tauro M.]

Mientras Tauro se ocupaba del tipo, la otra muchacha se encargaba de Hayame, ella era la experta, por lo tanto la única que sabría cómo tratar cada una de sus heridas y sobre todo salvarle la vida. En ese sentido la bruja se relajó, habían llegado a tiempo y no permitiría que nadie más intentara atacar a sus compañeras, pues los buenos modales se le habían acabado y no le importaba si debía recurrir a otras medidas con tal de restaurar el orden en el Santuario de Dragones, así que mientras curaban a Hayame, fue a dar un paseo por los alrededores, simplemente para asegurarse y de paso verificar que no hubiese ningún dragón herido.

 

El humo no se extinguía del todo, pero al menos las llamas habían sido controladas y apagadas por el personal que no dejaba de llegar y que fue informado del incidente. Sin tan solo hubiesen llegado antes, habrían atrapado a los responsables vivos, pero pocas eran las personas que estaban allí en la reserva, incluyendo a Tauro, y estaban ocupadas tratando de controlar la situación. No sabía quién les había dado aviso, pero al menos su llegaba había ayudado a que pudieran salvar a los dragones, incluyendo a los que pensaban robarse.

 

--Esta vez no creo que quede nadie por ahí --A la persona que había quedado malherida, el que estaba atacando a Hayame, la había dejado inconsciente, listo para ser llevado por los Aurores o quién fuera. No valía la pena gastar energía torturándolo, sabía que no iba a hablar y si Tauro no había podido, dudaba que los empleados del Ministerio pudiesen hacer algo, quiénes bajo su punto de vista eran demasiado incompetentes. --Por acá tampoco hay nada. Me adentraré un poco más, por si hay algún dragón herido --anunció al grupo, extendiendo la invitación por si Lady también la quería acompañar.

 

@@Lady Luxure Grindelwald

Editado 22 de Noviembre del 2019 por Taurogirl Lavigne

[Hayame Snape Potter Black]

-Solo tengan cuidado

La bruja de cabellos rojos había abierto levemente los ojos después de dejar escapar un quejido muy bajo, haciendo lo posible por no dejar evidencias de que en verdad se sentía adolorida y pateada; la situación en la que se había puesto en aquella grieta no había sido la mejor y justamente eso había aprovechado en idi*** que la había atacado, derrumbándole suficientes rocas encima como para que no pudiese prestar atención a las otras maldiciones que le había tirado a como había podido

Y vaya que estaba mosqueada aunque Lisette ahora era la que la atendía y vaya que confiaba en la Ryddleturn. Pero sabiendo que las otras brujas iban a seguir adelante en aquellos momentos, solo faltaría que terminaran peor que ella

-Escuché que habían dejado a unos cuántos de ellos atrás, para despistar a los investigadores del Ministerio -les informó entornando levemente los ojos adoloridos por el humo -eso significa que deben de estar plantando pistas falsas y quizás informando por algún medio a sus superiores acerca de quienes estamos aquí y quizás, hasta de dónde se encuentra el bunker donde están los demás protegiéndose de este ataque...

[Tauro M.]

La bruja seguía explorando los alrededores, siguiendo las marcas enormes de patas dejadas por los dragones que estaban siendo controlados por los atacantes y una de esas marcas le llamó la atención. Se acercó para analizarla más de cerca, esta a diferencia de las otras tenía otra más pequeña al lado y eso solo podía significar una cosa <<Es un bebé>>. La preocupación se hizo evidente en su cara, ¿cuantas más crías de dragón estarían por allí? Eso, si es que aun permanecían dentro del Santuario, aquello la preocupó. Se volvió para ver si alguien la acompañaba pero se encontró sola.

 

Los dragones bebés además de que se encuentran más expuestos a ser robados, provocan que la madre se coloque más violenta, lo que podría explicar el exagerado daño hacia la reserva y no las culpaba. Ahora no podía dejar de odiar a esos malditos bulgaros, culpables de todo lo que estaba pasando y no creía que hubiesen causado tanto revuelvo por nada, porque si bien habían dado pelea ellos eran muchos en comparación de las brujas, así que ¿donde se había ido el resto? Tauro empuñó su varita rápidamente cuando escuchó el ruido de pasos acercándose.

 

--Alto ahí --sentenció, apuntando hacia un par de arbustos --Sal lentamente y no te atrevas a hacer ningún movimiento brusco o te mato.

[Hayame Snape Potter Black]

Una llamarada

Una fuerte llamarada salió disparada hacia la bruja con la intención de calcinarla y hacerla alejarse lo más posible de aquel sitio, cercano a la guarida donde algunos dragones se habían ocultado para esquivar a los bulgaros; les había tomado bastante tiempo y esfuerzo, había varios de ellos que estaban severamente lastimados y tenían los cuerpos de dos de ellos ya fallecidos en la parte más profunda de la caverna donde se habían guarecido

un tercero, ya agonizaba y el había sido de los pocos que se había atrevido a salir, para despedazar a tantos magos y brujas enemigos como le fuera posible

No se iban a dejar masacrar por aquellos seres inferiores

Se defenderían, protegerían a los suyos hasta las últimas consecuencias y si caían no sería sin hacer un último esfuerzo de supervivencia, con el orgullo que caracterizaba a los de su especie; por lo tanto con un fuerte bramido, aquel enorme dragón de color negro alzó su afilada cola y se giró para tratar de clavar sus largos pinchos en la bruja que se había atrevido a acercarse demasiado a donde no debía de hacerlo

-NO PASARÁS DE AQUÍ!! -había rugido con sus pesadas fauces a pesar de que se suponía que los brujos no entendían su lenguaje

[Tauro M.]

Tauro quizás se había aproximado demasiado a la guarida de los dragones porque por poco también muere calcinada y no los culpaba, los pobres habían pasado por demasiadas cosas y era normal que hubiesen perdido la confianza, sobre todo en los magos que intentaron secuestrarlos, asesinarlos, acabar con sus familias. Si la bruja hubiese estado en su lugar no tendría piedad con ninguno, sin importar que en el camino cayeran inocentes. Por suerte sus sentidos seguían funcionando a la perfección, por lo que logró pegar a tiempo un salto hacia atrás que apenas y algunos cabellos fueron alcanzados por el fuego.

 

-- Tranquila... no soy enemiga -- le dijo al dragón, aunque ya había asumido que se trataba de una hembra debido a la ferocidad que demostraba. Por supuesto no le había creído ni media palabra y de nuevo no la culpaba, pero realmente Tauro quería ayudar, necesitaba que entendieran de que ella había dedicado toda su vida a estudiar todo tipo de criaturas precisamente para eso, para ayudarles y ella siendo una Magizoologa de profesión conocía los cuidados y atenciones que debían ser proporcionados a los dragones heridos.

 

-- Solo vine para ayudarles --agregó, mirando con el rabillo del ojo restos de un cuerpo desmembrado por el que no demostró asco, sino más bien satisfacción. Esperó que la dragona lo notara, para que viera que tenían un enemigo en común.

[Hayame Snape Potter Black]

Un segundo dragón comenzó a acercarse, un poco más pequeño que aquel que había atacado en primer lugar

Sus ojos claros parecían reflejar a la demonio de cabellos azules a la que iba rodeando lentamente, ante la mirada del dragón negro que seguía tenso al frustrarse por el esquive de la mujer ante su ataque; volvió a entornar sus pequeños ojos y el Opaleye que acababa de llegar pareció mostrar levemente los dientes, pero sin la llamarada que había dejado escapar el primer dragón:

A diferencia de lo que decían muchos magos, ellos no eran tan agresivos como muchos de sus compañeros y les interesaba más el hecho de que nadie dañase a los más jóvenes; su supervivencia ya era más que delicada debido a lo que había ocurrido recientemente y aquel ataque como para tener demasiado cuidado o precaución con aquellos que usaban la magia de la naturaleza de forma tan imprudente y en contra de las demás criaturas mágicas

-Porque deberíamos de confiar en tí? -cuestionó con un gruñido aquel dragón de ojos claros, quizás con algunas leves dudas acerca de si aquel ser les entendía o no. Parecía que había respondido al otro dragón por lo que por un instante, pensó que no sería demasiado erróneo el tratar de ver si realmente, su lenguaje estaba siendo comprendido