Runihura vs Valkyria

[Runihura]

Ruinas. Los escombros repartidos en el lugar conformaban un rompecabezas casi perfecto. No, no era un desorden al que había que obligar a acostumbrarse a los ojos; se trataba de un paisaje de fotografía, ese que sabe encontrarse en los libros de historia. Runihura había recreado uno de los lugares del que había leído en la biblioteca de la Universidad, en su paso por ella, el nombre no lo recordaba del todo pero estaba segura de que se trataba de la antigua Academia. No era la Academia en sí, sino las ruinas que se escondían cerca de unos jardines muy famosos -por lo que pudo confirmar luego de algunas preguntas por aquí y por allá- y que, aparentemente, ya todos habían olvidado y sólo accedían a él gracias a la guía rápida en Alejandría.

 

Los muros deteriorados del edificio invitaban a los visitantes a mantener la distancia, el ambiente no se prestaba a ser muy acogedor y la oscuridad que reinaba en ellos tampoco era una cálida señal. La guerrera sabía que el lugar llevaba se prestaba a confusiones entre sus pares, pues no entendían por qué esa repentina nostalgia hacia un lugar que, al fin y al cabo, jamás había sido su hogar. Pero no se trataba de eso, sino de que Runihura apreciaba el arte. Las ruinas eran parte de ello y del “homenaje” que quiso hacerle a esa Academia de la que sólo logró leer un par de líneas.

 

La uzza se había mantenido a la espera de uno de sus alumnos, la citó allí enviándole una lechuza con un aro de acero como traslador. Si bien el pacto con los británicos había quedado sin efecto, algunos de ellos (la mayoría, creía no equivocarse) habían accedido a continuar con las enseñanzas. Así que allí estaba, de pie en una de las columnas rotas de concreto; con la típica vestimenta de cuero de la que no se desprendía al momento de un duelo y el calzado particular, las sandalias que -como a ella le gustaba demoninar- de guerra, el cabello atado en una trenza. Su piel morena contrastaba un poco con las primeras luces del día.

 

― ¿Qué tal el viaje? ―saludó a la muchacha que acababa de llegar, mientras daba un salto y bajaba de la columna. La caída fue firme, un poco pesada para el corto tamaño de Runihura. Le mostró todos los dientes en una sonrisa que poco tenía de generosa.― El protocolo indica que debo presentarme ante un posible rival, mi nombre es Runihura. Verás que las clases son un poco menos tradicionales en este lado del… Eh… Del mundo. ―se encogió de hombros― Primero haremos la parte “práctica”, una pequeña muestra de tus habilidades con el libro. Me servirá para saber qué tanto has leído y a tí para corregir ‘posturas’, por decirlo así. ¿Lista?

 

La guerrera materializó la varita en la diestra y se preparó para la lucha.

 

― Sectusempra ―pronunció, y de su varita disparó un rayo escarlata directo a Valkyria. Siguió:― Aura de confusión… Aguamenti. ―típico, se dijo, al invocar la primer aura de la clase. Una que emanó de la varita de Runihura. Confundiría a la chica en sus próximos dos turnos y la obligaría a lanzar un Aguamenti como segundo ataque.

 

 

Off:

 

@ Bienvenida. Algunas pautas a tener en cuenta.

 

• No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece.
• Las Auras cuya duración sea de más de 3 turnos, serán de 2. Sólo por este duelo.
• Se entiende que, al ser el Libro de las Auras de hechizos grupales, por este duelo se permitirá en 1 vs 1.
• En el tercer turno, el alumno será atacado por un espectro a elección. Deberá defenderse.
• Duración del duelo: Del 04 de septiempre (inclusive) al 22 de septiembre, constando de, al menos, seis rondas.
• Nos guiaremos por las reglas de duelos existentes.
• Hechizos: Neutrales, Graduados, y los Libros de Hechizos hasta Auras. (Con especial hincapié en este último).
• Están prohibidos los Off. Consultas, dudas o sugerencias, al topic correspondiente.

[Valky]

Kaori M.

De forma descuidada, la pelinegra hacía girar sobre su mano el aro de metal que había recibido como confirmación de que había sido aceptada para cursar la clase del libro de las Auras. Desde que lo adquirió había estado leyendo el libro y usar las auras le generaba cierta emoción, era magia desconocida para ella, magia muy poderosa a la que sin duda quería tener acceso.

Lo que no le generaba emoción era precisamente el aro que tenía en su mano. A ella no le gustaba usar trasladores y al parecer al bebé que estaba esperando, le gustaban menos. Incluso había dejado de usar la aparición como medio para llegar de un lugar a otro, el malestar que le generaba hacerlo era horrible. > pensó dando un suspiro. Dejó el aró sobre la mesita de noche, cerró el libro y se acurrucó junto a su esposo.

Cuando la pareja de magos se inscribió a la clase, se imaginaron que serían como las anteriores. Jamás se imaginaron que la guerrera Uzza que sería su maestra, los llamaría de forma individual. En primera instancia ese detalle había creado un conflicto ya que su esposo había aumentado su nivel de sobreprotección desde que habían arreglado los malos entendidos que, durante varias semanas, los habían mantenido alejados. Luego de charlar sobre el tema por tercera vez Kaori, finalmente lo había convencido de dejarla ir.

La pelinegra no pudo dormir tanto como hubiera querido, las pesadillas nuevamente hicieron que se despertara muy temprano en la mañana, su corazón palpitaba con fuerza y su respiración era agitada, estaba asustada, los sueños eran muy reales. A su lado, Aries un dormía, intentando hacer el menor ruido posible se levantó y vistió.

No fue hasta que llegó a la cocina para preparar algo de desayunar, que se dio cuenta de la ropa que se había puesto. Unos shorts blancos y una blusa azul con finas rayas blancas que, a pesar de que le quedaba algo holgada, dejaba notar su pequeña pancita. Ya llevaba puesta la pulsera en donde, a modo de dije, llevaba siempre consigo cada uno de los amuletos y objetos que había ido adquiriendo con los otros libros.

Cuando el traslador empezó a vibrar y despedir aquella luz blanquecina, la pelinegra dio un suspiró y sin muchas ganas lo tocó. Cuando finalmente sus pies tocaron suelo firme lo agradeció infinitamente, se sentía mareada y estaba casi segura de que iba a vomitar, respiró profundamente decidida a no hacerlo.

—Horrible…—Respondió a la pregunta de la guerrera Uzza. Cuando levantó la mirada hacía la mujer, no pudo evitar sorprenderse, era más pequeña que ella y aparentaba tener quizá unos 15 años, aunque probablemente tendría muchos más. —Encantada de conocerla. Mi nombre es Kaori — dijo la bruja haciendo una leve inclinación.

A pesar de que parecía haber estado distraída, Delacour había observado todo a su alrededor. Se encontraba en las ruinas de algún edificio antiguo, aunque no lograba descifrar exactamente en donde estaba y en todo caso no importaba. Lo único que debía importarle era demostrar que se preparó para ese enfrentamiento. Con la varita ya lista en su mano, asintió con la cabeza en respuesta a la ultima pregunta de la joven.

—Protego —dijo. El efecto del hechizo protector fue inmediato y un escudo mágico absorbió por completo al rayo que la guerrera le había enviado. —Aguamenti — a pesar de que había estado pensando conjurar otro hechizo, sus labios pronunciaron uno completamente diferente > se dijo a si misma mientras el chorro de agua salía de su varita.

Había leído los hechizos del libro y todos eran para usarlos en algún enfrentamiento que se diera en forma grupal, repasó en su mente cada uno de ellos y decidió probar con el mismo que su maestra había empleado. —Aura de confusión…Flagrate— de la varita de la pelinegra salió una tenue neblina gris que aturdiría a Runihura, confundiéndole, obligándola a que usara aquel hechizo que ella sabía utilizar para hacer jugar a su gato Kai.

[Runihura]

Kaori, como se había presentado, tuvo buenos reflejos pese a que acababa de llegar y, según le había comentado, había tenido un viaje horrible. La vio parar el hechizo que le había lanzado y supo que era el momento de atacar otra vez, solo por sacar ventaja en caso de que las cosas se tornaran un poco distintas en el resto del duelo. Inhaló, apuntó y entonces, realizó un hechizo.

 

—Morphos.

 

La camisa de rayas de Kaori transfiguró, convirtiéndose en una avispa marina. El animal tocó su piel e inyectó su veneno en ella. Al instante, falleció por no tener las condiciones adecuadas para vivir y en su lugar quedó la misma camisa de rayas. Se deslizó al suelo, intacta, como si nada hubiera pasado. La guerrera le había quitado la posibilidad de realizar un hechizo en concreto sin necesidad de un Aura porque ahora, en el siguiente turno, Kaori tendría que curarse del veneno y caería en batalla.

 

Posteriormente, vio cómo el Aura que ella misma había lanzado tenía efecto. El chorrito de agua, por suerte, no había dado en la camisa de Kaori y ahora podría volver a ponérsela si la necesitaba. Lo que sinceramente no esperaba era que hiciera la misma Aura que ella. Sonrió con verdadera diversión y negó con la cabeza. Bien jugado.

 

—Flagrate —intentó decir otra cosa solo para que el hechizo hiciera de las suyas y una línea recta apareció entre las dos, un pequeño dibujo sin sentido que no le serviría de nada—. Muy bien, así se hace.

 

Relajó la postura, no sin perder la posición de duelo.

 

—¿Qué opinas de las Auras? ¿Hay alguna que te cree conflicto? Puedo ver que, en esencia, sabes lo que hacen y que las aplicado correctamente, pero no todas son iguales y sin duda son circunstanciales. Entonces, ¿qué opinas tras leer el libro?

[Valky]

Kaori M.

El agua aun no había empezado a salir de su varita cuando la blusa a rayas que llevaba puesta la pelinegra se transformo en una avispa marina que tan solo con rosar la blanca piel de la mujer, le inyectó su mortal veneno. El animal murió por la falta de oxigeno cayendo al suelo y al hacerlo volvió tomar la forma original, su blusa estaba a sus pies, aunque poco importaba, así como tampoco le importaba si el agua que salía en un chorro de su varita, la mojaba.

En la mente de la bruja tan solo estaba el hecho de que con cada latido de su corazón el veneno se iba esparciendo por su sangre y esté pronto llegaría a su bebé. Instintivamente llevó su mano a su vientre como si con ese acto pretendiera protegerlo. Bajó la mirada hacía su blusa con la intención de transformarla en un bezoar, son un movimiento de su varita dijo

—Morphos—el efecto del hechizo fue inmediato y la blusa se transformo en un bezoar del tamaño perfecto para que ella pudiera tragarlo. Apenas lo hizo empezó a sentir como los efectos del veneno de avispa marina empezaban a disiparse. Respiró aliviada pues eso significaba que de momento ella y su pequeño frejolito estaban bien. Quizá había sido una mala idea asistir a la clase en su estado.

No muy lejos de donde ella estaba la guerrera Uzza estaba siendo presa del aura de confusión que ella había enviado pues de su varita salía una línea de luz recta que de nada servía. > pensó en dirección de Runihura. La invocación de Kaori hizo que de su varita salieran disparadas una andanada de filamentos de fuego que tenían como objetivo incendiar la piel de la su maestra ocasionándole heridas sangrantes que tendrían que ser atendidas de inmediato.

—Me leí el libro y memorice cada una de ellas, aunque he de confesar que me hubiese gustado ver en acción el aura fantasmal. —respondió —Es una lastima que no sea un duelo grupal dado que las auras se aplican para favorecer, proteger o afectar a un grupo...aquí no creo que se las pueda ver en todo su esplendor —Comentó la mujer y luego añadió —Es más si entendí bien ya no podremos usar más ¿Entonces esta clase se convertirá en un duelo normal? — preguntó con genuina curiosidad.

[Runihura]

Runihura curvó sus labios en una sonrisa, aunque no le gustaran los poderes que tenían en Londres, admitía que, en muchas ocasiones, eran útiles y daban más alternativas de movimiento para las batallas. Por eso se había animado a lanzar sus primeros ataques de esa forma, haciendo uso de los hechizos a los que tan poca confianza les tenía. Además, era justo que se pusiera a tono con su alumna, no pretendía tener mayores ventajas; a pesar de que se moría de ganas de ello.

 

Cuando vio que Kaori transformaba la misma blusa que, minutos antes, había sido una avispa marina, se fijó en la parte baja de su vientre y frunció el ceño.

 

— Ignea —murmuró la guerrera mientras la chica se tragaba el bezoar.

 

Una lluvia de polen de lirios salió de la varita de la uzza que la roció por completo. De modo que, los posteriores filamentos de fuego que se dirigían hacia ella, enviados por Kaori, la rozaban y hacían pequeñas costillas. Nada de heridas, nada de quemaduras. Decidió que le gustaba ese hechizo, había sido muy oportuno el lanzárselo para evitar el fuego.

 

— Flagrate —hizo una mueca al notar que, tras haber intentado enviar una nueva ofensiva, la línea recta volvía a hacer de la suya— Creo que ese era el último. —dijo más para sí, que para la muchacha que tenía en frente.

 

Entonces la escuchó, con esa atención que le dedicaba a lo que le tenía verdadera curiosidad.

 

— Así es, a partir de ahora tendremos un duelo normal. Quizás hubiésemos pensado bien sobre qué Aura invocar. —se mostró pensativa unos segundos— Pero bueno, puedes acribillarme a preguntas de todos modos, estoy aquí para responderlas.

[Valky]

Kaori M.

Los efectos del veneno de la avispa marina habían desaparecido por completo de su sistema gracias al bezoar que había ingerido. En ningún momento había bajado la varita y aunque había enviado un ataque con unos filamentos de fuego, estos no habían ocasionado el daño esperado, de hecho, no habían hecho ningún daño, ya que la joven guerrera se protegió con una lluvia de ponen de lirios que la hicieron inmune a su ataque.

Si había entendió bien el efecto del aura que había enviado terminaría cuando la línea roja que en ese momento estaba saliendo de la varita de Runihura, se apagara. Repasó rápidamente una serie de hechizos que podría usar y tras decidirse por uno que le gustaba bastante dijo.

—Cinaede —el efecto de su hechizo seria inmediato y un veneno gaseoso invisible, mismo que era extraído de los pétalos de pensamiento, penetraría en las vías respiratorias de Runihura, cortándolas. Si la mujer no hacía nada para contrarrestar el veneno este pronto pasaría a la sangre y luego al sistema nervioso, pudiéndolo ocasionar la muerte.

Aun sin bajar la varita pensó > al rededor de ella se creó un cerco dorado de materia luminosa, indestructible e inmune a la magia. La criatura espectral que poco a poco se había acercado a la pelinegra fue absorbida por la protección que había creado Kaori y desapareció sin dejar rastro.

—Quizá si hubiera sabido que no podría usar más auras, hubiera escogido una diferente —respondió la pelinegra a lo que la joven guerrera le había dicho —pero bueno, ha sido interesante sentir y ver el efecto del aura de la confusión. —dijo sin bajar la varita pues a pesar de que la clase se había convertido en un duelo normal, aun podía salir lastimada.

—En el libro están explicados de manera muy clara el uso de las auras, la única pregunta que tenía era sobre la anulación y el tiempo en que hacían efecto, pero al verla usar el aura y posteriormente usarla yo, me ha quedado claro. —añadió la Delacour.

Editado 18 de Septiembre del 2019 por Valkyria Karkarov B.L

[Runihura]

<<Anapneo>>, recuperó el control en sus vías respiratorias y la sangre dejó de bullir en sus venas.

 

Si le dieran una moneda por cada vez que habían usado ese veneno en ella, quizás hubiese enviado más y mejores cosas a su pueblo. No negaba que le gustaba usarlo en los demás, pero siempre le caía como patada en el estómago cuando recibía una cucharada de su propia medicina. No era la primera vez, y tampoco sería la última, que la atacarían con el Cinaede. Y, a decir verdad, la sonrisa que se le dibujó en el rostro, era señal de que empezaba a disfrutar del encuentro con Kaori.

 

Fue entonces cuando vio a la criatura salir de las ruinas de aquella vieja Academia, una especie de espectro encapuchado, que iba al encuentro de su alumna. Ésta, con ágil reacción, se protegió con un cerco de materia luminosa, un Obsistens, que absorbió por completo a lo que estaba por atacarla y desapareció tras cumplir su cometido.

 

— Cinaede. —largó la guerrera con una nota divertida en la voz.

 

Si bien el veneno aún seguía en su sistema, no le impedía para nada atacar con lo mismo a Kaori. Así que el veneno que envolvió a su aprendiz, le penetró las vías respiratorias. Pronto estaría muerta, claro, si no hacía nada para cortar la toxicidad del gas.

 

— Tienes razón, el que desconozcas ese dato quizás fue culpa mía. Pero bueno, supongo que siempre se va aprendiendo sobre la marcha. —se encogió de hombros y le dedicó una sonrisa inocente.

[Valky]

Kaori M.

Tan pronto como el espectro fue absorbido por el cerco de materia luminosa, este desapareció al instante, sin dejar rastro alguno, como si jamás hubiese estado ahí. La pelinegra suspiró algo aliviada, aunque su alivió no duró mucho pues la guerrera Uzza no perdía el tiempo y la volvía a atacar > pensó tan pronto como la mujer termino de hablar.

Una hermosa y poderosa daga apareció en su mano, absorbiendo el ataque mágico y el cineade que Runihura le envió fue devuelto inmediatamente hacía la joven guerra. Ya en otras ocasiones había sentido los efectos de ese hechizo y la verdad es que no deseaba volver a sentirlos.

—Me acaba de surgir una duda con el aura de confusión —Dijo la pelinegra que sin bajar la varita y aun sosteniendo en su otra mano la daga —Ahora se uso el aura con la intención de hacerle gastar un hechizo al oponente. Si quisiera usarla para atacar ¿Podría hacerlo? Que se yo, ¿hacer que se lance a sí mismo un sectusempra o a algún otro mago que este en su mismo grupo? por decir un ejemplo —no tenía ni idea si aquello era posible, esperaba que sí, pues sería muy útil.

Luego de plantear la pregunta pensó >lanzo la arena que en sí era el resultado de los huesos cristalizados de un mago que ha muerto mediante fuego mágico, si el efecto del hechizo era el deseado Runihura quedaría ciega por un par de turnos.