Jump to content

Libro del Caos - Septiembre


Bakari
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Por un instante le había parecido ver cómo la ninfa se materializaba ante él y, al instante siguiente, ya no estaba. Su hechizo se había desvirtuado y Bakari supo que la bruja le había lanzado una Maldición. ¡Qué bueno hubiera sido poder contar con la presencia de aquella hermosa ninfa! ¡Lástima!

Mackenzie se había defendido muy bien de su ataque anterior. Pero intentaría ponerles las cosas difíciles.

- Rueda del Tiempo- Invocó a las fuerzas del Caos, tratando de ganar tiempo y volver a la acción anterior de su oponente. Si el Caos estaba de su parte, la Curación de Mackenzie quedaría anulada y la bruja se vería en serios aprietos.

 

Claro que también podía ocurrir lo contrario y así lo quiso el Caos. Las fuerzas del Caos se aliaron esta vez de parte de Mackenzie y los efectos de su Curación se potenciaron. Tanto como decir que se había librado de tener que curarse en la siguiente acción, pues ya estaba completamente reestablecida del ataque del Cinaede del Uzza.

 

- Flechas de Fuego - Pensó, haciendo que de su varita saliera disparada una andanada de flechas de fuego en dirección a Mackenzie.

 

Comenzó a farfullar en susurros, tratando de invocar a su maltrecha suerte. Conocía algunas palabras que harían que la suerte volviera a él. La gente a veces pensaba que estaba loco o senil, pero nadie conocía al Caos como él.

KrnKYo1.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Había tenido mucha suerte y el Caos le había favorecido cuando el Uzza invocó la Rueda del Tiempo. Con ello había provocado que su Curación fuera doblemente potenciada, por lo que Mackenzie estaba totalmente reestablecida del Cinaede y no necesitaría ningún episkey adicional.
Tratando de aprovechar aquella racha de buena suerte, decidió volver a invocar a las fuerzas del Caos.

- Rueda del Poder - Si tenía suerte, podría utilizar hechizos muy poderosos.

Más no la tuvo. De nuevo el Caos campaba por sus respetos y nada podía controlarlo, ni siquiera una buena racha de suerte. Ahora tendría que utilizar en aquel turno hechizos por debajo de su nivel. ¿Eso afectaba también a los hechizos del libro? La descripción de aquel poder del Caos no lo aclaraba. ¿Hasta que libro podía utilizar conjuros? Estaba claro que no podía utilizar hechizos del libro del Caos, pero ¿y del anterior?

Decidió no arriesgarse y probar a usar hechizos que claramente pudiera usar y no fueran a salir distorsionados o mermados.

- Flechas de Fuego - Invocó una andanada de filamentos de fuego, que salieron disparados de la varita de Mackenzie y no tardaron en impactar en el Guerrero Uzza, incendiándole la piel y produciéndole heridas sangrantes en el cuerpo. Necesitaría apagar esas llamas que le estaban quemando la piel de forma urgente, además de curarse las lesiones.

Justo en el instante en que sus flechas de fuego impactaban en el Uzza, vio cómo salía aquel mismo conjuro de la varita del Uzza hacia ella. Y al mismo tiempo sintió el impacto de un pino enano de 1 metro en el trasero. ¡Maldito troll!

- ¡Protego! -Exclamó. El escudo mágico le protegería del impacto de las Flechas de Fuego del Uzza y absorberían el hechizo. O con eso contaba.

yqvll1m.gifO3zbock.gif
firma
iRyEn.gif4ywIp1y.gifXuR0HEb.gifZmW4szS.gif
bfqucW5.gif
Come, my friends,
Tis not too late to seek a newer world.
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mackenzie estaba llevando bien el duelo y se defendía bien. Las flechas de fuego de Mackenzie, le quemaban la piel, pero él se había curtido en mil batallas y era fuerte, sabía cómo hacer frente al dolor. A pesar de que los filamentos de fuego habían ya incendiado su piel, decidió atacar antes de solucionar el problema del fuego. No le gustaba que sus alumnos se durmieran en los laureles, debían estar siempre sometidos a constantes retos.

 

- ¡Incarcerus! -Exclamó apuntando hacia Mackenzie y, al instante, tres gruesas cuerdas salieron dirigidas a ella, cada una con objetivo de atarla de modo que no pudiera hacer su siguiente ataque. Una de las cuerdas sujetaría sus manos en su espalda, otra sus tobillos para impedirle el equilibrio y hacerla caer al suelo y la última de las cuerdas iría a parar a su boca, para imposibilitar cualquier hechizo verbal que se le ocurriese. Y, efectivamente, así ocurrió.

 

Lanzado su ataque, decidió que era hora de apagar el fuego que le incendiaba la piel.

 

- Aguamenti - Pensó.

 

Un chorro de agua lo rocío con la suavidad suficiente para no alterar su equilibrio ni posición, pero con la cantidad suficiente de agua para apagar por completo las llamas. Ahora ya sólo restaba terminar de curarse las lesiones, que tampoco habían sido tantas.

 

Esta vez no había invocado a las fuerzas del Caos. Algo en el aire le decía que no habría sido un buen momento.

KrnKYo1.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mackenzie vio venir las tres cuerdas juntas hacia ella. Tenía la oportunidad de hacerlas desaparecer de una con un simple hechizo, de los primeros que había aprendido siendo todavía casi una niña. Pero estaba aprendiendo el Libro del Caos y aquel Libro bien valía la pena poner a prueba la suerte y jugársela. Quizás para comprender el Caos hubiera que sumergirse en él de cabeza.

 

Quizás fuera un momento de locura pasajera o quizás simplemente fuera el deseo de experimentar en plenitud el Caos. Vio el brillo en los ojos del Uzza y supo que intuía cuál iba a ser su decisión.

 

- Señor del Caos. -Dijo, apuntando con la varita al Guerrero Uzza que sonrió complacido y Mackenzie supo que, efectivamente, había sabido de antemano que la bruja se la jugaría y dejaría que le impactaran las cuerdas.

 

Una de las cuerdas sujetó sus manos en su espalda, aunque por algún motivo, quedó algo suelta. Otra ató sus tobillos, pero Mackenzie no llegó a caer al suelo y la última de las cuerdas impactó en su boca, de modo que no podía pronunciar hechizos que requiriesen voz. Mackenzie contuvo la respiración mientras veía aparecer ante ella a la Criatura del Caos que había invocado y sus ojos se abrieron como platos cuando el mismísimo Señor del Caos apareció frente a ella. Era imponente. Medía más del doble de su estatura y su cabeza no tenía la forma de una cabeza humana, sino más bien representaba un patrón caótico de líneas y símbolos en un rostro ovalado y sin ojos. Muy representativo que el caos no tuviera ojos, sin duda alguna. Sobre su cresta lucían dos cuernos y, a su espalda, se erigían dos enormes alas negras. La bruja sabía por el libro que era una entidad demoníaca, caprichosa y egocéntrica.

 

Y, de pronto, sus cuerdas desparecieron y el troll que iba a lanzarle otro porrazo, en aquel preciso momento, también se desvaneció, como si nunca hubiera estado allí.

 

Alividada, Mackenzie aprovechó la situación sin perder un instante. A saber lo que podía ocurrir con aquella criatura demoníaca controlando el Caos.

 

- Cinaede. -Dijo, apuntando al Guerrero Uzza.

yqvll1m.gifO3zbock.gif
firma
iRyEn.gif4ywIp1y.gifXuR0HEb.gifZmW4szS.gif
bfqucW5.gif
Come, my friends,
Tis not too late to seek a newer world.
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.