Los desplazados

[Matt Blackner]

Potter Black. Con @Xell Vladimir, @@Hayame Snape Potter Black, Sagitas y mi hija

 

Miré con una media sonrisa a Xell, que de momento parecía haber logrado qeu Elentari dejara de llorar tanto. De aquel ensimismamiento me sacó Hayame, con un grito acusador por haberlas dejado solas en el trabajo las últimas semanas. De pronto me sonrojé, agachando la cabeza. Era verdad que las había dejado solas en la oficina, pero...

- Yo, bueno....ella me necesitaba aquí más que vosotras. - dije, señalando con la cabeza el bultito que la rubia sostenía en brazos.

 

Pero Hayame dejó caer qeu existían ciertos problemas con italia desde que yo había estado ausente, cosa que me puso alerta. Problemas internacionales eran lo último que necesitábamos en aquel clima de calma tensa entre guerras. Y menos aun, iba a llevarme a mi hija a un lugar asi.

 

- Dime, que ha pasado. - si estaba de mal humor, o tenía sueño, me despejé de repente y me crucé de brazos, poniendo atención a lo que tenía que contarme.

- Y no, si se trata de problemas no voy a llevarme a Elentari de viaje.

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja cerró los ojos y emitió un suspiro profundo al escuchar las palabras de quien era el Director del Departamento de Accidentes y asintió un par de veces

Sabía que de todas maneras en algún momento tenía que contarle pero la memoria de lo que había pasado todavía la estaba torturando y le estaba costando ponerle palabras a lo sucedido; sacó la varita e hizo un par de movimientos para en aquellos momentos, cambiar su pijama por sus ropas normales con las que ya todo el mundo estaba acostumbrada a verla, afortunadamente, cambiarse mágicamente no provocaba estarse desvistiendo y vistiendo de nuevo

Nunca haría ese tipo de cosas enfrente de personas desconocidas y además, si tenían que moverse rápido aquello siempre era lo mejor

Levantó la mirada con seriedad y observó a Matt, imaginándose que obviamente no iba a querer involucrar a su niña recién nacida en aquellos problemas; no lo culpaba, de hecho ella no quería llevar a Lisette pero al mismo tiempo sentía que la ayudaría con el trauma que había sufrido durante aquella misión a la que la había mandado

-Unos sujetos en italia proporcionaron una pócima con la que envenenaban y adormecían a los funcionarios del ministerio, para hacerlos blancos fáciles para... ciertas criaturas, que despedazaron a varios empleados hace unos pocos meses -hizo una mueca y desvió la mirada hacia otra dirección -envié a Lisette a investigar y desgraciadamente, la persona con la que la mandé era un traidor que la metió a ella y a nosotros en algunos problemas bastante graves...

[Lisette Ryddleturn]

La bruja se había retirado momentos antes para poder hacer sus propias maletas con lo que llevaría en aquel viaje a donde habían invitado a toda la familia, ni idea de porqué

Por su mente pasaban los escenarios y todos los momentos del ataque que había recibido cuando estuviera en aquella misión en italia y por unos momentos pareció quedarse congelada en su lugar

Apretó las manos cerradas por encima de la maleta abierta y comenzó a tener un pequeño ataque de pánico mientras que respiraba profundo e intentaba controlar los miedos que en esos momentos la cruzaban

Estaba segura de que podía con ellos, ella podía enfrentar todos sus miedos y todo lo que sentía en aquellos momentos pero su cerebro parecía querer traicionarla a cada rato

"Yo puedo con esto, yo puedo con esto... él nunca va a vencerme"

Se dijo a si misma mentalmente y por unos momentos se puso a golpear la ropa que había metido de un intento ordenado en el interior de la maleta hasta que los brazos le dolieron fuertemente

Hubiera usado la varita de no ser porque realmente no quería quemar su roma y entonces no tener nada que llevarse a aquel viaje y tomó aire otra vez antes de cerrar la maleta

Agitó la varita e hizo pequeña la maleta hasta que se la pudo meter en uno de los bolsillos de su falda y entonces, se dirigió de regreso a la habitación en donde estaba Sagitas

-Yo estoy lista

Le avisó a la familia pero entonces vió que Hayame hablaba en esos momentos con... el jefe de Accidentes. Y justamente acerca del evento que le había ocurrido durante su misión en Italia

Se ruborizó con fuerza, nunca se había sentido más culpable que en aquellos momentos

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame miró de reojo a la chica que acababa de llegar a la habitación y se quedó en silencio por algunos momentos, ya que era un asunto delicado para la pobre de Lisette obviamente; se colocó el puño cerrado por delante de la boca y comenzó a carraspear un poco por la tensión en el ambiente, antes de continuar contándole a Matt lo que había ocurrido durante aquella importante misión, en el tiempo en que el departamento no tenía a su lider

-Realmente parecía que uno de los países enemigos de Inglaterra se había emocionado con el hecho de intentar aniquilar a tantos miembros del ministerio como pudieran, así que estaban aprovechando cualquier movimiento nuestro para tomarlo a su favor

Le decía a su sobrino

-Así que Lisette también quería probarse en su primera misión en solitario... y cuando el enemigo se adelantó en recibirla, aunque era un traidor de entre nuestras filas, la hizo quedar como si ella, como parte de nuestro país hubiera ido a atacar a los italianos y a aprovecharse de su gente, utilizandola para experimentar venenos en ancianos y huérfanos, así que te imaginarás como está su imagen en estos momentos ante los italianos

Comentó por lo bajo

-Aunque igual vamos al viaje y la podemos ocultar magicamente o siempre alegar que se trataba de un impostor utilizando quizás un poco de poción multijugos...

[Sagitas E. Potter Blue]

Rumbo a Italia:

 

La niña dejó de llorar en cuanto estuvo en los brazos de Xell. Si ya digo yo que esta chiquilla es un ángel de buena, aunque me tiene las hormonas retorcidas y todos le andamos buscando novio pero bueno, espero que Artagracia no se le peque nada de eso. Hice monerías con las manos en la carita de mi nieta, aunque más era un reclamo de "jole, déjamela a mí que tú la llevas cogida un buen rato", pero ni caso. Bufé un poquito, sólo un poquito, para no despertarla.

 

-- Elementari es un nombre muy fea, se queda con Artagracia que para eso soy su abuela y aún no la habéis registrado en el Censo de Familia. -- Sonrisa número 1 a Matt. -- Si Heliké duerme, no hace falta que la despiertes. Nos vamos sin ella. -- Sonrisa número 2. -- Aún está descansando del parto . -- (¿cuánto había pasado ya? ¿Una semana, un mes...? ¿Tres meses...? Es que el tiempo pasa volando. Sonrisa número 3. -- Las recién paridas necesitan mucho tiempo de relax.

 

No soy mala con mi nuera pero bueno, que si se quedaba en casa no me importaba.

 

-- Nos vamos a Italia a... no me acuerdo. Ah, sí, llamada de emergencia de Lucrezia por algo de unas sirenas. Y nos paga el viaje, así que no tenemos manera de decir que no. Y puedes llevarte tranquilamente a ... -- Sonrisa número 4. -- Artagracia al viaje, que los problemas estarán en el agua, no en la tierra, así que tú vas, descansas en un spa de la costa mientras la abuelita nada con los habitantes del mar. Sabes que eso me encanta.

 

Pero la información de Hayame me pilló desprevenida.

 

-- ¿Cómo qué lo cuálo con Lissette? ¿Estás bien, querida? Bueno, me lo contáis en el avión, que nos vamos pá Italia. ¿Ya estás lista? Yo también -- lógicamente, iba con lo puesto y ya me iría de compras en alguna boutique de Siracusa. Tienen cosas muy lindas por allá.

 

Harpo me hizo señas desde lejos y supe que estaba todo listo. Maletas dentro del bus, billetes de avión, etc. Si es que tengo un elfo muy listo y práctico.

 

-- Bueno, pues al Autobús de la Agencia, quien no se suba, pierde el vuelo. Harpo, mándale una lechuza a Lucrezia para que sepa en qué vuelo llegamos. Hum... ¿Llegaremos antes que el animalito? Venga, todos dentro que nos vamos de una vez.

[Hayame Snape Potter Black]

De Camino

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Era bastante extraño estar subida en aquel autobús que los llevaría a un aeropuerto rumbo a Italia, aquella tierra con la que habían tenido tantos problemas mientras que Matt no hubiera estado; la bruja había apoyado el codo en el borde de la ventana y la barbilla en la palma de la mano, intentando olvidar su propio reflejo en el cristal para ver el exterior mientras que se imaginaba todos los aviones que verían aparcados en la pista de aterrizaje muggle, tratando de averiguar cuál montaría toda la familia

Era bueno ver que Lisette se había animado finalmente a hacer aquel viaje a pesar de sus temores por lo que le había ocurrido pero en cierta manera pensaba también que tenía que ver con el hecho de que iba toda la familia en ese momento; mientras más fueran y mientras más familia viajase hacia aquel sitio, mas a salvo estaría la rubia y mucho menos tendría que preocuparse acerca de si la secuestrarían o si algo malo le sucedería, porque siempre estaria rodeada por ellos

No iba a estar en peligro constante como si estuviera tomando otra vez una misión por ella misma

-Sagitas... exactamente qué está sucediendo con las sirenas en italia? -preguntó finalmente la vampiro enderezándose en su asiento del autobús para voltearse a ver a su hermana con expresión seria pero curiosa -porque no estamos yendo volando en escoba o por medio de traslador, que sería más inmediato? Y que extraño que Lucrezia haya hecho una invitación así con todo y los pagos, no te parece sospechoso?

Editado 6 de Noviembre del 2019 por Hayame Snape Potter Black

[Ashley Peverell]

La preciosa rubia llegó en aquellos momentos a la habitación de su hermana mayor dejando escapar un enorme pero educado y encantador bostezo mientras que se cubría los pequeños labios con una de sus manos blancas y diminutas, similares a las de las muñecas de porcelana debido a que había estado durmiendo profundamente en una de las habitaciones, desde que se hubiera enfermado había tomado la costumbre de irse a la casa de sus hermanas según ellas estuvieran cerca porque de esa manera sabía que si sucedía algo malo al menos habría alguien que podría ayudarla para que pudiera ser atendida, así que en aquella ocasión habían terminado en casa de Sagitas y entonces había escuchado los gritos de esta por lo que había acudido a su habitación para atender a aquel llamado aunque siendo sinceras a ella no le gustaban mucho los gritos a menos que los diera ella misma en situaciones excepcionales y aquella parecía que lo era al menos para la Potter Blue que lucía verdaderamente molesta.

-Yo también quiero saber ¿hay algún motivo por el cuál se haya invitado a toda la familia completa para atender un asunto relativo a las sirenas cuando lo normal sería que llamaran al Departamento de Criaturas?

Preguntó la hermosa niña de cabellos dorados y entonces vió que su sobrino y director de departamento también se encontraba en aquellos momentos en la habitación, tenía mucho tiempo sin verlo y se dió cuenta de los motivos cuando observó como había llevado una bebita pequeña en brazos y luego la entregaba a otra persona para que se tranquilizara, parecía que repentinamente todos en la familia querían tener bebitos.

-Hola Matt

[Hayame Snape Potter Black]

Sobre el autobús

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La bruja se tensó por unos segundos, teniendo el presentimiento de que algo había ocurrido en la casa de su hermana y que por algún motivo, estaban dejando algo muy importante atrás de lo que no se habían percatado; sus párpados bajaron hasta formar un par de medias lunas y un tic se mostró sobre una de sus cejas

Era como saber que muy pronto alguien iba a golpearle severamente por algún motivo aunque ella estaba segura de que por cualquier cosa que hubiera pasado, esta vez no era su culpa

-Oye... dime, dejamos alguna nota para las personas que pudieran haber llegado muy tarde a tu llamado y sepan donde encontrarnos?

Por unos momentos se aferró al autobús olvidándosele que se trataba del medio de transporte del negocio de su hermana y no tenía nada que ver con el autobús noctámbulo que utilizaban de normal todos los magos; eso significaba por supuesto que no debería de haber saltos bruscos ni golpeteos en todas direcciones aunque también conociendo al tipo de trabajadores que contrataba su hermana tampoco le sorprendería que alguno estuviese lo suficientemente loco

-Tengo esta sensación de ataque de ansiedad mujer, siendo que nos estamos encaminando a algo que no estamos previendo y que nos va a ir demasiado mal -musitó y se abrazó las rodillas sobre el asiento del autobús

[Lisette Ryddleturn]

Lisette estaba muerta de nervios y solo atinaba a frotarse las manos una y otra vez mientras veía a los demás pasajeros del autobús por sobre el hombro

De vez en vez separaba los labios para decir algo pero entonces se arrepentía y nuevamente veía el suelo, colocándose las manos entre las rodillas y la tela del vestido

Cómo decirles que en esos momentos se sentía aterrada?

Aunque le entusiasmaba un poco la idea de ver sirenas y estudiarlas de todas maneras sentía que había algo de muy mala idea en toda aquella situación y no veía como saldrían de eso

Al igual que el resto de los miembros de la familia o al menos, aquellos que no tenían la seguridad de Sagitas sentían que todo aquel asunto era una trampa muy grande

Y dudaba mucho que la persona que había hecho la invitación a aquel viaje y que estaba pagando todos los boletos al pleno supiera cuantas personas se le iban a aparecer

-Disculpa Sagitas... tu relación con esta persona... podrías decirme quién es?

Preguntó con toda la educación que podía

[Melrose Moody]

Rowena

 

La risa que brota de sus labios es animosa y auténtica. Nadie suele reír como ella lo hace y Boris lo sabe muy bien. Es gracioso, porque ésta no provoca sonido alguno, solo un grupo de burbujas. Mientras tanto, los cuernos se han acallado. La guarida de los retrasados está cerrada a cal y canto, dando el aspecto de un volcán submarino, donde antes había habido un complejo de cavernas. Boris se pregunta cómo es posible que eso suceda si las sirenas no tienen varita pero Rowena no se cuestiona nada de eso. Gracias a que se encuentran bajo el agua, Boris es capaz de ver la ejecución de sus movimientos en cámara lenta. Cuando se lanza hacia ella, lsoltando un hilillo de burbujas en el camino para intentar detenerla, es muy tarde. De su varita sale un rayo dorado que estalla contra las defensas compactas. Rowena sale despedida junto con él hacia atrás, mientras Angel convoca un intrincado conjuro que funciona al hacerlos rebotar de nuevo como si hubieran ido a parar hacia una pared elástica.

 

La bruja esta fuera de sí. Cuando vuelve a alzar la varita, Boris no la detiene si no que se aparta de su rango de acción. La montaña entera parece temblar y pronto, los ecos de algo similar a gritos se pueden oír a la perfección. Ha derrumbado las defensas y un hilillo de sangre se escapa de una fea herida que tiene en la cabeza. El esfuerzo parece haberla drenado pero eso no impide que se desplace hacia adelante. Un mago normal estaría como mínimo con ánimos de descansar pero eso no sucede con ella. Es sencillamente, un monstruo, un tanque de energía mágica. Su rostro promete venganza.

 

Andrei se queda esperando a retaguardia y ella, Boris y Angel se adentran en los cavernosos espacios utilizando hechizos de orientación. Van matando sirenas a su paso pero de todas formas no parecen haber muchas, lo que no debería ser posible a menos que esos bastardos estuvieran dispuestos a traicionarlos desde el inicio y hubiesen emprendido la huida con ancitipación ¿cómo se habían atrevido...?

 

Otro par de esos asquerosos infrahumanos muere en sus manos antes de que alcancen la sala principal. En ella, los ojos de Rowena distinguen un trozo de cabello humano huyendo en la dirección opuesta. Se lanza sobre ellos pero ve enseguida como una muralla de hielo le cierra el paso, impidiendo que sea del todo imposible seguirlos. Rowena se vuelve a ver con ojos atónitos al que fuera el líder de esa comunidad infame.

 

No importa de todas formas. Boris no es capaz de detenerla, aunque lo intenta sin éxito, cuando pasando por encima de éste, ella lanza la maldición asesina. La criatura abre los ojos de forma desmesurada y se queda quieta, inmóvil. Así, el muro de hielo se disuelve. Rowena se va enseguida por uno de los túneles en persecusión de quienes sin duda podrán darle mejores respuestas que esos animales. Sabe por qué quiso detenerla Boris, porque de seguro pensaba en un posible interrogatorio pero Rowena es de otra opinión: habían magos allí. En ellos deben buscar respuestas y para eso, debe encontrarlos.

 

Melrose Moody

 

Mel no tiene tiempo de explicar. Señala hacia el jefe, que da una cabezada resignado y luego se vuelve hacia Eileen y el muchacho que la acompaña. Los insta a dirigirse al otro lado de la sala en cuanto siente los estremecimientos pero éstos se niegan a moverse a menos que les explique la situación, por lo que intenta hacerlo, escribiendo de forma casi frenética a la mayor velocidad que puede: que los búlgaros habían llegado antes que ellos, que habían intentado negociar con las sirenas. Ellas habían huido de sus territorios originales para no tener que implicarse en las guerras de los magos pero nada de eso había importado: los habían seguido igual, intimidado y ese era el día en el que esperaban una respuesta definitiva. Que, por una razón que Melrose desconocía, ya que el jefe había ordenado a la sirena que se aproximara a los búlgaros en las costas para decirles que los ayudarían, no había llegado hasta ellos. Estarían furiosos y de seguro, tendrían órdenes de exterminar a su paso. Mel había conseguido espiarlos un tiempo, antes de que la encontraran y la encerraran en esa burbuja. Así se había enterado de todo.

 

Una vez fue capaz de dejar en claro por qué era imperativo que se fueran de allí, borró las letras que había trazado en el aire con un único movimiento exasperado -de lo lento que era- y se volvió hacia el otro lado de la caverna. Sentía preocupación por el jefe de las sirenas pero también un sentimiento contradictorio, porque él había decidido apoyar a los búlgaros en su masacre con tal de que no los tocaran a ellos, solo que la entrega del mensaje había salido mal. Mel todavía no entendía cómo.

 

Entonces, una muralla de hielo se alzó tras ellos y ya no tuvo forma de preguntárselo tampoco. Solo siguió a través de los recovecos, intentando encontrar la salida con la luz en la punta de su varita como única guía, sabiendo que tenían que huir de una posible persecusión...

 

@@Syrius McGonagall @