Mundos paralelos

[Jeremy Triviani]

Mientras Xena se tomaba el tiempo para responder donde quedaba el bar, Jeremya se concentro en Tauroboys que le decía que quería tener hijos con ella. Abrió grande los ojos de la emoción y sintió que su corazón estallaba de tanto amor. Empezó a soñar despierta ahí mismo. Mientras les sonreía a todos de forma normal, su mente estaba con Tauroboy criando a sus hijos en medio de una granja con una casita de madera, un caminito de flores en varios colores y con juguetes de niños desperdigados por todo el césped bien recortado.

 

Tendrían un niño con cabellos dorados y la niña de cabellos azules. Varios animales para que pudieran jugar y seguro que mucho mas niños en camino. La emoción empezó a desbordar a Jeremya que pronto empezó a llorar compungida. Estaba tan emocionada. Nunca le habían propuesto nada tan bonito en toda su vida. Se sentía amada por primera vez. ¿Como se le había ocurrido destrozar todo eso y volver a donde todo comenzó? ¿Estaba loca?

 

-¡¡Noo!! No vayamos, quedemosnos aquí -Dijo en un ataque de crisis existencial.

[Hayame Snape Potter Black]

Sitio Entre Mundos (???)

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El hombre de cabellos largos y rojos miraba con paciencia a la mujer blanca y de cabello negro que parecía haber comenzado a destrozar todo el sitio (o los pocos muebles a los que accesaba) en su intento de encontrar una salida de aquel mundo; Hayame sabía que debía de ser paciente porque el golpe de cambiod e hormonas debía de ser demasiado pesado, en especial para un homúnculo como él (ahora ella) que apenas y se estaba acostumbrando a un cuerpo de carne y no de pintura

-Incluso si este no es nuestro hogar, seguramente algo nos lo va a cobrar y dado que no sé si mi cuenta también se haya clonado a este sitio...

Comenzó a advertir para luego, percibir la furibunda mirada de la mujer de ojos negros

-Vale, muy bien, he pillado -musitó y miró en otra dirección para luego enderezarse del muro donde se había recargado y comenzar a caminar hasta una de las ventanas menos destrozadas, asomándose al exterior -no ví a nadie de las otras personas que hayan pasado también, qué crees que haya sucedido con ellos?

[Zoella Triviani]

Sintió el regaño propinada por su hermana y no pudo contener una sonrisa en su dirección, la Triviani no dejaba de ser igual de preocupada por él en este espacio paralelo Cruzó sus brazos y le lanzó una sonrisa enternecida, queriendo apretujar aquel pequeño cuerpo entre sus brazos. Sin embargo, la acción de la Triviani no le pasó desapercibido, observó como lograba entrelazar aquella mano con Tauroboy y sintió su sangre hervir ¿Como se atrevía siquiera a hacerlo frente a él? A sabiendas de lo que su corazón a expresado en el mundo de donde venían y como ahora, aquí, se olvidaba se vida original.

 

Su ceño se frunció y mirada fue cruda y mortal hacia el peliazul. Sintió la vena de su sien palpitar de enojo y sus colmillos amenazaron con aparecer. Escuchó las palabras del mago y sintió como su alma se esfumaba para luego volver en si ¿Hijos? No, se negaba rotundamente a siquiera dejar a su hermana en las manos de aquel mago.

 

A pasos acrecentados se acercó a ambos y tomó a su hermana de la mano, mientras con la otra soltaba la que estaba entrelazada con e mago, colocando el pequeño cuerpo de la rubia a sus espaldas - No - soltó rotundamente - Nada de hijos con ella, aún es muy joven y ni siquiera yo te conozco como para autorizar tal cosa - vociferé mientras comenzaba a caminar sosteniendo a Jeremaya fuerte de su mano - Nos vamos ya en dirección del recinto ese. Y deja de llorar, lo hago por tu bien, él no te conviene - solté, sin detener mi paso y llevándome a la bruja conmigo, sin siquiera esperar a los otros.

[Hayame Snape Potter Black]

Sitio entre Mundos

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Aquella mujer de cabellos negros repentinamente se había quedado completamente silenciosa, dejando al vampiro pelirrojo observándole con gesto pensativo y una gran seriedad; lo que fuera que les hubiera pasado tenían que atenderlo pronto puesto que ninguno de ellos deseaba en aquellos momentos quedarse para siempre en aquel mundo y mucho menos con aquel repentino cambio de cuerpos que ya era bastante molesto para los dos

Hayame sonrió levemente de lado, tan solo imaginándose lo fastidioso que les iba a ser a los dos como a alguno de ellos le comenzase a dar el llamado de la naturaleza

-Por Merlín, ni siquiera lo pienses!

Sisseó la mujer de cabellos negros mirándo al vampiro de reojo con tanto odio que pareció casi que terinaría por fundir las paredes

-Vale, vale, no pensaré en cosas raras por muy graciosas que sean -respondió el Snape con los ojos cerrados y moviendo un poco las manos sin dejar de sonreír antes de ver la espalda de aquella mujer -entonces... algún plan de salida?... alguna idea de porqué no hemos visto a otras personas?... quizás al momento de pasar a este universo las memorias de la mayoría se pierden...

[Tauro M.]

Tauroboy se apresuró a abrazar a Jeremya, no soportaba verla llorar aunque sabía que esas eran lágrimas de felicidad. De pronto estalló en crisis, algo muy normal en ella y de las cosas que más le atraían al peli-azul. Ahora se sentía como una horrible persona, allí lo tenían todo, podían estar juntos y cumplir todos sus sueños, ¿por qué había sido tan tonto en hacer una sugerencia así? No, él quería estar con ella para siempre y estuvo a punto de decirle que tenía razón, que se quedarían a vivir allí para siempre, pero escuchó el llanto de un bebé que le recordó la terrible realidad que les esperaba sino salían de allí.

 

-- Si nos quedamos --empezó a decir, con esos ojos que parecían el mar --puede que no tengamos nada de lo que planeamos, porque vamos a terminar igual que el resto y al final no estaremos juntos, pero si salimos tendríamos una posibilidad --le aseguró, tomando sus manos para apretarlas suavemente mientras las apoyaba en su pecho.

 

Pero entonces su ilusión y su momento de ensueño se vio roto por la intromisión de ese tal Zoel. Lo sabía, desde el primer momento supo que él solo daría problemas. ¿Por qué había aparecido ahora? No, Jeremya no podía creer ninguna de sus palabras, su amor era más grande que todos y que todo. La apartó de su lado y Tauroboy sintió que un pedazo le había sido arrancado.

 

-- No, nos vamos juntos --dijo con su voz de machote, rehusándose a que se la llevara de su lado y la tomó de la otra mano. No quería armar un espectáculo pero si le tocaba pelear por ella lo haría, no le importaba caerse a puñetazos con quién tuviera que hacerlo, aunque ese fuera su hermano.

 

El grupo llegó al bar acompañado del drama del camino, al llegar Tauroboy pidió el trago más fuerte que le ayudaría a mantenerse controlado, pero entonces se desquitó con el que atendía tomándolo del cuello.

 

-- Tú sabes qué pasa aquí.Dímelo ahora --lo amenazó.

[Hayame Snape Potter Black]

Sitio entre Mundos

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La mujer de cabello negro seguía rumiando por lo que había pasado y el ahora vampiro decidió no molestarla más por el momento; igual y lo mejor para ella sería quedarse a salvo en aquel sitio mientras que él se iba a explorar un poco y a investigar si había alguna manera de salir de aquel problema

-Iré por unas pocas provisiones, vuelvo enseguida

Le dijo con suavidad a la bruja pero esta tan solo hizo un ruido y Hayame, ahora hombre sacudió la cabeza y salió de aquel sitio

No entendía cómo era que habían llegado a aquel lugar que definitivamente no veía como una situación positiva en las vidas de ellos pero sin embargo se vió forzado a reír cansinamente; no podía decir que los habían engañado en el folleto, realmente, aquello cambiaba la vida de forma completa pero solo esperaba que alguno de sus otros compañeros en el departamento de Accidentes notara algún folleto entregado a las familias y pudieran investigar aquello sin meterse en ese lio

Porque al menos, de algo estaba seguro: eso calificaba como Magia Indebida

Editado 16 de Diciembre del 2019 por Hayame Snape Potter Black

[Jeremy Triviani]

La sinceridad del peliturqueza con respecto al tiempo que les quedaba, causo una tremenda impresión en Jeremya. Mas que nada sus profundos ojos azules con lagrimas contenidas por el miedo a perderla, casi le hace perder la razón. ¡¡No iba a permitir que eso pasara!! No podría soportar un mundo sin él. Se contuvo las ganas de llorar para mirar con fiereza a Zoel que la estaba arrastrando lejos de su amado.

 

-¿Quien te crees que eres? -Le grito dandole un golpe con la palma abierta sobre el musculoso brazo que la agarraba - ¡Sueltame! ¡Bastardo! ¡Estamos por volvernos bebes!

 

Se notaba que en la cabezota parca, pelada y sin dos gramos de cerebro, no entraba el gran problema en el que estaban. ¿Acaso no sentía que estaban al borde de defecar sobre una tela y babearse porque si?

 

-No entiendes nada, Zoel, me lastimas -Dijo llorando por la brutalidad de su hermano. Mientras sentía que Tauroboy la agarraba de la otra mano e iban al bar donde todo había comenzado. Llorò todo el camino, cuidando de que el maquillaje no se corriera de su lugar. La magia hacia maravillas con la impermeabilizacion en las pestañas.

 

Al llegar su novio pidió una bebida fuerte, mientras ella se secaba las lagrimas y buscaba una silla para sentarse. No pudo hacerlo, Tauroboy estaba por matar a un empleado.

 

-¡Déjalo! No sabe nada -Le grito tocando sus musculosos pectorales en el apuro por separarlo. Aunque la cara del empleado era sospechosa, asi que lo miro de reojo - No sabes nada ¿verdad?

 

 

@@Tauro M. @@Zoella Triviani

[Tauro M.]

Tauroboy por poco le partía la cara a ese de no ser por la intervención de Jeremya, quién era como la dulce melodia que lograba calmar a su bestia, aunque al mismo tiempo despertaba a otra. Sin embargo no lo soltó de inmediato, sino que aflojó el agarre sin quitarle la vista de encima. Jeremya era tan pura y tan inocente que no comprendía que el único modo en que el tipo iba a hablar era si lo obligaban, pero no quería romperle el corazón y hacerle sentir que no la estaba escuchando, así que simplemente lo amenazó con la varita.

 

-- Eres todo lo perfecto que tiene este mundo y solo por ese simple hecho no me arrepiento de haber llegado hasta aquí --dijo cargado de sinceridad en sus ojos -- Y eres también lo más puro, pero créeme que él no tiene buenas intenciones y sabe más que cualquiera de nosotros. No quiero que me veas así, me da verguenza contigo, pero lo tengo que hacer por nosotros. ¿Lo entiendes, verdad? --y en medio de su discurso fue incrustando la varita en las costillas del hombre, para que supiera que no se iba a poder ir a ningún lado.

 

-- Ahora no le hagas más daño a esta dama y dime de una buena vez lo que sabes, se lo debes porque te ha salvado la vida --rugió con furia y era así, porque de no ser por la hermosa rubia ya él hubiese dejado que su macho peludo se apoderara de él y habría resuelto todo como los hombres solían hacerlo, a los golpes y sin arrepentimiento.

 

@@Jeremy Triviani

Editado 20 de Diciembre del 2019 por Tauro M.

[Zoella Triviani]

E calvo reviró los ojos en cuanto sintió al peliazul jalonear de su hermana. Exasperado solo soltó su agarre y se encaminó al bar donde había perdido el conocimiento. Tauroboy pidió un trago pero en vez de tomarlo, solo amenazó al barman. El Triviani pasó una mano exasperado por su rostro mientras escuchaba a la rubia calmar al exasperado hombre.

 

Se acercó a donde el par solo lanzaba cursilerías y sacó su varita mientras el peliazul solo lo amenazaba - Dejense de palabritas baratas - soltó, tomando al hombre por el cuello y jalandolo sobre la barra, tumbando al suelo los vasos que ahí descansaban - Menos movimiento de mandíbula y más acción - soltó, mirando amenazante al hombre que coqueteaba con su hermana. Tomó al mago con ambas manos de su camisa y estampó su cuerpo violentamente contra la barra - Entonces bastardo, sabes o no sabes nada. Que por tu temerosa expresión diría que sí - soltó a escasos centímetros de su rostro, mirando amenazadoramente y manteniendo su mandíbula apretada.

 

A su costado no escuchaba lo que Tauroboy y Jeremaya decían, ya que solo pudo darles la espalda hecho una furia y llevarse arrastras al barman consigo.

[Hayame Snape Potter Black]

Sitio entre Mundos

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La mujer de cabello negro se colocó nuevamente la capucha sobre la cabeza mientras que veía al vampiro pelirrojo que salía de aquel lugar para buscar algo que pudieran necesitar; ella ya había sentido que era una idea terrible el salir de casa para llegar a aquel lugar, todo por seguir a esos raros religiosos mágicos que daban panfletos y les pedían ir a ver como cambiaban sus vidas

Cambiar vidas, sí claro, lo único que había conseguido era una terrible incomodidad por perder lo que lo hacía él y comenzar a tener esas etrañas sensaciones de madre que se preocupaba por el bebé que habían dejado en casa; no dejaba de darle vueltas al hecho de que justamente tenían poco tiempo de haber recuperado a su hijo mayor y ahora estaban los dos niños solos en casa

Cómo estarían?

Peor aún, y si se volvían a llevar a los niños? emitió un gruñido enojado y sacó la varita, empezando a buscar algún rastro de magia en aquel sitio, esperando ver si notaba algo. Tal vez debía de haber ido con el vampiro pelirrojo a la calle en lugar de quedarse atrás