Mundos paralelos

[Tauro M.]

Tauroboy no entendía por qué la desconfianza de Jeremya, pero luego entendió que quizás veía a su antiguo ''yo'' reflejado. Se adelantó hasta llegar a su lado y permaneció quieto hasta que estuviera segura de que no la iba a dejar a su suerte, pero si empezaba a llorar nuevamente y a actuar como histérica podría cambiar de opinión. Juntos caminaron hacia la cafetería, más que todo Tauro hacia lo que la mujer le dijera, ya que actuaba de forma muy mandona.

 

Se encogió de hombros, por más que intentaba no lograba encontrar ningún indicio de la trampa a la cual los habían conducido. Se sentía como una tonta, ella era más astuta que eso, había logrado engañar al antiguo Jeremy haciéndolo creer que habían compartido una noche de pasión, él vivía creyendo eso, lo había manipulado y finalmente conseguido su propósito. Pero más allá de pensar que las personas pertenecientes al culto eran un montón de perdedores, no entendía el verdadero motivo detrás de ello.

 

— ¡¿Pero qué dices?! —. Una nueva escena, lo veía venir, pero esta vez no lo/la culpaba. Todo aquello resultaba sospechoso y aunque le hubiese gustado admitir que tenía la culpa de algo, no era así. Lejos de actuar con manera comprensiva, le alzó la voz —¡¿Crees que para mí es un paseo por la playa estar aquí contigo?! Tú has sido un idi*** al venir aquí, al no aparecerte por el negocio, al haberme obligado a venir aquí y... —se estaba quedando sin aire, de nuevo la Tauro escondida debajo de esos músculos y cuerpo varonil, empezaba a surgir — Eres un i****** Jeremy —Dijo adelantándose, rozándole el brazo al pasar por su lado, sin ganas de voltear a verlo o de volver a hablar con él.

 

Las personas en la cafetería no fueron de mucha ayuda, todos los miraban como si estuvieran locos y no era para menos. Evitaba a toda costa cruzar su mirada con la del otro u otra. En esos momentos no le importaba lo que pudiera tener entre las piernas, en el fondo seguía siendo el mismo de siempre. Era tanta su rabia que no había notado que alguien no les había quitado el ojo de encima desde que entraron y no era de esos que los observaba como bicho raro, sino más bien interesado y hasta divertido con la situación. De repente lo reconoció, era él quién le había entregado antes el volante en el local.

 

— ¡Tú! —exclamó apuntando con el dedo en dirección al hombre que desaparecía por la entrada —¡No te vayas! —siguió gritando cuando emprendió la carrera para perseguirlo.

Editado 24 de Septiembre del 2019 por Taurogirl Lavigne

[Jeremy Triviani]

- ¿Que soy una i******? ¡Piensa lo que quieras! -Le gritó luego de haberse asustado por la voz potente que tenía el hombre, más cuando la rozó al pasar. ¿Quién co.ño se creía? En un arrebato de ira quiso empujarlo con fuerza para que se golpeara con la puerta vidriada de la cafetería, pero no lo hizo porque bastante humillada se sentía con la mirada de reproche de los clientes del lugar. Se acomodó los cabellos rubios y sonrió como si no pasara nada. Como si le encantará ese cuerpo pequeño todo apretado e inflado en partes que no correspondían.

 

-Esta mesa está vacía -Dijo con dulzura a Tauroboy mientras agarraba con delicadeza el respaldo de la silla para poder sentarse. Nunca llegó. El hombre de peliazul se puso a gritarle a otro que salió corriendo por la puerta -¡Noo! ¡Taur..:! -Lo agarró de la ropa para que no pudiera salir corriendo, rompiendo en el proceso de frenado. Lo dejó sin camisa ahí delante de todo el mundo. Se sonrojo tapándose la boca con una mano -¡Lo siento! Ay, espera que te ayudo… -Los nervios estaban haciendo estragos en su cuerpo femenino, intento ponerle la manga de la camisa en su lugar, pero estaba destrozada.

 

El hombre de la secta se había escapado. El único rastro que parecía que había quedado de él era una cuenta sin pagar. Un mozo los miraba con desaprobación, mientras juntaba el café de la mesa donde había estado el sectario. Más pasaba el trapo, más miraba a la pareja tan dispareja, dejó de prestarles atención cuando se agacho debajo de la mesa y sacó un maletín olvidado por su dueño.

 

-No puedes estar desnudo -Lo criticó Jeremya, fulminándolo con la mirada. No iba a decir que no bajó los ojos a ver la musculatura y el pecho lampiño, pero estaba de nuevo furiosa por el ataque demente que había tenido -¡Tápate! Me haces pasar vergüenza… -Continuo notando que algunas chicas lo estaban mirando interesadas - ¡Que te tapes! -Lo pellizco en el brazo musculoso, para que le haga caso.

 

 

@

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Caminaba a paso firme despues de pensar bien lo que necesitaba decir a cierta persona sobre cierto tema pilagudo que nos tenia traido por las orejas. Ahhh que dificil era todo en estos dias de guerra, hasta organizarse podia ser un dolor de cabeza. Lo bueno es que las conexiones se estaban logrando y con una telaraña bien hecha los resultados positivos serian inevitable. Asi que alce la cabeza y sonrei justo para tropezar con un muchacho que repartia volantes. Tome uno y lo lei para sonreir. Un nuevo timo al parecer. Aunque claro, que ta si era verdad??? Nahhh el unico que conocia que estaba vinculado a esta clase de cosas raras era Derhorm, que segun el venia de otra dimension, no parecia ser tan interesante ante esto.

 

Claro si era verdad lo que decian podria resolver el asunto de cuierto negocio y lo mejor..saber quien me robo. Si..eso al menos merecia llegar y ver que habia. Ademas de, si como sospechaba era un timo, ver si estos nuevos principiantes valian la pena para cosas mas grandes y monetariamente hablando mas jugosas. Asi que segui en direccion hacia donde se realizaria este bodrio. Espere por un momento hasta que comenzo la explicacion. De mas esta decir que sali del todo decepcionado como otros en el lugar donde....ese era Jeremy???. Ahora veia en que gastaba el tiempo este Triviani, claro al lado de esa bruja yo tambien me dejaria llevar. Pero regresando al tema principal...esto no valia la pena.

 

Sin mas me alce y me dirigi hacia donde me indicaban, era raro que no fuerse por el mismo lugar de entrada pero con tal de salir de ahi. Sin mas me apresure de entrar por la puerta de salida y.......nada mas curzar el umbral todo cambio. Y cuando uno dice todo es todo. Sabia de la metamorfomagia pero este era super..hiper raro. Si..ahora mismo no me sentia yo. Mire mis manos y???....pintura de uñas???....arregladas???...manos finas y delicadas????..Claro ahora la camisa que llevaba me resultaba mas apretada hacia adelante al igual que el pantalon principalmente en la parte de atras. El cabello...pues seguia igual de largo...eso me calmo un poco pero al examinarme ese ajuste de la ropa mi sorpresa fue mayuscula. De donde habia salido este cuerpazo???. Como buen catador de feminas sabia que estaba deliciosamente repartida.

 

-Pero que c*** es esto???- dije con una sonrisa de broma macabra...pero mas sorpresa....me habia cambiado la voz. No....esto no podia estar pasando...Me lleve la mano a la entrepierna y una lagrima por el "desaparecido" recorrio mi mejilla despues de aguarseme mucho los ojos.

 

Mire a mi alrededor y al parecer no era el unico. O sea me fije en el unico que conocia de vista y bajo la ropa de Jeremy ahora habia una chica bien mona e histerica...si..peligroso combo. Y lo pero era que la belleza que acompañaba a Jeremy ahora era bellezo....eso si era un crimen....Respire profundo tenia que conservar la calma...a lo mejor era solo efecto de esta habitacion. Y ahora los pro y los contra....si era la habitacion salia y volvia ser yo....pero de quedarme podria...

 

-UN ESPEJO....NECESITO UN ESPEJO!!!!!!-la idea de poer vacilanme en todo este explendor femenino valia la pena aunque sea por un momento antes de salir y agradecer la broma...porque de seguro era una broma....

 

Mire ahora buscando el objeto de mi interes pero nada....ni siquiera uno de esos pequeñitos para pintarse los labios....Por un momento desabotone el boton mas arriba de la camisa y con disimulo mire hacia el interior....Dios!!!!...que bellas elevaciones naturales...de seguro rebosarian un poco entre mis antiguas manos y claro la aureola rosada y lo puntiagura de su estructura...ahora mismo casi me sentia como apuntando con mis pechos a alguien mas...Ademas era muy rico en sensaciones el roce con la tela de la camisa.....mmmm..era una delicia. Pero???...que era esto....sentia cierta humedad....dios me estaba vacilando y ocurria eso???... Sean...o bueno ahora seria Xena...estas tu muy pervertida.

 

Bueno ya era suficiente...hora de salir y recuperar a mi familiar amiguito desaparecido. Habia sido emocionante pero ya bastaba de la broma. asi que tome direccion a la puerta por donde habia estado y sali a la liberacion...pero.....NO!!!!!!......o bueno tal vez si???....Ahora mismo estaba dudoso, lo cierto es que el lugar estaba vacio..ahora que haria???. Mire y justo saliendo de esta habiatacion vi al atletico acompañante de la chica Jeremy y los segui. De hecho cuando entraron a un bar los segui y casi me tropiezo con un tipo saliendo pitando de este...que mal educado...cuando me tendria que abrir la puerta. Que era una muy buena hembra..mas respeto no???. Sin mas entre viendo pasar por mi lado al fortachon...nadie reparaba en mi....de seguro es que aun llevaba las ropas de Sean. Me acerque al bartender.

 

-Necesito un espejo...GRANDE......tamaño personal.....ropa..-saque una bolsa pequeña llena de galeones- y lo quiero para ahora.

 

Y asi ante la mirada del publico presente me fui a una habitacion aparte.....Minutos despues salia un poco sonrojada pero vestida apropiadamente...mientras me dirigia a la mesa de Jeremy. -Este....supongo que ustedes tambien han sido timados. -De mas esta decir que con bastante descaro le eche el ojo a la figura de la chica Jeremy. Muchas cosas podrian haber cambiado en mi...pero no mis refinados gustos en cuanto a chicas.

 

@@

Editado 29 de Septiembre del 2019 por Sean di Spinneto IV

[Tauro M.]

Era increíble que lo primero que hiciera Jeremya siendo mujer fuera dejarlo sin camisa. Ya con esta sumaría otro intento en el que el vampiro decidía aprovecharse de ella de alguna manera y estaba casi segura que lo había hecho a propósito. Observó cómo inútilmente volvía a colocarle la prenda ya rota y se aguantó el regaño no merecido de la que ahora actuaba como víctima. Hasta casi sintió que el mesero lo miraba con empatia, pero eso tan solo había sido una suposición, ya que en realidad lo que quería era tomar el maletín para poder revisar el contenido de este y así asegurarse no solo la paga de la cuenta dejada a su suerte, sino quizás la solución a todos sus problemas.

 

— ¡Pero que no me andes pellizcando! Yo puedo vestirme solo —sin embargo no lo hizo, sino que le quitó el trapo de las manos y lo puso por encima de su hombro. Miró a las chicas que se agrupaban para verlo mejor y les dirigió una sonrisa, después se acercó al mesero —Nosotros nos encargaremos de regresársela al caballero que se acaba de marchar y no se preocupe por la cuenta, yo le pago —dijo sacando unos cuantos galeones del bolsillo que servirían para además dejarle una jugosa propina. Al hombre claramente no le gustó la idea, pero después de agitar con disimulo el maletín y no sentir un tintineo que se le hiciera familiar, cedió.

 

— Ha sido usted muy amable, ya nos vamos —. Tomando de la mano a Jeremya y sosteniendo con la otra el maletín, el peliazul se disponía a abandonar el recinto, cuando una de las chicas que creía lo miraba a él junto con el grupito de las demás, se les acercó. Al parecer ella los conocía de algún lugar, aunque para Tauroboy era la primera vez que la veía.

 

— ¿Timados? ¡Oh! También caíste en la trampa —. Por fin alguien cuerdo entre tanta gente histérica con las que se habían topado. De nuevo reparó en la chica y en el llamativo atuendo que traía. Desconocía qué tipo de hombre había sido antes de la transformación, pero los resultados actuales no estaban nada mal y como hombre no podía evitar pensar que era demasiado atractiva. Hasta que sintió el codazo de Jeremya.

 

— ¡Auch! ¿Por qué hiciste eso?

 

— Mira, el tipo ha dejado esto tirado, quizás aquí podamos encontrar algo que nos ayude. Estábamos por regresar a la casa o algún otro lado para revisar el contenido, aquí me temo que ya no somos bienvenidos. ¿Nos acompañas?

 

@ @

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Era vergonzoso reconocerlo pero si...tambien habia caido en el TIMO. Por suerte no era el unico, o sea, la Jeremya que tenia en frente se ma habia presentado como un miembro descente del clan Triviani, conocidos mafiosos y helo ahi....siendo una chica de muy buen ver. Y hablando de muy buen ver....este....como que la chica venida a señor me estaba mirando mucho. Sonrei y ajuste my escote para que sobresalieran mis muy bien ganadas elevaciones delanteras. Supongo que siendo chica me podia dar el lujo de presumir un poco de mis cualidades...a fin de cuentas sabia de que iba el juego pues mas de una vez habia caido en el. Claro que ni se imaginara que iria mas alla de un juego.....con la chica que fue...seguro...con el hombre que era...pues nop.

 

-Toda informacion que obtengamos supongo que servira de algo...al menos mejhor que nada sera- apoye la mano en el asiento dejando que la linea abierta de mi larga falda dejara visible mis piernas al populacho....si...iba a disfrutar mucho de esto.

 

De seguro que dentro de poco mas de uno babearia...y es que habia para todos los gustos...chicas tontas mirando a nuestro acompañantes y semiborrachos que con sus ojos embotados no paraban de mirarme al igual que a Jeremya.

 

-En fin que decidamos pronto o armaremos jaleos de pasiones.

 

@@

[Jeremy Triviani]

Jeremya no podía mantener la compostura con los celos que le daban que otras miraran a Tauroboy sin camisa. Ni sabia porque era que se sentia asi. No paro un segundo de fulminar con la mirada a todas las mujeres con las que cruzaba ojo. La negación a ponerse la camisa por parte del peliazul solo hizo que tuviera ganas de gritarle. ¿Porque tenia que ser tan arrogante? ¡¡Ella lo estaba protegiendo de miradas indiscretas!! Si... ahora era ella, y pensaba en femenino. Sus hormonas estaban haciendo estragos en su diminuto y curvilineo cuerpo. No quería llorar pero los ojos se llenaron de lagrimas de impotencia.

 

Se dejo tomar de la mano por el hombre mientras los ojos le escocían, hasta que en un arrebato de furia se los seco dispuesta a arrancarle los pelos a la mujer que se había acercados a ellos. Casi se le lanza encima hasta que escucho que era un conocido que también había sido timados como ellos. Lejos de sentir verguenza, Jeremya se compadecio de la mujer.

 

-Nos timaron horriblemente -Dijo afectada por la situación, agarrándose con la otra mano al brazo musculoso de Tauroboy con la que ya estaba unida - Este maletín es la única pista que tenemos sobre esos granujas - Continuó asintiendo a las palabras de la mujer Sean que lejos de no querer llamar la atención se acomodaba y dejaba entrever sus atributos sobresalientes. Eso basto para que los celos de Jeremya aumentaran de forma considerable - ¡Tenemos que salir de acá, ahora mismo! -Exclamò sorpresibamente un poco mas alto de lo normal, mientras casi corría a la puerta con sus tacos, arrastrando a su compañero en el camino - No quiero que ni la mires -Le objetò en voz baja, antes de salir con un trompa de la cafetería para hacerle señas a Sean de que los siguiera. Tampoco iba a dejarlo ahí. Podía ser de ayuda, no era tan desconsiderada.

 

 

 

@ @

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Para mi sorpresa Jeremya habia sido secuestrado por un mal de hormonas femeninas que entre ojos cuasi llorosos y cierto brillo violento hacia mi persona al acercarme mientras abrazaba el barzo del mozo a su lado como si fuese de su propiedad. Celos???. Aquella actitud me hizo sonreir un poco mientras me mordia la parte inferior del labio. Si habia tenido a los largo de mi vida que lidiar con esos sentimientos con aquellas preciosidades que intentaban atarme a su lado. Principalmente cuando miraba el escote de la chica de al lado.

 

Claro, por suerte me presente y ya tenia cierta informacion. El maletin. Lo de que nos timaron era bastante obvio, pero creo que realmente incomodo solo estaba Jeremya o al menos era al que mas le afectaba. Sin mas y ante las señas que me hacia Jeremya fui tras ello contoneandome alegremente. Asi salimos del bar, y claro, ahora que lo tenia a mano mejor sacarles las chispas a Jeremya....Sin mas tome el otro brazo del atletico mancebo que conformaba este "trio" y le hice un guiño con el ojo.

 

-Mmmm sin lugar a dudas eres la envidia de Ottery.-le susurre al oido- dos deliciosas chicas solo para ti....acaparador

 

@@

[Tauro M.]

La chica nueva a la que no conocía no dejaba de insinuarsele y por supuesto, sabía que pagaría caro sus coqueteos aunque no fuera su culpa. ¿Cómo pretendía que no la viera? ¡Estaba ahí! Y tampoco iba a pasar de maleducado como pretendiendo que no existía. Escuchó la advertencia de Jeremya y por primera vez sintió temor, no tanto por él, sino por la pobre nueva chica que no tenía la culpa de la actitud tan celópata de la mujer.

 

— Bueno, bueno, vamos a ponernos en marcha —dijo carraspeando su voz. Para empeorar más las cosas, la joven volvió a encimarse, tomando el brazo con el que sostenía el maletín para ella agarrarse. La verdad no se sentía para nada afortunado, porque sí, ambas tenían un físico como para morirse, pero ni en eso podía concentrarse. Sintió las uñas de Jeremya clavarsele en el brazo y actuó rápido.

 

— Eeeh, ¡aun no me dices tu nombre! La verdad no te había visto antes, pero ustedes dos parecen ser muy amigas —lo mejor era hacer conversación mientras caminaban —¿Cómo fue que diste con este lugar? A nosotros nos fueron a dejar un panfleto al local, que se llama Voodoo Dool, que por cierto, cuando podamos solucionar todo este embrollo estás más que invitado a pasarte por allí —se dio cuenta que no lo estaba mejorando — Como te decía, nos dejaron la propaganda y la verdad pensé que era una broma, prometieron solucionar el tema de la guerra y me encuentro con esto. Tampoco es que esperara una solución real, vine para mofarme, pero ¡esto es pasarse de la raya!

 

@ @

[Jeremy Triviani]

Jeremya trataba de respirar profundo sin mirar mucho a la otra chica, porque las ganas de arrancarle los pelos, solo aumentaba a cada paso que daban. Pero ahora era una dama, debía comportarse como tal. Casi descarta esa opción al ver las manos cuidadas de su peor enemiga, agarrando el brazo de Tauroboy como si fuera suyo. Entrecerró los ojos midiendo la distancia que tardaría su puño en impactarle la perfecta nariz de su cara. Lo único que la desvió de su objetivo, fue la voz masculina haciéndole una invitación sugerente a la “otra”.

 

-No somos amigas -Lo cortó en seco elevando la voz - Tampoco creo que sea correcto que se pase por el negocio para compra, podemos enviarle un catálogo y que elija lo que quiere de ahí -La miro de arriba abajo a su competencia.

 

Se estaba enfadando de nuevo. Procuro centrarse en caminar derecha sin romperse un pie con esos zapatos tan hermosos que se había formado al cambiar de ropa. Soltó al hombre y se enderezo para caminar derecha, mientras dejaba que su pelo rubio estuviera libre junto al viento. Su enfado hacia que se sintiera más vulnerable, pero jamás demostraría eso. Tenía un poquito de orgullo.

 

-Creo que aquí es suficiente -Dijo parándose en medio de un callejón, donde utilizó un tacho de basura cerrado como mesa para intentar abrir el maletín -No se abre -Dijo tocando todos brochecitos que mantenían unida ambas partes del maletín.

 

El click de los broches al abrirse, no hizo mucho ruido. El maletín, por su parte, estaba empezando a emitir un calor fuera de lo normal.

 

-¡Tauro! -Gritó con miedo.

 

 

@ @

[Tauro M.]

Las escenas de celos de Jeremya parecían no tener fin, e hiciera lo que hiciese Tauroboy siempre encontraría un motivo para reprocharle, sin embargo, no pudo evitar sonreír cuando la vio alejarse caminando frente a él y su acompañante, no podía dejar de mirar sus curvas y su andar, sumado a su brillante cabellera y es que cuando estaba enojada, más atractiva le parecía. Se dio cuenta de lo que sucedía y se espantó. ¿Qué eran todas esas cosas que de repente sentía? Tenía que ser la testosterona, sí, seguramente era eso.

 

Llegaron a un callejón que no parecía ser peligroso, es decir, había estado un millón de veces en el Knockturn, visitando los peores lugares y juntándose con la gente más extraña y peligrosa, un simple callejón abandonado no era nada comparado con todo eso.

 

— ¡¿Qué pasa?! —soltó alarmado, liberándose del agarre de la mujer para ir al lado de Jeremya. Tauroboy la alejó del maletín rápidamente, la pegó a su pecho desnudo sujetándola con ambos brazos, colocándose de espaldas mientras la protegía con todo su cuerpo por si el maletín llegaba a estallar, pero no lo hizo. Con precaución, se acercó a examinarlo, alargando una mano para tocarlo.

 

— ¡Auch! Quema —se quejó. Con esa temperatura le extrañaba que el maletín no se hubiese incendiado, ahora entendía que lo que había en su interior era importante, de lo contrario no habría activado lo que él consideraba era un mecanismo de defensa.

 

— ¿Y si lo congelamos? ¿Creen que funcionará?@