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Santuario de Criaturas Scamander


Zoella Triviani
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Remontándonos en historia, hace algunos años atrás existían una cantidad innumerables de mini criaturas, con las mismas características en cuanto a forma que las de tamaño normal, estas mini criaturas llegaron gracias a una modificación genética en el ADN de las crías, cambiándoles su tamaño y otros pequeños detalles de personalidad. Durante una época, los Baby's fueron idolatrados por toda la comunidad mágica hasta que sucedió lo predicho por algunos, la cacería Baby's se convirtió en el deporte mágico más entretenido. Muchos usaban estas criaturas para su esclavización, otros experimentaban con su piel y sangre, pero el fin siempre era el mismo, su muerte, trayendo consigo la extinción total de estas criaturas.

 

En estos tiempos, el Concilio de Mercaderes, durante meses trabajó con sus fósiles, estudiándolos y buscando en los libros de historia su época de apogeo. La belleza que los historiadores habían enmarcado en diferentes papiros y libros antiguos dejó embelesados a los conciliadores. Abrieron un portal a dicha época y trajeron consigo un Baby's de cada especie. Los estudiaron en las instalaciones secretas de investigación que poseían y los clonaron, abriendo consigo un espacio especial para los pequeños en el Santuario de Criaturas Scamander. Estos, se exhiben en un pequeño parque concentrado en el centro de la isla, donde los magos y brujas de poca edad interactúan con ellos, todo bajo la supervisión de los cuerpos de seguridad.

 

Todo va bien, por el momento. Y eso a pesar de la nueva adquisición que acaba de llegar procedente de un lugar muy lejano. El Concilio no la esperaba hasta dentro de un mes, por lo que ha sido necesario guardarla en una jaula de máxima seguridad, para que no cause ningún problema con las pequeñas criaturas.

 

Todos, perfectamente resguardados dentro de la isla. Cada uno en su respectivo espacio de exhibición.

 

~•~•~•~•~•~•~•~

 

El Concilio de Mercaderes logra recuperar a las extintas criaturas Baby's, dándolas a conocer con un mega tour guiado en el Santuario de Criaturas Scamander"

 

La joven bruja se encontraba abriendo las puertas al público del Santuario de Criaturas Scamander, los magos y brujas atravesaron la gran estructura de mármol que ceñía la entrada al hábitat de la isla donde resguardaban las criaturas. La vampira una vez corroboró que todo estuviera en orden en la entrada, los guías e fila a espera de las asignaciones de grupos y los guardias supervisan la entrada, emprendió camino hasta el laboratorio donde se encontraban sus compañeros del Concilio.

 

Durante su camino pasó por los diferentes espacios del Santuario. Observó algunos minutos el pantano de los Bugdog, sintió un par de Hadas zumbar en su odio al pasar, para verlas dirigirse a las hojas de los árboles desde donde sabía pequeñas hadas crecían a gran cantidad.

 

Escuchó el relinchar de los Aethonan que un par de adolescentes molestaban, y dando una floritura con su varita los hizo volar hasta quedar fuera del área animal. Recordó por segundos su primera visita a la Isla, donde deseaba ver cada criatura y detallar sus diferentes características.

 

A pesar de todo, la bruja guardaba cierta fascinación por las bellezas naturales que de la que la comunidad mágica disfrutaba, ella podría contrabandear cualquier objeto mágico que cayera en sus manos, pero el vender criaturas en el bajo mundo era algo en lo que estaba totalmente en contra. Un grito llamó su atención, y corrió en dirección de donde provenían. El ostentoso parque de las criaturas Baby's estaba vacío.

 

Los Baby's eran la adquisición más nueva del Concilio, junto con lo que se guardaba en la jaula de seguridad. Algo tan temible que era mejor no acercarse. Trasladar y acomodar a las pequeñas criaturas había costado una gran fortuna. Lo que no esperaba, era que tan pronto como habían sido acomodadas en su nuevo hogar, escaparían.

 

De un solo respirar, el día y los planes para los Conciliadores habían cambiado. La Triviani llamó por su espejo comunicados a los demás trabajadores de la Isla, informándoles de lo sucedido. Convirtiéndose así en una búsqueda masiva de criaturas.

 

- Sonorus - pronuncié llevando mi varita hasta mi garganta - Queridos visitantes, se les informa que algunas criaturas han escapado de su jaula. Escondiéndose en cualquier parte del Santuario, en nombre del Concilio de Mercaderes, yo Zoella Triviani les pido colaboración para la captura de cada una de ellas y así regresarlas a su hogar aquí dentro - pronunció la mujer, tomando las riendas del problema.

 

Poco fue el tiempo que pasó cuando los visitantes comenzaron a organizarse para empezar su búsqueda. La Triviani, por su parte, se dirigió hasta las lejanías del Santuario, donde la seguridad era demás extrema. Para verificar que lo que contenía la jaula de seguridad no hubiese escapado.

 

Buscó la llave de seguridad en su bolsillo, pero.... ¿dónde estaba la llave? Extrañada, sacó un papel de su bolsillo que antes no había estado allí. ¿Quién lo habría puesto? La sorpresa fue enorme cuando advirtió que el papel estaba inmaculado, salvo por la presencia de una pequeña letra en su centro, cuidadosamente dibujada:

 

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Editado por Niko Uzumaki

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El día había comenzado temprano, estaba emocionada de participar en aquel evento de mi empleo, me gustaba trabajar ahí, siempre había cosas interesantes y mucho por hacer, lo cual me mantenía siempre ocupada y del mejor ánimo. Aquella mañana no sería la excepción debía dirigirme al evento de apertura de la reserva con aquellas nuevas adquisiciones que serían expuestas ante el público, por lo que los integrantes del Concilio de Mercaderes habíamos sido convocados.

 

 

”Los Baby´s” el solo nombre en si ya me parecía adorable, siempre había tenido una extraña fascinación por las criaturas mágicas, incluso mi hija decía que temía que en algún momento el jardín del castillo se volviera un santuario. Aquel recuerdo me hizo sonreír frente al espejo, donde me encontraba terminando de arreglarme, mis ojos chispeaban emocionados, y mi sonrisa parecía querer escapar de mi rostro en cualquier momento.

 

 

En cuanto aparecí en aquella Isla, no pude dejar de maravillarme con el lugar, el cielo azul por completo cubría nuestras cabezas, la vegetación era hermosa, exuberante, la naturaleza siempre se encargaba de mostrarnos su grandeza incluso en las cosas más simples. Respiré profundamente llenándome de aquella mezcla de aromas, que la brisa del otoño me regalaba, hierba fresca, tierra mojada y algún dulce aroma de flores llenaron de golpe mis sentidos, haciéndome cerrar los ojos y sonreír abiertamente complacida.

 

 

El sonido de aquella voz conocida me saco de aquel ensueño, aquello era demasiado bueno para ser verdad, las pequeñas criaturas parecían haber esperado hasta el último momento para hacer su travesura escapando de sus jaulas. Suspiré al escuchar a Zoella pedir la ayuda de los asistentes para encontrar lo antes posible a las criaturas que si bien podrían parecer adorables probablemente muchas distaban de serlo en realidad.

 

 

--Vaya creo que esto será mucho mejor de lo que esperaba…- pensé en voz alta encogiéndome de hombros, mientras mis pasos comenzaban en la búsqueda de mis compañeros. La gente parecía interesada también en la búsqueda de los pequeños, aquello me tranquilizo un poco, entre más personas participáramos, sería más fácil y rápido devolverlos a sus contenedores.

 

 

A lo lejos entre aquella pequeña multitud, encontré un rostro conocido, por lo que apresure mis pasos hacia ella intentando ser de ayuda, la observe concentrada mirando un trozo de papel aquello no parecía una buena señal, por lo que cuando estuve lo suficientemente cerca alce la voz para atraer su atención.

 

 

--¿Zoe te puedo ayudar en algo? ¿Estas bien?—pregunté mientras le daba un pronto abrazo y un beso en la mejilla saludándole, antes que nada estaba el cariño y la cortesía.

 

 

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De pie el mago espera en la fila que los organizadores piden a los visitantes aguarden para designarles grupo y guía, aún tiene sueño, así que el mago cierra los ojos unos minutos añorando encontrarse en su dormitorio descansando del ajetreado día anterior. Pero la noticia que circula sobre una nueva exhibición de criaturas mágicas, ha despertado la curiosidad en el joven peliverde que siente simpatía por las criaturas.

 

El barullo a su alrededor es normal, con tantas personas queriendo ser los primeros en turno para realizar el ansiado tour, el ojimiel también desea participar pero al sentirse con poca energía, busca un sitio para descansar un poco más antes de integrarse a la actividad, se envuelve con la capa negra con intención de dormitar un poco...si hubiese un comedor! pero no, si recuerda sus anteriores visitas, el santuario no tiene uno. En su anterior visita al área de dragones, su amiga Leila le obsequio manzanas verdes, el joven mago miro a su alrededor tratando de adivinar si alguno de los presentes tenían algo de alimento, posiblemente si comía algo, entonces se sentiría con ganas de caminar...

 

Una voz amplificada con un hechizo se hizo escuchar y aunque estaba soñoliento, la noticia le hizo levantarse de una salto.

 

- Sonorus Queridos visitantes, se les informa que algunas criaturas han escapado de su jaula. Escondiéndose en cualquier parte del Santuario, en nombre del Concilio de Mercaderes, yo Zoella Triviani les pido colaboración para la captura de cada una de ellas y así regresarlas a su hogar aquí dentro.

 

¡Y él con ese sopor encima que lo único que le inclina es a regresar a casa! pero entonces recuerda un remedio no ortodoxo que le puede ser útil...primero agita su brazo para que "Cobra" se deslice a su mano diestra, luego transforma una simple roca en una palangana de porcelana, luego con Aguamenti la llena de agua fresca y procede a lavarse la cara...usa su varita para secar su rostro y "refrescado" empieza a buscar con quien hacer alianza para ayudar a encontrar las criaturas que se hallan perdidas.

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Poco a poco su cuerpo se materializó para hacer acto de presecia en aqueña isla. Maravillada la recorrió visualmente, al menos lo que su campo visual le permitía explorar en aquel momento. Le había llamado la atención aquello que había organizado el concilio, le hacía recordar sus días trabajando para el departamento de criatura smágicas poco antes incluso que volverse la mano derecha del actual ministro de magia dentro del departamento de inquisidores antes de que el ministerio pasara por todos los cambios que lo habían sucumbido aquellos meses.

 

Sabía que con su experiencia que tenía podría aportar una gran ayuda para atrapar a aquellas criaturas que se habían logrado escapar de su jaula hace unos pocos minutos. Esperaba que aquello no fuera un problema para los visitantes que poseían un conocimiento nulo de aquellos hermosos ejemplares. Se dirigió hacia la entrada principal, de la cual estaba encargado un joven peliverde que conocía al menos de vista. Lo saludó con la cabeza al pasar a su lado para adentrarse mejor al espacio.

 

Caminó rápidamente hasta dar con su hermana al parecer alguien más se había reunido con ella, una figura femenina que no lograba ubicar del todo, pero tenía una extraña sensación de haberla visto anteriormente, formaba parte de la marca asi que quizá por eso le parecía algo familiar, pero no estaba completamente segura del todo, si algo tenía de defectos era de olvidar algunos rostros con cierta facilidad.

 

— ¿Estas bien Zoe? — Dejó escapar al ver su rostro atónito mientras inspeccionaba un papel que llevaba en la mano, mientras observaba cómo la gente se iba preparando para comenzar la búsqueda y captura de los baby's.

 

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Editado por Ashura Lestrange
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Atónita me traslade hasta la guardería de los Baby's, con carta en mano y sin palabras que decir. Con la mirada traté de buscar a cualquier otro empleado del Concilio y sólo pude visualizar a Son que se acercaba hasta mi. Correspondí su saludo e intenté gesticular palabra alguna, pero sólo pude soltar palabras sin sentido.

 

Había sido encargada de custodiar la jaula de máxima seguridad, y había fallado. Tomé mi cabeza preocupada mientras observaba la simple letra que se encontraba escrita en ese trozo de papel. Miré a Ashura acercarse y sólo pude negar con la cabeza. Sentí el nudo en mi garganta al no saber que hacer o como actual. Cerré mis ojos y intentando calmarme pero sólo podía pensar en la cara de decepción de Emmet. Mi superior.

 

Sequé el ausente sudor de mis manos, la mera sensación de humedad comenzó a recorrer mi cuerpo y el calor inexistente que mi cuerpo sentía era producto del gran estrés del momento. Abrí mi boca un par de veces, hasta que pude mirar a Sol y decir - La llave que estaba bajo mi cuidado ha sido robada, de mi propio bolsillo - susurré por lo bajo, sintiendo el peso de los acontecimientos caer totalmente en mi espalda. Saqué mi varita y tome la nota para observarla mejor. Alguna pista debía de contener, aquel animal que escondíamos no debía quedar a disposición de cualquiera. Controlarlo era la tarea más difícil que nos quedaba.

 

Visualicé el lugar, el Santuario ahora era un lugar de búsqueda, donde cada persona o grupo se encontraba visualizando los diferentes lugares de la Isla, buscando un posible lugar para encontrar las criaturas. Miré a ambas mujeres y relamí mis labios - Necesitamos buscar esa llave, debieron esconderla en algún lado. Debe de haber pistas o una nota escondida en otro lugar. Empecemos buscando en los habitas de criaturas que empiecen por "A" - hablé, comenzando a caminar hasta donde los Aethonan estaban.

 

Las búsquedas de pistas jamás habían sido lo mio, pero esperaba que por primera vez las cosas salieran a mi favor y mi pellejo dejara de estar en juego.

 

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Una negra voluta de humo se materializó entre las blanquecinas nubes que se alzaban en el cielo, formando un contraste llamativo que alertó rápidamente sobre su presencia. La oscura y turbulenta forma espectral cayó en picado a solo unos metros de la entrada del Santuario, disolviéndose al instante de tocar el suelo y dejando ver al público presente una estilizada figura en medio del punto de aterrizaje. Lucrezia Di Médici había aparecido allí, encarando en su postura la actitud elegante que tanto carácter daba a su presencia. Se adelantó unos pasos, consciente que por al menos unos segundos todas las miradas presentes se habían volteado hacia ella.

 

Su gélida mirada, que manifestaba un brillo azulado similar al de un zafiro, se posó en la estructura de mármol que tenía en frente; grandilocuente y magnifica, luciendo un gusto arquitectónico exquisito que la aristócrata lamentaba que no hubiese salido de su cabeza. La apertura de aquel sitio había llegado a sus oídos, siempre atentos a los eventos de la comunidad inglesa, en los días previos y no había duda que allí estaría. La bruja canceló de sopetón y sin ningún tipo de escrúpulo todas las actividades que su abultada agenda marcaban para aquel día. Había decidido que su siempre comentada presencia en un lugar como ese serviría no solo para documentar las criaturas con las que podía hacerse en un futuro sino que cumpliría con su meta de crear nuevos mercados para su Banco.

 

Mientras caminaba, siempre haciendo gala de su innata elegancia ante la atención de la gente, notó un movimiento algo extraño en las autoridades que manejaban el lugar. No llegó a unirse a la muestra de los aethonans, criaturas que apreciaba y admiraba por demás, porque un ignoto trabajador del Santuario pasó fugazmente a su lado y golpeó su brazo con un movimiento brusco que rompió con su equilibrio. La blonda italiana atinó a materializar su varita en su mano para responder de manera enervada y hostil tal falta de respeto ante una aristócrata de su talla pero el resonar de una voz conocida detuvo su potencial accionar. Con la zurda aun elevada en el aire y su respingada nariz fruncida, se dedicó a percibir la claridad de las palabras de Zoella ¿Criaturas baby’s? ¿Qué era eso?

 

- Increíble…interesante e increíble.- susurró Di Médici para si misma, mientras observaba como las brujas y los magos a su alrededor comenzaban a murmurar hipótesis sobre lo sucedido.

 

La notable mortífaga retomó su andar elegante una vez recuperó la compostura. El golpeteo de sus tacos contra el reseco suelo era rítmico y casi milimetrado gracias a años de práctica en la materia; quienes no comprendiesen las costumbres y los valores de alguien de su clase poco entenderían de la importancia de su impronta. Acomodó los rubios bucles que caían libres sobre su prominente escote y afinó su vista, en busca de las extraordinarias criaturas que suponía eran los "baby's". Aquel día había elegido para encantar a los presentes un vestido clásico de diseño antiguo, más exactamente renacentista, de una fina tela de color verde y tonalidad apagada que se ajustaba perfectamente a la delgadez de su cuerpo. Acompañaba aquella petulante pieza un corset ceñido a su cintura completamente negro, con cuerdas que se entrecruzaban uniendo las dos partes de dicha prenda y apretándola con fuerza contra su delicada piel, apenas dejándola respirar. La falda era acampanada y apenas dejaba intuir la altura que ganaba con los finos tacos que utilizaba.

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Zoe se veía realmente afectada, una joven bruja se acercó a nosotros, su rostro me era familiar, probablemente de algún otro evento, le regale una media sonrisa por la preocupación y una suave inclinación de la cabeza en señal de saludo --Buen día, Sol Lestrange, me alegro de conocerte-- dije de forma educada, mientras Zoe finalmente pudo explicarnos lo que estaba sucediendo.

 

 

La llave había desaparecido, mi cuerpo fue recorrido por un escalofrío, esperaba realmente que aquello solo fuera una bruma de mal gusto, ya que la criatura que resguardaba era sumamente peligrosa, el aire pareció desaparecer de mis pulmones por lo que tuve que respirar un par de veces para volver a oxigenar mi cerebro y que volviera a funcionar tras la noticia.

 

 

--No te preocupes te ayudaremos a buscar…-- indique totalmente dispuesta mientras acariciaba su brazo intentando reconfortarle.

 

 

Observé aquel trozo de papel, y asentí suavemente ante la indicación de mi compañera disponiéndonos a empezar la búsqueda por las jaulas de animales que contaban con aquella letra, me frote las manos nerviosa, había demasiada gente, para nuestra buena fortuna la noticia de la desaparición de la llave no estaba a su alcance, podía imaginarme el caos que aquello representaría de llegar a los visitantes.

 

 

Zoe emprendió la marcha hacia la primera jaula en donde buscaríamos, apresuré el paso para alcanzarla, el nerviosismo era visible, las tres parecíamos estar a punto de entrar en un ataque de pánico, no era para menos, necesitábamos actuar rápido antes que algo peor pudiera ocurrir.

 

 

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Treinta y uno .................... treinta y dos ..........................treinta y tres semanas más o menos estaba esperando en la cripta sin esperar nada sin hacer nada hasta el elfo que tenia de encargado para cuidarla se cansó y se fue ya hace rato, algo más este lugar está desolado? aunque e de admitir que todo esto es mi culpa aunque realmente es algo para olvidar digo tal párese las personas con las que convivía ni siquiera se han inmutado por mi nula presencia me cuestiono qué pasó con ellos ? No tengo ni idea pero e de admitir que los extraño también extraño a mi elfo Zigfrid no e hablado con él en bastante tiempo mientras yo descansaba el mundo seguía girando esperando ..... esperando..... no tengo idea de que espere el mundo a hora al borde de esta perpetua soledad e de admitir que me siento tranquilo de estar ......... que estaba asiendo ..... cierto contaba las semanas en esta oscuridad que es mi eterna amiga.

 

Zigfrid: señor ya termino de lamentarse e de decir que realmente me preocupa que no salga de aquí

 

Alukar: Zigfrid que estas asiendo aquí te dije que estaría en la cripta con Talos

 

Zigfrid: si esa es la cuestión Talos me hablo acerca de su encierro en este lugar olvidado, realmente le a estado afectando el echo de hacer nada, incluso se puso más pálido!!

 

Alukar: me lo dices y me lo sostienes !!

 

Zigfrid: acompáñame a la entrada donde hay un poco luz (lo toma por el brazo como un infante)

 

Alukar: te seguiré¡ pero sigo sin consentir que me trates de esta forma ( jala su brazo para quitarse a Zigfrid)

 

Digamos que para este punto el estar tanto tiempo en la cripta me avía entumido el cuerpo y me era difícil seguirle el paso a mi elfo en cuanto me acerque a la entrada fui segado por la tenue luz que entraba por el techo al mirar mis brazos me percaté que efectivamente estaba más pálido justo en ese momento me di la vuelta asía mi elfo para ver como me decía con la mirada ‘Te lo dije” realmente me molestaba un poco pero igual me alegraba que estuviera ahí

 

Alukar: bueno tú ganas pero igual volveré ala cripta digo igual no tengo mucho que hacer afuera

 

Zigfrid : en eso se equivoca qué hay de su familia Tonks ya se olvido de ellos seguro están ansiosos por verlo

 

Alukar : a qué te refieres sabes muy bien qué gran parte de la familia se dedican a viajar no hay forma de que estén en la ascienda en este momento

 

Zigfrid : igual debería de hacer alguna actividad mínimo convivir con las criaturas qué hay en la vivienda

 

Alukar: sabes que si tanto insistes llévame a la luna ... a espera eso no era digo llévame a conocer otras criaturas para ampliarme un poco en el tema

 

Zigfrid : bueno a diferencia de usted si que e estado al tanto de que a pasado en este tiempo vamos a un lugar que recién a aparecido un santuario de criaturas

 

En eso momento Zigfrid me volvió a tomar del brazo como un niño! Aunque realmente era necesario me iba a teletransportar con el aunque realmente no me agradaba la sensación de repente aparecimos frente aquel santuario, Escamander por que me genera siento conflicto ese nombre ni idea no es como que conociésemos a alguien con ese nombre al entrar en el recinto aunque poco duro mi tranquilidad al momento de que escuche

 

- Sonorus Queridos visitantes, se les informa que algunas criaturas han escapado de su jaula. Escondiéndose en cualquier parte del santuario, en nombre del Concilio de Mercaders, yo Zoella Triviani les pido colaboración para capturar de cada una de ellas y así regresarlas así hogar aquí adentro.

 

Apenas estaba entrando y ya surgían los problemas pero igual se me asía una cosa bastante interesante el buscar a las criaturas

aunque me pregunto como es que se les pudieron a ver escapado?

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La noticia que un centro de protección a criaturas mágicas se había fundado le había emocionado muchísimo y según le habían dicho hoy era el das

ía en que presentaban a unas criaturas muy tiernas de nombre Baby`s, que eran bastante interesantes, estaban siendo mostradas al publico por primera vez. No era muy dada a estar en cada uno de los eventos pero hoy iba a estar allí, la curiosidad de ver criaturas tan interesantes le había llevado a ponerse en marcha al refugio.

 

Para la ocasión se había vestido de un modo no muy formal, pero si elegante, un vestido en enmallado negro con un fondo azul petroleo ajustado al cuerpo que llegaba por encima de la rodilla, el cabello suelto en leves ondas que caían hasta un poco mas abajo de los hombros, zapatos de tacón negro altos y una joyería sencilla aretes de plata largos y una manilla en la muñeca derecha.

 

La figura de la Matriarca Dumbledore apareció tras un leve crack, acomodo su vestido y se dirigió hacia una multitud que esperaba, eran bastantes personas las que esperaban, camine un poco mas allá viendo los hábitats que habían adecuado para las diferentes especies que estaban en el resguardo de animales, me alegraba la idea que los animales estuvieran protegidos en un lugar. Allí de seguro eran felices.

 

La voz de una mujer se oyó por encima de todo dando aviso que las criaturas de nombre Baby`s habían escapado de su guardería, nos pedía colaboración para encontrarlos, la sorpresa fue enorme, aunque no conocía ninguna característica especial de estas criaturas colaboraría en lo que pudiera.

 

Levante ligeramente mi falda y saque del portavarita del liguero a Bast, si habría una cacería teníamos que estas preparados para todo. Bueno había venido a Ottery a alejarme de la aburrida vida que llevaba en París y parecía que el destino me ofrecía una aventura, era hora de ponerse en marcha.

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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El Ryvak mascullo bajo al no ver a alguien conocedor de criaturas...--¡Esto va ser la catástrofe!--Dijo molesto, era necesario hacer un buen equipo de búsqueda, tal vez por su sus movimientos seguros y su habla con un dejo de autoridad (Ya que antes estaba al frente de una de las Direcciones del Ministerio Mágico y de que mucho antes, ayudo como empleado clandestino del Departamento de criaturas) las personas aceptaban sus sugerencias y se comenzaban a organizar para la búsqueda de las criaturas Baby´s

 

 

Esperaba no tener que intervenir debido a que muchos de los visitantes, parecen tener poca experiencia en el trato de criaturas mágicas pero de igual forma le interesa al ojimiel también emprender la búsqueda y no solo de hacer de "encargado", que era lo que sin buscar el "puesto" la gente pensaba que era parte del personal, cosa muy lejana en realidad, pero si que le interesa hacerse de un buen equipo.

 

Miro a su alrededor mientras los magos y brujas hablaban con sus amigos, el peliverde deja salir el aire contrariado...si al menos estuviera Cindy...pero no, ella no está ni remotamente cerca...¿a quien más puede acudir el Ryvak?...esa pregunta le hace sentirse como en una isla desierta...(Que la reserva si esta en una isla! pero bueno, lo que busca es a quien invitar para trabajar en esa captura de criaturas).

 

Camina mientras los demás se mueven a su alrededor, con su vista imitando a Kautet (Su halcón peregrino) escudriña entre los presentes, se alegra en cuanto lo ve: ¡Alukar! Casi corre hacia él, porque le sorprende verlo ahí...tan familiar y tan ¿pálido?...pero si parece un muerto viviente!

 

Ryvak si que pierde el habla...llega frente al joven mago que parece divertido con la situación y le habla después de mirarlo por un minuto como si esperará que se difuminará como un sueño...

 

--¿En verdad eres tú Alukar? ¡Creí que te habías marchado apenas se anunció que hay guerra! pero aquí estas, bienvenido! ¿piensas ayudar a la búsqueda de criaturas?

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