Ministerio Zombie

[Tauro M.]

Marie

 

Marie se sorprendió con la sugerencia de la otra bruja y le pareció fantástica, de hecho estaba encantada ante semejante idea, para ella era como hacer un poco de justicia por mano propia que estaba segura se merecían. Era momento de que alguien pusiera los puntos sobre las íes a algunos del ministerio, que escucharan lo que tenían que decir. Por primera vez le sonrió, quizás la estaba juzgando mal a pesar de su edad o tal vez fuese una excepción que no iba a encontrar jamás, ahora que tenía una aliada no pensaba desaprovechar la oportunidad.

 

-- ¡Me gusta! --exclamó emocionada, llamando un poco la atención --¿Y qué hacen exactamente en ese Departamento? He escuchado historias que no los dejan muy bien parados, como que causan más accidentes de los que resuelven, ¿es eso cierto? --la cuestionó, pero por el momento esperaba que la pudiera guiar por el camino correcto, ya que ella no conocía nada de las instalaciones del Ministerio, apenas y había estado allí. Miró hacia todos lados sintiéndose culpable, como si creyera que los demás eran capaces de leer sus pensamientos, pero aquello lejos de hacerla arrepentirse o echarse para atrás, la animaba a seguir adelante.

 

--¿Por donde deberíamos empezar?

[Hayame Snape Potter Black]

Con Marie

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-Irónicamente, en los pisos superiores

Comentó la bruja de cabellos rojos señalando con uno de sus dedos hacia la zona superior del Ministerio, donde se veían algunas de las oficinas con ventanales hacia la fuente de los tres hermanos; aunque la mayoría lucían apagadas ya que parecía que muchos funcionarios habían aprovechado las fiestas para tomarse los días libres, una que otra estaban encendidas

-Los departamentos están ubicados por pisos hacia la zona inferior del Ministerio por protección aunque se de la apariencia contraria pero hay algunas oficinas especiales, que tienen el honor de dar hacia el Atrio para que se pueda ver lo que sucede. Es una especie de entrada mágica que tienen la mayoría de las oficinas... por ejemplo, aquella ventana es la que corresponde a la oficina del director de Accidentes y sin embargo, la planta de Accidentes está hacia abajo, entiende?

Sonrió con diversión por lo loca que era la magia a veces y entones, hizo un movimiento para que las tres brujas pudieran usar las amplias y elegantes escaleras hacia esas zonas de las oficinas

-Creo que una de las jefas de Oficina en el Departamento de Criaturas está en estos momentos... o al menos, recuerdo que trabaja ahí... Tauro Lavigne, la conoce?

[Tauro M.]

Asintió, claro que se había asustado, aunque más bien era preocupación. Enarcó una ceja al escuchar la palabra veneno y se preguntó si alguien lo había hecho simplemente para hacer una broma porque le pareció divertido o sus intenciones eran más oscuras y torcidas y de verdad buscaba acabar con alguien. Al ver que Fengari había sido la única afectada, decidió quedarse con la primera de las posibilidades.

Notaba que el tema sobre la familia no dejaba de incomodarle, pero aun así Tauro no se rendía, pues sentía que igual era algo que necesitaba hablar. Si no encontraban la sangre allí, entonces tendrían que salir a buscarla. Nunca había presenciado una cacería de vampiros, los demonios como tal no necesitaban de la sangre aunque había algunos que les gustaba alimentarse de ella, la peli-azul en específico se alimentaba de las energías, como demonio súcubo podía meterse en los sueños de las personas, en especial de los hombres, y llenarlos de las fantasías que ella quisiera, de esa manera les robaba las energías.

-- ¿Donde podemos ir?

@

Marie

 

La bruja bufó al escuchar que tenían que ir a los pisos superiores, era tanta la ironía que no hizo sino reír porque hasta en cosas tan simples a la gente de poder le gustaba estar por encima. Asintió ante la explicación y se preguntó por qué tenían que hacer todo enredado, ¿acaso era parte de su plan para que las personas se perdieran dentro del Ministerio? No se imaginaba tratando de reportar un problema, que nunca lo había hecho, y ser enviada a tantos lugares diferentes que al final tuviera que desistir.

 

--Esto está mal, muy mal --se quejó. --¿Tauro Lavigne? --se quedó pensativa. Pocas eran las personas que conocía del ministerio, pero cuando la bruja se trataba de alguien con un particular color de cabello era casi que imposible de olvidar, al menos no de ese dato --¿Una bruja de un escandaloso cabello azul? --le preguntó --Si, la conozco, pero pensé que había dejado de trabajar hace varios años, alguna vez me ayudó registrando a mis elfos domésticos.

 

--¡Ah! También recuerdo a otra de cabellos violetas, muy ruidosa, demasiado.

[Hayame Snape Potter Black]

Con Marie

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Hayame se rió y no se fijó en si Lisette o Ashley la iban siguiendo, al menos contaba con que la voz de aquella bruja le indicaba que al menos ella si iba muy cerca y que también estaba interesada en el tema... bueno, eso y que reflejaba con los ojos que su comentario acerca de como a los ministeriales les encantaba colocar sus oficinas tan estratégicamente (o con el ego por delante), era recibido con irritación

Y no la culpaba, había muchos trabajadores que ya se habían quejado acerca de ese pequeño privilegio de los directores y jefes de oficina, de aparentar estar en un piso cuando en realidad, el ingreso era por otro lado

O que igual podían entrar por un piso a la oficinapero saldrían varios pisos más abajo, como correspondía

A veces la magia era tan extraña

-Si... la misma de cabellos azules -respondió sonriendo con agrado -yo también alguna vez fuí a registrar un elfo doméstico que heredé de mi abuelo... pero me quedó pendiente preguntarle cómo se había hecho el trámite de transferencia de una elfina que yo solía tener, sin mi consentimiento e incluso, cambiándole el nombre

Frunció el ceño solo por un segundo antes de continuar, apenas dando un pequeño respingo cuando la interceptó un trabajador de ella y firmó un par de papeles rápidamente y sin dejar de andar

-Acerca de la mujer de cabellos violetas... es mi hermana -suspiró y rechistó -ex directora de Accidentes, creame que si pudiera traerla arrastrando a esta fiesta para que diera el frente delante de estas personas lo haría, pero últimamente dar con ella es como intentar atrapar un demiguise con sus poderes activos -dijo y entonces, sacó la varita y la pasó delante de una puerta de seguridad que brilló y se abrió, revelando un curioso pasillo dorado con ornamentos curvos -usted primero, en este pasillo se dividen las puertas de entrada de oficina de directores y jefes de oficina -le explicó

[Ashley Peverell]

-A veces las fiestas son necesarias para mantener los buenos ánimos entre las personas, la convivencia correcta entre las personas del mundo mágico también es importante porque si las personas se encuentran tristes o deprimidas, entonces tampoco van a querer luchar con todo el poder de sus fuerzas cuando llegue el momento de actuar y entonces, van a preferir salir corriendo del país apenas y tengan la oportunidad, no debería de ser tan dura con la gente.

Ashley le empezó a murmurar aquello a Lisette ya que no quería meterse entre la conversación que estaba teniendo su hermana mayor con aquella señora que parecía ser del mismo tipo que su hermana y parecía que ninguna se iba a tomar un descanso por el momento para formar parte de la fiesta también.

[Hayame Snape Potter Black]

Con Marie

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La bruja le estaba dando espacio a aquella que las acompañaba para que observara aquel ostentoso pasillo que utilizaban para llegar directamente a ciertas oficinas que tendrían vista del Atrio; tenía que admitirlo, ella no utilizaba aquella ventaja en su oficina pero alguna vez se había preguntado que se sentiría poder ver directamente el Atrio y todo lo que sucedía en aquel sitio, especialmente cuando se daban a lugar las trifulcas

Miró hacia atrás y se rió levemente al ver como Ashley ya comenzaba a murmurar con Lisette ciertas cosas, su hermana siempre tenía ese pequeño cosillo especial; no se aguantaba las ganas de cuchichear con la familia a su modo más infantil y a veces entendía porque todo el mundo la confundía con una niña pequeña

-Bueno chicas, charlas para luego que tenemos que encontrar la oficina de Tauro -les dijo sonriendo con animos

[Valky]

Al parecer las palabras y acciones de la pelinegra surtieron el efecto deseado, los ojos de su esposo centellearon con picardía y se mordía el labio inferior para luego pedirle que la acompañara. Ella por supuesto no dudó en tomar la mano del rubio y seguirlo. Kaori no tenía ni idea de a donde se estaban dirigiendo, no conocía las instalaciones del Ministerio como para saberlo y menos aun con la poca iluminación que había en los pasillos del lugar.

 

Como si fueran un par de adolescentes entre risas y cuchicheos, llegaron a una oficina muy espaciosa, que incluso tenía una pequeña sala de estar, un mini bar y un enorme escritorio en el centro, varias estanterías llenas de libros y algunas cosas más a las que ya no les puso mucha atención, tenía frente a ella a su esposo, que presa del deseo la tomó entre sus brazos y la besó apasionadamente.

 

—De hecho…—dijo la pelinegra entre beso y beso—Esperaba que no me…—las hábiles manos de su esposo acariciando partes de su cuerpo que tan solo él sabía cómo tocarlas para hacerla perder la razón. La calidez de sus manos hacía que la pelinegra perdiera el hilo de sus palabras, que dejara de pensar y deseara concentrarse en lo que lo que estaba sintiendo —…dejaras salir con la mía. —terminó de decir.

 

Lo que había sobre el escritorio fue a parar al piso de la oficina y ahora era ella quien se encontraba sentada sobre la superficie de madera, aprisionando con sus piernas al rubio. Las manos de la bruja habían logrado quitarle la corbata desabrochado los botones de la camisa del metamorfomago, ahora finalmente no había tela alguna que se interpusiera para poder besar como quería a su esposo. Quiso acercarse más a él, pero su pancita de embarazada se lo impidió, dio un suspiró dejando de hacer lo que estaba haciendo para apoyar las manos detrás de ella.

 

—¿Aun crees que soy sexy? —preguntó. Lo único que le gustaba de su actual estado era que sus pechos habían aumentado de tamaño, de lo demás empezaba a sentirse enorme y nada sexy.

 

@

[Tauro M.]

Marie

 

-- Fraude --dijo en respuesta al comentario de la Elfina, aunque por supuesto ella estaba hablando sin saber pero para alguien como Marie esa era la única explicación lógica frente a todas las irregularidades que se llevaban a cabo dentro del Ministerio --De nuevo el que más galeones tenga, es el que dicta cómo las leyes van a actuar a su favor --expresó con total convencimiento de sus palabras.

 

-- Está corrompida --dijo luego de saber que la bruja de cabellos violetas era su hermana. Cualquiera que asumiera una posición importante estaba obligado a hacerle caso al Ministro en todo lo que le dijera. Antes habían tenido un Ministro ausente pero que daba mucho de qué hablar. Crazy Malfoy había sido el Mago más corrupto que ella hubiese podido conocer y todos los que le servían eran iguales, ya fuera por una cuestión de fidelidad o porque simplemente no tenían más opción --Cuide a su hermana --siguió, tomando ahora una actitud de madre a punto de regañar a sus hijos --, físeje bien en qué pasos anda, no vaya a ser que la estén obligando a hacer cosas que no quiere --después no dijo nada más del tema y en cambio siguió las instrucciones de la bruja para pasar por una puerta de seguridad que la llevó a otro pasillo donde se encontraban las oficinas de jefes y directores.

 

-- Así que aquí es donde lo planean todo... ¿Notarán si hacemos un poco de desorden? --preguntó en tono travieso, ya estaba empezando a emocionarse con el asunto, pero entonces reparó que se encontraban con las otras dos que acompañaban a Hayame.

 

-- ¡Madre mía! Pero qué susto me han dado. ¿No les han dicho que secretear es de mala educación? ¡Y menos frente a un adulto!

Editado 16 de Diciembre del 2019 por Tauro M.

[Hayame Snape Potter Black]

Con Marie

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La bruja dejó escapar una buena risa por la actitud que estaba tomando Marie y ni siquiera intervino en el regaño que les estaba dando a Ashley y a Lisette, que para variar le estaba dando por su lado a su hermana; y aún así mientras se divertía escuchando la actitud de la otra bruja, también se quedó pensando en lo que había dicho acerca de lo fácil que en aquellos momentos sería manipular a Sagitas cuando estaba debajo de las órdenes de las personas que más tenían que esconder en cuanto a corrupción

Entrecerró los ojos dejando de escuchar por unos momentos aquellas conversaciones

Marie tenía razón, además, todavía estaba el asunto de que justamente el día de las elecciones como tales, cuando se suponía que tenía que presentarse para que votaran por ella se había desaparecido; literalmente, habían estado buscándola por todas partes hasta que se había elegido al ganador... y ahora ese ganador estaba tan desaparecido como los demás

Dejó escapar nuevamente unas cuantas risas... para luego, convertir sus ojos en un par de estrellas amarillas de maldad y sacar la varita

-Qué oficina quieren comenzar a adornar? -preguntó con todo el tono de travesura que indicaba que ella estaba de acuerdo en desordenar y hacer labor de revolver cualquier oficina, incluso la suya propia si era necesario mientras que varios BWAHAHAHA aparecían por detrás de su cabeza

[Ky.]

El metamorfomago soltó un gruñido al sentirse prisionero por las piernas de su esposa, su erección se estaba haciendo notar cada que la mujer acariciaba lo que era su dorso desnudo, estaba tan concentrado en recorrer sus piernas subiendo de aquella manera el vestido que llevaba la pelinegra que no se había percatado de aquel suspiro que soltó la mujer, hasta que escuchó la pregunta que le soltaba. Dejó de besarla al tiempo que dejaba de recorrer con sus manos aquel cuerpo que lo volvía loco, sus ojos que estaban mirando su escote deseosos de poder liberar aquellos pechos, miraron a la pelinegra a los ojos con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Mira como me tienes —dijo en un susurro haciendo notar su erección contra la feminidad de la ojiazul. —Si no te sientes segura con lo que puedes provocar con el cuerpo que tienes, regresamos a la fiesta. —su mirada se había endurecido y en pocos segundos empezó abotonar los primeros botones de la camisa al tiempo que trataba de volver a la normalidad.

 

Su capa de superhéroe seguía en el suelo, casi a la entrada de aquella oficina, pero a él solo le faltaban algunos botones de su camisa, cuando empezó acomodar el vestido de la Delacour para volver a dejarla presentable. Aún sentía ganas de tener un momento de intimidad con su pareja, pero aquellas dudas de ella sobre todo lo que provocaba en el Black Lestrange lo habían hecho sentir mal. Por lo que también empezó a preguntarse si estaba mal sentirse tan atraído sexualmente por la morena cuando estaba en cinta.

 

—Volvamos a la fiesta, más tarde hablamos de lo que pasó aquí. —dijo.

 

Con un movimiento de su varita limpio el suelo de la oficina dejando todo como se encontraba antes de que ellos entraran, con la única diferencia de que ahora el escritorio tenía un par de pastelillos.