Libro del Caos

[Bakari]

Bakari era un guerrero en toda regla, él había sido partícipe de tantas guerras que había perdido la cuenta; tampoco las llevaba. Para él todo consistía en ganar y el ganar era posible si te comprometías al máximo, si eras exigente contigo mismo. Bakari no podía sentir respeto por quién se autocompadecía o se rendía a mitad de camino, para él las personas débiles lo eran solo de mente, porque la condición física no era un factor tan determinante como el mental, aunque claro, un cuerpo bien preparado y entrenado también era un buen elemento en los combates de cuerpo a cuerpo.

No conocía a ninguno de los que se presentarían ese día ante él, tampoco le interesaba saber sus nombres, no de momento, ya que sus nombres tendrían un verdadero significado al final de su camino de aprendizaje, cuando fueran capaces de ejecutar la magia que él estaba a punto de enseñarles a la perfección, pero para eso debían esforzarse o no tendrían ningún reparo en echarlos y así él no perdía el tiempo.

«¿Qué significado tiene la guerra para ustedes?»

Los recibiría con esa pregunta. Ya lo tenía decidido. Quería conocer sus convicciones, quería saber para qué estaban preparados y para qué no. A Bakari le gustaban las respuestas honestas, los mentirosos solo podían tener un final y él se había encargado de hacerles pagar su error con sangre. El lugar pactado para el encuentro era un desierto en donde lo único que podían ver su alrededor era arena y más arena. El único momento en el que el paisaje cambiaría sería cuando hubiesen avanzado varios kilómetros y encontraran el único oásis rodeado de varias palmeras ubicadas alrededor de el, dando sombra a todo aquel que descansara debajo de ellas. Pero ese detalle de momento no se los compartiría.

Todos llegarían a través de un portal, las instrucciones específicas para llegar allí ya se las había mandado a traves de otros medios. Espera únicamente a dos personas, no aceptaría a más.

— Un verdadero guerrero debe ser sometido a situaciones extremas, para que pueda conocer sus límites. ¿Han venido a ser guerreros o mediocres? —. No pensaba que estuviese siendo duro o cruel, pero sí era exigente tal como lo habían sido con él, no por algo era uno de los guerreros más importantes de su tierra. Los protectores en su pecho relucieron con la luz del sol, el calor los empezaba a abrasar aceleradamente, pero él no lo sentía así. Finalmente hizo la pregunta que había preparado para ellos.

— ¿Qué significado tiene la guerra para ustedes?

[Hayame Snape Potter Black]

Cuando la bruja llegó, había dejado escapar un suspiro de aceptación

Desierto nuevamente

Parecía que últimamente los profesores se habían puesto de acuerdo para tenerlos en un desierto al menos, cuando correspondía al aprendizaje de los libros y al parecer el caos no iba a ser una excepción tampoco; había querido llegar al estudio de aquel libro desde que había visto el listado con las posibilidades de aquello que podía estudiar y ya había superado el primero de ellos, el de La Sangre que había estado muy interesada en obtener. Recordaba los calabozos y los escenarios de terror que había tenido que pasar a base de cortes y ofrendas y no le incomodaba en lo más mínimo.

Y el del Equilibrio, bueno, ese había sido una sorpresa muy agradable.

La bruja nunca había sido del lado templado o equilibrado por lo que le había costado trabajo pero su profesor había sido tal cuál lo había imaginado para alguien que enseñaría aquella clase, alguien que manejaba justo lo que estaba mostrando a su alumna; tenía que aceptarlo, había aprendido tantas cosas que sentía que al menos como persona había mejorado a un grado que le resultaba extrañamente agradable. Antinatural para su naturaleza pero nuevamente, era un cambio positivo.

Y finalmente estaba ahí.

El Libro del Caos.

Una palabra con la que se identificaba de alma porque era lo que sentía que conectaba con su espiritu y con su naturaleza, incluso cuando había hecho sus clases de Animagia; caos no era oscuridad en su cabeza, era simplemente libertad, era no tener un orden exacto sobre lo que venía a continuación, era tomar en el aire lo que se tenía y utilizarlo para sobrevivir en una vorágine donde todo se convertía en nada y en una sola cosa al mismo tiempo.

Eran los sentimientos.

Cuando finalmente se encontró con el profesor no tuvo una primer impresión con la cuál compararlo. Sus ojos rojos se mostraron pensativos, meticulosos... midiendo sus movimientos y lo que podía distinguir en su mirada; era evidente que aquella clase iba a ser todavía más difícil que las demás y se las tendría que arreglar para sacarlo adelante, en especial porque le habían llegado las nuevas condiciones para ese tipo de estudios:

Duelos, duelos y más duelos, algo que detestaba a menos que fuera estrictamente necesario y al parecer, si quería ese crédito... tendría que ser muy necesario

-Sobrevivir

Fué lo que le salió decir y la primer palabra que le vino a la cabeza, recordando la batalla que había tenido con sus compañeras y los búlgaros en aquel momento del ataque con los dragones y cómo habían hecho todo lo posible para derrotarlos y al mismo tiempo, seguir vivas el suficiente tiempo para volver a pelear un día más

[Thoth]

-Es solo un juego de poder.- Comenzaba a responder . –los débiles ven las tragedias y lamentan los hechos, los astutos ven oportunidades y formas que se puedan beneficiar, no niego que existan bajas, pero siempre peones pueden caer.- Finalizaba de hablar y mantenía la mirada baja. En otras oportunidades no había tenido suerte con los Guerreros Uzza y no deseaba experimentar un escarmiento por haberles ofendidos.

-Y hablando de guerra, ¿acaso el pueblo Uzza que partido tiene en este conflicto internacional? ¿Acaso seguirán al pueblo egipcio y los países africanos en contra de Gran Bretaña?- Indague. –En verdad pido disculpa, pero supongo que la chispa de ser alguien de la prensa, me hace consultar a la fuente.- Camine un poco. –Y sobre la magia de este libro, me origina una duda ¿Por qué el azar es lo que conduce al caos? ¿Acaso el caos es un juego del azar? Lo digo, porque se ve algo complicado invocar a las fuerzas del caos y que esta haga lo que uno desee.

Quizás mi comentario era imprudente o quizás bobo, en verdad me interesaba conocer el punto de vista de los Guerreros ante el conflicto, igual hace tiempo tenía lealtades con viceministra Mackenzie Malfoy por sus alianzas en enseñar en el país, ahora que están en otro país, quizás sus lealtades habían cambiado, lo mismo ocurría con los arcanos, pero esos seres son más difíciles de que expresen la verdad, a diferencia de un guerrero, que se manejan en lealtades.

-Que torpe soy.- Hice reverencia al Guerrero Uzza. –Soy Luxure, Demian. Director de la Radio, La voz Alternativa.- Comente y espere a la otra alumna que ella respondiera, en caso que ella llegara al lugar. Admito evocar haber seguido las instrucciones para llegar al lugar y vestir con una ropa acorde al sitio.

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja parpadeó un poco cuando comenzó a escuchar pasos que se acercaban al sitio de la clase y se giró con un parpadeo curioso para ver al brujo que acababa de llegar a la clase del nuevo libro; se colocó una mano en la cadera y alzó una ceja al escucharle hablar de aquella manera pero lo que más le llamó la atención fué que parecía que no la había visto aunque había llegado muchísimo antes que él por lo que sería bastante difícil no darse cuenta de que había llegado antes que él

Dejó escapar un suspiro cuando lo reconoció

Era el chico que había estado trabajando en el departamento del Ministro como ayuda hasta que se hicieron los nuevos cambios y parecía que había perdido su puesto de trabajo; suponía que en parte estaba enojado por ello pero al menos por su parte ella había sospechado que ese chico estaba detrás de la desaparición del Ministro de Magia pero al final de cuentas se lo había guardado

Pero después de escucharlo, había bufado y levantado un poco la mirada para luego, encogerse de hombros

Por supuesto, político.

Ya estaba acostumbrada a escuchar esos discursos de los gobernadores que lejos de buscar proteger a las personas que confiaban en ellos para que los cuidaran y vieran por el bienestar de toda la sociedad, solo pensaban llegar más y más arriba; por eso era que todas sus esperanzas siempre estaban en el Señor Tenebroso, él nunca había pensado en ostentar la mágica figura de poder, ah no, él solo quería el bien para aquellos que poseían magia en su sangre, para que todos pudieran vivir de la misma forma y para que dejasen de ser pisoteados por las autoridades ajenas a sus vidas.

Dónde estaba su Señor?... en verdad habría revivido como decían los rumores o solamente era un cuento para sacar de sus casas a aquellos que todavía le aguardaban con fé y esperanzas?

Ya no podía pensar en eso. Tenía que concentrarse en la clase y en lo que diría el profesor a continuación

[Bakari]

— Sobrevir —eso había dicho la primera en llegar. Sí, en la guerra había que sobrevivir y para eso quisieras o no había que pelear. Sin embargo llegaba un momento en el que sobrevivir no sería suficiente.

— ¿Entonces se define como una simple sobreviviente? ¿Crees que eso sea suficiente para ganar? —El Uzza planeaba sacarlos de su zona de confort. No estaba ahí para hacerles las cosas fáciles, sino que todo lo contrario. Es

— Un juego de poder —dijo el otro. Él también tenía razón. Algunas guerras habían sido provocadas para obtener más poder, para el dominio de un territorio. Como guerrero, Bakari había participado de ellas, porque cuando alguien mandaba un golpe siempre encontrarían alguien dispuesto a responder, así pensaba él y fue precisamente lo que hizo en su momento: responder. Luego él también fue responsable por otras que iniciaron, donde se buscaba recuperar lo que le había sido arrebatado.

— Los Uzzas no perdemos el tiempo en ese tipo de asuntos ni participamos en ellos —respondió tajante. La sola idea de imaginarse tomando partido por alguno era algo que iba en contra de todos sus principios. Las guerras para elegir un bando eran las peores, esas de las cuales no participas activamente sino que observas como otros luchan muy tranquilamente desde algún cómodo lugar — En cuanto a su pregunta, ¿Cree que el caos se desata como producto del azar? ¿O que el hecho de que exista el azar, de que no sepamos lo que va a pasar, es lo que hace que haya caos? —ese pensamiento crítico se lo dejó a él, como Uzza no planeaba darles las respuestas del mundo, tenían que descubrilas.

— Existen, por lo menos, tres factores determinantes que pueden desatar el caos casi que de manera instantánea. No digo que sean los únicos, pero tienen un gran peso en esto ideal que les gusta llamar equilibro. Estos son el tiempo, el poder y la fortuna. ¿A qué crean que se deba esto? ¿Qué piensan? Quiero escucharlos. O no, prefiero que lo vivan. Los estaré esperando en el oasis, si es que llegan.

El sol era abrazador y con cada minuto que pasaba se hacía más intenso. Sin que ninguno de los dos aprendices lo notara, Bakari había usado su varita para hechizarlos, eso, junto con el insoportable calor haría que sufrieran no de alucionaciones, pero sus cuerpos y sus mentes estarían más dispuestos a vivir y ver lo que Bakari quería que vieran para poder experimentar el caos desde los 3 factores mencionados anteriormente. Solo quién conocía el caos y lo comprendía, podría ser capaz de controlarlo.

[Hayame Snape Potter Black]

Calor

Porqué todas sus últimas clases en verdad tenían que ver con el calor?... incluso la Clase de Criaturas Mágicas la estaba mandando a un desierto!!

La bruja no era ajena al caos del tiempo, especialmente ya habiendo vivido tantos años como lo había hecho al grado que de repente los días, los meses... los años, no tenían un significado como tal; muchas veces se imaginaba al tiempo como una especie de pócima de colores diversos en un caldero, donde todos los colores se mezclaban en espirales segun iba siendo girado con la cuchara y que a veces, esa misma cuchara podía cruzarlo de un lado a otro, dejando una linea en el medio de todo

Rompiendo con su armonía

Evidentemente, su opinión y pensamientos como una criatura antigua difería de la de su maestro en aquellos momentos pero tampoco era extraño, que justamente los que llevaran tanto camino andado lo vieran desde diferentes perspectivas; la fortuna?... había aprendido a no fiarse tanto de ella, ya que a menos que se la manipulara con aquella extraña poción dorada, esta era como estar eternamente lanzando una moneda al aire sin saber exactamente como caería

Claro que había formas de manipular la moneda, contando fuerza, manera y velocidad para hacerla caer donde una quería...

Pero eso también era subjetivo

Esa era la magia del caos

A veces el mismo camino recorrido una y otra vez, podía desviarse o cambiar sin un motivo razonado como tal y sin una explicación venida de la lógica o del orden.

Tampoco estaba muy de acuerdo con el poder como ente del caos.

Especialmente cuando para el poder, para el correcto poder, se necesitaba orden, pasos, un lineamiento si es que se buscaba un objetivo específico ya que si no se correspondía a ello, el resultado venía en un evidente fracaso pero era nuevamente, una consecuencia lineal y medible, obvia en todos sus sentidos. Y en cuanto al poder mágico... le parecía que solo podría ser caótico cuando no había un ente que lo modificara como tal, aplicando una propia fuerza mágica

Pero quizás estaba pensando demasiado

En cuanto el maestro se retiró, dejándoles a solas para que comenzaran su camino al oasis alzó la capucha de su capa para taparse del calor e hizo una mueca

-A caminar, pues... supongo que para probar la cuestión del tiempo, tendremos que jugar a modificarlo de alguna manera... o nos tardamos mucho o lo acortamos -dijo para sí misma comenzando a andar mientras que sacaba el Libro del Caos y lo abría, buscando algo que pudiera serle útil -no, nada -bufó y lo cerró de golpe, continuando su camino -todo esto es para peleas... quiero llegar a un Oasis, no pelearme con el sol

Cerró los ojos y suspiró antes de colocarse la varita en la palma de la mano

-Oriéntame

Aguardó a que la varita se moviera antes de continuar el camino, intentando entender como los hechizos de ese libro, diseñados para un duelo tenían que ver con encontrar al maestro otra vez en el Oasis; como le hubiera gustado que al menos el Libro del Equilibrio pudiera ser una buena contraparte para ayudarla en esos momentos

[Bakari]

1d7

Señor del Caos

[Bakari]

Desde donde estaba Bakari podía seguir los movimientos de cada uno de ellos, el desierto era suyo, por lo tanto podía ver y controlar todo cuanto pasara en el. Heliké parecía estar teniendo una lucha de pensamientos y pronto todas las ideas preconcebidas que tuviera sobre lo que era el caso se verían afectadas. Para aquellos amantes del control y de seguir un patrón, el caos les parecía algo inverosímil, pero era porque no lo comprendían y por lo tanto no lo sabían explicar. Para Bakari la clave estaba en aceptar el caos como parte de la vida, no como algo malo, porque del caos también surgían los grandes descubrimientos.

La bruja caminaba por el desierto creyendo que su única tarea era esa, caminar, pero cuan equivocada estaba. El Uzza tenía un plan, uno que la pondría a prueba. De la arena, a unos pocos metros de ella, surgió una de las criaturas del señor del caos. Cuando la fortuna estaba de tu parte podrías encontrar un fuerte aliado en el Cíclope, quién era un combatiente más capaz de defenderse y de atacar con independencia de lo que el invocador pudiera hacer. El Cíclope, por supuesto, atacaría a la bruja y la única manera que tendría para defenderse sería usando los mismos poderes del libro,en este caso del señor del caos, cualquier utilización de otros simplemente no tendría efecto (a menos que fuera para curarse o por requerimiento del libro), Bakari se había encargado de bloquear esa magia mientras estuvieran en sus dominios.

— Fuego púrpura — pensó el Cíclope, quién ahora tenía los hechizos de Mago Oscuro. El fuego viajó en línea recta en dirección a la bruja, de la cual se encontraba a cinco metros. El Cíclope quiso seguir atacándola, pero Bakari le ordenó que se detuviera, primero quería ver qué haría Heliké para defenderse. La bruja tenía varias posibilidades, o bien se decidía a jugar con la rueda con luchar contra otro señor del Caos, cualquiera de las dos opciones la podían favorecer. O no.

Por otro lado el otro aun no avanzaba, así que decidió darle el empujo que necesitaba. Otro nuevo señor del caos, esta vez una Hechicera surgió en el campo, la cual lo seduciría e intentaría darle un mortal beso. Solo si el Mago comprendía el verdadero poder de la hechicera encontraría, tal vez, una forma para defenderse de ella, aunque Bakari esperaba más que eso.

[Hayame Snape Potter Black]

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-Y ahora?

Hayame volteó a la lejanía y frunció el ceño con un leve dejo de preocupación

Le pareció sentir un extraño movimiento de magia que provenía de algún punto muy lejano, alguna criatura que seguramente tendría que viajar una larga distancia... apuntando hacia Londres; tenía que admitir que se sentía levemente perpleja. Eso era parte de una demostración de lo que era el Caos?... hacerla sentir un peligro que no iba hacia su persona y que no tenía sentido alguno? tener la sensación de que de alguna manera, debería de preocuparse por el pobre sujeto o sujeta a la que fueran a agredir y que quizás algún día sería la próxima?

Se rascó un poco la frente con la punta de un dedo, intentando ponerle un orden a sus ideas

-Cálmate chica, lo que tienes que hacer es ir a ese Oasis... solo eso, encuentra el Oasis y pregúntale al profesor cuál es el uso real que tienen los dados en el Libro... o en la vida... diablos, en verdad, como puedes usar esto en la vida?

Definitivamente tenía muchas mas dudas que respuestas y el muy lejano rugido de algún tipo de bestia le hizo erizar un poco

Si, definitivamente

No iría en dirección de aquel lugar ni de broma, tomaría un muy buen rodeo para evitar cualquiera que fuera aquella cosa mientras intentaba pensar cómo se suponía que tenían que usar ese libro; volvió a sacarlo sin dejar de caminar hacia donde la varita le había orientado la primera vez y comenzó a hojearlo nuevamente

-Rueda del Tiempo, Rueda del Caos... puras ruedas y ninguna que sea para moverte de un lugar a otro... todo esto es para duelos, argh!! -resopló y volvió a cerrar de golpe ese libro para regresarlo a las profundidades de su capa y negar con la cabeza -no, no hay manera, ah... -rechistó entre dientes y sacó la varita dando una rápida sacudida con esta -ahorremonos algo de camino... Fulgura Nox

Hizo un pequeño tajo en el aire para hacer aparecer el portal, no era demasiado grande ya que su poder aún no iba para tanto... pero al menos aparecería mucho más cerca del Oasis que en esos momentos y le permitiría alejarse de cualquiera fuera el bicho que su instinto le decía, estaba buscando a Heliké... porqué a su sobrina política, no tenía ni la más remota idea, ya le preguntaría cuando regresara a Londres

Por lo tanto... atravesó al portal y rogó por encontrarse pronto al profesor para aclarar las dudas respecto al Libro como tal y su función

[Bakari]

Bakari había estado pensando en alguien más, alguna antigua alumna suya que pensaba iba a volver a encontrar y terminó descuidando a Hayame. La bruja usó un portal para acercarse al oasis, nada qué reprocharle, pero era momento de que enfrentara los verdaderos poderes del caos, que empezara a darle uso a su varita y a poner en práctica lo que ella por su cuenta hubiese estudiado con el libro, por lo que usó el mismo Cíclope anteriormente invocado para atraerlo hacia el oasis, él sería uno de los obstáculos antes de que la bruja pudiera beber un poco de ese agua y quisiera seguir adelante. La atacó con la misma magia.

—Fuego Púrpura —bastó con un solo pensamiento para que el fuego viajara en dirección a la bruja, quién ahora estaba a escasos 4 metros de él. Bakari estaba expectante, quería saber lo que haría la bruja a continuación, pero a diferencia de lo que había pensado anteriormente, era necesario que Hayame supiera lo que era tener que enfrentarse a ese tipo de magia, por lo que no quiso darle ningún respiro. Ella tendría que usar alguno de los señores del caos para defenderse, mirar si la suerte iba a estar de su lado o no, porque eso era lo atractivo del libro, que a veces te favorecía y en cambio otras... las consecuencias podrían colocarte en fácil desventaja frente al resto.

Seguidamente envió un segundo hechizo hacia su dirección, esta vez se trató de un —Seccionatus —, doce medias lunas que también buscaban impactar en la bruja para hacerle un daño considerable, dejarla por fuera de batalla en uno o dos movimientos. Sabía que Hayame probablemente conocería de hechizos aprendidos incluso en los libros anteriores, probablemente allí encontraría algo que le fuese de utilidad, pero de nuevo, esperaba verla otro tipo de magia superior, ver si de verdad la entendía, era la única manera que tanto Uzza como aprendiz lo averiguaran.