La misión

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Ahora que Sagitas lo ponia en contexto, si que tenia una ligera incidencia en el asunto de la boda. Aunque no creia que llegase a esos extremos que ella anunciaba, si ibamos a buscar a Cissy ahora, estariamos al otro dia de regreso. Aun no entendia el por que Cissy habia aceptado ese trabajo pero evidentemente era algo importante. No le conocia esa faceta, mas bien pensaba que sus redes de contrabando iba mas por causes magicos y que no tenia relacion con los muggles. Aun asi me agrado conocerla asi. Supongo que conocer a alguien es un proceso donde cada dia tienes nuevas piezas de informacion. Pero basta ya de divagar en el asunto, que el tiempo era hora.

 

-Si..si...ya me lleve la idea -mencione ante el fenomeno de misterioso avivamiento de fuego de la chimenea.- y no te preocupes aun de las "cosas peligrosas". Lo primero es encontrar a Cissy. -y ahi estaba yo mareando la perdis y no soltando prenda.

 

Me acerque a la ventana del salon buscando algo en el perimetro hasta que vi algo plateado acercandose cual lagarto por el patio de la mansion. Se colo la iguana plateada por la ventana y me incline para que me dejase unas palabras al oido. Bien, ya varios problemas estaban resueltos. Gracias a una rapida informacion obtenida bakjo el radar. Increible las formas de comunicarse de los muggles.

 

-Bien ya tenemos informacion...Cissy esta camino a Italia -el lugar exacto ya lo mencionaria mas adelante....ahh claro la otra informacion. -Bueno respecto al Ford Anglia..el mio aun no llega...lo malo de los regalos de navidad. Asi que o usamos el tuyo -menos mal que Sagitas lo habia mencionado- o vamos en alfombra voladora.

 

Mire la cara de la suegri..que aun seguia picada por lo de las "cosas peligrosas".

 

-Esta bien te dare detalles en el camino.

 

@@Sagitas Potter Blue

[Cissy Macnair]

Sybilla Macnair

 

La respuesta llegó de inmediato y Cissy se quedó mirando el trozo de pergamino fijamente antes de quemarlo con un movimiento de la varita. Hades hablaba en clave, probablemente para evitar también que alguien supiera dónde se iban a encontrar si su correo fuera interceptado. Me alegré de que pensara en ello y me puse manos a la obra para prepararme antes de salir rumbo al lugar acordado.

 

La Fontana di Trevi era uno de mis lugares favoritos y, por supuesto, uno de los favoritos de los turistas también. Las calles rebosaban con charlas alegres, risas y el sonido de pies que no se detenían mientras cruzaban los adoquines y se dirigían a bares y restaurantes por igual, buscando un lugar donde pasar la velada. Mis tacones también hacían ruido en el suelo y se unían al bullicio de los turistas. Pocas veces había visitado Roma. Sí conocía Italia pues había vivido unos años allí, previos a la época que se conocía actualmente como El Renacimiento. Nunca me cansaba del acento y las cálidas sonrisas de los italianos.

 

-¿Pidiendo un deseo?- pregunté, parándome justo a la espalda de Hades en el momento en que la moneda se dejaba caer con un "plop" apenas audible en el agua de la fuente. Me lo había más imaginado que escuchado al ruido del agua, ya que con tantos ruidos me era imposible distinguirlos con claridad-. Si tu deseo era verme, se acaba de cumplir- dije, poniéndole un beso en una mejilla antes de rodearlo para verlo de frente-. Buenas noches señor Ragnarok- lo saludé, sonriendo abiertamente.

[Hades Ragnarok]

El vampiro había pedido su deseo y segundos después aquella persona a quien se encontraba esperando había aparecido. Dibujo una mueca divertida sin voltearse escuchando lo que Cissy le decía. Se volteo lentamente después de sentir el beso en su mejilla para quedar cara a cara con la ex vampiresa. Le guiño un ojo y movió su mano, específicamente su dedo hasta los labios de la chica y le guiño un ojo.

 

La tomo por la cintura y se acerco a ella como queriendo besarla sin dejar de mirarla a los ojos. Se acerco a su cuello como si fuera a morderla y dibujo una mueca malvada cuando se acerco a pocos centímetros de su cuello y labios. Ladeo la cabeza casi de manera imperceptible y observo el lugar. Cada vez había menos personas y eso le gustaba, porque lo que estaba por hacer seguramente dejaría a uno que otro sorprendido, extrañado u horrorizado. Trajo mas a la Macnair hasta su cuerpo y sin ningún tipo de aviso, sin que ella se preparara o pudiera hacer algún movimiento giro sobre sus talones abrazándola para desaparecer de allí.

 

*****************

 

A muchos kilómetros en algún lugar desconocido…

 

-Estas siendo secuestrada –dijo al fin divertido el vampiro una vez que habían aparecido en aquel lugar.

 

Seguía siendo de noche, no había nubes en aquel sitio, solo una hermosa luna que alumbraba todo y las estrellas en el firmamento como únicas testigo de aquel encuentro amistoso. Sonrió al ver la cara de sorpresa de la Macnair. Quizás debía haberle dicho que por aquella noche era completamente suya, pero bueno, ya no importaba en lo mas mínimo. El paisaje era hermoso, el mar estaba calmado, tal como aquella vez. La brisa era muy sutil y había silencio. Si, él vampiro había escogido aquel sitio y espera que a la Macnair le trajera buenos recuerdos. La única diferencia es que había una hermosa fogata, una mesa preparada para 2 personas llena con las comidas y bebidas favoritas de la Macnair. Habían unas antorchas de fuego eterno que también ayudaban a iluminar todo.

 

-espero te guste –dijo sonriéndole- pensé que te gustaría volver aquí –comento- este lugar es mío y está bajo el encantamiento fidelio –rio divertido- así que dudo que te encuentren alguno de tus... "pretendientes" o nos interrumpan –le guiño el ojo de nuevo tomando su mano para llevarla hasta la mesa.

 

@

[Cissy Macnair]

Sybilla Macnair

 

 

Hades se giró y colocó sus labios cerca del cuello de la bruja, rosó sus labios y luego ladeó la cabeza y la tomó fuerte de la cintura, sin hacerle daño. Acto seguido, giró y desaparecieron del lugar. El tirón en medio de su estómago le causó un poco de náuseas pero las contuvo cuando aterrizaron en la arena de una playa que ella bien conocía. Tomó aire y se inclinó levemente para contener lo que estaba subiendo por su esófago.

 

-Lo he notado- comentó cuando él le dijo que estaba siendo secuestrada.

 

Miró alrededor y comprobó la fogata, la mesa preparada para dos personas y las antorchas que ayudaban a la iluminación. No sabía que el vampiro podía ser tan romántico.

 

-Me gusta- susurró, tomándose el estómago todavía algo revuelto con una mano mientras avanzaba por la arena para tomar asiento. Se sorprendió por que aquel lugar estuviera protegido y una parte de su cerebro, una pequeña parte, pensó que eso no era por sus pretendientes como él decía, sino por él mismo. Claro estaba que el vampiro tenía negocios no tan limpios, sino qué otro motivo tendría para querer pasar la velada en otro país en vez de en Italia. Entonces, su estómago dio otro tirón al recordar-. Me encantaría quedarme mucho rato, pero me temo que esta velada deberá ser corta. No puedo desatender mis asuntos en Italia- se disculpó, tomando asiento de un lado de la mesa, un poco preocupada por la seguridad de Aslan.

 

Había dejado instrucciones específicas para cuidar del anciano, pero aún así, ella creía que nadie sería mejor para hacer el trabajo que si lo realizaba con sus propias manos. Sonrió un poco forzosamente y, al acomodarse, notó que la sensación de malestar se extinguía y la reemplazaba la del hambre. Vaya que estaba hambrienta y no lo había notado y la comida olía delicioso.

 

-Espero que nada de esto tenga alguna de tus pociones experimentales, Hades... Ya con secuestro la pena es alta en prisión- sonrió de forma pícara mientras lo decía y esperaba que el vampiro se acomodara también-. Vas a contarme realmente qué haces en Italia. Sé que seguramente haces cosas para San Mungo... pero vamos, podrías haber mandado un aprendiz si se trataba de buscar hierbas exóticas o asistir a algún congreso sin importancia... ¿Haces negocios de contrabando de pociones experimentales en Italia?- preguntó, alzando y bajando ambas cejas de forma inquisitiva, lo que le daba en realidad un aire cómico por la sonrisa pícara que mantenía.

 

@@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

Observo los ojos de la Macnair y sonrió mientras esta parecía estar un poco mareada por la aparición conjunta. Espero unos segundos y se acerco a ella sabiendo que si intentaba besarla en aquel momento la chica terminaría desmayada. Tomo su mano y la acompaño hasta su lugar en la mesa.

 

-Prepare una velada especial para ti, bueno, para nosotros –dijo sonriéndole a la chica.

 

Escucho lo que ella dijo y se le ensombrecieron los ojos. ¿Que era tan importante para la Macnair como para dejarlo solo en aquel lugar y en aquella cita? El Ragnarok pensaba que la ex vampiresa estaba ansiosa por verlo y pasar tiempo con él, solo que al parecer ella tenía otros planes que obviamente no lo incluían. La sonrisa alegre y provocativa que había tenido hacia unos minutos poco a poco había comenzado a desvanecerse.

 

-las damas primero –dijo en tono serio si9n contestar ninguna de las preguntas que Cissy le había hecho- ¿Qué es eso tan importante que tienes que hacer en Italia qué prefieres estar allí que pasar el tiempo conmigo? –Pregunto en tono celoso- tenemos mucho tiempo sin vernos, pensé que querías estar conmigo, pero parece que no es así Macnair –dijo- y no te preocupes, no hay ningún tipo de poción experimental o nada adulterado si es lo que temes.

 

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[Sagitas E. Potter Blue]

A ver... Que no se me escapó que Sean separó el buscar a Sybilla con lo verdaderamente peligroso, como si fueran caminos diferentes y ella no corría peligro o, por lo contrario, ella estaba en peligro pero aún quedaban peligros mucho más allá de aquella búsqueda. Sin embargo, supe enseguida que él no iba a decirme mucho más en aquel instante y que, si quería que se soltara, debía estar a su lado en el momento justo. Resumen: acompañarle en todo momento hasta que se produjera el lapsus, se le escapara algo que no debiera o, sencillamente, se sintiera lo suficientemente a gusto en mi compañía como para hacerme partícipe de sus conocimientos.

 

-- ¿Un Patronus...? -- dije con aire de incredulidad. Era más bien de curiosidad pero no quería que mi algún-día-yerno conociera que me preguntaba por los contactos que este buen hombre tenía en sitios que ni yo me llegaba a imaginar; ¡y eso que tenía muchos ojos y oídos es lugares insospechables. Enarqué una ceja ante su afirmación. -- ¿En Italia? ¿Qué hace en Italia en medio de una guerra?

 

Vale, pues no sé de qué me sorprendo... Si algo caracterizaba a la Sybilla de hace años es que se parecía mucho a mí en las locuras que se nos pasaba por la cabeza. ¿Por qué iba a cambiar con el tiempo? Yo no lo había hecho y seguía cometiendo atropellos boberías sin pensarlo. Negué con la cabeza cuando mi yerno sugirió un medio de transporte alternativo.

 

-- No, chiquillo. -- ¿Chiquillo, Sean? -- A mí no me montas en una alfombra mágica sin casco ni cinturón de seguridad homologado por el Ministerio de Patentes. Usemos mi Ford Anglia, lo tengo aparcado en la Agencia de Viajes, junto al autobús mágico. Italia está demasiado lejos como para usar telas que pueden encogerse con la humedad de las nubes.

 

Asentí. Buen chico. Esperaba esos informes y también esperaba que me dejara conducir a mío. Suponía que él no habría hablado con Harpo y que el elfo no le habría corrido con el chisme de que conducía de pena, pues no era así.

 

-- Si me das la mano, nos aparecemos en el garaje de la Agencia y recogemos el vehícul0. Después, nos vamos a donde quieras.

 

Extendí la mano con el dorso hacia arriba. Esperaba que valorara que le tendía la misma; pocas veces lo había visto, que lo hiciera, y pocas veces lo vería en el futuro. Seguí siendo el ladrón que se quería robar a mi niñita Perenela y yo me tomo muy en serio la protección de mis hijitos.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

La sorpresa de Sagitas por el destino de mi madre Cissy se entendia. En estos tiempos uno no estaba para tanto ajetreo, y mas con una guerra en ciernes. Aun asi conocia a Cissy y sabia que estaria bien, pocas brujas podian igualarlas. Mi temor, que no conocia para nada al tal Hades solo su fama de hacer buenos trabajos y de terminar lo que empezaba, algo complicado aun para el mundo muggle y no queria arriesgarme con dejarlo todo al azar. Lo del patronus mejor ni tenerlo en cuenta, a estas alturas y aunque Sagitas no creyese que me habia graduado de Hogwarts, pues lo cierto era que si. Por lo tanto hacer el encantamiento era bastante facil y mas con tan buenos recuerdos con su hija que tenia en la mente.

 

Ya mas enfocados en el asunto, obvie por buenas razones el comentario de chiquillo, a fin de cuentas lo le decia cada vez que podia "vieja" y me rei un poco de sus precausiones de montar en alfombra voladora. Muy mal por ella, no sabia lo que se perdia. Pero no iba a lograr nada por ahi asi que directo al Ford Anglia. -Si, evidentemente en tu auto iremos mas comodos y no tan apretados. -si, la alfombra no era lo que se dice grande, probablemente una monoplaza, asi que ir a italia asi de acaramelados cerca fisicamente como que no se me antojaba. Sagitas tenia una respiracion muy fuerte, casi seguro que roncara. Ahora solo faltaba desplazarnos a la Agencia. No tenia reciente mente buenos recuerdos de ella.

 

-mmmm la mano...quien diria que estamos entrando en confianza- la broma me hizo sonreir, pero tome firmemente la mano de Sagitas.

 

A quien engañaba, tal vez podria robarle una bombacha, algun que otro galeon, pero eso no quitaba que me comenzace, por momentos, a caer bien la suegris y en estos entuertos a tenerle algo de confianza. Supongo que no solo me pasaba con ella, con Alessandra fue igual. Indudablemente me estaba ablandando o peor, poniendo viejo. Y una vez mas vino a mi recuerdo la cana en mi cabello. Por desgracia no tuve tiempo de pensar mas alla de eso. En un instante desaparecimos. Lo mejor que teniamos en Ford Anglia, lo peor que lo manejaria Sagitas. Y aunque habia tiempo una charla sobre lo que pasaba no demore la pregunta que me tenia en vilo.

 

-Sagitas tu conoces a Hades Raknarok??? -claro la verdadera pregunta era..que tanto sabes de Hades Ragnarok???

 

@@Sagitas Potter Blue

[Sagitas E. Potter Blue]

El tacto de Sean era frío y suave. Por un instante, pensé en mi marido Jack y respingué. Mira que pensar en él justo cuando mi yerno me daba la mano...Sí, bueno... Tal vez era porque Jack había desaparecido y ni tiempo tenía de buscarlo, con tantos problemas en medio, la boda, la familia, los niños... Pero sabía que, en el fondo, estaba dejando pasar tiempo para darle tiempo a volver.

 

Sacudí la cabeza.

 

-- Para nada del mundo quiero ir apretujada a ti -- murmuré con aire de enfado. Cuando llegamos a la Agencia de Viajes, estaba cabizbaja. Aunque no quisiera pensar en ello, ansiaba saber noticias de él y si ahora me iba fuera del país tardaría aún más en encontrarlo.

 

Aparecimos en el interior, potestad de ser la dueña. Me deshice del contacto con el muchacho con un "quita, bicho" algo desenfadado, para que sonara a broma y aceleré el paso hacia el garaje, cruzando a través de la trastienda y parándome un segundo a agarrar unas galletas de canela que Harpo siempre me dejaba al lado de la cafetera. Visualicé el bus y fruncí ligeramente el ceño. El Ford Anglia no estaba donde acostumbraba. Juraría que lo había dejado a la derecha del Autocar y, sin embargo, ahora estaba en el otro lado.

 

-- Seguro que lo movió Harpo para ponerle gasolina -- justifiqué en voz alta, algo inútil pues en teoría no podía estar en mis pensamientos.

 

Entré en el lado del conductor con una sonrisa algo pilla pues no iba a dejar que nadie lo condujera. Era mi lindo cochecito. ¡Hasta lo había pintado de color violeta porque el color que le habían puesto era feísimo. Esperé a que él entrara antes de encender el contacto.

 

-- El cinturón. -- Soy una maniática de la seguridad así que lo dije en voz alta. -- ¿Quieres que vayamos por la vía más corta? Tú me guías.

 

Entonces fue cuando sentí la pregunta. Sí, la había dicho antes pero yo estaba ocupada comiendo una de las galletas. Dejé el resto en mi regazo mientras comprobaba el estado del freno y del acelerador, una maldito mala costumbre que había adquirido con los muggles. Tomé otra galleta y me la metí entre los dientes mientras daba un volantazo y salía del garaje de un acelerón. Eso sí, todo señalizado con las luces correspondientes.

 

-- ¿Hades Raknarok?

 

Casi me atraganto al mencionar ese nombre y dejé caer la media galleta que sobresalía por encima de mi falda. Tosí un poco, disimulando que era porque casi me atragantaba aunque, en realidad, era porque me había puesto nerviosa al oír su nombre.

 

-- Le conozco. Bueno, no del todo, no soy amiga ni nada de eso. Le he visto por San Mungo y he... he oído cosas de él.

 

Acelerón, frenazo, cambio de marchas... Había gente que se compraba coches con la marcha automática pero el placer de cambiar tú misma no puede ser sustituido por esos botoncitos. El cartoncito donde estaban guardadas las otras galletas resbaló un poco hacia mis piernas así que solté el volante con las dos manos y lo envolví como puede en un plástico antes de lanzarlo al asiento de atrás y coger el volante de nuevo, a tiempo de dar un volantazo y esquivar un vehículo oscuro que a saber porqué conducía en mi carril.

 

-- ¡¡Mira por dónde vas, merluzo!! -- Ansiaba alcanzar la autovía para ponernos a volar. En el aire apenas había nadie con el que chocar.

[Xell Vladimir Potter Black]

¡Lo había conseguido! Había dejado coche en el garaje del negocio de la tía Sagitas sin un sólo rasguño. Solté un suspiro de alivio. Aunque sabía que ella me lo hubiera dejado, si se lo hubiera pedido, en realidad podríamos decir que aquello había sido un hurto en toda regla. Había sacado el coche por la mañana para hacer una excursión ineludible que no podía esperar y ni tiempo tuve de mandarle un aviso a mi tía.

 

Ahora, al entrar en el garaje y dejarlo allá, pegadito al autobús, me sentía más tranquila. Todo había salido bien y no había ocurrido ningún percance por el que la tía Sagis pudiera castigarme. Si conseguía salir sin que nadie me viera, ni se daría cuenta que lo había movido.

 

Iba a salir cuando sentí los pasos. ¡Me quedé petrificada hasta el punto de pensar que me había alcanzado un Petrificus! Cuando vi que se abría la puerta, salté hacia la parte de atrás del vehículo y me escondí como pude en el hueco entre los asientos. Fue una sorpresa ver entrar a la tía Sagitas y al primo Sean, acomodándose en la parte delantera. Me hice un ovillo y les sentí hablar. El coche se movió. ¿Me daría tiempo de desaparecer antes de que se dieran cuenta que estaba detrás?

 

- ¡¡Aaaa-yyyy!! -- grité al sentir algo que me impactaba en la cara.

 

Me había dado de lleno aunque grité más del susto que porque me hiciera daño. Me incorporé lentamente y ahora grité de nuevo.

 

- ¡Tía, que lo atropellas! - Claro, ahora tenía que seguirles el ritmo, no podía bajar mientras la loca de mi tía condujera como una idem por las calles de Londres. - ¡Hola! ¿A dónde vamos?

 

Silencio.

 

- Yo conozco a Hades Ragnarok. Era un empleado de San Mungo y tenía fama de ser alguien de carácter fuerte. También se dice que pertenece al bando mortífago... Hem... Ya sabéis... el de los malos... Ah, es vampiro.

 

Ahora veía aquel bulto que había impactado contra mi cara y sonreí.

 

- ¿Puedo comer una galleta? Me dio hambre.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Los desvarios de una anciana respecto a un cacharro como este Ford Anglia y las preparaciones del viaje no desenfocaron mi atencion respecto a la pregunta que le habia lanzado a Sagitas. Claro esta se dio importancia o tal vez sabia algo de Hades, no se hubiese atragantado si no. Evidentemente tendriamos un viaje movido tratando de sacarle informacion, aunque esperase que el auto estuviese en forma y el viaje fuera lo mas rapido posible. No me fiaba nada nada el hecho de que Hades y Cissy se encontrasen y mas desconfiando como lo hacia del primero.

 

-Son esas "cosas" que has oido de Hades las que me interesan. -dije sin dejar de incidir en ese aspecto.

 

Pero ya estabamos en movimiento, asi mejor concentrarnos en la via. Evidentemente primero tendriamos que ir como muggles cualquiera, al menos hasta cierta zona menos poblada para asi alzar vuelo. Claro la idea era buena, la ejecucion pesima, donde habria sacado la licencia la bruja pelivioleta?. Porque nada mas avanzar un poco casi atropella a un transeunte. Sin embargo eso fue lo de menos, porque ahi nos dimos cuenta que una misiojn de dos, pasaba a una mision de tres porque Xell tambien estaba dentro del auto. Me pico la curiosidad de porque estaba justamente ahi, pero eso no era tan importante ya que se integro muy bien al grupo. Aportando informacion que complementaba la que tenia...

 

-Asi que posible Mortio y vampiro -eso no me preocupaba tanto, segun mi creencia Cissy tambien tenia ideales similares. -algo que quieras agragar Sagitas???

 

Por ahora preguntaria yo.....sabia que despues me tocaria ser interrogado.

 

@@Xell Vladimir Potter Black@@Sagitas Potter Blue