Astronomía y Transformaciones

[Kahlan Blackthorn]

El mundo cambiaba a cada segundo, nada permanecía intacto o conservando su forma original. Ella tenía varios animales mutados en objetos diversos, desde lamparas hasta sillas, mesas y copas. Curiosa forma la de decorar su recinto personal, intentando no recordar que le tocaba dar una nueva clase dentro de Castelobruxo, volviendo a decantarse por un sitio menos sobrio y más apto para impartir sus enseñanzas. El polo norte era demasiado trillado, al igual que Egipto y que decir de Grecia, pero si repasaba con calma su bitácora personal, no dudaba que daría con el sitio ideal.

Una inmensa pared se elevo dentro de su oficina, abriéndose por el centro dejaba a la vista un universo paralelo. Aunque ante sus ojos estaba otro mundo alterno al mágico, ahí donde los seres tenían un doble o hermano gemelo, agradecía saber emplear a la perfección la maldición geminio. Alcanzando la cúspide al llevarlo más allá del simple empleo para duplicar objetos de tamaño normal, atreviéndose a retar todas las leyes de la ciencia. Todo estaba dentro de lo permitido por la escuela de magia, salvo el uso de algunos encantamientos creados por ella misma.

—Lo que no te mata, dicen que te hace mucho más fuerte —empacando algunos libros de astronomía, acompañados por un telescopio y varios mapas astrales. Sería una tarea ardua hacer comprender a su alumna sobre las estrellas y las constelaciones, pero siempre se las ingeniaba para sacar a flote el barco más dañado por una tormenta feroz y llevarlo a buen puerto. Cerrando sus ojos se conectaba con el universo, escuchando en su mente el cántico que le anunciaba que podrían apreciar la luna en todo su esplendor.

—Cambiar las formas de las cosas por algo mucho más impresionante, presiento que será algo digno de admirar—echando una última mirada a la lista de pupilos, no le sorprendió en lo más mínimo ver el nombre de su sobrino en ella. Un Black Lestrange instruyéndose en el arte de los conocimientos mágicos, no era algo que pudiera ver todos los días pero si que le agradaba la idea. Entrando por el portal, no tardó en enviar una estrella fugaz para Eobard y una copa con cola de gato a Lady Luxure, ansiosa por verlos llegar al sitio que tenía preparado para ambos.

@ @@Lady Luxure Grindelwald

[Eobard Thawne]

El Black Lestrange llevaba ya un rato alejado de las clases de conocimientos, principalmente por sus continuas desapariciones. Aquel inicio de año parecía idóneo para continuar con sus estudios, por lo que optó por una rama de la magia que pocos elegían, sin conocer el por qué de estas decisiones.

Qué noche tan particular, alcanzó a ver Saturno desde aquí.

Se separó de la ventana donde yacía el curioso telescopio que le había hurtado a algún distraído en años pasados. Su habitación en la mansión estaba más ordenada que de costumbre por el poco tiempo que había pasado en ella. Se guardó la varita en los bolsillos del pantalón, y procedía a girarse para salir, cuando vio el destello en el cielo nocturno.

Al inicio, creyó que se trataba de fuegos artificiales, pues las fechas daban pie a celebraciones varias. Pero mientras más miraba, más se convencía de que era otra cosa. Su origen aparente eran los cielos mismos, pues los surcaba con tal velocidad, que dejaba una estela de luz a su paso, de tonalidad amarillenta con dejes verdosos. Una estrella fugaz. Habría pensado que se trataba de una casualidad muy conveniente, más aún con la efusividad de los festejos, pero aquello no tenía esa pinta.

En cuanto el meteorito se consumió, lo supo. Una forma de convocarlo a la clase que se había anotado. La conexión entre los miembros de la familia Black Lestrange, generalmente les permitía tener una vaga idea de dónde se encontraban algunos de los miembros, si uno se detenía mucho a pensarlo. La cita original era en Castelobruxo, y algo le decía que no se quedarían ahí mucho tiempo.

Fulgura Nox.

Utilizó los poderes del Druida por primera vez en mucho tiempo, desquebrajando la tela espacio-temporal para abrir un portal en su propia habitación. No era muy amplio, pues permitía el paso de una persona a la vez, pero era suficiente para que él cruzara. Así pues, lo hizo, concentrándose en encontrarse con un miembro de su familia, pues tenía ese presentimiento de que encontraría un rostro conocido.

Buenas noches, buenas noches... saludó al reducido grupo en cuanto el portal se abrió del otro lado, asomándose con sus peculiares modos.

Tardó en enfocar; cada que cruzaba el portal, su frágil cuerpo humano sufría los efectos secundarios de viajar tantos kilómetros, por lo que iría vislumbrando el punto de reunión en cuanto sus ojos recuperaran la agudeza. Lo que sí distinguió, fue la estilizada figura de la rubia, bastante más alta que él. Conocía a Juv, ya habían compartido unas clases antes, y también mantenía un parentesco cercano con su madre, del cual el Black Lestrange supo en algún momento entre dichas clases, en parte, gracias a la magia de los árboles genealógicos. Pero, en esta ocasión, no parecía que fueran a ser compañeros de clase.

Tía Juv, cuanto tiempo. dio una cabezada a modo de saludo a la profesora. Últimamente, él tampoco se dejaba ver mucho que digamos. La luna ha tenido un brillo peculiar los últimos días. añadió cual centauro, pues el satélite natural terrestre muchas veces había iluminado su sendero en tiempos menos pacíficos.

Era una vista muy hermosa, que quitaba el sueño a los mortales.

Cuarto...¿creciente? Me parece que así le dicen los muggles, aunque me imagino que nuestra percepción de la Astronomía y la suya, tiene sus puntos de convergencia y divergencia. En perfecto equilibrio, como todas las cosas deben estar.

 

[Kahlan Blackthorn]

— Estás en lo correcto—respondió sin sacar los ojos del astro lunar. Era particularmente hermosa esa noche, destellando tal y como lo hace el sol por las mañanas o las tardes. Su cuerpo se estiraba con soltura, cual gato sobre una mullida alfombra colocada exclusivamente para su disfrute personal — Creo que ha pasado demasiado tiempo, ya sabes que no suelo pasar mucho tiempo en casa —recordando vagamente la ultima charla que sostuvo con su hermana Mía.

El cielo estaba extrañamente majestuoso, cargado de una fuerza extraña y muy peculiar. Los muggles lo veían solamente como un manto oscuro, plagado a diestra y siniestra de millones de pequeñas luciérnagas, pero los hechiceros como ella apreciaban algo más que estrellas muriendo y naciendo cada determinado tiempo. Centrando sus estudios principalmente en las constelaciones y en los antiguos descubrimientos de varios científicos que ahora eran solo un recuerdo desdibujado en algún libro que permanecía apilado en su biblioteca personal.

— La Astronomía siempre ha estado ligada a nosotros los seres humanos desde la antigüedad, diversas civilizaciones se han abocado a estudiarla y los Griegos destacan entre ellos. Pueden sonarte conocidos los nombres de Aristóteles, Tales de Mileto Anaxágoras, Nicolás Copérnico, Galileo Galilei. Cada uno de ellos invirtió tiempo y dedicación en descubrir o al menos intentar desenmarañar un poco los secretos que esconde el Universo—garabateó en el firmamento un mapa astral. Detallando con algunas lineas punteadas las principales constelaciones.

— La Osa Mayor se emplea para ubicar el Norte, esta constatado dentro de la cita de Homero en la Odisea. Cada civilización designó a esta constelación a su manera y mitología, curiosamente los indios norteamericanos la identificaron como una Osa seguida por sus tres cachorros, estrellas conocidas como Alioth, Mizar y Albaida. La Osa Menor, solo puede ser apreciada desde el hemisferio Norte, ha sido siempre una constelación de uso común para los navegantes. Su estrella polar es la más conocida y se encuentra en la prolongación del Eje de la Tierra, permaneciendo fija y señalando el polo Norte geográfico— añadió tomando un pequeño respiro.

— Espero no estar siendo demasiado teórica o básica con la explicación, pero me gusta dar a conocer con lujo de detalles temas como estos —acomodando un mechón de su dorada cabellera detrás de su oreja. Esperaba que el resto de las constelaciones hicieran acto de presencia, aflorando poco a poco Casiopea, Canis Mayor, El Boyero y la Cruz del Sur. Observando por el rabillo del ojo a su sobrino, esperaba que alguna duda brotará de su boca o quizás algún comentario para enriquecer la clase. Quedaba mucho por develar por parte de Black Lestrange, pero lo mejor era esperar a que su acompañante tomará la palabra.

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[Eobard Thawne]

Asintió, complacido de que su comentario acerca del satélite que acompañaba a la Tierra desde tiempos inmemoriales, no fuera pasado por alto. Como había dejado en evidencia al llegar a la clase, su conocimiento de los astros era muy limitado, muchas veces basado en lo que los muggles habían legado a través de escritos. Asintió con tranquilidad al escuchar los pasajes históricos de la humanidad, pues le eran familiares. Sobre todo aquel perteneciente a cierto físico italiano.

 

E pur si muove. recitó en dicho idioma, estando seguro de que Juv lo comprendería, pues habían sido compañeros en esa clase. Quizá, una de las frases más controversiales, el derrumbe de una teoría obsoleta como la geocéntrica. Lástima que a Galileo lo persiguieron por sus ideas, casi como a los magos.

 

Su tía comenzó a trazar un mapa astral en el firmamento mismo, que el Black Lestrange no perdió tiempo en seguir con la mirada. Decidió que quería conservar ese tipo de detalles para la posteridad, por lo que extrajo un rollo de pergamino de largo razonable, y con el fragmento de nogal negro, utilizó un encantamiento para dibujar el mismo mapa que se lograba reflejar en sus ojos. O, de menos, un intento. En dicho trazo, destacaba la Osa Mayor, pues era una guía por excelencia en las travesías, como la hecha con Mía y Aries al Sahara, donde utilizaron dicha constelación para ubicarse.

 

Para nada, creo que la teoría es lo que cimenta las bases para pasar a la práctica. En todo caso, la Osa Mayor para la gente del Medio Oriente, según leí, se percibe como una caravana, o por los romanos, como bueyes de tiro. Todos coinciden, incluso los griegos, con que es una especie de transporte...O carro, por así decirlo.

 

Retomando el hilo de las constelaciones mostradas con anterioridad, sujetó su varita y procedió a trazar las líneas que unían todas las estrellas con la Osa, notando que había una cierta convergencia con agrupaciones como Casiopea o El Boyero, cuya proximidad podría fácilmente confundir a ojos no entrenados, haciéndoles creer que eran parte de Ursa Maior.

 

Lo que más me intriga, son estos arreglos que describen algunas constelaciones. señaló el trazo en "W" que surgía de Casiopea, aunque también se podía interpretar como una emé. ¿Hay algún significado en particular, o simplemente es la naturaleza del Universo? Quizá de ahí podríamos saber el por qué algunas civilizaciones asociaban la aparición de cierta estrella, con buenos cultivos, anuncios de muerte y cosas por el estilo, ¿no es así?

 

Aunque había una cuestión más, que era la que creía más acorde a la situación que se vivía en el mundo mágico.

 

Hasta me aventuraría a pensar que...Anuncian la llegada de una guerra. No soy muy versado en Adivinación, pero creo recordar que se hace mención también a los movimientos planetarios, como los de Marte. ¡Ah, el planeta rojo!

 

 

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[Kahlan Blackthorn]

— Casiopea —susurro para sus adentros. Recordando el libro que relataba la historia de esa reina tan controversial— La reina con ese nombre era una mujer sumamente hermosa, pero al alardear de dicha belleza condeno a su hija Andrómeda y a ella misma a purgar un castigo sumamente humillante impuesto por el Dios Poseidón—expreso trayendo a su mente más fragmentos de la lectura sobre dicho tema.

—Cefeo en un arranque de desesperación consulto el Oráculo del Amor, preguntándole la forma de salvar a su reino Palestina, obteniendo como respuesta que debía sacrificar a su hija Andromeda. Regocijado por el designio no dudo en obedecer y encadenar a su hija para que fuera devorada por la ballena Cetus, esto aconteció en las costas de Jope—señalaba a las dos constelaciones que destellaron con fuerza. Esbozando una media sonrisa en sus labios, escuchaba con atención lo expuesto al inicio por su sobrino y si, entendió a la perfección la frase que pronunció en italiano.

—Si se mueve y lo hace a placer, tal y como pasa con las constelaciones claro ejemplo es la Osa Mayor. Cuando ella no esta visible Casiopea ayuda en la navegación, al ser una constelación circumpolar. Pero además de eso Poseidón sentenció dicho castigo con una frase bastante peculiar y a mi parecer, poco educada para un rey de su calaña—la plasmo dentro del mapa astral.

“Nunca más volverá a brillar en un trono, pero se zambulle como un buzo con las rodillas dobladas”

—Eso es un poco de cultura general, pero volvamos a lo que nos ocupa—desvió su vista hacia El Boyero. Otra de las constelaciones que formaban parte de la bitácora cargada de conocimiento que deseaba obsequiarle a Eobard, sabiendo que cada palabra, le sería de utilidad en el futuro—El Boyero está ligada a la primavera y el verano septentrional, además de poseer una de las estrellas más luminosas que lleva por nombre Arturo. Homero la cita dentro de la Odisea como un mal augurio para los navegantes, pero la realidad es que ha sido una estrella ideal para la orientación en su afán por seguir a la Osa Mayor y se le conoce como “El guardián de la Osa”—resaltó en el oscuro firmamento dicho astro celeste.

—Y la Cruz del Sur, está reconocida como la constelación más pequeña, pero eso no le resta ser muy útil para orientar a los pueblos australes. Pero solo puede ser apreciada desde el hemisferio Sur, y se especula que las estrellas que la conforman eran la estrella de Belén que se vislumbro hace más de 2000 años—encogiéndose de hombros, volvió sobre sus pensamientos para responder la duda sobre si las estrellas influían en los sucesos que azotaban de manera certera a la tierra.

—Los griegos, Nórdicos y algunas culturas más asociaban las calamidades y desastres a las estrellas o constelaciones que están conformados por ellas. Muchos decían que los cambios dentro de la siembra eran designios astrales, porque los dioses dictaban las reglas de manera diferente a como las conocemos en la actualidad. Antes se le tenía un respeto y devoción a la madre naturaleza, se le brindaban ofrendas y ceremonias para calmar su ira y evitar a toda costa perder una nueva pesca o siembra—indicó borrándose de sus labios la sonrisa.

—Hasta la derrota o triunfo de una batalla o guerra, se asociaba al movimiento de los planetas o astros celestes. El Universo pose diversas energías dentro de el, varias de ellas rigen directamente al planeta que habitamos y le afectan con fenómenos naturales como la caída de meteoritos, lluvias de estrellas, eclipses lunares y solares, muertes de estrellas o galaxias que se ven afectadas por dichos cambios. Hay mucho por conocer del manto estelar que vemos sobre nuestras cabezas, pero no se puede desenmarañar este con una sola clase—finalizó alargando para tomar el mapa astral, enrollando el mismo se lo entrego a su sobrino. Era buena idea que lo conservará como un buen recuerdo y quizás lo estudiaría cuando estuviera a solas en la comodidad de su habitación.

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[Eobard Thawne]

Su conocimiento sobre la Astronomía en definitiva había sido iluminado. Y no sólo de forma figurativa, pues a medida que su profesora iba mencionado las constelaciones u estrellas, estas se reflejaban sobre los ojos del castaño, grabándose en su mente, como si fuera parte de la magia. Y probablemente, así era como funcionaba. No tendría problema en recordar lo que había aprendido, si deseaba consultarlo más adelante.

 

Parece entonces, que todo queda entre familia. puntualizó el Black Lestrange, señalando a Andrómeda, que brillaba como una amatista en el firmamento. . Terminó ahí, acompañando a Perseo y a su propia madre, Casiopea. las constelaciones mencionadas también destellaron al ser tomadas en cuenta en el razonamiento.

 

Escuchó la información referente a El Boyero y la Cruz del Sur con atención, encontrando ciertas similitudes entre estas, como el hecho de que ambas la habían hecho de guía para los seres humanos, que en cada etapa de su historia, también habían sido influenciados por sus creencias, para interpretar lo que veían al levantar la vista y prestar ojos a la bóveda celeste.

 

Se podría definir entonces a estas como una trinidad, ¿no? La Osa Mayor, el Boyero y la Cruz del Sur, pues las primeras dos se relacionan entre sí. Ambas orientan al expedicionario en el hemisferio norte, mientras que la Cruz hace lo propio en el sur. Una maravilla, considerando que si uno se encuentra a mitad del océano, o en pleno desierto, muchas veces no posee con qué orientarse, más que con los astros.

 

Aquello complementaba sus conocimientos para la elaboración de mapas, pues era una rama de la magia en la que se estaba adentrando desde hacía algunos meses. Los astros quizá eran mejores emisarios de lo que estaba por llegar, que predicciones hechas en las hojas de té o en bolas de cristal; aquello le parecía de cierta forma impreciso, mientras que la energía del Universo, como bien decía Juv, afectaba la Tierra de diversas formas, pero con un propósito: Anunciar. Él, por ejemplo, había nacido una madrugada con la Luna en cuarto menguante, que auguraba buenas cosechas y significaba un crecimiento, un ritmo progresivo de la vida misma.

 

Curioso es lo que hay más allá del planeta. Nos envía señales, y quizá, algún día, nos indique a dónde marcharnos, cuando aquí hayamos concluido nuestro tiempo de vida. conjeturó Eobard, tomando el mapa astral enrollado que le ofrecía su tía, pues ante todo, seguía siendo un frágil humano, cuya existencia física algún día llegaría a su fin.

 

Echó una ojeada al cielo nocturno. Tantas estrellas y constelaciones que se agrupaban ahí, a la espera del observador curioso que mirase a través del telescopio para descubrirlas.

 

Ah, el tiempo, un elemento que siempre nos limita. Con todo, puedo decir que lo aprendido aquí, ha ampliado mi entendimiento de lo que está por encima de nosotros. En verdad, una pena tener tan limitado tiempo, pero es lo que hay... Ojalá se pueda retomar más adelante.

 

Black Lestrange sonrió de lado. Estaba satisfecho con lo aprendido en la clase. Ahora, cada que miraba al firmamento, podía distinguir las constelaciones, como si el mapa astral que le había entregado su tía, se dibujara de nueva cuenta frente a sus ojos.

 

 

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[Kahlan Blackthorn]

—La vida es corta, pero el tiempo es algo que jamás tiene fin y es eterno. Puede ser mutado, pero no acortado por nada del mundo—terciando una media sonrisa en sus labios, escuchaba con atención las palabras del Black Lestrange. Era verdad que era una pena, no darle un tiempo más extenso a temas como esos, pero quizás en el futuro tendrían la oportunidad de ahondar mucho más en ello.

Todo el cielo estaba tapizado como nunca antes por millones de estrellas, parecía que el mismo conspiraba para darles el espectáculo de sus vidas. El gesto en sus labios se apretó con fuerza quedando solo una fina linea que le hizo contener un comentario, jamás terminaría de sorprenderse del universo. Aquel sitio plagado de varios secretos, cuerpos celestes, planetas, asteroides y agujeros negros que eran capaces de engullir todo lo que se cruzará en su camino.

Le agradaría ver a uno de esos colosos en acción, pero para dicha experiencia era necesario montarse en un cohete espacial. Ahí era donde todo perdía su maravillosa esencia de aventura, el verse rodeada de seres no mágicos y de paso tener que ser sometida a diversas pruebas—No lo considero algo aceptable— murmuro notando que poco a poco la mañana estaba por asomarse por el horizonte.

—Creo que ha llegado el momento de la despedida, nos veremos en la mansión o si el destino mueve sus cartas a nuestro favor, puede que sea dentro de otra clase —dedicándole una ligera inclinación, procedió a despedirse de el. Echando una última mirada al firmamento, ya no detectaba el mismo fulgor que brotaba de las estrellas, no era raro verlas palidecer ante la próxima aparición del astro rey. Calzándose la mochila en el hombro izquierdo, desapareció entre la espesa bruma que le rodeaba de pies a cabeza, dejando solo al hombre.

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