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Libro del Caos


Bakari
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Extendiendo los brazos se desperezó.


Sus dedos gruesos rozaron la suave pero desteñida tela de la carpa color crema ¿Alguna vez fue más oscura? Masticó el aire y estirando las piernas tiró al suelo las finas sábanas de su modesta litera. No era una persona materialista por lo que simplemente fue capaz de aceptar el reducido espacio que los Directivos le brindaron, además del encantamiento para agregar dimensiones a la tienda que por fuera parecía endeble y frágil, sostenida por unas simples ramas. Cualquier viento podría mandarla a volar, más lo que nadie sabía era que dentro residía el mayor guerrero de todo el pueblo Uzza, o al menos uno de los pocos que quedaban en pie.


—Mi Diosa— Musitó cuando por fin salió al aire libre y el sol iluminó su arrugado rostro.


Creía que su permanencia en el mundo se debía a ella, a su poder y a Anubis. Nadie creería la edad que tenía si le veían como estaba, como Antony le vería al llegar a la zona norte del Ateneo. Un hombre alto, fornido, de piel trigueña y musculación atlética, con un par de penetrantes ojos verdes, tan fuertes como el veneno; podía atravesar el alma de cualquiera buscando el modelo de pupilo ideal.


Hasta el día de la fecha no lo había encontrado.


Según tenía entendido, su alumno recibiría la noche anterior un cuervo con las coordenadas para la clase, la cual se impartiría al alba, alrededor de las seis de la mañana. Alzó la vista, miró hacia el gigantesco astro y gruñó, por suerte allí no había una pizca de nieve, ni un solo copo que enfriase su apasionado corazón de combatiente. Faltaban diez para las cinco, tenía tiempo de sobra para contemplar la nada misma y pensar cómo incursionaría ante éste nuevo brujo, considerando que se trataba de un nuevo año, una completa vuelta al sol para replantearse muchos aspectos de su sobria vida.


Entonces, y sin mucho más que hacer, tomó una vara gruesa de madera, un cuchillo bien afilado y comenzó a tallarle punta hasta convertirlo en una pica. A sus pies una pequeña montaña de aserrín. Con el pecho al descubierto y sus hombros sudados, el cabello revuelto y la mirada perdida como la de todo loco. Para esperar a Ryvak



@@antoni Ryvak Dracony

Editado por Niko Uzumaki
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Sus criaturas retozaban con júbilo en sus propiedades, ese día el Ryvak se le antojo ir a visitar a todas ellas, pues su tía Sagitas le envió mensaje recordándole que debía pasar por una criatura que le obsequiaba por ayudar a cuidar el Bosque Prohibido. El peliverde estaba pensando en escribirle para declinar el obsequió pero....¿no tomaría a mal esa acción? cepillo a su abraxam y su thestral, no solo era "tenerlos" era cuidarlos y velar por su salud, eran miembros de su grupo...

 

Está bastante preocupado, a él acude su halcón peregrino, el que se posa en su hombro dejandole una marca por sus afiladas garras...Ryvak se extraña pues hace meses que no recibe misivas, se pregunta en donde trae la misiva ??? entonces unos instantes después, se acerca un cuervo, es el ave que trae la misiva, el peliverde la toma y nota que su nombre está escrito en minúscula...un detalle que parece insignificante (por lo que no llego la mención) cierto, ahora recordaba haber solicitado la clase con uno de aquellos guerrero Uzza como Badru, el guerrero que recuerda mucho de un curso anterior.

 

Mueve su cuello para aligerar sus músculos...nuevamente a de tratar de entender a los guerreros, suspira...la vida es difícil, sobretodo con el ambiente bélico que se vive en la comunidad, pudo haberse ido, pero no lo hizo. Su mente es un enredo de ideas y también se agrava por tener sentimientos en contra, guarda la misiva, la clase es a la mañana siguiente.

 

Se encamina a un conjunto de árboles que tiene en su propiedad, empuña un arma blanca que le ayuda a cortar las ramas (machete) el trabajo le calma, limpia terminando, algunas las aparta para la chimenea, pero debe guardarlas para que se sequen, otras las rompe con sus manos al ser delgadas, el invierno no fue muy crudo y pronto el calor del sol, calentara el suelo y todo lo demás. Su padre le ha recomendado usar todas las ramas para hacer una composta, tendrá que consultarlo para que le explique bien sobre ello...eso es el problema de realizar cosas que no sabe, como luchar, la guerra siempre es algo complicado de entender, pero en el mundo siempre hay conflictos.

 

Ciertamente había deseado tener antes algunas asesorías con sus "nuevos" conocidos, pero los meses de noviembre y diciembre se utilizaron para descanso, menos mal que ya inicio el año! Habrá que poner "buena cara" pero el recuerdo de la "reina del Caos" es de esos recuerdos que más bien uno desea olvidar por salud mental, ahora serán varios señores del caos con los que tendrá que lidiar...

 

Apenas puede dormir, esperando que amanezca para ponerse en camino, usará su motocicleta mágica para llegar a la ubicación donde lo han citado. La luz del nuevo día le hacen ponerse en marcha, lleva su varita y los demás implementos que ha obtenido al vincularse con los otros libros de hechizos, sabe que no solo es "pagar" la inscripción, tampoco es suficiente tener la intención de "hacerlo bien", es mucho más de todo eso...

 

Desde el cielo tiene una vista majestuosa de la zona norte a la que lo condujo aquellas coordenas enviadas en la misiva, tomaba aire para sentir que estaba vivo...hay que disfrutar de esa sensación por si el destino dicta su fin. Hubo cierta dificultad para descender, muchas aves alzaron el vuelo ante el ruidoso avance de su transporte, estaba visto que no era de los medios utilizados con frecuencia. Su vestimenta negra de motociclista, le hacen parecer inadecuado, deja el casco colgando del manubrio y arregla la capa negra que le gusta llevar por el bolsillo interno de magia indetectable donde guarda algunos de los objetos mágicos que no lleva en sus dedos ni su cuello, tales como los frascos inrompibles con las semillas de hielo o el polen de las flores de fuego.

 

Lo nuevo siempre le hace sentir miedo, y ahora mismo siente que lo embarga, con decisión da los pasos que se requieren para ir al encuentro

del guerrero, una tienda de campaña vislumbra ladera abajo y hacia ahí marcha expectante a conocer a @Bakari teniendo cuidado al pisar, no es muy diestro pero sus botas le dan cierta soltura al caminar en caminos agrestes.

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Lo oyó llegar. Incluso antes de que entrara en su radar auditivo pudo oírlo.

 

Pensó que el "efecto sorpresa" no era algo muy común en los ingleses, o quizás solo en su alumno que con estruendos mecánicos espantó a las pocas aves cálidas que por allí residían y le hizo fruncir el ceño. Tenía una mano posada en la rodilla, sobre el lomo de un libro magistral que con letras doradas rezaba esa maravillosa palabra que saborearía a lo largo de la clase, Caos, y la otra tironeando de la fina barba que le caía como una soga por debajo del mentón, uniéndose más arriba con un bigote escueto.

 

Se puso de pie cuando Antony estuvo a metros más de la roca donde había estado esperándolo y volteó con sigilo lanzando el libro en línea recta. No pretendía golpear a su alumno y noquearlo de buenas a primeras, pero quizás, con un poco de fanfarria, impresionarlo. Todos estaban de acuerdo en que Bakari había perdido la cabeza y la razón hacía décadas. Rápidamente hizo ademán de lanzar algo más, pero en lugar de ello, hizo aparecer su vara simple de cristal con núcleo de pelo de acromántula, y apuntó al tomo que, delante de las narices de Ryvak, se encendió por completo quemando la puntilla de su cabello verdoso y se volvió cenizas.

 

Las cenizas ascendieron y el Uzza habló. —Bienvenido sea joven Dracony

 

Más antes de desaparecer por la brisa entre las nubes, las cenizas se separaron y comenzaron a formar cinco esferas oscuras, opacas, con un núcleo centelleante, una con cada color. Cada esfera pertenecía a una fuerza del caos diferente: Poder, tiempo, fortuna, el propio caos, y la más eléctrica de todas, el propio señor del caos. Ésta última parecía querer estallar en cualquier momento.

 

—Te habrán dicho que con solo leer un simple libro serías capaz de dominar el caos, pero te mintieron, te timaron. Para controlar al señor del caos, primero, debes equilibrar tus propios demonios interiores, tu oscuridad. Solamente cuando ella no consuma siquiera una ínfima parte de su alma, estarás preparado ¿Usted qué cree señor Ryvak?

 

Preguntó, viéndolo sereno.

 

—¿Se siente preparado?

 

La clase acababa de comenzar.

 

Adelante— agregó, —Escoja la que más le llame la atención.

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Mi mirada miel se dirigió al guerrero erguido que me esperaba ya cerca de una roca, esperaba no haber me retrasado tanto...la presencia del guerrero me estremecía...pobre de mi! no tenía madera de guerrero, mi propio origen y naturaleza me es desconocido, aunque mi búsqueda algo infructuosa solo me punteaba que al menos estaba en el camino de saber quien soy y así un día saber a donde ir.

 

Alce los brazos cuando vi que me lanzaba algo...un tiro limpio de su parte que me dio en las manos prácticamente, que manera rara de ofrecerme aquel bello volumen de encuadernado en piel y su título en letras doradas "Caos"...si que fue una sorpresa, de suerte que mi reflejo fue lo justo de rapido para tomar el libro, pero me preguntaba si el guerrero me pediría leer, cosa que Badrú no hizo, así que por deducción supe que no me la pondría fácil....y así ocurrió.

 

No se que expresión tomo mi rostro cuando vi su varita de cristal, bien sé de la gran magia que los uzzas dominan, ¿tenía que responder algún ataque de inmediato?............en un segundo presencie su "jugada", el hechizo afecto al libro que se quemo en mis propias manos y alcanzó mi cabello semilargo a casi la altura de mis hombros...fue tan repentino que sin proponermelo rememoré las palabras de Badrú: "Un guerrero siempre esta alerta..." ¡Ha fallado! toca la punta chamuscada de su cabello...por suerte solo fue un poco de su cabello el que se quemo y se hizo cenizas, mejor sacar la varita por si acaso.

 

Las cenizas no caen al suelo, la magia del guerrero @@Bakari las hace flotar y luego acender al parecer queriendo alcanzar las nubes en lo alto, es cuando escucho por primera vez su voz:

 

--Gracias, también agradezco que me guíe en este nuevo saber que desconozco. --Afirmo ante el guerrero que ha principiado su clase de forma tan radical y un interés por entender lo que desea trasmitir nace en mi persona. Doy un vistazo a las cenizas, es cuando veo como se trasmutan en esferas oscuras con un centro luminoso de diferente color cada una de ellas, no son tantas para comprobar que son cinco y una parece estar a punto de estallar...habrá que tener cuidado con esa...

 

El guerrero me da una indicación poco usual, como su proceder del inicio, yo solo trato de abrir mi mente que no ha tomado del todo una postura, aunque ya me empece a acercarme a un grupo de magos que aseguran ser lo que poseen la verdad...la que yo ansio conocer. Paso saliva y se siente como si fuese algo sólido que pasa por mi garganta para luego caer con pesadez a mi estomago...su pregunta me da en el centro de lo que me atribula...

 

Bajo la mirada...hace dos años que me consideran un adulto...ya no me es permitido escudarme bajo la premisa de ser huérfano, el tiempo me ha obligado a tomar las riendas de mi vida, aunque para decir la verdad, es como tratar de controlar un caballo desbocado...levanto la mirada y lo miro a sus ojos, la boca seca pero mi mente fija en una imagen que tengo de mi mismo y tomando la palabra revelo lo que hay en mi alma:

 

--Pienso que tengo una ardua tarea por delante...yo siento en mi interior una cruenta batalla...es...es como si dos dragones pelearan uno contra el otro, uno de bella tonalidad verde, el otro tan oscuro como el abismo, ambos con una fuerza muy alta. Alguien me dijo que era mi luz y mi oscuridad...los dos me atraen y por momentos siento que me desgarran por la mitad, pero eso no puede ser...¿hay posibilidad de equilibrio? quisiera estar seguro de ello, sería fantástico conservar a los dos, porque si "alimento" a solo uno...el otro morirá...creo que justo en este punto, he alimentado al oscuro más de una vez...mi rencor es justificado pero tal vez me ha faltado sabiduría para saber perdonar a los que me lastimaron, a aquellos que me hicieron sentir poco importante, entender el porque de su abandono o la razón de sus posturas y decisiones...no...la verdad no me siento preparado, por lo mismo tarde mucho en pedir ser guiado...pero debo seguir el curso del conocimiento para alcanzar el sentido de la existencia. --El peliverde sostuvo la mirada del recio guerrero, su persona al menos se sentía descargada de sus temores, podía ser demasiado sincero...demasiado confiado...

 

 

El profesor le miro sin alterar su gesto ni su expresión serena y le dijo:

 

Adelante— agregó, —Escoja la que más le llame la atención.

Entonces hice un estudio rápido de las esferas solo una me pareció reflejar con su tonalidad celeste una chispa de esperanza, alargue mi brazo para señalar a esa esfera (la esfera del tiempo) y dije en un tono de voz entusiasta:

 

--¡Esa! la que tiene ese color que de solo contemplarlo embarga de una sensación de que todo tomara un buen curso...

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Antony había invocado la rueda del tiempo con tan solo una elección, más el guerrero Uzza tuvo intenciones de darle una lección que quedó en la nada. El azar era tramposo y el caos caprichoso. Bakari agitó su vara de cristal hasta que ésta no solo triplicó su tamaño sino que cambió de color. Rojo carmesí, como la sangre de todos los caídos en batalla a manos de Anubis. Y un segundo después replicó el accionar de su pupilo invocando la rueda del tiempo para ganar unos segundos de ventaja y demostrarle cómo se hacía.

 

El aire que agitó su respingada barba dejó en claro que el hechizo no surtió efecto. Más las otras cuatro esferas de poder seguían levitando entremedio de los dos personajes. El hombre gruñó un poco, algo molesto, ofendido con su propio poder. Era la primera vez en décadas que fallaba y no se trataba de Ryvak sino de la reflexión que momentos atrás había tenido ¿Sería momento de dejarlo? volvió a gruñir, sus desvaríos no solo le molestaban al resto sino que comenzaban a fastidiarle también a él.

 

 

—Prueba una vez más— Le dijo —Pero ésta vez no te conformes con señalar, invoca su poder

 

El guerrero dio un paso atrás, se le había pedido que las primeras instancias con sus pupilos fuesen netamente teóricas, pero él consideraba que un poco de mezcla con práctica no les mataría. O al menos no lo había hecho hasta el momento, un par de huesos rotos, quizás, pero ningún deceso en su guardia.

 

Esperaba que Antony invocara la esfera de poder que más le atrajese, como era debido, con concentración, sin saber qué pasaría, pero con la sabiduría de que era capaz de controlarlo. Luego de oírlo hablar lo comprobó frágil, dubitativo, no quería un alumno así, pero no por ello le daría la espalda —único sentimiento de comienzo de año, caso contrario lo habría enviado a casa por donde vino, con su moto estruendosa—

lo convertiría en un mago duro como el acero.

 

—Hace un momento me preguntaste si existía la posibilidad de conseguir equilibrio entre nuestros demonios internos. Hablas de dragones, de rencor, de saber perdonar a quienes nos dañaron y de oscuridad. He aquí mi primer lección joven Dracony

 

Hincó su larga vara en el terreno cálido y resquebrajado bajo sus pies. Adoptando posición de batalla.

 

—No existe luz sin un poco de oscuridad, y así mismo las sombras no serían capaces de crearse solas sin un ápice de luz. Quien te daña no merece tu perdón, jamás, y el rencor es el peor amigo de un hombre. Tu no debes escoger a cuál de esos dragones alimentar, ellos deben demostrar quién es digno de que lo alimentes, de que lo dejes crecer. Si convives con la responsabilidad doble, tu espíritu se debilitará, te agotarás. Solo uno prevalecerá, más eso no significa que seas bueno o malo.

 

Existen maravillosas personas que han hecho cosas atroces solo por ser buenas, porque se les iba a conceder el perdón, aun siendo conscientes de lo que sus actos provocarían. Así como hay personas terribles en el mundo que en un momento específico realizan un acto maravilloso, no dejan de ser malas, pero su maldad no afecta a los demás, su oscuridad no consume... su luz no quema.

 

Ahora bien, prepárate, piénsalo bien, e invoca tu caos..

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"Un guerrero siempre está alerta"...volvió el Ryvak a escuchar esa advertencia de Badrú en su mente y sus ojos vieron como el guerrero @Bakari sostuvo su vara de cristal, el peliverde lanzó al aire su varita unos centímetros hacia arriba ¿porque? solo por un pensamiento que temió en ese momento, que el guerrero quemará su varita, bueno, la varita de su madre, pues era lo único material que tenía y no deseaba perderla. Algo ocurrió, solo hubo una ráfaga de aire...lo tomó como una advertencia así que mejor empezar a usar los hechizos pues la clase no es de conocimientos que se estudien en una biblioteca o aula...

 

La voz del guerrero le confirmo que había equivocado su accionar

 

—Prueba una vez más— Le dijo —Pero ésta vez no te conformes con señalar, invoca su poder

 

Eso que expreso el guerrero le hizo entender la pauta de la clase, así que debía pensar en algún hechizo...de defensa no, puesto que el guerrero no la había hecho ningún ataque, así que debía ser de un ataque ¿cuál estaría bien?- Mientras pensaba, el guerrero Bakari uso ese tiempo para aclararme respecto al equilibrio interno, le escuche atento porque me importa mucho ese tema y lo que me dijo era eco de otros que con algo parecido ya me habían dado su punto de vista, por lo que creo que hay mucha razón en la lección que me brinda.

 

Lo veo ponerse en posición de ataque y su indicación es que piense y actúe.

 

-Ahora bien, prepárate, piénsalo bien, e invoca tu caos..

 

*Exhalo y con rapidez hago una reverencia para después también prepararme, la pierna derecha al frente igual que mi brazo diestro, la otra pierna ligeramente atrás, recuerdo a los dragones porque deseo asemejarme a ellos, en lo que tomo mi decisión, ya supongo que tengo la respuesta*:

 

--¡Flechas de fuego! Rueda del Caos- El peliverde no uso la fuerza del caos del tiempo porque el guerrero le aconsejo pensarlo bien, lo cual para el Dracony era como una invitación a invocar alguna otra fuerza del caos y que mejor si era la rueda del caos...el azar determinaría si su ataque aumentaba o en caso contrario disminuiría aunque también podía ocurrir que solo tuviese su poder normal...su mirada miel fijo la atención al frente para ver el número que se dibujaría en el aire.

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Era claro que el peliverde no estaba familiarizado con las fuerzas del Caos, pues tardo en comprender como aquella invocación a la Rueda del Caos le había perjudicado en el ataque que intentaba hacer potente...¿mala suerte? no lo deseaba asegurar, no cuando su "padrino" Andrew Potter Black, le grabo en la mente con sus continuas intervenciones, que la suerte no existía para un mago...y tampoco debía dejar las cosas como se observaban venir, no..."uno tenía que fabricarse su suerte", era por ello que sus enfrentamientos eran muy crudos, Andrew odiaba que Anthony esperará la intervención de un poder divino y eso no le parecía adecuado ni como mago, ni como persona.

 

El número que se dibujo en el aire entre ambos combatientes era un número muy bajo, un uno, lo cual afecto a su disparo de flechas haciendo que su poder bajase un poco más de la mitad de su potencia, así que el guerrero se sacudió aquellas llamas débiles como si se tratasen de una ilusión...el ojimiel pensó en continuar, si esa Rueda del Caos no le había otorgado ventaja, mejor sería utilizar algún otro hechizo...

 

--Bueno, le resto poder y seguramente fue porque es mi primer intento.-- Lo mejor era ocupar directamente un caos que le diera Poder...si, visualizo aquella esfera negra a la cual pertenecía a la fuerza del Caos perteneciente a la Rueda del poder, a ella acudiría tratando de remediar lo ocurrió con su invocación a la Rueda del Caos.

 

Movió su muñeca de su mano diestra...invocando a esa Rueda del poder, pero tampoco resulto como esperaba, el número que se dibujo en el aire era un número impar...tendría que ocupar un hechizo de rango inferior, ahora no podían argumentar que no podía ocupar esos hechizos que el profesor Pink le mostró en sus clases...pero, hay un ataque que al menos puede resultar un tanto más interesante de un libro de rango inferior, levanto la varita y dirigió hacia aquel guerrero su hechizo, aún a sabiendas de que con el gran poder que posee el guerrero, lo enfrentaría sin ningún problema de su parte:

 

--Cinaede

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