Periplo de realidades

[Zoella Triviani]

Torre Suroeste.

Triviani sabía que no debía asistir a salvar a su hermano, las cosas no terminarían de buena forma y como suele suceder sus corazonadas suceden. Sintió la fuerza bruta del mago tomarla por el cuello y estamparla con violencia contra la pared de concreto. Un quejido de dolor salió de sus labios a la par que sintió la punta de la varita ser clavada en su cuello.

 

Una risa brotó de su garganta aprisionada, culminando en una tos por la presión de su garganta. Sonrió con malicia mientras observaba a su hermano e intentaba retirar las manos que la ahorcaban - ¿Quieres recordar tus deseos ocultos otra vez? - jugueteó, mordiendo su labio, la malicia aparecía en el cuerpo de la calva y el Triviani observaría una Zoella que no había conocido - Anne Gaunt. ¡Matame, matame como has querido hacer los últimos meses! - espetó, frunciendo el ceño con furia.

 

Su respiración comenzó a disminuir y los latidos de su corazón fueron en constante aumento - Prefiero que me mates a seguir viviendo bajo el sufrimiento de tus actos. Yo morí el día en que me abandonaste en Italia, con dos niños en camino. Fui una tonta al dejarte regresar años después y volver a dejarme embarazada, él ya será tu hijo, me encargaré de ello y sea como sea volverá a vivir - la bruja juntó fuerzas y escupió en la cara de su hermano.

 

Intentó buscar su varita pero sus manos no alcanzaban a la pantorrilla de su cuerpo y ñas fuerzas comenzaban a ser mínimas en su organismo. Sentía el aire escaparse de sus pulmones y con lo poco que le quedaba terminó de expresarse - Cobarde fuiste tu al dejarme sola después de tantos años, el culpable de todo lo que me sucedió eres tu, me enamoraste y dejaste rota. Me hiciste tener esperanzas de volver a forjar algo. Te detesto con cada célula de mi cuerpo Jeremy Triviani - la furia era palpable en cada palabra pronunciada por la ojigris, la tristeza, el desasociego y el mil de sentimientos que la bruja guardaba en su interior estaban fluyendo contra el hombre que alguna vez lo fue todo para ella.

 

@

[Matthew Black Triviani]

Un gran silencio rodeaba la habitación esa madrugada. Un silencio profundo que se escabullía por las rendijas y se iba apoderando de cada estancia, de cada pasillo de la Torre Sur donde el gitano se encontraba atrapado. Un silencio que ocultaba cosas en la oscuridad y que aguardaba días, meses o incluso años antes de romperse desatando una tormenta. Ese silencio en particular seguía los vaivenes de un hombre sentado frente a una chimenea, cuyo ojos azabaches se encontraban escudriñando las llamas.

 

¿Como había llegado hasta aquel extraño lugar?

 

Presentaba síntomas de una amnesia temporal. Habia generado su prematuro diagnostico por los conocimientos adquiridos en la materia de Primeros Auxilios que tomó de antaño, nunca pensó que aquello podría serle útil en alguna situación, hasta ese momento. Saco de su bolsillo una caja de cigarrillos rubios, y llevo uno a sus labios, rebusco entre ellos un mechero, y lo encendió. Exhalo el humo que había cargado en sus pulmones y observo el mechero dándole una pequeña caricia... Tenia grabado sus iniciales, M.T en oro. ¿Éste era el final para el gitano? y coloco ambas cosas a un costado de él, recostándose sobre el suelo de madera seco.

 

Seguramente fuiste tú, Patricia. cerro su puño y dio un golpe seco al suelo.

 

 

@ @Ursurpadora Triviani @@Zoella Triviani

[Jeremy Triviani]

La furia de Jeremy estaba por hacerlo enloquecer. Tenia el poder de matar a Zoella entre sus manos. Solo debía torcer ese cuello, arracancar la cabeza de cuajo y no habría mas problemas sentimentales con la madre de sus hijos. Pero no pudo hacerlo. Detecto la rabia de la mujer entre sus ojos grises, signo de que ya no le importaba morir con tal de quitarse el dolor del corazón. La dejo escupir sus lamentos como balas y soporto con paciencia la saliva que chorreo por su rostro, hasta ver que el aliento era mínimo llenando sus pulmones de aire.

 

-También te odio, Usurpadora. Tienes los recuerdos de Zoella, pero ya no eres ella -Le respondió atrayendo su rostro tan cerca al de él, que casi tocaban sus narices - No tienes su alegría, ni su templanza, eres solo una sombra de lo que ella hubiera sido en tu mismo puesto. ¡NO ME INSULTES COMPARÁNDOTE A ELLA! -Rugió antes de lanzarla con fuerza hacia el pasillo, donde una pared detendría su recorrido. Aunque no fue así y derribo el concreto ingresando a una nueva celda - El infierno te escupió como una basura para que intentes corromper a mis hijos, mi familia y a mi. No podrás hacerlo, niña. Recorrí el infierno buscando a la verdadera bruja que ame, y la vi morir en brazos de un demonio.

 

Jeremy estaba a punto de cometer un asesinato, ya no le importaba que allí hubiera un misterio. Iba acabar con Zoella para siempre, y luego volver a darle las noticias a su madre. No le importaba que lo expulsaran del bando, el nivel de locura estaba tapando la inteligencia que alguna que otra vez salia a relucir. Traspaso el muro roto de la celda, buscando a la bruja, allí no estaban solos.Un hombre que conocía muy bien, estaba en el suelo acostado sobre el polvo. Su tranquila expresión del rostro mostraba que no había escuchado la pelea de ellos.

 

-¿Matthew? -Preguntó sin dejar de apuntar con la varita a la calva - ¿Eres tu, hermano? ¿Que haces aquí? ¿Estas bien?

 

El tiempo parecia estar en su contra cada vez que Zoella se cruzaba en su camino.

 

 

@ @@Zoella Triviani

[Matthew Black Triviani]

Elevo su diestra hasta su boca nuevamente y le dio una calada al cigarrillo.

 

Lo dejo salir, generando una densa neblina de humo... Y sus ojos negros se perdieron dentro de ella, imaginando como podría haber perdido la noción del conocimiento y llegar hasta tal situación. Justamente él, una persona que siempre estaba en los detalles, en cada movimiento estratégico y cada paso que una persona pudiera dar. Si el departamento de Seguridad Mágica se enterase de eso, seguramente lo despedirían, por eso debía llegar hasta el fondo de todo.

 

Solo tuvo tiempo de dar un par de pasos y pensar a donde tenia que dirigirse si no conocía en absoluto aquel lugar, luego escuchó la campanilla del ascensor sonar y maldijo para sus adentros, ¿quien había actuado tan rápido? Escondió las manos en los bolsillos de la garibaldina azul, aún con la varita entre sus dedos y se volteó sonriente, casi inocente.

 

Levantó la ceja. Era extraño ver dos Ángel Caído en terrenos desolados, o no tanto.

 

¿Ustedes me trajeron hasta esta miserable celda? apoyo ambas manos en el suelo cubierto de polvo y se levanto ¡CON QUE DERECHO! apretó los puños con deseo de cercenar sus cuellos.

 

Habia escuchado ciertos rumores, pero le gustaría tener más certezas sobre ellos. ¿Diferentes realidades? ¿Eso era posible? claro, si los Triviani estaban ahí, todo era posible. ¿Pueden explicarme que están haciendo aquí? y... ¿Por qué pelean? inquirió

 

 

@ @@Zoella Triviani

[Zoella Triviani]

Torre Suroeste

Las palabras que comenzaron a salir de los labios del Triviani eran escuchados por la calva, de forma vaga gracias a la poca oxigenación que estaba teniendo. Intentó arrancar la mano del rubio mientras lo observaba fijamente, luchando contra la hipoxia que comenzaba a aparecer. La fuerza con la que su delgado cuerpo fue empujado contra la pared produjo el derrumbe de la misma. La anatomía de la bruja giró en el suelo y chocó contra la pared del otro lado de la celda que había traspasado.

 

Su cuerpo se retorció y tosió, sintiendo el aire regresar a su cuerpo y recuperando sus funciones básicas poco a poco. Se incorporó y quedó de rodillas, sosteniendo su garganta mientras la retahíla de palabras llegaban. Percibió el olor de su otro hermano, quien se mantenía encerrado en la celda que habían penetrado.

 

Una risa brotó de sus labios con suavidad, más no se inmutó ante las acciones del mayor de los Triviani. Cerró fuertemente sus ojos e inspiró, regresando poco a poco el oxigeno a cada parte de su cuerpo.

 

- Vine como una cría, a salvar a Jeremy, como si del amor de mi vida se tratara, y me paga con esta moneda. Debí dejarlo pudrirse en la maldita celda en la que estaba, no soporto seguir escuchando su voz reclamándome día y noche por no ser la p*** Zoella que él quiere que sea- espetó, elevando su cuerpo poco a poco.

 

- ¿Que quieres? ¿Que vuelva a rendirme a tus pies? ¿A obedecer tus palabras como si de la biblia se tratara? ¿Que deje todo por ti como hice una vez? Lamento informarte que el p*** lazo de sangre se ha roto - expresó, acercándose para quedar a centímetros de su cuerpo, aún con la ira a flor de piel - ¡ROTO! ¡QUE TE ENTRE EN LA CABEZA QUE SIGO SIENDO LA MISMA ZOELLA PERO YA NO SOY TUYA! - vociferó, para propinarle finalmente una cachetada al rubio.

 

- Me largo de aquí, no soporto tenerlo frente a mi por más tiempo - finalizó, alejándose por el gran hueco antes de siquiera recibir respuesta alguna del ojiazul.

 

Unas voces llamaron la atención de los tres hermanos, los hombres que la calva había despistado en un principio subían las escaleras con pasos veloces. Con rapidez tomó la varita escondida entre sus ropas y la empuñó, preparada para atacar.

 

 

@ @

[Jeremy Triviani]

Torre Suroeste

Los gritos de Zoella no tardaron en llegar respondiendole a Matthew y a él, al mismo tiempo. ¿Podía alguien estar tan inestable mentalmente? No, Jeremy creía que no. La rabia que sentía estaba por ahogarlo, pero se contuvo de forma excepcional. Volteo a mirar a su hermano que fumaba tranquilamente un cigarrillo y se quejaba de que lo había llevado ahí contra su voluntad. ¿Acaso estaba delirando? No podría soportarlo.

-No se quien nos trajo aquí -Le respondió, ignorando olímpicamente a Zoella, que amaga con volver a irse - Lo único seguro es que estamos en peligro y que nada de esto es casualidad -Inquirió caminando a ver por la ventana.

No reconoció lo que veía. Era mas de lo mismo, un patio cementado sin rastro de personas. El cielo empezaba a oscurecerse. No tenían mucho tiempo para salir de ahí o los agarraría la noche y deberían de luchar contra las sombras de la oscuridad, ademas de los carceleros. Necesitaban respuestas, Jeremy lo sabia, pero con Zoella no podía contar para hallarlas a menos de que hicieran una tregua en la pelea.

-Algo me dice que salir de aquí no va a ser fácil -Continuó intentando invocar un portal para ir a casa y viendo como la magia se extinguía apenas salir de la punta de la varita - Algo impide que podamos hacer magia dentro de las celdas. ¿Crees que haya un proyector de escudo cerca? -Pregunto a su hermano antes de caminar a la salida de la celda -Vamos... tenemos que irnos. ¿Tienes un cigarrillo para convidarme?

@@Zoella Triviani @