Enterrando a nuestros muertos

[Xell Vladimir Potter Black]

 

La luces brillaron en el cielo oscuro y fueron descendiendo, poco a poco, hasta desaparecer. Después, volvió la oscuridad. Desde que la guerra había estallado en la ciudad de Londres, pocos barrios tenían luz. Ottery no era la excepción. A pesar de la distancia, hasta allá habían llegado las restricción ministeriales y las calles lucían oscuras. Por ello, el pillaje, los ataques, la sensación de inseguridad, todo contribuía a que los habitantes del pueblo mágico no salieran de sus casas en cuanto la luna extendía el manto nocturno sobre ellos.

 

Los rumores que circulaban sobre el fin de la guerra no eran suficiente para levantar aquellas normas. El Primer Ministros estaba desaparecido y, desde hacía poco más de un año, parecía que el pueblo mágico había muerto poco a poco, sin leyes y sin un ministerio firme que ayudara al ciudadano

 

El cementerio no era una excepción y todas las ceremonia de aquel lugar retirado de Ottery las hacíamos casi a oscuras. Pocos éramos los sacerdotes y sacerdotisas del pueblo que nos atrevíamos a pisar el camposanto y enterrar a nuestros muertos, demasiados en aquellos días de Muerte. Yo era una de ellas y yo me atreví a señalar el fin de aquel entierro con luces lanzadas con mi varita. Porque los muertos se merecen que les rindan respeto; porque los muertos se merecen que les respeten su paso a nuestro lado. Y porque soy de las pocas sacerdotisas del pueblo que aún hacía este tipo de ceremonias, honrando a los muertos.

 

Aquella noche era una más en el pueblo, con sus historias escondidas y sus muertos, desaparecidos con la excusa de la guerra. ¡Qué ganas tenía que acabara aquel conflicto entre los dos países! ¡Qué ganas que fueran ciertos los rumores del fin definitivo de tantos ataques y muertos!

 

Cuando la luz se acabó y las tinieblas nos rodearon, cerré la puerta de la cripta, protegida por una puerta con una figura de dragón como la que teníamos en el Parque de las Lamentaciones. Estaba encantada de manera que cobraría vida si alguien no permitido, que no supiera cómo entrar, intentaba cruzar. Miré a los presentes que me habían acompañado en la ceremonia de entierro y les saludé, despidiéndolos. Cuando me sentí sola, hablé con voz muy baja a mi elfo, Montmeló.

 

- ¿Estás seguro que nadie sabe... lo que enterramos en la cripta?

 

El elfo asintió vehementemente.

 

- Sólo su familia lo sabe.

 

Le sonreí pero después caminé con ritmo hacia la salida del Cementerio. Hacía frío y violar el toque de queda por un entierro no sería excusa si me pillaban en la calle.

 

- ¿Sean no lo sabe, no? Él a saber lo que haría con ese conocimiento. Quiero mucho a mi primo pero... Si se entera seguro que no dudará en utilizarlo para su propio beneficio. Y no se puede jugar con los muertos.

 

La respuesta del elfo se perdió en el aire pues me había dado la mano y, en cuanto salimos de terreno santo, me llevó a terreno seguro, en la mansión "Ojo Loco", con la familia. Mañana sería un día difícil, había varias ceremonias funerarias previstas.

[Hayame Snape Potter Black]

Mansión Ojo Loco

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La bruja se estiró suavemente sobre uno de los sillones y observó a la familia que se reunía en el lugar, como cada día desde que comenzasen aquellas guerras que parecía que habían desquiciado a todo el mundo; si había pensado en algún momento que las cosas podrían ir cambiando a lo largo del año, conforme se dieran las cosas y las oportunidades había sido más que evidente que se había equivocado al por completo:

La desconfianza y las miradas discretas pero acusadoras surgían más que nunca en todas partes y no solamente eso, sino que el Ministro parecía que había optado por seguir el camino de su antecesor; había solo saludado cuando fuese elegido y al final había terminado por desvanecerse en el aire, tan solo para anunciar que ya estaban artos del Estatuto de Secreto de la Magia para con los muggles, lo que ponía en un jaque muy delicado al Departamento de Accidentes

Eso era algo que quería conversar con Matt pero dado que este estaba desaparecido también...

Y hablando de desapariciones

-Alguien ha notado que últimamente parece que todo el mundo ha optado por comenzar a suicidarse? -inquirió la Snape de repente al aire, como si tan solo la cuestión apareciese sin más -me refiero, incluso puedes encontrar cuerpos en medio de los callejones y a nadie parce importarles que sencillamente estén ahí

Hizo una mueca

-Lo que me he encontrado últimamente en el callejón Knocturn...

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[Kiyotaka Ayanokouji]

Coincidencia? No lo creía... Casualidad? Talvez... Pero aveces el destino era bastante caprichoso... El mago se encontraba justamente en el mismo terreno que su prima Xell... Pero que hacía ella ahí y a esas horas?... Saliendo de una crypta... Con esas ropas como si acabara de enterrar a alguien... Algún servicio nocturno talvez?...

 

--Entonces... No te lo repetiré otra vez... Que haces aquí?...--

 

Pero sobre todo... Con quién hablaba el mago?... Era como si de un villano se tratará... Cubierto por aquella túnica... Tenía rato siguiendo a su prima... Y Dick lo seguía a el desde hace poco más de media hora... Por lo que al ver que su prima había desaparecido junto a su elfo, suponía que el mago la seguiría hasta adonde quiera que haya ido y eso es algo que no podía permitirse...

 

--Sectusempra--

 

Y la batalla había comenzado... Durante los próximos 20min salieron hechizos, explosiones y alguno que otro movimiento de karate... Y cuando por fin Dick se alzaba victorioso en un acto bastante cobarde el mago tenebroso se suicidó a si mismo... La explosión fue tan grande que dejó un gran hueco en la calle... Pero en el último instante Dick desapareció y apareció detrás de una llamarada de fuego enfrente de su prima @@Xell Vladimir Potter Black...

 

--Porque siempre termino a tus brazos prima?--

 

Le decía con una media sonrisa mientras acercándose a ella se dejó caer sobre sus brazos debido a las heridas provocadas por la explosión y el combate que había tenido hace unos momentos... Nuevamente gracias a la marca de caín el mago no había muerto... Pero eso no significaba que sus heridas no fueran graves y sin decir nada más cayó desmayado... Le tenía tanta confianza a su prima que sus brazos era el 3er lugar donde el quisiera morir en paz...

[Ela Karoline]

La noche lo abrazaba todo a su paso como si de un negro manto se tratase, sin embargo eso no evitaba que Karoline se quedará hasta tarde en sus negocios desobedeciendo la restricción de circulación o el llamado toque de queda, pero no era la única, muchos como ella estaban cansados de la guerra mágica y los pocos o inexistentes avances para solucionar el conflicto. Así que pese a toda advertencia, los locales nocturnos seguían de moda, las pequeñas aglomeraciones también y ni hablar de los resultados, o de los que se aprovechaban de aquello para dejar muertos a su paso.

 

La bruja que poca gracia le hacía el desperdicio de una vida, miraba con horror cada madrugada como algún cadáver estaba tendido en la acera a su paso, trataba de caminar rápido ante aquello pero la compasión y el ser sacerdotisa de la mano con la nigromancia, hacían que las almas clamaran atención que no podía ignorar.

 

Una de esas tantas noches, al pasar, de camino a casa, un cuerpo tendido en el frío piso casi hace que caiga de bruces, cuando trastabilló intentando no caerse escucho un llanto y luego una presencia etérea, el alma al notar que Ela si la veía se pegó a ella suplicándole que no lo dejara allí, se quejaba del frío, la humedad y la soledad, aquello caló tan hondo en la pelirroja que pregunto en apenas un susurro “¿a dónde puedo llevarte? “ el alma rápidamente contestó que al cementerio.

 

Fue entonces que la chica comprendió que el alma abogaba por el cuerpo que ya no podía mover, Ela recordó el cementerio local y tocando el cadáver desapareció para segundos después materializarse en el lugar de la última morada, no le tenía miedo a los muertos, pero las almas y sus clamores eran algo que todavía no lograba que no le afectará, necesitaba ayuda y dos nombres vinieron a su mente @@Sagitas Potter Blue y @@Xell Vladimir Potter Black y un simple pensamiento de “Ayuda hermanas” voló en busca de aquella conexión telepática que existía entre sus iguales.

[Sagitas E. Potter Blue]

Mansión "Ojo Loco"

 

La noche aún no tocaba a su fin y aún quedaba mucho por hacer. Me froté con fuerza la nariz con el dorso de la mano y después seguí trabajando. Sentía algo de miedo por Xell, hacía horas que había salido de casa a cumplir con su cometido pero aún no había vuelto. El no tener noticias de ella era, sin embargo, algo positivo. Si las tropas de Aaron Black Lestrange la habían pillado, ya estaríamos todos detenidos o, al menos, visitados por ellos en una incursión a la mansión. Sin embargo, ésto no se había producido así que, fuera lo que fuera que la detenía, no debía ser ese el peligro.

 

Suspiré y volví a sumergirme en la escritura en aquel manuscrito, rellenando datos con un encriptado propio que nadie podría descifrar, excepto a los que había pasado la clave. Era importante llevar un listado exhaustivo de las víctimas de la guerra y del motivo de su muerte. Alguien, en el futuro, debería pagar por ello, y necesitaríamos aquel libro como prueba.

 

-- ¿Cómo? -- Levanté la mirada y me volví a rascar la nariz, esta vez con el dedo, lo que provocó que quedara una mancha de tinta en ella. -- ¿Quién se ha suicidado? En mi lista... -- Levanté un par de manuscritos buscando datos y negué. -- Todos los apuntados son asesinatos o muertes accidentales.

 

Apreté los labios ante la siguiente frase de @@Hayame Snape Potter Black. Tenía razón.

 

-- Demasiados cuerpos bajo las ruinas de lo que antes fueron edificios. Demasiados muertos en esta maldita guerra. -- Toqueteé el libro con cariño. Sólo una sacerdotisa entendería aquel sentimiento doloroso por las almas perdidas. -- Demasiados cuerpos silenciosos que desaparecen sin poder explicar su historia. Muchos que matan por acallarlas, para no dejar testimonios... Este libro será su Memoria. O eso espero...

 

Me levanté. Necesitaba estirar las piernas. ¿Cuánto tiempo llevaría sentada...? Sentí el reloj dar otra hora más y suspiré.

 

-- Xell se tarda, ¿no? -- No sabía que, en aquel momento, Dick caía en sus brazos, herido. Sólo me froté los brazos, impaciente, sin decidirme aún en ir en su búsqueda. -- Haya, ¿crees que debiéramos buscarla?

 

No me dio tiempo de más. Aquel mensaje de Ela me sorprendió tanto que di un par de pasos hacia atrás, aturdida. Por un momento, tuve la credibilidad absoluta que Cye me pedía ayuda. Pero mi cuñada no estaba con nosotros. En paradero desconocido, le había dejado todo a su pariente Ela Karoline, también sacerdotisa como ella, también con el Fuego como elemento de Naturaleza. Compartían tanto espiritualmente, aunque físicamente eran antagónicas, que aún las confundía a pesar que llevaba ya días hablando con ella y conociéndola. Y era ella la que pedía ayuda.

 

-- Karoline pide ayuda a sus hermanas. -- Lógicamente, era a sus Hermanas de sacerdocio, esperaba que Hayame lo entendiera. -- Voy a buscarla. ¿Te ocupas de Xell, por favor? Si no aparece en una hora...

 

Dejé la frase sin acabar, sabiendo que mi hermana lo entendería. Cerré el libro y recé una oración muy breve por las almas que contenía entre sus líneas y después lo escondí. Si alguien entraba en la mansión, sería un error que lo encontraran sin más encima de la mesa. Después, valiéndome de mi potestad de matriarca de la "Ojo Loco" me desaparecí desde aquel punto de la habitación con Hayame y aparecí en el punto de conexión que me unía a la llamada de auxilio.

 

Aparecí entre lápidas y tropecé con una de ellas.

 

-- ¡Demonios! -- exclamé, sin querer. Mi madre siempre me decía que mentaba demasiado el Mal para ser una Sacerdotisa. Tragué saliva. Estaba demasiado oscuro. Busqué a mi alrededor. Apreté la varita contra mi cuerpo, preparada para solventar cualquier eventualidad. -- Karoline... ¿me has llamado? ¿@Ela Karoline?

 

Intenté sonreír pero no, aquel rictus no me salía hoy. Todo era demasiado serio últimamente en el pueblo.

[Xell Vladimir Potter Black]

Delante de la Mansión "Ojo Loco":

 

Estaba muy cansada, se había hecho muy tarde y apenas tendría tiempo de dormir antes que el sol iluminara el nuevo día. Mi elfo apretaba mucho sus manos, nervioso. Supongo que entendía mejor que yo lo que podría acarrear el violar el toque de queda. Por eso, apreté el paso; estábamos bien cerca de la puerta. Sin embargo, una explosión de fuego me sorprendió. Cuando me giré, con la varita en la mano, sólo sentí el calor y vi un cuerpo que se caía delante de mí. Lo sostuve y escuché sus últimas palabras antes de desmayarse a mis pies.

 

- ¡Primo Dick! ¡Primo Dick! ¡Oh, Diosa, no le dejes morirse todavía?

 

Pesaba un poco, así que tuve que sentarme en el suelo para sostenerle. Montmeló, mi elfo, se movía de sus pies a su cabeza, buscando heridas pero todas eran graves. ¿Qué le habría pasado?

 

- Elfo, para, para, no me pongas nerviosa. Busca ayuda. Entra en casa y que preparen su cuarto. Hay que mantenerle calentito para que no pierda energía. Yo... Yo intento curarle un poquito. Avisa a las tías Sagis y Hayame, para que vengan a ayudarme. Preparar vendas, agua caliente, pociones curativas. ¡Venga, date prisa! ¡No te entretengas, elfito! - Le grité para que reaccionara.

 

Cuando me quedé a solas, toqué el saquito de semillas de Avalon para recobrar la confianza en mí misma. Después, murmuré un hechizo del libro de la Fortaleza que ayudaría a mi primo a mejorar, aunque no lo sanara del todo.

 

- Curación - pensé con fuerza, rogando a la Diosa Gea que funcionara. Era un efecto y seguro que Dick lo notaba, porque se movió un poco.

 

Enseguida salieron los elfos y lo levantaron con magia y lo entraron en casa. Corrí detrás de ellos y no saludé a nadie, sabiendo que había gente en la zona de la chimenea porque sentía voces, la tía Sagis y la tía Hayame, si no me equivocaba. Subí hasta la habitación y empecé a curarle tal como había aprendido en Primeros Auxilios aunque Harpo no había traído aún el maletín de la tía.

 

Le había quitado la ropa y le estaba lavando las heridas cuando sentí la voz de una chica conocida.

 

-¿Ela Karoline? - mi pregunta era muy tonta puesto que había sido una llamada intuitiva, dentro de la cabeza. Yo era docta en leer auras, era algo que me había enseñado mi madre Reena, aunque nunca sería tan buena como ella o la tía Sagitas, pero la llamada entre clanes no me salía. Recibía las de mis Hermanas y Hermanos Sacerdotes pero no podía enviarlas. - ¿Me oyes? Ahora estoy ocupada. En cuanto salve a Dick, me acerco.

 

¿Me habría oído? Mejor enviada a mi elfo Montmeló para que se lo dijera, me fiaba más de mi elfito.

[Kiyotaka Ayanokouji]

Había algo raro... Las heridas no cerraban... La marca de caín no funcionaba... Que estaba sucediendo... El cuerpo se estaba muriendo... Las heridas estaban comenzando a infectarse rápidamente... Era como si la magia de su prima @@Xell Vladimir Potter Black no funcionará... Era como si su cuerpo finalmente conociera la muerte... Pero entonces porque seguía escuchando los gritos de su prima?... Acaso había dicho Ela... Karoline?... Todo eso sucedia Dentro de la mente de Dick la cual se había materializado en un cuarto como si de un panda se tratase ya que tenía una mezcla casi perfecta entre el color blanco y negro, dónde en el centro estaban dos siluetas sentadas una frente a la otra...

 

--Que está sucediendo!!! Porque no... Porque no nos estamos curando Dick!!!

 

Decía el Dick malvado al otro Dick con un claro enojo en su haber... Algo había sucedido... El Dick bueno se encontraba callado... Enfrente de el aparecía una pantalla imaginaria dónde repetía una y otra vez lo sucedido anteriormente...

 

-Habia algo que pasamos por el alto... Los dos nos confiamos de nuestras habilidades... Prácticamente no estamos muriendo... Nuestro cuerpo es como si estuviera siendo sellado... Está comenzando a pudrirse...-

 

Decía el Dick bueno visiblemente más calmado y suspirando miro de reojo al otro Dick el cual había comenzado a derramar lágrimas de sangre debido a la impotencia... No podían hacer nada, estaban atrapados en esa situación... Al parecer la espalda de ese tipo poseia una maldición más fuerte que la marca... Pero como era eso posible...

 

--Las únicas que conozco con ese poder son las hechas por muramasa... Un sabio inmortal... Pero ni siquiera Sherlock había encontrado una pista sólida de su paradero...--

 

El Dick malo se había calmado, incluso el entendía la gravedad del mismo, las heridas parecían empezar a cerrarse pero apenas su prima Xell dejaba de hacer los primeros auxilios estás comenzaban a abrirse... No moriría... Pero su cuerpo entraría en tal estado de putrefacción que nisiquiera el mismo podría recuperarse de eso...

 

-Hay que averiguar porque querían atacar a la prima... Cómo podremos avisarle... Y también que sucedió con Karoline... Crees que con el modo Berseker al 100% podríamos hacer algo!?-

 

Hubo un silenció... Los dos por primera vez... Estaban haciendo un plan?... Una posible alianza!?...

 

@@Xell Vladimir Potter Black

[Xell Vladimir Potter Black]

Tal como lo pensé, lo hice. Llamé a Montmeló y le dije que buscara a la señorita Karoline, que le dijera que había recibido su mensaje, que tenía en mis manos un asunto de vida o muerte y que él le ayudaría en lo que pudiera. No tardé apenas nada pero, en ese instante, el primo Dick empeoró. Cuando pude prestarle atención de nuevo, las heridas del primo seguían abiertas, no cerraban.

 

- Primo, primo, no te mueras aún. No quiero tener que hacer contigo lo que hacemos con el resto de fallecidos del pueblo.

 

Tal vez hablaba demasiado. En la familia pocos sabíamos aquello que pretendíamos, para que cuando la guerra se acabara, nadie olvidara a los muertos, fueran de una u otra facción. Ahora, ¿me habría oído? Acerqué mi oído a su boca. Respiraba. Puse las manos en el pecho e imploré a la Diosa que recordara que Dick era un buen sacerdote, que incluso había devuelto la reliquia a la isla, que no le dejara morir. De repente, sus heridas parecíeron mejorar. ¿La imposición de manos había funcionado? ¡Yo pensaba que no tenía tanto poder pero algo tendría si Dcik mejoraba? ¿O sería otro motivo?

 

- ¡Qué más da! ¡Despierta, primo!

 

Varios elfos entraron y cambié el trapito manchado de sangre por otro blanco. Me preocupaba mucho el primo, aún no se movía. ¿Y si se moría? Seguro que la tía Sagis me mataba por no cuidar de su sobrino.

 

- ¡Episkey! - murmuré varias veces, muy nerviosa.

[Lisette Ryddleturn]

La bruja había llegado a la casa de la familia corriendo mientras que se sostenia el vestido ya que por las prisas se había tropezado unas cuantas veces con el largo

 

Apenas saliendo de la mansión donde ahora vivía se había encontrado con un escenario terrible y tenebroso que le había provocado el voltear la mirada a todas partes pero de todas maneras no lo comprendía

 

Cruces

 

Muchas cruces que rodeaban el perímetro de sus terrenos pero también, personas que habían sido dejadas en todo el borde acostadas y con las manos por encima del vientre

 

Parecía como si estuviesen durmiendo pero la bruja del pueblito mágico no había estudiado primeros auxilios para no entender que sus pálidas expresiones eran las de la muerte

 

Y se había vomitado al no poder soportar el estar rodeada de tantos cuerpos y había gritado horrorizada, llevándose las manos a la cabeza mientras lloraba con desconsuelo

 

Y entonces, decidió que lo más sensato sería correr con su familia y contarles lo que se había encontrado alrededor de su casa, quizás Sagitas, Xell o Hayame sabrían alguna manera de ayudarla

 

Tenía demasiado miedo y ya no quería quedarse sola en su casa pero mientras se iba acercando se dió cuenta de que afortunadamente había bastantes presencias alrededor

 

-Familia, necesito ayuda!

 

Les gritó en un intento de atraer una poquita de atención aunque no estaba muy segura de que fuera a conseguirlo, quizás todos estaban ocupados también en ese momento

[Kiyotaka Ayanokouji]

Dentro de la mente de Dick...

 

Los dicks podian escuchar perfectamente lo que decia la prima Xell, lo que hizo que entre los dos intercambiaran miradas raras y sin decir nada mas siguieron sentados en aquella habitación mental que parecia un enorme tablero de ajedrez, algunas piezas blancas cambiaban a negras y viceversa... al parecer ese tablero indicaba la igualdad que habia entre los dos entes pero la espada maldita de un hombre muerto era su prioridad ahora...

 

-Entonces... Berseker... tenemos un trato?-

 

El Dick malo chisto por un momento ante la mano extendida del Dick bueno, pero sabia que no habia otra opción... por lo que escuchando otra pequeña voz de alguien pidiendo ayuda... hubo algo que llamo la atención en el berseker... esa voz se le hacia conocia, por lo que chocando la mano inmediatamente del Dick bueno toda la habitación se torno oscura... pero eso se debia a que Dick habia despertado...

 

Dick Berseker... https://th.bing.com/th?id=OIP.KFcw2Yy0HqhaGqARG_IE9gHaEJ&pid=Api&rs=1

 

Era cierto... un Dick habia despertado, pero no era el Dick bueno... la espada maldita no lo dejaba despertar, por lo que el trato era usar al Dick malo provocado por la marca de caín para despertar y asi poder pasar el mensaje a la prima Xell... pero en vez de eso la transformación habia sido completa... para los que conozcan la historia del Dr. Jekyll y Mr. Hyde... era el mismo principio, dos personas completamente diferentes habitando un mismo cuerpo... pero sumenle la inmortalidad y una fuerza que rivaliza a la de un hombre lobo, por lo que mirando fijamente a la prima Xell con sus ojos rojos como la sangre... sencillamente la intento agarrar del cuello...

 

--Dick sigue siendo demasiado ingenuo... Lo siento "Prima" no es... personal...--

 

Y justo en el momento en que iba a romperle el cuello a la prima Xell, volvio a escuchar esa pequeña voz... le era tan conocida... tan.. tan... familiar... un lejano recuerdo que ni siquiera sabia que tenia... al parecer la marca tenía memoria propia, por lo que soltando a la prima se coloco de pie... toda su ropa ensagrentada... todavia tenia cortes superficiales por culpa de aquella espada, por lo que arracandose la camisa se apresuro ir a la puerta para detenerse en ella y sin voltearse a ver hablo lo suficientemente alto para ser escuchado...

 

--Fuimos atacados con una espada Murasama... una espada maldita... nos esta consumiendo... si no quieres perder al dick... haz alto.--

 

Decia mientras miraba como las heridas nuevamente estaba abierta... y sin decir nada mas comenzo a correr rapidamente hacia la entrada de donde provenia esa voz, aterrizando con fuerza en el piso...

 

--ABIGAIL!!! ABIGAIL!!!!!!! ERES TU ESPOSA MIA!!!, DONDE ESTAS!!!!...--

 

La voz de @@Lisette Ryddleturn le habia hecho recordar a su verdadero amor... o mas bien el amor real de caín... pero habian pasado tanto tiempo juntos que aquella maldición habia tomando conciencia propia y se habia enamorado de aquel angel que los habia aceptado y amado incluso en sus peores momentos... por lo que comenzo a buscarla con desesperación rompiendo todo a su paso.

 

@@Xell Vladimir Potter Black