Jump to content

Prueba de Videncia #22


Sajag
 Compartir

Publicaciones recomendadas

El día amaneció apacible. Apenas una suave brisa bailaba en aquella isla nipona donde se asentaba el Colegio de Mahoutokoro. El sol brillaba con fuerza apenas disolvió las penumbras de la noche. El aroma de las flores bañadas por el rocío se expandía por el aire y los pocos humanos que cruzaban el camino disfrutaban del agradable ulular de las lechuzas que se despedían para esconderse entre los árboles.

 

Era un día agradable que no presagiaba lo que iba a suceder. Espectros demoníacos iban atacar aquel centro cultural para derruirlo totalmente, conjurados por un malévolo ser que intentaba destruir la Pirámide del Saber oculto entre sus muros. Nadie sabía lo que iba a suceder, nadie estaba avisado; era un plan meticulosamente planeado con meses de antelación por una única mente que dominaba el mundo de los espíritus, un Maestro en el control de los yōkai. El final del Colegio era inevitable.

 

Sin embargo, dos figuras femeninas tendrían la oportunidad de evitarlo, tal vez no a conciencia, tal vez sí... Llamadas por el Arcano de Videncia para iniciar la Prueba de Vinculación, no sabían que las tres partes de su prueba se verían empañadas por la presencia de aquellos espíritus vengativos. Si querían llegar hasta la Pirámide, tendrían que pararlos. Pero aquí no servía el grupo, cada una tomaría un camino diferente ¿Podrían conseguirlo?

 

Los jardines japoneses se desarrollan en un espacio que une la arquitectura y la naturaleza en una sencillez que los europeos no acostumbran a valorar. Las muchachas tendrían que encontrar a ciegas la linterna de piedra, la única que les permitiría ver el camino a seguir. Por ello, Sajag mandó a ambas una visión del objeto para que la encontrarán en el momento oportuno. Aquel sería el inicio del fin. El inicio de su prueba, el fin de la compañía. El camino sería un cúmulo de reacciones y decisiones diferenciadas que las alejaría aunque se vieran, se sintieran, se oyeran... No estarían juntas y, si querían encontrarse en el Portal, deberían trabajar unidas en el recorrido sin saber que lo hacían. El "Ojo Interior" les mostraría cómo avanzar.

 

Mañana a las diez, el Sol de pondrá oscuro.

La luz desaparecerá y las Tinieblas gobernarán durante una hora en el sendero de acceso al colegio.

Es el momento justo en que se abrirá la puerta que lleva hacia la Linterna de Piedra.

Nada brilla, nada se ve, nada la ilumina y sólo se ve si es un día nocturno.

Deberéis estar allá a las diez en punto porque os mostrará el camino hacia la pirámide.

Si queréis hacer la prueba de la Vinculación al Anillo de Videncia, estar allá, puntuales.

 

Si encontraban la Linterna, les mostraría un camino que nadie más, ningún humano vivo o muerto, vería nunca si no se daban esas circunstancias anormales. No sería una vía tradicional, nada de tierra, de piedra, de sendero, de ruta... Les mostraría a dónde dirigirse. ¿Cómo hacerlo? Cada una llegaría como se le ocurriera. Tres espíritus Yōkai intentarías frenarlas. El primero, para ambas, sería un Rokurokubi, humanos de día, se transforman en serpiente de noche con un cuello larguísimo con el que ingieren a sus víctimas. Si conseguían sobrevivir a él, aún tendrían que superar dos pruebas aún peor. Sólo el "Ojo interior" podría mostrarles cómo superar tal enfrentamiento.

 

¿Lo conseguirían?

m1Q3ONE.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Se había levantado aquella mañana con algo de estupor, después de haber sido despedida por el arcano de Videncia para que fuese a descansar después del camino ta tortuoso que habían tomado; finalmente había recuperado toda su energía y era normal nuevamente y aún así, a pesar de saber que estaba en su casa y en su cama, se sentía como si una parte de ella se hubiera quedado atrás, como esperando por algo que no podía ver todavía.

Había llegado a casa con tla expresión de aturdimiento que su familia le había hecho demasiadas preguntas y había permanecido en silencio, para que fuese Xell quien respondiese sin saber si la chica se sentía así de desorientada como ella.

Acaso la meditación que les habían puesto en realidad, tenía otro propósito?

Quizás los inciensos y todo lo que rodeaba al Arcano en realidad era, algo para tratar de que pudiesen abrirse un poco más a la Videncia y estuviesen más conscientes de esta? o quizás no estaba tan preparada para enfrentarse a las Visiones que le iban llegando en oleadas extrañas y por eso aquel malestar de sentirse enferma?

Nunca se había sentido así, ni siquiera cuando finalmente había hecho su conexión con su animal mágico...

Apenas desayuno aquel día, un pequeño bisquet y algo de té ya que tenía la impresión de que si llegaba a aquella prueba final con más alimentos de los necesarios, vomitaría; apenas y se despidió de nadie, abrazó a sus hijos como si fuera la última vez que fuera a verlos y se adelantó hacia donde se suponía que tendría que encontrarse con su sobrina para estar listas a lo que el Arcano fuera a ponerles como prueba.

Y aún así, no podía quitarse esa extraña imagen de la cabeza ni las palabras que parecían cantar una y otra vez en su mente, casi como si bailasen frente a sus ojos.

Si, seguramente se encontraba bastante enferma.

El día era bello, abía una brisa deliciosa y el ambiente era todo lo que la mujer relacionaba con las tierras japonesas a pesar de no ser nativa de aquel lugar; por unos instantes respiró profundo, inhalando un poco de aquel ambiente y permitiéndose relajarse mientras que le parecía que se acercaba al punto de encuentro. Incluso le pareció que veía a su sobrina acercándose en la lejanía lo que hizo que la vampiro alzase una mano, para intentar saludarla.

-Hey, Xell!!

Trató de llamarla al tiempo que sonreía y agitaba una mano en el aire esperando que la viese para que pudiesen dirigirse juntas a la entrada del colegio... pero...

"Mañana a las diez, el Sol de pondrá oscuro"

-Ah?

Parpadeó un poco, sin entender porqué nuevamente parecía escuchar aquello dentro de su cabeza y casi leyendo las palabras cuando un fuerte pitido le hizo cubrirse los oídos, cerrando los ojos con fuerza y comenzando a sentir un fuerte dolor de cabeza; era como si la presión del ambiente a su alrededor hubiese cambiado y la situación hubiese pasado del día perfecto a uno, donde sin importar a dónde se moviese, moriría.

Y entonces...

Imagenes

Lentamente, una tras otras y en pequeños espacios, casi como si solo apareciesen y se disolviesen al siguiente momento. Una pequeña estructura que conocía muy bien y que al mismo tiempo, le parecía que era muy diferente a las que conocía; una criatura familiar para sus memorias pero al mismo tiempo, igualmente diferente a cualquier cosa que hubiera estudiado antes y que parecía burlarse, sonreír cruelmente y amenazarle...

Y sin pista alguna para reconocer aquello, tal parecía que tenía que descifrar el significado de aquello puesto que era una pequeña prueba de lo que comenzaría a vivir de ahí en delante...

Si es que pasaba la prueba.

Emitió un gemido y cayó de rodillas antes de parpadear varias veces, como si tratase de despertar de un sueño... pero nada. No había escuela o al menos, apenas y le costaba percibir una silueta de algo que pudiera identificarse como algo sólido pero por lo menos, no creía haber ido a ninguna otra parte; sin embargo de su sobrina, ya no veía nada, era como si se hubiese esfumado en aquella oscuridad... o acaso estaban cerca y solo no lo notaba?

-Xell?

Trató de llamar con un tono bajo de voz pero incluso aquel sonido se percibía extraño. Como si no debiese de levantar la voz.

Aquello comenzaba a parecerse a los juegos muggles de miedo que había comenzado a utilizar por pura curiosidad y se dió cuenta de que justamente, aquella estructura que había visto en su cabeza, se parecía a esas; y era al parecer lo que tenía que encontrar primero que nada si es que quería ubicarse un poco o al menos, eso era lo que los acelerados latidos de su corazón parecía que querían indicarle. Sus ojos rojos destellaron un momento y entonces, se dió cuenta de algo:

Incluso la luz rojiza que siempre irradiaban en la oscuridad, parecía haberse apagado.

Su visión nocturna era tan inutil como lo podían ser los ojos humanos en una oscuridad similar y por una vez en demasiado tiempo, comenzó a sentirse vulnerable.

-Dioses... -susurró y comenzó a avanzar a trompicones, moviendo las manos hacia delante despacio mientras andaba teniendo cuidado de no caer de alguna manera, ya que no olvidaba las visiones de los pozos de agua en los arrozales donde casi había perdido lo que ella consideraba una especie de vida; y más aún cuando todavía recordaba también esa extraña visión de la cabeza alargada que parecía querer encontrarla en algún punto

Algo crujía bajo sus pies pero no quería agacharse y tocar con los dedos, quizás con un leve temor de lo que podría ser.

Tan solo intentaba ubicarse en lo que le parecía que eran algunas formas sólidas, indistinguibles contra las que no quería chocar aunque era muy difícil en la oscuridad; peor aún cuando finalmente comenzaron a llegarle pequeños sonidos lejanos, no sabía si eran animales o de algo más y que parecían estar vigilando el sitio.

-Vamos, vamos! -se urgió entre dientes, apretándolos -se supone que es Videncia... vamos... trata de enfocarte... hacia donde, mira hacia dónde... vamos, sé que puedes...

Se detuvo y cerró los ojos, tratando de ver... de verse... de encontrar lo que fuese...

Meditar, eso les había dicho el Arcano, cierto?

Y entonces le pareció que se veía a si misma y un lugar que no parecía estar en un punto fijo como tal. No era que tuviera que moverse o avanzar por un sitio sino seguir... algo delineado de forma diferente. Había algo que en condiciones normales ni siquiera llamaría la atención pero en aquellos momentos, resaltaría por entre las formas obscuras de todo lo demás. Lo veía en su cabeza y casi lo sentía dentro de su pecho.

Abrió los ojos lentamente y comenzó a moverse, desviando la mirada hacia un lado y otro, tratando de distinguir aquello que había visto en su mente. Una silueta rodeada de lo que parecía ser una pequeña luz espiritual entre azul y blanca, delineando finamente un objeto que sería la llave para seguir adelante si es que en verdad quería vincularse con aquel nuevo poder. Aquel objeto que ahora era cuando más resaltaría entre lo común

-Un faro de esperanza

Dijo para sí misma cuando finalmente, pudo ver aquella silueta brillar por entre toda aquella oscuridad: una linterna erguida, antigua como ninguna otra pero aún firme a pesar del tiempo que había corrido por sobre su superficie; haciendo un nuevo esfuerzo, comenzó a dirigirse hacia esta, los tobillos doblandose un poco hacia los lados por no ser capaz de notar apropiadamente el suelo que pisaba hasta que finalmente cayó un poco hacia delante, abrazándose a aquella estructura de roca y pudiendo emitir un primer suspiro de alivio.

Una primer parte estaba lista aunque...

Se dió cuenta de que no podía relajarse

Algo se movía cerca de ella y tenía la impresión de que en cuanto diese el siguiente paso, algo malo iba a suceder. La criatura. Esa criatura que era diferente a lo que sabía que existía y que probablemente, estuviese en su búsqueda ya; así como aquellas mujeres en los arrozales que habían intentado acabar con su existencia, lo que estuviese más adelante iría a por ella.

Qué tenía que hacer ahora???

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

B9rYupA.png



http://i.imgur.com/7WhajUW.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El amanecer me sorprendió dormida en la silla al lado de la ventana de mi habitación. Me había pasado la noche intentando meditar en las palabras del Arcano. Si él pensaba que eran fáciles de entender, se había confundido. O yo era muy tonta porque no había llegado a ningún entendimiento final. Sus palabras seguían siendo tan oscuras como cuando las había pronunciado el día anterior, en los jardines cercanos a su mansión. Lo único que le quedó claro fue que, si quería vincularse, tendría que estar a las diez en algún sitio.

 

- El Sol se pondrá oscuro - susurré mientras me aseaba. Era importante llegar a mi destino en perfecto estado de limpieza; nunca se sabe quién te puede ver. Tal vez ese novio que esperaba con ansia y nunca llegaba.

 

Me di prisa en el aseo. Yo me sentía totalmente fracasada en el intento de interpretar lo que quería el Arcano. Sin embargo, tenía una fe ciega en mi tía Hayame. Como las dos teníamos que ir al mismo lugar, procuraría no perderme sus palabras porque darían mucha más luz sobre lo que iba a acontecer. El desayuno también fue rápido, apenas un zumo y un croissant de mantequilla. Me sentía inquieta, allá donde miraba veía una especie de fuente con agujeros de los que no fluía ninguna agua. ¿Qué podría significar eso? ¿Sería una visión? ¿Una profecía? No, no creía eso pues no sentía palabras ambiguas con mensajes ininteligibles, así que debía ser otra cosa. Pero... ¿el qué...?

 

Esta vez me puse una chaqueta más fuerte. El día era bonito. Brillaba. El cielo era azul y estaba totalmente limpio de nubes. Hacía muy bien tiempo pero la experiencia me indicaba que el tiempo cambiaba rápidamente mientras estabas en clase. Me había pasado en Conocimientos y en la única habilidad que había cursado, cuando descubrí que era una gaviota.

 

- ¡¡Tíita!! - llamé la atención de mi tía Hayame con la mano. Ambas habíamos llegado al punto de encuentro, el sendero de acceso al Colegio.

 

No me vio. Tal vez iba pensando en el significado de las palabras del Arcano. Pronto serían las diez, así que corrí hacia el punto en que la había visto hacía un momento. No quería llegar tarde.

 

- ¡Tiita! ¿Cómo es que el Sol se pondrá oscuro? Si es de día.

 

Pero cuando llegué, Hayame no estaba allá. Miré a los lados y el rumor de sus pasos me indicaban que estaba cerca aunque no la viera. No podía estar lejos. Suponía que era allá donde aparecería una linterna y nos mostraría el camino. Aún pensaba en quién movería la linterna indicada por el Arcano, si sería mágica o llevaría pilas muggles, cuando noté la ausencia de luz.

 

Creo que no es eso exactamente. Era... ¿Cómo explicarlo? Un momento antes yo veía los jardines, el sendero, árboles, piedras... Al siguiente, sentí una especiel de "plop", característico de la entrada del vacío, algo parecido al ruido de aparición de los elfos en una calle desierta. De repente, una presión, como si fuera una falta de gravedad, de aire, de esencia, de todo, un VACIO espiritual, nada. Sí, esa es la palabra: De repente, la NADA me rodeaba, creando una sensación de angustia y desasosiego. Primero sentí que me ahogaba y pensé que me moriría asfixiada por la falta de aire. Tras ese momento de pánico, noté que respiraba aquella NADA y que no me moría, por tanto, me relajé un poco.

 

Tampoco mucho. Ahora entendía las palabras del Arcano (bueno, no las entendía, pero era lo que estaba pasando así que tenía que asumir que Sajag había visto lo que iba a suceder.) Aquellas tinieblas no eran naturales. Soy sacerdotisa y diferencio bien cuándo se usa magia oscura y cuándo es la Naturaleza quien invoca la noche. Aquello era... manipulado. Y eso no anunciaba nada bueno. Quien hubiera sido, era un mago de gran poder para ocultar el Sol. Tropecé con algo y mi mente me traicionó. Mis ojos inútiles luchaban por ver los monstruos que mi cabeza imaginaba, Mis manos se adelantaron e intentaba tocar el aire. Chocaron contra algo, una especie de edificio pequeño. Mientras los dedos tocaban la superfície de piedra, mis ojos visualizaban de nuevo aquella fuente cuya imagen me perseguía una y otra vez desde que me había levantado.

 

- ¡Esta es la fuente! - ¿La fuente? ¿Fuente de qué? - Pues de fuente de vida, fuente de conocimiento, fuente de... - dije un montón de posibilidades para cuadra lo que intuía con lo que tocaba. - Fuente de luz...

 

Me puse las dos manos en la boca porque me di cuenta que aquello no era una fuente. Era...

 

- ¡La Linterna de Sajag!

 

¡La linterna de piedra que había dicho el Vidente que íbamos a encontrar!

 

- ¡Tía, tía, la encontré! - el grito era más una llamada de auxilio porque me sentía muy desamparada en medio de aquella oscuridad, de aquella NADA. - ¡Encontré la Linterna!

 

Y, de repente, la Luz volvió. No se hizo de día, no volvió el Sol, no volvieron los árboles perdidos, la silueta del Colegio... Me refiero a que hubo un ramalazo de luz. Era débil, parecía a punto de extinguirse, pero era luz que traspasaba tímidamente la negror que me rodeaba. Apuntaba en una dirección y la vi: una puerta. ¿Qué haría allá, en medio de un camino?

 

No estoy para cuestionar nada. Hasta ahora, la profecía de Sajag no había fallado, ¿por qué iba a dudar que tenía que atravesarla? Aún así, mis pasos fueron lentos, titubeantes, dirigidos hacia aquella puerta que parecía a punto de desaparecer. En cuanto puse un pie en el otro lado, sentí un golpe fuertísimo en la cabeza.

 

Nadie me había pegado, o no de forma real, al menos. Era el efecto de una visión y así lo visualicé, como si un ojo azul, tan azul como mis otros dos orbes, se abriera en mi mente, en mi cerebro, en todo él, no en la frente como había visto en algunas imágenes de pitonisas. Abierto... Mil imágenes se impusieron a mi miedo pero, sobre todo, la de la Tía Hayame era engullida por una serpiente algo extraña. Casi parecía humana.

 

- ¡Tía Hayame! ¿Dónde estás?

 

Dicen que los valientes son los que tienen miedo y, a pesar de ello, hacen lo que deben de hacer. No sé si soy valiente o ilusa pero la tía me necesitaba. Moví el otro pie dentro del espacio de la puerta; tenía que ayudarla.

  • Me gusta 1
  • Love 1

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

No la había escuchado pero la había visto

O también la había sentido?

Por un instante, mientras descansaba aferrada a aquella lámpara de roca antigua y tomaba el impulso de dar el siguiente paso algo había nublado su visión de las sombras y le mostraba algo más; había visto a su sobrina, a aquella tierna chica parada justo donde ella misma estaba mientras le advertía de un peligro que no alcanzaba a ver en aquellos instantes pero que ella sabía (y bastante bien), que lo había sentido casi desde el inicio de aquel camino.

-Xell?... XELL, DÓNDE ESTÁS!?

Llamó a pesar de que sabía por experiencia que gritar el nombre de las personas solo te ponía en riesgo; pero casi le había parecido sentir su mano en aquellas sombras al mismo tiempo, que un crujido se percibía en aquella nada oscura.

Se tensó

Nuevamente estaba al lado de la linterna lo que significaba que la Visión que acababa de tener tenía que signficar algo; quizás era su sobrina intentando comunicarse, no lo sabía pero si había algo seguro, era que ella misma estaba en peligro. Dió un par de pasos lejos de la linterna y fué cuando finalmente pudo sentir algo que se movía en su dirección, serpenteante, ondulante, asesino...

Se inclinó y al siguiente momento logró saltar para esquivar un fuerte ataque provocado por una cabeza que se había lanzado rauda para morder en la zona en la que había estado la vampiro; el cuerpo de la pelirroja se deslizó inclinado por la velocidad que había adquirido en el esquive y se detuvo al enterrar los dedos en el suelo. Realmente no esperaba encontrarse con una criatura como aquella justo cuando esperaban un exámen pero al mismo tiempo, tenía sentido: ya había visto esa criatura en su cabeza mientras aparecían aquellas imágenes justo antes de comenzar aquello.

-Bien, bien... no estudiamos acerca de tí en el colegio, eso es seguro

Sonrió de lado con fastidio mientras que aquella enorme criatura ondulaba un cuello muy largo y encaraba a la bruja desde su altura, mientras mostraba lo que parecía una sonrisa de largos colmillos amarillentos; por la cara, seguramente en un estado menos agresivo debía de tener la apariencia de una mujer oriental bastante bella pero en aquellos momentos el gesto se deformaba por la maldad que residía en sus facciones.

Volvió a lanzarse para atacarla y la bruja sacó la varita y la agitó en un fuerte destello.

Aquella criatura lanzó un alarido adolorido pero no parecía haberle hecho ninguna herida mas sin embargo, le había hecho enfurecer más por lo que esta emitió un sisseo antes de volver a moverse velozmente en contra de la vampiro; esta se movió hacia un lado, apretnaod los dientes y frunciendo el ceño, aquella criatura era demasiado veloz, todavía más que otros animales o seres a los que se había enfrentado y nuevamente, tuvo que lanzarse hacia un lado para esquivar los dientes de ese monstruo mas sin embargo, esto no le había evitado ser golpeada con fuerza por una parte de aquel cuello grueso que la lanzó a varios metros.

-Maldición... eso no lo vi venir... -dijo con algo de dolor pero entonces, abrió mucho los ojos y buscó en la oscuridad -maldita sea, la lámpara! no debo de perder la lámpara!

Se dijo con alarma comenzando a voltear en todas direcciones entre las sombras hasta que finalmente la pudo distinguir: una silueta rodeada de una tenue luz azulada. Dejó escapar un suspiro de alivio y se enderezó con algo de dificultad cuando al siguiente momento el cuello grueso de aquel ser, tan grueso como el de una pitón la rodeó del torso y los brazos y se cerró en esta, arrastrándola hacia donde estaba la cabeza que en aquellos instantes dejaba ver una larga lengua viperina.

Gimió un poco en sus intentos por soltarse y cerró los puños apretando la varita con fuerza

-Su piel resiste las maldiciones tanto como la piel de dragón -gruñó sabiendo que estaba a poco de ser tragada por aquella bestia -piensa... piensa!!

Suspiró profundo y cerró los ojos, relajando el cuerpo mientras intentaba concentrarse

Tenía que ver... tenía que conectarse con el Ojo, no el de las Adivinaciones que mostraban tantas cosas y ninguna segura, no el de las Runas, tan volátiles como lo anterior... sino con aquel que mostraba lo que seguía al camino que tenía delante; a lo que iba a venir para poder pasar la prueba y seguir su camino... tenía que... meditar, como decía aquel Arcano...

Y entonces lo pudo ver

Pudo percibir a una mujer durmiendo plácidamente sin notar como su cabeza se alejaba de su cuerpo y se convertía en una especie de monstruo, algo muy diferente a su real naturaleza... una vela que estaba cerca de la mujer durmiente, la llama muy débil pero casi se veía a sí misma tomándola del sitio al lado del lecho de aquella persona...

Y el cuello que salía de esta...

-Entiendo! -se dijo abriendo mucho los ojos mientras que la enorme cabeza oriental detrás suyo comenzaba a abrir grandemente aquella boca a un tamaño irreal, lo suficiente para devorarla por completo; pero la vampiro entornó los ojos y trato de buscar entre las sombras un destello, la diminuta llama de la vela que revelaba donde estaba el cuerpo de la criatura...

Pero no fue eso lo que vió

Era otra luz tenue, espiritual, una linea entre celeste y blanca que parecía brotar de las profundidades de la oscuridad y que de poco en poco, iba engrosando hasta convertirse en el cuello de aquel ser; aquello era lo que tenía que cortar, en su mente sabía que si separaba esa conexión entre la cabeza y el cuerpo, entonces, esta moriría. Pero era difícil apuntar bien con los brazos atrapados

-Espero que esto funcione... -suspiró mientras se concentraba, tratando de conectarse nuevamente con la energía que le había mostrado las primeras imagenes de forma que pudiese calcular la posición del cuerpo; solo había una oportunidad o se convertiría en el almuerzo de aquella cosa y jamás llegaría a la pirámide. Solo tenía un tiro. Tomando aire profundo, finalmente dejó que la varita cargase su magia y lanzó el hechizo al punto en que aquellas Visiones le habían mostrado que estaba el cuerpo y más específicamente, el cuello de la mujer.

Pudo sentir el aliento y la humedad de la boca de la criatura alrededor de su cabeza... y entonces, esta se detuvo

Había cerrado un ojo de forma apretada, esperando lo peor cuando repentinamente, aquel ser eitió un fuerte rugido y comenzó a retorcerse aún sin soltarla pero la agitó bastante hasta hacerla sentir mareada; finalmente se detuvo de moverse y Hayame pudo ver como desde aquella linea en la distancia algo se separaba, comenzando a disolverse en la oscuridad desde aquel punto hasta llegar al cuello grueso y la cabeza, que se deshicieron en un polvo extraño y brillante, dejando caer a la Snape que dejó salir una exclamación de sorpresa.

Cayó al suelo con un golpe sordo y se quejó un poco antes de enderezarse y suspirar con alivio:

Aquella parte finalmente había terminado

Se guardó la varita en el estuche del muslo y comenzó a andar hasta el punto donde había visto aquella línea de luz que se convertía en el cuello de aquella criatura hasta que finalmente, se detuvo, observando lo que tenía delante; aquella mujer parecía dormir plácidamente pero sabía que estaba muerta, recostada sobre un futón japonés antiguo y mostrando aquellos kimonos finos y rojos. La luz que provenía de la vela en el platillo cerca de su cabeza iluminaba muy poco pero mostraba lo que parecía ser el interior de una habitación antigua oriental.

Y tal cuál observaba aquello y lo pensaba, la mujer y su habitación comenzaron a desaparecer en la oscuridad, como el mismo polvillo de la criatura siendo arrastrado por el viento hasta que no quedó nada más que la vela a los pies de la Snape.

Hayame observó aquello en silencio y con gesto pensativo para después, inclinarse y tomar el platillo con la vela

-Vaya examencito...

Musitó suavemente apenas bajando los párpados cuando volvió a ver detrás de sí misma, notando la silueta de la lámpara de piedra, al parecer, aguardando. Tomando aire profundo y presintiendo que sabía lo que tenía que hacer, comenzó a andar hacia la lámpara y se detuvo para luego, inclinarse un poco y urgar en el interior de esta: en efecto, había un espacio para un cabo de vela antiguo en el hueco, así que tomó la vela del platillo y la introdujo en el espacio que había, antes de enderezarse y aguardar.

Se suponía que la luz de aquella lámpara debía de mostrarle un camino pero fuera de ello, la vela en su interior pareció agitarse por unos momentos como si la hubiese movido una brisa y entonces, pareció apagarse.

-Pero qué...? -soltó la vampiro levemente tensa cuando de repente, algo cambió:

La lampara de piedra antigua pareció latir o así se percibió ante los breves guiños que daba su silueta iluminada y entonces, el suelo alrededor de esta pareció mostrar un pequeño anillo de luz que se apagó después de unos segundos... para entonces, mostrarse algo flotante por uno de sus lados, algo que parecía ser una especie de tunel formado por miles de estrellas que titilaban, flotando en la oscuridad sin iluminarla pero no por ello, dejando de brillar y de mostrarse hermosas

-Por ahí?... -inquirió a la nada y entonces, sonrió levemente y cerró los ojos bajando un poco la cabeza, comenzando a concentrarse -Xell... espero que puedas ver esto. Espero que esta Visión llegue hasta a tí. Dudo que nuestras sendas sean exactamente iguales pero me conformaré con que sepas que estoy bien... y que te estaré esperando del otro lado, amada sobrina mía

Dijo suavemente y con cariño para luego, comenzar a andar por el interior de aquel tunel de estrellas con una pequeña sonrisa, apretando los puños y sintiendo su corazón acelerarse, preguntándose si aquel camino la llevaría finalmente a la pirámide... o si algún otro peligro la acecharía antes de poder demostrar que era digna del poder de la Videncia...

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

B9rYupA.png



http://i.imgur.com/7WhajUW.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Aquel espacio era extraño. Me sentía muy insegura en aquel lugar, sabiendo que algo se escondía en él. Si no tuviera los sentidos embotados en un ruido interminable y en una sensación extrema de peligros incipientes, juraría que había sentido la voz de Hayame, diciendo mi nombre. Cerré los ojos (era negro, todo negro, ¿por qué lo hice?),y escuché con atención. Juraría que algo o alguien siseaba delante de mí. ¿Por qué estaba todo negro? ¿No se suponía que la Linterna nos dejaría ver en medio de la oscuridad?

 

- Porque debo de ver con el alma, no con los ojos - dije en voz susurrada.

 

Así que era eso, Sajag nos había enviado a un momento en el que sólo veríamos con el Ojo Interior. Me aterroricé, todo era negro, ¡No se abría! No veía nada...Ni siquiera veía el contorno de aquella linterna de piedra que ejercía cierto efecto calmante en mi ansia. Tenía que retroceder, huir, salir de allá y buscar la linterna. ¿Cuándo dijo el Arcano que duraría...? Una hora de oscuridad, seguro que podría aguardar a su lado hasta que la luz de Sol volviera y disolviera las tinieblas.

 

Pero el ruido volvió y me obligó a girarme. No lo veía por la oscuro que estaba todo pero, sin embargo, supe que estaba allá. Era... ¡Era un monstruo! No, no podía ser, no existían seres así, casi humanos, casi serpientes, un cuello tan largo que podría tragarse un elefante, o una Xellita como yo. Intenté correr pero aquello se arrastraba muy deprisa, además que yo no veía por donde huir. Lo mejor era enfrentarme. ¿Pero cómo atacar a lo que no se ve?

 

La tía Hayame señaló con la mano y señaló un punto donde se veía un ser monstruoso que me miraba, a punto de atacarme.Gracias a ella vi donde apuntar con la varita pero... ¿Qué lanzar si no hay ningún hechizo que pueda con esos animales malignos? No se me ocurría ninguno en aquel momento. Pero la tía Haya sonreía y me señalaba...el suelo.

 

Comprendí.

 

- Deprimo - Se formó un agujero enorme bajo aquello y cayó antes de que el impulso hacia mí se produjera. Por segundos, tal vez, me había salvado, pero no estaba aún segura. El hueco no debía ser muy grande y seguro que salía de él. - Defodio.

 

La roca que estaba delante de él se desprendía como si alguien estuviera cavando en ella, las piedras se iban acumulando encima y taponando el agujero. No supe cómo lo había hecho ni serviría pero de algo estaba segura. Allá no estaba la tía Hayame. Lo que había visto era una Visión de ella, ayudándome. ¿Sería una ayuda real o sólo mi Ojo Interior usándola como herramienta? Fuera lo que fuera, le debía la vida.

 

Sonreí al aire oscurecido. Me sentía más segura de mí misma, aunque mejor tomar precauciones alejándome de aquel lugar pero... ¿A dónde dirigirme? Esataba sola pero, en cierta manera, notaba que no lo estaba así que seguiría adelante, sin miedo (¿sin miedo?). Como si algo me protegiera, unas luces de velitas parecieron titilear en el suelo; las seguí, seguro que me llevaban por buen camino.

  • Me gusta 1
  • Love 1

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Aunque parecía increíble, las dos muchachas habían superado el primer escollo de la prueba. Ambas se habían encontrado con el monstruo japonés y ambas habían acabado con él gracias a la ayuda de su Ojo Interior. Pero el camino no iba a ser fácil . Si el primer yōkai había intentado matar sus cuerpos, esta Ubume lograría que se mataran ellas mismas alegando al sentimiento más primitivo de toda mujer: ser madre.

 

La Ubume aparecería delante de ellas, que caminaban por separado hacia un destino común, exigiéndoles que le dejaran en prenda a su hijo para dejarles pasar. No había salida: o se lo daban, allá mismo, o retrocedían de su furia hacia el inicio, esperando que el conjuro de oscuridad desapareciera y la luz natural del Sol devolviera la paz a los jardines del colegio.

 

Así, el fantasma japonés se apareció ante ellas en cuanto entraron en su dominio. Sus ropas claras destacaban con brillo propio y grandes manchas de sangre aún goteantes informaban del bebé que habian perdido y que ahora, con ellas, recuperaría. Con el cabello enmarañado y rostro poco piadoso, volvería a tener un hijo, aunque fuera quitándoselo a sus víctimas.

 

¿Estarían preparadas para superar esta prueba? Ahora tendrían que demostrarlo.

m1Q3ONE.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Seguí las velas, tal vez debiera haber hecho lo contrario, huir de ellas. ¿Tan importante era que me llamaran Vidente? Hasta ahora, las Visiones que había tenido le habían ayudado a tomar decisiones para salvar a sus amigos, su familia, las había utilizado a mi favor. ¿Siempre sería así? No entendía cómo había gente que las usaba para aprovecharse monetariamente de ello, ¡si era un suplicio ver con el Ojo Interior! Creo que no me iba a gustar tener desarrollada esta habilidad.

 

Pero seguí aquellas luces, caminando despacio porque no sabía qué me iba a encontrar. No sé cuando duró mi caminar hasta que noté frío. No era la temperatura sino la percepción que alguien estaba cerca. Me observaba.

 

- ¿Tía Hayame? - mi voz apenas salió de mis labios. Había pasado mucho tiempo muda en el camino y ahora sentía que no podía hablar. Carraspeé un poco y volvía a llamarla. Ahora sonó casi a un grito desesperado.

 

Supongo que fue lo que provocó el ataque. Algo de ropaje blanquecino se tiró encima mío con tanta fuerza que golpeé la cabeza contra una piedra. Vi luces bailar delante de mis ojos y no podía moverme. Durante un momento, pensé que me había muerto pero el dolor era imposible de soportar, así que debía seguir viva.

 

- ¡Dámelo, dámelo, dámelo! ¡Es mío!

 

Aquello era una mujer o algo parecido a lo que podría haber sido una mujer en vida. Porque estaba muerta y ahora era un fantasma maligno que desgarraba mi cuerpo con sus garras.

 

- ¡Dámelo! - repetía una y otra vez el agujero que debiera haber sido una boca.

 

- ¿El qué? - mi voz sonó extraña, no era la mía.

 

No era yo.

 

Era la voz de la tía Haya.

 

- ¡Tu bebé! ¡Dame tu bebé pequeño! ¡Tienes otro!

 

Estaba tan confundida que no entendí lo que sucedía. ¿Yo sufría un ataque pero quien hablaba era la tía Hayame? Manoteé para quitarme de encima aquella fantasma. Era yo quien sangraba y yo la que escuchaba su mandato pero yo Veía a la tía, en mi Visión. ¿Por qué la veía a ella en vez de ver cómo acabar con este ser que me mataba? No podía usar la magia porque mi varita estaba lejos de mí, por el impulso de la caída. Su peso me inmobilizaba y no podía avanzar hacia ella.

 

- No tengo hijos - dije yo, esta vez yo.

 

- Lo tendrás, lo tendrás. Dámelo, dámelo y te dejo viva. Dámelo o te mato aquí mismo.

 

Forcejeé pero era imposible librarme de ella, sus heridas eran cada vez más profundas y me desangraba. Grité porque oía gritar a la tía Hayame pero fue en mi mente, no la oí en realidad. Lloré, no pude evitarlo.

 

- Te lo daré, por favor, no me mates.

 

La fantasma desapareció y fue sustituido por una mujer de rasgos amables que aún me inmobilizaba. Había esperanza en sus ojos. Si no fuera por la sangre brillante en mi ropa y en la suya, hubiera sentido compasión.

 

- ¿De verdad? - su voz era dulce, amable, la de una madre amorosa.

 

- ¡¡Nunca!! - ahora no supe si fui yo o fue la tía o fuimos las dos. Me giré y conseguí librarme de su peso. Gateé hacia la varita y la apunté. Respiraba muy dificultosamente.

 

Necesitaba un Episkey. O varios. ¿Me curaba o la atacaba antes? Soy sacerdotisa, me cuesta matar a nadie y, al fin y al cabo, sólo era un fantasma triste que deseaba un bebé porque había perdido el suyo.

  • Me gusta 1
  • Love 1

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Se detuvo

Las estrellas aún titilaban a su alrededor, calmas y tranquilas formando aquel extraño tunel donde todo parecía flotar a pesar de que aún tenía un rato caminando mientras se preguntaba que tan lejos estaría la pirámide para que pudieran tener la aprobación de Videncia; hasta ese momento todo había sido tranquilo después del ataque de aquella extraña criatura que se había comportado por completo diferente a lo que sabía que eran en realidad ese tipo de yokais.

Había fruncido el ceño y se había pasado los dedos por la barbilla, agachando un poco el rostro de forma pensativa.

Los Rokurokubi no solían atacar a las personas, si acaso las asustaban porque muchos no estaban acostumbrados a ver las cabezas de los demás flotando por ahí, además de que generalmente ese tipo de seres eran sencillamente, magos con un desprendimiento de alma incompleto; y si acaso se ponían a lamer las lamparas de aceite o al menos, eso es lo que había leído alguna vez pero nunca que se hubieran lanzado a atacar de aquella forma a otros o que utilizaran sus cuellos para destrozar los huesos de quienes los rodeaban.

Era demasiado extraño.

Pero entonces, le pareció escuchar las voces de su sobrina nuevamente y entonces, detuvo sus pasos y comenzó a voltear a los alrededores intentando ver mas allá de las pequeñas estrellas a su alrededor.

-Xell?... -susurró, sabiendo que su sobrina debía de estar cerca en alguna parte, comenzaba a sospechar que en un plano paralelo y a su lado, pero como si existiese una cortina entre ambas -nena?... puedes oírme?

La escena cambió. De estar de pie en aquel tunel de pequeñas y amigables luces ahora se encontraba de pie en el salón de la mansión Vladimir, observando una fuerte pelea familiar que reconocía bastante bien; se podía ver a sí misma, rabiosa, apuntando con su varita al pecho de su hermana Sagitas mientras que esta hacía lo mismo y le apuntaba, las dos soltando fuertes chispas de magia y a punto de comenzar un ataque donde todo terminaría destrozado. Y su sobrina tratando de quedarse de pie en medio de ellas para detenerlas, porque estaban asustando al niño.

A su hijo mayor.

-"Yo podría cuidar de él y él estaría a salvo..."

-Quizás... espera, qué?

Había despertado y entonces, se talló los párpados con cansancio. Una Visión nueva, pero esta vez de un evento en su pasado, uno que había sido muy pesado e importante antes de que un día, Xell finalmente llegase a su casa y le entregase a su hijo mayor que aún estaba requiriendo de tiempo para recordar su primer infancia y que su verdadera familia se encontraba en aquel hogar...

Las estrellas habían desaparecido y nuevamente la oscuridad era dominante en aquella nada flotante, vacía, ya sin siquiera las siluetas gris oscuro de los árboles o de nada que pudiera identificarse; entornó los ojos rojizos tratando de localizar a quien poseía aquella voz cuando esta se volvió a presentar a cierta distancia y detrás de ella, con suavidad y cuidado como si estuviese intentando convencerla de algo.

Se giró despacio y pudo ver el cuerpo de una mujer que la observaba con atención, casi tendiéndole una mano.

-Yo puedo cuidar de él... no tengo mucho pero podría alimentarlo...

Dijo con una voz titubeante que en nada cubría su mirada fúrica y violenta, cosa que descolocó nuevamente a la vampiro que parecía no comprender.

Nuevamente, un espectro que correspondía a la escuela japonesa donde estaban llevando a cabo sus estudios. Pero nuevamente, la energía oscura y malévola que rodeaba a la mujer era completamente antinatural a su naturaleza protectora e inofensiva; las Ubumes no solían ser espíritus violentos y mucho menos, vengativos, ya que se anclaban a sus sentimientos de madre para cuidar de sus hijos sobrevivientes o para conseguir quien cuidase de sus huerfanos y en todo caso, pedían por alimento para sus retoños fallecidos. Pero nunca atacaban a quienes se encontraban con estas.

Al parecer, hasta aquel momento

"Esta oscuridad... debe de tener alguna especie de energía maligna para estar cambiando a espíritus normalmente tranquilos en criaturas violentas" pensó la Snape recordando a la primer mujer y que por lo general debería de tratarse de alguien vivo y no muerto; fué acercando despacio la mano a la varita cuando la mirada de aquella mujer pareció brillar con odio y maldad y entonces, se lanzó hacia la pelirroja con los brazos extendidos.

-TU HIJO O TU VIDA, EL NIÑO DEBE SER MIO!! -chilló aquella veloz criatura al tiempo que se lanzaba a agredir a la vampiro y esta apenas lograba colocar un brazo para protegerse aunque fué arrastrada de espaldas, al parecer con la ira que daba poder a aquella especie de demonio... qué tenía que hacer!?... juraba que aquel espíritu no era maligno en absoluto y que estaba siendo forzado por las sombras a actuar de aquella manera en su contra y mas aún, le parecía escuchar los gritos de su sobrina a lo lejos, ya no como una memoria de lo que había ocurrido en el pasado y que ahora semezclaba con la oscuridad que ella misma había obtenido en un viaje que había hecho hacia el futuro, donde todo era terrible sino como una advertencia sobre aquella criatura

"Demonios... Xell, tu que harías???" pensó mientras trataba de encontrar una solución a aquel dilema y al mismo tiempo, rogaba que donde quiera que estuviese Xell, esta pudiese hacer frente a aquella bestia

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::.

B9rYupA.png



http://i.imgur.com/7WhajUW.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Estaba indecisa. Matar o morir. Matar... o morir... Nunca debiera tener que tomar esa decisión... Aquella fantasma... ¿Era realmente una fantasma? Cuando no estaba furiosa, parecía una mujer amable, casi se parecía a mí. Pero le acababa de decir que le daría a mi hijo.

 

La luz de las velas parecieron, de golpe, sin miramientos, brillar con fuerza y soltarse de ellas para juntirse en un torbellino luminoso. Sintió el dolor futuro como si fuera en aquel instante y supo que tenía una Visión de sí misma. Se agarraba la tripa regordeta sufriendo los dolores de las contracciones. Subía por un terreno escarpado y de difícil acceso, una cueva escondida en una gruta muy lejana. Huía.

 

- No, aún no salgas, no... No, por favor, aún no salgas...

 

Conseguí entrar y en cuanto dejé de ver la luz del sol, me tumbé en el suelo, con las piernas dobladas, apretando los puños en el suelo. El bebé nacía. Me había escondido por miedo a tener que dar mi hijo a un fantasma de un tiempo lejano, un recuerdo casi. Pero nunca había olvidado que le debía un hijo a aquella fantasma, que se lo cobraría, que me quedaría sin él. Con lo que me costó quedarme embarazada, no podía dárselo. ¡Nunca!

 

Las contracciones se hacían más violentas y el bebé no salía. No sé cuanto llevaba allá dentro pero las horas se sucedían unas detrás de otras y perdía fuerzas. Sentía frío cuando noté un último esfuerzo. Fue corto e inútil, el bebé no salió y ya no sentí más contracciones, un chorro de sangre fresca mojó el suelo de aquella gruta y la tierra lo absorbió, sedienta. Suspiré cada vez más lentamente y comprendí que moriría allá, en aquella gruta, sin ayuda de la familia, de los amigos, de un equipo de sanadores, de un hospital que me cuidara... Moría allá dentro, sola, y conmigo, el bebé que tanto quería y al que había querido cuidar de aquella loca...

 

Gemí y la luz de las velas volvía a estar como antes. Yo estaba sentada en el suelo, amenazando a la fantasma; aún tenía parte de esa bondad en la cara de ser una muchacha ilusionada. Sus ojos...

 

¡La visión!

 

Temblé al entender lo que había visto. ¿Cómo era posible que...? ¿Qué yo...?

 

- No... No puedo darte un hijo porque... porque no lo tengo y no puedo hacer una promesa de futuro porque... Porque hay que romper esto. Porque yo... Yo soy tú.

 

La mujer me miró, triste, y me reconocí, la ropa blanca llena de sangre, el pelo alborotado, la cara lívida... Pero yo.

 

- Huía de mí misma y me alejé de todos. Morí desangrada y perdí el bebé. ¡Dame mi bebé! - La mujer sollozaba. Yo sollozaba.

 

- Te daré a tu bebé. Tendrás tu bebé. Cuando llegue el momento, estaré acompañada y me ayudarán. El bebé nacerá sano. Tendremos a nuestro bebé en brazos. No lo perderemos. Te lo prometo.

 

La mujer (Yo) me miró a la cara y sonrió, como si me creyera...Después... La luz de las velas me mostró que se había ido. Cuando llegara el momento, ella (yo) esperaríamos con ansia la llegada de aquel bebé.

 

- ¡Tía Haya! Voy a tener un hijo - le dije a mi tía, aunque sabía que no podía oírme. De repente, estaba muy ilusionada con mi futuro. No sabía que iba a ser de mí pero sí sabía una cosa importante gracias a la Videncia: Iba a ser madre. Y no me convertiría en un fantasma.

  • Me gusta 1
  • Love 1

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

-Ten...

La bruja en aquellos momentos estaba sentada y con una mano tendida hacia aquella criatura que había comenzado a agredirla de forma directa, exigiéndole a uno de sus hijos con fiereza; pero a pesar de que había estado a punto de sacar la varita para atacarla, algo dentro suyo le impidió llevar a cabo aquel acto violento y le frenó la mano de cometer un nuevo error, uno que solamente empeoraría la situación de aquel ser que tenía delante y parecía desesperado.

Dolido, decepcionado de la vida y de todos los que le rodeaban, angustiado...

Por unos instantes, al tener contacto con aquel ser había podido tener un atisbo de la vida de aquella mujer, de la felicidad de una familia que no había podido ser debido a que la muerte se la había llevado demasiado rápido, dejando abandonado a un pequeño que la necesitaba más que nunca en medio de un mundo que no quería a aquel huérfano. Las escenas eran demasiado vívidas, el momento en que aquella mujer apenas pudiese tocar la mano del niño mientras sabía en el fondo de su corazón que nadie tendería una sola mano por aquel pequeño y le abandonarían a su suerte, si es que no le mataban por librarse del "problema".

Y lo único que ella deseaba era volver a abrazar a su hijo y ayudarlo, sintiendo con dolor el hambre que seguramente el pequeño sentiría y el miedo que lo atormentaría.

Haciendo un gran esfuerzo, había empujado a aquel espectro hacia el frente y antes de que este tuviese tiempo de reaccionar, la mujer de cabellos rojos se había sacado algo de un bolsillo; lo más rápido que había podido había extendido la mano mostrando su contenido, lo que hizo que aquel espectro se frenase y mirase con desconcierto, el pequeño bollo blanco que tenía delante mientras que la Snape agachaba un poco la cabeza en muestra de no agresión.

-Es... para que alimentes a tu hijo...

Dijo la vampiro con un tono suave y cuidadoso de voz, percibiendo como las energías oscuras que envolvían al espectro se removían, nerviosas

-No puedo darte los mios... yo... luche tanto por tenerlos conmigo, luché tanto por recuperar a mi hijo mayor y lo único que deseaba, era que estuvieran a salvo y ver que nunca les faltase nada... el mundo es terrible, cierto? -dijo con un tono de voz leve mientras intentaba contener su respiración, aun ante la mirada de aquella Ubume -no puedo... darte lo que es mio pero puedo darte algo para que alimentes a tu hijo. Él debe de ser muy afortunado de tener una maadre como tu, que se preocupa tanto por él...

Muy discretamente movió los ojos para ver el rostro de aquel espectro, del cuál caían varian lágrimas de dolor mientras veía a quien tenía delante

Lentamente, aquel espectro extendió sus pálidas manos para tomar aquel pequeño dumpling que mostraba la Snape y luego, lo acercó hacia su pecho; la vampiro continuó agachada para no alterar en ninguna manera a la criatura que ahora sollozaba mientras apretaba el pequeño alimento y temblaba de dolor

-Estará bien... cierto?

Preguntó el espectro y la Snape asintió muy lentamente sin enderezarse, respirando despacio y esperando.

Al final, aquella criatura se puso de pie y volvió a apretar el bollo para luego, cerrar los ojos.

-Gracias...

Susurró aquella criatura comenzando a sollozar nuevamente mientras que lentamente, se iba transformando en un polvillo blanco que parecía comenzar a ser barrido por el viento; era como con el primer espectro, lentamente, se iba desvaneciendo hasta que no quedó nada más y la Snape pudo volver a levantar la mirada, con el corazón latiendo fuertemente mientras que esperaba a algo más. La oscuridad apretaba todos sus alrededores y comenzaba a sospechar que era esta la culpable de que los fantasmas que generalmente eran pasivos se estuviesen volviendo violentos a ese grado.

Sin embargo...

Unos momentos después, el túnel de pequeñas y amistosas estrellas volvió a iluminarse, flotando en aquel silencio y calma como si hubiera estado aguardando a que la bruja terminase su trabajo para seguir adelante; Hayame suavizó la mirada y se puso de pie lentamente para comenzar a andar nuevamente aquel camino, preguntándose nuevamente si faltaría mucho para encontrar la meta final... o si aún había peligros que tuviera que sortear para conseguir su objetivo.

Sonrió

Sentía la calidez del alma pura de Xell que la acompañaba y le daba energías para seguir mientras volvía a tomar camino en el interior de aquel camino de estrellas.

-Pronto mi niña preciosa... pronto nos encontraremos otra vez...

Susurró sonriendo mientras en su corazón pensaba con fuerza en su sobrina y se daba ánimos pensando en esta, para llegar hasta el final; si podía abrazarla nuevamente y saber que estaba a salvo, entonces, se sentiría satisfecha eternamente.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

B9rYupA.png



http://i.imgur.com/7WhajUW.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.