Orden del Fénix • Familia Potter •

[Goderic Slithering]

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— ¡Silencius! — dice apuntando ahora a su contrincante Melrose que había sacado una daga y se cortaba el pecho. Sabía que había tratado de utilizar hechizos relacionados con la sangre, pero su silencius habia imposibilitado el dañar. Por su parte, observó como Luna, una de sus oponentes iniciales, caía inconsciente y debía salir de la batalla debido a no realizarse una curación apropiada al cinaede. El anapneo era esencial para sobrevivir en casos como aquellos, un episkey no era suficiente.

Maldición piensa sin apuntar a Ellie quien era el objetivo de su maldición quien no podría atacar ni defenderse ya que cualquier hechizo que pronunciara o pensara saldría una versión ridícula de él. Le gustaría burlarse del resultado que saldría pero dudaba tener tiempo para ello. Sí, ya no estoy para esto. Detiene sus pensamientos de viejo al ver nuevamente más y más detritus en el campo de batalla. Suspira y omite comentarios. No había mucho que hacer así...

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[Valky]

Kaori M.

 

Episkey pensó la pelinegra cuando un flash de luz impactó en ella dejándola ciega momentáneamente, apenas estaba recuperando la visión cuando un nuevo flash la segó, curación, pensó entonces para una vez más sanar su vista, aunque los ojos le quedaron ardiendo y lagrimeando un poco ya podía ver a quien atacar o en su defecto defenderse de posibles ataques.

 

—Limitate—Dijo con su mirada puesta en Melrose, el efecto de su hechizo tenía como objetivo que la bruja no pudiera usar rayos o invocaciones por un tiempo.

 

La verdad es que tanto tiempo sin practicar se sentía un poco lenta, quizá aun no estaba del todo lista para volver, quizá debería haber prolongado por un tiempo más la ausencia. Suspiró mientras venía como sus compañeros seguían enfrentandose, entonces su mirada se poso en Luna, al parecer el cineade que le había enviado le causo más daño del que ella había deseado.

[Ellie Moody]

Ellie omite una carcajada, al notar que lanzó el mismo encantamiento que Melrose. Quizás no haya sido algo bueno, pero le parece divertido. Como sea, ahora debe concentrarse. Un ataque se dirige hacia ella, unos filamentos de fuego, pero por fortuna su prima la protegió con un Detritus, así que todo está bien. Aunque Kaori sí que estaba siendo ruda.

 

—Incendius —exclama apuntando su varita hacia Kaori, pero de su varita salen unas llamaradas tristes, incapaces de dañar a nadie— ¡Maldición! Ah, ya entendí —añade con una risa, al adverir qué pasó ahí.

 

Sacude la cabeza y vuelve a levantar su varita.

 

—¡Corpus patronus! —exclama, conjurando a una de las últimas criaturas mágicas que estudió. Un majestuoso Fénix, cuyas lágrimas son capaces de sanar. De inmediato Ellie le ordena que cure a Melrose con una lágrima, que la curaría lo equivalente a un episkey.

 

Al volver a ver a su grupo, se da cuenta de que Luna quedó fuera de combate. ¿En qué momento habrá sucedido eso? Ellie se muerde los labios con nerviosismo, pero sacude la cabeza. Sólo es un entrenamiento. Así que le hace un gesto a Luna para que vaya a tomar asiento y se quede viendo el resto del entrenamiento.

[Melrose Moody]

PV: 70

PP: 8

 

Ver a Lunita no la animó para nada. Sabía que se trataba de una práctica, algo sencillo, que solo servía para que todos entrenaran pero verla con el rostro inmóvil la hacía sentirse vulnerable y enojada. Quería (o más bien deseaba) haber podido protegerla. Eso hacía que se impacientara. Es consciente además, de que su varita ha sido limitada en su poder y que podría atacar una última vez antes de parar... pero prefiere priorizar otras cosas. Como por ejemplo...

 

—Silencius

 

Sus palabras están dirigidas a Martin. De esa forma, consigue que el hechizo que estaba realizando (floreus) se truncara, ya que el mago no pudo seguir pronunciándolo, como había hecho ya con un par de sus hechizos antes. Estaba resultando divertido, de alguna forma, estar peleando codo con codo con Ellie y los demás.

 

—Inmmolo Opuggnare

 

No pierde nada con intentar una vez más. La daga realiza su corte, una vez más en el pecho y la idea es que el objetivo es una vez más Goderic, esta vez un corte profundo en la pierna, de la que mana la sangre y que tendría que curarse. Un fénix la había curado de las heridas en el pecho, antes, aunque no había sido necesario pues había notado que Goderic se las había arreglado para detener sus efectos. No pasaría eso esta vez.

 

Mientras tanto, gracias al detritus que Jank le había colocado, el vitae que hasta ese momento se había estado debatiendo intentando alcanzarla, volvió a ser el escritorio de antes, que Mel pateó con fuerza, volcándolo y enviándolo a un metro lejos de ella.

[Jank Dayne]

- Cinaede - repitió, esta vez apuntando con su varita a Martin. De su cara no se acordaba, pero sin duda esa noche se ganaría un lugar especial en su memoria. Desde los alrededores de su oponente surgió un gas tóxico letal, el cual no tardó en ingresar a su cuerpo. Los efectos serían catastróficos de no atenderlos a tiempo, como en el caso de Luna, quien yacía tendida en el suelo a pocos metros de él. No podía dejar de pensar en las palabras del Inferi, apenas unos minutos atrás. ¿Acaso era algo que no podía ver?

 

En su mano, entonces, se materializó la daga del sacrificio y con su filo se auto infringió una cortada que recorrió desde la rodilla hasta el muslo. Immolo oppugnare, se le oyó apenas susurrar al mago. Una replica exacta de la herida se materializó en la pierna de Martin, cuya sangre pudo detectar incluso a tal distancia.

 

Por último, frotó el amuleto que colgaba de su cuello y con esto activó la Curación que cerró el corte de la daga.

[Melrose Moody]

PV: 100

PP: 7

 

 

—Episkey

 

Sabe que Ellie no tendría problemas en curarla una vez más con el fénix pero no quiere depender demasiado de ella, así que en aquella oportunidad se apresura a apuntar su varita hacia su pierna y pensar en el hechizo que hace que la herida cierre y el dolor remita. Con eso, consigue además también sentirse mucho más revitalecida. Además, estaba más que decidida a atacar más en serio en aquella oportunidad.

 

—Vara de cristal...sectusempra

 

El hechizo no necesitó recorrer el espacio hacia Kaori, si no que la herida se abrió sin demora en su pecho. Ella tendría que reaccionar rápido, para curarse si no quería que resultara letal. Era un hechizo clásico en ese tipo de enfrentamientos.

 

Mel mientras tanto, no quería tampoco tener que volver a lidiar con el vitae de ese escritorio, por lo que tumbó el candelabro que se encontraba a su lado de una patada. El fuego, prendió en el escritorio, que empezó a consumirse.

[Juliens]

Hobbamock observa la batalla apartado y sin intervenir. Sin embargo lo hace cuando es necesario. Llegado el momento el mismo invoca dos corpus patronus que se dirigen en dirección de los dos equipos que aquel día se encuentran practicando. Son dos aves fénix que con su llanto cura las heridas de quienes lo necesiten. Observa aquel espectáculo le recuerda que hace poco tiempo habría sido incapaz de hacerlo sin sufrir una muerte bastante dolorosa. El brillo de sus aves fénix se refleja en el brazo de acero sagrado que debe agradecer a la magia de los paladines.

 

—Hoy hemos usando nuestra magia en algo bastante cercano a lo real. Durante este tiempo nos hemos infiltrado en filas enemigas. Sin embargo no hemos tenido una batalla así. Pero la tendremos pronto y debemos estar preparados.

 

Levanta la varita mágica y la agita intentando cubrir la mayor área posible. Le indica a la sala de los menesteres que puede descansar, que puede mostrar su apariencia real. A diferencia de una reparación real en dónde los escombros se acercan hasta formar el objeto original, las piezas se mueven hacia todas las direcciones hasta que se unifican con la habitación propiamente dicha.

 

 

OFF:

 

Chicxs el simulacro ha sido bonis. Vamos a publicar el análisis del simulacro en el Equipo de Duelos cuando esto esté listo. Esperemos que volvamos a tener simus con más frecuencia o/

[Sophie Elizabeth Granger]

Por un momento se quedo en el limbo, con los pensamientos perdidos en el espacio, podria decirse que pensando pero no pensando, no era facil describir lo que su caoticamente hacia en esos momentos en los que la vampiro ponia su cuerpo en reposo. Por un momento creyo escuchar voces de algunos de sus compañeros pero no tuvo la energia para levantarse a ver. No podian ser enemigos, eso lo sabia, la casa estaba protegida, asi prefirio ignorar a todos.

 

Tras varios minutos, volvió a escuchar pasos y un bebe que lloraba, y abrió levemente un ojo para ver quien era. Aquella escena no podía ser mas extraña, Mackenzie traía un pequeño en brazos al que acunaba con cariño y ambas iban rumbo a la cocina. Probablemente buscaba algo de comer para la criatura. La siguió con sigilo y se paro en el marco de la puerta con los brazos cruzados a la altura del pecho, la espalda recargada en la madera y un pie recargado en esta también.

 

- primero robabas nuestros impuestos y ahora robas bebes, ¿sabes que es ilegal no? - le dijo mientras sonreía con un gesto un tanto burlón que de pronto cambio a uno mas serio y un poco triste - ¿es uno de los niños del Hospital?

 

 

 

@@Mackenzie Malfoy

[Mackenzie Malfoy]

¡Qué raro! Hubiera jurado que la mansión estaba abarrotada unos minutos antes, pero cuando bajó a la cocina todo estaba desierto, como si la gente se hubiera esfumado de golpe. De hecho, había periódicos medio abiertos en la sala, tazas de café en la cocina a medio tomar y hasta permanecía el olor a comida. ¿Dónde se habrían metido?

 

No tardó en olvidarse del tema, acuciada por el llanto insistente de Haydée, que ni el suave vaivén de los brazos de Mackenzie lograba calmar. Estaba abriendo un estante para tomar un cazo en el que calentar la leche, cuando una voz que no había previsto sonó a sus espaldas.

 

Se volvió de golpe para ver a Granger apoyada en el marco de la puerta. Sus palabras no es que fueran amables, pero la Malfoy ya estaba acostumbrada a las miradas de soslayo de la bruja. Sus suspicacias hacia ella habían sido evidentes y para nada disimuladas desde el primer día que Mackenzie entró en la Orden del Fénix. Había aprendido a tomárselo con filosofía.

 

—Piensa que esos impuestos sirvieron para financiar muebles caros en la Malfoy y le verás todo el sentido —le respondió con el mismo tono burlón que había utilizado ella, sonriendo ante la broma. —No es robada, pobrecita —miró a Haydée que misteriosamente había parado de llorar en cuanto sonó la voz de Granger. —Sí, es una de las niñas del hospital. Los padres de ésta murieron y no tenía más familia, así que estoy intentando adoptarla.

 

La verdad que había más de aquellos niños en una situación similar. Aunque los ataques a los hospitales por parte del Inquisidor fueron muy localizados y las fuerzas de asalto sólo se enfocaron en tomar a los bebés, sin que llegara a haber allí las bajas que en los otros lugares atacados, lo cierto era que primero la guerra entre ingleses, italianos y búlgaros y luego el caos con los supremacistas fuera de control, las persecuciones a magos y los ataques del inquisidor, habían dejado el mundo mágico y muggle con más huérfanos de los deseables.

 

—Parece que le gustas a Haydée o tu voz la calma, al menos. Llevaba una hora llorando sin parar hasta que has llegado tu. ¿Quieres cargarla mientras le preparo el biberón?

 

 

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[Sophie Elizabeth Granger]

Levanto una ceja mientras daba un paso atrás con las manos levantadas en señal de repudio a la idea. Ella ya no estaba para cargar niños, estaba para cualquier cosa menos eso. Aunque no podía negar que la bestezuela la miraba con curiosidad de bebe que ve algo lindo. Claro no podía acusarla de mal gusto, la vampira siempre había sido hermosa, aun cuando no era mas que una mortal.

 

- Eso es por el glamour, esta hecho para ser agradable a cualquier presa potencial - dijo mientras se metia a la cocina y le quitaba las cosas a Mackenzie para ella misma preparar el biberón, puso el cazo sobre la lumbre y saco del refrigerador un poco de leche y de la alacena algunos biberones mientras intentaba recordar cuanto bebían los bebes de la edad aparente de la bebe - sabes que, mejor la cargo yo, dicen que la sangre de bebes es lo mejor para el cutis.

 

Dicho esto, tomo a la bebe y se fue a la sala. No espero siquiera a ver la reacción de la Malfoy, pero seguro había sido un regalo a las pupilas. No se la iba a comer desde luego, solo queria molestar a Mackenzie. Se sento en la sala y un elfo le acerco un juguete para la criatura

 

- a ver pequeña bestia, no te han dicho que no es bueno andar con vampiros, somos malos y nos comemos a los niños - le dijo a la bebe haciendo caras mientras movía una rana de peluche frente a ella para que se riera. Aquel pequeño enano no entendía ni media palabra de lo que la Granger le estaba diciendo y se reía con el pequeño peluche verde, - bendita inocencia, si alguien me oye dirán que intento traumarte

 

 

@@Mackenzie Malfoy