Cuidado de Criaturas Mágicas - Idiomas

[Eobard Thawne]

No podia expresar del todo la emoción que le producía impartir clases. Ya tenía experiencia en el tema, pero Hogwarts era muy distinta a Castelobruxo. No enseñaría a jóvenes titubeantes de participar en el mundo mágico, o eso creía. Por lo que, en cuanto le notificaron, puso manos a la obra.

¿Dos, al mismo tiempo? Esto sí que es nuevo. resopló, dejando la carta sobre el escritorio. Nash Wells, del otro lado de la oficina, jugueteaba con una roca que había traído de Hawaii. Eh, Nash. ¿Qué te parece si vas en mi representación? Te pagaré, algún día.

Se levantó tranquilamente del sillón. El colega magigeólogo, que era físicamente muy parecido a él, lo mandó a freír espárragos, pero aquello no fue impedimento para que el Black Lestrange enviara un aviso a sus dos alumnos, en forma de traslador. Una réplica de un cuerno de erumpent para su sobrino, y una tablilla de barro para su otra alumna.

El punto de reunión, naturalmente, era un aula en desuso del colegio oriental. En cuanto estuvieron los dos presentes, tomó la palabra, recargándose en el borde izquierdo del escritorio, mientras Nash silbaba por lo bajo, rasgando la pizarra con sus guantes, en un afán de controlar su hiperactividad. Eobard aclaró la garganta, llevándose la diestra a su pierna derecha, de donde pendía la varita de nogal negro de un sujetador. Tal como la había usado en sus días de empleado en Regulación y Control de Criaturas Mágicas.

Bueno, parece que vamos a estar compartiendo un mismo espacio para dos clases. Cuidado de Criaturas Mágicas e Idiomas.

Cruzó los brazos tras la espalda, y comenzó a ir de un lado a otro a lo largo del aula, cual profesor que intenta razonar un gran problema. Se detuvo cerca de completar la segunda vuelta, consciente de que no podían quedarse ahí todo el día. Wells chasqueó la lengua, haciéndole volver a la realidad.

Como quizá recordarás de nuestra pequeña expedición al Sahara, Aries, el entendimiento con las criaturas mágicas a veces nos puede ser útil. se dirigió a su sobrino, inclinando ligeramente la cabeza a modo de saludo. Le agradaba que fuera su primer alumno. ¿Cuál considerarías que sería la criatura mágica más peligrosa?

Acto seguido, giró su mirada hacia Hayame, a quien era la primera vez que veía, y sabía su nombre por el registro de alumnos.

En cuanto a usted, señorita Snape, ¿qué me pod...

Fue interrumpido por el mismísimo Nash, quien al parecer había aceptado suplirlo sin avisarle. El aventurero dio un par de pasos, hasta quedar a la par del Black Lestrange, y volvió a plantear la pregunta hecha por el profesor en turno, mientras se acomodaba el sombrero de explorador sobre la cabeza.

¿Cómo definiría un idioma? O, mejor aún, ¿qué entendería cómo un medio de comunicación y cómo lo relacionaría con la evolución del ser humano?

No iba a ser la típica clase teórica, pero a ambos profesores les convenía saber los antecedentes de sus alumnos respecto a los conocimientos, para poder trazar una clase más dinámica.

 

@ @@Hayame Snape Potter Black

[Hayame Snape Potter Black]

En cuanto recibió aquella notificación dió un primer suspiro de tranquilidad, por el lugar donde había sido citada.

Había comenzado a acostumbrarse al hecho de que los profesores decidieran que lo más divertido para las clases era, llevarlas en lugares estrambóticos o durante viajes donde terminaba cuestionandose la mayor parte del tiempo si se trataba de la clase correcta; aunque tenía que admitir que su última clase con el profesor de Leyes había sido tal cuál le gustaba, con preguntas y estudios específicos a su asignatura.

Y por lo tanto, en cuanto llegó al aula, un segundo suspiro de tranquilidad y confianza salió de su pecho, al poder comprobar que en efecto la clase de Idiomas (aunque compartida con otra asignatura) se llevaría en un salón de clases.

Justo como se imaginaba que tenía que ser una de esas materias.

Con mucho más entusiasmo por aquello, movió la cabeza a modo de saludo a los tres presentes cuando ingresó y luego, tomó asiento en uno de los lugares donde podría tomar mejores notas y prestar más atención; por unos segundos le causó curiosidad el chirrido del pizarrón, recordaba que ella misma hacía ese tipo de cosas cuando más joven pero con la intención de fastidiar a sus compañeros que se retorcían de escalofríos.

Sonrió muy levemente por el recuerdo para luego, parpadear y prestar atención a los dos profesores que hablaban, uno habiendo interrumpido al otro.

Al parecer realmente iba a ser bastante interesante y dinámica aquella clase.

Se pasó los dedos por la barbilla unos momentos, pensando en su respuesta antes de hablar.

-Básicamente la comuncación es la forma que tiene un ser vivo para expresar una idea hacia otro, de tal manera que se pueda comprender el mensaje. Si el receptor de tal mensaje o idea no es capaz de identificar o traducir esta, se considera como una comunicación fallida -explicó moviendo un poco su mano mientras pensaba -sin una comunicación o expresión de ideas, ya sean plasmadas gráficamente o por medio del sonido, que sea entendible, entonces... -hizo una pequeña mueca y movió la cabeza -no hay un enlace entre las personas o los seres en sí. Esta es importante no solamente para la vida en comunidad donde los miembros tienen que estar en constante alerta sobre lo que les rodea sino para hacer entender a los demás si existe un problema o un peligro del cuál deban de estar alertas

Frunció brevemente el ceño

-Una comunidad no existe sin comunicación. Si los unos no son capaces de expresarse con los demás, se pierde ese enlace que forma los grupos y esto lleva a los seres vivos a una existencia en solitario -unió brevemente la yema de los dedos, aún pensando -pero por supuesto, todo esto varía de acuerdo a las costumbres de cada región y el significado que den a imagenes y sonidos, cierto? -sonrió levemente -no es lo mismo el lenguaje escrito en inglés que el pictográfico utilizado por los países en oriente...

Se enderezó un poco en el asiento y miró con interes a sus profesores

[Eobard Thawne]

El Black Lestrange asintió con suavidad ante las respuestas dadas por Hayame, si bien, había querido formularlas él mismo, Nash Wells también tenía entendimiento de la materia, así que podía confiar en él. La Snape parecía tener una idea inicial bastante buena para el estudio de los Idiomas, por lo que no sentiría tanta culpa en dejar que su colega se hiciera cargo de su aprendizaje.

 

En general, la comunicación parece ser la base de todo, como bien mencionó, señorita Snape. habló al fin el castaño-rubio, llevando su mano a la varita, para usarla como gis a larga distancia en la pizarra. Podrá tener sus variantes, según la ubicación geográfica, pero es, en esencia, una sola cosa.

 

Sobre la superficie azabache que reposaba encima de la pared de roca, comenzaron a aparecer distintos tipos de comunicación que había vislumbrado en sus viajes; las runas escandinavas o futhark, que él consideraba otro medio de comunicación, los jeroglíficos egipcios, una ilustración de seres acuáticos gesticulando, e incluso algunos de los códices prehispánicos de Mesoamérica.

 

Podemos expresarnos de distintas formas, pero cada lengua, cada idioma, cada signo, representa lo mismo. Esa es la idea general de este conocimiento, no sólo hablar mil y un idiomas, sino entender de las distintas formas de entendimiento entre la comunidad. La dejaré en las hábiles manos del señor Wells.

 

Giró su mirada hacia su sobrino, quien parecía absorto, seguramente pensando en su esposa Kaori. Trazó una floritura con el pedazo de nogal negro, invocando un portal con Fulgura Nox, indicándole a Aries que partirían hacia Wellington, Nueva Zelanda, para estudiar más acerca de las criaturas. En cuanto a Nash Wells, retomó el hilo de la clase de Idiomas.

 

Respondiendo a su pregunta, hay dos opiniones, las dos, naturalmente, contrarias. Es diferente lo gráfico a lo escrito, a lo hablado, sí, pero todo se basa en darnos a entender. el magigeólogo buscaba su varita entre los bolsillos de su chaqueta. De momento, se resignó a escribir con un gis, cual muggle. Sabemos que los idiomas en la antigüedad eran...rudimentarios. Así como las criaturas se comunican a través de gruñidos o colores, otras razas además de la humana han aprendido.

 

Resaltó a los habitantes acuáticos que había dibujado Eobard con tanta facilidad, además de intentar dibujar un licántropo que aullaba a la luna. Seguido por una mundana cigarra; todos diferían de sus modos de hablar entre ellos, pero coincidían en el hecho de que se comunicaban a través de un medio.

 

Supongamos, entonces, que yo le envío a alguna isla caribeña y le pido que me traiga algún tesoro de la comunidad. Una planta o un metal precioso, por ejemplo. Usted no habla ni pizca del dialecto de la región, ¿cómo haría para intentar expresar a los habitantes lo que desea, sin que éstos lo tomen como una usurpación?

 

El hombre de mediana edad se acomodó el sombrero de explorador, echando sobre las orejas los mechones canosos que adornaban su descuidado cabello. Revolvió los cajones del escritorio del salón que les había dejado su compañero, hasta encontrar lo que buscaba. Colocó lo que parecían ser los restos de un coco sobre la superficie de madera, y sin inmutarse, le apuntó con la varita, recitando el conjuro sin emitir palabra alguna.

 

¡Pero no sólo lo vamos a dejar como una teoría! De nada sirve saber hablar, si no se habla...Ah, el habla, uno de los sentidos más bellos. Próxima parada, Aruba.

 

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja abrió los ojos con verdadera sorpresa ante lo que estaba pasando en esos momentos y varias gotitas de sudor corrieron por su nuca

-U..un viaje...?

Un tic de nerviosismo apareció sobre uno de sus ojos, al parecer y muy contrario a lo que pensaba, también aquella clase sería viajando pero...; emitió un ligero suspiro dándose cuenta de que al menos para aquella clase, eso tenía bastante lógica ya que para aprender idiomas ajenos al suyo realmente era má sencillo aprender en un lugar donde no tuviera otras maneras de comunicarse. Como bien se decía, hablar en otro lenguaje no era solamente cosa de magia sino que se adquiría de forma más natural cuando se vivía en un territorio ajeno al propio.

Y por supuesto que también había pensando en algo acerca de cómo comunicarse si llegaba a un sitio y no tenía la más remota idea de cómo hablar si tenía que pedir algo; aunque bien se decía que las matemáticas eran el idioma universal, también sabía de tribus que ni siquiera empleaban números en su forma de hablar nativa, así que eso quedaba descartado.

-Pues la verdad, es que yo dibujaría para ver si de esa forma me entienden...

Comentó esta vez con un tono de ligera duda en la voz, puesto que no sabía qué estaba planeando el maestro pero de todas maneras, no se iba a quedar sin averiguarlo y por lo tanto, extendió un dedo para tocar aquella cáscara de coco

A donde quiera que el profesor fuera a llevarla para aprender en rojo vivo... ahora se moría de curiosidad

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[Ky.]

Se había levantado aquel día unas cuatro veces durante la madrugada. ¿Por qué nadie le había dicho que tener un hijo significaba dejar de dormir? No lamentaba tener un hijo, es más era su felicidad más grande y era por eso que dejaba dormir a Kaori mientras cuidaba al pequeño Sammael. Pero aquel día, para levantarse a hacer sus cosas le resultaba un tanto complicado, por que tenía tanto sueño que había llegado tarde a clase con su tío Eobard.

 

No conforme con llegar varios minutos tarde, los primeros minutos de clase se encontraba cabeceando y bostezando, sin poder siquiera prestar atención. ¿Qué le había preguntado su tío? ¿Le había preguntado sobre Criaturas? ¿Peligrosas o peligro de extinción? Entre su somnolienza y antes de cruzar el portal a Nueva Zelanda le respondió la pregunta formulada.

 

—El ser humano.

 

No era una respuesta que podría justificar por el sueño, pero él pensaba que el ser humano era la criatura más peligrosa, ya que era la única capaz de comerciar y matar a otras especies por su propio egoísmo, en cambio consideraba que los Dragones eran los animales incomprendidos, pero su tío no había hecho pregunta alguna sobre lo que él pensaba y entonces entendió que el debía ser claro con los datos que se habían estudiado y no con lo que él creía.

 

—¿Puedo cambiar mi respuesta?

[Hayame Snape Potter Black]

Aruba

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Una isla no era lo que esperaba ver aunque el profesor había hablado acerca de una.

Sus pies se hundieron en la arena y tardó unos cuantos momentos en acostumbrarse en el cambio del brillo de la luz exterior, tan diferente a la de la escuela en aquellos momentos; se cubrió los ojos con un brazo y entornó la mirada en lo que sus pupilas se acostumbraban pero el calor ya estaba pasando por sobre su piel, lo que la hizo tensarse suavemente:

El sol no la hacía polvo pero de todas maneras tenía la piel blanca, lo que significaba que todo ardía fuertemente.

Estiró la capa negra que siempre llevaba consigo y se cubrió lo que podía del cuerpo antes de pasarse la capucha por encima de la cabeza; la sombra sobre los parpados le alivió un poco el escozor del brillo del sol y finalmente, comenzó a voltear a los alrededores, buscando no solamente al profesor sino algún signo de vida en el sitio.

El bochorno era intenso por el agua de mar que se mecía con la brisa cálida de la playa y dió unos pasos más, tratando de encontrar una palmeta o árbol debajo del cuál refugiarse.

-Supongo que la intención en este momento será... buscar la forma de pedirle a los nativos algún instrumento de su tribu sin hablar su lenguaje? -le preguntó al profesor aunque todavía no distinguía muy bien si lo tenía cerca o si estaba parado quizás un poco más lejos de lo que la luz reflejada sobre la arena le permitía detectar

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Editado 11 de Marzo del 2020 por Hayame Snape Potter Black

[Eobard Thawne]

[justify]

No, no, de hecho, creo que sería la respuesta más acertada. concedió Eobard, con una risa de ironía, siendo que él pertenecía a esa raza. El ser humano es el depredador más mortífero, tanto en el ámbito mágico como en el mundano.

 

Apenas cruzó el portal, éste se cerró detrás de él. Era un bello día en la ciudad de Wellington; las aguas estaban en calma, el sol brillaba sin llegar a fastidiar, y la ausencia de transeúntes en el puerto, eran la combinación perfecta para la clase que tenía en mente. No quería ir de lleno con criaturas como las esfinges o los dragones, que estaba seguro que su sobrino conocía.

 

El detalle con las criaturas mágicas, es que muy pocas veces la comunidad mágica se detiene a mirar qué les pasa. Simplemente intentan erradicarlas. Intentaré enseñarte cómo puedes tratarlas, sin llegar a violentar su existencia.

 

O eso creía el Black Lestrange, pues era su primera vez dando esa clase. Se apoyó en el barandal que daba a la marina, donde un sinnúmero de embarcaciones reposaba, a la espera de que sus adinerados dueños se hicieran a la mar en otro viaje de placer. Señaló la superficie del agua, a la par que lanzaba un guijarro que previamente había recogido.

 

Lo primero, es reconocer el hábitat. Si uno se dedica a la crianza, es vital brindarle al animal, lo más cercano a lo que posee en la naturaleza. Desde luego, no puedes tener una salamandra de fuego en el estanque de un grindylow.

 

Al mencionar a este peculiar entre, un espécimen del mismo, emergió del agua, saludando con sus tentáculos a los presentes. Sonreía como pillo, pues era bien conocido como un auténtico demonio bajo el agua. El Black Lestrange dio la espalda de forma breve al cuerpo de agua, para indicarle a su sobrino, otro ejemplo de lo que hablaba.

 

Tres Jobberknoll se agrupaban sobre una luminaria, como si fuese su nido. De haber transitado algún no mágico por la zona, probablemente habría quedado maravillado ante tales aves. El castaño levantó el brazo izquierdo, a manera de indicarle al que le hacía compañía, que se aproximara. Éste voló hacia los dos, posándose más tarde sobre la extremidad del castaño.

 

Pero no todo es crianza. Hay otras áreas en las que puede aplicarse el saber de criaturas. Eobard acarició el pico del Jobberknoll con el dorso de la diestra. Un claro ejemplo, es este amigo. Su plumaje es bastante útil en las pociones, porque tiene propiedades desmemorizantes.

 

Como seguramente se estaba volviendo un poco teórico, decidió darle la oportunidad a Aries, quien seguramente estaría divagando acerca de su esposa y su futuro hijo, de elegir a qué tipo de criaturas quería enfocarse.

 

Así que, ¿qué otro ente te interesaría conocer? Imagino que habrás visto varios, pero debe haber uno en especial, que te interese.

 

@

 

~ ~ ~

Profirió un quejido en cuanto sus botas se impactaron contra la arena. Normalmente estaba acostumbrado a andar en ambientes más inhóspitos, pero la humedad de la playa, lo había tomado desprevenido por un momento. Su habilidad para conjurar esos medios de transporte era ciertamente elemental; era su primera vez elaborando un traslador.

 

Bueno, creo que no puede ponerse peor. dijo Nash Wells, propinando un puntapié a la cáscara de coco. Volvió a llevarse las manos al sombrero, para verificar que aún lo llevaba. Parece que hemos venido en buen momento. Pero en el Caribe, siempre hace tan buen clima.

 

Hayame parecía un tanto preocupada por la abrasadora temperatura que se cernía sobre las dos personas, que se había cubierto. No podía culparla, bajo esas condiciones, cualquiera podría preocuparse un poco por su salud. Se inclinó sobre una roca que había cerca, cuya cara que daba al mar se había tornado blanca, como espuma, resultado del oleaje. La cara contraria, por otra parte, estaba cubierta de musgo.

 

Claro, es la idea principal por la que hemos venido. Pero, no visitamos una tribu como otras en la Tierra, sino, literalmente, está debajo de nosotros. Las sirenas.

 

Agitó una mano, con la esperanza de que la Snape lo notará, debido a que la luz podía jugar malas pasadas, incluso en la playa. En cuanto se percató de su presencia, le indicó que se acercaran a la orilla, poniendo en alto su varita, mientras una pequeña burbuja que excedía el tamaño de su cabeza, comenzaba a emanar de la punta de éste.

 

Espero que el encantamiento casco-burbuja no le dé problemas. comenzó a adentrarse en las tranquilas aguas caribeñas. Seguramente nos van a estar esperando, así que sugiero que no hagamos movimientos bruscos.

 

Y, en efecto, en cuanto se sumergieron un par de metros, fueron rodeados por una cuadrilla de guardias, los cuales apuntaron sus tridentes hacia los cuellos de alumna y profesor. Nash rió por lo bajo, ocasionando que unas burbujas brotaran desde su respirador mágico. Se giró para mirar a Hayame, quien seguro tendría una reacción distinta de la suya.

 

Hay especies que no comprenderán nuestra lengua, porque la suya está basada en otra perspectiva. Lo que para nosotros son silbidos o gruñidos, para ellos puede ser una declaración de guerra. De momento, hay que dejar que nos lleven ante su líder.

 

Eran criaturas subacuáticas, con la mitad del cuerpo en apariencia humana, y el resto como pez. Parecían sacados de un libro, y ciertamente podría resultar raro encontrar sirenas y percebes en aquella parte del globo, pero el océano era vasto, así como sus moradores.

 

@@Hayame Snape Potter Black

[Ky.]

Al otro lado del portal todo era verde, la vegetación era lo que más abundaba en aquel lugar, por un momento al cruzar y ver el lugar en el que se encontraban pensó que en aquel sitio estudiarían a sus criaturas favoritas, que no eran otra que los dragones con escamas iridiscentes y nacaradas y ojos sin pupila, multicolores y centelleantes, mejor conocidos como Opelaye de Antipodas. Pero la decepción llego cuando comenzaron a caminar a lo que era un puerto donde se podían ver pequeñas embarcaciones lujosas que esperaban a que sus dueños los sacaran a altamar.

Suspiro con su mirada perdida en el horizonte, al parecer aquello no iba a ser una clase donde vieran animales como dragones o cosas peligrosas, aun así, busco entre sus pertenencias una pluma y un pergamino, debía anotar todo lo que su tío le estaba diciendo. Por un momento estuvo a nada de cuestionarle ¿Cómo era que conocía tanto de Criaturas Mágicas? ¿por qué no le había instruido? o ¿por qué no se dedicaba a la crianza y a la venta de Criaturas mágicas? Pero no lo hizo, seguramente aquel tipo de oficios no eran bien vistos por la Matriarca de los Black Lestrange.

Estaba tan metido en sus pensamientos, que Black Lestrange, no se percató de la presencia de una criatura de color verde pálido hasta que su tío hizo referencia a ella. Cuando Eobard le dio la espalda a aquel demonio de agua, Aries pensaba que era muy mala idea, conocía a aquellas peculiares criaturas, eran sus favoritas para hacer travesuras, así que seguro la criatura ya estaría tramando algo para ponerlos en jaque, así que apareció su varita y tratando de no lastimar al Grindylow le lanzó un encantamiento relashio, de inmediato un chorro de agua caliente hizo que el demonio de agua volviera a las profundidades, ya después se ocuparía de dibujar algo parecido en su reporte de aquella especie.

[Hayame Snape Potter Black]

Aruba. Bajo el Mar

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Había seguido a su actual profesor conforme le había empezado a dar las indicaciones pero sus ojos parecían querer estar atentos por si cualquier cosa; hacia no mucho que había tenido que sumergirse en un lago donde también había criaturas sirenias y no había sido un evento agradable, especialmente porque su hermana había estado ahí y parecía haber olvidado quién ella era, recibiendo como consecuencia algunos golpes al respecto.

A pesar de su signo zodiacal, empezaba a encontrarle cada vez menos gusto al agua

-No... no me da problema, lo he usado algunas veces ya que... -hizo una mueca- en fin -sacudió la varita suavemente para formar aquel casco y comenzar a colocarlo encima de su rostro -esto no nos dará problemas para comunicarnos?

Y una vez que entraron en el agua se dió cuenta de que quizás, ese iba a ser el punto de todo ello, no solamente del lenguaje sirenio que era consciente que variaba de oceano a oceano...; sino que el casco burbuja iba a ser un fuerte impedimento para ser entendidos por lo que quizás (solo quizás, no lo sabía) tendrían que ingeniárselas o ella tendría que hacerlo, para comunicarse con aquellas criaturas de las que no tenía ni la más mínima idea ni su aspecto

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Cuando finalmente las encontraron, el profesor había sido más que precavido quizás suponiendose que la Snape iba a sacar la varita ya que esta no había alcanzado a distinguir las sirenas;su instinto tan solo había hecho que al detectar presencias, moviese la mano directo al estuche del muslo donde guardaba su arma pero se había frenado ante el seño de su profesor... y el aspecto de aquellos seres que en nada se parecían a los de Escocia

Muy lentamente, levantó las manos completamente abiertas esperando que con ello pudiesen ver que no tenía un arma

-Está seguro de que esto es lo que debemos de hacer? -inquirió al profesor que obviamente, sabía mas que ella. No estaba segura de si la escuchaba pero se había asegurado de mover los labios lo más posible por si tenía que leérselos -no creo que hablen el mismo sireno que en el norte, cierto?

Intentó sonreir pero de pronto le vino a la cabeza que para algunas tribus la sonrisa era amenazadora y mejor la retiró rapidamente, comenzando a moverse lo mejor que podía a como los iban guiando

El mar siempre había sido luminoso en su superficie y sus aguas no eran tan oscuras como en las del lado pero podía darse cuenta de que definitivamente, era inmensamente más profundo que cualquier otro cuerpo de agua que ella conociese; un ligero temor recorrió su espina dorsal e inspiró profundo dentro del casco burbuja antes de ver a su maestro con curiosidad

-Qué tan profundo viven los sirenos marinos? -inquirió -en qué se difiere su lenguaje al de los sirenios que nosotros conocemos?

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[Ky.]

Tras dejar a los grindylow, pudo ver que el profesor Black Lestrange, tenía tres jobberknoll en fila, parecía que no solo aquella criatura que acababa de alejar con agua caliente era la única que se encontraba fuera de su hábitat. Al menos para lo que Aries sabía, los Jobberknoll eran comunes en América y norte de Europa, más nunca en Nueva Zelanda, aun así, atendió lo que su tío le decía sobre aquellas aves y su plumaje. Información que escribía en el pergamino que había llevado para esa clase en la que tenía leves anotaciones de animales que deseaba conocer pero que hasta el momento su tío no había presentado ante él.

Se quedó tan metido en sus pensamientos sobre criaturas, que por un momento imagino al pequeño Sammael volando en el lomo de un hipogrifo o encima de un dragón, situación que provocaría tener a una Kaori muerta de angustia, negó con un movimiento leve, él sería quien estuviera todo muerto de miedo, por lo que sonrió imaginando aquella escena.

—Disculpe profesor Black Lestrange, ¿las plumas de Jobberknoll sirven para sueros de la verdad? —preguntó mientras recogía tres plumas que habían dejado caer las aves moteadas de azul al momento de dejar aquel lugar. —Sobre las criaturas a conocer, tengo una gran lista…

El metamorfomago sacó la lista de criaturas que estaba interesado conocer sus propiedades o al menos verlas una vez en su vida, ya que decían que eran criaturas que se encontraban en peligro de extinción con un solo ejemplar en la tierra, por lo que los grandes cuidadores y preservadores de criaturas en el mundo mágico se dedicaban a cuidar de ellos.

—Me interesa ver criaturas como el Matagot, que hay de Zouwu, —dijo mientras volvía a guardar la lista de criaturas que tenía en mente, también deseaba ver un Kappa o al menos algún ejemplar de cada variedad de dragones que se conocía, pero con esas dos criaturas que había dicho antes para empezar estaba bien. —en realidad estoy abierto a discutir sobre cualquier criatura, he sabido que los Demiguise son buenos niñeros de criaturas, ¿lo serán también de niños? —le preguntó.

—Profesor, hace días leí sobre el chupacabra. ¿Es realmente una criatura mágica o un invento de los muggles? Leí que tiene el cuerpo de una serpiente, pero la cabeza de algo con afilados dientes, no saben si es un gato o que y que se alimentan del ganado en especial de cabras.