Estudios Muggles

[Matthew Black Triviani]

Matthew alzó la vista la vista y asintió de forma casi imperceptible. Sus movimientos se formaron como el agua, cuando se deslizó sobre una banca al notar la presencia de la mujer detrás de ellos, con lo cual casi podían dar por terminada la diversión.

Sonrió de lado al ver cómo los reprendía y su piel blanca pareció lanzar un destello quebrado contra el cristal. Ni siquiera había terminado de tomar el trago cuando la bruja empezó a preguntarles sobre lo que sucedía.

El brujo no quería ocuparse del asunto pero tampoco podía ignorarla del todo en medio de una clase regulada dentro de los límites de la universidad. Se volvió a Jeremy, sentado cómodo, todavía mirando al bartender que había obligado a bailar. Él ni siquiera parecía dar razón de sí mismo. En cuanto a Matthew, le habían arrebatado su vaso y no podía usar su varita pero nada lo obligaba a decir...

—No tienes poder sobre mí—sus hombros se escogieron en una expresión despreocupada—Pero entiendo que estás haciendo lo que debes hacer

No sería la primera ni la última vez que se veía obligado a controlar a Jeremy, aunque eso lo hacía ver extraño hacia los demás. Además había mucho qué explicar y no había tiempo. Todo se veía barato y descolorido.

—¿Nos vamos de aquí?

Matthew no era de muchas palabras y ya había dicho bastante. Ya se había cansado de su pequeña excursión y la charla sobre política lo había dejado exhausto. No iba a arruinar un buen traje y una noche todavía sin explotar por todo eso.

Editado 20 de Marzo del 2020 por Matthew Triviani

[Cissy Macnair]

Suspiré.

 

Habían colmado mi poca paciencia pero aún así debía seguir con la clase, porque claramente tenía que dar una respuesta en la Universidad sobre cómo había ido todo.

 

En el pub había un televisor pasando deporte y una radio por la que sonaba bajo música actual.

 

-Televisor- les señalé a los hermanos-. Radio o también llamado "equipo de música"- agregué, mostrándoles el aparato eléctrico desde el que salía una melodía que para mi era algo odiosa pero a la gente latina le gustaba: reggaetón-. Al menos puedo enseñarles eso antes de seguir camino- asentí hacia Matthew que había propuesto irnos de allí y dejé el vaso sobre la barra con un golpe fuerte, aunque no lo suficiente como para que éste se rompiera.

 

Si tuviera que calificar mi primera clase como profesora en la Universidad, podría decir que era un completo desastre. Pero no sabía si era porque no había podido controlar bien la situación o porque uno de mis alumnos era claramente incontrolable. Jeremy, además de ser hijo de Aaron, era el futuro esposo de mi tía Anne pero yo no había dado signo alguno de reconocer esa relación. Ahora que me lo planteaba, ¿de verdad mi tía Anne se iba a casar con él? Quería preguntarle qué le había visto de atractivo. Si hablábamos de físico, no podía decir nada: ambos hermanos eran físicamente llamativos. Pero en cuanto a... otros atributos... Tendría que hablar con ella.

 

-Antes de que regresemos a la Universidad quiero mostrarles algo más- me giré desde mi lugar, cerca de la salida, para encararlos cuando un estruendo en la calle hizo que me encogiera, justo a tiempo para protegerme de los vidrios que estallaron y salieron volando como dagas, lastimando a todos los presentes en el pub-. ¡Qué demonios!- grité, sacando la varita sin preocuparme por quién me veía ahora.

 

Fuera, sombras volaban sobre los edificios, lanzaban maldiciones e iban tumbando a los muggles que corrían para refugiarse.

 

-Mortífagos- susurré.

 

Y, entonces, lo sentí. La marca quemaba en mi antebrazo derecho.