Libro de los Ancestros

[Gahíji]

¿Esperanzas para aquel chico?, no muchas. ¿Se estaba esforzando y parecía que al fin había captado lo esencial?, Si. No negaba el hecho de que el Ryvak al fin estaba haciendo algo bien. Cuando el sectusempra hecho efecto golpeo en mi cuerpo de más de 190 años no fue divertido, aunque sabia en lo que me estaba metiendo. Usando los amuletos y magia a mi cargo y cuidado logre curarme sin sufrir mucho más daño de lo esperado. ¿Por qué había hecho aquello?, solo para demostrarle a Anthony que cada acción tenía una reacción y una consecuencia. El debía aprender eso o estaba perdido. Ni una mueca de dolor en mis facciones se vería.

 

¿Sería bueno con él a pesar de dar señales de que estaba aprendiendo lo que deseaba comunicarle?, Jamás. Había aprendido por las buenas y las malas a manos de mi maestro. Me había esforzado. No iba a esperar menos de aquellos que estuvieran a mi cargo.

 

Espere. Vi su vara de cristal. ¿Podía mejorarla?, Si. Cada vara se adaptaba al mago que la invocaba. Cada uno le daba su propia marca distintiva, tal como una huella digital, podrían haber parecidas pero jamás habría dos varas de cristal iguales.

 

-Salvaguarda Mágica –lo tangible en mi ahora se había hecho intangible por lo que el sectusempra invocado ahora por el Ryvak traspaso mi cuerpo golpeando un árbol tras de mí.

 

-nada mal –el cumplido seria lo único que escucharía- Es hora de que lo hagas mejor, no te confíes.

 

Al invocar el Fulgura Nox sabía perfectamente donde quería ir. ¿Pasaria el aprendiz aquella prueba y demostraría que sería digno de vincularse con el libro de los Ancestros?... Estaba por verse.

[Anthony R. Dracony M.]

No hubo que esperar, el primer sectusempra ni cosquillas le hizo al guerrero, eso era digno de admirar, pues era su mismo rayo del guerrero el que Anthony absorbió con ayuda de su daga y luego lo hizo devolver el ataque mágico, al segundo sectusempra lo evadió con un oportuno Salvaguarda mágica, solo un árbol sufrió el impacto de aquel rayo que producía cortes, así que el peliverde alzo una ceja mientras el guerrero se volvía corpóreo otra vez, atenta su mirada sobre el lugar, esperando...tanto lo adecuado a un duelo como lo inesperado, hay que tener una amplitud de pensamiento, procuraría no volver a olvidar de observar todo detalle y tampoco olvidaría el ver desde diferentes perspectivas como las cosas evidentes a su alcance.

 

Repasaba mentalmente lo que hasta ahora le ha mostrado el guerrero, le serán útiles para cuando sea momento de demostrar que los ha comprendido y les maneja, claro que con solo utilizarlos una vez, el peliverde no podía esperar dominarlos pero decidido está a practicar hasta emplearlos debidamente. Dracony escucha al guerrero quien le señala que debe hacerlo mejor y que no debe confiarse, por lo que el peliverde mueve la cabeza afirmando su aceptación de ese consejo. No discute ni tampoco se pone hablar, la clase no ha sido declarada concluída, por lo cual el peliverde permanece a la expectativa...

 

El actuar del guerrero es algo que asombra, de nuevo abre un portal mágico usando su vara de cristal, el portal es un tanto más grande y ancho que la altura de Gahíji... una muestra palpable del poder mágico que domina el guerrero, la oscuridad se ve arremolinarse en su interior y el Dracony se pregunta a que otro lugar estará pensando Gahíji conducirlo para el verdadero combate, desde lejos lo observa y no ve nada ¡Claro! no habrá de otra más que atreverse a cruzar el portal y descubrirlo, sujeta su arma mágica y con paso firme se dirige hacia el portal con intención de cruzarlo y de ese modo salir de aquella duda... el mago peliverde se adentra al portal y con inquietud abre bien los ojos para observar el lugar al cual está por llegar...