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Portales de pergamino y tinta


Ellie Moody
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Todos parecen estar de acuerdo en lo que hay que hacer a continuación. Definitivamente, el viaje no está resultando como lo habían esperado. ¿Por qué recuperar unas simples bitácoras era, de repente, una misión tan complicada? Madeleine se siente preocupada por el bienestar del grupo, pero sabe que no hay otra opción. Si la primera misión consistió en recuperar las fuentes de poder de los clanes, ésta se trata de recuperar el conocimiento, la memoria y la historia. Sin embargo, es cierto que los magos y brujas de la Orden del Fénix podrían darse la vuelta y regresar. Tienen una elección frente a ellos y no la ven, o quizás la realizan de forma tan natural que ni siquiera se lo cuestionan. Ella, aunque piensa al respecto, en verdad no lo hace tampoco. Quiere seguir, quiere descubrir los secretos que la Orden Oscura ha ocultado en aquel lugar y ansía conectar con los poderes que, poco a poco, comienzan a manifestarse. Si bien maneja a la perfección su energía interna, ahora intenta dominar su energía psíquica para volver a usar el poder del ilusionismo y la posesión, aunque se pregunta si descubrirá habilidades nuevas como en la ocasión anterior.

 

De modo que Madeleine asiente, cuando Potter Black sugiere que deben bajar. No hay duda en ello. La verdad es que ya tenía pensado usar el amuleto volador para planear hasta la plataforma, pero la sugerencia de Granger es mucho más cómoda y segura. Al igual que algunos de los miembros del grupo, decide atravesar el portal. Con los ojos cerrados, deja que la negrura del Fulgura Nox la absorba; sus botas de viaje, empapadas en agua, resuenan levemente cuando se asientan en la plataforma de piedra. Está suspendida entre las tinieblas; Madeleine se asoma por el borde, pero no puede ver lo que hay debajo. También hay tinieblas y sombras alrededor, que quién sabe qué estarán ocultando...

 

En ese momento se acerca Graves a ella. Lo nota confundido, pero parece que es porque no está en una buena situación.

 

—No pareces estar bien —masculla Madeleine por lo bajo—. ¿Uno de los espectros te hizo daño, o...? —Sin embargo, los descubrimientos de sus compañeros interrumpen la conversación. Madeleine observa a Graves con el ceño fruncido, preguntándose si no debería sugerirle que se retire a descansar, pero decide que él es un adulto funcional que tomará una decisión correcta.

 

Se acerca a Granger, quien descubre más runas en el centro de la plataforma. ¿Por qué, de repente, hay runas en todos lados? Ella no sabe leerlas, aunque sabe que se trata de una importante rama de la magia, le parece una disciplina aburrida. Lo mejor es que estorbe y permita que alguien más capacitado intente descifrarlas. No pasa mucho tiempo antes de que alguien toma la palabra. Se trata de Vera, la paladín. Ella les explica que hay más plataformas en el bosque. Tres, para ser exactos, una por cada clan. Madeleine cruza los brazos sobre el pecho, intrigada. Era algo que si bien no habían previsto, le parece razonable. Para acceder a los registros, debe haber un acuerdo entre los tres clanes, un balance.

 

—Vaya —se pregunta si aquel es el motivo, por el cual Graves tiene tan mala pinta—. Pues, bien, el resto de las plataformas deben ser activadas. A ver si por fin podemos entrar a este maldito lugar...

 

No se había dado cuenta de que ya alguien se había adelantado a buscar la siguiente plataforma.

 

—Miren, otras runas se están iluminando —dice Madeleine. Si bien ella no puede interpretar runas, sí que puede interpretar de que un tercio de las runas de la plataforma se iluminan con un brillo verdoso, en contraste con el resplandor rojizo que irradian los símbolos ya señalados como representación de la Orden Oscura. Se pregunta si el verde representará a la Orden de Avalon—. Parece que sólo es cuestión de encontrar una más —no puede evitar levantar la mirada hacia Vera y Graves, los paladines del grupo. Tiene la sensación de que les corresponde a ellos activar la última.

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Esta vez se queda atrás y deja que todos sus familiares la adelanten, ella siente dentro suyo que tiene que pensar que hacer y no es tarea fácil, sabe que muy pocos olvidan que ella es vampiro y por eso teme que no la acepten allí, sabe que es algo absurdo porque Avalon ya la elegio antes, pero se siente sucia y mala, como si todo lo bonito que tocará se evaporará por los aires y se pregunta si ese es su lugar y si está en el camino correcto.

 

La voz de Made la escucha distante, como si se hubiera metido al Agua y no pudiera escuchar muy bien, suspira sin saber qué hacer a continuación, la plataforma verde parece llamarla desde allí y ella sabe que debe subir, pero teme que la deje en el camino, algo absurdo si pensamos que ella ya se inició como sacerdotisa tiempo atrás.

 

- Creo que no se que hacer, puedo acercarme a la plataforma verde y ver qué ocurre o algo así, creo que puedo hacer eso, Por las barbas de Merlin santo, Made, crees que Avalon me acepte de nuevo? - le digo en un susurro procurando que solo ella lo escuche -

 

Sabe que está mal dudar de su destino, sabe de sobra que ya es una sacerdotisa y que no hay vuelta atrás, ama serlo con todo su ser, pero tiene miedo que su naturaleza vampiroca le impida completar esa tarea, no sabe de dónde sale ese miedo y porque de repente lo piensa, pero ruega a la diosa de avalon, que le dé otra oportunidad más para poder seguir siendo una sacerdotisa y seguir creciendo en ese camino que eligió cuando apenas era una pequeña niña.

 

Por primera vez duda, ella que fue la primera en salir y no esperar a nadie, que se lanzó a pelear con el bosque cuando llegó y que tenía toda la emoción por esta empresa, de repente se siente indefensa y vuelve a ser la Luna que esperaba que otros le digan que hacer, porque teme no ser digna de Avalon ni de los poderes nuevos que la están esperando allí mismo, casi como si la saludaran y estuvieran contentos de verla llegar, o eso es lo que se imagina mientras piensa que hacer a continuación.

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La Potter Black había escuchado la propuesta de Zahil y asintió, en realidad utilizar un portal era una buena idea, se preguntó por qué no lo había considerado de entrada. Quizás porque quiso probar los recobrados hechizos de la O.O o tal vez porque quería confirmar que aquel suelo de la plataforma no era un espejismo o ilusión, alguna trampa.

 

Atravesar el portal no fue difícil pero si la asombró la reacción de algunos de sus compañeros, los cuales parecían afectados por el lugar. Se preguntó cómo era posible, mientras se acercaba a las runas e intentaba leerlas, eran las más antiguas que había visto en su vida. Incluso descubrió un par de runas de las que solo había oído mencionar eran utilizadas por hechizos nórdicos que se habían perdido en el pasado.

 

—¿Cómo activamos las otras runas? ¿Mezclando clanes como pasó acá, o cada clan por su lado? —preguntó hacia la chica que había hablado tanto, Vera, y que no recordaba haberla conocido antes.

 

Mientras esperaba su respuesta o esperaba a ver si los demás se iban o permanecían se inclinó sobre una de los pilares con runas, observando la primera de ellas: Uruz. Miró la siguiente Kano y a su lado Gebo, la siguiente era Jera. Sacudió la cabeza, debían sostener el ciclo y la unión en equilibrio para conseguir transformación y verían con más claridad. Bueno, Vera había visto con claridad pero dudaba que fuera gracias a las runas.

 

Levantó la vista al escuchar palabras que le importaban, había escuchado demasiadas que no le interesaban en realidad, no eran sus conversaciones. Aquella tampoco, pero hasta ahora no había notado que Sagitas estaba siendo arrastrada por un hombre que solo lograba despertar en ella deseos de muerte. Si su tía le escuchaba y confiaba en él por algo sería, se obligó a concentrarse de nuevo en lo que ocurría en la plataforma. Los integrantes de cada clan iban en busca de su propias runas, su plataforma, su “deidad”, su forma ¿había unión realmente? Aquella pregunta la sorprendió y le arrancó una sonrisa irónica. Sí, sentía lo mismo que seis años atrás. Volvió a sacudir la cabeza mientras la oclumancia cerraba tras una fuerte e inexpugnable pared sus recuerdos y pensamientos furtivos.

 

Darla se gira y mira hacia cada uno de los presentes, las runas que se han iluminado poco a poco, las rojas: Teiwaz, Nauthiz, Othila y Dagaz. Las verdes la sorprendieron, levantó la vista y buscó a Sagitas, ella era sacerdotisa, como su madre, Antara, pero recordó que estaba con el mago que la había arrastrado fuera del agua. Frunció el ceño al ver el aspecto deplorable del Graves, parecía que le había pasado el autobús noctámbulo por encima. Recién ahora prestaba atención a las expresiones y rostros de algunos de sus compañeros, los que parecían pertenecer como ella a la O.O Recordaba alguno de esos rostros, vagamente.

 

Los demás magos y brujas, sus expresiones, algunas reflejaban desconfianza, preocupación, incertidumbre e incluso otras, como la del líder de la Orden, un cierto malestar.

 

—Definitivamente los paladines deben apresurarse, los de Avalon están a punto de encontrarse con su plataforma, ¿o es al revés? —estaba algo desorientada, habían mencionado tres plataformas, una, la que estaban, había aparecido en el fondo del lago que se había medio vaciado, y claramente por las runas, símbolos y la proyección del necromicón les pertenecía a los oscuros, luego estaba la de la isla pero había entrado en dudas si esa es la de los sacerdotes o los paladines. Como fuere debían moverse, rápido.

 

—¿Alguien tiene idea si cada clan debe permanecer en su plataforma o la idea es ayudarnos entre los clanes para encontrar las plataformas de nuestros hermanos de bando? —era una pregunta algo tonta, pero realmente le gustaría saber si era cuestión de que los clanes interactuaran y se colaborasen entre sí, lo que le parecía por demás de lógico o si la cosa es que cada uno fuera por su cuenta, como si no hubiera unidad ni compañerismo entre ellos.

 

Eso era ilógico, después de todo lo que habían recorrido juntos hasta allí. Después de todo, habían llegado juntos, se habían enfrentado a los guardianes juntos y habían descubierto que ellos no eran el enemigo juntos, la primer plataforma la habían “capturado”, “percibido” juntos. ¿Por qué tendrían que hacerlo solos ahora el resto de los clanes?

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Escucha la voz de Darla y frunce el entrecejo confundida, ¿unidad o separación? como en todo en su vida, ella prefiera la unidad así que suspira pensando que decirle o que contestarle, porque esta confundida y no es tarea fácil saber que hay que hacer a continuación, entiende que esto no es un juego y que es algo serio e importante, pasea la mirada por los rostros de todos sus compañeros de bando y parpadea confundida porque no tiene la respuesta, pero sabe lo que quiere hacer y antes que su Made, la saque de sus dudas, se decide a responderle porque algo que bulle dentro de ella y esta allí queriendo salir a la superficie, la impulsa a contestarle antes que nadie, lo mismo que utilizo para saber que hacer y que camino tomar antes, cuando tuvo que proteger a todos sus compañeros.

 

- Tenemos que seguir unidos, podemos ayudarnos entre todos a encontrar nuestras plataformas y nuestro viaje, no me gusta la idea de separarnos, vinimos juntos hasta acá y seguiremos juntos, se que somos de clanes distintos y tenemos poderes distintos, pero dentro nuestro somos del mismo bando, así que no me gusta la idea de separarnos por clanes, entiendo que por algo esta esa separación, pero si estamos unidos en esto quiero seguir así con todos ustedes - Dije con mi repique de campanas sonando una octava más alta de la cuenta -

 

Espera que alguien más hable o diga algo, más bien espera a Made o a Gode o porque no a Sagitas, no conoce mucho al resto de personas que la acompañan, quizás porque sean nuevos o porque no los ve bien de lejos, sea por una cosa o por otra, allí se queda preguntándose si su idea era buena o si solo estaba actuando como siempre por puro impulso, le gusta darse cuenta que tiene un poder que antes no tenia, el poder de decisión que le dio el ser Auror por tantos años, ya no se queda paralizada esperando que el otro haga, ahora ella va al frente y hace, como si lo hubiera planeado, mira a Made, no solo porque ella tiene parte de culpa de que sea así, si no porque espera que las saque de aquel dilema que tienen, ella quiera hacer y no quiere quedarse quieta y esperar como siempre, pero necesita que todos estén de acuerdo con su idea para continuar, la vampiresa desea que sigamos todos juntos y unidos como hasta ahora, así seremos más fuertes y tendremos mas posibilidades de encontrar el camino correcto.

 

 

- Las otras Runas me figuro que se activan cuando cada uno vaya al clan correspondiente ¿no? quiero decir debe haber runas para cada uno de los clanes si no voy mal, así que se activaran en cuanto nos acerquemos o algo así, de verdad que no se como continuar, pero sea como sea, debemos de hallar la manera de no separarnos, eso trae mas desgracias que otra cosa a la larga - Les digo mientras frunzo el entrecejo pensando que hacer a continuación -

 

No le quiero decir a nadie pero siente una fuerza interior que la impulsa a ir a la luz verde, ¿qué clase de magia o hechizo era eso? sabía que ese era de su clan de Avalon, pero no por eso significaba que iría a ir a esa plataforma ¿o si? quiere imaginarse que hay alguna solución a aquello y que alguien sabe que hacer, lentamente se pregunta si no debió de leer más para aquella empresa, en lugar de esperar que alguien le diga que hacer, pero suspira pensando que sea como fuera, debían de continuar unidos y juntos como han llegado, se sabe que cuanto más unidos estén tendrán fuerza y cuanto más divididos serán débiles y un blanco fácil, así que prefiere continuar todos arrimados y salir victoriosos con los nuevos poderes de cada uno de los clanes.

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Una arrolladora luz verde iluminó la piedra rúnica mientras el calor inundaba su ser desde la punta de sus dedos hasta las plantas desnudas de sus pies, envolviéndola cálidamente pero también de forma tenebrosa casi como si aquella fuerza corrupta la succionará hacia las entrañas del inframundo mismo.

 

Intentaba con todas sus fuerzas pedir ayuda, ya que al parecer sus compañeros de clan seguían en la primera plataforma, sin embargo, no pudo emitir palabra por lo que siguió invocando a la diosa en un intento de parar aquello que al parecer obedecía a una fuerza conjunta. Y no es que ella hubiese querido activar la plataforma sola, su única intención había sido tratar de que nadie sintiese lo mismo que en la plataforma que pertenecía al clan oscuro.

 

- protección - susurró mientras con la fuerza que le quedaba completaba la tercera vuelta en derredor de la piedra, encerrando la misma en un circulo protector tal cual las costumbres antiguas. - Todo esta bien - murmuró para sí, apoyando su espalda contra una roca cercana de mediano tamaño.

 

Tenía curiosidad de saber que era lo que debían aprender y sobre todo, quería descubrir como activar la que parecía la roca de su clan, no obstante, no tenía el conocimiento para leer las runas por lo que por una vez en su vida tendría que practicar la virtud de la paciencia y aguardar a sus compañeros, ya que estaba por demás segura que alguno de ellos sabría que hacer.

 

<<¿Por que dudas?>>era la voz interior que no le dejaba en paz desde que aceptara ir a esa misión de autoconocimiento y debía admitir que era algo que ella misma se cuestionaba, quizás sentía que el autoexilio impuesto por tanto tiempo demeritaba los conocimientos adquiridos en aquellas aventuras con su familia sobre todo después de haberlos guardados con un celo casi enfermizo, o quizás le costaba admitir su miedo a darse cuenta de que no aportaría nada a quienes le acompañaban, tomando en cuenta que la mayoría de ellos eran experimentados y reconocidos en la comunidad mágica.

 

Decidida, la pelinegra dejó que esos pensamientos volviesen a lo recóndito de su mente mientras en su diestra volvía a encontrarse Evenstar, su entrañable varita. Atenta a su alrededor no dejó de notar las raíces de un árbol...

 

- Un tejo - musitó incrédula de no haberlo notado antes. Aquella representación del espíritu de la tierra acogía bajo su sombra la piedra que les revelaría información mas que vital para seguir adelante sin importar cuales fuesen los obstáculos que se presentaran, por lo que sin dudarlo adelanto el paso hacia el tronco del mismo, extendiendo la siniestra marchita y concentrando su fuerza en esa región especifica.

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Los miembros de la Orden del Fénix se encuentran en una encrucijada, cuando el camino se ve obstaculizado por tres plataformas con inscripciones rúnicas. Una paladín deduce con su intelecto divino que cada plataforma representa a uno de los clanes y que éstas deben activarse juntas lo antes posible, para mantener las energías en equilibrio. La primera que han conseguido activar, tras derrotar a los guardianes del bosque, es la plataforma de la Orden Oscura. Las otras dos se encuentran en el mismo lago, aunque sólo una bruja del grupo ha alcanzado la que supuestamente es la plataforma de la Orden de Avalon, ubicada en un meandro. Aunque al principio parecen no ponerse de acuerdo sobre como proceder, el grupo llega a la conclusión de que deben trabajar juntos para activar las plataformas restantes. Sin embargo, deben actuar cuando antes ya que las energías de la Orden Oscura ha comenzado a consumir la energía de los otros clanes.

 

Si bien cada plataforma tiene símbolos rúnicos, que pueden ser interpretados al tener conocimientos de Runas Antiguas (como ya lo hizo una oscuro), la forma de activar la plataforma consiste en superar el desafío que se presente en cada una de las zonas de las plataformas.

 

En el caso de la plataforma Orden Oscura, los guardianes del bosque se manifestaron de forma violenta y los miembros de la Orden del Fénix, siguiendo los diferentes ideales de cada uno de sus clanes, lograron protegerse a sí mismos y a sus compañeros a pesar de saber que estaban enfrentándose a antiguos miembros de sus clanes.

 

La plataforma de la Orden de Avalon está en un meandro en el interior del lago, bajo la sombra de un tejo que representa al espíritu de la tierra. Sin embargo, aunque la escena parece apacible, una sombra tenebrosa parece extenderse bajo el árbol y expandirse en la pequeña isla. La corrupción que se percibió en el bosque, se percibe allí también... Pero algo que podrán percibir los sacerdotes más avanzados, los que están por convertirse en Iniciados, son las presencia de los espíritus que no se manifiestan en el plano físico, a diferencia de los espectros que atacaron al grupo. Ellos, junto a la purificación del lugar, son la clave para la activación de la plataforma. Sin embargo, hay otra amenaza y es que más espectros corruptos están apareciendo, manifestando más ira que antes e incapaces de aplacarse mientras las energías se mantengan desequilibradas.

 

La plataforma de la Orden de la Mano de Plata está en una cueva sobre el nivel del agua, flotando en el aire por arte de magia. Las aguas se mantienen turbias. No hay muchas pistas sobre lo que podrían hacer, pero algo que llama la atención es que en el interior de la burbuja pueden verse dos armas, no reales sino hechas de luz: un bastón corto, que los paladines reconocerían como el Tambō, y una lanza terminada en una hoja metálica, el Pole. La amenaza no es sólo la corrupción mágica, sino las ilusiones (una manifestación violenta del Ilusionismo de los oscuros) que manipulan los miembros del grupo para atacarse los unos a los otros, una trampa que sólo un paladín podría notar.

 

Debido al desequilibro de las energías mágicas, hay una limitación y es que los miembros de la Orden del Fénix sólo podrán realizar una cantidad limitada de movimientos. Los miembros de los clanes con su plataforma inactiva están limitados por las energías que comienzan a menguar, mientras que si los miembros de los clanes con su plataforma activa usan demasiada magia podrían terminar haciendo daño a sus compañeros de otros clanes.

 

Los participantes podrán utilizar sólo un poder de su clan por posteo, que debe ayudar a activar la plataforma o proteger a quiénes intentan activarla. Cada plataforma se activará como mínimo con dos poderes que ayuden a su activación y quiénes realicen la activación deberán ser protegidos por otro participante de los obstáculos de cada zona.

 

+Ver más sobre poderes de clanes

Editado por Ellie Moody

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La Granger escucha atentamente a Vera y se da cuenta del brillo de las runas, hasta ahora encendidas en dos terceras partes. También se da cuenta que alrededor de la plataforma se comienza a mover algo y casi esta segura que son mas espectros. La plataforma no consumiría energía solo porque si, esta atrayendo alimento para sus defensas.

 

- cualquiera que no sea un oscuro debe salir de esta plataforma ahora. Luna, que mejor manera de trabajar juntos que activando las plataformas al mismo tiempo como un solo equipo, vete por favor, váyanse todos a su sitio - le dijo a la vampira sacerdotisa tratando de sonar lo mas amable posible aunque en realidad quería gritarles a todos que se fueran.

 

Podía ver a lo lejos a una de las sacerdotisas sola en su plataforma y de pronto, algo ilumino una tercera dentro de una cueva, esa sin lugar a dudas debía ser la de los paladines. Esperaba que el resto se hubiese decidido ya a salir de su plataforma, presentía que si seguían alimentando la oscuridad de su clan, habría un des balance que seria difícil de equilibrar después.

 

Se acerco a donde Darla había reconocido las 4 runas que pertenecían a los oscuros y observo como estas brillaban y supuso que tal vez deberían ser activadas al mismo tiempo con las runas de los otros dos clanes aunque no estaba muy segura de como, tal vez había que tocarlas o empujarlas. Acerco sus manos a la primera y esta comenzó a brillar aun mas

 

- Creo que hay que tocarlas, tal vez funcionen con nuestra energía - le dijo a Darla. Pero tras tocarlas no paso nada, aquello era extraño, aunque si todo funcionaba con energía...pero no cualquier energía, la plataforma tenia que reconocer la energía oscura en especifico. Tal vez se requería mas bien un hechizo del clan. No perdía nada con intentar.

 

- Umbra - susurro. La sombra de la vampira se separo de esta y la Granger sintió una especie de dolor al hacerlo pero era necesario. La sombra enseguida se acerco a la primer runa y la toco, esta vez el brillo fue mayor y no ceso. Esa era la clave, los hechizos de la Orden Oscura, los hechizos de cada clan activarían las plataformas, ahora solo quedaba esperar a que los demás hicieran su trabajo rápido, pues no podía mantener a su sombra tanto tiempo lejos de ella

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No es capaz de responder a Madeleine pues incluso antes de que ella termine de formular su pregunta son interrumpidos. No está bien, para nada lo está. En su cuerpo hay una lucha, bastante agresiva, entre la magia Paladín (que trata de mantenerlo con vida) y el veneno de basilisco que intenta abrirse paso hacia todas sus células. La lucha contra el veneno siempre es dura incluso cuando tiene la poción, sin ella es mucho más complicado. Si sale vivo le tomará varios días recuperarse.

 

—Estaré bien, solo tengo que mantenerme con vida

 

No está seguro si alguien lo escucha, no importa. Esa afirmación es más bien para él, llegado a ese punto necesita más que solo magia, necesita la voluntad de cada parte de su cuerpo. Necesita convencerse de que puede seguir de pie, de que aún puede caminar y mucho más: que es capaz de hacer magia, que es una ayuda para el grupa en lugar de un estorbo moribundo.

 

Le cuesta un poco convocar otro poder de los Paladines: Divine Intelect. Pero logra hacerlo luego de varios intentos. Su mente se aclara lo suficiente como para entender todo lo que Vera explica (caminó cerca de ella). El poder invocado también le permite observar con mayor detenimiento la plataforma que entiende corresponde a los Paladines. Pero no solo eso, hay algo raro en el ambiente, algo contra lo que deben luchar en conjunto.

 

—Vera las cosas podrán ponerse feas. Piensa bien, hay algo tratando de manipularnos. Te cubro, debemos activar nuestra runa o terminaremos matándonos unos a los otros. Mi cuerpo y mi cabeza no están en estado de intentar activar magia rúnica.

 

No termina de decir las palabras cuando nuevos espectros los atacan. Son seres que están corruptos y son capaces de corromper mucho más que solo la magia de los clanes. Menguan lo que da fortaleza a un mago y duplican el poder de aquello que es capaz de destruirlo.

 

Hobb vuelve a sentir una punzada en el brazo, el veneno de basilisco es mucho más fuerte, apenas es contenido. No tiene tiempo para buscar a Kaori, sin embargo si que puede intentar llamarla. No hay tiempo para ser sutiles, no hay tiempo para pensar en quienes de fuera pueden llegar a verlo. No sabe siquiera si Kaori está in situ. Invoca un patronus, un tigre de bengala, que dirá una sola palabra: Poción.

 

Con su cerebro trabajando más rápido, y más preciso, que de costumbre es capaz de llamar a Kaori y también de ordenar a sus clones protección. Sus creaciones explotan de manera controlada y logran destruir al menos a cinco espectros. No hacen daño a ningún miembro de la orden del fénix.

 

 

@@Mackenzie Malfoy @

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Asiente siguiendo las indicaciones de Zahil, apresurándose a la plataforma verde, tiene que proteger e impedir que cualquiera salga herido, no piensa porque se le ocurre proteger en lugar de activar la plataforma pero se apresura a hacerlo mientras llama a la Diosa suavemente, necesitaba de su guía y su ayuda, porque si bien siempre se sintió protegida por sus compañeros, aquello tiene que salirle a pedir de boca, así que suspira y se decide a actuar, algo que por viene haciendo desde que entraron en esa empresa para obtener al fin el poder nuevo de su querida Avalon.

 

- Sanación y Purificación - Susurré viendo como una luz blanca purificaba lo corrupto y sintiendo en mi interior que el poder estaba por salvarnos a todos -

 

Agradecí esa empresa y lo que es mejor entendí porque estaba allí y que tenía que hacer, apenas dije el hechizo que acababa de adquirir sentí el viento revoloteando alrededor mio, el bosque tenebroso parecía ir calmándose de a poco y los espectros los empezaba a ver con menos fuerzas, solo necesitaba que alguien me defendiera o me protegiera, porque había dado un paso al frente y nunca más iría para atrás, si bien mi idea inicial había sido proteger a quien estuviera al frente, de nuevo decidí ponerme a la cabeza y eso se sintió bien, había avanzado bastante para llegar hasta allí, así que me imagine que podría lograrlo con la ayuda de mis amigos y familiares de bando.

- Zahil, esta es mi manera de ayudar, no se si es correcta o no, pero espero poder lograr mi cometido, estoy feliz de estar con todos ustedes y se que unidos podremos lograrlo, ahora que estoy intentando activar la plataforma, me pregunto si es que podré hacerlo en realidad o no - Les dije entusiasmada, sintiendo como el poder me invadía por completo y me daba paz y calma a mi alma inquieta -

 

Pude ver como otros estaban protegiéndonos a todos, se siente feliz y contenta y ya no duda más, esta feliz de ser la Luna que da un paso al frente y no espera que otros le digan que hacer, no por eso deja de ser tan dulce y tierna, una cosa no quita la otra, además aun considera a todos los que están allí su familia y su casa, este es su hogar y lo defenderá con uñas y dientes, por eso esta orgullosa de haber dado un paso al frente e intenta activar aquella luz verde, que espera que le de el poder que esta esperando adquirir pronto.

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Tan abstraída estaba que no noté que había una amiga cerca de mí, una familia, una Potter Black, entre nosotros. Al sentir su voz, una alegría creció en mi interior al descubrir sentimientos olvidados por un tiempo cruelmente injusto.

 

-- ¡Lillian!

 

Lo que primero fue una exclamación de orgullo se convirtió, al momento, en una de sorpresa. A veces, cuatro ojos ven más que dos y ella había encontrado un método para acceder a nuestra ínsula de sacerdotisa sin tener que usar el vuelo. Juro que no las había visto antes y que, tal vez, habían crecido en nuestra ayuda. Por supuesto, la seguí, con un leve grito de "Espera, Lillian". Teníamos que hablar sobre el tiempo transcurrido aunque he de reconocer que no era el momento apropiado. Tendríamos tiempo, supongo, más adelante. Ahora, lo importante era llegar a nuestra isla y unificar los poderes con los otros clanes. Caminaba despacio tras ella y casi tropiezo cuando la vi detenerse e implorar a la Diosa. ¿Pedía protección para todos nosotros? ¿Qué había visto?

 

O intuido...

 

Las sacerdotisas (y sacerdotes) tenemos esas rarezas en las que presentimos esencias, sensaciones de que algo no va bien. Más lápidas y más runas se fueron iluminando a medida que más compañeros aparecían en aquel lugar e iban llenando las tres islas, ahora identificadas como zonas de clan. Lillian seguía preocupada y no era para menos. Hacía años que aprendí a leer runas pero no eran mi fuerte y, sin embargo, entendí que aquella habla de la Muerte.

 

Aunque me estremecí, soy Sacerdotisa y todas sabemos que la Muerte, en sí misma, no es mala. Es un proceso, es un paso, un entendimiento extra de lo que significa la vida. No es malo. Casi nunca... Lunática habló y me sorprendí comprendiendo que era hermana de Sacerdocio. ¿Lo había olvidado? Si había estado con ella en tiempos aciagos antes que Avalon desaparecieron. Parece mentira lo que hace el tiempo, pierdes consciencia de antiguas amistades que te acompañaron en breves momentos de la vida.

 

-- Sí, opino como tú, Luna... Se activan al entrar en la zona de nuestro clan -- le dije, señalando las runas que parecían iluminarse al paso de Lillian. Sin embargo, no era eso lo más importante para mí en aquel momento. Mi sobrina Lillian parecía estar sufriendo algún tipo de transtorno. O, tal vez, sólo era que estaba conectando con su propio interior. -- No, no debemos separarnos.

 

¿Pero cómo hacer eso si, de repente, como si hubiera invocado un Llamatus Seres, percibo seres a nuestro alrededor, observando nuestras reacciones. Seres que no son los anteriores guerreros, aunque presiento (¡sé!) que ellos no andan lejos. Se mueven entre nosotros, mirando con curiosidad cada uno de nuestros cuerpos, como si añoraran el que aún día tuvieron. Me sentí observaba. Sentí que nos observaban a todos. Intenté que no se dieran cuenta de ello. Al fin y al cabo, aún no me decidía a invocarles del todo y saber qué están haciendo entre nosotros.

 

O mejor dicho, saber qué piensan ante que nosotros estemos entre ellos, invadiendo un espacio que ha sido suyo durante siglos, o tal vez milenios. La voz de Lillian hace que aparte la vista de aquella sensación de aura que pasa a mi lado y la observo.

 

-- ¿Un tejo? -- ¿Por qué un tejo? ¿Por qué el animal que simboliza aquellos estudios de sacerdocio que aprendí en el pasado junto a mis sobrinas Reena y Xell? "La Orden del Tejo" aparece ahora junto a Lillian.

 

Sonreí. Al fin y al cabo, todas las órdenes de Sacerdotes y Sacerdotisas del mundo se unen bajo la misma premisa, amor a la Diosa, a la Madre Naturaleza y ésta se presenta de la forma que ella cree conveniente. Y todos se mantienen unidos ante su presencia.

 

-- Un tejo, Lillian -- murmuro ya a su lado, pensativa. Percibo amenazas, tal vez las de estos seres que intuyo ya rodeando a todos. Luna intenta ayudar con un hechizo que no parece salirle muy bien pues nombra el conocimiento que los engloba a todos pero sin especificar un hechizo concreto. Es igual, el Efecto es el mismo y siento la fuerza de su poder de sacerdotisa.

 

Es cuando me di cuenta que, en realidad, no es momento de mostrar conocimientos ni poderes sino ceder la importancia a otros, permanecer detrás y protegerlos. Que sean ellos quienes activen la propia plataforma, Lillian, Luna, Dick... Ellos... Yo permaneceré detrás, presta a usar los efectos o invocaciones que afloran a mis labios, para auxiliarles en su cometido. Porque somos un clan y debemos permanecer unidos.

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