The Pink Palace (MM B: 114055)

[Hannity Ollivander Evans]

Habían pasado tantas cosas los últimos meses, que Hannity había perdido la noción del tiempo, no sabía en qué día vivía, de hecho, le importaba muy poco que día fuera, últimamente se dedicaba a vivir como si fuera el último, con decir que recientemente se había comprado una moto voladora, y eso ya era mucho decir para alguien como ella a quien le desagradaba las alturas, a pesar del terror que le tenía a subir más alto de un banco, era feliz viajando en el nuevo transporte, ya no tenía que usar la escoba, que le parecía por demás insegura,o ir dentro lado a otro por medio de desaparición, la última vez que lo había hecho, dicho sea de paso con prisas y de mala gana, se había escendido al llegar a su destino, por suerte sus padres no lo sabían y creían que aquella cicatriz en el brazo había sido por otra cuestión.

 

Quintell Guillam había enviado una invitación a los Ollivander, diciendo que el señor Hessenordwood Crouch los invitaba a su piso en The Pink Palace por cuestión de una cena, suponía que de negocios, últimamente su padre y él tenían negocios en común, los cuales Hannity no se había enterado aún de lo que se trataba, pero en algunas ocasiones había escuchado a Yanna gritarle al señor Crouch.

 

Ya estaba lista, se había arreglado muy formal para la ocasión, un vestido color negro con falda de vuelo, manga larga y espalda descubierta, tacones altos de terciopelo negro que la hacían ver un poco más alta desu estatura, peinó su rubio cabello en un pequeño moño, tomó su bolso y al abrir la puerta el pasillo daba justamente a la habitación de su padre, sonrió, en sus planes estaba ir a la habitación de su madre para ver en qué podía ayudarle antes de marcharse, pero la casa, como siempre y en las últimas semanas, tenía planes distintos para ella, salió de su habitación cerrando la puerta y esta desapareció al instante, volvió a sonreír y negó con la cabeza -¿Qué es lo que quieres?- dijo entre risas mientras avanzaba.

 

Llegó hasta la puerta del Ollivander y tocó suavemente tres veces en ella -¿Éstas listo?

 

Mientras esperaba respuesta de él en el interior de la, seguramente, oscura habitación miró hacía atrás y sonrió, ella, su madre, también se dirigía hacia aquella puerta por ese pasillo.

 

@@Rory Despard @@Hessenordwood Crouch

[Rory Despard]

Bel Evans Ollivander

 

— Por favor, a futuro deja de utilizar mi habitación para esa clase de cosas. ¿Por qué siempre la vulgaridad...?

— La que decidió meterse en mi mente fuiste tú, así que allí tienes la consecuencia, pichouette— el acento de Nasha Montpellier era tan condenado como su mezcla del inglés con el francés cajún cada que se le daba la gana— te has puesto tan colorada que no tengo dudas de que sigues siendo la misma santurrona de antaño.

 

Sonriente y con movimientos que parecían los de un gato recién levantado, la vi regresar a la cama, donde minutos atrás, la había encontrado. Su cabello, impecablemente atado en docenas de trenzas, y una delicada pijama de satin blanco de una sola pieza que le llegaba a medio muslo, la hacían parecer alguna clase de modelo posando entre las floreadas sábanas de algodón.

 

El uso de mi habitación, a manos de Smith y Montpellier, era solo uno más de los cambios que había podido notar en la Heredad. Ya desde afuera, y con mucho miedo de encontrarme impedida de ingresar, por causa de la magia que protegía la propiedad, me había dado con la sorpresa de ver como la nieve cedía a mi paso, haciendo sencilla la tarea de llegar a la edificación principal, hasta que ya en la puerta, en vez de ocultarse, con un chirrido de los goznes, ésta se había abierto de par en par para dejarme entrar.

 

Era inexplicable cómo la naturaleza de la casa estaba cambiada, pero había un gesto inequívoco de bienvenida, como si ella hubiese sabido todo ese tiempo, que volvería.

 

Una reunión en el piso de Crouch, informada a último momento, era la razón por la que había llegado ese día hasta allí. Vagamente creía recordar donde es que quedaba la residencia del hombre, pero Smith había sido enfática en que sería ella la encargada del transporte, teniendo como punto de partida la Heredad. Siendo difícil intentar siquiera una teoría sobre qué planes podían germinar en la mente de la hermanastra de Garry, había optado por no pensar demasiado sobre que podían traerse entre manos ella y Hessen, para disfrutar a pleno la oportunidad de pasar tiempo con mi familia, la pequeña familia que había hecho mía por decisión.

 

Ansiaba verlos, así que me despedí de Nasha, no muy segura si ella estaba realmente escuchándome, y cerré la puerta de la habitación que desapareció de inmediato, para dejarme en el pasadizo. Mis pensamientos estaban bastante claros sobre a qué lugar debía ir, pero el miedo y los nervios también se hacían presentes. Caminando lo más rápido que podía por el pasadizo, que parecía retorcerse bajo mis pies como alguna clase de serpiente, terminé poco después, a pasos del cuarto de Garry, y noté que Hannity ya se encontraba allí, bellamente arreglada, con un vestido negro que resaltaba su menuda y bonita figura, saludando a su padre que acababa de salir.

 

— Ambos lucen tan bien— apenas me alcanzaban los brazos para rodearlos, pero aun así los abracé con fuerza e inusual energía, contenta de que por fin tuviéramos un momento solo para los tres— ¿listos para esta noche? Un poco inusual el convite, pero me alegra tanto que podamos estar otra vez, juntos.

 

Garry, como un reflejo de la casa, lucía también diferente. Sus ojos ya no se veían apagados como el día que nos habíamos cruzado en aquel entrenamiento de duelos, pero todavía había pequeñas señas que mostraban su estado convaleciente, que lo alejaban del ingenioso hombre que yo había conocido. Y sin embargo, que estuviéramos allí los tres, tras todos los problemas acaecidos, era como un brote de amor imponiéndose al desierto solitario y árido que de cierta manera, había gobernado en la heredad por mucho tiempo.

 

El trayecto hasta el Pink Palace, como había intuido al ver que Yanna conduciría, resultó una verdadera aventura para los nervios y los sentidos, y cuando aterrizamos, casi sentía que era un milagro que todos hubiéramos llegado sanos y salvos. Después de semejante dosis de adrenalina, realmente esperaba que aquella reunión transcurriera lo más tranquila posible ¿pero sería así?

 

@@Hannity Ollivander Evans @@Hessenordwood Crouch

[Hessenordwood Crouch]

Todavía cree que es una mala idea, se siente mucho mejor que otros días, pero la cercanía de la luna llena lo hace creer que esta puede ser una mala noche también. Aun así, desde temprano ha preparado un brebaje para que su cuerpo se sienta aliviado de los síntomas más psicóticos que pudiera llegar a padecer esta noche y, mientras abrocha lentamente los botones de su camisa de vestir, puede sentir finalmente los efectos de un herbovitalizante reactivando su cuerpo y mente.

A pesar de llevar más de una hora despierto, su rostro aún muestra marcas de la ensoñación, sus ojos siguen hinchados por haber estado durmiendo la mayor parte del día y las cicatrices de la licantropía palpitan relucientes en su mejilla tras la palidez en la piel desnutrida falta de luz solar. No es sin duda su mejor aspecto, pero es el mejor en mucho tiempo.

Terminó de vestir y perdió algo de tiempo revisando algunos papeles que el mismo Hessenordwood Crouch le ha dejado esta mañana sumado a la promesa de ""tener algo para Hannity esta tarde/noche. Si bien termina siendo algo modesto en el piso de su contador a Garry no le importa, aunque se preocupa quizá un poco más por Hann, ¿realmente ella hubiera querido esto?

Para cuando consigue finalmente abrocharse sobre los hombros la pesada capa de lana negra Hannity ya está esperando afuera de su habitación.

Se escabulle entonces por el oscuro cuarto, se imagina que si no tropieza con algo es solo cosa de buena suerte, y que por mero placer atribuye a la presencia de Hannity de vuelta en casa. No dice mucho una vez que sale, realmente nunca lo hace, tampoco su rostro se muestra diferente, pero el modo en el que deja que su cuerpo embone junto a Bel y Hannity en un abrazo debe ser una buena señal de algo, ¿no? Si, si. Garry está encantado con ellas.

—Que lindos todos, pero hace ***idamente mucho frío allá afuera, ¿no están pensando que los voy a esperar toda la noche?-, Yanna interrumpió no solo con su molesto inglés mal pronunciado, si no que se atraviesa entre ellos hasta llegar al otro extremo del pasillo. Por lo que va guardando en los bolsillos de su chaqueta de cuero tal parecía que la morena había regresado al interior de la casa por algo olvidado. —Jane, ¿me sigues en tu propio vehículo o quieres un aventón?-, preguntó adelantándose a la salida sin realmente esperar una respuesta.

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Quintel Guillam los espera afuera del Pink Palace, no esta tan elegantemente vestido, pero hay un muy evidente cambio en su atuendo de hoy, sin tierra de abono, polvo de alguna sustancia tóxica o manchas de brebajes encima de sus habituales uniformes de "jardinero", no, hoy está limpio, impecablemente juvenil y fresco.

“Buena noche”-, hace un gesto con las manos porque esta vez su voz apenas puede emitir un sonido seco y agotado que a Yanna le provoca resoplar una risa burlona. Quintel está demasiado encantado con los invitados como para tomarse a mal esa respuesta. —Veo que todos pudieron venir, es genial-, es un gran esfuerzo el que hace esta vez, pero solo consigue un áspero susurro apenas audible. ¿Por qué Hess ha dejado que él reciba a los Ollivander?

—Es Quintel Guillam-, interrumpió finalmente Yanna, caminando alrededor del brujo más joven (aparentemente) con las manos congeladas dentro de los bolsillos del abrigo tan reluciente como el resto de sus ropas. —Es el muchachito que cuida los terrenos de la heredad-, los amarillentos ojos de Yanna brillaron en dirección a Evans, si no mal recuerda ella es la única que no lo ha conocido en persona. —Crouch lo contrató para hacer el trabajo su-ciio-, arrastra las sílabas, siseando como algunas veces Garry lo hace también, solo que el tono de ella es más hostil. Nadie va a sacar pronto de la cabeza a la bruja Smith que Quintel y Hessen han aparecido de la nada en Inglaterra en busca de los viejos tesoros de su familia.

Por el contrario, Quintel agradece el intento de Smith. Saludó a Bel con decoro suficiente tras conocer finalmente en persona a la (ex)señora de Ollivander, a Hannity con más entusiasmo por volver a verse las caras y a Garry le dedica sólo un gesto discreto. De alguna manera es casi toda una experiencia estar finalmente ante los tres juntos, no es tampoco que Quintel los venere solo por el empleo que le han ofrecido, pero es que en sus ratos libres también él ha comenzado a hacer especulaciones sobre las personas para las que trabaja. Con algo de suerte Quintel tendría algo que presumirle esta vez más noche a Benjamín; que conoce algo más de ellos que él.

—Y ¿Dónde está él?-, interrumpió Smith entrecerrando los amarillentos ojos en la oscuridad de los jardines traseros del PP.

"Oh", —Hessen salió a comprar hielo. Hacía falta...-, la sonrisa del niño parecía ocultar algo más detrás de la inocente frase. —Ha bajado al pueblo en auto a conseguirlo, le dije que tal vez podría hacer un poco, pero ya sabes como es de nomaj algunas veces-, se burló, Yanna le sonrió con genuino entendimiento. —El lugar es allá arriba, los llevo-, se giró para guiar el camino por delante, casi con Yanna pisándole los talones. —¿Cómo conseguiste traerlos todos en esa cosa?!-, preguntó mientras saludaba desde lejos al extraño hombre que vive en el sótano del Palacio, ¿Cómo dijo Benjamín que se llamaba?

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Cuando Hessen esta devuelta en su piso (o lo que era su piso) la mayoría de los invitados (o los más importantes) ya están instalados y, si por él fuera, diría que hasta más que acomodados;

Yanna está sobre un taburete desde la barra de la cocina contando una ruidosa historia sobre como escapó de un barco que navegaba por las arenas de un desierto (quizá una historia demasiado exagerada aun para los más acostumbrados a los hábitos mágicos) y agita una botella de vino medio llena en una mano y un vaso medio vacío en la otra. Quintel intenta hacer funcionar el equipo (muy sofisticado) de sonido de Hess, pero por lo que el demonio recuerda, el niño nunca ha sido bueno con las tecnologías muggles. Le parece reconocer que la señora Hannity se acerca a él para auxiliarlo, y Hess agradece unas manos más delicadas sobre el control de tecnología led de su estéreo.

Del otro lado de la habitación están a los que sin problemas Hess reconoce como Bel Evans y Grelliam; ella vagamente poniendo atención (o no) a lo que Yanna ladra y Garry, bueno, Hess espera que no esté verdaderamente dormido con su cabeza apoyada perezosamente en el respaldo del sillón o despertará con un punzante dolor en el cuello que tendrá que añadir a su lista de malestares.

Y por un momento, al verlos ahí como algo normal, coincide con una idea de hace mucho tiempo; "en persona, esos tres lucen mucho mejor juntos que en las fotografías de la vieja casa". Hessenord conserva ese pensamiento para después, quizá solo para sembrar incertidumbre el mozo de Whisper.

—Hesss, maldito demonio del infierno ¡¡trae ese hielo aquí ahora!!-, exigió la morena agitando su vaso.

—Veo que ya han encontrado su lugar-, Hessenorwood es una presencia evidente en el salón desde que entra, no solo porque llega tarde e interrumpe nada realmente, si no que hay algo más en sus modales y movimientos que busca llamar la atención de las personas. No obstante, tampoco parece ser algo que haga apropósito todo el tiempo. —Que tal; Señor y señora Ollivander, señora Evans...Smith-, un saludo más general cree Hess que le resta importancia a la interrupción. —Lamento esto-, hace un gesto para referirse a su tardanza con el hielo. —Fue un día ocupado, pero yo... solo... no tengo perdón supongo-, bromeó antes de con otro ademán más modesto disculparse para atravesar la sala y llevar el hielo hasta la nevera.

Y después de un momento vuelve con el pequeño grupo allí reunido.

—Antes que nada quiero agradecer la ayuda del joven Guillam para armar este pequeño motín en mi piso, donde evidentemente son bienvenidos-, él está en la cocina aún, pero la planta abierta hace que la conversación los involucre a todos. —Si, si, él crédito es todo suyo-, agregó antes de volver su atención a Garry (aun aparentemente dormido) y luego a su hija. —Felicitaciones también a la señora Hannity por su aniversario natalicio de hace unos días. Le juro por mi vida señora que su padre pidió algo mucho mejor que esto para usted, pero por favor, no nos culpe a nosotros cuando el verdadero causante de esto está tratando de poner el modo estéreo en un smarthTV de tan buena calidad de imagen-, negó dramáticamente.

A pesar de que apenas los conoce, Hessen tiene una facilidad confianzuda al hablar demasiado suelta, quizá despreocupada, que atribuye a los años dedicados a los bienes raíces. Ciertamente, está solo algo pequeñamente (o no tanto) preocupado por lo que Gerry pueda demandarle (o deje de hacerlo) después de esta noche.

—Le he fallado señor mío-, alzó un vaso vacío con resignación fingida. —En fin, espero que le disfrute de todas formas, de alguna manera, y hágame saber con toda libertad como puedo mejorarle esta noche-, no coquetea con ella, pero el atisbo de algo como eso parece activarse automáticamente en el acento de su voz siempre que la noche oscurecía los cielos. —Siéntanse como en su casa-, guiñó y todo continuó como estaba antes de haber sido interrumpido.

Con un gesto de sus manos Yanna intentó hacer que Evans volviera su atención a ella, y Quintel finalmente dejó que Hannity manejara el control del aparato televisor de Hessen que ocupa casi medio muro de alto. En cambio, el demonio regresó con una botella bonita entre sus manos y algunos vasos limpios extra por la sala hasta llegar a un asiento libre cerca de Grelliam y Bel. La botella y los vasos quedaron en el centro, con una sutil invitación de quien quisiera tomarlos y finalmente se acomodó. Garry se movió luego, apenas lo suficiente para observar por el rabillo del ojo al Crouch, la media sonrisa de Hessenord lo recibe acompañado de un guiño más suave, por alguna razón los empleados de Garry no hacen movimientos toscos cerca de él.

—Oye!, oye no, no, no-, por el contrario Yanna no podría recurrir a la sutileza aún si su vida dependiera de ello. —Si vas a poner música no pongas esa basura-, masculló intentando violentamente ponerse de pie. Aunque el frio de afuera y el alcohol no son siempre una buena combinación.

—Haznos los honores Smith-, motivó Hessen, llevándose el primer vaso de whisky a la boca.

—¡Ajá!, Ahora te muestro algo de buena música-,

—No, no, no-, Quintel finalmente pudo hacerse escuchar con aspereza. —Hannity primero.

@@Rory Despard @@Hannity Ollivander Evans

[Hannity Ollivander Evans]

Sin duda se estaba divirtiendo al intentar poner música, era mucho más interesante que la historia de su tía sobre aquel barco en la arena del desierto, ¿o cómo era? Realmente no había puesto atención a nada de ello, en realidad, parecía que nadie lo hacía. Lo único que había distraído a la morena de su narración habia sido la llegada de Hessenordwood Crouch al piso con el hielo que Yanna pedía a gritos, lo cual ya no era de sorprender, de hecho, estaba bastante acostumbrada a ello.

 

Estaba siendo una buena velada, pese a que el viaje hacia el Pink Palace habia sido algo movidito, ella cree que solo fue por el hecho de que a Yanna le gusta molestar a Bel Evans, lo estaba pasando increíblemente bien en compañía de Quintell, el señor Crouch y su familia.

 

Habia enseñado a Quintell a ocupar el reproductor de música, lo cual se veía que Hessenordwood lo agradecía en sobremanera dado que los movimientos y toques delicados de Hannity no estropearían el aparato.

Desde el rincón Hannity lanza un breve -Buenas noches a Crouch y se sonroja al escuchar que Garry le había pedido esa reunión como una celebración de su cumpleaños, el cual había olvidado completamente. -Todo es perfecto, señor Crouch- responde la rubia ante el hecho de decirle cómo puede mejorar esa noche.

 

Hannity no puede pedir más delo que tiene y es sincera al responder a Crouch, aquello ya es perfecto y no hace falta nada en realidad.

 

 

Tras poner un poco de música tranquila el instrumental, aquella a la que Yanna llamaba basura Hannity se acercó a su madre para preguntar si se encontraba bien y tomar de la mano a su padre, insitandolo a bailar con ella aquella lenta, pero alegre melodía.

 

@@Rory Despard @@Hessenordwood Crouch

[Rory Despard]

Bel Evans Ollivander

 

— Un gusto Quintel. He visto el cuidado que estás poniendo a los terrenos de la heredad, muchas gracias por tu trabajo.

 

Sabía que Yanna buscaba fastidiar a propósito al muchachito, pero ahora que por fin interactuaba con él (no como la última vez que más bien lo había visto de lejos), encontraba sumamente curiosa aquella combinación de facciones y conductas. Garry siempre se las había arreglado para ser un imán de gente bastante particular, pero lo que me sorprrendía era que alguien con los modales de Hess hubiese terminado contratando a un sujeto como Quintel, que aunque era oficialmente el jardinero de la heredad, excedía largamente a esas funciones, de acuerdo a lo que Hannity me había platicado.

 

El piso no era tan grande como lo había imaginado, pero se notaba en la ausencia de elementos básicos como una cama, que había sido preparado con antelación para la reunión. Yanna había ido directo hacia el bar para coger una botella de vino, y alternaba el beber el contenido, a una de sus tantos relatos que ponían a prueba la credulidad de cualquiera. En un inicio me empeciné en vano en cuestionar los elementos que encontraba inventados, pero sin importar los meses transcurridos, aquella maldita mujer siempre terminaba llevando las de ganar en nuestros "enfrentamientos" verbales. Así que pronto desistí de la tarea y preferí ir por un whisky en las rocas, para que terminara de devolverme la paz al alma que aquel viaje demencial me había quitado.

 

Al volver a tomar asiento junto a Garry, noté su cabeza en un ángulo extraño. Todo indicaba que estaba más dormido que despierto, pero extrañamente sonriente, por lo que no me alcanzó el corazón para despertarle. Sin embargo, Yanna pensaba distinto, indignada de que "el debilucho bebé Garry", no estuviera escuchándole, y a duras penas con un movimiento rápido, evité que un cojín fuese directo a su cara.

 

— Déjalo tranquilo, ni que se estuviera perdiendo gran cosa— aventé de regreso el cojín, con mucha menos puntería— Y suponiendo que existen osos polares en el desierto, dudo que se dediquen a asaltar barcos.

Otro cojín cruzó la habitación y de milagro no fue a parar a Crouch, que sostenía la bolsa de hielos y cortésmente hizo su presentación a todos los presentes.

 

Hannity se había ocupado en ayudar a Quintell a hacer funcionar el carísimo equipo, y aunque lo había visto como un objeto excesivamente ostentoso, luego agradecí la excelente calidad de imagen que permitía ver a Damon Albarn en HD, y que además con aquel sonido envolvente, era capaz de acallar la escandalosa voz de Yanna. Al poco tiempo, igual el volumen disminuyó y se escuchó a Hessen desde la cocina, dar unas palabras por el cumpleaños, y alcancé a presionar levemente el brazo de Garry para que alcanzase a escuchar lo que su empleado decía.

 

Claramente, él sabía como ser un buen anfitrión. El tono adecuado, las sonrisas precisas que insinuaban pero no caían en lo vulgar. Aun si con falsa modestia aducía que la reunión no era lo esperado, lo cierto es que había hecho un trabajo excelente dando lo que realmente necesitábamos: Un momento fuera de la heredad y sus rarezas, pero sin que eso supusiese sacrificar el entorno familiar. Hannity fue más bien corta de palabras, y es que en ese sentido, ella se parecía mucho a su padre: No necesitaba de ellas cuando con unos cuantos pocos gestos podía transmitir como es que verdaderamente se sentía.

 

El vaso de whisky ya estaba vacío, así que cogí de buena gana uno de los vasos que Hessen había instalado y me serví de la botella, aunque no reconocí en la etiqueta de qué bebida podía tratarse.

 

— Más te vale que no sea ninguna mezcla rara. Créeme que lo último que deseas en tu pieza es tenerme tempranamente borracha o drogada— mascullé en dirección al mago y de inmediato serví una copa también para él, y dudé un instante antes de tender una tercera a Quintell— ¿si eres mayor de edad verdad? Porque sino, soy capaz de poner mañana mismo una denuncia personalmente por explotación de menores a nuestro querido anfitrión.

 

Era muy pronto aun para bajar las alarmas que todavía me despertaba Crouch, pero asentí a Hannity ante su pregunta sobre si me encontraba a gusto, y dejando brevemente el vaso, me incorporé y le ayudé a terminar de mover a Garry del asiento , para que bailase con ella aquella música tranquila que había escogido para inaugurar la velada. Viéndolos en la pista, de vuelta en mi lugar y con el vaso en mano, moví la cabeza lentamente de un lado a otro, al ritmo de las notas suaves de piano y violín, sumergida de repente en un estado de percepción intensa, viendo a mi hija y su padre irradiar una claridad y un esplendor que no solo emulaba a los tiempos más felices que habíamos compartido juntos, sino que los recreaba bajo una nueva luz.

 

— Cuando acabe la canción, exijo mi turno— proclamé, mitad por quererlo, y mitad por solo fastidiar a Yanna que intentaba en vano quitar el control remoto a Quintell.

 

@@Hessenordwood Crouchs @@Hannity Ollivander Evans

[Hessenordwood Crouch]

Quintel tarareó con emoción antes de recibir el vaso por parte de Bel con un gesto de agradecimiento y beber casi la mitad del contenido de una sola vez, parecía que no había bebido ni tan siquiera una gota de agua desde que comenzaron los preparativos para esta noche.

—Estoy tentado a responder que no lo soy, señora Evans, pero podría recibir un fuerte castigo por eso-, agregó, esta vez curiosamente el alcohol ayudó para que el sonido de su voz fuera menos desgastado, tonos bajos, pero bastante entendible. Escapa rápidamente con el vaso en mano luego de soltar todo eso, tratando de huir del gesto sarcástico de Hess; “que divertido”-, solo gesticula el demonio por su broma de hacerse pasar por un elfo doméstico. Hessen para nada trabajaría con esas criaturas cerca, Quintel lo sabe, aunque no el porqué. También corre para evitar que Smith alcance el control remoto del aparato de música, sobre todo ahora que Garry ha despertado al fin con la selección de Hannity.

La música que Hannity escogió es agradable, aunque no lo que esperaba, sin embargo Hessenordwood cree que ha comenzado a entender que, en cuanto a costumbres, gustos, preferencias (y en general todo lo que gira alrededor de los Ollivander) simplemente no había que entender. Por el bien propio, claro. Hasta ahora eso le ha funcionado bien a Crouch con Grelliam, no obstante, eso no le quitaba la complejidad de complacer a su cliente, sobre todo teniendo en cuenta lo particular del resto de su familia.

Garry se levantó finalmente, para sorpresa de Hess y de Guillam lo ha hecho sin protestar y solo permanece esa pereza habitual con la que casi siempre se arrastra luego de convencerlo. Los ojos de Hess parecen aclararse mientras lo ven cuidadosamente moverse hasta donde Hannity los lleva para que bailen juntos. Y se mantiene atento ahí, como si esperara que algo sucediera de pronto. El licántropo baila con ella lentamente y, aunque ella también lo hace, su tipo de lento es diferente, a Hess le provoca una sonrisa plana pero sincera. También ve al maestro abrir la boca un par de veces, apenas, pero no parece animarse a decir nada finalmente, o si lo hizo, al menos él no ha alcanzado a escuchar algo.

—¿Qué edad tienes ahora, Hann?-, pregunta Garry cuidadosamente mientras hace un gesto de tratar de recordarlo por cuenta propia. Algunas cosas ya no funcionan tan bien cómo antes lo hacían, y sin duda hay un montón de cosas que se tienen que recuperar nuevamente. —Tenías apenas los veinte cuando nos conocimos, ¿no?-, le devolvió la mirada, el rostro de ella contrasta de calidad con el de él, pero al mismo tiempo juegan colores armónicos cuando están tan juntos, y los pálidos ojos de Garry toman color por primera vez en mucho tiempo cuando el rostro de Hannity se refleja en ellos. —Mírate ahora querida, tan diferente y, sin embargo, aun mas hermosa-, no hay una sonrisa en su rostro, pero quizá sí en sus palabras, seguro Hannity puede saberlo. —Al menos no has heredado eso de mi-, se burló.

Por un momento Hessenorwood creyó verdaderamente que el señor Grelliam se recuperaría más pronto de lo estimado.

—Todos queremos un turno-, masculla Hess difícilmente masticando una frutilla que acaba de echar a su boca, suelta aquello inconscientemente detrás de Bel. Exteriormente parece que sigue ahí con ellos, con la mirada densa esta vez puesta sobre la pareja que baila una emotiva canción y el vaso que tuvo que aceptar de Evans, aun cuando él hubiera preferido, por esta noche, seguir bebiendo el agua mineral. Pero lo cierto es que está algo ausente, sigue absorto en el baile de Hannity y su padre, pensando en lo que pudieran estar (o no) hablando mientras lo hacen y, convenientemente, ha capturado como Grelliam Ollivander responde a la dulce voz de la niña.

Todo eso en paralelo también con el asunto del embargo de la casa de Fisher Stan, de California, que lo ha tenido bastante ocupado estos días.

—¿Con Hannity?-, pregunta con malicia Quintel desde donde está peleando el control remoto con Yanna. Hessen casi escupe de vuelta al vaso el último trago. Entre ellos, Quintel también se cuestiona a menudo como es que Hessenordwood trabaja para alguien como el señor Grelliam, lo más acertado para él hasta ahora es que Hessenorwood Crouch tiene una especie de interés nonecesariamenteprofecional por el patriarca de Ollivander, y si no, era igual de divertido encontrar las pocas cosas (hasta ahora) que al Crouch ponen nervioso.

—Si claro, por supuesto, con la festejada-, se ha recuperado demasiado rápido, con suerte pasa desapercibido su tropiezo. Y ya más divertido finalmente guiñó a Garry.

Todo puede estar bien, no necesita preocuparse tanto por los Ollivander ocupando todo su piso ahora, él no tiene que hacer más que quedarse sentado en ese sillón a esperar a que las conversaciones se agoten, a que alguno de ellos se emborrache lo suficiente o sea la hora recomendada para que Garry vuelva a casa a descansar. Por supuesto, no va a dejar que se pierdan semanas de recuperación en una sola noche, a Hessen (y bueno a Guillam también) les ha costado bastante hacerlo tomar el tratamiento completo. Solo no tiene que hacer (o decir) algo que lo incrimine en lo que sea que le hubiera pasado (o le vaya a pasar) a Grelliam.

La noche continuó con la misma calma… al menos hasta que Yanna finalmente consiguió el control remoto del televisor y el alcohol consiguió subir hasta la cabeza de Bel y Quintel.

@@Rory Despard @@Hannity Ollivander Evans

[Hannity Ollivander Evans]

La última vez que había pisado aquel lugar había sido en la reunión de su celebración de cumpleaños, la última vez que había visto a sus padres y desde ese día no recordaba más nada, sólo que un día, varios meses después, había despertado en Armenia y allí había comenzado una terrible peaadilla, en la cual una serie de persecusiones había iniciado en contra de ella por ser una bruja rodeada de oscuridad.

Probablemente, ella creía que era así,  lo que decían acerca de  "la oscuridad" era  a causa de la maldición que pesaba sobre su familia, la misma que la habia alcanzado a ella y le hacía parecer enferma, una extraña similitud a su padre en vísperas a la luna llena.

 

A pesar de la extremada palidez que tenía, esa noche su aspecto no era consumido, al contrario, conservaba la elegancia que siempre le habíacaracterizado con un traje sastre color negro y zapatos lo suficientemente altos, esa noche los ojos grises estaban brillantes, expectantes ante la llegada de aquel hombre que le ayudaría  a resolver la intriga de qué  era lo que había pasado allí meses antes.

El frío de la noche arreciaba a pesar se ser una noche de verano, no quiso entrar al salón de baile de la edificación, le parecía descortés esperar a su invitado dentro, ya había preparado una mesa en donde podian sentarse a charlar, además  de tener las bebidas que pudieran ser necesarias.

 

Los inquilinos del Pink Palace no tendrían proema alguno de que en el salón se resolviera uno de los misterios que se habían desatado en ese lugar. A lo lejos se lograba divisar una silueta alta, solo esperaba que el señor  Cassian fuera el que llegaba.

 

 

@ Deimos Cassian

[Deimos Cassian]

- Deimos! Gritó el hombre desesperado, Ya detente por favor! Esto no es necesario. Sus ojos desorbitados miraban con horror aquella escena, nunca pensó que aquel hombre jovial y simpático fuese capaz de hacer algo así.

Los gritos del tonto Servus no lo dejaban concentrarse, que molesto se hacía tener que escuchar aquella cantaleta, aunque tenía que aceptar que había algo agradable y satisfactorio en escuchar a una persona verdaderamente asustada. Ese tono quebradizo en la voz como si estuviesen a punto de llorar los hacía tan vulnerables. Hizo una respiración profunda y relajó su cuerpo dejándolo en una postura que lo hacía ver cómo una marioneta colgada a hilos invisibles, miró el cielo y observó que estaba increíblemente despejado, se podía ver cada estrella por más pequeña que fuera. Limpió el cuchillo con la tela del pantalón y sacó del chaleco de seda negro un pañuelo blanco de algodón de hilo fino. Limpió sus manos descuidadamente y volteo la mirar a su acompañante.

- Tranquilo Servus, ya deja de gritar, estás haciendo un alboroto innecesario, no pasa nada, ahora llevamos el cuerpo a su familia y ellos que se encarguen del resto...

-Pero, pero aún está vivo! No podemos permitir que siga agonizando,  con un ademán tembloroso sacó su varita del interior de la túnica y se dispuso a realizar un encantamiento, pero fue detenido. Deimos le hizo un gesto de negación con la cabeza.

- No mi querido amigo, este pobre jovén va a morir, no puedes evitarlo, así que guarda eso y ven, siéntate un rato conmigo. 

 Deimos a pesar de recuperar su tono normal de voz  y su manera tranquila de hablar no parecía ser la misma persona, sus ojos mostraban algo completamente distinto una mirada fría y amenazante hacía sentir a Servus inquieto y asustado, sin embargo a Deimos no le importaba esto en lo más mínimo.

- Bueno, debo admitir que me excedí un poco, pero tenía tiempo sin salir a cazar y me dejé llevar por la emoción! Ay Servus, tantos años conociéndonos y nunca me viste haciendo algo así. Pero te voy a explicar el porqué de todo este espectáculo... Como sabrás yo soy una persona muy reservada cierto? Es decir puedo ser muy conversador y si se puede decir divertido? Pero el asunto es que a veces aparecen cosas que amenazan mi tranquilidad, entonces necesito actuar de cierta manera. Sólo con intenciónes pedagógicas.

- Pedagógicas? Cómo puedo ser esto algo educativo Cassian!?? Mira lo que le hiciste e ese pobre muchacho!! Si yo fuese sus padres dudaría de la identidad de ese cadáver! 

- Bueno algún lunar tendrá por ahí para que lo identifiquen, tranquilo. Pero si, esto es una enseñanza querido amigo y sabes para quién es?... exacto, para ti.

En ese momento Servus sintió un escalofrío recorriendo su espalda, sus manos se aferraron fuerte a su pantalón para evitar que temblaran de manera descontrolada. 

- Y yooo, -dijo lentamente Servus

- Si? 

- Yo por qué recibiría una enseñanza como esta de tu parte? 

- Pues, recuerdas qué hicimos hoy a la tarde? 

- Fuimos a un bar a comer y beber algo antes de iniciar nuestra búsqueda no? 

- Correcto, en ese bar dijiste algo que no debiste haber dicho Servus,  mencionaste entre risas que era la segunda vez que desde que nos conocemos me veías tomando cerveza y que, de no haberme visto, estarías convencido de que soy un vampiro...

- Si pero Deimos es cierto, cuando nos conocimos en aquel viaje el viejo que nos presentó, dijo que eras un vampiro, pero ya sé que no, pues no pasa nada amigo! A mí no me importa que hiciste para verte así todavía! - Fue entonces cuando se dió cuenta de su error. Abrió sus ojos asustado y se levantó rápidamente del tronco en donde estaban sentados. 

- Acertaste de nuevo! Yo no comí ni bebí en ninguna otra ocasión Servus, hasta hoy que te invité a ese bar... Esto quiere decir que me viste comiendo en otra oportunidad. Pero? Cómo pudo pasar eso? Si yo vivo en el mundo muggle! Soy un respetable profesor, de una respetable universidad, dijo asentuando las palabras que salían de su boca. 

- No Deimos las cosas no fueron así como dices, yo nunca te he seguido, estas confundiendo las cosas, mira, yo no sé porque dije eso, me equivoqué, tú siempre haces que me confunda, hablas tanto que me mareo a veces! 

- Jajajajajaja, es verdad! A veces eres medio lento no? Intenté darte pistas, te relate historias en donde el espía se llevaba siempre la peor parte y nada, no entendiste nunca. Pero tranquilo no estoy molesto, ya liberé energías, se dió vueltas y señaló el cuerpo inerte de su víctima. Te imaginas Servus? Qué ese cuerpo pudo ser el tuyo? Que terror! Sonrió de nuevo deimos ahora mostrando todos sus dientes.

- No, por favor, yo tengo a mi familia, mis hijos, tu sabes que amo a mis hijos... Yo haré lo que me digas.

- No exageres tontito, no te voy a matar, te estoy... como se puede decir, ajá! Promoviendo! hoy eres ascendido a doble agente! Y si ya espiar para un solo bando era peligroso, no vas a querer siquiera pensar en lo complicado que es hacerlo para ambos. Yo te voy a dar los datos que yo quiero que ellos tengan y tú me vas a empezar a revelar todo sobre la familia que te pidió información acerca de mi. Quedó claro? 

Servus no sabía que hacer, no podía negarse pero no quería espiar a la familia, eran peligrosos también, no sabía ni siquiera el motivo de su investigación.

- Está bien Deimos, puedes confiar en mí

- JA! Cómo puedes decir eso? No digas cosas que después no puedas cumplir... En fin, tenemos que irnos! Gracias por la estupenda velada, lamentablemente para ti debo atender otros asuntos, por favor mete el cuerpo en esa bolsa y empecemos a caminar. 

- A dónde vamos? 

- Vas, querrás decir, yo voy a encontrarme con alguien, tú irás a llevar al joven con su familia y debo decirte algo... Este muchacho no tenía arreglo, una mente muy siniestra para su corta edad, ya había matado a varias chicas, una buena persona no era y lo que le hice, se lo ganó.

- Yo?? No, yo no puedo entregar ese cuerpo así! Es escandaloso!! 

- Primero, deja de gritar, segundo, para algo eres mago, arreglalo un poco, que se vea presentable. Tú ves que inventas, espera. Se detuvo y sacó del bolsillo derecho de su pantalón una bolsa llena de monedas,-  acá está tu parte del trabajo, es más sabes qué? Hoy fue un día difícil para ti, toma mi parte del trabajo, vete de vacaciones, no sé busca algo divertido que hacer, eso sí, no intentes escapar.

Le dió unas palmadas en el hombro y desapareció, tenía una cita con una jovén que necesitaba resolver algunas cosas. No tenía idea de quién era, pero sabía que pagaba una buena suma de dinero. Se detuvo a ver cómo iba vestido y notó que su traje era un desastre, tenía sangre por todas partes, incluso él estaba impresentable. Así que sacó su varita la agitó de forma desdeñosa sobre sí y estaba nuevamente impecable, preparado para su cita " por eso nuestro mundo es un desastre, todo es muy fácil" se acercó a la entrada del lugar en donde lo esperaba la joven Hannity. 

Ante él apareció la elegante figura de la mujer que suponía sería ella, vestía un elegante vestido negro y calzaba unos zapatos altos que la hacían ver más estilizada de lo que ya era. Deimos Cassian arregló su corbata, pasó sus manos para acomodar su cabello y miró su reloj, no le gustaba llegar temprano a sus encuentros, evitaba darle importancia a las personas de esa manera. Con un gesto silencioso se acercó para luego preguntar.

Es usted la Srta. Hannity Ollivander? 

@ Hannity Ollivander Evans

[Hannity Ollivander Evans]

En poco tiempo la silueta que se veía a lo lejos se convirtió en la persona que Hannity esperaba, un hombre alto, de porte elegante, maduro y atractivo a la vista, pero lo que llamó la atención  a la rubia era algo más allá  de todo ello, había algo que lo diferenciaba de los hombres con los que Hannity había convivido, en su gran mayoría, por cuestiones de trabajo, sabía que algo diferente era, pero ¿qué?.

Dejo de observarlo cuando lo tenia mas próximo y se preguntaba como era que un profesor de arquitectura muggle podría ayudarle a resolver  el misterio que a ella le intrigaba y sobretodo que había  sucedido, o eso le parecía  a ella, en esa edificación en sonde se llevaría a cabo su reunión.

El preguntaba si ella era el motivo por el cual lo habían llamado a trabajar allí. Ella había prometido pagar una fuerte cantidad de galeones en caso de que aquel misterio de qué demonios había  sucedido fuera resuelto, no importaba el tiempo que se tardara, lo que costara o lo que tuviera que pasar para averiguarlo.

-Buenas noches,  así es, yo soy Hannity Ollivander,  supongo que usted es el señor Cassian- se detuvo un momento a observarlo mientras extendía la mano para saludarlo, -... es tal y como me lo describieron.

De hecho había muchas mas cosas en él  que lo poco que le habían dicho, el hombre poseía un encanto natural mezclado con una cierta oscuridad que, al menos ella no podía evitar sentir.

-¿Qué le parece si pasamos y nos resguardamos del frío viento que se a formado?
Extiende su mano y le indica la entrada al viejo salón de baile bastante llamativo, a pesar de que solo se encuentra una mesa cercana a la entrada del lugar con servicio para dos, y los espejos están cubiertos con viejas sabanas de una blancura impecable que le hacer ver más iluminado al lugar. 
Esta ansiosa por saber la efectividad del trabajo del hombre, pero no puede pasar de largo sus modales y con la varita acerca el carrito con las bebidas. -¿Puedo ofrecerle algo de beber antes de continuar?

Aquella mesa esta repleta de bebidas, desde un simple café americano, hasta las bebidas más extravagantes que pudo haber encontrado.

 

@ Deimos Cassian

[Deimos Cassian]

Que hambre tengo, esto de cazar me empieza a consumir más energías que antes... Bueno esto no llevará mucho tiempo, mañana debo estar temprano en la universidad, en fin, a trabajar... A ver, a ver, que tenemos aquí...

Deimos observaba todo a su alrededor, no dejaba escapar detalle, la ubicación de las mesas y el espacio a solas que le concedían era poco usual para un lugar tan grande, asumió que el motivo de eso era que allí había transcurrido un importante evento para la joven Hannity. Esta deducción lo llevó a posar su vista en aquella chica, su manera de caminar, la ropa que vestía, su corte y color de cabello, todas estas cosas hablaban para él. 

A pesar de haberse arreglado muy bien, encontró cosas fueras de lugar, una de ellas era el olor a asfódelo que pesar del exquisito perfume francés que usaba salía de sus poros. 

Llegaron a la mesa donde sé sentaron a conversar, ella educadamente le ofreció algo para beber y sabía que con ella no podía decir que era un vampiro, se daría cuenta....

- Gracias, si estaría encantado de beber algo, fue un día largo, es más me comeré unas aceitunas negras para acompañar mi cerveza roja.

Deimos dió una largo sorbo a su cerveza y ya todo parecía estar mejor, ahora debía seguir observando, sabía que las pausas silenciosas generalmente causaban incomodidad y cuando la gente se sentía incómoda hacía movimientos involuntarios que revelaban mucho sobre su personalidad, inseguridades, entre otras cosas. Luego de ver una cicatriz en el brazo derecho, detallar sus manos y ver cómo actuaba ante el silencio se dispuso a hablar nuevamente.

- bueno, mi nombre como usted sabrá es Deimos Cassian, soy un gitano que decidió bajarse de la caravana hace ya unos cuantos años... Trabajo en una universidad muggle como profesor de arqueología, a parte realizo trabajos para diferentes ministerios de magia y he llegado a colaborar en investigaciones policiales de crímenes de carácter "oculto" y cosas de origen desconocido para un simple mortal. 

Veía que la mujer se mantenía en silencio, su rostro no mostraba emoción o asombro con aquella introducción, cosas que seguían hablando en silencio de ella.

- ... Pero eso no es de su importancia, aunque usted conoce bien el mundo muggle a trabajado últimamente con ellos, eso me lleva a descifrar su profesión y lo que está bebiendo para mantenerse en pie hoy acá, pero eso es algo que le permitiré a usted relatar. Por favor, dígame señorita Ollivander porqué una joven cómo usted citó a un hombre como yo para resolver el misterio que le aqueja? 

Mientras esperaba su respuesta, Deimos buscó en el bolsillo de su traje, sacó un cigarrillo y lo puso en sus labios , acto seguido lo encendió con un fósforo de madera que rasgó contra su pantalón, sin quitarle la vista de encima a la chica volvió a beber más cerveza y sonrió de manera satisfecha.

@ Hannity Ollivander Evans

 

 

 

Editado 5 de Julio del 2021 por Deimos Cassian